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"Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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"Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Hola soy maru, yo subi la nove en la cama de su ex-marido, obligados a casarse y ahora mismo estoy subiendo otra q se llama del odio al matrimonio pero en fin quisiera subir esta nove q esta muy buena espero que les guste :D
Nombre: Comprada por un magnate
Autor: maru!!
Adaptación: si
Género: Drama y Romance y algo hot
Advertencias: No
Otras Páginas: no que yo sepa
Sinopsis
Fue entonces cuando descubrió que el padre de ____(tn) tenía graves problemas económicos y necesitaba ayuda urgentemente. Nick estaba dispuesto a ayudar… pero sólo si ____(tn) accedía a convertirse en su esposa.
La sigo???
COMENTEN
byebye :)
Nombre: Comprada por un magnate
Autor: maru!!
Adaptación: si
Género: Drama y Romance y algo hot
Advertencias: No
Otras Páginas: no que yo sepa
Sinopsis
¿Por qué conformarse con una sola noche si podía comprar muchas más?
El multimillonario griego Nick Jonas estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de compartir otra noche de pasión con ____(tn) Barnes…Fue entonces cuando descubrió que el padre de ____(tn) tenía graves problemas económicos y necesitaba ayuda urgentemente. Nick estaba dispuesto a ayudar… pero sólo si ____(tn) accedía a convertirse en su esposa.
La sigo???
COMENTEN
byebye :)
Última edición por maru!! el Jue 26 Abr 2012, 4:35 pm, editado 1 vez
maru!!
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Siguela
Nueva lectora
Llamame Jane
Nueva lectora
Llamame Jane
Jane JB ILU Joe
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Jane JB ILU Joe escribió:Siguela
Nueva lectora
Llamame Jane
haha Oiie toqaiia Jane qReeO qee qOmo qee anDamOs pOr Las miismaS nOves haha Ok nOt
XD
JaneJPLove
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Capítulo 1
EMMA BARNES, hacía dibujitos sobre una libreta de notas sin prestar atención a la conversación que se mantenía a su alrededor. Su padre, gerente de la compañía Vanity Flair, había insistido en que asistiese a aquella reunión puesto que había heredado la participación que su tía Mary tenía en ésta y había pasado a convertirse en uno de los principales socios accionistas. Lo cierto era que ella no entendía para nada de fluctuaciones del mercado ni de Bolsa, y que ya le costaba bastante ocuparse de la parte financiera de su floristería de Chelsea, como Liz, su mejor amiga y socia, podría confirmar.
—_____(tn) —oyó decir a su padre, interrumpiendo su ensoñación—. ¿Estás de acuerdo?
Al levantar la cabeza, se dio cuenta de que una docena de personas la miraba fijamente. Sus ojos ambarinos se encontraron con los marrones del hombre que se sentaba frente a ella, el señor Jonas, griego, que su padre le había presentado poco antes. Al parecer aquel hombre mayor había conocido a su tía Mary en la isla de Zante, donde ella tenía una casita. Jemma había pasado allí el verano anterior, pero no tenía un recuerdo grato de aquellas vacaciones, entre otras cosas, porque su tía había muerto poco después.
El hombre le sonrió y ella dedujo que su expresión aterrada le había indicado que no tenía ni idea de qué responder a la pregunta. Con una leve inclinación de cabeza y un guiño, le dio la respuesta.
—Sí, por supuesto —aceptó _____(tn), y así terminó la reunión.
—¿Por qué no me llamaste? —preguntó Nick Jonas en griego a su abuelo, que estaba sentado en un sillón con un tobillo vendado y apoyado en un escabel—. Sabes que hubiera venido enseguida. Además, ¿qué has venido a hacer a Londres? Después del último susto que nos dio tu corazón, creía que el médico te había recomendado no volar.
—He venido por negocios —declaró Theo Jonas escuetamente.
—Pero hace años que dejaste de ser mayorista de pescado —le recordó Nick.
—No me refiero a ese negocio. Lo cierto es que te llamé hace seis días, y una mujer de tu oficina en Nueva York me dijo que te habías ido unos días fuera y que no se te podía molestar a no ser que se tratara de una emergencia —el anciano levantó una ceja—. Como sólo te llamaba para decirte que iba a quedarme en tu piso de Londres unos días, no vi razón para molestarte.
Nick hizo una mueca. No podía decir nada; era cierto que había dejado aquellas instrucciones a su secretaria, y se sentía muy culpable por ello.
Sus abuelos lo habían dado todo por él. Hacía treinta y ocho años, Anna, su única hija, se quedó embarazada del dueño de un yate que estaba visitando la isla. Para proteger a su hija y a su nieto de la censura de la pequeña comunidad en la que vivían, se trasladaron a Atenas, donde nadie los conocía. Cuando Anna murió en el parto, ellos pasaron a ocuparse de Luke.
Éste no conoció a su padre biológico hasta que acabó sus estudios universitarios de ciencias empresariales. Se negó a suceder a su abuelo en el negocio de venta de pescado al por mayor que éste tenía y aceptó un trabajo en un crucero. En un ataque de ira, Theo lo había comparado con su padre, un francés que se hacía llamar por un título nobiliario y que se pasaba la vida de puerto en puerto seduciendo jovencitas.
Nick no tardó un segundo en ir en busca de su padre, a pesar de que nunca le habían molestado demasiado las circunstancias de su nacimiento, y lo encontró viviendo en una gran mansión en Francia, con su mujer y sus dos hijos, ambos mayores que él. Cuando Nick se identificó, él hizo un gesto de desprecio y se despidió de él diciéndole:
—He estado con decenas de mujeres e incluso si hubiera estado soltero cuando conocí a la pueblerina griega que era tu madre, nunca me habría casado con ella —y después, ayudado por sus igualmente despectivos hijos, echó a Nick de su casa.
Nick siguió con sus planes y se embarcó en el crucero, donde hizo amistad con un rico banquero neoyorquino que lo contrató como ayudante para realizar sus operaciones de Bolsa. Cuando el barco llegó a Nueva York, aquel hombre le ofreció un puesto a Nick en su empresa, puesto que éste había destacado especialmente en su trabajo, y cuatro años después, creó su propia empresa: Jonas Internacional.
Nick miró a su abuelo con una mezcla de frustración y cariño.
—Nada de lo que hagas o quieras me supondrá nunca un problema, Theo. Sólo tienes que decir lo que quieres y lo tendrás, ya deberías saberlo.
Theo estaba envejeciendo. A sus setenta y siete años tenía el rostro surcado por mil arrugas, pero sus ojos aún delataban la determinación que lo había empujado a establecer su negocio años atrás con su amigo Milo. Nick le debía la vida a aquel hombre que, en realidad, era su única familia.
—No intentes engatusarme, Lycurgus.
Nick se puso tenso. Sabía que el anciano estaba enfadado o tenía algo en mente, pues de otro modo no habría usado su nombre completo; su abuela había querido llamarlo al ver sus ojos grises, que le recordaron a un lobo, porque significaba cazador de este animal.
—Lo que quiero es verte casado y con niños; ver la continuación de la familia, pero dada tu aparente aversión al matrimonio y las mujeres que eliges, ya casi no me quedan esperanzas —le mostró una revista a Nick—. Échale un vistazo a tu última elección, probablemente la mujer con la que has pasado los últimos días —señaló las páginas centrales—. Camilla Belle no es precisamente el retrato de una madre y esposa.
Theo tenía razón; Nick había estado saliendo con Camilla las últimas semanas, pero no tenía ninguna intención de casarse con ella. ¿Por qué tendría que hacerlo? No le gustaba nada que Theo metiese las narices en su vida sexual... Y, en cuanto al matrimonio, Nick no confiaba en las mujeres a largo plazo. La experiencia le decía que las mujeres casadas estaban tan deseosas de meterse en su cama como las solteras, si no más, aunque él siempre había evitado involucrarse con casadas. La única excepción que había hecho a aquella norma aún lo atormentaba por las noches.
El abuelo de Nick seguía con su acalorado discurso en griego:
—Pensaba que tenías mejor gusto. ¿Es que no sabías que se operó la nariz a los diecinueve años? Eso puedo tolerarlo, y también el aumento de pecho, pero esto último... ¡un trasero falso! No había oído nada igual en la vida.
—¿Cómo? Déjame ver... —saltó Nick, tomando la revista de manos de su abuelo. Theo tenía razón. Una de las fotos la mostraba saliendo de un restaurante con él, y el artículo detallaba todas las operaciones estéticas a las que se había sometido y hablaba del nuevo hombre con el que se le había visto últimamente.
Nick no pudo reprimir un muy descriptivo apelativo en griego.
—No podría estar más de acuerdo —apuntó Theo, con una leve sonrisa
—No me di cuenta... —comento Nick en voz baja, lo cual fue casi una confesión para un hombre que se definía como un experto en mujeres. Se sentó en el sofá junto a Theo y sonrió—. Conocí a Camilla porque es decoradora y mi secretaria la contrató para redecorar mi apartamento de Nueva York —lo que no le contó era que mientras le enseñaba el apartamento se había dado cuenta de que hacía casi un año que no se acostaba con una mujer y pensó que ya era hora de hacer algo al respecto—. Si eso te tranquiliza, no tengo intención de casarme con ella.
En un par de semanas, cuando la decoración del apartamento estuviera acabada, también lo estaría su relación con Camilla. Además, a pesar de que ella era una mujer muy bella e inteligente, y una amante experimentada, por algún extraño motivo él se había quedado con una extraña sensación de insatisfacción.
—¡Me alegro! En ese caso, podrás hacerme un favor —dijo Theo—. Desde la muerte de tu abuela he estado investigando cómo recuperar la casa que teníamos en Zante. Cuando nos fuimos a Atenas se la vendí al carnicero del pueblo, pero esa casa había sido de mi familia durante generaciones; en esa playa fui concebido, al igual que tu madre, y allí cortejé a tu abuela. Quiero recuperarla —declaró—. Con los años, lo único que le quedan a uno son los recuerdos, y los más felices de mi vida ocurrieron allí —Theo suspiró—. El carnicero murió hace ocho años, pero antes de eso le vendió la casa a un empresario de Atenas. Las malas lenguas dicen que se la regaló a su amante, una botánica inglesa llamada Mary James. Yo la conocí hace años en Zante; era una mujer adorable y me habló de su trabajo y de la empresa de cosmética homeopática que había creado con su hermana. Su hermana acabó casándose con el contable de la empresa, David Sutherland, que promovió la expansión de la marca por toda Europa. Cuando le pedí que me vendiera la casa se negó en redondo. Más tardé me enteré de que su empresa había salido a Bolsa en el mercado alternativo de valores para reunir la financiación suficiente como para llevar la empresa a América, así que compré acciones con la esperanza de que eso me acercara a la señorita James y así poder convencerla de que me vendiera la casa.
Nick frunció el ceño. La mayoría de las empresas de ese mercado alternativo eran negocios arriesgados.
—Haz lo que te aconsejo: vende tus acciones cuanto antes. Y de la casa... olvídate. ¿Es que no estás a gusto en la casa que mandé construir? Nunca antes te habías quejado.
—No. Es una casa muy bonita, pero desde que tu abuela murió, me siento un poco solo. Tú nunca vienes.
—En eso tienes razón —admitió Nick, pero lo cierto era que le molestó el no haber sabido que Theo pretendía comprar la casa de Zante; eso revelaba la poca atención que le había dedicado a su abuelo en los últimos años—. Intentaré ir más a casa, Theo, pero te aseguro que Zante ya no es como cuando tú eras joven. Ahora está lleno de turistas —Nick lo sabía porque había ido allí con su yate el año anterior y, aunque el lugar era precioso, sólo había pasado una noche.
—Te equivocas —dijo el anciano con ojos chispeantes—. Por fin he encontrado un modo de recuperar la casa de mi familia. Cuando me enteré de que Mary James había muerto, compré más acciones —levantó una mano—. Antes de que protestes, te digo que las compré baratas.
Si la empresa se hundía esas acciones le saldrían caras, pensó Luke, pero no quiso seguir discutiendo.
—La semana pasada recibí una notificación de una junta de accionistas, pues soy uno de los mayores inversores —continuó Theo—. Estuve en la junta y después Sutherland me invitó a cenar a su casa esta noche y a la fiesta de cumpleaños de su hija el fin de semana.
—Muy interesante, pero eso no explica cómo te torciste el tobillo y que si Milo no me hubiera llamado a Nueva York, yo no me habría enterado de nada.
—Te iba a llamar en cuanto saliera del hospital, pero Milo se me adelantó. Me tropecé en el escalón del salón —dijo Theo, observando la decoración del apartamento de soltero de su nieto.
—Pues me alegro de que Milo estuviera contigo...
—Claro. Milo tiene tantas ganas como yo de que recupere la casa de mi familia. Nosotros nos conocimos en Zante y siempre se quedaba en casa con tu abuela y conmigo cuando su barco atracaba allí. Siempre pensé que tenía debilidad por tu madre, pero...
—Bueno, pero ¿cómo vas a recuperar la casa? —apremió Luke.
—No voy a hacerlo yo, sino tú —declaró Theo con una ancha sonrisa—. Conocí a la hija de Sutherland en la junta. Es una mujer encantadora que no sabe nada del negocio de la familia, pero tiene uno propio. Estuvimos charlando y me contó que había acudido a la junta porque era la heredera de su tía. Además, no sólo había heredado sus acciones, sino también la casita de Zante.
—Qué bien —Nick fue hacia el mueble bar y se sirvió un vaso de whisky con agua—. Entonces ella ha accedido a vender y quieres que yo pague la casa, ¿no?
—No, le pregunté que si me vendería la casa, pero me dijo que no creía que eso fuera posible. No necesito que me ayudes a pagar la casa, pero sí que vayas a la cena en mi lugar esta noche. Quiero que utilices todos tus encantos con esa mujer y que la ablandes. Después, cuando yo vaya a su fiesta de cumpleaños el sábado, le explicaré lo mucho que significa esa casa para mí y que quiero dejársela a mi nieto. Cuando le pida que me la venda, estará dispuesta a acceder a todo lo que le pida.
—¿Quieres que la seduzca? —dijo Nick, mirando a Theo con una ceja levantada—. Me sorprendes, teniendo en cuenta lo mucho que me criticas por mujeriego.
—No necesito que llegues tan lejos, aunque no creo que fuera un gran sacrificio para ti, porque es una chica encantadora —Theo esbozó una sonrisa picara—. Si tuviera cuarenta años menos, me ocuparía de esto en persona.
Nick echó a reír.
—Eres incorregible. Está bien, dile a Sutherland que yo iré a la cena en tu lugar y haré lo posible por encantar a esa mujer. ¿Cómo se llama?
Theo estaba ya marcando el número de Sutherland en el teléfono:
—Jem... algo así, o... Jan, creo.
Nick fue al baño para darse una ducha pensando en el lío en que se había metido y deseando por lo menos que la tal Jan fuera presentable.
Nick volvió después de medianoche, cansado, pero con una sonrisa de satisfacción en la cara.
—¿Qué ha pasado? ¿La viste? ¿Te gustó? ¿Le gustaste tú a ella? —preguntó Theo en cuanto él cruzó el umbral.
—Sí a todo —respondió Nick—, pero no me tenías que haber esperado despierto.
—Eso da igual. ¡Dime qué pasó!
Nick se dejó caer en el sofá y se aflojó la corbata.
—Sutherland me presentó a su hija Jan, y por una extraña coincidencia, ya la conocía.
—¿Que la conocías? ¿Estás seguro?
—Créeme, abuelo. La conocí en Nueva York hace años; ella era modelo y salimos unas cuantas veces. No tienes nada de qué preocuparte, el asunto está en el bote. Te lo prometo. Jan estaba encantada de verme y casi se abalanzó sobre mí cuando me vio. Mañana iré a cenar con ella y para el domingo la tendré comiendo de mi mano —se puso en pie y añadió—. Ahora, si no te importa, me voy a acostar. Y te sugiero que hagas lo mismo.
—____(tn), te llaman por teléfono —gritó Liz—. Es tu madrastra.
______(tn) se quitó los guantes y dejó la cesta que estaba rellenando con flores de verano para ir a responder al teléfono.
—Dime, Leanne.
_____(tn) escuchó las instrucciones de la mujer de su padre durante varios minutos sin decir nada. Su madre había muerto cuando ella sólo tenía doce años después de una larga enfermedad. Su padre se casó a los seis meses con su secretaria, madre soltera de una chica de dieciséis años, Janine, que había dejado los estudios para ser modelo.
Entonces _____(tn) estudiaba en un internado y, aunque su padre adoptó a Janine y le dio su apellido, ellas nunca se vieron como hermanas, sino como amigas lejanas.
—¿Tienes alguna duda, ____(tn)?
—No, todo está muy claro —respondió ella cuando por fin pudo decir algo—. Ya he pedido las flores que querías y estaré allí el sábado a primera hora para que la casa esté decorada para el cumpleaños de Jan —______(tn) colgó y le preguntó a Liz—. ¿Estás segura de que no quieres que cerremos la tienda el sábado por la tarde y te vienes conmigo?
—No, gracias —replicó Liz—. Ya sabes que sólo soporto a la bella Janine en pequeñas dosis. ¿Cuántos cumple? ¿Veintiocho por cuarto año consecutivo?
—¡No seas bruja! Aunque la verdad es que tienes toda la razón. Hey, al parecer Jan se encontró con un antiguo novio en la cena de ayer.
—¿La cena a la que no fuiste por un dolor de cabeza ficticio? —se burló Liz.
—Sí... al parecer él aún está soltero y es tremendamente rico. Jan quiere atraparlo, así que no se puede mencionar por ningún motivo su verdadera edad.
—No me sorprende en absoluto.
—¡Qué mala eres! —dijo _____(tn) sonriendo.
—Ojalá tú fueras un poco mala a veces —suspiró Liz—. Ya es hora de que salgas a divertirte un poco de nuevo.
