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Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
Albaaa:) escribió:SIGUELAAAA ESTA GENIAL! :)
ohh, gracias :3
Esta noche subo otro.
Besitos <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
me encanto¡¡¡¡¡¡¡¡a por cierto feliz san valentin :love:
siento no haber podido comentar es que e tenido muchos examenes :imdead: siguela please¡¡¡
siento no haber podido comentar es que e tenido muchos examenes :imdead: siguela please¡¡¡
andreaplopez912
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
andreaplopez912 escribió:me encanto¡¡¡¡¡¡¡¡a por cierto feliz san valentin :love:
siento no haber podido comentar es que e tenido muchos examenes :imdead: siguela please¡¡¡
Gracias!
Igualmente guapi.
Y no te preocupes <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
CAPÍTULO 6
Corrí lo más rápido que pude hacia mi coche, hacia mi querido Bentley. ‘No puede ser’ susurraba mientras me agachaba a tocar sus delicadas ruedas. ¿Cómo volvía a casa? O mejor dicho, ¿cómo me movía por la calle? Estaba perdida. Por un momento pensé en dormir en mi coche. Pero no. No en el puerto. No al lado del callejón. No cerca de borrachos y drogadictos. También hubiera podido llamar a Liam… O no. Me hubiese matado. ¿Y a Lou? Tampoco, mis padres ya estaban en casa. ¿Y si lo llamaba? A ellos les da igual lo que hiciese Louis…
-Gemma - interrumpieron mis supuestas soluciones mentales.
Me di la vuelta y me levanté rápidamente, quedándome a la vista de aquellos tres. Dos en sus motos y ella con Zayn.
No contesté.
-Nos ha dicho Louis que no puedes ir a casa. Que si te podías quedar en la mía – me dijo Angie bajando de la moto.
-Yo la tuya no la piso ni aunque hubiese un ataque zombie y fuera tu casa la única que quedara – le contesté mientras limpiaba mis manos, sucias por tocar las ruedas del coche.
-¿Veis? Intentamos ayudarla y mira como responde – se puso histérica, dándose la vuelta y mirando a Zayn y a Harry, que ellos seguían observándome. Como si quisieran buscar algo en mí. Quizás lo que fui en un tiempo y lo que ahora era.
-Gemma, Louis llamó. No quería acogerte en mi casa. Pero Zayn me obligó – se acercó a mí lo suficiente rápido como para coger mi brazo y apretarlo hasta hacerme daño.
-¿Y Harry? – le susurré, soltándome de su apretujón.
-¿Cómo que Harry? – me preguntó, confundida. Eso Gemma, ¿qué mas te daba? ¿Por qué preguntabas? -. Harry nada. A Harry como si te quedas tirada con el borracho del callejón – lo miró de reojo.
Eso me dolió. Por un momento pensé que él también se había preocupado por mí. Pero me daba que el único que estaba olvidando todo o dejándolo de lado, era Zayn. Y no sabía cuánto me alegraba.
-Gracias, Zayn – le sonreí por encima del hombro de Angie. Él, en cambio, actuó como cuando me salvó en el callejón. Indiferente.
A lo mejor no lo había olvidado del todo.
-¿Te vienes o no? – me preguntó, impertinente.
-Sí, ¿y cómo voy? – señalé exageradamente las ruedas de mi coche.
-En moto pueden ir más de una persona – dijo Harry, dando gas.
-No pensaréis que voy a ir en moto, ¿verdad? – moví la cabeza hacia ambos chicos, alternando su imagen. Ojos. Platos. Ojos como platos - ¿Verdad? – repetí -. Y menos con Harry.
-Pues te quedas aquí. Ya estamos haciendo demasiado. No te mereces nada, Gemma. Ni siquiera que te hablemos – Zayn causó un vuelco a mi corazón, cuyo impulso llegó a mi sistema nervioso y causó una pequeña cantidad de agua en las cuencas de mis ojos. Quería decir, estaba apunto de llorar -. Lo hacemos por Louis.
Otra vez se quedaron mirándome como si tuviese monos en la cara. Y no saben lo que me molestaba eso. La Gemma antigua no iba a volver. Y menos por ellos.
-¿Subes o no? Tenemos cosas mejores qué hacer – volvió a decir Harry.
-¿Y mi coche? – dirigí mi mirada hacia éste.
-Mañana lo recogeremos, venga, sube – me dijo Angie a la vez que subía en la moto de Zayn -. ¡Vamos! – gritó, viendo que yo me quedaba allí parada.
