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El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Uffff si supueran que no me he desahogado asi con nadie!x) es bueno escribirlo! Y si no fuera por este estupido iPod escribiria mas bien!>:c
AniitaRP4
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Al fin llegue a la pagina 14!:D espero tu nove ! Hablamos luego!:$
AniitaRP4
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Ana no sos la única con esa loca obsesión jajajaja me pasa lo mismo la diferencia que no es con Joseph si no con Nicholas e.e
Me cree un cuenta twitter por los tres, mes descargue el App por los tres, también cuentas en Instagram, Vine y Cinemagram solo por ellos, siento que estoy un poquito cerca de ellos(? Te re entiendo en ese sentido. Yo también tengo 16 años y en un mes cumplo 17 y bueno estoy re obsesionada con Nicho si se casara jamás lo voy a superar, es mi debilidad.
Al igual que vos no me quiero ir de este mundo sin por lo menos tocarlos, abrazarlo, que sepan que al menos existo aunque sea por 40 segundos. En este tour tenía la posibilidad de comprarme el M&G pero por una maldita tarjeta no pude, no conseguí :c dos años de ahorro no sirvieron para conocerlos :c para colmo comprándome la entrada quede en cero, así que otra vez empiezo de cero y espero ojalá conocerlos la próxima vez. Si en este tour no los pude conocer por algo sera asdfghjklñ.
PD: Me llamo Denise(como la suegra ah) pero todos me dicen Micaela que es mi segundo nombre xD y soy de Argentina.
Me cree un cuenta twitter por los tres, mes descargue el App por los tres, también cuentas en Instagram, Vine y Cinemagram solo por ellos, siento que estoy un poquito cerca de ellos(? Te re entiendo en ese sentido. Yo también tengo 16 años y en un mes cumplo 17 y bueno estoy re obsesionada con Nicho si se casara jamás lo voy a superar, es mi debilidad.
Al igual que vos no me quiero ir de este mundo sin por lo menos tocarlos, abrazarlo, que sepan que al menos existo aunque sea por 40 segundos. En este tour tenía la posibilidad de comprarme el M&G pero por una maldita tarjeta no pude, no conseguí :c dos años de ahorro no sirvieron para conocerlos :c para colmo comprándome la entrada quede en cero, así que otra vez empiezo de cero y espero ojalá conocerlos la próxima vez. Si en este tour no los pude conocer por algo sera asdfghjklñ.
PD: Me llamo Denise(como la suegra ah) pero todos me dicen Micaela que es mi segundo nombre xD y soy de Argentina.
PLEASE SEGUILAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!
M i c a e l a
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Hahajahajahhaah! Mica! Se que podremos conocerloooos!:DDD y me alegro de que no sea la unicaaa!n,n
AniitaRP4
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Holaaaa!! nueva lectora!!! :amor:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
:bye:
Invitado
Invitado
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Guaaaaaaauuuu!!!! Joe se comporto como una bestia como le hizo eso a la rayis ........ Aaaaaahh siguela porfisssss
chelis
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
ESPERAR HASTA LA SEMANA QUE VIENE!:c QUE TORTURAAAAAA!:c
AniitaRP4
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
bueno aniita, micaela y todo el q lo lea les cuento q no son las unicas obsesivas con los joe aunq les digo q mi obsesión es x los 3 ya tengo 20 años a pundo de cumplir 21; y fui al concierto + la prueba de sonido hice de todo pero lo q me falto fue el m&g... aun asi sigo en esa onda y ahora mas q nunca me siento orgullosa de ser JONATICA... todos dicen q cuando madurare pero no es cuestión de madurar es q me encantan y son mis ídolos y creo q asi tenga 60 años los seguiré y no me da pena de decir q son mis idolos a parte de ellos me encanta(miley, selena,demi,taylor y todo tipo de musica) en fin ya seguire con mas capitulos el martes me ire de vacaciones ok y regresare el lunes ya están avisadas :).
Aprecio todos sus comentarios chicas de verdad son las mejores xD
gracias x el apoyo ;)
Aprecio todos sus comentarios chicas de verdad son las mejores xD
gracias x el apoyo ;)
ElitzJb
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
CrisJonaSchmidt escribió:Holaaaa!! nueva lectora!!! :amor:
Ame tu novee! esta genial!! :aah:
Siguela.... besos! :hug:
:bye:
se bienvenida cariño me alegra mucho saber q te gusta xD
ya la seguiré
espero q la sigas disfrutando okis ;)
ElitzJb
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
Capitulo X
(parte uno)
__tn permanecía acostada en la oscuridad, escuchando la tranquila respiración de Joseph mientras dormía, y se encogió cuando él se movió en su sueño y le cubrió un seno con la mano. Lentamente, temerosa de despertarlo, se retiró muy despacio de su mano y se levantó de la cama. No podía seguir allí, echada al lado de Joseph, cuando todos los nervios de su cuerpo gritaban llenos de tensión. Iría a dar un paseo, trataría de calmarse y de aclarar sus confusas emociones.