—Bueno, voy a ir a la fiesta del sábado —dijo ella—. Ya es hora de que te vayas a comer. Patty llegará en cualquier momento, y Ray también —Patty era una aprendiz y Ray un empleado que, aunque florista titulado, pasaba la mayor parte del tiempo haciéndose cargo de los repartos.
—Me voy, pero, _____(tn), lo digo en serio. Alan murió hace dos años y, por mucho que lo quisieras, ya es hora de que vuelvas a salir con hombres, o al menos, que vayas planteándotelo en lugar de quedarte petrificada frente a cualquier chico guapo. Aparte de ser aburrido, el celibato no es bueno para la salud.
Para gran vergüenza de _____(tn), ella no había llevado a rajatabla ese celibato en los últimos dos años. Había cometido un error enorme que había jurado no repetir, pero no se atrevía a confesarlo ni a su mejor amiga.
Una vez que Liz se hubo marchado, ____(tn) se dijo a sí misma que ya había conocido a su alma gemela y que la había perdido. Todo empezó cuando la madre de ____(tn) murió y ella empezó a pasar más tiempo con su tía Mary. A ella le encantaba la jardinería, pero su padre vendió su casita en el campo con su impresionante jardín para comprarse un apartamento en la ciudad, al gusto de su buena mujer. Por suerte, la tía Mary le dio total libertad para practicar su afición en su jardín. Ella era profesora de botánica en el Imperial College de Londres, algo que siempre fascinó a _____(tn), pero el joven investigador que trabajaba con su tía, Alan Barnes, la fascinaba aún más. Se enamoró perdidamente de él y éste acabó convirtiéndose en su amigo y confidente.
Cuando acabó el instituto, a los dieciocho años, _____(tn) se dio cuenta de que no tenía un cerebro académico como para ir a la universidad, pero sí tenía cierto talento artístico. Por eso se matriculó en un curso de floristería de dos años. Allí fue donde conoció a Liz. Para entonces la relación con Alan se había convertido en un profundo amor, y fue él quien animó a las dos amigas a que abrieran su tienda. Su vida era maravillosa, y fue aún mejor cuando con veintidós años se casó con Alan en una boda de cuento de hadas.
Su felicidad fue breve, pues Alan murió cuatro años después en un accidente de aviación. A los dos les gustaba el vuelo sin motor, y _____(tn) siempre se sintió culpable por no haber estado con él ese día por haberse quedado terminando un trabajo.
Cada vez que pensaba en él, se le encogía el corazón de tristeza, pero gracias al apoyo de Liz los últimos dos años, había superado la etapa de las lágrimas y ya podía enfrentarse al mundo, por pocas ganas que tuviera de hacerlo.
—Feliz cumpleaños, Jan —saludó Nick nada más entrar en casa de los Sutherland, en Connaugh Square. Le había dado su regalo de cumpleaños el día anterior; un bolso de Prada, nada demasiado personal—. Creo que ya conoces a mi abuelo...
Ella no lo dejó acabar.
—Oh, claro que lo conozco —Jan le dedicó una sonrisa radiante—. Siento que se hiciera daño en el tobillo. Lo cierto es que no puedo negar que me encantó que Nick viniera a la cena en su lugar —miró a Nick—. El destino hizo que nos volviéramos a encontrar, ¿verdad, cariño? —e inclinó la cabeza para que él la besara.
Nick conocía a muchas mujeres como ella, sofisticada y consciente de sus encantos, y no le costó besarla levemente en los labios. Lo que le sorprendía era que Theo considerase atractiva a aquella modelo delgadísima de casi un metro ochenta de alto.
______(tn) bajó las escaleras observando complacida el centro de flores de la mesa. Desde la muerte de Alan había ido a muy pocas fiestas, pero no podía excusarse de asistir a aquélla. Echó los hombros hacia atrás, y miró a su alrededor hasta encontrarse con la chica del cumpleaños. Jan estaba inclinando la cabeza hacia atrás pidiendo un beso que no le fue denegado. Él medía casi dos metros, tenía la espalda ancha y el pelo negro, y era la pareja perfecta para la rubia Jan.
En ese momento, ____(tn) se fijó en el hombre mayor que estaba junto a ellos y se apoyaba en un bastón con puño de plata. Tenía una expresión de furia contenida y parecía sentirse tan fuera de lugar como _____(tn), pero ésta reconoció su rostro enseguida.
—Señor Jonas —dijo, acercándose a él—. Encantada de volver a verlo —y levantó la mano para estrechársela.
—El placer es mío —dijo él, tomándole la mano para besarle el dorso—. Por favor, llámame Theo.
—Claro, Theo —rió ella.
Nick sintió cómo Theo le tiraba de la chaqueta y en ese preciso instante reconoció aquella voz femenina. Se giró lentamente y la vio... todos y cada uno de los músculos de su cuerpo se tensaron al instante. Conocía a aquella mujer de la forma más íntima posible; ella había envenenado sus sueños durante todo el último año y, a pesar de que la despreciaba por su falta de moral, su cuerpo aún sufría de pasión por ella. Antes de pronunciar un saludo apropiado, Jan lo agarró por el brazo y le habló a la mujer:
—____(tn), cariño, te presento a Nick, el hombre tan maravilloso del que te había hablado.
Nick oyó la voz de Jan, pero sólo se quedó con el nombre: ¿_____(tn)? ¿Qué había pasado con ____(tuap)? Seguro que era el pseudónimo que usaba cuando engañaba a su marido. Pero, a pesar de ser una mujer infiel, tenía un aspecto aún más fantástico de lo que recordaba.
La primera y única vez que la había visto hasta entonces había sido cuando hizo un crucero en su yate con varios amigos por algunas islas griegas, como hacía todos los veranos. Era el cumpleaños de una de sus acompañantes y habían bajado a comer a la isla de Zante.
Cuando él había salido del restaurante para tomar un poco de aire fresco, la vio. Ella estaba sola, sentada en la terraza de un bar del puerto, bebiendo a sorbitos una copa de vino. No estaba maquillada, pero estaba preciosa, como recién salida de un cuadro de Rossetti. Tenía un rostro fino y bien dibujado, unos labios jugosos y rosados y el pelo castaño le caía en cascada sobre la espalda.
Mientras la miraba, una pareja que salía del bar chocó con su mesa y la jarra y su copa de vino cayeron sobre ella. Ella se levantó de un salto y Luke corrió en su auxilio.
Ella había aceptado sin dudarlo su ofrecimiento de ir al yate para limpiarse las manchas del minúsculo top y shorts blancos que llevaba. El encuentro sexual que tuvieron después de eso fue el mejor de su vida, y cierta parte de su anatomía despertó al recordarlo, pero enseguida recordó con rabia lo que había pasado después. Sin mirarlo a los ojos, ella se levantó de la cama, recogió su ropa y su bolso, y se metió en el baño.
Cuando había regresado, completamente vestida, se estaba colocando una alianza en el dedo. Nick se levantó de la cama, sin querer comprender lo evidente.
—Estás prometida —dijo.
—No... casada —respondió ella—. Y esto ha sido un gran error.
Nick había salido con montones de mujeres, y se había acostado con buen número de ellas, pero nunca con una casada. Tan furioso consigo mismo como con ella, le dijo:
—Para mí no, cariño. Ha estado bien, pero será mejor que te vayas. Mis invitados volverán en cualquier momento y preferiría que no te vieran, especialmente una invitada en particular.
Ella lo miró horrorizada, dándose cuenta de lo que quería decir. Después se dio la vuelta y se marchó sin decir más, dejándolo allí desnudo, furioso y asqueado con los dos. No había tenido una aventura de una sola noche desde que era adolescente y su norma era salir al menos tres veces con una mujer antes de acostarse con ella, pero aquella vez había roto todas sus reglas... y con una mujer casada.
Al mirarla en aquel momento la vio tan serena, tan elegante, que le costó recordar a la apasionada mujer que había compartido su cama. Tenía el pelo recogido en un intrincado moño, revelando la perfección de su cuello. Llevaba un sencillo pero fantástico vestido negro y un escote cuadrado bajo el cual se adivinaban sus bellos pechos. La fina tela se ajustaba perfectamente a las curvas de su cuerpo y llegaba hasta un par de centímetros por encima de sus rodillas. Tenía unas piernas fabulosas acentuadas por los altos tacones de las sandalias, y las uñas de los pies pintadas de rosa. Era la perfección absoluta de pies a cabeza, y no podía olvidar la imagen de su cuerpo desnudo bajo aquel vestido. Nick contuvo el aliento. Por primera vez tenía celos de su abuelo por tener toda la atención de aquella mujer, su bella sonrisa...
¡No! ¡Estaba casada!
_____(tn) oyó el nombre de Nick, pero no le dijo nada. Le sonrió a Jan y, cuando miró educadamente al hombre que estaba a su lado, sus ojos se abrieron como platos. Se quedó pálida y bajó lentamente la mirada mientras el corazón le latía como si le quisiera salir del pecho. Nick destacaba por encima de la multitud, con su esmoquin negro, su piel morena y esa aura de arrogancia y virilidad que era imposible de ignorar. Pero eso fue lo que ella hizo.
____(tn) no podía creerlo, un error en su vida, y se presentaba delante de ella. Se había acostado con él sin saber cómo se llamaba. Acostarse... no, tenía que llamar las cosas por su nombre: sexo, habían tenido sexo ilícito y nada más que eso. Ella se odiaba a sí misma y a él por haber sido infiel a su novia, que no debía estar muy lejos.
Con el estómago encogido y un terrible esfuerzo, murmuró ______(tn).
—Encantada de conocerte —sin casi mirarlo, volvió su atención a Theo.
espero q les guste el primer cap
BIENVENIDAS Jane y chiikajonas
mañana la sigo
COMENTEN!!
byebye :D
EMMA BARNES, hacía dibujitos sobre una libreta de notas sin prestar atención a la conversación que se mantenía a su alrededor. Su padre, gerente de la compañía Vanity Flair, había insistido en que asistiese a aquella reunión puesto que había heredado la participación que su tía Mary tenía en ésta y había pasado a convertirse en uno de los principales socios accionistas. Lo cierto era que ella no entendía para nada de fluctuaciones del mercado ni de Bolsa, y que ya le costaba bastante ocuparse de la parte financiera de su floristería de Chelsea, como Liz, su mejor amiga y socia, podría confirmar.
—_____(tn) —oyó decir a su padre, interrumpiendo su ensoñación—. ¿Estás de acuerdo?
Al levantar la cabeza, se dio cuenta de que una docena de personas la miraba fijamente. Sus ojos ambarinos se encontraron con los marrones del hombre que se sentaba frente a ella, el señor Jonas, griego, que su padre le había presentado poco antes. Al parecer aquel hombre mayor había conocido a su tía Mary en la isla de Zante, donde ella tenía una casita. Jemma había pasado allí el verano anterior, pero no tenía un recuerdo grato de aquellas vacaciones, entre otras cosas, porque su tía había muerto poco después.
El hombre le sonrió y ella dedujo que su expresión aterrada le había indicado que no tenía ni idea de qué responder a la pregunta. Con una leve inclinación de cabeza y un guiño, le dio la respuesta.
—Sí, por supuesto —aceptó _____(tn), y así terminó la reunión.
—¿Por qué no me llamaste? —preguntó Nick Jonas en griego a su abuelo, que estaba sentado en un sillón con un tobillo vendado y apoyado en un escabel—. Sabes que hubiera venido enseguida. Además, ¿qué has venido a hacer a Londres? Después del último susto que nos dio tu corazón, creía que el médico te había recomendado no volar.
—He venido por negocios —declaró Theo Jonas escuetamente.
—Pero hace años que dejaste de ser mayorista de pescado —le recordó Nick.
—No me refiero a ese negocio. Lo cierto es que te llamé hace seis días, y una mujer de tu oficina en Nueva York me dijo que te habías ido unos días fuera y que no se te podía molestar a no ser que se tratara de una emergencia —el anciano levantó una ceja—. Como sólo te llamaba para decirte que iba a quedarme en tu piso de Londres unos días, no vi razón para molestarte.
Nick hizo una mueca. No podía decir nada; era cierto que había dejado aquellas instrucciones a su secretaria, y se sentía muy culpable por ello.
Sus abuelos lo habían dado todo por él. Hacía treinta y ocho años, Anna, su única hija, se quedó embarazada del dueño de un yate que estaba visitando la isla. Para proteger a su hija y a su nieto de la censura de la pequeña comunidad en la que vivían, se trasladaron a Atenas, donde nadie los conocía. Cuando Anna murió en el parto, ellos pasaron a ocuparse de Luke.
Éste no conoció a su padre biológico hasta que acabó sus estudios universitarios de ciencias empresariales. Se negó a suceder a su abuelo en el negocio de venta de pescado al por mayor que éste tenía y aceptó un trabajo en un crucero. En un ataque de ira, Theo lo había comparado con su padre, un francés que se hacía llamar por un título nobiliario y que se pasaba la vida de puerto en puerto seduciendo jovencitas.
Nick no tardó un segundo en ir en busca de su padre, a pesar de que nunca le habían molestado demasiado las circunstancias de su nacimiento, y lo encontró viviendo en una gran mansión en Francia, con su mujer y sus dos hijos, ambos mayores que él. Cuando Nick se identificó, él hizo un gesto de desprecio y se despidió de él diciéndole:
—He estado con decenas de mujeres e incluso si hubiera estado soltero cuando conocí a la pueblerina griega que era tu madre, nunca me habría casado con ella —y después, ayudado por sus igualmente despectivos hijos, echó a Nick de su casa.
Nick siguió con sus planes y se embarcó en el crucero, donde hizo amistad con un rico banquero neoyorquino que lo contrató como ayudante para realizar sus operaciones de Bolsa. Cuando el barco llegó a Nueva York, aquel hombre le ofreció un puesto a Nick en su empresa, puesto que éste había destacado especialmente en su trabajo, y cuatro años después, creó su propia empresa: Jonas Internacional.
Nick miró a su abuelo con una mezcla de frustración y cariño.
—Nada de lo que hagas o quieras me supondrá nunca un problema, Theo. Sólo tienes que decir lo que quieres y lo tendrás, ya deberías saberlo.
Theo estaba envejeciendo. A sus setenta y siete años tenía el rostro surcado por mil arrugas, pero sus ojos aún delataban la determinación que lo había empujado a establecer su negocio años atrás con su amigo Milo. Nick le debía la vida a aquel hombre que, en realidad, era su única familia.
—No intentes engatusarme, Lycurgus.
Nick se puso tenso. Sabía que el anciano estaba enfadado o tenía algo en mente, pues de otro modo no habría usado su nombre completo; su abuela había querido llamarlo al ver sus ojos grises, que le recordaron a un lobo, porque significaba cazador de este animal.
—Lo que quiero es verte casado y con niños; ver la continuación de la familia, pero dada tu aparente aversión al matrimonio y las mujeres que eliges, ya casi no me quedan esperanzas —le mostró una revista a Nick—. Échale un vistazo a tu última elección, probablemente la mujer con la que has pasado los últimos días —señaló las páginas centrales—. Camilla Belle no es precisamente el retrato de una madre y esposa.
Theo tenía razón; Nick había estado saliendo con Camilla las últimas semanas, pero no tenía ninguna intención de casarse con ella. ¿Por qué tendría que hacerlo? No le gustaba nada que Theo metiese las narices en su vida sexual... Y, en cuanto al matrimonio, Nick no confiaba en las mujeres a largo plazo. La experiencia le decía que las mujeres casadas estaban tan deseosas de meterse en su cama como las solteras, si no más, aunque él siempre había evitado involucrarse con casadas. La única excepción que había hecho a aquella norma aún lo atormentaba por las noches.
El abuelo de Nick seguía con su acalorado discurso en griego:
—Pensaba que tenías mejor gusto. ¿Es que no sabías que se operó la nariz a los diecinueve años? Eso puedo tolerarlo, y también el aumento de pecho, pero esto último... ¡un trasero falso! No había oído nada igual en la vida.
—¿Cómo? Déjame ver... —saltó Nick, tomando la revista de manos de su abuelo. Theo tenía razón. Una de las fotos la mostraba saliendo de un restaurante con él, y el artículo detallaba todas las operaciones estéticas a las que se había sometido y hablaba del nuevo hombre con el que se le había visto últimamente.
Nick no pudo reprimir un muy descriptivo apelativo en griego.
—No podría estar más de acuerdo —apuntó Theo, con una leve sonrisa
—No me di cuenta... —comento Nick en voz baja, lo cual fue casi una confesión para un hombre que se definía como un experto en mujeres. Se sentó en el sofá junto a Theo y sonrió—. Conocí a Camilla porque es decoradora y mi secretaria la contrató para redecorar mi apartamento de Nueva York —lo que no le contó era que mientras le enseñaba el apartamento se había dado cuenta de que hacía casi un año que no se acostaba con una mujer y pensó que ya era hora de hacer algo al respecto—. Si eso te tranquiliza, no tengo intención de casarme con ella.
En un par de semanas, cuando la decoración del apartamento estuviera acabada, también lo estaría su relación con Camilla. Además, a pesar de que ella era una mujer muy bella e inteligente, y una amante experimentada, por algún extraño motivo él se había quedado con una extraña sensación de insatisfacción.
