Fu |One Direction| [MegaHot]

— ¡Harry! ¡Por Dios! — juró Zayn.
— ¡Oh, sí! Necesitaba eso. Joder, hombre, tenemos que soltarnos juntos con mayor frecuencia — dijo Harry.
— ¿Harry? — preguntó Liam, con una risa en la voz.
— ¿Sí?
— ¿Has pensado alguna vez que puede que seas gay?
— Que te follen. No soy gay. Me follo a tías. No tengo nunca suficientes coños. Ven aquí, ___, voy a dejarte el coño bien limpio — protestó Harry.
— Eso no prueba nada. Y mi coño aún tiene una polla dentro — dijo ella.

Liam, Zayn y ___ rieron. Harry se ruborizó.

— Me gusta el sexo, eso es todo — dijo Harry entre dientes.
— No hay duda ahí, chico — dijo Liam. Se deslizó fuera de ___. Tiró hacia arriba de sus pantalones, sujetándolos con una mano mientras se iba hacia el baño. Harry le siguió, continuando su protesta sobre su orientación sexual. — Chaval, a nadie le importa. Pero no hagas ver que te gustan los coños cuando no tienes nunca bastante de pollas.

Harry rezongaba indignado.

___ se sentó al lado de Zayn. Él se sacó la camisa y se secó su estómago y su pene. Tirando la camisa manchada a la pila de ropa sucia, se apoyó en los almohadones. Él no había cerrado los pantalones, pero había guardado su precioso pene dentro de sus calzoncillos. Eran rojos.

El rojo le favorece, pensó ella.

Ella le puso una mano en el estómago. Cuando él no se movió, se inclinó hacia delante y le besó un punto por debajo del esternón. Los músculos se flexionaron. Zayn hundió los dedos en la melena de ella, y le masajeó el cuero cabelludo como si no supiera si apartarla o aferrarla más cerca. Ella esperaba que el hecho de que ella estaba desnuda ayudara en la decisión.

Ella arañó ligeramente con sus dientes una cordillera de músculos. Zayn inhaló profundamente. Sus dedos tiraron del pelo de ella. ___ lo vigilaba para ver que hacía cuando ella deslizara un pecho por su costado.

Las manos de Zayn fueron del centro de su espalda a su hombro. Tirando suavemente, él la movió a ella por encima de su cuerpo, su cara a pocos centímetros de la de él. Zayn le soltó el cabello, le tomó la cara entre las manos. Ella intentó acercarse, pero él la mantenía a distancia con rigidez.

El sacudió la cabeza, casi sin moverse.

El pecho le dolía a ella con la necesidad de besarlo, de tener el derecho de abrazarlo.

≪Besarte eclipsaría mi alma. Le había dicho él. ¿Aún sentía lo mismo?≫

— Te la devolveré — le prometió ella suavemente.

— ¿Devolverme?

— Tu alma — contestó ella. Sus ojos se estrecharon pensativamente. Sí, él se acuerda.

— Es lo que me temo — Él le acarició un pómulo con la punta de su pulgar. — Las almas están para perderse, Uzza. Pero la libertad está en el dar voluntariamente el espíritu, no en el eclipse del alma con los frutos del cuerpo.

— Hablas en acertijos — dijo ___.
— Pero tú me entiendes — dijo él, con tranquila confianza en su voz.

___ le recorrió el cuerpo con la mano.

— No si significa que no te puedo tener.
— ¿Querrías tenerme si no pudieras estar segura de que yo deseaba que me tuvieras? — Preguntó él.
— Más acertijos.

— Escucha — dijo él. — Debes escuchar. Tú ya sabes las respuestas, pero yo estoy descubriéndolas por mí mismo. Tú tienes la confianza de muchas mujeres. Tienes el embrujo de muchas sirenas. Deja de oír el ruido exterior, y escucha lo que debería ser.

— Me haces sentir como si no fuera más que un vehículo sexual. Tengo una mente, y me la conozco. ¿Por qué no puedes darme la oportunidad de conocerme como si tal vez la valiera?

— ___, nunca he dudado que valga la pena conocerte. Lo que dudo es si yo soy digno de ti.

Ella sintió como la garganta se le estrechaba, por la ternura en sus palabras. Zayn le puso un mechón de cabello tras la oreja.

— Te quiero — dijo él, su voz ahogada. — Te quiero más de lo que nunca he querido a nadie...