En silencio, se puso el pantalón y el suéter y atravesó la puerta corredera para salir a la terraza. Sus pies descalzos no hacían ningún ruido mientras caminaba despacio por la terraza, contemplando el débil brillo de las olas que se estrellaban contra las rocas. La playa la atraía. Podría ir hasta allí sin correr el riesgo de despertar a nadie. Dudaba que hubiese alguien levantado. Debía de estar a punto de amanecer; o tal vez no, pero tenía la sensación haber estado horas metida en aquel dormitorio con Joseph.
El abatimiento pesaba sobre sus hombros como una roca. Qué estúpida, qué tonta había sido al pensar que podría controlar a Joseph aunque fuese por un momento. Tal vez habría podido si él la hubiese amado, pero la cruda verdad era que Joseph no sentía por ella nada salvo lujuria, y ahora __tn tendría que vivir con esa certeza.
Caminó despacio por el borde del acantilado, buscando el angosto y pedregoso camino que descendía hasta la playa. Cuando lo hubo encontrado, empezó a bajar con cuidado, consciente de las traicioneras piedras sueltas que había en el sendero. Al llegar a la playa, descubrió que solo quedaba una estrecha franja de arena a causa de la marea y que las olas le azotaban los tobillos mientras caminaba. La marea debía de estar subiendo, se dijo distraídamente; tendría que estar atenta y subir antes de que el mar se tragara por completo la playa.
Por un momento, había conseguido desterrar sus pensamientos sobre Joseph, pero dichos pensamientos volvieron, y se precipitaron sobre su cansada mente como aves de presa. __tn había apostado su felicidad en su lucha con Joseph, y había perdido. Había entregado su inocencia a un hombre que no la amaba; todo para nada. ¡Para nada! Durante las oscuras y salvajes horas de aquella noche, __tn había comprendido que no había ganado nada, y que él lo había ganado todo. Joseph tan solo había deseado el alivio que podía proporcionarle su cuerpo, no su virginidad ni su amor. Se sentía utilizada, degradada, y lo más amargo era saber que tendría que soportar aquella situación hasta el final. Él jamás la dejaría marchar. __tn había aprendido, muy a su pesar, que la misericordia no formaba pare del carácter de Joseph.
La tristeza casi la ahogaba. No había sido en absoluto como ella había esperado. Quizá si él hubiese sido tierno, amable y cariñoso, no se sentiría tan angustiada y destrozada. Tal vez, si no hubiese estado tan frustrado, si no hubiese bebido tanto ouzo, Joseph habría sido más paciente, habría sabido cómo disipar su miedo. ¡Si...! __tn trató de excusarlo, diciéndose que sólo ella tenía la culpa, que tendría que haberlo obligado a escucharla mucho antes.
Una repentina ola se estrelló contra sus rodillas, y __tn , sobresaltada, miró a su alrededor. La marea seguía subiendo, y el camino estaba en la otra punta de la playa. Decidiendo que caminar por las rocas sería más fácil que avanzar contra la fuerza del agua, se subió a las dentadas piedras que bordeaban la playa y se puso en marcha. Tenía que medir cada paso, pues la luz de la luna era traicionera y hacía que calculara mal las distancias. Se torció los tobillos varias veces, pese a que avanzaba con todo el cuidado del mundo, pero siguió adelante; finalmente, alzó la mirada y vio que el camino estaba a pocos metros.
Aliviada, se enderezó y puso el pie sobre una roca lisa; pero la roca estaba suelta y cedió, rodando y precipitándose hasta el agua. Por un momento, __tn se tambaleó. Intentó recuperar el equilibrio, pero cayó de lado al deslizarse otra piedra bajo sus pies. Se golpeó la cabeza contra una roca y sintió en el estómago una instantánea sensación de náuseas; sólo el instinto la impulsó a aferrarse a las rocas para tratar de interrumpir la caída, pero las rocas se desprendieron y la hicieran caer, golpeándola mientras rodaban por la pendiente y arrastrando consigo otras rocas. __tn había provocado una pequeña avalancha que se precipitó sobre ella.