—¡Me alegro! En ese caso, podrás hacerme un favor —dijo Theo—. Desde la muerte de tu abuela he estado investigando cómo recuperar la casa que teníamos en Zante. Cuando nos fuimos a Atenas se la vendí al carnicero del pueblo, pero esa casa había sido de mi familia durante generaciones; en esa playa fui concebido, al igual que tu madre, y allí cortejé a tu abuela. Quiero recuperarla —declaró—. Con los años, lo único que le quedan a uno son los recuerdos, y los más felices de mi vida ocurrieron allí —Theo suspiró—. El carnicero murió hace ocho años, pero antes de eso le vendió la casa a un empresario de Atenas. Las malas lenguas dicen que se la regaló a su amante, una botánica inglesa llamada Mary James. Yo la conocí hace años en Zante; era una mujer adorable y me habló de su trabajo y de la empresa de cosmética homeopática que había creado con su hermana. Su hermana acabó casándose con el contable de la empresa, David Sutherland, que promovió la expansión de la marca por toda Europa. Cuando le pedí que me vendiera la casa se negó en redondo. Más tardé me enteré de que su empresa había salido a Bolsa en el mercado alternativo de valores para reunir la financiación suficiente como para llevar la empresa a América, así que compré acciones con la esperanza de que eso me acercara a la señorita James y así poder convencerla de que me vendiera la casa.
Nick frunció el ceño. La mayoría de las empresas de ese mercado alternativo eran negocios arriesgados.
—Haz lo que te aconsejo: vende tus acciones cuanto antes. Y de la casa... olvídate. ¿Es que no estás a gusto en la casa que mandé construir? Nunca antes te habías quejado.
—No. Es una casa muy bonita, pero desde que tu abuela murió, me siento un poco solo. Tú nunca vienes.
—En eso tienes razón —admitió Nick, pero lo cierto era que le molestó el no haber sabido que Theo pretendía comprar la casa de Zante; eso revelaba la poca atención que le había dedicado a su abuelo en los últimos años—. Intentaré ir más a casa, Theo, pero te aseguro que Zante ya no es como cuando tú eras joven. Ahora está lleno de turistas —Nick lo sabía porque había ido allí con su yate el año anterior y, aunque el lugar era precioso, sólo había pasado una noche.
—Te equivocas —dijo el anciano con ojos chispeantes—. Por fin he encontrado un modo de recuperar la casa de mi familia. Cuando me enteré de que Mary James había muerto, compré más acciones —levantó una mano—. Antes de que protestes, te digo que las compré baratas.
Si la empresa se hundía esas acciones le saldrían caras, pensó Luke, pero no quiso seguir discutiendo.
—La semana pasada recibí una notificación de una junta de accionistas, pues soy uno de los mayores inversores —continuó Theo—. Estuve en la junta y después Sutherland me invitó a cenar a su casa esta noche y a la fiesta de cumpleaños de su hija el fin de semana.
—Muy interesante, pero eso no explica cómo te torciste el tobillo y que si Milo no me hubiera llamado a Nueva York, yo no me habría enterado de nada.
—Te iba a llamar en cuanto saliera del hospital, pero Milo se me adelantó. Me tropecé en el escalón del salón —dijo Theo, observando la decoración del apartamento de soltero de su nieto.
—Pues me alegro de que Milo estuviera contigo...
—Claro. Milo tiene tantas ganas como yo de que recupere la casa de mi familia. Nosotros nos conocimos en Zante y siempre se quedaba en casa con tu abuela y conmigo cuando su barco atracaba allí. Siempre pensé que tenía debilidad por tu madre, pero...
—Bueno, pero ¿cómo vas a recuperar la casa? —apremió Luke.
—No voy a hacerlo yo, sino tú —declaró Theo con una ancha sonrisa—. Conocí a la hija de Sutherland en la junta. Es una mujer encantadora que no sabe nada del negocio de la familia, pero tiene uno propio. Estuvimos charlando y me contó que había acudido a la junta porque era la heredera de su tía. Además, no sólo había heredado sus acciones, sino también la casita de Zante.
—Qué bien —Nick fue hacia el mueble bar y se sirvió un vaso de whisky con agua—. Entonces ella ha accedido a vender y quieres que yo pague la casa, ¿no?
—No, le pregunté que si me vendería la casa, pero me dijo que no creía que eso fuera posible. No necesito que me ayudes a pagar la casa, pero sí que vayas a la cena en mi lugar esta noche. Quiero que utilices todos tus encantos con esa mujer y que la ablandes. Después, cuando yo vaya a su fiesta de cumpleaños el sábado, le explicaré lo mucho que significa esa casa para mí y que quiero dejársela a mi nieto. Cuando le pida que me la venda, estará dispuesta a acceder a todo lo que le pida.
—¿Quieres que la seduzca? —dijo Nick, mirando a Theo con una ceja levantada—. Me sorprendes, teniendo en cuenta lo mucho que me criticas por mujeriego.
—No necesito que llegues tan lejos, aunque no creo que fuera un gran sacrificio para ti, porque es una chica encantadora —Theo esbozó una sonrisa picara—. Si tuviera cuarenta años menos, me ocuparía de esto en persona.
Nick echó a reír.
—Eres incorregible. Está bien, dile a Sutherland que yo iré a la cena en tu lugar y haré lo posible por encantar a esa mujer. ¿Cómo se llama?
Theo estaba ya marcando el número de Sutherland en el teléfono:
—Jem... algo así, o... Jan, creo.
Nick fue al baño para darse una ducha pensando en el lío en que se había metido y deseando por lo menos que la tal Jan fuera presentable.
Nick volvió después de medianoche, cansado, pero con una sonrisa de satisfacción en la cara.
—¿Qué ha pasado? ¿La viste? ¿Te gustó? ¿Le gustaste tú a ella? —preguntó Theo en cuanto él cruzó el umbral.
—Sí a todo —respondió Nick—, pero no me tenías que haber esperado despierto.
—Eso da igual. ¡Dime qué pasó!
Nick se dejó caer en el sofá y se aflojó la corbata.
—Sutherland me presentó a su hija Jan, y por una extraña coincidencia, ya la conocía.
—¿Que la conocías? ¿Estás seguro?
—Créeme, abuelo. La conocí en Nueva York hace años; ella era modelo y salimos unas cuantas veces. No tienes nada de qué preocuparte, el asunto está en el bote. Te lo prometo. Jan estaba encantada de verme y casi se abalanzó sobre mí cuando me vio. Mañana iré a cenar con ella y para el domingo la tendré comiendo de mi mano —se puso en pie y añadió—. Ahora, si no te importa, me voy a acostar. Y te sugiero que hagas lo mismo.
—____(tn), te llaman por teléfono —gritó Liz—. Es tu madrastra.
______(tn) se quitó los guantes y dejó la cesta que estaba rellenando con flores de verano para ir a responder al teléfono.
—Dime, Leanne.
_____(tn) escuchó las instrucciones de la mujer de su padre durante varios minutos sin decir nada. Su madre había muerto cuando ella sólo tenía doce años después de una larga enfermedad. Su padre se casó a los seis meses con su secretaria, madre soltera de una chica de dieciséis años, Janine, que había dejado los estudios para ser modelo.
Entonces _____(tn) estudiaba en un internado y, aunque su padre adoptó a Janine y le dio su apellido, ellas nunca se vieron como hermanas, sino como amigas lejanas.
—¿Tienes alguna duda, ____(tn)?
—No, todo está muy claro —respondió ella cuando por fin pudo decir algo—. Ya he pedido las flores que querías y estaré allí el sábado a primera hora para que la casa esté decorada para el cumpleaños de Jan —______(tn) colgó y le preguntó a Liz—. ¿Estás segura de que no quieres que cerremos la tienda el sábado por la tarde y te vienes conmigo?
—No, gracias —replicó Liz—. Ya sabes que sólo soporto a la bella Janine en pequeñas dosis. ¿Cuántos cumple? ¿Veintiocho por cuarto año consecutivo?
—¡No seas bruja! Aunque la verdad es que tienes toda la razón. Hey, al parecer Jan se encontró con un antiguo novio en la cena de ayer.
—¿La cena a la que no fuiste por un dolor de cabeza ficticio? —se burló Liz.
—Sí... al parecer él aún está soltero y es tremendamente rico. Jan quiere atraparlo, así que no se puede mencionar por ningún motivo su verdadera edad.
—No me sorprende en absoluto.
—¡Qué mala eres! —dijo _____(tn) sonriendo.
—Ojalá tú fueras un poco mala a veces —suspiró Liz—. Ya es hora de que salgas a divertirte un poco de nuevo.
—Bueno, voy a ir a la fiesta del sábado —dijo ella—. Ya es hora de que te vayas a comer. Patty llegará en cualquier momento, y Ray también —Patty era una aprendiz y Ray un empleado que, aunque florista titulado, pasaba la mayor parte del tiempo haciéndose cargo de los repartos.
—Me voy, pero, _____(tn), lo digo en serio. Alan murió hace dos años y, por mucho que lo quisieras, ya es hora de que vuelvas a salir con hombres, o al menos, que vayas planteándotelo en lugar de quedarte petrificada frente a cualquier chico guapo. Aparte de ser aburrido, el celibato no es bueno para la salud.
Para gran vergüenza de _____(tn), ella no había llevado a rajatabla ese celibato en los últimos dos años. Había cometido un error enorme que había jurado no repetir, pero no se atrevía a confesarlo ni a su mejor amiga.
Una vez que Liz se hubo marchado, ____(tn) se dijo a sí misma que ya había conocido a su alma gemela y que la había perdido. Todo empezó cuando la madre de ____(tn) murió y ella empezó a pasar más tiempo con su tía Mary. A ella le encantaba la jardinería, pero su padre vendió su casita en el campo con su impresionante jardín para comprarse un apartamento en la ciudad, al gusto de su buena mujer. Por suerte, la tía Mary le dio total libertad para practicar su afición en su jardín. Ella era profesora de botánica en el Imperial College de Londres, algo que siempre fascinó a _____(tn), pero el joven investigador que trabajaba con su tía, Alan Barnes, la fascinaba aún más. Se enamoró perdidamente de él y éste acabó convirtiéndose en su amigo y confidente.
Cuando acabó el instituto, a los dieciocho años, _____(tn) se dio cuenta de que no tenía un cerebro académico como para ir a la universidad, pero sí tenía cierto talento artístico. Por eso se matriculó en un curso de floristería de dos años. Allí fue donde conoció a Liz. Para entonces la relación con Alan se había convertido en un profundo amor, y fue él quien animó a las dos amigas a que abrieran su tienda. Su vida era maravillosa, y fue aún mejor cuando con veintidós años se casó con Alan en una boda de cuento de hadas.
Su felicidad fue breve, pues Alan murió cuatro años después en un accidente de aviación. A los dos les gustaba el vuelo sin motor, y _____(tn) siempre se sintió culpable por no haber estado con él ese día por haberse quedado terminando un trabajo.
Cada vez que pensaba en él, se le encogía el corazón de tristeza, pero gracias al apoyo de Liz los últimos dos años, había superado la etapa de las lágrimas y ya podía enfrentarse al mundo, por pocas ganas que tuviera de hacerlo.
—Feliz cumpleaños, Jan —saludó Nick nada más entrar en casa de los Sutherland, en Connaugh Square. Le había dado su regalo de cumpleaños el día anterior; un bolso de Prada, nada demasiado personal—. Creo que ya conoces a mi abuelo...
Ella no lo dejó acabar.
—Oh, claro que lo conozco —Jan le dedicó una sonrisa radiante—. Siento que se hiciera daño en el tobillo. Lo cierto es que no puedo negar que me encantó que Nick viniera a la cena en su lugar —miró a Nick—. El destino hizo que nos volviéramos a encontrar, ¿verdad, cariño? —e inclinó la cabeza para que él la besara.
Nick conocía a muchas mujeres como ella, sofisticada y consciente de sus encantos, y no le costó besarla levemente en los labios. Lo que le sorprendía era que Theo considerase atractiva a aquella modelo delgadísima de casi un metro ochenta de alto.
______(tn) bajó las escaleras observando complacida el centro de flores de la mesa. Desde la muerte de Alan había ido a muy pocas fiestas, pero no podía excusarse de asistir a aquélla. Echó los hombros hacia atrás, y miró a su alrededor hasta encontrarse con la chica del cumpleaños. Jan estaba inclinando la cabeza hacia atrás pidiendo un beso que no le fue denegado. Él medía casi dos metros, tenía la espalda ancha y el pelo negro, y era la pareja perfecta para la rubia Jan.
En ese momento, ____(tn) se fijó en el hombre mayor que estaba junto a ellos y se apoyaba en un bastón con puño de plata. Tenía una expresión de furia contenida y parecía sentirse tan fuera de lugar como _____(tn), pero ésta reconoció su rostro enseguida.
—Señor Jonas —dijo, acercándose a él—. Encantada de volver a verlo —y levantó la mano para estrechársela.
—El placer es mío —dijo él, tomándole la mano para besarle el dorso—. Por favor, llámame Theo.
—Claro, Theo —rió ella.
Nick sintió cómo Theo le tiraba de la chaqueta y en ese preciso instante reconoció aquella voz femenina. Se giró lentamente y la vio... todos y cada uno de los músculos de su cuerpo se tensaron al instante. Conocía a aquella mujer de la forma más íntima posible; ella había envenenado sus sueños durante todo el último año y, a pesar de que la despreciaba por su falta de moral, su cuerpo aún sufría de pasión por ella. Antes de pronunciar un saludo apropiado, Jan lo agarró por el brazo y le habló a la mujer:
—____(tn), cariño, te presento a Nick, el hombre tan maravilloso del que te había hablado.
Nick oyó la voz de Jan, pero sólo se quedó con el nombre: ¿_____(tn)? ¿Qué había pasado con ____(tuap)? Seguro que era el pseudónimo que usaba cuando engañaba a su marido. Pero, a pesar de ser una mujer infiel, tenía un aspecto aún más fantástico de lo que recordaba.
La primera y única vez que la había visto hasta entonces había sido cuando hizo un crucero en su yate con varios amigos por algunas islas griegas, como hacía todos los veranos. Era el cumpleaños de una de sus acompañantes y habían bajado a comer a la isla de Zante.
Cuando él había salido del restaurante para tomar un poco de aire fresco, la vio. Ella estaba sola, sentada en la terraza de un bar del puerto, bebiendo a sorbitos una copa de vino. No estaba maquillada, pero estaba preciosa, como recién salida de un cuadro de Rossetti. Tenía un rostro fino y bien dibujado, unos labios jugosos y rosados y el pelo castaño le caía en cascada sobre la espalda.
Mientras la miraba, una pareja que salía del bar chocó con su mesa y la jarra y su copa de vino cayeron sobre ella. Ella se levantó de un salto y Luke corrió en su auxilio.
Ella había aceptado sin dudarlo su ofrecimiento de ir al yate para limpiarse las manchas del minúsculo top y shorts blancos que llevaba. El encuentro sexual que tuvieron después de eso fue el mejor de su vida, y cierta parte de su anatomía despertó al recordarlo, pero enseguida recordó con rabia lo que había pasado después. Sin mirarlo a los ojos, ella se levantó de la cama, recogió su ropa y su bolso, y se metió en el baño.
Cuando había regresado, completamente vestida, se estaba colocando una alianza en el dedo. Nick se levantó de la cama, sin querer comprender lo evidente.
—Estás prometida —dijo.
—No... casada —respondió ella—. Y esto ha sido un gran error.
Nick había salido con montones de mujeres, y se había acostado con buen número de ellas, pero nunca con una casada. Tan furioso consigo mismo como con ella, le dijo:
—Para mí no, cariño. Ha estado bien, pero será mejor que te vayas. Mis invitados volverán en cualquier momento y preferiría que no te vieran, especialmente una invitada en particular.
Ella lo miró horrorizada, dándose cuenta de lo que quería decir. Después se dio la vuelta y se marchó sin decir más, dejándolo allí desnudo, furioso y asqueado con los dos. No había tenido una aventura de una sola noche desde que era adolescente y su norma era salir al menos tres veces con una mujer antes de acostarse con ella, pero aquella vez había roto todas sus reglas... y con una mujer casada.
Al mirarla en aquel momento la vio tan serena, tan elegante, que le costó recordar a la apasionada mujer que había compartido su cama. Tenía el pelo recogido en un intrincado moño, revelando la perfección de su cuello. Llevaba un sencillo pero fantástico vestido negro y un escote cuadrado bajo el cual se adivinaban sus bellos pechos. La fina tela se ajustaba perfectamente a las curvas de su cuerpo y llegaba hasta un par de centímetros por encima de sus rodillas. Tenía unas piernas fabulosas acentuadas por los altos tacones de las sandalias, y las uñas de los pies pintadas de rosa. Era la perfección absoluta de pies a cabeza, y no podía olvidar la imagen de su cuerpo desnudo bajo aquel vestido. Nick contuvo el aliento. Por primera vez tenía celos de su abuelo por tener toda la atención de aquella mujer, su bella sonrisa...
¡No! ¡Estaba casada!
_____(tn) oyó el nombre de Nick, pero no le dijo nada. Le sonrió a Jan y, cuando miró educadamente al hombre que estaba a su lado, sus ojos se abrieron como platos. Se quedó pálida y bajó lentamente la mirada mientras el corazón le latía como si le quisiera salir del pecho. Nick destacaba por encima de la multitud, con su esmoquin negro, su piel morena y esa aura de arrogancia y virilidad que era imposible de ignorar. Pero eso fue lo que ella hizo.
____(tn) no podía creerlo, un error en su vida, y se presentaba delante de ella. Se había acostado con él sin saber cómo se llamaba. Acostarse... no, tenía que llamar las cosas por su nombre: sexo, habían tenido sexo ilícito y nada más que eso. Ella se odiaba a sí misma y a él por haber sido infiel a su novia, que no debía estar muy lejos.
Con el estómago encogido y un terrible esfuerzo, murmuró ______(tn).
—Encantada de conocerte —sin casi mirarlo, volvió su atención a Theo.
espero q les guste el primer cap
BIENVENIDAS Jane y chiikajonas
mañana la sigo
COMENTEN!!
byebye :D
maru!!
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Siguela me encanto el capi.
Ohh lo de casada qe cometio Nick
fue conmigo jaja qe bien.
Siguelaaa
Ohh lo de casada qe cometio Nick
fue conmigo jaja qe bien.
