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Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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¿Cuál es tu pareja favorita de la novela?
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Milapotato escribió:Hija de milllllllllllllll, ¡no sabía que dibujabas tan bien! ESTÁ GENIAL.
En serio, jkafnajksdf se besan *-* mierda.
Después subo el mío, lo hice anoche (estaba al pedo) y quedó... algo. Es Camille al medio y James y Albus a los costados de ella. Está feo, en mi opinión, pero todo es por ti (?
Bueno, voy a encontrar la manera de subir la foto y subo.
Besos, fea.
Jajajajajjajajajajaja, exageras (? Gracias igual :3 Amo dibujar. De hecho, amo escribir, dibujar, cantar, actuar, bailar... LOCO, SOY AN ARTIST! (?) Eso sí; creo que en lo único en lo que soy medianamente buena es la escritura, (en el baile soy un desastre, pero me gusta).
AWWW, cosita, Mila se sacrifica por mí :') LOVE U MILA! <3 (?
Besos de vuelta, lindura.
C.J. Potter
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Bueno, si te quiero, cuando subes capitulo, cuando pones Alec, cuando aclaras y certificas que ese hombre es mio.
Me alegra que te haya gustado. La cosa fue me metí en mi Tumblr para buscar las imágenes y vi una foto de Lily y Robert y pensé Camill y James, los rulos de Robert me hacen pensar en el desorden de James.
Alec es Ian, por que mierda míralo y si hay un chico malo muy sexy debe de ser Ian.
Respecto a Ted, fue una iluminación, LOGAN ES TED!!! y como Victorie es parte Veela y es perfecta bueno pa eso tenemos a Cara.
Y los demás fueron llegando.
La reencarnación de Voldy, que están insignificante que ni su nombre recuerdo, iba a poner a la de Blanca Nieves y el Cazador, pero mejor puse a esa.
Me alegra que te guste, tal vez te busque el Cast, que sera mas o menos los mismo, para tu otra novela de el maldito de James.
Me alegra que te haya gustado. La cosa fue me metí en mi Tumblr para buscar las imágenes y vi una foto de Lily y Robert y pensé Camill y James, los rulos de Robert me hacen pensar en el desorden de James.
Alec es Ian, por que mierda míralo y si hay un chico malo muy sexy debe de ser Ian.
Respecto a Ted, fue una iluminación, LOGAN ES TED!!! y como Victorie es parte Veela y es perfecta bueno pa eso tenemos a Cara.
Y los demás fueron llegando.
La reencarnación de Voldy, que están insignificante que ni su nombre recuerdo, iba a poner a la de Blanca Nieves y el Cazador, pero mejor puse a esa.
Me alegra que te guste, tal vez te busque el Cast, que sera mas o menos los mismo, para tu otra novela de el maldito de James.
Zarek
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
July: en tu dibujo, el chico parece mas Robert Pattinson(? y a la vez Patch Cipriano en mi imaginacion haha omg yo ni en mis sueños dibujaria asi D: no puedo hacer fanart xq soy un desastre:/
Por cierto, no puedo cometar mucho xq mi hermanito me revuelve toda la casa en un segundo D: el capitulo! dios, lo lei hace rato pero por boba no comente D: perdon! >.< con lo de Kerianne me hiciste no se, sdhbfdbhdhdhsfhfd aaaaaaaaaaaaah james no perra! con el no! T.T me agarra algo, me desespero, me voy al rincon del llanto a regar las platitas(? ahnadaquever u.u dios! ensima justo cuando se reconciliaba con Alby! :( cuando al fin las cosas parecian ir bien, que ellos hablarian con Cam y vivirian felices(? y ZAS la puta esa se metio con el hechizo q le mando T.T ahora Cami va a pensar cualquier cosa, agggh quiero y necesito que la sigas o me va a dar un paro y va a ser tu culpa!¬¬
Mi James mi amor, no quiero verlo asi :( pero voy a ser fuerte y veremos que pasa! :D Por cierto, AMO a Lily, esa pelirroja es un amoooooooor<33 la forma en que tomo su decicion, simplemente no puedo creer q le hicieran jurar un juramento inquebrantable :| supongo q la zorra de Kerianne tuvo algo q ver, sospecho que uso imperio no solo con James, sospecho q es puta! okya mejor dejo de decir malas palabras! D: jaja mejor me voy y mejor que subas o te busco donde vayas eh!¬¬
Te adoro<33 vamos Jamille, que tienen que terminar juntos o no se, muero(?
Por cierto, no puedo cometar mucho xq mi hermanito me revuelve toda la casa en un segundo D: el capitulo! dios, lo lei hace rato pero por boba no comente D: perdon! >.< con lo de Kerianne me hiciste no se, sdhbfdbhdhdhsfhfd aaaaaaaaaaaaah james no perra! con el no! T.T me agarra algo, me desespero, me voy al rincon del llanto a regar las platitas(? ahnadaquever u.u dios! ensima justo cuando se reconciliaba con Alby! :( cuando al fin las cosas parecian ir bien, que ellos hablarian con Cam y vivirian felices(? y ZAS la puta esa se metio con el hechizo q le mando T.T ahora Cami va a pensar cualquier cosa, agggh quiero y necesito que la sigas o me va a dar un paro y va a ser tu culpa!¬¬
Mi James mi amor, no quiero verlo asi :( pero voy a ser fuerte y veremos que pasa! :D Por cierto, AMO a Lily, esa pelirroja es un amoooooooor<33 la forma en que tomo su decicion, simplemente no puedo creer q le hicieran jurar un juramento inquebrantable :| supongo q la zorra de Kerianne tuvo algo q ver, sospecho que uso imperio no solo con James, sospecho q es puta! okya mejor dejo de decir malas palabras! D: jaja mejor me voy y mejor que subas o te busco donde vayas eh!¬¬
Te adoro<33 vamos Jamille, que tienen que terminar juntos o no se, muero(?
TheGirlImpossible
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
PERDÓN, PERDÓN POR NO COMENTAR
Soy mala lectora, lo se *shora*
Por cierto vi las fotos y morí con James *-*
Despues vi a Kevin y me quede como :enamorado:
Ademas, el es el que va a interpretar a Alec Lighwood {Cazadores de sombras}asdfghjkl lo amo *-*
Sus ojos
Buano, beshos beshos y corashones (?)
Andalasia.
Soy mala lectora, lo se *shora*
Por cierto vi las fotos y morí con James *-*
Despues vi a Kevin y me quede como :enamorado:
Ademas, el es el que va a interpretar a Alec Lighwood {Cazadores de sombras}asdfghjkl lo amo *-*
Sus ojos
Buano, beshos beshos y corashones (?)
Andalasia.
Jace_Odair
Bibidi babidi BU
Anuncio anunciante
para anunciarles
un anuncio
Uhhhhhhhhhh. Chicas, perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón perdón. Estuve SUPER ocupada. En primera, preparando bolsos. En segunda, pasando todo el tiempo posible con mis amigos antes de irme (me mudo de ciudad, por si no recuerdan xd). Reactivé mi vida social un poco, y como que me colgué mucho.