Cuando hubo cesado la lluvia de piedras, levantó la cabeza y resolló dolorida, sin saber con seguridad qué había ocurrido. La cabeza le palpitaba de forma alarmante; alzó la mano y palpó el chichón que empezaba a formársele rápidamente debajo del cabello. Por lo menos, no sangraba ni se había caído al agua. Permaneció sentada un momento, tratando de centrar su visión y de combatir las náuseas. Pero estas prevalecieron, y __tn vomitó sin poder evitarlo, aunque después no se sintió mejor. Comprendió que el golpe que se había dado en la cabeza había sido más fuerte de lo que había pensado; una rápida exploración con los dedos le indicó que la hinchazón comenzaba a extenderse por todo un lado de la cabeza.
__tn empezó a temblar sin control.
Quedándose allí sentada no conseguiría nada; tenía que llegar hasta la casa y despertar a alguien para que avisara a un médico. Intentó incorporarse y gimió al sentir una punzada de dolor en la cabeza. Sus piernas parecían pesos muertos; se negaban a moverse. __tn lo intentó otra vez, y sólo cuando otra roca se desprendió de su lugar, debido a sus forcejeos, vio las piedras que se habían amontonado sobre sus piernas.
Con razón no podía levantarse, se dijo aturdida mientras empujaba las piedras. Logró retirar algunas, pese al mareo que la tentaba a recostar la cabeza y descansar. Las piedras cayeron al mar, que se agitaba unos pocos metros más abajo.
Pero otras rocas pesaban demasiado; tenía atrapada la parte inferior de las piernas. Había convertido su paseo nocturno en una pesadilla, como había hecho con su matrimonio. ¡Parecía incapaz de hacer nada a derechas! Se echó a reír con impotencia, pero la cabeza le dolía y tuvo que parar.
Intentó gritar, a sabiendas de que nadie oiría sus gritos por encima del fragor de la marea, sobre todo cuando se hallaba tan lejos de la casa, y la cabeza le dolió incluso más que cuando se echó a reír. Guardó silencio y echó la cabeza hacia atrás para ver las dos lunas que se agitaban frenéticamente en el cielo. Dos lunas. Lo veía todo doble.
Una ola le azotó el rostro y aclaró sus sentidos por un momento. La marea continuaba subiendo. ¿Hasta dónde subía en aquella parte de la isla? __tn no recordaba haberse fijado. ¿Habría subido ya del todo? ¿Retrocedería pronto? Sonriendo cansada, dobló el brazo y recostó en él la cabeza.
Al cabo de un largo rato, la despertó la voz de alguien que gritaba su nombre. Extrañamente, no podía levantar la cabeza, pero abrió los ojos y miró a través de la mortecina luz del amanecer, tratando de ver quién la llamaba. Tenía frío, mucho frío, y sentía dolor al abrir los ojos. El grito volvió a oírse, y esta vez la voz parecía ahogada. Quizá se trataba de alguien herido que necesitaba auxilio. Haciendo acopio de sus fuerzas, __tn intentó incorporarse, y el dolor que estalló en su cabeza la sumió en un túnel de oscuridad.
Las pesadillas la atormentaban. Un demonio de ojos negros se inclinaba una y otra vez sobre ella, haciéndole daño, y ella gritaba e intentaba apartarlo de sí, pero el demonio volvía cuando menos lo esperaba. Necesitaba a Joseph, él impediría que el demonio le hiciese daño, pero entonces se acordó de que Joseph no la amaba y comprendió que tendría que luchar sola. Sentía dolor en la cabeza y en las piernas, un dolor que la laceraba como un cuchillo cuando trataba de alejar al demonio. A veces, __tn gritaba débilmente para sus adentros, preguntándose cuándo se acabaría aquello y si acudiría alguien a ayudarla.
Poco a poco fue dándose cuenta de que estaba en un hospital. Reconocía los olores, los sonidos, los almidonados uniformes blancos que se paseaban de un lado para otro.
¿Qué había ocurrido?
Ah, sí, había sufrido una caída en las rocas.
No obstante, incluso después de saber dónde se encontraba, guía gritando de miedo cada vez que aquel corpulento hombre de ojos negros se inclinaba sobre ella. En parte, sabía que no era un demonio; debía de ser un médico, pero había algo en él..., algo que le recordaba a alguien...
Entonces, al fin, abrió los ojos y su visión se despejó. Permaneció muy quieta en la alta cama del hospital, haciendo una evaluación mental de sí misma para comprobar qué partes de su cuerpo funcionaban y cuáles no. Notó que los brazos y las piernas la obedecían, aunque tenía una aguja sujeta con esparadrapo en la parte interior del brazo izquierdo y había un fino tubito de plástico que conectaba la aguja con una botella que colgaba boca abajo sobre su cabeza. __tn observó ceñuda el aparato hasta que su mente se aclaró y comprendió lo que era. Las piernas también le respondían, aunque le dolían al moverlas y sentía rigidez en todos los músculos.
