Fu |One Direction| [MegaHot]

— Hasta que tú la jodiste — contestó bruscamente ella, vigilando su lenguaje corporal para evitar que él la sorprendiera con otro golpe. ____ se echó hacia atrás. Louis se le acercó. — Que te den, lárgate o empiezo a gritar.

— Te he oído gritar. Te he oído gemir — Dijo Louis con aire de suficiencia. — Cuando Niall no estaba siquiera en su dormitorio. Sé que te gusta follar. Y también sé que cuando follas metes jaleo.

Una rama arañó a ____ en el brazo, y se enganchó en su sudadera. Distraídamente, ella tiró de la rama. Mirar hacia allí era mejor que mirar a los ojos enloquecidos de Louis.

— Así que, ¿cómo funciona, ____? ¿Te pagan?
— Que te follen.

Louis la empujó con sorprendente fuerza y ____ se cayó hacia atrás dentro del arbusto.

Él la siguió, soltándose el cinturón mientras lo hacía.


— Es hora de que yo también pruebe este dulce. No te quejarás.

Su cabeza estaba a punto de estallar y tenía que guiñar los ojos ante la luz de esa hora tardía del día. Los chicos estarían esperándola pronto, ¿no? Empezarían a buscarla, pero ella no les había dicho dónde estaría estudiando. Aún así, si podía llamar a la habitación y decirles que Louis la había atrapado en la zona arbolada que había detrás de Eckland, y ellos irían a buscarla.

— Mira, es esto. Puedes gemir y perrear tanto como quieras, pero sé la verdad. Has estado viviendo con esos gilipollas. Me imagino que de alguna manera con tu nombre habría una confusión en Hospedaje. Lo que ni tu ni tus chicos se imaginan es que estáis en un montón de mierda si os denuncio.

Louis había acabado de desatarse el cinturón, la había tumbado en el suelo y la tenía sujeta en el césped. Con su bolsa y el teléfono móvil fuera de su alcance.

— Sal de encima mío cagando leches — le dijo ella, la voz temblorosa.

— ¿O qué?

Ella se retorció, sintiendo su pánico renovado al notar la dura erección de él contra su estómago. ____ le golpeó sin que tuviera mucho efecto. ≪Cálmate. Piensa≫ se dijo a sí misma. ≪Tienes tres hermanos. Sabes lo que hay que hacer≫

____ se relajó repentinamente. Se apoyó contra el suelo y sonrió, esperando parecer sincera.

— Lo imaginaba. No eres más que una puta, ¿verdad?

____ se mordió el labio inferior sugestivamente.

— Siempre he pensado que estabas muy bueno. Y tienes razón — dijo ella soltando las palabras mientras tragaba bilis.— Me gusta el sexo. No más golpes. Te daré lo que quieras, ¿de acuerdo, nene?

Louis sonrió, apoyó las caderas en las de ella y le atrapó el cuerpo. — Lo sabía.

Ella levantó los brazos.

Louis la cogió por las muñecas y apretó.

— Quiero tocarte — dijo ella persuasivamente.

Dejándola ir, el llevó su mano a su polla, y liberándola, empezó a tirar de los pantalones de ella. ____ le acarició las mejillas y le besó, luchando por mantener el tipo y no disgregarse en un montón de pensamientos aterrorizados. Él la besó en respuesta, entusiastamente, y ____ hizo su jugada.

Le apretó las órbitas oculares con los pulgares fuertemente. Louis gritó. Él le arañó la cara y se apartó, moviéndose puramente por instinto. ____ cogió la sudadera y la mochila y salió corriendo de la zona arbolada.

La sangre se agolpaba en sus oídos. Su respiración era baja y entrecortada, pero ella corrió hacia la puerta principal y siguió por el vestíbulo, directo a la habitación uno cero nueve.

____ cerró la puerta de un golpe tras ella, cerró los ojos, dejó caer la cabeza e intentó oír a través del sonido de su pulso y de su respiración agitada que parecían colapsar todos sus sentidos e impulsarla a seguir huyendo.

Ella le oyó. Sus pasos torpes y sus gritos podían ser los de un oso irritado. Precedían a sus pasos rápidos, y ella esperaba que él empezar a patear y golpear la puerta como había hecho la última vez. Lo que no se esperaba era la aceitosa falsa sinceridad que rezumaba él a través de la puerta cerrada del viejo dormitorio.

— ¿ ____? — arrulló él. Ella se estremeció, aún más aterrorizada por ese Louis.— ____, abre. Pareces haber olvidado el tipo de influencia que tengo por aquí.

Sus jadeos le habían dejado los labios secos, y ella se los lamió. Sabía que su voz no le saldría estable, y por eso no se molestó en contestarle.

No era que supiera que decir, en cualquier caso. ¿Piérdete? No había funcionado la primera vez. ¿Por favor no digas nada?

Dios, ¿se había equivocado? Tenía dos días por delante antes de poder hacer las maletas y trasladarse de dormitorio.

— Abre la puerta, querida. No hemos terminado aún.

Ella reprimió un quejido con dificultad. Con cinco viviendo en una simple habitación, ¿cómo se lo había montado para ser la única que estuviera de vuelta de clase a esa hora?

— Por favor, por favor, por favor — rezó a la habitación en un susurro. — Venga, chicos. Volved y libraros de él.

≪¿O se enojarían porque ella había destapado el secreto?≫

¿Habrían ellos esperado que le ofreciera a él los mismos beneficios de habitación de los que ellos disfrutaban cuando Louis la había amenazado? Dios, tenía que dejar de pensar de esa forma. Ella sabía que no era cierto. Era sólo su temor hablándole. Los chicos no estaban usándola. Si acaso, ella los estaba usando a ellos. Aún así, se sentía privilegiada por tener a unos chicos tan increíbles. El factor Louis no parecía tener la misma cualidad.