Seguí escribiendo igual, pero de a ratos cortos. Ya casi termino el cap aún así, y lo voy a subir mañana (me da cosa subirlo ahora, porque lo escribí con sueño, y nada bueno me sale con sueño). Tengo que corregir los errores. Además ya viene el Baile de San Valentín :3 Y tengo que armar los conjuntos de las chicas e.e (amo hacer eso). AGUANTE POLYVORE (L .. ah, no? ok :c
JAJAJAAJJAJJAJA, MAY! Todos me dicen lo mismo cuando ven el dibujo :c Piensan que son Edward y Bella, pero no son! ADSjasondaonfsa. Cuando quise dibujar a Edward pensaban que era Zac Efron :_ QUÉ ONDA? Soy yo, soy yo.
Aw, no pasa nada Andalasia, yo me desaparecí aún más e.e
Por cierto, para las que leen mis otras novelas (Destiny, Stand by me) esas también las estoy continuando. Escribo un poquito de cada una ahora :3
Y... Eso nada más. OH, recuerdan que les dije que tendría que devolver mi netbook a la escuela y me quedaría sin compu para escribir? BUENO, me la puedo llevar conmigo al final, así que no tengo apuro en terminar la nove antes de irme :) (mañana a la noche salgo de viaje, así que si no subo mañana ya directamente subo el martes). HAY JULIE PARA RATO e.e (?)
Ahora sí. Me despido, acá son las 5 y tengo sueño... Besos!
C.J. Potter
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Bueno esperare y maquinare mi plan macabro porque se que me arruinaras la vida con ese ultimo capitulo.
Volare el jodido baile y me valdrá mierda.
Volare el jodido baile y me valdrá mierda.
Zarek
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Sube capitulo¬¬ ok tomate tu tiempo! entiendo lo tuyo, odio las mudansas y estaria como loca en tu lugar >.< solo te digo q ame tu dibujo pero el chico se me hizo parecido a Robert, la chica no se me hizo parecida a Kris lo cual es genial xq se supone es Camille(? besitos!
TheGirlImpossible
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
He vuelto (L
Ajam, sí, ajam. Finalmente vine a actualizar e.e
A ver, se merecen que me explique.
En primer lugar: Ya me mudé. Han sido días... Difíciles (horribles). La casa es chica, la familia es grande, y es fin de mes (odiada segunda quincena). Muchos inconvenientes (incluyendo que no sabíamos cómo acomodarnos) me complicaron al momento de escribir (y no hablar de publicar). Pero ya volví! Tengo internet (gracias a mi vecino querido) (muchos paréntesis, lo sé), y tengo muuuuuuucha inspiración! :3 Creo que me mudaré más seguido (?)
OKOK, estuve contando (ya llevo dos capítulos y medio escritos), y creo que quedan cuatro hermosos capítulos y listo. (Quizás cinco). AY DIOS, JURO QUE VOY A LLORAR CON EL FINAL :'(
Por otro lado... Tercera temporada avistada! :3 Ya les prometí a varias de ustedes que aparecerían. Claro que teniendo en cuenta la cantidad de personajes que tengo de por sí, no serán muchas las que van a aparecer, (de hecho, las que aparecen no tendrán papeles primarios -salvo Kit, por ser futura novia de Alby <3) Así que necesito que me recuerden a quién le había dicho de aparecer (Cindhy, me acuerdo de ti, estás con Alec). Mi memoria es casi nula chicas, perdón :3
Y... Creo que eso es todo. Voy a subir dos capítulos porque soy un ser muy bueno (nah mentira, porque no subo hace rato :c y porque es lo único que tengo escrito). Así que... Eso. Espero ver sus bonitos comentarios por aquí (?)
PC: (Significa Por cierto. Acabo de inventarlo) Tengo que agradecerles por haber llenado TRES páginas con comentarios -y dibujos :3 -. Son geniales, se los dije ya? Bueno, lo repito porque estoy melancólica.
That's all. Leed:
Capítulo 28
“La charla”
Escritora POV
Camille Lupin estaba tendida en su cama. Se acostaba de espaldas, mirando el techo con expresión vacía. Tenía lágrimas secas escurriéndose por las mejillas, y sostenía en sus manos lo que parecía ser un cuadro. Estaba pensando. Llevaba allí sin moverse un largo rato, quizás horas, quizás minutos, no sabía con exactitud.
Se sentía… desarmada. Como si todo lo que venía haciendo hacía meses no hubiera tenido sentido. Albus la engañaba, entonces ¿por qué salía con él? Era evidente que terminarían, pues ella podía ser compasiva pero no estúpida. Le resultaba irónico. Con la misma moneda le habían pagado.
Pero… Por otro lado, una vez que terminara con Albus, ella podría…. Bueno, tenía su última esperanza de hacer algo bien. Aunque… ¿Y si James seguía molesto con ella? ¿Y si no aceptaba comenzar algo de nuevo? Podía ser, él era orgulloso. Y quizás ella se lo mereciera por todo lo que hizo, pensó la Lupin con amargura.
— Cam— llamó una voz desde la puerta. La castaña no tuvo que mirar para saber que se trataba de Lily. La pelirroja avanzó sin aguardar respuesta, y se sentó a su lado en silencio. — Me he enterado lo que pasó. Al parecer James y Albus hicieron las paces, ¿sabías?
Eso significó un aliento para la metamorfomaga. No era en absoluto lo que había imaginado que sucedería, sino que era muchísimo mejor. Inevitablemente esbozó una sonrisa, sintiéndose más tranquila, y se incorporó hasta quedar sentada.
— ¿Es en serio? — Preguntó con voz congestionada de tanto llorar. Carraspeó un poco para solucionar eso.
— Claro que sí, finalmente arreglaron sus problemas esos dos— confirmó la Potter, asintiendo con una sonrisa. — Y hablando de solucionar problemas, Albus quiere hablar contigo. Está en el dormitorio de James aguardando.
Camille borró su sonrisa de golpe ante la mención de ambos chicos. Tragó fuertemente con la vista sobre el suelo, y Lily comprendió.
— Debes hablar con él tarde o temprano. Y como bien has aprendido es mejor temprano.
— ¿Y qué decirle? ¿“Albus, me engañaste con la rubia que más detesto, pero te entiendo; terminemos y sigamos nuestras vidas”? — Ironizó con una mueca. — Ni en sueños. No sé cómo… terminar con él.
Lily arqueó ambas cejas, sorprendida por tal confesión. Había oído decir a Victoire que Camille había tenido muchos novios en Beauxbatons, ninguno duradero pues eran todos idiotas, pero imaginó que tendría experiencia en esa clase de cosas.
— Es como has hecho con otros muchachos, Cam— soltó, obvia. La Lupin hizo una mueca.
— Yo… No he… Bueno, nunca he terminado con nadie. Siempre me terminan a mí. Y la única vez que lo hice fue cuando encontré a mi último novio acostado con mi ex mejor amiga, y sólo se lo grité y le di una patada en sus partes débiles. No haré eso con Albus—. Lily soltó una risotada, tentada con la idea de Cam dándole a Alb una patada, pero la castaña permaneció con rostro preocupado.
— Merlín, aunque debo admitir que la idea es demasiado deseable, creo que tienes razón, no es para hacérselo a Albus— admitió, encogiéndose de hombros la Potter. — Pero, ustedes dos a pesar de salir son amigos. Habla con él, sé que llegarán a un acuerdo. Pudo arreglar las cosas con James, definitivamente podrá contigo.