La cabeza. Se había dado un golpe en la cabeza. __tn alzó lentamente la mano y se palpó el lado de la cabeza. Aún lo tenía hinchado y dolorido, pero no le habían afeitado la zona, lo que significaba que la herida no había sido tan grave como para requerir una intervención quirúrgica. Había tenido muchísima suerte de no ahogarse.
Giró la cabeza y de inmediato descubrió que no había sido un movimiento inteligente; cerró los ojos contra el penetrante dolor y, cuando éste hubo remitido hasta resultar soportable, volvió a levantar los párpados, pero mantuvo quieta la cabeza. Paseó la mirada por la habitación del hospital cuidadosamente, moviendo solo los ojos. Era una habitación agradable, con cortinas en las ventanas, por las que penetraba la dorada y cristalina luz del sol. En el cuarto había varias sillas de aspecto confortable, una situada al lado de la cama y las demás dispuestas a lo largo de la pared del fondo. En un rincón había una bonita estatuilla de la Virgen María, de color azul y dorado; incluso desde el otro extremo de la habitación, __tn alcanzó a ver la amable y amorosa paciencia que irradiaba su rostro. Suspiró suavemente, confortada por la pequeña y delicada Virgen.
Una suave fragancia llenaba la habitación, perceptible incluso por encima de los olores a medicina y desinfectante propios de un hospital. Había enormes jarrones con flores repartidos por toda la habitación; no eran rosas, como ella habría esperado, sino azucenas. __tn sonrió mientras las contemplaba. Le gustaban las azucenas; eran unas flores tan altas y elegantes...
La puerta se abrió con un movimiento lento, casi titubeante, y por el rabillo del ojo __tn vio el cabello blanco de la señora Jonas . No cometió la imprudencia de mover la cabeza, pero dijo:
-Maman -y la sorprendió la debilidad de su propia voz.
-__tn , cariño, ya estás consciente -dijo la señora Jonas llena de alegría mientras entraba en la habitación y cerraba la puerta-. Debo decírselo al médico, lo sé,' pero antes quisiera darte un beso, si puedo. Estábamos todos muertos de preocupación.
-Me caí en las rocas -dijo __tn a modo de explicación.
-Sí, lo sabemos -respondió la señora Jonas , posando sus suaves labios en la mejilla de __tn -. Fue hace tres días. Aparte de la conmoción, sufriste una inflamación en los pulmones a causa de la mojadura. Joe está desesperado; no hemos conseguido que se vaya del hospital ni siquiera para dormir.
Joseph. __tn no quería pensar en Joseph. Expulsó de su cansada mente todo pensamiento relacionado con él.
-Estoy tan cansada... -murmuró bajando de nuevo los párpados.
-Sí, es lógico -dijo la señora Jonas suavemente mientras le daba una palmadita en la mano-. Debo decirles a las enfermeras que estás despierta; el médico querrá verte.
Salió de la habitación y __tn se quedó adormilada; al cabo de un tiempo indeterminado la despertaron unos dedos fríos que se cerraron en torno a su muñeca. Abrió los ojos y observó somnolienta al médico moreno que le tomaba el pulso.
-Hola -lo saludó cuando le hubo soltado la muñeca.
-Hola -respondió él en un perfecto inglés, sonriendo-. Soy su médico, Alexander Theotokas. Relájese y déjeme ver sus ojos un momento, ¿mmm?
Iluminó los ojos de __tn con una pequeña linterna en forma de lápiz y pareció satisfecho con lo que vio. Después de auscultarla cuidadosamente, soltó la libreta y le sonrió.
-De modo que al fin ha decidido despertarse. Sufrió una conmoción cerebral muy severa, pero como se hallaba en estado de shock, decidimos posponer la operación hasta que se hubiese estabilizado. Y va usted y nos sorprende recuperándose por sí sola -bromeó el médico.
-Me alegro -dijo __tn , logrando esbozar una débil sonrisa-. No me gusto nada calva.
-Sí, habría sido una lástima -contestó él acariciando uno de los espesos mechones rojizos-. ¡Aunque con el pelo corto también debe de estar bellísima! Su mejoría es constante. Sus pulmones casi se han recuperado y la hinchazón de sus tobillos prácticamente ha desaparecido. No se rompió ningún hueso, pero se lastimó mucho las piernas y se torció los dos tobillos.
-Es un milagro que no me ahogase -le dijo __tn -. La marea estaba subiendo.
-Estaba calada hasta los huesos, sí. El agua debió de llegarle hasta las piernas, por lo menos -informó el doctor-. Pero ha experimentado una extraordinaria mejoría; creo que podrá irse a casa dentro de unos ocho o diez días.