Siguelaaa
Jane JB ILU Joe
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
chiikajonas93 escribió:Jane JB ILU Joe escribió:Siguela
Nueva lectora
Llamame Jane
haha Oiie toqaiia Jane qReeO qee qOmo qee anDamOs pOr Las miismaS nOves haha Ok nOt
XD
Jajaja seehh tocalla. Nos encontraremos mucho.
Ya qe yo no dejo de leer ninguna jaja
Jane JB ILU Joe
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Capítulo 2
PARA Nick Jonas era una experiencia completamente nueva, y no del todo agradable que lo ignoraran de ese modo, pero no iba a dejar que aquella gata promiscua se saliera con la suya, a pesar de seguir con Jan colgada de su brazo.
—Hola... _____(tn), ¿verdad? —murmuró con voz provocativa.
Ella volvió a mirarlo con ojos fríos.
—Sí. Hola —y apartó la mirada de nuevo.
—Como no hemos sido formalmente presentados, permíteme... Me llamo Nick Jonas.
Estaba decidido a hacer que le prestara atención, y le ofreció la mano. Ella le correspondió sin ganas, pero cuando él sintió la suavidad de su piel, no pudo evitar una oleada de excitación sexual que no había sentido desde su encuentro con ____(tn), o ____(tuap), por primera vez en el yate. Bajó la mirada algo aturdido, y vio el anillo de casada en su mano. Eso le hizo recordar su norma: no involucrarse con mujeres casadas. Pero aquella sirena no le había dicho que lo estaba hasta después de haberla llevado a la cama.
_____(tn) notó el tono seductor de su voz y se quedó helada. La miraba como retándola, pero sus ojos grises despedían un brillo seductor y ella apartó rápidamente la mano.
—_____(tn) Barnes —murmuró ella. Jan interrumpió la escena.
—¿Puedes hacerme un favor, ____(tn), y cuidar del abuelo de Nick? Tuvo un accidente hace un par de días y no puede caminar muy bien —dijo, con su poco tacto habitual—. Tenemos que saludar a mucha gente, y David quiere hablar de negocios con Nick.
A pesar de todo, ____(tn) agradeció la interrupción de Jan:
—No hay problema. Estaré encantada.
Cuando se alejaron entre la multitud, ______(tn) respiró aliviada, pero aún estaba temblorosa. Su peor pesadilla se había hecho realidad.
Nick y Theo no se parecían; el abuelo era bajito, corpulento y de ojos negros, mientras que Nick era alto y espigado, con los ojos grises que contrastaban vivamente con su piel olivácea. Sus ojos fueron lo primero en que se fijó de él hacía un año, cuando se conocieron, y uno de los motivos por el que actuó de un modo tan extraño teniendo en cuenta su carácter.
La desagradable coincidencia de encontrárselo allí en aquel momento le revolvió el estómago y deseó marcharse. Se volvió hacia Theo para excusarse y lo vio mirando a Jan con expresión asombrada, cosa que no le extrañó.
—Jan es muy bella y tiene un efecto sorprendente sobre los hombres —dijo, tranquilizadora—, pero creo que su nieto puede manejarla. Y además, hacen una bonita pareja.
Él hizo un sonido indescifrable y empezó a toser violentamente. No podía marcharse, estaba claro que el hombre no estaba muy bien.
—No está bien, Theo. Siéntese un momento y deje que vaya por una copa de champán —sugirió ella tomándolo del brazo—. Así podrá contarme lo de su accidente y con qué estuve de acuerdo en la reunión del viernes —bromeó.
—Desde luego —repuso él, sonriendo—. Pero, ¿puedes decirme quién es la mujer con la que está mi nieto? —dijo, señalando a la pareja con la empuñadura de su bastón.
—Es mi hermanastra, Jan —respondió ella mientras conducía al hombre hacia una esquina del elegante salón—. ¿Está bien? —preguntó preocupada al notar que tropezaba.
—¿Tu hermanastra? No sabía que tenías una hermana.
—Claro, apenas me conoce —rió ella.
—Creo que necesito esa copa —dijo Theo, sentándose en un sillón a la vez que murmuraba algo en griego que sonaba a juramento.
—Espere y le traeré un brandy, que creo que le irá mejor que el champán —____(tn) empezaba a preocuparse por el hombre.
Mientras, Nick le había puesto una mano a Jan en la espalda y caminaban juntos entre la multitud. El sonreía cuando Jan agradecía las felicitaciones de cumpleaños de sus amigos mientras se dirigían hacia sus padres en el otro extremo de la sala. Nick podía actuar como la pareja perfecta aunque sus pensamientos seguían centrados en la preciosa _____(tn).
Miró a su alrededor intentando descubrir a su marido entre todos esos hombres. Era un hombre con suerte, o bueno, no tanta, se dijo Nick. La química sexual, la pasión salvaje que hubo entre ____(tn) y él no podía haber sido malinterpretada. Aquel marido era más objeto de compasión que de envidia, se dijo.
Pero tenía que centrarse en Jan y en ayudar a su abuelo. Echó una ojeada por la sala y lo vio sentado en un sillón, sus miradas se encontraron un instante. Por un segundo, Nick creyó ver pánico en la mirada de su abuelo, pero al ver a _____(tn) ofrecerle una copa de brandy, el rostro del hombre se tornó sonriente.
—¿Está seguro de que está bien? —preguntó ______(tn) al darle la copa, sentándose a su lado con una copa de champán en la mano. Normalmente no bebía, pero aquella noche necesitaba algo que le calmara los nervios.
—Mucho mejor —la tranquilizó Theo después de tomar un sorbo de brandy—. Tu hermana Jan parece conocer bien a Luke. ¿Lo conocías de antes? —preguntó.
—No —mintió _____(tn) apretando los dientes. No quería que nadie supiera lo que había habido entre aquel hombre y ella—. Pero Jan sí —Theo empezó a toser de nuevo—. Parece que ha pillado un resfriado.
—No, en serio, estoy bien —insistió él, y cambió de tema para explicarle lo que había votado en la junta. Al parecer había sido una ampliación de capital.
—La verdad es que eso no me dice nada —dijo ella—. No se me dan bien los números y no sé nada de finanzas, pero no le diré que no al dinero.
—Eso tiene fácil solución —apuntó Theo, dejando su copa en una mesita auxiliar—. Puedes venderme la casa de tu tía en Zante. Esa casa perteneció a mi familia hasta que la tuve que vender. Llámame sentimental, pero la verdad es que me gustaría recuperarla y estoy dispuesto a pagarla por encima del precio de mercado.
—Me parece normal que quiera recuperarla, y se la vendería si pudiera, pero no puedo hacerlo —_____(tn) vio la cara de asombro de Theo y se explicó mejor—. Mi tía me la dejó en usufructo; para mí y para mis hijos, y los hijos de mis hijos... está todo bien atado legalmente.
—Ya veo —el hombre entrecerró los ojos, pensativo—. ¿Y has pensado en romper esas ataduras? Legalmente, se puede hacer.
—Tal vez algún día —cuando fuera tan vieja que no pudiera tener hijos. Además, le debía a su tía intentar cumplir sus deseos, pensó con tristeza, pero no quiso contarle a Theo toda la historia.
—Desde luego, eso es decisión tuya —dijo Theo, y levantó las manos en señal de rendición—. Lo comprendo. He vivido lo suficiente como para comprender que uno no consigue todo lo que quiere en esta vida. Ahora, dime honestamente lo que piensas de Nick.
«Es un depredador sexual, experimentado en el arte de la seducción, que se aprovecha de las debilidades de las mujeres», pensó ____(tn), pero no dijo nada.
—Parece... agradable —volvió a mentir—. Y Jan tiene un concepto muy alto de él.
En el otro extremo de la sala, Nick parecía centrar toda su atención en los Sutherland, pero realmente estaba pensando en el informe que le había pasado su oficina en Londres aquella mañana sobre David Sutherland: un hombre con problemas que intentaba ocultarlos.
Nick sabía lo que Sutherland quería de él; se lo había insinuado en la cena del miércoles cuando se dio cuenta de que era el propietario de Jonas Internacional. David quería que invirtiese en Vanity Flair, o que se lo recomendase a sus inversores, para financiar sus planes de expansión. Nick no tenía intención de hacer ni lo uno ni lo otro, pero tenía que ser discreto por el momento.
Había invitado a Jan a cenar en un par de ocasiones aquella semana, y se había contenido para no mencionar el tema de su herencia. Había mantenido su relación a un nivel de flirteo, pero sin llegar más allá.
En ese momento se acordó de su abuelo y miró hacia el lugar donde estaba sentado aún junto a la infiel ____(tn) Barnes. Cuando el anciano vio que lo miraba, le hizo señas con su bastón llamándolo para que se acercara. ¿Qué ocurría?
—Disculpen —dijo Nick de repente—, pero creo mi abuelo me necesita —y con una sonrisa de disculpa a Jan y a sus padres, se alejó de ellos para llegar junto a Theo.
En cuanto se acercó, su abuelo descargó sobre él un torrente en griego declarándole el más idiota de la cristiandad. ¿Qué estaba haciendo agarrado a ese palo de escoba rubio? Estaba saliendo con la hija equivocada. ¿Estaba loco? Era con _____(tn) con quién debía estar saliendo, pero con aquello había hecho desaparecer todas las posibilidades de Theo de conseguir la casa.
Asombrado ante tanta información, Nick miró a _____(tn) y después a Theo, sintiéndose en efecto el más idiota. Después el sentimiento se vio reemplazado por una ira repentina y le replicó a su abuelo que cómo demonios iba a saber él que había dos hijas. Además, Theo le había dicho el nombre de Jan.
En ese momento pensó que tenía que haber estado loco para dejar que Theo lo metiese en ese lío. Ahora tendría que dejar una relación con Jan que nunca había deseado empezar. Y no sería fácil. Empezó a contárselo a Theo en términos muy claros.
____(tn) veía claramente que los dos hombres estaban discutiendo y, aunque no le gustaba la idea de enfrentarse a Nick, sintió compasión por Theo. Levantándose, cortó la larga parrafada en griego con voz serena.
—Disculpe, señor Jonas, pero su abuelo no se encuentra muy bien y los gritos no lo ayudarán.
¡_____(tn) le estaba dando una lección! A Nick le dejó sorprendido cómo aquella mujer se atrevía a darle lecciones.
—No estaba gritando —dijo Nick cuando se recuperó de la sorpresa—. Los griegos somos muy apasionados al conversar y en todo lo demás —dijo, como recordatorio nada sutil de los momentos que habían compartido—. Además, sé perfectamente lo que Theo necesita —miró a su abuelo y vio que sonreía. ¡Estaba disfrutando con aquello! Pero Nick estaba decidido a no quedar como el malo de la película ante aquella mujer que se acostaba con el primero que pillaba. Por preciosa que fuera.
—Insistí para que se quedara en casa, pero él quería venir a la fiesta para volver a verte, ____(tn) —dijo Nick—. Al parecer, le has causado muy buena impresión. No ha dejado de hablar de ti desde la junta de accionistas. Me dijo que tenías un negocio, pero omitió que tenías un socio —y miró a su alianza—. Bueno, su inglés no es muy bueno —añadió, mirando a su abuelo, que acababa de darse cuenta de que la mujer estaba casada—. ¿Está aquí tu marido? Me gustaría conocerlo —dijo, casi insultantemente, mirándola fijamente con aquellos ojos de acero.
____(tn) no pudo evitar que se le tiñeran las mejillas de rojo ante una pregunta tan directa de él, pero de pequeña había sufrido una leve dislexia y estaba acostumbrada a las risas de los demás, así que se preparó para defenderse.
—Theo habla inglés muy bien —dijo ella, mirando al anciano y sonriendo—. Yo lo entiendo perfectamente, y usted no debería dejar en mal lugar a su abuelo —añadio, sus ojos ambarinos chocando con los grises de él—. Y sí, tengo un socio y se llama Liz, mi mejor amiga, aunque yo no le dije nada de eso a Theo cuando nos conocimos —lo que implicaba que estaba llamando a Nick mentiroso—. Y, con respecto a mi marido, murió hace tiempo. ¿Está satisfecho?
Por segunda vez en pocos minutos, Nick se quedó sin saber qué decir. La bella ______(tn) estaba libre de nuevo; no le importaba cuándo hubiera muerto su marido, sino que estaba a su alcance... excepto por el hecho de que él estaba saliendo con su hermana. Hacía falta un control de daños, y rápido.
—Lo siento, ______(tn) —dijo, captando en sus ojos un brillo de tristeza que lo hizo sentir como un idiota—. No pretendía ofenderte, ni tampoco a Theo. Siento profundamente la pérdida de tu marido.
—Gracias —respondió ella secamente, sin creerlo y sin mirarlo. Estaba demasiado sorprendida: Nick Jonas la había enfadado tanto que había admitido en público la muerte de Alan, cosa que rara vez tenía fuerzas de hacer.
—Disculpa a mi sobrino por ser tan brusco. Sé exactamente cómo te sientes —le dijo Theo, y ella agradeció su intervención—. Yo también he perdido a mi esposa, pero deja que te asegure que con el tiempo te sentirás mejor —después de dedicarle una dulce sonrisa, miró a su nieto—. Pero ____(tn) tiene razón, Nick. No me encuentro muy bien y tal vez no debí haber venido —se puso en pie con mucha más agilidad de la que ____(tn) hubiera imaginado en él, justo en el momento en que Jan apareció junto a ellos.
—Nick, cariño, ¿va todo bien?
_____(tn) miró a los dos hombres y tuvo la impresión de que se acababan de intercambiar un mensaje mudo.
Jan le colocó posesivamente la mano a Nick sobre el pecho.
—Mi abuelo no se encuentra muy bien, así que voy a llevarlo a casa. Siento que nos tengamos que marchar tan pronto, pero es necesario —dijo él suavemente.
—Oh, ¿en serio? —protestó Jan—. ¿No te puedes quedar aunque tu abuelo se vaya? Podemos llamar a un taxi para que lo lleve a casa.
—No voy a dejar que se vaya solo —respondió él, endureciendo el tono y apartando la mano de Jan de su pecho. ____(tn) sintió que su hermanastra había cometido un error con él.
—Pero no es necesario que te vayas tú... —y se volvió hacia ____(tn)—. ¿Puedes hacernos un favor y acompañar al señor Jonas a casa, _____(tn)? Sabes que no te gustan las fiestas, y él estará bien contigo. Además, Nick aún no ha podido hablar con David.
_____(tn) estuvo a punto de soltar una carcajada. El desparpajo de Jan nunca dejaba de sorprenderla. Abrió la boca para decir algo que no le comprometiera demasiado, pero Theo la interrumpió.
—No, gracias, señorita Sutherland. No me sentiría cómodo comprometiendo a su hermana de ese modo. Ahora tenemos que marcharnos —y tomó el brazo de su nieto—. Me siento algo débil.
Nick tampoco se sentía demasiado bien. A él le gustaba siempre controlar la situación, y aquella noche, se había visto superado por los acontecimientos. Quería hablar con ______(tn), o... hacer algo más que hablar con ella. Pero aquél no era el momento ni el lugar. Además, cuanto antes se marchara de allí, mejor.
—Disculpen, señoritas, pero nos tenemos que marchar —dijo Nick—. Despídeme de tu padre, Jan. Te llamaré más tarde. _____(tn), seguro que nos volvemos a ver.
«No si yo te veo primero», pensó ella, y mientras Jan monopolizaba la atención de Nick , ella se volvió hacia el abuelo.
—Cuídate, Theo.
—Lo haré, gracias. Has sido muy amable conmigo, y aunque estoy disgustado porque no podré recuperar la casa de Zante, me gustaría agradecerte tu amabilidad llevándote a comer mañana antes de volver a Grecia.
—Mañana no puedo —dijo ella, alegrándose de tener una excusa real. Ya había mentido a Theo una vez, y prefería no volver a hacerlo—. He quedado para comer con mis suegros en Eastbourne. Alan murió hace dos años, pero aún mantenemos el contacto y voy a verlos todos los meses —dijo.
Por más que le agradara el anciano, no deseaba tener nada que ver con su nieto, y cuanto antes salieran los Jonas de su vida, mejor. ______(tn) se sintió aliviada cuando los vio salir de la sala.
—Mil gracias —le dijo Jan sarcásticamente cuando volvió después de haber acompañado a los hombres a la puerta—. Podías haber acompañado al viejo a su casa para que Nick y yo pasáramos más tiempo juntos.
—Tal vez —le respondió ella—. Tú conoces a Nick mejor que yo, pero a mí me parece el tipo de hombre que hace lo que le apetece en cada momento. Supongo que hará lo mismo con las mujeres, y no le veo muy fiel —era lo más lejos que podía llegar advirtiendo a Jan—. Espero que sepas en qué te metes.
—Ése es el problema —respondió Jan—. Que por más que lo intento, aún no he conseguido meterme en nada y me muero de frustración. Las revistas dicen que está saliendo con Camilla Belle, una diseñadora de Nueva York, pero él está aquí ahora, ella no y yo sí, y él debe estar pensando lo mismo. Es conocido por la cantidad de mujeres con las que se ha acostado y por sus proezas como amante.
_____(tn) no pudo aguantar más y echó a reír. Había un toque de histeria en sus carcajadas, pero Jan no se dio cuenta.
Dos horas más tarde, estaba en la casita que había comprado con Alan en Bayswater.
En su apartamento, Nick miraba a su abuelo sin acabar de comprender la situación. El hombre no había dicho nada en todo el trayecto de vuelta a casa, y sólo cuando llegaron declaró que la casa no estaba a la venta y que no iba a volver a pensar en ello. Sentado en el sofá frente a él, Nick echaba de menos la chispa de alegría que siempre brillaba en sus ojos y la expresión de su rostro reflejaba resignación.
—Entonces, después de todo lo que has hecho para intentar recuperar la casa de Zante, ¿me dices que ya no te importa?
—Claro que me importa, pero me he dado cuenta de que es imposible —le contó las condiciones del testamento.