Subí detrás de Harry. Entonces, mis pulmones se llenaron de ese olor. Ese perfume que siempre había usado. Ese que hacía que me temblasen las piernas. Lo agarré como si la vida me fuese en eso. Él daba gas y yo me aferraba más. Volvía a hacerlo y yo no lo dejaba respirar.
-Gemma, me dejas sin respiración – noté que sonreía.
-¡Pues deja de meterme miedo! – le grité y me separé de él.
Eran cosas que no entendía. ¿No me odiaban supuestamente? Sí, ¿no? Entonces, ¿por qué Harry me sonreía? ¿Por qué Zayn no había dejado que me matase el gordo ese? ¿Por qué Angie se preocupaba por mí?
-Sólo la arrancaba - volvió su mirada al frente.
Comenzó el camino detrás de Zayn, que había marchado primero.
A Harry también le gustaba la velocidad, y se notaba. Iba a más de ciento veinte kilómetros por hora, y eso en la carretera principal. No lo quería ver en la autovía.
-¡Harry, baja la velocidad! – le grité y me pegué más a él, pues el fuerte viento a esa velocidad impedía mi habla.
Hizo caso omiso, es más, aumentó.
-¡Te he dicho que bajes la velocidad! – volví a gritarle mientras veía las luces y los carteles luminosos de la ciudad difuminados por la velocidad.
Siguió pasando de mí y volvió a aumentarla. Incluso adelantó a Zayn, creando un pequeño juego.
A ver quién llegaba antes a casa de Angie.
-¡Styles, para! – cerré los ojos.
Y a partir de ahí, solamente noté el derrape. Pensando que era para darme el susto y para reírse de mí, me agarré más a él. Pero no seguía su camino.
-Gemma, ya puedes soltarte – oí, todavía aferrándome a él y con los ojos cerrados con fuerza -. ¿Gemma? Suéltate.
-Uy, perdón – dije. Me coloqué bien el pelo, separándome de él.
-Hemos llegado, puedes bajar – me dijo con tono impertinente.
-Tranquilo, no me iba a quedar contigo toda la noche – bajé furiosa de la moto.
-De nada, chicas – ironizó Harry -. Pasároslo bien – rieron a carcajadas.
Genial, lo que se hubiesen tomado en aquel lugar le estaba surgiendo efecto.
-Qué graciosos. Esto no acaba así – comenzó Angie a ir hacia su casa -. ¡Vamos! – se dio media vuelta para avisarme. Harry y Zayn se fueron riendo, yo le seguí -. No hagas ruido, mi hermano y mis padres estarán durmiendo.
-No tienes por qué decírmelo de esa manera – le dije, entrando a la casa.
-Te he dicho que no grites – aumentó su tono de voz.
-¡No me des órdenes!
-¿Chicas?
-Harry tío, tienes que olvidarla – me dijo Zayn, prendiéndose un cigarrillo.
-¿De qué hablas? – me apoyé en la moto. Estábamos en la puerta de mi casa y me tomaba un respiro antes de entrar a aquella mansión.
-¿Te crees que Angie y yo no nos hemos dado cuenta? – se rió.
-¿De qué coño hablas? Cállate.
-Aumentabas la velocidad para que ella tuviese miedo. Así, te agarraría más fuerte.
-Voy a entrar ya. Dulces sueños, Zayn – lo ignoré.
-Te veo mal. ¿Unas putitas? – rió a carcajada limpia.
-Zayn, a tu casa – también reí y pensé: si Angie y Zayn se habían dado cuenta, ¿Gemma también? No, imposible. Nunca supo que yo había estado enamorado de ella desde el principio.
-Mamá – dijo Angie temerosa de la reprimenda que podría oír de su madre al llegar a esas horas.
-¡Gemma! ¡Mi amor! ¡Cuánto tiempo! – bajó las amplias escaleras -. ¿Cómo estás? ¡Madre mía! ¿Cuánto tiempo habré esperado para verte aquí otra vez? ¿Y para decir que os callaseis cuando te quedabas a dormir? Me alegra mucho de que os hayáis arreglado – me abrazó. Yo sonreí y de verdad. Kate, mi segunda madre.
-¡Mamá! – gritó Angie como diciéndole que no había pasado nada nuevo entre nosotras.
-¿Qué, hija? Me ha llamado Louis, me ha dicho que estabais en el cine y que volveríais tarde. Luego he llamado a tu madre, Gemma. También se alegra de veros así de bien. Y con tu hermano dice que estalla de la felicidad. Me dijo que os peleabais y que no erais los mismo de antes. ¡Ah! Y también…
-Mamá, nos alegramos que hayas hablado con Maggi – su apodo cariñoso -, digo Margaret – recordó -. Ahora vamos a subir.