-¿Tanto? -preguntó __tn con voz somnolienta.
-Debe esperar a que su cabeza esté mejor -dijo el médico, insistiendo con amabilidad-. Bueno, ahí fuera tiene una visita que está desgastando el suelo
de ir y venir por el pasillo. Está noche encenderé una vela para agradecer que haya recuperado tan pronto el conocimiento. Joe ha estado como loco, y ya no sabía qué hacer para controlarlo. Quizá cuando haya hablado con usted acceda a dormir un poco y a tomar una comida decente.
-¿Joseph? -inquirió ella, arrugando la frente con preocupación. No se sentía con fuerzas para ver a Joseph en esos momentos; estaba muy confusa. Las cosas habían ido tan mal entre tilos
-¡No! -resolló, alargando la mano para agarrar con desesperación la manga del médico-. Todavía no... No puedo verlo aún. Dígale que he vuelto a dormirme...
-Cálmese, cálmese -murmuró el doctor Theotokas, observándola con detenimiento-. Si no desea verlo, nadie la obligará a ello. Pero Joe estaba tan angustiado, que pensé que tal vez usted podría convencerlo para que, al menos, se vaya a un hotel y disfrute de una noche de sueño. Lleva aquí tres días, y prácticamente se le cierran los ojos.
______________________________________________________________________________________________________(parte uno)
__tn permanecía acostada en la oscuridad, escuchando la tranquila respiración de Joseph mientras dormía, y se encogió cuando él se movió en su sueño y le cubrió un seno con la mano. Lentamente, temerosa de despertarlo, se retiró muy despacio de su mano y se levantó de la cama. No podía seguir allí, echada al lado de Joseph, cuando todos los nervios de su cuerpo gritaban llenos de tensión. Iría a dar un paseo, trataría de calmarse y de aclarar sus confusas emociones.
En silencio, se puso el pantalón y el suéter y atravesó la puerta corredera para salir a la terraza. Sus pies descalzos no hacían ningún ruido mientras caminaba despacio por la terraza, contemplando el débil brillo de las olas que se estrellaban contra las rocas. La playa la atraía. Podría ir hasta allí sin correr el riesgo de despertar a nadie. Dudaba que hubiese alguien levantado. Debía de estar a punto de amanecer; o tal vez no, pero tenía la sensación haber estado horas metida en aquel dormitorio con Joseph.
El abatimiento pesaba sobre sus hombros como una roca. Qué estúpida, qué tonta había sido al pensar que podría controlar a Joseph aunque fuese por un momento. Tal vez habría podido si él la hubiese amado, pero la cruda verdad era que Joseph no sentía por ella nada salvo lujuria, y ahora __tn tendría que vivir con esa certeza.
Caminó despacio por el borde del acantilado, buscando el angosto y pedregoso camino que descendía hasta la playa. Cuando lo hubo encontrado, empezó a bajar con cuidado, consciente de las traicioneras piedras sueltas que había en el sendero. Al llegar a la playa, descubrió que solo quedaba una estrecha franja de arena a causa de la marea y que las olas le azotaban los tobillos mientras caminaba. La marea debía de estar subiendo, se dijo distraídamente; tendría que estar atenta y subir antes de que el mar se tragara por completo la playa.
Por un momento, había conseguido desterrar sus pensamientos sobre Joseph, pero dichos pensamientos volvieron, y se precipitaron sobre su cansada mente como aves de presa. __tn había apostado su felicidad en su lucha con Joseph, y había perdido. Había entregado su inocencia a un hombre que no la amaba; todo para nada. ¡Para nada! Durante las oscuras y salvajes horas de aquella noche, __tn había comprendido que no había ganado nada, y que él lo había ganado todo. Joseph tan solo había deseado el alivio que podía proporcionarle su cuerpo, no su virginidad ni su amor. Se sentía utilizada, degradada, y lo más amargo era saber que tendría que soportar aquella situación hasta el final. Él jamás la dejaría marchar. __tn había aprendido, muy a su pesar, que la misericordia no formaba pare del carácter de Joseph.
La tristeza casi la ahogaba. No había sido en absoluto como ella había esperado. Quizá si él hubiese sido tierno, amable y cariñoso, no se sentiría tan angustiada y destrozada. Tal vez, si no hubiese estado tan frustrado, si no hubiese bebido tanto ouzo, Joseph habría sido más paciente, habría sabido cómo disipar su miedo. ¡Si...! __tn trató de excusarlo, diciéndose que sólo ella tenía la culpa, que tendría que haberlo obligado a escucharla mucho antes.