—Pero estas condiciones se pueden romper —dijo Nick—. Aún puedes seguir luchando por la casa.
—Tal vez, pero pueden pasar años antes de que consigamos nuestro propósito, y aunque yo viva lo suficiente... ¿Te has parado a mirar a _____(tn)? ¿Puedes creer que una mujer como ella siga viuda mucho tiempo? Es joven y su marido murió hace dos años.
Nick se incorporó de su salto. ¡______(tn) no estaba casada cuando estuvo con él!
—¿Dos años? ¿Estás seguro? —ya había cometido demasiados errores con ella, y no estaba dispuesto a cometer ninguno más. Se había equivocado tanto con ella que estuvo a punto de echarse a reír, pero la cosa no era divertida: su abuelo se había quedado sin la casa que deseaba y él se había acostado y después insultado a la mujer más sexy que había conocido.
—Sí. Me lo ha dicho poco antes de que nos fuéramos. No tiene solución y me voy a la cama —dijo, y se levantó con ayuda de su bastón—. Milo y yo nos volvemos a Grecia mañana por la mañana. Buenas noches.
Nick vio el gesto derrotado de su abuelo al salir de la sala. No le gustaba admitirlo, pero el anciano tenía razón: era imposible conseguir la casa.
Recordó a la preciosa _____(tn), tan dulce con Theo y tan fría con él, y su cuerpo se endureció al recordar su cuerpo desnudo... la suavidad de su piel, la dulzura de sus pezones y la ardiente pasión que los había consumido.
Se puso en pie. Tenía que pensar algo. Tal vez si le ofrecía a _______(tn) un montón de dinero por romper las condiciones del testamento, ella accediera; aparte de su abuela, nunca había conocido a una mujer a la que no le gustara el dinero. Y si el plan A fallaba, cosa que dudaba, buscaría un plan B. Tenía treinta y siete años y ya había pasado la edad en la que la mayoría de las personas se casa, pero tal fuera el momento de decidirse. Si se casaba con ____(tn) y tenía un hijo con ella, sería el nieto de Theo el que heredase la casa, y eso le bastaría a su abuelo para hacer realidad sus deseos. Además, Nick quería volver a tener a _____(tn) en su cama, y él siempre conseguía lo que quería.
Sólo había un fallo en el plan B, y era que Jemma no le haría ni caso, porque, aparte de haberla echado de su yate el año anterior, él estaba oficialmente saliendo con su hermanastra. Volvió a sentarse en el sofá y con el ceño fruncido, repasó lo que había ocurrido aquel día y la información que había recopilado de ella. Sus ojos grises brillaban de emoción ante el reto que se le presentaba, se levantó y se fue a la cama. Había tomado una decisión y sabía cómo hacer que su idea llegase a buen puerto.
espero q les guste el 2do cap
mañana la sigo
gracias x los comentarios
COMENTEN!
byebye :D
PARA Nick Jonas era una experiencia completamente nueva, y no del todo agradable que lo ignoraran de ese modo, pero no iba a dejar que aquella gata promiscua se saliera con la suya, a pesar de seguir con Jan colgada de su brazo.
—Hola... _____(tn), ¿verdad? —murmuró con voz provocativa.
Ella volvió a mirarlo con ojos fríos.
—Sí. Hola —y apartó la mirada de nuevo.
—Como no hemos sido formalmente presentados, permíteme... Me llamo Nick Jonas.
Estaba decidido a hacer que le prestara atención, y le ofreció la mano. Ella le correspondió sin ganas, pero cuando él sintió la suavidad de su piel, no pudo evitar una oleada de excitación sexual que no había sentido desde su encuentro con ____(tn), o ____(tuap), por primera vez en el yate. Bajó la mirada algo aturdido, y vio el anillo de casada en su mano. Eso le hizo recordar su norma: no involucrarse con mujeres casadas. Pero aquella sirena no le había dicho que lo estaba hasta después de haberla llevado a la cama.
_____(tn) notó el tono seductor de su voz y se quedó helada. La miraba como retándola, pero sus ojos grises despedían un brillo seductor y ella apartó rápidamente la mano.
—_____(tn) Barnes —murmuró ella. Jan interrumpió la escena.
—¿Puedes hacerme un favor, ____(tn), y cuidar del abuelo de Nick? Tuvo un accidente hace un par de días y no puede caminar muy bien —dijo, con su poco tacto habitual—. Tenemos que saludar a mucha gente, y David quiere hablar de negocios con Nick.
A pesar de todo, ____(tn) agradeció la interrupción de Jan:
—No hay problema. Estaré encantada.
Cuando se alejaron entre la multitud, ______(tn) respiró aliviada, pero aún estaba temblorosa. Su peor pesadilla se había hecho realidad.
Nick y Theo no se parecían; el abuelo era bajito, corpulento y de ojos negros, mientras que Nick era alto y espigado, con los ojos grises que contrastaban vivamente con su piel olivácea. Sus ojos fueron lo primero en que se fijó de él hacía un año, cuando se conocieron, y uno de los motivos por el que actuó de un modo tan extraño teniendo en cuenta su carácter.
La desagradable coincidencia de encontrárselo allí en aquel momento le revolvió el estómago y deseó marcharse. Se volvió hacia Theo para excusarse y lo vio mirando a Jan con expresión asombrada, cosa que no le extrañó.
—Jan es muy bella y tiene un efecto sorprendente sobre los hombres —dijo, tranquilizadora—, pero creo que su nieto puede manejarla. Y además, hacen una bonita pareja.
Él hizo un sonido indescifrable y empezó a toser violentamente. No podía marcharse, estaba claro que el hombre no estaba muy bien.
—No está bien, Theo. Siéntese un momento y deje que vaya por una copa de champán —sugirió ella tomándolo del brazo—. Así podrá contarme lo de su accidente y con qué estuve de acuerdo en la reunión del viernes —bromeó.
—Desde luego —repuso él, sonriendo—. Pero, ¿puedes decirme quién es la mujer con la que está mi nieto? —dijo, señalando a la pareja con la empuñadura de su bastón.
—Es mi hermanastra, Jan —respondió ella mientras conducía al hombre hacia una esquina del elegante salón—. ¿Está bien? —preguntó preocupada al notar que tropezaba.
—¿Tu hermanastra? No sabía que tenías una hermana.
—Claro, apenas me conoce —rió ella.
—Creo que necesito esa copa —dijo Theo, sentándose en un sillón a la vez que murmuraba algo en griego que sonaba a juramento.
—Espere y le traeré un brandy, que creo que le irá mejor que el champán —____(tn) empezaba a preocuparse por el hombre.
Mientras, Nick le había puesto una mano a Jan en la espalda y caminaban juntos entre la multitud. El sonreía cuando Jan agradecía las felicitaciones de cumpleaños de sus amigos mientras se dirigían hacia sus padres en el otro extremo de la sala. Nick podía actuar como la pareja perfecta aunque sus pensamientos seguían centrados en la preciosa _____(tn).
Miró a su alrededor intentando descubrir a su marido entre todos esos hombres. Era un hombre con suerte, o bueno, no tanta, se dijo Nick. La química sexual, la pasión salvaje que hubo entre ____(tn) y él no podía haber sido malinterpretada. Aquel marido era más objeto de compasión que de envidia, se dijo.
Pero tenía que centrarse en Jan y en ayudar a su abuelo. Echó una ojeada por la sala y lo vio sentado en un sillón, sus miradas se encontraron un instante. Por un segundo, Nick creyó ver pánico en la mirada de su abuelo, pero al ver a _____(tn) ofrecerle una copa de brandy, el rostro del hombre se tornó sonriente.
—¿Está seguro de que está bien? —preguntó ______(tn) al darle la copa, sentándose a su lado con una copa de champán en la mano. Normalmente no bebía, pero aquella noche necesitaba algo que le calmara los nervios.
—Mucho mejor —la tranquilizó Theo después de tomar un sorbo de brandy—. Tu hermana Jan parece conocer bien a Luke. ¿Lo conocías de antes? —preguntó.
—No —mintió _____(tn) apretando los dientes. No quería que nadie supiera lo que había habido entre aquel hombre y ella—. Pero Jan sí —Theo empezó a toser de nuevo—. Parece que ha pillado un resfriado.
—No, en serio, estoy bien —insistió él, y cambió de tema para explicarle lo que había votado en la junta. Al parecer había sido una ampliación de capital.
—La verdad es que eso no me dice nada —dijo ella—. No se me dan bien los números y no sé nada de finanzas, pero no le diré que no al dinero.
—Eso tiene fácil solución —apuntó Theo, dejando su copa en una mesita auxiliar—. Puedes venderme la casa de tu tía en Zante. Esa casa perteneció a mi familia hasta que la tuve que vender. Llámame sentimental, pero la verdad es que me gustaría recuperarla y estoy dispuesto a pagarla por encima del precio de mercado.
—Me parece normal que quiera recuperarla, y se la vendería si pudiera, pero no puedo hacerlo —_____(tn) vio la cara de asombro de Theo y se explicó mejor—. Mi tía me la dejó en usufructo; para mí y para mis hijos, y los hijos de mis hijos... está todo bien atado legalmente.
—Ya veo —el hombre entrecerró los ojos, pensativo—. ¿Y has pensado en romper esas ataduras? Legalmente, se puede hacer.
—Tal vez algún día —cuando fuera tan vieja que no pudiera tener hijos. Además, le debía a su tía intentar cumplir sus deseos, pensó con tristeza, pero no quiso contarle a Theo toda la historia.
—Desde luego, eso es decisión tuya —dijo Theo, y levantó las manos en señal de rendición—. Lo comprendo. He vivido lo suficiente como para comprender que uno no consigue todo lo que quiere en esta vida. Ahora, dime honestamente lo que piensas de Nick.
«Es un depredador sexual, experimentado en el arte de la seducción, que se aprovecha de las debilidades de las mujeres», pensó ____(tn), pero no dijo nada.
—Parece... agradable —volvió a mentir—. Y Jan tiene un concepto muy alto de él.
En el otro extremo de la sala, Nick parecía centrar toda su atención en los Sutherland, pero realmente estaba pensando en el informe que le había pasado su oficina en Londres aquella mañana sobre David Sutherland: un hombre con problemas que intentaba ocultarlos.
Nick sabía lo que Sutherland quería de él; se lo había insinuado en la cena del miércoles cuando se dio cuenta de que era el propietario de Jonas Internacional. David quería que invirtiese en Vanity Flair, o que se lo recomendase a sus inversores, para financiar sus planes de expansión. Nick no tenía intención de hacer ni lo uno ni lo otro, pero tenía que ser discreto por el momento.
Había invitado a Jan a cenar en un par de ocasiones aquella semana, y se había contenido para no mencionar el tema de su herencia. Había mantenido su relación a un nivel de flirteo, pero sin llegar más allá.
En ese momento se acordó de su abuelo y miró hacia el lugar donde estaba sentado aún junto a la infiel ____(tn) Barnes. Cuando el anciano vio que lo miraba, le hizo señas con su bastón llamándolo para que se acercara. ¿Qué ocurría?
—Disculpen —dijo Nick de repente—, pero creo mi abuelo me necesita —y con una sonrisa de disculpa a Jan y a sus padres, se alejó de ellos para llegar junto a Theo.
En cuanto se acercó, su abuelo descargó sobre él un torrente en griego declarándole el más idiota de la cristiandad. ¿Qué estaba haciendo agarrado a ese palo de escoba rubio? Estaba saliendo con la hija equivocada. ¿Estaba loco? Era con _____(tn) con quién debía estar saliendo, pero con aquello había hecho desaparecer todas las posibilidades de Theo de conseguir la casa.
Asombrado ante tanta información, Nick miró a _____(tn) y después a Theo, sintiéndose en efecto el más idiota. Después el sentimiento se vio reemplazado por una ira repentina y le replicó a su abuelo que cómo demonios iba a saber él que había dos hijas. Además, Theo le había dicho el nombre de Jan.
En ese momento pensó que tenía que haber estado loco para dejar que Theo lo metiese en ese lío. Ahora tendría que dejar una relación con Jan que nunca había deseado empezar. Y no sería fácil. Empezó a contárselo a Theo en términos muy claros.
____(tn) veía claramente que los dos hombres estaban discutiendo y, aunque no le gustaba la idea de enfrentarse a Nick, sintió compasión por Theo. Levantándose, cortó la larga parrafada en griego con voz serena.
—Disculpe, señor Jonas, pero su abuelo no se encuentra muy bien y los gritos no lo ayudarán.
¡_____(tn) le estaba dando una lección! A Nick le dejó sorprendido cómo aquella mujer se atrevía a darle lecciones.
—No estaba gritando —dijo Nick cuando se recuperó de la sorpresa—. Los griegos somos muy apasionados al conversar y en todo lo demás —dijo, como recordatorio nada sutil de los momentos que habían compartido—. Además, sé perfectamente lo que Theo necesita —miró a su abuelo y vio que sonreía. ¡Estaba disfrutando con aquello! Pero Nick estaba decidido a no quedar como el malo de la película ante aquella mujer que se acostaba con el primero que pillaba. Por preciosa que fuera.
—Insistí para que se quedara en casa, pero él quería venir a la fiesta para volver a verte, ____(tn) —dijo Nick—. Al parecer, le has causado muy buena impresión. No ha dejado de hablar de ti desde la junta de accionistas. Me dijo que tenías un negocio, pero omitió que tenías un socio —y miró a su alianza—. Bueno, su inglés no es muy bueno —añadió, mirando a su abuelo, que acababa de darse cuenta de que la mujer estaba casada—. ¿Está aquí tu marido? Me gustaría conocerlo —dijo, casi insultantemente, mirándola fijamente con aquellos ojos de acero.
____(tn) no pudo evitar que se le tiñeran las mejillas de rojo ante una pregunta tan directa de él, pero de pequeña había sufrido una leve dislexia y estaba acostumbrada a las risas de los demás, así que se preparó para defenderse.
—Theo habla inglés muy bien —dijo ella, mirando al anciano y sonriendo—. Yo lo entiendo perfectamente, y usted no debería dejar en mal lugar a su abuelo —añadio, sus ojos ambarinos chocando con los grises de él—. Y sí, tengo un socio y se llama Liz, mi mejor amiga, aunque yo no le dije nada de eso a Theo cuando nos conocimos —lo que implicaba que estaba llamando a Nick mentiroso—. Y, con respecto a mi marido, murió hace tiempo. ¿Está satisfecho?
Por segunda vez en pocos minutos, Nick se quedó sin saber qué decir. La bella ______(tn) estaba libre de nuevo; no le importaba cuándo hubiera muerto su marido, sino que estaba a su alcance... excepto por el hecho de que él estaba saliendo con su hermana. Hacía falta un control de daños, y rápido.
—Lo siento, ______(tn) —dijo, captando en sus ojos un brillo de tristeza que lo hizo sentir como un idiota—. No pretendía ofenderte, ni tampoco a Theo. Siento profundamente la pérdida de tu marido.
—Gracias —respondió ella secamente, sin creerlo y sin mirarlo. Estaba demasiado sorprendida: Nick Jonas la había enfadado tanto que había admitido en público la muerte de Alan, cosa que rara vez tenía fuerzas de hacer.
—Disculpa a mi sobrino por ser tan brusco. Sé exactamente cómo te sientes —le dijo Theo, y ella agradeció su intervención—. Yo también he perdido a mi esposa, pero deja que te asegure que con el tiempo te sentirás mejor —después de dedicarle una dulce sonrisa, miró a su nieto—. Pero ____(tn) tiene razón, Nick. No me encuentro muy bien y tal vez no debí haber venido —se puso en pie con mucha más agilidad de la que ____(tn) hubiera imaginado en él, justo en el momento en que Jan apareció junto a ellos.
—Nick, cariño, ¿va todo bien?
_____(tn) miró a los dos hombres y tuvo la impresión de que se acababan de intercambiar un mensaje mudo.
Jan le colocó posesivamente la mano a Nick sobre el pecho.
—Mi abuelo no se encuentra muy bien, así que voy a llevarlo a casa. Siento que nos tengamos que marchar tan pronto, pero es necesario —dijo él suavemente.
—Oh, ¿en serio? —protestó Jan—. ¿No te puedes quedar aunque tu abuelo se vaya? Podemos llamar a un taxi para que lo lleve a casa.
—No voy a dejar que se vaya solo —respondió él, endureciendo el tono y apartando la mano de Jan de su pecho. ____(tn) sintió que su hermanastra había cometido un error con él.
—Pero no es necesario que te vayas tú... —y se volvió hacia ____(tn)—. ¿Puedes hacernos un favor y acompañar al señor Jonas a casa, _____(tn)? Sabes que no te gustan las fiestas, y él estará bien contigo. Además, Nick aún no ha podido hablar con David.
_____(tn) estuvo a punto de soltar una carcajada. El desparpajo de Jan nunca dejaba de sorprenderla. Abrió la boca para decir algo que no le comprometiera demasiado, pero Theo la interrumpió.
—No, gracias, señorita Sutherland. No me sentiría cómodo comprometiendo a su hermana de ese modo. Ahora tenemos que marcharnos —y tomó el brazo de su nieto—. Me siento algo débil.
Nick tampoco se sentía demasiado bien. A él le gustaba siempre controlar la situación, y aquella noche, se había visto superado por los acontecimientos. Quería hablar con ______(tn), o... hacer algo más que hablar con ella. Pero aquél no era el momento ni el lugar. Además, cuanto antes se marchara de allí, mejor.
—Disculpen, señoritas, pero nos tenemos que marchar —dijo Nick—. Despídeme de tu padre, Jan. Te llamaré más tarde. _____(tn), seguro que nos volvemos a ver.
«No si yo te veo primero», pensó ella, y mientras Jan monopolizaba la atención de Nick , ella se volvió hacia el abuelo.
—Cuídate, Theo.