-Vale, mis cielos – me besó muchas veces más -. Dormid mucho. Mañana os haré el desayuno que tanto os gustaba – sonrió -. O bueno, que os gusta.
-¡Cállate ya, mamá! – exclamó, comenzando a subir las blancas escaleras de mármol.
-No la trates así – le miré, entrecerrando los ojos.
-Déjala, tiene sueño. Cuando no lo tiene, ya sabes que es una tierna.
-Ya, lo sé… - esbocé una sonrisa.
Subí tras Angie. Miraba todos los cuadros y estatuas que me recordaban a mi infancia. Esas puertas blancas con su picaporte de acero. Y esa moqueta, la típica de este tipo de mansiones.
Los padres de Angie trabajaban con los míos. Es decir, la gran empresa de mi padre también era de Greg. De ahí que fueran buenos amigos. Hermanos. Y de ahí, que hubiese conocido a Angie.
-Toma – me tiró un pijama y cerró el cajón de la cómoda de mala gana.
-Gracias por dejar que me quede – dije un tanto… ¿tímida?
Solamente me miró y entró al baño a cambiarse.
Seguí recorriendo su habitación con la mirada. Y un estímulo hizo que el corazón me diese otro vuelco, por… ¿vigésimo quinta vez esa noche? Me acerqué a su mesita y no me podía creer que siguiera teniendo eso. Una foto en mi jardín, cuando mi hermano cumplía nueve años y nosotras teníamos ocho. Fue un cumpleaños a lo grande. Había colchonetas, payasos y mucha, mucha comida. Angie y yo nos vestimos de princesas y sonreíamos exageradamente, con mellas en nuestra boca. A ella le faltaba una paleta, a mí la contraria. Siempre nos habíamos complementado. Y así salíamos en la foto, felices.
Ella me odiaba y tenía esa foto ahí. Yo la odiaba y lloraba por esa foto, porque la tuviera allí con ella. Sentimientos opuestos que nunca llegarían a encajar en mi cabeza.
Pero creo que nunca nos habíamos preguntado por qué nos odiábamos. O por lo menos yo, ya que ellos sí tenían una razón para odiarme.
-¿Qué haces? – preguntó, viendo que sostenía esa foto en mis manos.
-¿Por qué lo sigues teniendo? – derramé lágrimas por mis ojos. No lo había dicho, pero esa foto la tenía yo igual y la quemé.
-¿Por qué no te cambias? ¿Qué haces registrándome? – me arrebató el marco de las manos.
-Estaba en tu mesita de…
-Vale. Tienes el baño libre. Corre a cambiarte – me ordenó y guardó la foto en uno de los cajones de su escritorio.
-Te he dicho que no me des órdenes.
-Y yo te he dicho que te cambies.
Nuestras miradas conexionaron. Y entonces, lloré más.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
me encanto el cap¡¡¡¡¡¡¡ por dios harry haz algo para salir con gemma¡¡¡¡¡¡¡
andreaplopez912
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
andreaplopez912 escribió:me encanto el cap¡¡¡¡¡¡¡ por dios harry haz algo para salir con gemma¡¡¡¡¡¡¡
después la sigo <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
I'M BACKK!!!
OH DIOS MIO!
CADA DIA QUE PASA TU NOVELA ME ENGANCHA MAS
OH DIOS MIO!
CADA DIA QUE PASA TU NOVELA ME ENGANCHA MAS
Serena
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
Albaaa:) escribió:I'M BACKK!!!
OH DIOS MIO!
CADA DIA QUE PASA TU NOVELA ME ENGANCHA MAS
ohhh, me alegro :3
luego subo otros.
Besitos <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
CAPÍTULO 7
-Ahí te he dejado unas mantas por si te entra frío – me informó Angie y se metió en su cama.
-¿Por si me entra frío? Estamos en invierno, ¿cómo no me va a entrar frío?
-¡Dios! ¡Para de ser así! ¡No te pega! – exclamó, destapándose y sentándose en la cama.
-¿Que pare de ser cómo?
-Tira a dormir – volvió a tumbarse.
-¿Voy a dormir en el sofá?
-Si quieres duermes en el suelo…
Bufé y me acosté en el sofá que estaba al lado del tocador. Y una cosa salió sola por mi boca, sin querer:
-¿Te acuerdas cuándo jugábamos a indias y a pistoleros?
Ella no respondió. Mi cabeza no quería seguir, pero otra parte de mi organismo me obligó.
-¿Cuándo Zayn, Harry y Lou nos perseguían por toda la casa?
Siguió sin responder. Dándome la espalda, acostada en su cama.