Camille tuvo que darle algo de razón a la niña. Esbozó una leve sonrisa, pensando que quizás sí podrían llegar a un acuerdo y tratar de volver a ser amigos, ¿por qué no?
Con estas esperanzas, la Lupin se puso de pie de un salto, mareándose un poco ante la brusquedad del movimiento, y caminó decidida hasta la puerta bajo la mirada aprobadora de Lily.
— Tienes razón, Lils. Gracias por esto— dijo sinceramente, antes de desaparecer tras la puerta. La pelirroja sonrío satisfecha, pensando que quizás finalmente todo aquel drama acabe, y se desplomó en la cama de su amiga con un suspiro cansado. Recién entonces se dio cuenta de que había un cuadro sobre el edredón a su lado, y lo tomó con una sonrisa, viendo a la metamorfomaga miniatura robarle un beso al atontado James de la foto.
Camille entró en la habitación de los hombres de sexto sin reparos, ignorando un llamado de atención por parte de un prefecto de quinto. Allí, sentado sobre una de las camas con lo que pareció una snitch en manos estaba Albus Potter. El chico suspiró aliviado al ver que Lupin sí había accedido a venir, aunqe no le gustaba lo que seguía ahora…
— Lo siento— fue lo primero que salió de su boca. Ella se apresuró a negar con la cabeza, caminando a zancadas hasta él, dándole un fuerte abrazo que dejó pasmado al chico. Eso, lo hizo sentir más culpable.
— Fue culpa mía. No fui la mejor novia que podrías haber tenido— explicó ella, aún sin soltarlo. Aprovechó para secar velozmente una lágrima caprichosa, y entonces sí se separó de él, cruzándose de brazos, permaneciendo parada frente suyo con labios apretados.
— No, no. No es eso… Yo…— Albus vaciló. Debían aclarar todo. Él no quería que sucediera como le había pasado a ella con su hermano, que dejaron de hablarse seis meses; ella era su mejor amiga por sobre todo. — He hablado con James.
— Lo sé, Lily me dijo que han hecho las paces— murmuró ella, esbozando une leve sonrisita. — ¿Puedes explicarme cómo sucedió este milagro?
— Aclaramos las cosas— explicó el ojiverde, removiéndose incómodo al recordar la manera impertinente en la que había soltado sus más profundos rencores. — Pero ese no es el punto… Um… Debo decirte algo—. Carraspeó la garganta. No tenía idea de cómo soltar la verdad sin que sonara mal.
— Aguarda. Primero debo confesarte algo yo— se apresuró a interrumpirle Camille, para alivio del Potter. — Creo que ambos sabemos que esto terminó— comenzó a decir, apuntándolo primero a él y luego a sí misma. Él asintió lastimeramente. — Y no quiero que queden cosas inconclusas. Sabes que eres mi mejor amigo; siempre lo serás—. Albus sonrío levemente, sintiendo el alivio invadirlo en totalidad. — Por lo tanto, tengo que confesarte algo…— Cam tomó una gran bocanada de aire. — En las vacaciones de invierno… Yo… Yo y James nos besamos…
— Lo sé.
— Sólo fueron dos veces, ¡te lo juro!
— Lo sé.
— Y, no quería lastimarte, yo no quería que… Aguarda, ¿qué has dicho? — Cuestionó de súbito, con el ceño fruncido. Alb, solemne, palmeó el lugar a su lado, y Camille se sentó lentamente allí, con expresión confundida.
— James me lo ha contado— contestó finalmente. La Lupin pestañeó repetidas veces.
— ¿Qué? Oh, es un idiota, te juro que cuando lo vea…— Dejó la frase inconclusa para soltar un gruñido frustrado. Él río un poco.
— Dime algo Cam, ¿te sigue gustando, cierto? — Preguntó, sabiendo la respuesta. James ya había dicho que sí, y si el poco afectivo James podía seguir enamorado, la emocional Camille mucho más. Ella hizo una mueca.
— Sí…— Confirmó con sinceridad que hacía tiempo no empleaba, mordiéndose el labio inferior, incómoda. El Potter asintió lentamente.
— ¿Por qué aceptaste salir conmigo, entonces? — Preguntó calmo. A la chica se le encogió el corazón; ella no sabía dar una respuesta agradable.
— Tú parecías muy interesado en mí. Eras tan dulce… Y yo quería olvidarme de James. Creí que contigo lo lograría— confesó, terminando en un hilo de voz. — No funcionó, y parece que te hubiera usado. Me siento una basura, y entiendo que tú no quieras perdonarme eso.
— No, no. Yo… — Albus, por un lado no podía asimilarlo, pero por otro el consuelo era aún mayor con cada palabra que salía de su boca; él no era el único en falla. — Yo quería salir contigo porque… Bueno, sabes que te quiero, pero… No de esa manera que demostré— soltó francamente, dejando a Camille estupefacta. El ojiverde, pasó una mano por su rostro con nerviosismo antes de explicarse. — Yo sabía que mi hermano te amaba, me lo había dicho en las vacaciones durante una discusión. Y… Quise… Quería ganarle en algo.
Permaneció en silencio, viendo cómo la Lupin iba asimilando la noticia de a poco. Camille sólo podía pensar “Él no está enamorado de ti. Nunca lo estuvo”, y eso hacía que su cerebro maquinara a toda velocidad un único comentario, repitiéndolo una y otra vez: Mentiras. Cuando finalmente entendió que todo había sido una gran y despiadada farsa, estaba boquiabierta, totalmente anonada. ¿Albus había querido salir con ella sólo por el mero hecho de ser mejor que James en algo? ¿Por eso la había besado aquella vez? ¿Por eso hizo que todo se desmoronara? ¿Por eso… todo?
¿Sólo por eso?
— ¿Sabes? Será mejor que no nos hablemos por un tiempo— logró articular al fin, tratando de contenerse y tragar aquel nudo en la garganta, poniéndose de pie de inmediato con puños apretados. Albus también se paró, alerta.
— No, por favor, Cam. De veras, lo siento. Me comporté inmaduro, estúpido, e hice cosas de las que prefiero no acordarme ahora. Creía que mi hermano lo hacía a propósito; ya sabes, eso de ser perfecto y…
— ¡Detente ahí, Albus Severus Potter! — Exclamó la chica, con ojos cristalizados. Sentía la impotencia acumulada en la boca de su estómago empujando para salir a la luz. — ¡Estoy harta de que tú y tu hermano hablen de perfección! ¡No pueden ser tan imbéciles! ¡Tú dices que James es perfecto, James dice que tú lo eres! — El aludido frunció el ceño, sorprendido. — ¡Ninguno lo es! ¡Ni yo tampoco! — Añadió por las dudas. — ¡No pueden estar tan obsesionados con eso! ¿Qué has ganado, creyendo que te vengabas de algo tan superficial? ¡Sólo arruinar cosas, incluida nuestra amistad! — Una lágrima se escapó, para su disgusto. — ¡Admito que he cometido muchos errores! He mentido fingiendo ser alguien que no era, te he besado aún saliendo con James, he comenzado a salir contigo por olvidar a tu hermano, he besado a tu hermano saliendo contigo… ¡Demonios, son una maldita! Pero, jamás, ¡JAMÁS! Nunca en mi vida podría hacerle algo así a mi hermano, o a Vic y Dominique, que son como mis hermanas, sólo por… ¡Venganza! ¿Venganza, Albus? ¿¡De qué!? — Gritó histéricamente, dejando al ojiverde sin palabras. — Eso pensé— murmuró ante su falta de contestación, y sin más se echó a llorar.
