Fu |One Direction| [MegaHot]

Zayn giro la flor del árbol de cerezo entre su dedo índice y el pulgar. El centro de color rosa pálido borroso contra los pétalos blancos mientras entraba por la puerta principal. La casa estaba en silencio desde el exterior aunque podía oír la risa alegre de los demás en la casa, le llego el volumen bajo de la televisión y los olores persistentes de una cena, había paz aquí.

_____ estaría arriba durmiendo en la habitación que compartía con Maya. Él había contado con eso antes de ir a casa. No sabía cómo darle la cara después de lo que había dicho. ¿Cómo podría? ¿Cómo iba a mirarlo?
Un hombre podría enfrentarse a sus miedos y hacerle frente de una vez. Evitarlo parecía fácil al principio, pero sólo consiguió hacerlo más difícil cada día. Su abuelo le había advertido de la intoxicación del espíritu con el retraso como él lo hacía. Tenía que hablar con ella. Tal vez mañana antes de su clase por la mañana. Luego tendría tiempo para pensar su respuesta antes de que ella lo viera al final del día. Con suerte, estaría en un apuro muy grande para hacer una explosión de su estupidez.

Zayn tomó pasos pequeños, suavizando su camino por evitar que las viejas tablas crujieran. Atrapó una ráfaga de susurros de Harry y Niall en la sala. Él se movió, yendo hacia la puerta al final de la sala donde él y Liam dormían. Escuchó brevemente en la puerta de _____, pero no oyó nada. Zayn quería nada más que acurrucarla contra su espalda y cubrir sus pechos con la mano cuando se quedaran dormidos. Él no creía que ella fuera amable por la forma en la que él la había tratado.

Trataría hacerla comprender mañana. Él tenía que asumir la responsabilidad y pedirle perdón. El abuelo no entendería su elección de una mujer norteamericana, pero si ella lo permite, Zayn se encargaría de que su familia la aceptara.

Una luz tenue iluminaba la habitación que él y Liam compartían. Liam no estaba allí, pero su corazón se paró cuando vio a _____ tendida sobre su cama. Llevaba la camiseta de Star Wars.

Acostada sobre su espalda, un brazo doblado por la cabeza con la palma hacia arriba, el bajo de la camiseta se había elevado a la parte superior de los muslos.

Sus dedos estaban cerrados con su pelo rubio sobre la sabana dorada. Las pestañas de _____ manchaban la mejilla en una sombra. La mirada de Zayn se detuvo en la línea de su frente, la suave pendiente de la nariz, y la curva natural de sus labios. Su pecho se apretó con lo perfecta que se veía en su cama.

El grueso algodón negro, con amor envolvía sus pechos su mano estaba sobre su vientre. No era un diseño para ser erótico, pero sus dedos reposaban justo por encima de su pubis oculto. Todo en ella lo encendía. Ella lo sacudía hasta la médula, haciéndole preguntarse sobre sus creencias y sus objetivos de vida. Ella retaba su sentido del orden y añadía luz a los principios de su antigua familia.

_____ no era un juguete en una tienda de juguetes o alguna nueva cosa para ser valorada y ser desechada cuando algo mejor llegara. Ella era la vida de una ambición. Embarrando la tradición, convirtiéndola en fresca y clara a través de sus ojos. A él le gustaba eso de ella. Ella hizo las cosas que él había tomado por tontas hacerlas con energía. Ella hizo la sencilla belleza de una flor de cereza una metáfora, superando sus perspectivas anteriores.

¿Un compañero de por vida no era alguien que se supone podría crecer con él? ¿No eran ellos los que te hacían una mejor persona y cuya vida se podía tocar, también? Ella lo confundía, torcía su interior, lo inspiraba, revivía las llamas de la pasión en su interior.

¿Sentiría ella lo mismo acerca de él? Él la había defraudado y empujado lejos. ¿Si se hubiera hecho indispensable? No estaba seguro de lo que él tenía. En el ámbito de las cosas, ella había llegado a él, y él la había alejado de su mano. Ella quería su confianza y él había optado por confiar en sí mismo por temor a lo que significa confiar. Ella lo había necesitado para protegerla, y él la había acusado de la forma más baja.

Zayn no merecía su amor. Se lo pediría de todos modos, y si ella lo aceptaba, pasaría el resto de la vida demostrando que el no haber confiado fue un error. Nunca había sido un cobarde, sin embargo, tal vez era todo lo que ella había visto en él. La batalla sería difícil para luchar por su corazón.

Moviéndose muy silencioso a su tocador abrió una caja pequeña tallada. Detrás de él, alguien cerró la puerta de su dormitorio y un clic distintivo de la cerradura cerrando con llave, lo habían dejado atrapado con ella.

— Arréglalo — oyó murmurar a Liam desde la sala.

— Quédate allí hasta que lo hagas — agregó Harry, con una nota de advertencia en su voz.