Una repentina ola se estrelló contra sus rodillas, y __tn , sobresaltada, miró a su alrededor. La marea seguía subiendo, y el camino estaba en la otra punta de la playa. Decidiendo que caminar por las rocas sería más fácil que avanzar contra la fuerza del agua, se subió a las dentadas piedras que bordeaban la playa y se puso en marcha. Tenía que medir cada paso, pues la luz de la luna era traicionera y hacía que calculara mal las distancias. Se torció los tobillos varias veces, pese a que avanzaba con todo el cuidado del mundo, pero siguió adelante; finalmente, alzó la mirada y vio que el camino estaba a pocos metros.
Aliviada, se enderezó y puso el pie sobre una roca lisa; pero la roca estaba suelta y cedió, rodando y precipitándose hasta el agua. Por un momento, __tn se tambaleó. Intentó recuperar el equilibrio, pero cayó de lado al deslizarse otra piedra bajo sus pies. Se golpeó la cabeza contra una roca y sintió en el estómago una instantánea sensación de náuseas; sólo el instinto la impulsó a aferrarse a las rocas para tratar de interrumpir la caída, pero las rocas se desprendieron y la hicieran caer, golpeándola mientras rodaban por la pendiente y arrastrando consigo otras rocas. __tn había provocado una pequeña avalancha que se precipitó sobre ella.
Cuando hubo cesado la lluvia de piedras, levantó la cabeza y resolló dolorida, sin saber con seguridad qué había ocurrido. La cabeza le palpitaba de forma alarmante; alzó la mano y palpó el chichón que empezaba a formársele rápidamente debajo del cabello. Por lo menos, no sangraba ni se había caído al agua. Permaneció sentada un momento, tratando de centrar su visión y de combatir las náuseas. Pero estas prevalecieron, y __tn vomitó sin poder evitarlo, aunque después no se sintió mejor. Comprendió que el golpe que se había dado en la cabeza había sido más fuerte de lo que había pensado; una rápida exploración con los dedos le indicó que la hinchazón comenzaba a extenderse por todo un lado de la cabeza.
__tn empezó a temblar sin control.
Quedándose allí sentada no conseguiría nada; tenía que llegar hasta la casa y despertar a alguien para que avisara a un médico. Intentó incorporarse y gimió al sentir una punzada de dolor en la cabeza. Sus piernas parecían pesos muertos; se negaban a moverse. __tn lo intentó otra vez, y sólo cuando otra roca se desprendió de su lugar, debido a sus forcejeos, vio las piedras que se habían amontonado sobre sus piernas.
Con razón no podía levantarse, se dijo aturdida mientras empujaba las piedras. Logró retirar algunas, pese al mareo que la tentaba a recostar la cabeza y descansar. Las piedras cayeron al mar, que se agitaba unos pocos metros más abajo.
Pero otras rocas pesaban demasiado; tenía atrapada la parte inferior de las piernas. Había convertido su paseo nocturno en una pesadilla, como había hecho con su matrimonio. ¡Parecía incapaz de hacer nada a derechas! Se echó a reír con impotencia, pero la cabeza le dolía y tuvo que parar.
Intentó gritar, a sabiendas de que nadie oiría sus gritos por encima del fragor de la marea, sobre todo cuando se hallaba tan lejos de la casa, y la cabeza le dolió incluso más que cuando se echó a reír. Guardó silencio y echó la cabeza hacia atrás para ver las dos lunas que se agitaban frenéticamente en el cielo. Dos lunas. Lo veía todo doble.
Una ola le azotó el rostro y aclaró sus sentidos por un momento. La marea continuaba subiendo. ¿Hasta dónde subía en aquella parte de la isla? __tn no recordaba haberse fijado. ¿Habría subido ya del todo? ¿Retrocedería pronto? Sonriendo cansada, dobló el brazo y recostó en él la cabeza.
Al cabo de un largo rato, la despertó la voz de alguien que gritaba su nombre. Extrañamente, no podía levantar la cabeza, pero abrió los ojos y miró a través de la mortecina luz del amanecer, tratando de ver quién la llamaba. Tenía frío, mucho frío, y sentía dolor al abrir los ojos. El grito volvió a oírse, y esta vez la voz parecía ahogada. Quizá se trataba de alguien herido que necesitaba auxilio. Haciendo acopio de sus fuerzas, __tn intentó incorporarse, y el dolor que estalló en su cabeza la sumió en un túnel de oscuridad.