Albus, conmocionado, se acercó a ella y la abrazó protectoramente; Camille no se opuso, sino que aceptó el gesto y su llanto aumentó. Él no dejaba de susurrar “perdón”, mientras acariciaba dulcemente su cabello, casi con tacto fraternal.
Permanecieron así un buen rato, e incluso el Potter derramó lágrimas silenciosas e inevitables en su debilidad. Ella tenía razón, en todo lo que había dicho. Ambos se sentían torpes en aquellos momentos, por haber jugado semejante farsa por tanto tiempo. Él salió con ella por envidia de su hermano, y ella por celos hacia el mismo muchacho, sumado al incesante deseo de olvidarse de él. Ninguno consiguió lo que buscaba, y sólo trajeron desgracias.
— No puedo enfadarme contigo— bisbiseó Camille con voz congestionada, sin soltar el abrazo.
— Yo mucho menos. Mejores amigos por siempre, ¿recuerdas? — Murmuró él, citando aquella promesa que habían hecho alguna vez tiempo atrás bajo la luz de las estrellas primaverales. Cam sonrío, reconfortada con aquello. El calor de un pasado sencillo jugueteaba en sus recuerdos.
— Entonces me perdonas, ¿cierto? — Cuestiona ella débilmente, temiendo una negativa. Los Potter eran orgullosos, siempre.
— Sólo si tú me perdonas primero— condicionó Alb.
— Estás perdonado.
— En ese caso tú también lo estás—. La chica, soltó una risita. — Somos muy tontos, ¿lo sabías? — Albus también río esta vez, de acuerdo con ella.
— ¿Ahora volvemos a ser lo de antes, finalmente? — Cuestionó el ojiverde, dudoso, agradeciendo que al estar abrazados ella no pudiera ver su cara de vergüenza. Sería extraño, teniendo en cuenta que se habían besado alguna vez, pero si realmente ninguno no sentía nada no veía complicaciones.
— Si te refieres a los mejores amigos más idiotas del mundo… Sí. Es lo que quería, hace rato. — Confesó ella. — Pero si preguntan, yo terminé contigo, no al revés. — Ahora sí se separó de él, pero sólo a medias, para verle el rostro con una sonrisita incipiente.
— ¿Qué? Eso no es justo. Yo soy el segundo rompecorazones de Hogwarts al mando, ¿recuerdas? — Espetó el Potter, con aires. Cam rodó los ojos.
— Suenas al idiota de tu hermano. Y ni soñando dirás que tú me terminaste; soy una mujer independiente, ¿recuerdas? — Imitó su tono grueso, haciendo que el chico riera.
— Bien, bien. Sólo porque no quiero parecerme a James— cedió resignado. Cam enarcó una ceja.
— ¿No era eso lo que buscabas?
— Ya no. Creo que volveré a ser sólo Albus— informó, sintiendo un peso salir de sus hombros al soltarlo. La ojiazul volvió a sonreír, felizmente. Ella sabía que él no se comportaba como verdaderamente era, y tener de vuelta a su mejor amigo ciertamente era algo grato.
— Mejor así. Para James me basta con uno—. La expresión del Potter se tornó sugerente de pronto.
— Hablando de James… ¿Van a volver, cierto? — Camille se sonrojó automáticamente, pues hasta hace unas horas ellos dos eran novios, y contarle a su ahora ex novio que pensaba volver con su otro ex novio -o sea su hermano-, se le hacía ligeramente -muy- bochornoso, además de liado. Se soltó definitivamente de él, corriéndose un mechón de pelo rosado pálido del rostro.
— Um… no lo sé, creo que deberíamos hablar. Quiero decir, estoy segura de que James me odia por no haber luchado por lo nuestro, pero… ¿Sabes? Es raro hablar de esto contigo. — Tuvo que admitirlo, pues antes de todo el asunto de los novios ella y Albus siempre hablaban con sinceridad, por más dura que fuera. Él suspiró, asintiendo con la cabeza como si estuviera de acuerdo.
— Ni me lo digas. Creo que tendremos que esperar a que las cosas se enfríen como para hablar de esto— coincidió, para alivio de la Lupin. Y casi como un rayo, una palabra cruzó la mente de la chica: “Baile”.
— Aguarda, ¿qué haremos con lo del Baile? — Inquirió, pareciendo preocupada por primera vez en todo lo que iba del día. Albus, primero la miró con cejas alzadas, pero al comprobar que ella no parecía bromear, se echó a reír.
— ¿De verdad eso es lo que te preocupa en estos momentos? — Preguntó divertido, pensando que realmente era bueno tener de vuelta aquella relación de mejores amigos. Él notaba que ella no se comportaba igual de natural que cuando salía con James, y eso generaba un ambiente incómodo; pero ahora todo regresaba a la normalidad, cuando la confianza sobraba y ellos dos parecían hermanos. ¿Cierto?
— Pues… Sí. — Las mejillas de Camille se habían tornado rosadas, ya que tras repasar su pregunta se sentía estúpidamente superficial.
— Supongo que podemos ir aún así, si es lo que quieres. Sólo como amigos— se apresuró a añadir el ojiverde, sugiriendo una posibilidad. Cam sonrío, aliviada de hallar una manera para evitar un histeriqueo de las hermanas veelas.
— Por mí está bien. Vic ya me ha comprado vestido, y sería una pena no competir de alguna manera con esa estúpida rubia— masculló, enfatizando la palabra “estúpida”. Alb abrió los ojos ligeramente, recordando aquel pequeño detalle. Aparentemente a Camille también le cruzó lo mismo, porque intercambiaron una mirada significativa.
— Me sedujo— fue lo único que dijo el Potter. — Y no es una excusa; de verdad, vino y dijo que tenía “muchas ganas de saber si era cierto eso que decían las chicas sobre el tamaño de mi…”
— ¡No sigas! — Interrumpió Camille rápidamente, tapándose tontamente el rostro con las manos para ocultar su rubor. — ¿Qué tienen tú y tu hermano con hablar tan abiertamente de esas cosas? ¡Merlín! — Se quejó, descubriéndose la mirada para encontrarse con un divertidísimo Albus sonriendo de lado a lado.
— No iba a decir lo que tú crees que iba a decir— informó, y ante la mirada de “no te entendí” que ella le lanzó, añadió: — Ella dijo “sobre el tamaño de tus músculos”, Cam. Tienes la mente pervertida; compartes demasiado tiempo con mi hermano.
El rostro de Camille, que había logrado volver a ser pálido como siempre, volvió a teñirse de rojo hasta las raíces a causa de su error. Ella había creído, efectivamente, que Albus diría otra cosa, y ahora sólo resulta que quedó como una persona de mente sucia. Quiso que la Tierra la tragase.