—Lo haré, gracias. Has sido muy amable conmigo, y aunque estoy disgustado porque no podré recuperar la casa de Zante, me gustaría agradecerte tu amabilidad llevándote a comer mañana antes de volver a Grecia.
—Mañana no puedo —dijo ella, alegrándose de tener una excusa real. Ya había mentido a Theo una vez, y prefería no volver a hacerlo—. He quedado para comer con mis suegros en Eastbourne. Alan murió hace dos años, pero aún mantenemos el contacto y voy a verlos todos los meses —dijo.
Por más que le agradara el anciano, no deseaba tener nada que ver con su nieto, y cuanto antes salieran los Jonas de su vida, mejor. ______(tn) se sintió aliviada cuando los vio salir de la sala.
—Mil gracias —le dijo Jan sarcásticamente cuando volvió después de haber acompañado a los hombres a la puerta—. Podías haber acompañado al viejo a su casa para que Nick y yo pasáramos más tiempo juntos.
—Tal vez —le respondió ella—. Tú conoces a Nick mejor que yo, pero a mí me parece el tipo de hombre que hace lo que le apetece en cada momento. Supongo que hará lo mismo con las mujeres, y no le veo muy fiel —era lo más lejos que podía llegar advirtiendo a Jan—. Espero que sepas en qué te metes.
—Ése es el problema —respondió Jan—. Que por más que lo intento, aún no he conseguido meterme en nada y me muero de frustración. Las revistas dicen que está saliendo con Camilla Belle, una diseñadora de Nueva York, pero él está aquí ahora, ella no y yo sí, y él debe estar pensando lo mismo. Es conocido por la cantidad de mujeres con las que se ha acostado y por sus proezas como amante.
_____(tn) no pudo aguantar más y echó a reír. Había un toque de histeria en sus carcajadas, pero Jan no se dio cuenta.
Dos horas más tarde, estaba en la casita que había comprado con Alan en Bayswater.
En su apartamento, Nick miraba a su abuelo sin acabar de comprender la situación. El hombre no había dicho nada en todo el trayecto de vuelta a casa, y sólo cuando llegaron declaró que la casa no estaba a la venta y que no iba a volver a pensar en ello. Sentado en el sofá frente a él, Nick echaba de menos la chispa de alegría que siempre brillaba en sus ojos y la expresión de su rostro reflejaba resignación.
—Entonces, después de todo lo que has hecho para intentar recuperar la casa de Zante, ¿me dices que ya no te importa?
—Claro que me importa, pero me he dado cuenta de que es imposible —le contó las condiciones del testamento.
—Pero estas condiciones se pueden romper —dijo Nick—. Aún puedes seguir luchando por la casa.
—Tal vez, pero pueden pasar años antes de que consigamos nuestro propósito, y aunque yo viva lo suficiente... ¿Te has parado a mirar a _____(tn)? ¿Puedes creer que una mujer como ella siga viuda mucho tiempo? Es joven y su marido murió hace dos años.
Nick se incorporó de su salto. ¡______(tn) no estaba casada cuando estuvo con él!
—¿Dos años? ¿Estás seguro? —ya había cometido demasiados errores con ella, y no estaba dispuesto a cometer ninguno más. Se había equivocado tanto con ella que estuvo a punto de echarse a reír, pero la cosa no era divertida: su abuelo se había quedado sin la casa que deseaba y él se había acostado y después insultado a la mujer más sexy que había conocido.
—Sí. Me lo ha dicho poco antes de que nos fuéramos. No tiene solución y me voy a la cama —dijo, y se levantó con ayuda de su bastón—. Milo y yo nos volvemos a Grecia mañana por la mañana. Buenas noches.
Nick vio el gesto derrotado de su abuelo al salir de la sala. No le gustaba admitirlo, pero el anciano tenía razón: era imposible conseguir la casa.
Recordó a la preciosa _____(tn), tan dulce con Theo y tan fría con él, y su cuerpo se endureció al recordar su cuerpo desnudo... la suavidad de su piel, la dulzura de sus pezones y la ardiente pasión que los había consumido.
Se puso en pie. Tenía que pensar algo. Tal vez si le ofrecía a _______(tn) un montón de dinero por romper las condiciones del testamento, ella accediera; aparte de su abuela, nunca había conocido a una mujer a la que no le gustara el dinero. Y si el plan A fallaba, cosa que dudaba, buscaría un plan B. Tenía treinta y siete años y ya había pasado la edad en la que la mayoría de las personas se casa, pero tal fuera el momento de decidirse. Si se casaba con ____(tn) y tenía un hijo con ella, sería el nieto de Theo el que heredase la casa, y eso le bastaría a su abuelo para hacer realidad sus deseos. Además, Nick quería volver a tener a _____(tn) en su cama, y él siempre conseguía lo que quería.
Sólo había un fallo en el plan B, y era que Jemma no le haría ni caso, porque, aparte de haberla echado de su yate el año anterior, él estaba oficialmente saliendo con su hermanastra. Volvió a sentarse en el sofá y con el ceño fruncido, repasó lo que había ocurrido aquel día y la información que había recopilado de ella. Sus ojos grises brillaban de emoción ante el reto que se le presentaba, se levantó y se fue a la cama. Había tomado una decisión y sabía cómo hacer que su idea llegase a buen puerto.
espero q les guste el 2do cap
mañana la sigo
gracias x los comentarios
COMENTEN!
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maru!!
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Nueva lectora!!
Me encanta
Siguela pronto
Me encanta
Siguela pronto
Faby Evans Jonas
Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Me encantooo! sube otro capitulo please :)
Invitado
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Re: "Comprada por un magnate" (Nick Jonas) Adaptación.
Capítulo 3
_______(TN) APARCÓ el coche frente a su casa, tomó una bolsa llena de verduras del asiento del acompañante y fue hacia la puerta. El sol de junio lo iluminaba todo y ella se alegró de haber ido a East-bourne, a pesar de lo lejos que estaba.
Lo había pasado muy bien. Había ayudado a su suegro, Sid, en su huerto hasta que Mavis los llamó a comer. Por la tarde habían ido a dar un paseo por la playa y después visitaron la tumba de Alan.
La amabilidad de sus suegros había conseguido relegar el mal momento de la noche anterior al fondo de su mente, donde tenía que estar.
Nick Jonas fue para ella un terrible error, fruto de la depresión y el vino. Aquello fue tan ajeno a su carácter que casi le parecía una alucinación.
Sin prestar atención al deportivo negro aparcado en la calle, ____(tn) sacó de su bolso la llave de casa y abrió la puerta. Dejó la bolsa en el suelo y cuando se volvió para cerrar, soltó un grito.
—¿Puedo entrar? —Nick Jonas estaba en el umbral, justo detrás de ella—. Tenemos que hablar, ______(tn) —levantó una ceja, maliciosamente—. ¿O tal vez debiera llamarte _____(tuap)?
Con los ojos muy abiertos, sorprendida por su presencia en la casa, montó en cólera.
—No quiero que me llames nada. ¡ Sal de mi casa inmediatamente!
—¡Qué temperamento! Vaya, me sorprendes. ¿Qué tiene de malo que dos amigos se vean inesperadamente y tengan una charla informal? —dijo él, cínicamente.
____(tn), haciendo un tremendo esfuerzo, intentó pensar con claridad. Deseó no haber conocido nunca a Nick Jonas, y lo que más deseaba en ese momento era echarlo de su casa, pero con sólo ver su gesto de determinación, se dio cuenta de que esa opción era inviable.
Llevaba una chaqueta de cuero marrón clara que se ajustaba perfectamente a sus anchos hombros y una camisa blanca ligeramente abierta que contrastaba con su piel bronceada y el pelo negro y rizado que le crecía en el pecho. Los pantalones de pinzas le quedaban igualmente bien.
Mucho más alto que ella, la miraba con un aire masculino y decididamente amenazador.
______(tn), negándose a sentirse amenazada en su propia casa, se puso recta y levantó la barbilla. Sus ojos ambarinos se encontraron con los grises de Luke y se preguntó una vez más cómo había podido pensar que eran del mismo azul que los de Alan. Tembló levemente, y apartó el recuerdo de su mente. Tenía que mantener la calma; él era el novio de su hermanastra y no tenía nada que hacer con ella.
—No sé cómo te has enterado de dónde vivo, pero no me hace gracia que te presentes en mi casa por sorpresa. No tengo nada que decirte y lo que quiero es que te marches.
—Jan me lo dijo, de hecho, dice muchas cosas, y siento molestarte, Jemma, pero no pienso marcharme hasta que no me hayas contestado a algunas preguntas —dijo él con suavidad.
La agresividad con la que había reaccionado al verlo, le indicaba a Nick que ella no era tan inmune a su presencia como quería hacer ver. La miró fijamente a la cara, y después fue bajando lentamente por su cuerpo. Tenía el pelo recogido en la nuca con un lazo amarillo que caía sobre su espalda y llevaba un bonito suéter de punto que se ceñía a sus pechos, altos y hermosos, y revelaba que no llevaba sujetador al marcar los pezones cuyo recuerdo lo atormentaba por las noches. El top dejaba ver una parte de su vientre antes de encontrarse con el pantalón blanco que se ajustaba a sus finas caderas y a sus piernas. En los pies llevaba sandalias planas a juego con sus uñas pintadas aún de rosa. Desde luego, él siempre se había fijado primero en los pechos y en las piernas de las mujeres... ¿cuándo había desarrollado esa fijación con los pies?, se preguntó, mientras intentaba controlar la tensión de su cuerpo y la hiperactividad de su libido.
Al levantar la vista, creyó ver algo que identificó como miedo en sus ojos cuando lo miraban. _____(tn) Barnes tenía un buen motivo para estar asustada: le había mentido sobre su nombre y sobre su estado civil. Había estado comiendo con Jan ese día para hacerle saber con mucho tacto que la consideraba una amiga y nada más. Ella se lo había tomado muy bien, sobre todo cuando él se ofreció a invertir en su agencia de modelos, y de la conversación que tuvieron después, él había descubierto el amor de Jemma por las plantas y que se había pasado dos años viviendo como una monja. Eso quería decir que o _____(tn) era una gran mentirosa, o una gran actriz o las dos cosas.
Como para confiar en Jan, se dijo ______(tn) mientras los dos seguían mirándose en silencio. Ella fue la primera en apartar la vista.
—En ese caso —dijo, agachándose para recoger la bolsa de las verduras—, sigúeme a la cocina y dime lo que me tengas que decir mientras yo guardo esto —y echó a andar por el pasillo, junto a la escalera, hacia el fondo de la casa.
No quería que Nick estuviera en su salón, ni en el resto de su casa, pero la cocina era lo suficientemente impersonal, se dijo. La cocina era amplia y estaba presidida por una mesa en el centro, pero ella dejó la bolsa sobre la encimera, junto a la ventana.
Al sentir su presencia tras ella se le erizaron los pelos de la nuca, y la cocina ya no le pareció tan grande.
—Tengo que poner esto en la nevera —le dijo, y se giró para ir hacia la nevera, encontrándoselo de frente.
—A lo mejor me venía también bien a mí —dijo él, bromeando.
A ____(tn) no le impresionó su juego de palabras y sin dejar lo que estaba haciendo, dijo:
—Entonces te daré un refresco —dijo, sarcásticamente y levantando una ceja.
Él estaba demasiado cerca, los ojos brillantes y el aroma de su colonia le trajo recuerdos de otros momentos, de otros lugares... un camarote de yate, por ejemplo. Pero no, tenía que dejar de pensar en aquello.
—No quiero un refresco, _____(tn) —rechazó Nick, decidido a ser razonable a pesar de que sus instintos más básicos le decían que la tomara en sus brazos y la besara hasta perder el sentido—. Lo que quiero es hablar de la posibilidad de romper los vínculos del testamento de tu tía, para que mi abuelo pueda comprarte la casa. Además, quiero que me expliques por qué me dijiste que estabas casada cuando nos conocimos en la isla hace un año —se detuvo, y esbozó una sonrisa —. Y también te quiero a ti... pero no necesariamente en ese orden.
Nick siguió sonriendo mientras le quitaba la lechuga que ella tenía en las manos y la dejaba en la encimera tras ellos. Después apoyó las manos en la encimera, atrapándola con sus brazos y su cuerpo.
Manten la calma, se decía ella, pero no pudo evitar gritar:
—Ni hablar de eso. Y tampoco de romper el testamento de mi tía. La casa no está en venta. Y no te debo ninguna explicación. De hecho, no te debo ni un minuto, dado que estás saliendo con mi hermana, pero si lo que te preocupa es que le cuente a Jan lo de nuestro breve e infortunado encuentro, puedes quedarte tranquilo. Antes me cortaría la lengua, que admitir haberte tocado.
—Entonces pedirte que te cases conmigo, está fuera de lugar, supongo —dijo Nick, pasando directamente al plan B, casi divertido.
—Supones bien. No me casaría con un cerdo mujeriego como tú aunque fueras el último hombre sobre la faz de la tierra —gritó _____(tn). Levantó la mano para apartarlo, pero al apoyar la palma sobre su pecho se dio cuenta de que había cometido un gran error.
Del rostro de Nick se desvaneció la sonrisa y sus ojos grises se tornaron de hielo.
—¿Ésa es la opinión que tienes de mí? Entonces no tengo nada que perder, ¿verdad? — la tomó en sus brazos con fuerza, la levantó y la besó con una pasión más dominante que el fruto del deseo.
Atrapada entre sus brazos y su cuerpo, ella no tenía escapatoria. Intentó apartar la cabeza, pero él la agarró con rapidez por la espalda y le puso una mano en la nuca, inmovilizándola contra sus labios. Ella podía sentir su cuerpo tenso y la dureza de su erección. Después y por sorpresa, cuando su lengua consiguió abrirse paso entre los labios de ella, ____(tn) notó en su cuerpo un cosquilleo de respuesta que le arrebató el aliento.
Aquello era lo que había estado tratando de apartar de su pensamiento un año entero... lo que la había asustado... la seducción completa de sus sentidos... pero estaba tentada. Una dulce calidez anidó en su pelvis e, incapaz de controlar su cuerpo traidor, se dejó llevar. Al sentir que ella se rendía, él la besó con más dulzura, apelando a su pericia erótica para acariciar y lamer con su lengua hasta hacer que ella sintiera su corazón a punto de estallar.
—Dios, ____(tn) —susurró él contra sus labios a la vez que le pasaba una mano sobre los pechos, deteniéndose en los duros pezones—. O ____(tuap), como sea que te llames. No he podido olvidar la última vez que te tuve en mis brazos, y quiero volver estar contigo de nuevo. Lo deseo locamente —dijo, y levantó la cabeza para mirarla fijamente a los ojos—. Di que sí.
Al oír a Nick llamarla ___(tuap), ____(tn) salió de su ensoñación y cayó en la cuenta de lo vergonzoso de su comportamiento. Sólo Alan la llamaba ___(tuap); cuando su tía Mary se la presentó como «____(tn)», él declaró que ese nombre era muy largo y la había llamado ____(tuap) hasta el día de su muerte. Oír ese nombre de boca de Nick le pareció la peor de las traiciones.
—¡No te atrevas a llamarme así! —gritó, y se sacudió hasta que consiguió liberarse de sus brazos y corrió a refugiarse tras la mesa redonda del centro de la cocina. Roja y temblorosa, se agarró al respaldo de una silla para no perder el equilibrio.
Nick se dio la vuelta y se recostó sobre la encimera. Al ver la fuerza con la que ella agarraba la silla y sus ojos asustados, maldijo entre dientes. No tenía que haber saltado sobre ella con tanta brusquedad, pero ella lo había enfurecido al llamarlo mujeriego, y había perdido el control, algo muy impropio de él.
—Con un «no» hubiera bastado, ____(tn) —dijo él, decidido a descubrir por qué no quería que la llamara ____(tuap). Pero aquél no era el mejor momento—. Nunca he obligado a nadie a que se acueste conmigo y no pretendo hacerlo contigo, así que puedes soltar esa silla. Acepto el trago que me has ofrecido antes.
—¿El trago que he ofrecido? —repitió ella en tono incrédulo—. ¿Estás loco? Quiero que salgas de mi casa. ¡Ahora!
—¿Esa es manera de tratar a los invitados? —Luke dio un paso adelante—. ¿Qué pensaría tu padre si supiera que su hija se ha comportado así con el nieto de uno de sus mayores accionistas? Y también está Jan, como antes has señalado —dijo, clavándole los ojos grises en el rostro.
—¿Mi padre? ¿Jan? —____(tn) no sabía dónde quería llegar, pero tuvo la desagradable sensación de que se trataba de una amenaza
—Jan, al igual que casi todo el mundo, cree que estás a un paso de la santidad y que has vivido como una monja desde que murió tu marido. Y la verdad es que yo no me dejaría cortar la lengua antes que admitir haberte tocado, como tú. De hecho, me haría muy feliz contarle a todo el mundo que te acostaste conmigo el año pasado, aunque tal vez eso estropee tu reputación de viuda perfecta.
Aquel duro comentario hirió a _____(tn) profundamente. Su dolor no era fingido. Echaba de menos a su marido todo el tiempo; le faltaba su amabilidad, su cariño, su conversación y la sensación de amor y seguridad absoluta que Alan le había aportado. Pero aquel idiota, que probablemente no había amado a nadie en su vida, tenía la cara dura de burlarse de su pérdida.
El desprecio de Nick por sus sentimientos, transformó su dolor en rabia, y _____(tn) soltó el respaldo de la silla y cuadró los hombros.
—¿De verdad harías eso? ¿Harías daño a Jan de ese modo? Lo cierto es que no me sorprende —añadió, sacudiendo la cabeza. Sin esperar respuesta, dijo—. Sigúeme y te serviré ese trago.
Salió de la cocina sin comprobar si la seguía y entró en el salón. Abrió una antigua vitrina y de ella sacó un vaso de fino cristal que llenó de whisky.