Las pesadillas la atormentaban. Un demonio de ojos negros se inclinaba una y otra vez sobre ella, haciéndole daño, y ella gritaba e intentaba apartarlo de sí, pero el demonio volvía cuando menos lo esperaba. Necesitaba a Joseph, él impediría que el demonio le hiciese daño, pero entonces se acordó de que Joseph no la amaba y comprendió que tendría que luchar sola. Sentía dolor en la cabeza y en las piernas, un dolor que la laceraba como un cuchillo cuando trataba de alejar al demonio. A veces, __tn gritaba débilmente para sus adentros, preguntándose cuándo se acabaría aquello y si acudiría alguien a ayudarla.
Poco a poco fue dándose cuenta de que estaba en un hospital. Reconocía los olores, los sonidos, los almidonados uniformes blancos que se paseaban de un lado para otro.
¿Qué había ocurrido?
Ah, sí, había sufrido una caída en las rocas.
No obstante, incluso después de saber dónde se encontraba, guía gritando de miedo cada vez que aquel corpulento hombre de ojos negros se inclinaba sobre ella. En parte, sabía que no era un demonio; debía de ser un médico, pero había algo en él..., algo que le recordaba a alguien...
Entonces, al fin, abrió los ojos y su visión se despejó. Permaneció muy quieta en la alta cama del hospital, haciendo una evaluación mental de sí misma para comprobar qué partes de su cuerpo funcionaban y cuáles no. Notó que los brazos y las piernas la obedecían, aunque tenía una aguja sujeta con esparadrapo en la parte interior del brazo izquierdo y había un fino tubito de plástico que conectaba la aguja con una botella que colgaba boca abajo sobre su cabeza. __tn observó ceñuda el aparato hasta que su mente se aclaró y comprendió lo que era. Las piernas también le respondían, aunque le dolían al moverlas y sentía rigidez en todos los músculos.
La cabeza. Se había dado un golpe en la cabeza. __tn alzó lentamente la mano y se palpó el lado de la cabeza. Aún lo tenía hinchado y dolorido, pero no le habían afeitado la zona, lo que significaba que la herida no había sido tan grave como para requerir una intervención quirúrgica. Había tenido muchísima suerte de no ahogarse.
Giró la cabeza y de inmediato descubrió que no había sido un movimiento inteligente; cerró los ojos contra el penetrante dolor y, cuando éste hubo remitido hasta resultar soportable, volvió a levantar los párpados, pero mantuvo quieta la cabeza. Paseó la mirada por la habitación del hospital cuidadosamente, moviendo solo los ojos. Era una habitación agradable, con cortinas en las ventanas, por las que penetraba la dorada y cristalina luz del sol. En el cuarto había varias sillas de aspecto confortable, una situada al lado de la cama y las demás dispuestas a lo largo de la pared del fondo. En un rincón había una bonita estatuilla de la Virgen María, de color azul y dorado; incluso desde el otro extremo de la habitación, __tn alcanzó a ver la amable y amorosa paciencia que irradiaba su rostro. Suspiró suavemente, confortada por la pequeña y delicada Virgen.
Una suave fragancia llenaba la habitación, perceptible incluso por encima de los olores a medicina y desinfectante propios de un hospital. Había enormes jarrones con flores repartidos por toda la habitación; no eran rosas, como ella habría esperado, sino azucenas. __tn sonrió mientras las contemplaba. Le gustaban las azucenas; eran unas flores tan altas y elegantes...
La puerta se abrió con un movimiento lento, casi titubeante, y por el rabillo del ojo __tn vio el cabello blanco de la señora Jonas . No cometió la imprudencia de mover la cabeza, pero dijo:
-Maman -y la sorprendió la debilidad de su propia voz.
-__tn , cariño, ya estás consciente -dijo la señora Jonas llena de alegría mientras entraba en la habitación y cerraba la puerta-. Debo decírselo al médico, lo sé,' pero antes quisiera darte un beso, si puedo. Estábamos todos muertos de preocupación.
-Me caí en las rocas -dijo __tn a modo de explicación.
-Sí, lo sabemos -respondió la señora Jonas , posando sus suaves labios en la mejilla de __tn -. Fue hace tres días. Aparte de la conmoción, sufriste una inflamación en los pulmones a causa de la mojadura. Joe está desesperado; no hemos conseguido que se vaya del hospital ni siquiera para dormir.
Joseph. __tn no quería pensar en Joseph. Expulsó de su cansada mente todo pensamiento relacionado con él.
-Estoy tan cansada... -murmuró bajando de nuevo los párpados.
-Sí, es lógico -dijo la señora Jonas suavemente mientras le daba una palmadita en la mano-. Debo decirles a las enfermeras que estás despierta; el médico querrá verte.
Salió de la habitación y __tn se quedó adormilada; al cabo de un tiempo indeterminado la despertaron unos dedos fríos que se cerraron en torno a su muñeca. Abrió los ojos y observó somnolienta al médico moreno que le tomaba el pulso.