— Entonces, tú sólo te dejaste seducir— apuntó, dejando de lado el tema anterior cruzándose de brazos, como si no hubiera cometido un error magistral. Albus dejó de sonreír para hacer una mueca.
— No tan así. Fue extraño… Era como si algo me obligara a ceder… Y, bueno, teniendo en cuenta lo atractiva que es no pude contenerme demasiado. Vuelvo a repetirlo: Lo siento.
La chica asintió, restándole importancia, repasando con cierta suspicacia la frase “algo me obligó”. ¿Algo? ¿Qué algo? ¿Algo como lo que hizo que dejara de cuestionarse respecto a la supuesta “familia” que la huérfana Knight tenía en Francia, durante el viaje en tren al comienzo de las vacaciones de invierno? Había cierta rareza en todo lo que a esa chica se refería, y el que hiciera todo aquello de jugar con ambos Potter a propósito sólo incrementaba este hecho. Se anotó mentalmente investigar al respecto.
C.J. Potter
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Noté que estos capítulos me están quedando más cortos que siempre, pero suceden demasiadas cosas seguidas como para ponerlo todo en uno solo.
Eso no más :3
P.C: Sobre los vestidos... No soy buena en eso de Polyvore, pero como es el baile hice excepción y les di imágenes para que se orienten (al igual que el baile pasado... Amo hacer bailes :3 ). Amé el vestido de Lily (L y no me gustó tanto el de Rose, pero bueno... Ah, y Kerianne: Ese -como va a aclarar- es el vestido que Camille usó en la primera temporada, en la Sala de Menesteres cuando "convenció" a James de aceptar la relación de Rose y Scor (ya saben hicieron PUM PUM, así que dudo que no se acuerden(?). JAJAJAJAJAJ, perdón, tenía que decirlo :3
Ahora sí. Lean:
Capítulo 29
“El Baile”
Camille POV
Haber arreglado las cosas con Albus ha sido mucho más tranquilizante que como creí que sería. Aún no puedo creer que sólo saliera conmigo por celos a James, pero supongo que yo tampoco quedo exenta, pues acepté estar con él por la misma razón con otros objetivos. Eso da igual ahora; somos amigos, e iremos juntos al baile. El problema actual es atreverme a hablar con James y solucionar todo de una buena vez. Pero… No puedo.
Ya han pasado cuatro días desde que Alb y yo somos solamente amigos. Nadie en Hogwarts lo sabe aún salvo mis amigas, Scorpius y Ted, pues seguimos pasando tiempo juntos, tal como siempre. Incluso creen que, -como ahora que ya no hay tensiones entre nosotros reímos más-, estamos atravesando por nuestra “mejor etapa como pareja”. Los dejo hablar, pues no me interesa ya lo que ese montón de chusmas pueda pensar o no.
Así que… Ahora mismo estoy bajo la magistral preparación de Victoire Weasley, futura estilista de los más famosos magos del mundo –o al menos es lo que ella se ha pasado diciendo. De hecho, acabo de terminar con el maquillaje, que consta de un poco de sombra de ojos blanca, y un brillo labial de un tono cereza muy claro. Es ligero, pues según Vic “resalta mi belleza natural”. No me interesa, el punto es que he logrado escabullirme de la habitación.
Necesito hablar con James. Mientras me duchaba pensé, y decidí que no puedo seguir posponiéndolo mucho más; nada más, de hecho. Y esto pienso para darme el ánimo de abrir la puerta de la habitación de los chicos de sexto, ignorando la llamada de un chico que me grita “¡NO ENTRES!”.
Casi como si fuera una ironía del destino, me encuentro con la persona que busco, abrochándose tranquilamente la camisa, sentado al borde de su cama. Miro alrededor, pero no hay nadie más que él allí, cosa que agradezco sumamente.
— James, tenemos que hablar— digo una vez que he cerrado la puerta tras de mí, acaparando las advertencias, entrelazando mis manos con manía tratando de sonar segura.
— Seguro— dice indiferente, y se pone de pie, acomodándose vagamente la corbata. Pienso que es tarde como para andar levantándose a estas horas, pero es un pensamiento superficial. Camino firmemente hasta quedar a corta distancia, y comienzo a hablar.
— Escucha, debo decirte que lo siento. Por todo, ya lo sabes. No debería haber seguido con Albus cuando ambos sabíamos que debíamos volver, cuando tú querías volver. Y perdona si te lastimé de alguna manera, porque no quería que así fuera; no tenía idea—. Me detengo a tomar una bocanada de aire, ante su mirada expectante, incómoda con su silencio. — Yo… Diablos, tenías razón. No debí haber seguido una farsa, no debía haber hecho muchas cosas en realidad, pero ya es tarde para arrepentirme. Sólo puedo disculparme, y rogarte que me perdones— finalizo, pero rápidamente agrego: — Que conste que no volveré a rogarte nada.
Y aguardo. Aguardo a que responda, que sonría burlonamente, que me grite, que me eche, que me bese incluso, algo. Pero nada llega. Su expresión es indiferente, como si incluso esto le aburriera; y duele, me confunde. No entiendo por qué se comporta así cuando un mes atrás estaría encantado con todo esto. Quizás es eso; hace un mes. ¿Podría haberse olvidado de todo tal como quería, justo ahora que me arrepiento?
— Disculpas aceptadas— suelta entonces, sacándome de mis cavilaciones. Y me doy cuenta de que estuve conteniendo el aliento, así que suelto todo en un gran suspiro de alivio; al menos me perdonó.
— Gracias a Merlín— murmuro, y con una media sonrisa doy un paso para abrazarlo, pero él se echa para atrás, dejándome aún más pasmada. ¿Qué…?
— Hey, aguarda. He dicho que te perdoné, no que quiero volver contigo. No soy tu perro, Camille. Te esperé, pero ya es muy tarde— espeta, frunciendo el ceño como si yo fuera una loca de remate.
Se oye un profundo crack en la habitación, y… Oh no, ha sido mi corazón.
Aprieto mis puños a los costados, sin poder creer lo que acabo de oír. Tengo la esperanza de que sea un sueño, más bien una pesadilla; sí, eso debe de ser. En cualquier momento despertaré, y estaré en Beauxbatons, y los Potter habrán sido sólo un mal sueño. Sí, eso será…
Pero no despierto, y la situación es cada vez más real. Él me mira, todavía ceñudo, y yo permanezco hecha una piedra frente a él, como una gran idiota. No sé qué decir o qué hacer, pues había esperado un sí de su parte, o al menos alguna discusión. No un magistral rechazo.
— ¿A… a qué te refieres con eso? — Suelto en titubeos, sintiendo mi labio inferior temblar. Trato de buscar algún descuido en su mirada perfectamente carente de expresión, pensando que quizás es por orgullo. Pero no encuentro nada. Nada. Incluso, percibo que su vivo avellana es más claro ahora. ¿Más claro? Sí. Más fríos.
— ¿No está muy claro ya? — Espeta, haciendo una mueca de obviedad. — No quiero volver contigo y punto. Es más, ¿por qué no dejas de molestarme? Lo único que has hecho desde que llegaste aquí es joder nuestras vidas— añade, dejándome en un nivel superior a la estupefacción. ¿Ha dicho “joder nuestras vidas”? Él nunca me había hablado así. Nunca nadie había sido tan sinceramente duro, además. Porque en el fondo sé que tiene razón; yo misma me he encontrado pensando eso.