La risa de Zayn no era más que una exhalación ligera y una sonrisa. Él tenía toda la intención de arreglar las cosas con ella, si ella lo dejaba. Zayn levantó la fina cadena de oro de la caja de reliquia tallada por su tatarabuelo. La delicada cadena brillaba bajo la escasa luz, por lo que el oro parecía bruñir y cálido. En el extremo colgaba una flor de oro, deteriorada por el uso y el tiempo… un regalo del abuelo a su abuelo a través de cada generación de hombres otorgado a las mujeres que se casaban. Se había convertido en suya para transportar y proteger y ahora era su turno para pasarla a la mujer que eligió.

Con precaución cerro la caja, Zayn tomó la cadena y se acercó al borde de la cama. _____ suspiró mientras dormía con los labios entreabiertos, como si estuviera al tanto del alivio que sentía al tomar su decisión. Le temblaban las manos mientras la miraba, preguntándose cómo podría haber estado tan equivocado como para pensar que podía pasar por alto la llamada de la sirena del amor cuando la había mirado a los ojos y probado sus labios.

Porque había sabido que su beso era diferente. Él lo había sabido y se aseguró de no sentirse tentado a dejar sus estudios por sus suaves labios de nuevo. Había sido un tonto. No existía ninguna norma que decía que podría tener uno y no otro.

Su mirada viajó por su cuerpo a la sombra oscura en el borde de la camiseta que sólo escondía el dulce olor de su coño. Sacudiendo la cadena y la flor en la palma de la mano mientras tomaba asiento al lado de su cadera, Zayn sabía que había esperado tiempo suficiente. Él tenía que saber.

Zayn quito las hebras de pelo de su mejilla.

— Uzza. Despierta, mi amor.

_____ se movió alerta. Ella parpadeó en la semi oscuridad y sonrió al darse cuenta de que se había quedado dormida en la cama de Zayn, esperando por él. Su placer se convirtió en alarma y se sentó, con miedo de que él la hubiera visto y se fuera, que había perdido su oportunidad de hablar con él.

— Shh, Uzza — susurró Zayn.

Él le tomó el hombro. Ella alzo la barbilla, su mirada se encontró con su mano. ¿Cómo Dios había hecho un hombre más hermoso? Se quedó sin aliento. La luz se reflejaba en su rostro, destacando el pómulo, la sien, la curva elegante de su mandíbula. El resto estaba en sombras, haciéndolo misterioso y con dolor de necesidad.

— Me quedé dormida — dijo ella sintiéndose estúpida por decir lo obvio.

— Sólo por un rato — respondió el, curvando sus labios con sarcasmo. Su toque pasó al lado de su cuello, ligeramente acariciando con el dorso de los dedos. — He sido un tonto. ¿Me perdonas?

Ella le perdonaría cualquier cosa con tal de que él se quedara y siguiera tocándola. Si pudiera mirar profundamente así sus ojos para siempre. Sin embargo, ella tenía que saber lo que él creía de ella o lo que se interponía entre ellos.

— ¿Qué voy a perdonar? — Le preguntó.

Él apoyó la frente sobre la de ella. La inclinación baja de la cabeza causo que su pelo se deslizase hacia adelante. Rizos negros le hicieron cosquillas en las mejillas y puso sus ojos en la sombra. Que brillaban a través de la poca luz, con una luz de pasión que le dijo sus más profundas palabras lo mucho que la necesitaba para entender.

— Muchas cosas. La mayoría horribles, el ataque de Louis y lo que te dicho. De alguna manera, quería creer que lo habías elegido. Hacia mi decisión fácil.

— ¿Qué decisión? — ≪¿Dejarme? ¿Creer que soy una puta? Esto no iba como yo esperaba≫

— Si hubieras elegido a Louis, entonces yo podría dejar de discutir conmigo mismo sobre si solo me querías a mi o a nosotros cuatro. Yo sabía que no encajaba con tu carácter tomar varios hombres como amantes. Parecía ajeno a ti.

— Lo es. Nunca he hecho eso antes.

— Tengo una confesión — dijo él.

_____ levantó los dedos a su barbilla antes de dejarlos caer en su muslo.

— ¿Qué es?

— Yo te quiero solo para mí. Tenía miedo de que si fuera sólo yo, durmieras conmigo, pero nunca me amaras. Compartirte con los demás difundía la tensión. Me permitió fingir que no tenía riesgo, ya que no había invertido personalmente en una relación privada contigo. Me equivoqué, Uzza.

— Sí, lo hiciste. Me gustan los chicos. Jugar con ellos fue muy divertido porque estabas allí, pero tú eras al único que realmente quería.

El suspiró. — Necesitaba escuchar eso — Él le acarició la mejilla. — Me da fuerza para decirte el resto y espero que no me odies después.

— Sigue — dijo. ≪Aquí viene el otro zapato.≫

— Una vez que supe que me querías, yo esperaba poder mantener tú interés negándome. No besos, no más sexo conmigo a solas. Yo esperaba que te mantuvieras deseándome incluso si eso significaba que no podía satisfacer mis propias necesidades de ti. He utilizado el engaño para mantenerte cerca.

— Era innecesario. Ya te quería.