-Hola -lo saludó cuando le hubo soltado la muñeca.
-Hola -respondió él en un perfecto inglés, sonriendo-. Soy su médico, Alexander Theotokas. Relájese y déjeme ver sus ojos un momento, ¿mmm?
Iluminó los ojos de __tn con una pequeña linterna en forma de lápiz y pareció satisfecho con lo que vio. Después de auscultarla cuidadosamente, soltó la libreta y le sonrió.
-De modo que al fin ha decidido despertarse. Sufrió una conmoción cerebral muy severa, pero como se hallaba en estado de shock, decidimos posponer la operación hasta que se hubiese estabilizado. Y va usted y nos sorprende recuperándose por sí sola -bromeó el médico.
-Me alegro -dijo __tn , logrando esbozar una débil sonrisa-. No me gusto nada calva.
-Sí, habría sido una lástima -contestó él acariciando uno de los espesos mechones rojizos-. ¡Aunque con el pelo corto también debe de estar bellísima! Su mejoría es constante. Sus pulmones casi se han recuperado y la hinchazón de sus tobillos prácticamente ha desaparecido. No se rompió ningún hueso, pero se lastimó mucho las piernas y se torció los dos tobillos.
-Es un milagro que no me ahogase -le dijo __tn -. La marea estaba subiendo.
-Estaba calada hasta los huesos, sí. El agua debió de llegarle hasta las piernas, por lo menos -informó el doctor-. Pero ha experimentado una extraordinaria mejoría; creo que podrá irse a casa dentro de unos ocho o diez días.
-¿Tanto? -preguntó __tn con voz somnolienta.
-Debe esperar a que su cabeza esté mejor -dijo el médico, insistiendo con amabilidad-. Bueno, ahí fuera tiene una visita que está desgastando el suelo
de ir y venir por el pasillo. Está noche encenderé una vela para agradecer que haya recuperado tan pronto el conocimiento. Joe ha estado como loco, y ya no sabía qué hacer para controlarlo. Quizá cuando haya hablado con usted acceda a dormir un poco y a tomar una comida decente.
-¿Joseph? -inquirió ella, arrugando la frente con preocupación. No se sentía con fuerzas para ver a Joseph en esos momentos; estaba muy confusa. Las cosas habían ido tan mal entre tilos
-¡No! -resolló, alargando la mano para agarrar con desesperación la manga del médico-. Todavía no... No puedo verlo aún. Dígale que he vuelto a dormirme...
-Cálmese, cálmese -murmuró el doctor Theotokas, observándola con detenimiento-. Si no desea verlo, nadie la obligará a ello. Pero Joe estaba tan angustiado, que pensé que tal vez usted podría convencerlo para que, al menos, se vaya a un hotel y disfrute de una noche de sueño. Lleva aquí tres días, y prácticamente se le cierran los ojos.
continuara mis hermosas chicas gracias x sus comentarios los aprecio demasiado xD
ElitzJb
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
YA VE LO QUE OCACIONO EL PRESIONAR A ____!!!.. AAII JOE ESPEREMOS QUE AHORA MEJORE!!!.. Y QUE RECUPERE LA CONFIENZA DE ___!!!!
chelis
Re: El Poder de Seduccion Joseph Jonas y __Tn.(Terminada)
ahhh siisisi capi *.*
pobre rayis le ha pasado de todo
santo dios entonces si lo hicieron!!!
dime porfavor que Joe se entero de la verdad
ahora si se preocupa verdad? :¬¬:
haha es que sigo enojada con el
asi que hasta el martes ehh...
bueno intentare sobrevivir ;)
estoy contigo... jonatica hasta el infinito y mas alla
:ilusion:
tambien fuiste a la prueba de sonido! increible
espero que vengan a mi ciudad :(
una pregunta... para los M&G y las pruebas de sonido
donde consigues los pases? en serio que no se donde se consiguen D:
bueno.... disfruta tus vacaciones, besos :bye:
pobre rayis le ha pasado de todo
santo dios entonces si lo hicieron!!!
dime porfavor que Joe se entero de la verdad
ahora si se preocupa verdad? :¬¬:
haha es que sigo enojada con el
asi que hasta el martes ehh...
bueno intentare sobrevivir ;)
estoy contigo... jonatica hasta el infinito y mas alla
:ilusion:
tambien fuiste a la prueba de sonido! increible
espero que vengan a mi ciudad :(
una pregunta... para los M&G y las pruebas de sonido
donde consigues los pases? en serio que no se donde se consiguen D:
bueno.... disfruta tus vacaciones, besos :bye:
DanieladeJonas
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