— Yo no… Nunca quise…— Las palabras por primera vez parecen no querer llegar a mí, como si me repudiaran tanto como él lo hace. Siento un sinfín de cosas atorarse en mi garganta y volverse una gran y horrible bola de culpa. No quiero llorar, no frente a él, no si después debo explicarle a mi “asesora de imagen” el por qué, porque no quiero que nadie en absoluto sepa de esto.
— Tú nunca nada, ¿cierto? — Acota con cierta burla maliciosa. Menea la cabeza, como en un chiste privado. — Me alegra haberte olvidado, la verdad. Esto de ser un premio de consuelo no es lo mío, ni lo de mi hermano— apunta, y cada palabra que sale de su boca es como una pequeña navaja en mi corazón, en mi alma. Oh genial. Ya estoy llorando.
Y no veo ni la menor señal de arrepentimiento en sus ojos. Sólo un pequeño brillo que no llego a reconocer antes de que se pierda en el vacío helado de su avellanado claro. Si antes estaba desarmada, ahora estoy hecha una pila de escombros. Quiero esconder la cabeza bajo tierra, y que nadie se acerque a salrvarme nunca.
— Dulzura, ¿has visto dónde dejé mi corbata? No la encuentro en ningún… Oh—. Oh bravo, la cereza del postre. Giro la cabeza en dirección al baño, encontrándome con una despampanante rubia con cabello mojado y una simple toalla rodeando su cuerpo; una fingida expresión de disculpa se planta en su rostro. Presiono con fuerza mis labios para no gritar cosas que nunca debería decir una mujer, y siento la furia acaparar aquella capa de vacío existencial. Claro que James no estaba levantándose de una siesta; James estaba acomodándose tras un buen polvo con su escultural novia.
— Me das asco. Ambos me dan asco— logro articular, echándome para atrás, sintiendo mi rostro abarcar varios sentimientos al mismo tiempo. Y pensar que creí cuando dijo que me amaba. Por todos los santos, James no ama.
— ¿Eres tú la víctima? Oh Merlín, vete de aquí Lupin— dice él, y es lo último que estoy dispuesta a soportar. Dejo una sonora bofetada en su rostro, y sin pensarlo más doy la vuelta sobre mis talones y me echo a correr escaleras abajo.
Escritora POV
— ¿Piensas decirme qué te sucede? — Insistió Victoire por undécima vez, refiriéndose a su seria amiga. Camille le dirigió una veloz mirada por debajo de su máscara plateada, y volvió a dar la misma respuesta que siempre: un solemne meneo de cabeza. La rubia, cuya máscara era dorada delatando que se encontraba en último año, dio un gruñido de frustración, antes de regresar a su conversación con Dominique respecto a un insistente pelipúrpura que quería una cita de disculpas con ella. Rose y Lily también hablaban por lo bajo, y su tema de debate por el contrario, era la metamorfomaga.
Cam se había escabullido del dormitorio en un corto período entre el maquillaje y el peinado, y había vuelto con el semblante profundamente oscurecido. No había dado explicaciones, y se limitó a obedecer las indicaciones de Victoire, quien estaba a cargo de la preparación de cada una –logrando un resultado increíble, por cierto.
Aún sin saber qué le pasaba a su amiga, entraron al Gran Comedor tras el resto de las chicas. Se sorprendieron terriblemente con el decorado –excepto por Rosie, quien estaba a cargo de la preparación.
Las paredes milenarias del salón habían sido cubiertas por una especie de tapiz cuyo efecto era espejado, dando sensación de que era incluso aún más grande de lo usual. El piso de piedra ahora lucía un hermoso losado de un color blanco inmaculado y brilloso, por el cual parecía que podrías patinar, pero a la vez mantenía a las muchachas entaconadas en pie sin el menor resbalón. Las cuatro mesas que usualmente se disponían allí, habían sido remplazadas por otras pequeñas y circulares que estaban enmanteladas, dispersas alrededor de una circular y extensa pista de baile. La pista, consistía en un espacio vacío, con un pequeño escenario en un rincón, donde instrumentos descansaban a la espera. Como detalle, del techo colgaban listones en distintos tonos rosados, y otros que eran blancos. Encima de todo aquel rococó, estaba el cielo –que siempre se mostraba en el Gran Comedor. Aquella era una noche estrellada de luna llena, lo cual daba al lugar la esencia justa de romanticismo.
Perfectamente perfecto.
— Se pasaron, Rose— comentó Dom, asombrada, mirando a todos lados mientras seguía la fila de mujeres por el pasillo entre mesas hasta la pista de baile.
— Es cierto, Rosie— coincidió Lily, mirando con expresión risueña el techo. Sólo podían venir alumnos desde cuarto hasta séptimo, pues se había considerado a los otros demasiado pequeños. Lillian estaba en la línea justa.
— Oh, no es nada. El profesor Flitwick nos ayudó mucho— confesó la pelirroja sonrojada, con fingida modestia.
Una vez en la pista de baile, tanto las alumnas como las profesoras tuvieron que aguardar. La gracia de aquel baile era que los hombres llegaran luego para encontrarse con sus parejas, contrariamente a como siempre eran los bailes –desde la Batalla de Hogwarts, la escuela festejaba al menos un baile cada tres años, como motivo de recordar la tan ansiada paz, y eran los alumnos los que escogían cuándo y cómo.
Cada mujer desde cuarto a séptimo tenía pareja (siendo algunas veces entre amigos), porque de lo contrario sería penoso asistir a una fiesta de San Valentín. Incluso McGonagall iría de la mano del profesor de estudios muggles, un anciano encorvado de espesa barba gris y mirada bondadosa.
Y mientras las mujeres conversaban entre sí, la puerta del Gran comedor se abrió de nuevo, dando paso a un séquito de varones con trajes que iban desde el blanco al rojo, e incluso había uno con esmoquin rosado. Otro de los puntos del baile, era que sólo podías vestir aquellos colores, derivando al rosa en tonalidades.
La profesora McGonagall entonces apareció junto a Rose y Camille, dándoles una mirada elocuente. Ambas muchachas asintieron, y la siguieron hasta una puerta que había a un costado del lugar, sin poder ver el gran espectáculo que se generaba en el Gran Comedor cuando las mujeres recibían una rosa blanca de sus parejas.
En la habitación apartada, estaban Scorpius Malfoy, Dan Gaunt –capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff-, y finalmente los hermanos Potter. Ellos hablaban acaloradamente entre sí, pero se pararon en seco apenas vieron entrar por la puerta a la pelirroja con su cabello normalmente rizado totalmente liso luciendo aquel vestido blanco, y a la pelinegra a su lado, que en lugar de llevar el cabello liso como siempre, tenía rizos atados en lo alto en un pulcro rodete del cual algunos ondulados mechones escapaban para contornear su rostro, usando aquel espectacular vestido, también blanco.
El primero en hablar fue un deslumbrado Scorpius, que enseguida se acercó a su novia para plantarle un dulce beso en los labios.