-¿Y cuándo nosotras nos pintábamos las rayas de india con los maquillajes de tu madre?
-¡¿Te quieres callar?! – exclamó levantándose de su cama -. ¡Claro que me acuerdo! – fue acercándose a mí -. ¿Cómo olvidar esos momentos? Pero no quiero recordarlos – recalcó el ‘no’ -. ¿Sabes lo que hiciste, Gemma? ¿Lo sabes acaso? – preguntó, ya en frente de mí -. Nos fallaste. Tú, nuestra ‘amiga’ de toda la vida – dijo con la voz ronca -. ¿Sabes cuántas noches he pasado y sigo pasando llorando porque nunca volveremos a eso? ¿A que no? ¿A que tú no lloras? ¿A que tú no sientes nuestra pérdida?
Me quedé sin palabras. ¿Qué responderle?
-Buenas noches… - dijo todavía con lágrimas en los ojos.
Fue de nuevo a su cama sin mirar atrás.
Yo me acomodé. En realidad era cómodo ese sofá, pero si era cómodo como si no, no era lo que rondaba por mi cabeza. En ésta pasaba lo que me había dicho Angie. En realidad, nunca olvidé esos momentos. Sé lo que hice, sé que los fallé. Lloré muchísimo y, en realidad, sí. Sí sentía su pérdida. Sin notarlo, me quedé dormida. Y con otra pequeña gota resbalando por mi mejilla.
-¡Chicas arriba! ¡Vamos, vamos, vamos! – gritó Kate, levantando todas las persianas de la habitación.
-Mamá, déjanos dormir…
-No. Levantaos. EL desayuno está listo y Maggi ya está aquí – dijo ahora destapándonos.
-¿Mi madre? – pregunté confundida, intentando abrir mis ojos.
-Sí, ha venido con tu padre. ¡Vamos a desayunar como en los viejos tiempos! – exclamó emocionada, antes de salir rápidamente de la habitación.
Bajamos con pesimismo por las frías escaleras. Todavía con el pijama. Esa relación de confianza con los padres de cada uno sí que no había cambiado. Y a todo eso, ¿por qué no decía que no nos habíamos arreglado?
-No le digas a nadie que no estamos bien, ¿vale?
-¿Por qué? – pregunté, ya yendo a la terraza. Allí estaban tomando sus cafés. Al aire libre, como a ellos le gustaba. Nuestros padres hablando, seguramente, de la empresa mientras que nuestras madres reían.
-Porque, ¿no ves lo bien que están? Mis padres añoraban que vinieseis aquí – respuesta a mi pregunta.
-Y los míos…
-¡Gem! ¡Pero qué! Madre mía – se mordió el labio.
-Vete. Déjanos – le ordenó Angie.
-Cada día estás más…
-¡Drake! ¡Para! – le gritó.
Reí. ¿Cuánto tiempo hacía que no veía al canijo ese?
-No pasa nada – miré a Angie -. ¿Cuántos años tienes ya? Estás muy alto – le sonreí.
-¿Es que estás interesada en mí? – me preguntó, levantando las cejas simultáneamente.
-No cambias, ¿eh? – le removí su melena.
-Sigue siendo igual de…
-De qué, ¿eh? De qué – se acercó vacilante a Angie.
-De un completo sub…
-¿Otra vez, Angie? ¿Otra vez? Parece que la que tiene catorce años eres tú – le dijo su padre -. Anda Drake, ve a ver la tele que vamos a hablar cosas de mayores.
-Venga hermanita – le dio en el culo, como despedida.
-Gemma, preciosa. Cuánto tiempo, estás genial – me sonrió, cogiéndome de la mano y conduciéndome hasta su amplia terraza.
-Gracias – reí. Angie solamente puso los ojos en blanco, deseando que me fuera de su casa de una vez.
-Nos vemos – sonrieron Kate y Greg -. Cuando queráis volvéis para otro café o para lo que queráis – nos despidieron desde la puerta de su casa mientras nosotros nos dirigíamos al coche.
-Esta tarde después de nuestra comida, venid a tomar un té. ¿De acuerdo? – gritó mi madre, entrando al deslumbrante Mercedes negro de mi padre.
-Encantados.
-Os esperamos. Luego te llamo, Greg – gritó por último mi padre, antes de sentarse en el asiento del conductor.
Yo sólo me dediqué a mirar a través de la ventanilla y a sonreír. Echaba de menos dormir en esa habitación. Y más ver a Angie sonreír. Aunque la causa de su risa hubiese sido gracias a mi padre.