—Me temo que sólo tengo whisky —y se giró para ver que Luke estaba tras ella, mirando interesado a su alrededor—. Ten —dijo, y se cuidó de que sus dedos no se rozaran al pasarle el vaso.
—Gracias —respondió él, y levantó una ceja de un modo que sólo sirvió para recordarle a ella que tenía que librarse de él cuanto antes.
—Es de malta irlandesa, y creo que es muy bueno. Yo no lo bebo, pero Alan sabía bastante de whisky —dijo, y fue a sentarse en un sofá junto a la gran chimenea victoriana que presidía la sala—. Era su favorito. Ahora, dime qué es eso tan urgente que tenías que decirme para venir a mi casa —y lo observó caminar por la sala, súbitamente empequeñecida por su presencia, con el vaso en la mano—. Puedes sentarte.
—Prefiero estar de pie, gracias —respondió él. Nick se había dado cuenta de que aquél era el santuario del desaparecido Alan Barnes... Tomó una fotografía enmarcada de entre otras muchas que adornaban una consola e hizo una mueca. Era de la boda de Alan y ____(tn), y ella miraba a su marido con una sonrisa de adoración. El tierno pero triunfante rostro del novio lo decía todo. El hecho de que fuera bastante guapo, con el pelo rizado y los ojos azules y alegres, no ayudó a mejorar el humor de Nick—. Estabas muy guapa el día de tu boda —le dijo, mirándola. Ella hizo un gesto con la cabeza, pero no dijo nada.
Nick dejó la foto en su sitio y miró las demás. Había una foto de grupo de la boda; estaba claro que no había sido un enlace sencillo. En otra foto la feliz pareja estaba en una barbacoa con amigos, y en otra, ____(tn) al lado de su marido, junto a una piscina. La imagen de una _____(tn) casi desnuda con aquel diminuto biquini agrió los sentimientos de _____(tn) aún más.
Frunció el ceño y tomó un trago de la bebida; era cierto que era bueno, pero beber el whisky de otro hombre y desear a la mujer de un muerto le dejaba un sabor amargo en la boca. Fue hacia ella, que lo miraba con ojos fríos, y se sentó en el sofá frente a ella.
—Tu marido era atractivo. ¿Cuándo lo conociste? —preguntó Nick, sin saber muy bien por qué. Pero ___(tn) lo tenía fascinado, como ninguna otra mujer en años, o en toda su vida. Serena y bella en el exterior, él ya sabía que guardaba una pasión ardiente en su interior.
—¿Quieres una historia resumida de toda mi vida? —preguntó ella fríamente.
—Si eso es lo que quieres darme... sí—aceptó él.
____(tn) empezó a hablar a toda velocidad.
—Conocí a Alan cuando tenía doce años y él veintiuno. Era becario de investigación de mi tía Mary. Se convirtió en mi mejor amigo, y después en mi novio cuando yo salí del instituto. Me animó para convertirme en florista y me ayudó a montar mi negocio con Liz. Era amable, cariñoso y siempre estaba de mi lado. Nos casamos cuando yo tenía veintidós años y cuatro más tarde, él murió en un accidente haciendo vuelo sin motor.
—Tal vez fuera un modelo de virtud, pero también un poco estúpido para arriesgarse a perder la vida haciendo vuelo sin motor con una mujer preciosa, sexy y apasionada en casa —murmuró él,
A ______(tn) no le gustó lo de «sexy y apasionada», que no tenía nada que ver con ella, pero no cambió su expresión.
—No lo conociste, así que tu opinión es irrelevante.
—¿Era un amante apasionado?
—Eso no es asunto tuyo —soltó ella, ofendida por su atrevimiento—. Y ya que te he dicho lo que querías saber, ¿te importaría marcharte?
—Me gustaría acabarme el whisky primero —dijo, mostrando su vaso, y tomando un sorbo. Después estiró las piernas perezosamente.
_____(tn) pensó que había sido demasiado ingenua al creerlo cuando accedió a marcharse tan rápidamente. Deseó que se atragantara con el whisky, pero forzó una sonrisa y dijo dulcemente.
—Si tienes que hacerlo...
—Gracias. He de decir que tu marido tenía un gusto exquisito con el whisky, entre otras cosas —dijo, recorriendo su cuerpo con los ojos en un gesto muy masculino.
Ella estaba allí sentada, tan tímida y fría... y él sabía que no era ninguna de las dos cosas. Tenía la espalda recta, los brazos cruzados bajo aquellos pechos de lujuria, y las rodillas juntas. No podía estar más a la defensiva, y él se preguntó el motivo. Ya no era una niña, tenía veintiocho años, y no era virgen, así que, ¿por qué intentaba negar la química sexual que había entre ellos?
—¿Te has acostado con algún otro hombre aparte de conmigo después de la muerte de tu marido? —preguntó él, y sus ojos dorados brillaron de rabia.
—Desde luego que no —respondió ella sin pensarlo.
—Ya. ¿Y por qué yo? —repuso Nick, mirándola fijamente a los ojos—. Tengo derecho a saberlo. No me pasa todos los días que elija a una mujer hermosa, le haga el amor y después ella se ponga una alianza en el dedo mientras declara que está casada.
—Los hombres decentes no hacen eso —dijo ella, enfadada por las preguntas tan personales.
—Igualmente se podría decir que las mujeres decentes tampoco hacen eso —le espetó él secamente—. Eso nos iguala, ¿no te parece?
_____(tn) enrojeció ante el insultante comentario.
—Preferiría no estar aquí hablando contigo.
—Por desgracia, eso no es una opción. No tengo intención de marcharme hasta saber por qué te acostaste conmigo, aparte de por mis indudables encantos, desde luego —dijo con una sonrisa torcida—. Por lo que recuerdo caíste en mi cama por voluntad propia, y lo que siguió fue un encuentro de pasión salvaje satisfactorio para los dos. Pocas veces he estado con una mujer con la que me haya compenetrado tan bien, así que ¿por qué las mentiras con los nombres y con lo de tu matrimonio?
Se miraron en medio de un largo silencio cargado de tensión. Habían compartido un breve momento de apasionada intimidad que ____(tn) intentaba olvidar a toda cosa, a pesar de que su piel se encendía al recordarlo. Y en cuanto a lo de la compatibilidad... el estómago se le encogió y apartó la vista de él para dirigirla a la ventana.
No tenía nada en común con aquel millonario sofisticado que era Nick Jonas. Ella se había educado en una familia de clase media, y fue tras la muerte de su madre y el matrimonio de su padre con su secretaria cuando cambiaron su cómoda casita por el moderno piso en el centro y la empresa empezó a crecer a instancias de su nueva madrastra. Fue entonces cuando la familia se hizo muy rica, según su padre, aunque eso a ____(tn) no le afectaba. Ella vivía de su trabajo.
—Te he hecho una pregunta —dijo Nick. Por su expresión adivinó que sus pensamientos habían volado lejos de él y eso no le gustaba—. ¿Por qué mentiste?
El tono de su voz captó la atención de _____(tn). Pensar en el pasado no la ayudaba a superar aquella situación, y su sentido común le decía que Luke no se marcharía hasta tener una respuesta. Se levantó y lo miró.
—De acuerdo. Haremos un trato. Te diré lo que quieres saber —su sinceridad le empujaba a decirle la verdad—. Pero tienes que prometer que después te marcharas y no volverás a molestarme de nuevo.
—Me parece justo —aceptó él.
A ella no acababa de convencerle su palabra, pero decidió concederle el beneficio de la duda, aunque realmente no le quedaba otra opción para librarse de él. _____(tn) cruzó la sala, tomó su foto favorita de Alan de la consola y volvió al sofá. Miró la foto un momentó y, al levantar la vista, vio que Nick la miraba fijamente.
—El día que te conocí tenía que haber sido mi cuarto aniversario de boda —dijo ella. Al ver la mueca que hizo él, supo que había marcado un tanto—. Pero no fue sólo eso, sino una acumulación de... de desastres. Había llegado a Zante dos semanas antes, porque mi tía había insistido mucho. Era la primera vez que iba y ni siquiera sabía que mi tía tenía una casa allí. Ella quería verme por varios motivos, entre ellos, que el mes anterior, el médico le había dicho que le quedaba poco tiempo de vida. Yo estaba muy afectada, y ella murió pocos meses después de una fibrosis pulmonar —los ojos ambarinos de ____(tn) se llenaron de sombras—. Esta enfermedad suele estar asociada a la industria del asbestos, y mi tía debió contraerla años atrás, cuando la protección contra incendios de los laboratorios eran paredes y techos de ese material. Bueno, no estaban siendo las vacaciones más felices de mi vida —continuó—, pero tratamos de divertirnos. Trabajando en el jardín, me cayó una piedra en la mano y los dedos se me hincharon tanto que tuvieron que cortarme la alianza —miró a Nick, que tenía una expresión vacía—. Lo llevé a una joyería del pueblo para que lo repararan e intenté ponérmelo enseguida, pero aún tenía los dedos hinchados y no me entraba. Tú no lo entenderás, porque no has estado nunca casado, pero estaba muy disgustada. Normalmente no bebo, pero pedí un vaso de vino en la terraza de un bar mientras esperaba al autobús, pero el camarero trajo una jarra. Tomé un par de vasos, tal vez más, y estaba pensado en Alan y en nuestra boda cuando... bueno, ya sabes. Y apareciste tú —se detuvo y le ofreció la foto con toda la intención—. Échale un vistazo —él obedeció, pero no dijo nada—. Es mi foto favorita de Alan, y cuando te miré a los ojos ese día, me parecieron tan azules y cariñosos como los de él. Por eso te dije que me llamaba ____(tuap), que es como él me llamaba. Después, entre la confusión y la tristeza, te seguí. Admito que mi comportamiento fue lamentable, y para cuando recuperé la cordura me quedé horrorizada —levantó las cejas—. Tal vez fuera el reflejo del agua, porque tus ojos no son en absoluto como los de Alan, sino grises como el granito —dijo, y al ver que él fruncía el ceño, se dio cuenta de que estaba desviándose del tema—. Bueno, fui al baño, me vestí y me puse el anillo. Ya sabes el resto.
—¡Dios! —exclamó Nick, pensando que la furia iba a hacer presa de él. Oírle decir que se había quedado horrorizada después de hacer el amor con él ya era bastante terrible, con que el resto... —. ¿Quieres hacerme creer que te acostaste conmigo porque te recordaba a tu marido? —dejó la foto y se levantó para acercarse a ella—. No me parezco en nada a ese hombre.
Nunca se había sentido tan insultado en su vida y no iba a dejar que Jemma pisoteara su orgullo de ese modo. La miró de arriba abajo. El top de algodón se ajustaba a sus pechos sin dejar aire entre ellos.
Sorprendida por su enfado, _____(tn) vio sus mejillas ardientes y su mirada fría y se dijo que tal vez no hubiera sido buena idea contarle a aquel hombre tan arrogante toda la verdad. A su ego no le gustaría descubrir que lo habían utilizado. Entonces recordó su fama de mujeriego y sonrió.
—No he dicho que te parecieras a él, sino que tus ojos me parecieron azules- dijo, intentando apaciguarlo—. Pero eso ya no importa, porque me prometiste que te marcharías en cuanto te dijera la verdad, y eso he hecho.
______(tn) había respetado su parte del trato.
—Desde luego que me marcho —dijo él, y por un momento _____(tn) pensó que ya había acabado todo—. Pero primero te voy a demostrar que no engañas a nadie más que a ti misma —y antes de que ella pudiera reaccionar ante tan ofensiva declaración, él la abrazó y la apretó contra su cuerpo. Su boca sensual atrapó la de ella con una ferocidad punitiva.
Espero q les guste el cap
BIENVENIDAS NUEVAS LECTORAS :D
COMENTEN!!
byebye
_______(TN) APARCÓ el coche frente a su casa, tomó una bolsa llena de verduras del asiento del acompañante y fue hacia la puerta. El sol de junio lo iluminaba todo y ella se alegró de haber ido a East-bourne, a pesar de lo lejos que estaba.
Lo había pasado muy bien. Había ayudado a su suegro, Sid, en su huerto hasta que Mavis los llamó a comer. Por la tarde habían ido a dar un paseo por la playa y después visitaron la tumba de Alan.
La amabilidad de sus suegros había conseguido relegar el mal momento de la noche anterior al fondo de su mente, donde tenía que estar.
Nick Jonas fue para ella un terrible error, fruto de la depresión y el vino. Aquello fue tan ajeno a su carácter que casi le parecía una alucinación.
Sin prestar atención al deportivo negro aparcado en la calle, ____(tn) sacó de su bolso la llave de casa y abrió la puerta. Dejó la bolsa en el suelo y cuando se volvió para cerrar, soltó un grito.
—¿Puedo entrar? —Nick Jonas estaba en el umbral, justo detrás de ella—. Tenemos que hablar, ______(tn) —levantó una ceja, maliciosamente—. ¿O tal vez debiera llamarte _____(tuap)?
Con los ojos muy abiertos, sorprendida por su presencia en la casa, montó en cólera.
—No quiero que me llames nada. ¡ Sal de mi casa inmediatamente!
—¡Qué temperamento! Vaya, me sorprendes. ¿Qué tiene de malo que dos amigos se vean inesperadamente y tengan una charla informal? —dijo él, cínicamente.
____(tn), haciendo un tremendo esfuerzo, intentó pensar con claridad. Deseó no haber conocido nunca a Nick Jonas, y lo que más deseaba en ese momento era echarlo de su casa, pero con sólo ver su gesto de determinación, se dio cuenta de que esa opción era inviable.
Llevaba una chaqueta de cuero marrón clara que se ajustaba perfectamente a sus anchos hombros y una camisa blanca ligeramente abierta que contrastaba con su piel bronceada y el pelo negro y rizado que le crecía en el pecho. Los pantalones de pinzas le quedaban igualmente bien.
Mucho más alto que ella, la miraba con un aire masculino y decididamente amenazador.
______(tn), negándose a sentirse amenazada en su propia casa, se puso recta y levantó la barbilla. Sus ojos ambarinos se encontraron con los grises de Luke y se preguntó una vez más cómo había podido pensar que eran del mismo azul que los de Alan. Tembló levemente, y apartó el recuerdo de su mente. Tenía que mantener la calma; él era el novio de su hermanastra y no tenía nada que hacer con ella.
—No sé cómo te has enterado de dónde vivo, pero no me hace gracia que te presentes en mi casa por sorpresa. No tengo nada que decirte y lo que quiero es que te marches.
—Jan me lo dijo, de hecho, dice muchas cosas, y siento molestarte, Jemma, pero no pienso marcharme hasta que no me hayas contestado a algunas preguntas —dijo él con suavidad.
La agresividad con la que había reaccionado al verlo, le indicaba a Nick que ella no era tan inmune a su presencia como quería hacer ver. La miró fijamente a la cara, y después fue bajando lentamente por su cuerpo. Tenía el pelo recogido en la nuca con un lazo amarillo que caía sobre su espalda y llevaba un bonito suéter de punto que se ceñía a sus pechos, altos y hermosos, y revelaba que no llevaba sujetador al marcar los pezones cuyo recuerdo lo atormentaba por las noches. El top dejaba ver una parte de su vientre antes de encontrarse con el pantalón blanco que se ajustaba a sus finas caderas y a sus piernas. En los pies llevaba sandalias planas a juego con sus uñas pintadas aún de rosa. Desde luego, él siempre se había fijado primero en los pechos y en las piernas de las mujeres... ¿cuándo había desarrollado esa fijación con los pies?, se preguntó, mientras intentaba controlar la tensión de su cuerpo y la hiperactividad de su libido.
Al levantar la vista, creyó ver algo que identificó como miedo en sus ojos cuando lo miraban. _____(tn) Barnes tenía un buen motivo para estar asustada: le había mentido sobre su nombre y sobre su estado civil. Había estado comiendo con Jan ese día para hacerle saber con mucho tacto que la consideraba una amiga y nada más. Ella se lo había tomado muy bien, sobre todo cuando él se ofreció a invertir en su agencia de modelos, y de la conversación que tuvieron después, él había descubierto el amor de Jemma por las plantas y que se había pasado dos años viviendo como una monja. Eso quería decir que o _____(tn) era una gran mentirosa, o una gran actriz o las dos cosas.
Como para confiar en Jan, se dijo ______(tn) mientras los dos seguían mirándose en silencio. Ella fue la primera en apartar la vista.
—En ese caso —dijo, agachándose para recoger la bolsa de las verduras—, sigúeme a la cocina y dime lo que me tengas que decir mientras yo guardo esto —y echó a andar por el pasillo, junto a la escalera, hacia el fondo de la casa.
No quería que Nick estuviera en su salón, ni en el resto de su casa, pero la cocina era lo suficientemente impersonal, se dijo. La cocina era amplia y estaba presidida por una mesa en el centro, pero ella dejó la bolsa sobre la encimera, junto a la ventana.
Al sentir su presencia tras ella se le erizaron los pelos de la nuca, y la cocina ya no le pareció tan grande.
—Tengo que poner esto en la nevera —le dijo, y se giró para ir hacia la nevera, encontrándoselo de frente.
—A lo mejor me venía también bien a mí —dijo él, bromeando.
A ____(tn) no le impresionó su juego de palabras y sin dejar lo que estaba haciendo, dijo:
—Entonces te daré un refresco —dijo, sarcásticamente y levantando una ceja.
Él estaba demasiado cerca, los ojos brillantes y el aroma de su colonia le trajo recuerdos de otros momentos, de otros lugares... un camarote de yate, por ejemplo. Pero no, tenía que dejar de pensar en aquello.
—No quiero un refresco, _____(tn) —rechazó Nick, decidido a ser razonable a pesar de que sus instintos más básicos le decían que la tomara en sus brazos y la besara hasta perder el sentido—. Lo que quiero es hablar de la posibilidad de romper los vínculos del testamento de tu tía, para que mi abuelo pueda comprarte la casa. Además, quiero que me expliques por qué me dijiste que estabas casada cuando nos conocimos en la isla hace un año —se detuvo, y esbozó una sonrisa —. Y también te quiero a ti... pero no necesariamente en ese orden.