— Estás hermosa, Rosie. Más que siempre — había dicho en un tono profundo que derritió a la pelirroja. Luego, consciente de la mirada del primo de la chica sobre sí, añadió: — Digo, tú también Cam. Vic hizo un buen trabajo— carraspeó casualmente, y se separó de su novia, tomándola de la mano.
Camille contuvo un suspiro cursi, y caminó con su usual gracia hasta su pareja, quien la recibió con un gran abrazo y un “estás ciertamente espectacular”. Al separarse, la chica evitó la mirada del otro Potter a su lado, limitándose a ver el empalagoso intercambio de comentarios de la parejita frente a ellos.
— Luces bien, Lupin— comentó James para su sorpresa en cierto momento de risitas tontas que la parejita daba. Cam le dirigió una mirada de reojo, sin decir nada, y asintió en agradecimiento, dejándolo confundido. — Oye, ¿estás molesta o…?
Pero antes de que terminara una confundida frase, la puerta se abrió de nuevo, y de ella apareció una castaña de máscara dorada y vestido rosado que fue directo a los brazos del Hufflepuff. Rose la reconoció como Nella Corner, una prefecta de último año en Ravenclaw. Tras ella, una despampanante y familiar rubia apareció, con un ajustado y cortísimo vestido que Camille reconoció al instante, con ingrata sorpresa. Aquel era el vestido que ella traía puesto la primera y única vez que se acostó con James. La rubia enseguida plantó un beso en su novio, con innecesaria pasión, y luego sólo se quedó a su lado de manera posesiva.
— Es una perra— masculló entre dientes la metamorfomaga, siendo escuchada por Albus.
— ¿Me perdí de algo? — Cuestionó el ojiverde, siguiendo la dirección de la envenenada mirada de su pareja.
— Bastante. Comenzando con que ese era MI VESTIDO— esta última parte la dijo en voz significativamente alta, buscando justamente que la Knight la oyera. — Parece que cierta persona no se cansa de recoger mis sobras.
— ¿Lo dices por el vestido, cariño? — Soltó enseguida Kerianne, sin descaro, llevándose la atención de las otras dos parejas allí.
— ¿Qué? Oh, disculpa, ¿te sentiste identificada? A quien le quepa el saco que se lo ponga— contestó ella, con tono malicioso, y una mirada que bien podría haber pasado por metal frío y duro. Ciertamente, aquella noche los ojos azulados de Cam eran grises, muy grises.
A Albus le sorprendió su comportamiento tanto como a Rose y Scorpius. No estaban acostumbrados a ver qué Camille se quejara abiertamente de la rubia, pese a que sabían sobre su odio para con ella.
— Lo has gritado. Y si te preguntas si te lo robé, quédate tranquila porque ha sido tu querida amiga rubia la que me lo prestó. Victoire me cae de maravillas— replicó, con énfasis en el nombre de la Weasley. Cam sintió la traición llegar en forma de bomba, impactando contra su orgullo duramente. Primero Albus, luego James, ¿ahora también Victoire?
— Eres una maldita puta— escupió sin reparos en su lenguaje, o en la profesora Xeliander ahí en el rincón suspirando aburrida y solitaria. Rose, Nella e incluso Scorpius soltaron una exclamación ahogada, sorprendidos. James dio un paso al frente.
— No le hables así a mi novia, Lupin, si no quieres vértelas conmigo— musitó, con palpable advertencia. Sus ojos volvían a ser fríos. Camille frunció el ceño.
— Y tú no amenaces a Camille si no quieres vértelas conmigo— repuso Albus, dando un paso al frente también, antes de que la Lupin pudiera decir algo. James soltó una risa irónica.
— La verdad es que no me asusta en absoluto que tú…— Pero en pleno comienzo de pleito, un fuerte pitido retumbó en la sala, desde el reloj de la profesora Xeliander, que pareció despertar, porque enseguida comenzó a chillar órdenes, empujando a las parejas con insistencia sin parar de decir “ya es hora, ya es hora”.
Y la pelea que pudo haber sido acabó sin comenzar.
Los primeros en salir hacia la multitud que rodeaba la pista de baile fueron Rose y Scorpius, los cuales fueron recibidos con montones de aplausos. Albus, haciendo fila junto a Cam, detrás de su hermano –repentinamente mudo-, y la rubia sonriente, le murmuró al oído un “¿qué le pasa a James? ¿No hablaste con él aún?”. Mientras veían a Rose y Scorpius comenzar a danzar al ritmo de un vals, y a James y Ker salir tras ellos con suprema elegancia, Cam susurró una respuesta.
— Sí. Y te puedo resumir todo diciéndote que me ha roto el corazón. Hubo justicia para ambos de ustedes—. Había amargura en su voz, pero era sólo para tapar la pena que en cualquier momento la haría llorar si no se contenía.
— No digas eso, no quiero justicia. ¿A qué te refieres con “roto el corazón”? — Inquirió, comenzando a caminar por aquel improvisado pasillo hasta la pista de baile, tomando la mano de la Lupin, quien sonreía falsamente al público.
— Me ha dicho que no quiere volver conmigo, que se ha cansado de esperarme, que sería mejor que me vaya, y que le he jodido la vida. Oh, también indicó que sólo causo problemas, y que está a gusto con su nueva novia— resumió, parándose en el lugar previamente indicado, en la punta contraria a la del ojiavellana y su novia, que ya bailaban. Posó su mano en el hombro de un ceñudo Albus, mientras él ponía la suya en su cintura, y comenzaron a bailar ellos también.
— Eso es imposible. Merlín Cam, es un idiota. No lo entiendo. Antes de que tú llegaras estaba diciéndome que terminara contigo si ya no lo había hecho, porque tú no merecías esto. ¿Estás segura de que te ha dicho todo eso?
Eso dejó a la pelinegra confundida. Eso no podía ser cierto. ¿Qué demonios le pasaba entonces? ¿Se había vuelto bipolar? ¿Estaba jugándole una mala broma? ¿QUÉ?
— No lo entiendo, Albus— soltó finalmente, al aterrizar grácilmente de un giro. Él hizo esa cara, la que hacía cuando estaba pensando. Entrecerraba los ojos, fruncía el ceño, presionaba los labios, y miraba el vacío. Cam aguardó, esperando que quizás él iluminara el panorama con sus razonamientos.
— Yo tampoco, Cam— contestó resignado, con un suspiro de frustración. Ella asintió, mordiéndose el labio inferior. Lanzó una mirada de soslayo a la escandalosa pareja frente a ellos, viendo a James mirar a Ker con admiración mientras danzaban, como si la mujer fuera lo más hermoso que vio alguna vez en la vida. Apartó la mirada de inmediato, mordiéndose la mejilla interna con fuerza para no llorar ahí frente a todos.
— ¿Estás bien? — Preguntó Alb al ver su expresión. Ella asintió solemne, tragando con fuerza. El vals llegaba a su fin, y en la cabeza de Camille se iba formando una gran decisión, una muy impulsiva.
El instrumental que sonaba ya había parado, dejando únicamente al piano hacer un Solo. Con un dulce “SOL” seguido de un “SI” menor, la canción acabó, y estallaron los aplausos apenas las parejas dejaron de danzar. Un muchacho de cuarto que vestía el único esmoquin rosado se acercó a ellas, con una varita funcionando de micrófono en mano.