-Ay hija, ese vestido es precioso. ¿Cuándo te lo has comprado? – me preguntó mi madre a la vez que me miraba en el espejo de mi habitación.
-No sé.
-¿Qué te pasa?
-Nada.
-Ah, es que como me respondes de esa manera…
-Es que mamá, ¿por qué has tenido que esperar a que Angie y yo nos arreglemos? ¿Por qué no seguiste tu vida con sus madres como antes?
-Pensé que te enfadarías. Pillaste un cabreo cuando pasó… Que ni me atrevía a hablarles. ¡Y menos mal que hablé con ellos y me comprendieron! Sino, no tendría amigos.
-¿Fue por eso? ¿Por qué no me preguntaste? Habéis pasado años sin ellos… - dije, refiriéndome a mis padres, que siempre estaban con los padres de los demás.
-¿Cómo que años? Fue a principios de curso…
-¿Cómo? – me di la vuelta, dejando de mirar al espejo.
-Que fue en septiembre, e hija, estamos a punto de dar las vacaciones de Navidad… ¿En serio se te ha pasado tan lento?
-Sí… - me sorprendí. ¡Pensaba que llevaba años sin ellos! Y ahora eran sólo tres meses…
-Pues eso, me alegro que ya todos esteis bien. No soportábamos que estuvieseis mal por una cosa que ni siquiera mencionasteis – sonrío -. ¡Venga termina! ¡Vamos a llegar tarde! Os esperamos en el coche – exclamó, antes de salir por la puerta de mi habitación.
Me di otra de mis típicas vueltas delante del espejo para asegurarme de que iba bien. Y sí, sí lo iba. Este vestido de color salmón pegaba totalmente con esos tacones color coral. Y como modesta que era, nadie tenía ese estilo al vestir. Sólo yo. Y… Y Angie. “¡Gem, sácatela ya de la cabeza! ¡No recuerdes lo que te dijo anoche! ¡No!” grité para mí misma, tapándome los oídos como si eso fuese la solución a no escuchar su voz en mi cabeza.
-¡¿Te quieres callar?! ¡Claro que me acuerdo! ¿Cómo olvidar esos momentos? Pero no quiero recordarlos. ¿Sabes lo que hiciste, Gemma? ¿Lo sabes acaso? Nos fallaste. Tú, nuestra ‘amiga’ de toda la vida. ¿Sabes cuántas noches he pasado y sigo pasando llorando porque nunca volveremos a eso? ¿A que no? ¿A que tú no lloras? ¿A que tú no sientes nuestra pérdida?
¡Dios! ¡Que saliese de mi cabeza! Llevaba toda la mañana con eso ahí metido y no me hacía para nada bien. Volví a mirarme al espejo y al notar algo raro, me acerqué más de lo que estaba. Otra gota bajaba por mi mejilla.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
Porfiiiii, que me lo estoy currando.
Dejadme coments si alguien la lee, jo.
Dejadme coments si alguien la lee, jo.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
cada dia me sorprende mas la nove¡¡¡ cuanto hay que esperar para saber lo que paso???? es que me mata la curiosidad ;) esta chulisima y se nota que te lo estas currando no te preocupes preciosa :hug: yo soy tu fiel lectora¡¡¡jejejejeje
andreaplopez912
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
Nueva lectora!
Me encanta!
Ya me la leí cuando la subiste la primera vez y me encanto, pero como dices que vas a cambiar cosas y alargarlas y hacerlas mejor y tal y tal...
Me encanta!
Ya me la leí cuando la subiste la primera vez y me encanto, pero como dices que vas a cambiar cosas y alargarlas y hacerlas mejor y tal y tal...
- Spoiler:
- Espero que esta vez no te cargues a Tommo!
Inma_Styles
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
andreaplopez912 escribió:cada dia me sorprende mas la nove¡¡¡ cuanto hay que esperar para saber lo que paso???? es que me mata la curiosidad ;) esta chulisima y se nota que te lo estas currando no te preocupes preciosa :hug: yo soy tu fiel lectora¡¡¡jejejejeje
ohh, gracias fiel lectora :3
luego la sigo <3.
Ora.
Re: Los buenos recuerdos nunca se olvidan |Harreh|
Inma_Styles escribió:Nueva lectora!
Me encanta!
Ya me la leí cuando la subiste la primera vez y me encanto, pero como dices que vas a cambiar cosas y alargarlas y hacerlas mejor y tal y tal...Espero el siguiente!!
- Spoiler:
Espero que esta vez no te cargues a Tommo!
oh, ¡bienvenida!
Sí, es como si la estuviera remodelando...
Bueno en fin, espero que te sorprenda como la otra.
Besitos <3.
Ora.
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