Nick siguió sonriendo mientras le quitaba la lechuga que ella tenía en las manos y la dejaba en la encimera tras ellos. Después apoyó las manos en la encimera, atrapándola con sus brazos y su cuerpo.
Manten la calma, se decía ella, pero no pudo evitar gritar:
—Ni hablar de eso. Y tampoco de romper el testamento de mi tía. La casa no está en venta. Y no te debo ninguna explicación. De hecho, no te debo ni un minuto, dado que estás saliendo con mi hermana, pero si lo que te preocupa es que le cuente a Jan lo de nuestro breve e infortunado encuentro, puedes quedarte tranquilo. Antes me cortaría la lengua, que admitir haberte tocado.
—Entonces pedirte que te cases conmigo, está fuera de lugar, supongo —dijo Nick, pasando directamente al plan B, casi divertido.
—Supones bien. No me casaría con un cerdo mujeriego como tú aunque fueras el último hombre sobre la faz de la tierra —gritó _____(tn). Levantó la mano para apartarlo, pero al apoyar la palma sobre su pecho se dio cuenta de que había cometido un gran error.
Del rostro de Nick se desvaneció la sonrisa y sus ojos grises se tornaron de hielo.
—¿Ésa es la opinión que tienes de mí? Entonces no tengo nada que perder, ¿verdad? — la tomó en sus brazos con fuerza, la levantó y la besó con una pasión más dominante que el fruto del deseo.
Atrapada entre sus brazos y su cuerpo, ella no tenía escapatoria. Intentó apartar la cabeza, pero él la agarró con rapidez por la espalda y le puso una mano en la nuca, inmovilizándola contra sus labios. Ella podía sentir su cuerpo tenso y la dureza de su erección. Después y por sorpresa, cuando su lengua consiguió abrirse paso entre los labios de ella, ____(tn) notó en su cuerpo un cosquilleo de respuesta que le arrebató el aliento.
Aquello era lo que había estado tratando de apartar de su pensamiento un año entero... lo que la había asustado... la seducción completa de sus sentidos... pero estaba tentada. Una dulce calidez anidó en su pelvis e, incapaz de controlar su cuerpo traidor, se dejó llevar. Al sentir que ella se rendía, él la besó con más dulzura, apelando a su pericia erótica para acariciar y lamer con su lengua hasta hacer que ella sintiera su corazón a punto de estallar.
—Dios, ____(tn) —susurró él contra sus labios a la vez que le pasaba una mano sobre los pechos, deteniéndose en los duros pezones—. O ____(tuap), como sea que te llames. No he podido olvidar la última vez que te tuve en mis brazos, y quiero volver estar contigo de nuevo. Lo deseo locamente —dijo, y levantó la cabeza para mirarla fijamente a los ojos—. Di que sí.
Al oír a Nick llamarla ___(tuap), ____(tn) salió de su ensoñación y cayó en la cuenta de lo vergonzoso de su comportamiento. Sólo Alan la llamaba ___(tuap); cuando su tía Mary se la presentó como «____(tn)», él declaró que ese nombre era muy largo y la había llamado ____(tuap) hasta el día de su muerte. Oír ese nombre de boca de Nick le pareció la peor de las traiciones.
—¡No te atrevas a llamarme así! —gritó, y se sacudió hasta que consiguió liberarse de sus brazos y corrió a refugiarse tras la mesa redonda del centro de la cocina. Roja y temblorosa, se agarró al respaldo de una silla para no perder el equilibrio.
Nick se dio la vuelta y se recostó sobre la encimera. Al ver la fuerza con la que ella agarraba la silla y sus ojos asustados, maldijo entre dientes. No tenía que haber saltado sobre ella con tanta brusquedad, pero ella lo había enfurecido al llamarlo mujeriego, y había perdido el control, algo muy impropio de él.
—Con un «no» hubiera bastado, ____(tn) —dijo él, decidido a descubrir por qué no quería que la llamara ____(tuap). Pero aquél no era el mejor momento—. Nunca he obligado a nadie a que se acueste conmigo y no pretendo hacerlo contigo, así que puedes soltar esa silla. Acepto el trago que me has ofrecido antes.
—¿El trago que he ofrecido? —repitió ella en tono incrédulo—. ¿Estás loco? Quiero que salgas de mi casa. ¡Ahora!
—¿Esa es manera de tratar a los invitados? —Luke dio un paso adelante—. ¿Qué pensaría tu padre si supiera que su hija se ha comportado así con el nieto de uno de sus mayores accionistas? Y también está Jan, como antes has señalado —dijo, clavándole los ojos grises en el rostro.
—¿Mi padre? ¿Jan? —____(tn) no sabía dónde quería llegar, pero tuvo la desagradable sensación de que se trataba de una amenaza
—Jan, al igual que casi todo el mundo, cree que estás a un paso de la santidad y que has vivido como una monja desde que murió tu marido. Y la verdad es que yo no me dejaría cortar la lengua antes que admitir haberte tocado, como tú. De hecho, me haría muy feliz contarle a todo el mundo que te acostaste conmigo el año pasado, aunque tal vez eso estropee tu reputación de viuda perfecta.
Aquel duro comentario hirió a _____(tn) profundamente. Su dolor no era fingido. Echaba de menos a su marido todo el tiempo; le faltaba su amabilidad, su cariño, su conversación y la sensación de amor y seguridad absoluta que Alan le había aportado. Pero aquel idiota, que probablemente no había amado a nadie en su vida, tenía la cara dura de burlarse de su pérdida.
El desprecio de Nick por sus sentimientos, transformó su dolor en rabia, y _____(tn) soltó el respaldo de la silla y cuadró los hombros.
—¿De verdad harías eso? ¿Harías daño a Jan de ese modo? Lo cierto es que no me sorprende —añadió, sacudiendo la cabeza. Sin esperar respuesta, dijo—. Sigúeme y te serviré ese trago.
Salió de la cocina sin comprobar si la seguía y entró en el salón. Abrió una antigua vitrina y de ella sacó un vaso de fino cristal que llenó de whisky.
—Me temo que sólo tengo whisky —y se giró para ver que Luke estaba tras ella, mirando interesado a su alrededor—. Ten —dijo, y se cuidó de que sus dedos no se rozaran al pasarle el vaso.
—Gracias —respondió él, y levantó una ceja de un modo que sólo sirvió para recordarle a ella que tenía que librarse de él cuanto antes.
—Es de malta irlandesa, y creo que es muy bueno. Yo no lo bebo, pero Alan sabía bastante de whisky —dijo, y fue a sentarse en un sofá junto a la gran chimenea victoriana que presidía la sala—. Era su favorito. Ahora, dime qué es eso tan urgente que tenías que decirme para venir a mi casa —y lo observó caminar por la sala, súbitamente empequeñecida por su presencia, con el vaso en la mano—. Puedes sentarte.
—Prefiero estar de pie, gracias —respondió él. Nick se había dado cuenta de que aquél era el santuario del desaparecido Alan Barnes... Tomó una fotografía enmarcada de entre otras muchas que adornaban una consola e hizo una mueca. Era de la boda de Alan y ____(tn), y ella miraba a su marido con una sonrisa de adoración. El tierno pero triunfante rostro del novio lo decía todo. El hecho de que fuera bastante guapo, con el pelo rizado y los ojos azules y alegres, no ayudó a mejorar el humor de Nick—. Estabas muy guapa el día de tu boda —le dijo, mirándola. Ella hizo un gesto con la cabeza, pero no dijo nada.
Nick dejó la foto en su sitio y miró las demás. Había una foto de grupo de la boda; estaba claro que no había sido un enlace sencillo. En otra foto la feliz pareja estaba en una barbacoa con amigos, y en otra, ____(tn) al lado de su marido, junto a una piscina. La imagen de una _____(tn) casi desnuda con aquel diminuto biquini agrió los sentimientos de _____(tn) aún más.
Frunció el ceño y tomó un trago de la bebida; era cierto que era bueno, pero beber el whisky de otro hombre y desear a la mujer de un muerto le dejaba un sabor amargo en la boca. Fue hacia ella, que lo miraba con ojos fríos, y se sentó en el sofá frente a ella.
—Tu marido era atractivo. ¿Cuándo lo conociste? —preguntó Nick, sin saber muy bien por qué. Pero ___(tn) lo tenía fascinado, como ninguna otra mujer en años, o en toda su vida. Serena y bella en el exterior, él ya sabía que guardaba una pasión ardiente en su interior.
—¿Quieres una historia resumida de toda mi vida? —preguntó ella fríamente.
—Si eso es lo que quieres darme... sí—aceptó él.
____(tn) empezó a hablar a toda velocidad.
—Conocí a Alan cuando tenía doce años y él veintiuno. Era becario de investigación de mi tía Mary. Se convirtió en mi mejor amigo, y después en mi novio cuando yo salí del instituto. Me animó para convertirme en florista y me ayudó a montar mi negocio con Liz. Era amable, cariñoso y siempre estaba de mi lado. Nos casamos cuando yo tenía veintidós años y cuatro más tarde, él murió en un accidente haciendo vuelo sin motor.
—Tal vez fuera un modelo de virtud, pero también un poco estúpido para arriesgarse a perder la vida haciendo vuelo sin motor con una mujer preciosa, sexy y apasionada en casa —murmuró él,
A ______(tn) no le gustó lo de «sexy y apasionada», que no tenía nada que ver con ella, pero no cambió su expresión.
—No lo conociste, así que tu opinión es irrelevante.
—¿Era un amante apasionado?
—Eso no es asunto tuyo —soltó ella, ofendida por su atrevimiento—. Y ya que te he dicho lo que querías saber, ¿te importaría marcharte?
—Me gustaría acabarme el whisky primero —dijo, mostrando su vaso, y tomando un sorbo. Después estiró las piernas perezosamente.
_____(tn) pensó que había sido demasiado ingenua al creerlo cuando accedió a marcharse tan rápidamente. Deseó que se atragantara con el whisky, pero forzó una sonrisa y dijo dulcemente.
—Si tienes que hacerlo...
—Gracias. He de decir que tu marido tenía un gusto exquisito con el whisky, entre otras cosas —dijo, recorriendo su cuerpo con los ojos en un gesto muy masculino.
Ella estaba allí sentada, tan tímida y fría... y él sabía que no era ninguna de las dos cosas. Tenía la espalda recta, los brazos cruzados bajo aquellos pechos de lujuria, y las rodillas juntas. No podía estar más a la defensiva, y él se preguntó el motivo. Ya no era una niña, tenía veintiocho años, y no era virgen, así que, ¿por qué intentaba negar la química sexual que había entre ellos?
—¿Te has acostado con algún otro hombre aparte de conmigo después de la muerte de tu marido? —preguntó él, y sus ojos dorados brillaron de rabia.
—Desde luego que no —respondió ella sin pensarlo.
—Ya. ¿Y por qué yo? —repuso Nick, mirándola fijamente a los ojos—. Tengo derecho a saberlo. No me pasa todos los días que elija a una mujer hermosa, le haga el amor y después ella se ponga una alianza en el dedo mientras declara que está casada.
—Los hombres decentes no hacen eso —dijo ella, enfadada por las preguntas tan personales.
—Igualmente se podría decir que las mujeres decentes tampoco hacen eso —le espetó él secamente—. Eso nos iguala, ¿no te parece?
_____(tn) enrojeció ante el insultante comentario.
—Preferiría no estar aquí hablando contigo.
—Por desgracia, eso no es una opción. No tengo intención de marcharme hasta saber por qué te acostaste conmigo, aparte de por mis indudables encantos, desde luego —dijo con una sonrisa torcida—. Por lo que recuerdo caíste en mi cama por voluntad propia, y lo que siguió fue un encuentro de pasión salvaje satisfactorio para los dos. Pocas veces he estado con una mujer con la que me haya compenetrado tan bien, así que ¿por qué las mentiras con los nombres y con lo de tu matrimonio?
Se miraron en medio de un largo silencio cargado de tensión. Habían compartido un breve momento de apasionada intimidad que ____(tn) intentaba olvidar a toda cosa, a pesar de que su piel se encendía al recordarlo. Y en cuanto a lo de la compatibilidad... el estómago se le encogió y apartó la vista de él para dirigirla a la ventana.
No tenía nada en común con aquel millonario sofisticado que era Nick Jonas. Ella se había educado en una familia de clase media, y fue tras la muerte de su madre y el matrimonio de su padre con su secretaria cuando cambiaron su cómoda casita por el moderno piso en el centro y la empresa empezó a crecer a instancias de su nueva madrastra. Fue entonces cuando la familia se hizo muy rica, según su padre, aunque eso a ____(tn) no le afectaba. Ella vivía de su trabajo.
—Te he hecho una pregunta —dijo Nick. Por su expresión adivinó que sus pensamientos habían volado lejos de él y eso no le gustaba—. ¿Por qué mentiste?
El tono de su voz captó la atención de _____(tn). Pensar en el pasado no la ayudaba a superar aquella situación, y su sentido común le decía que Luke no se marcharía hasta tener una respuesta. Se levantó y lo miró.
—De acuerdo. Haremos un trato. Te diré lo que quieres saber —su sinceridad le empujaba a decirle la verdad—. Pero tienes que prometer que después te marcharas y no volverás a molestarme de nuevo.
—Me parece justo —aceptó él.
A ella no acababa de convencerle su palabra, pero decidió concederle el beneficio de la duda, aunque realmente no le quedaba otra opción para librarse de él. _____(tn) cruzó la sala, tomó su foto favorita de Alan de la consola y volvió al sofá. Miró la foto un momentó y, al levantar la vista, vio que Nick la miraba fijamente.
—El día que te conocí tenía que haber sido mi cuarto aniversario de boda —dijo ella. Al ver la mueca que hizo él, supo que había marcado un tanto—. Pero no fue sólo eso, sino una acumulación de... de desastres. Había llegado a Zante dos semanas antes, porque mi tía había insistido mucho. Era la primera vez que iba y ni siquiera sabía que mi tía tenía una casa allí. Ella quería verme por varios motivos, entre ellos, que el mes anterior, el médico le había dicho que le quedaba poco tiempo de vida. Yo estaba muy afectada, y ella murió pocos meses después de una fibrosis pulmonar —los ojos ambarinos de ____(tn) se llenaron de sombras—. Esta enfermedad suele estar asociada a la industria del asbestos, y mi tía debió contraerla años atrás, cuando la protección contra incendios de los laboratorios eran paredes y techos de ese material. Bueno, no estaban siendo las vacaciones más felices de mi vida —continuó—, pero tratamos de divertirnos. Trabajando en el jardín, me cayó una piedra en la mano y los dedos se me hincharon tanto que tuvieron que cortarme la alianza —miró a Nick, que tenía una expresión vacía—. Lo llevé a una joyería del pueblo para que lo repararan e intenté ponérmelo enseguida, pero aún tenía los dedos hinchados y no me entraba. Tú no lo entenderás, porque no has estado nunca casado, pero estaba muy disgustada. Normalmente no bebo, pero pedí un vaso de vino en la terraza de un bar mientras esperaba al autobús, pero el camarero trajo una jarra. Tomé un par de vasos, tal vez más, y estaba pensado en Alan y en nuestra boda cuando... bueno, ya sabes. Y apareciste tú —se detuvo y le ofreció la foto con toda la intención—. Échale un vistazo —él obedeció, pero no dijo nada—. Es mi foto favorita de Alan, y cuando te miré a los ojos ese día, me parecieron tan azules y cariñosos como los de él. Por eso te dije que me llamaba ____(tuap), que es como él me llamaba. Después, entre la confusión y la tristeza, te seguí. Admito que mi comportamiento fue lamentable, y para cuando recuperé la cordura me quedé horrorizada —levantó las cejas—. Tal vez fuera el reflejo del agua, porque tus ojos no son en absoluto como los de Alan, sino grises como el granito —dijo, y al ver que él fruncía el ceño, se dio cuenta de que estaba desviándose del tema—. Bueno, fui al baño, me vestí y me puse el anillo. Ya sabes el resto.
—¡Dios! —exclamó Nick, pensando que la furia iba a hacer presa de él. Oírle decir que se había quedado horrorizada después de hacer el amor con él ya era bastante terrible, con que el resto... —. ¿Quieres hacerme creer que te acostaste conmigo porque te recordaba a tu marido? —dejó la foto y se levantó para acercarse a ella—. No me parezco en nada a ese hombre.
Nunca se había sentido tan insultado en su vida y no iba a dejar que Jemma pisoteara su orgullo de ese modo. La miró de arriba abajo. El top de algodón se ajustaba a sus pechos sin dejar aire entre ellos.
Sorprendida por su enfado, _____(tn) vio sus mejillas ardientes y su mirada fría y se dijo que tal vez no hubiera sido buena idea contarle a aquel hombre tan arrogante toda la verdad. A su ego no le gustaría descubrir que lo habían utilizado. Entonces recordó su fama de mujeriego y sonrió.
—No he dicho que te parecieras a él, sino que tus ojos me parecieron azules- dijo, intentando apaciguarlo—. Pero eso ya no importa, porque me prometiste que te marcharías en cuanto te dijera la verdad, y eso he hecho.
______(tn) había respetado su parte del trato.
—Desde luego que me marcho —dijo él, y por un momento _____(tn) pensó que ya había acabado todo—. Pero primero te voy a demostrar que no engañas a nadie más que a ti misma —y antes de que ella pudiera reaccionar ante tan ofensiva declaración, él la abrazó y la apretó contra su cuerpo. Su boca sensual atrapó la de ella con una ferocidad punitiva.
Espero q les guste el cap
BIENVENIDAS NUEVAS LECTORAS :D
COMENTEN!!
byebye
maru!!
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