— Aquí tenemos a las cuatro mejores parejas de Hogwarts— comenzó a decir, actuando de relator del evento. — Han sido escogidas por todos ustedes, y demuestran que el amor puede más que una casa, o un apellido— añadió, dirigiéndose primero a Rose y Scorpius, que estaban tomados de las manos con las más grandes sonrisas nunca antes vistas. — Scorpius Malfoy y Rose Weasley, escogidos como la pareja más dulce. Dime Scorpius, ¿no apesta ser tan cursi? — Se oyeron algunas risas, así como abucheos o gritos de “calla idiota”. El rubio rodó los ojos, acercando su boca a la varita.
— No, no apesta, Calvin. Amo a Rose, soy sincero y eso no apesta— contestó, ganándose un montón de suspiros y chillidos femeninos. Rose río con burla dirigida al presentador, y le dio un beso en la mejilla.
— Bien, muy bien— masculló el tal Calvin, caminando ahora hasta James y Kerianne, que iban segundos. Luego irían Camille y Albus, por lo que la chica comenzó a ponerse nerviosa, pensando qué podría preguntarle. Ellos habían quedado como la “pareja perfecta”, así que haría una broma respecto a eso, seguro.
— Entonces, James Potter y Anne Knight. La pareja más caliente de Hogwarts, eh— dijo con complicidad. Cam podría haber jurado que oyó el sonido de desaprobación de McGonagall bajo todos los gritos. — Eso sí es un buen título. Dime, James, ¿qué se siente salir con semejante mujer? — Se oyó una advertencia por parte del profesor Poddmore, que andaba más cerca de ellos, seguido de las risas.
— Pues, es genial— contestó el ojiavellana, mirando con ojos un tanto lechosos a su novia. — Amo a Anne, yo también—. Y hubo una secuencia de gritos de queja por parte del club de admiradoras del Potter, así como también chillidos entusiasmados, o “Uhh” lamentadores por parte de los hombres, como si les pesara perder a semejante conquistador en su grupo.
Pero Camille no logró percibir todo eso. Estaba demasiado ocupada tratando de no desvanecerse. Sintió la mirada de Albus sobre sí, así como su mano apretando dulcemente la suya, infundiéndole valor. La mirada de su hermano y Lily también le pesaban, mientras trataba de asimilar todo.
“Amo a Anne” había dicho. “Amo”. Él le había dicho eso antes, a ella. Y ella lo había creído. Ella lo amaba a él, pero él… Él… Creyó escuchar un “¿estás bien”? de Albus, pero era confuso.
Sin darse cuenta cómo, giró sobre sí y se echó a correr por el pasillo despejado hasta la puerta de salida, ignorando el repentino silencio seguido de los gritos sorprendidos y las miradas de toda la escuela sobre sí, incluidos los comentarios de Calvin. Una vez en el pasillo, se quitó los tacones y sin pensarlo mucho fue directo a la puerta de entrada, aprovechando que todos estaban en el salón la abrió y se escabulló a la fría noche de febrero, ignorando el frío en sus brazos, o las piedras cortando la piel de sus pies desnudos. Quería huir, escaparse lo más lejos de aquel lugar. Nunca se había sentido igual de… mal. Si antes su corazón se había roto, ahora este sólo se había suicidado y ya no era más que un hueco vacío en su pecho. Inservible espacio maldito que ella aborrecía.
Le habían dicho que el amor era cruel, pero ella nunca creyó que cuando encontrara al indicado sería tan así. Al parecer se equivocaba.
Y ahí estaba, a orillas de aquella colina sobre el Lago Negro, aquel por el cual se habían lanzado ella y James en el pasado, donde se habían dado aquel beso que detonó todo. Tiró los tacones en el suelo a sus pies, sintiendo la decisión cubrirla como una manta, y pasó una mano por su rostro para correr los mechones que se habían escapado de su moño, encontrándose con que tenía la cara totalmente empapada en lágrimas. No tenía idea de cuándo había comenzado a llorar, pero ahora sí era consciente de los profundos sollozos que salían de su garganta. Se desmoronó en el suelo, abrazándose las rodillas y hundiendo allí su rostro.
No quería sentir. Era incluso peor que cuando él había terminado con ella en deplorables condiciones, peor que cuando tuvo que abandonar a sus padres en el pasado, peor que cualquier cosa que hubiera sentido antes. Él amaba a otra. Amaba. James no amaba a la ligera, ella bien lo sabía, así como también sabía que él ya no la quería ni en lo más mínimo. Ya lo había perdido. A él y a todo.
A todo. No, todo no. Ted estaba allí. Albus estaba allí. Rose estaba allí. Lily estaba allí. Victoire estaba allí. Dominique estaba allí. Fleur y Bill estaban allí. Las gemelas, Louis, Fred, Hugo, Roxanne, incluso Ginny, Harry, Ron, Hermione, Molly y Arthur estaban allí. Pero ella no podía ver lo que tenía, sino lo que había perdido, incluyendo a sus padres. Estaba pasando unos de esos momentos en los que nada parece bueno, tratando de sobrevivir a sí misma.
El amor apesta, pensó con desprecio.
Y en plena desgracia, sintió en su hombro frío una mano. Enseguida pensó en Rose o Albus, pero cuando levantó la cabeza para decir que quería estar sola, se encontró con una capa oscura y unos ojos de igual color. Los labios de Alec susurraron un “sorpresa”, y antes de que supiera reaccionar, un hechizo impactó contra su pecho.
Todo oscureció de pronto.
Haber arreglado las cosas con Albus ha sido mucho más tranquilizante que como creí que sería. Aún no puedo creer que sólo saliera conmigo por celos a James, pero supongo que yo tampoco quedo exenta, pues acepté estar con él por la misma razón con otros objetivos. Eso da igual ahora; somos amigos, e iremos juntos al baile. El problema actual es atreverme a hablar con James y solucionar todo de una buena vez. Pero… No puedo.
Ya han pasado cuatro días desde que Alb y yo somos solamente amigos. Nadie en Hogwarts lo sabe aún salvo mis amigas, Scorpius y Ted, pues seguimos pasando tiempo juntos, tal como siempre. Incluso creen que, -como ahora que ya no hay tensiones entre nosotros reímos más-, estamos atravesando por nuestra “mejor etapa como pareja”. Los dejo hablar, pues no me interesa ya lo que ese montón de chusmas pueda pensar o no.
Así que… Ahora mismo estoy bajo la magistral preparación de Victoire Weasley, futura estilista de los más famosos magos del mundo –o al menos es lo que ella se ha pasado diciendo. De hecho, acabo de terminar con el maquillaje, que consta de un poco de sombra de ojos blanca, y un brillo labial de un tono cereza muy claro. Es ligero, pues según Vic “resalta mi belleza natural”. No me interesa, el punto es que he logrado escabullirme de la habitación.
Necesito hablar con James. Mientras me duchaba pensé, y decidí que no puedo seguir posponiéndolo mucho más; nada más, de hecho. Y esto pienso para darme el ánimo de abrir la puerta de la habitación de los chicos de sexto, ignorando la llamada de un chico que me grita “¡NO ENTRES!”.
Casi como si fuera una ironía del destino, me encuentro con la persona que busco, abrochándose tranquilamente la camisa, sentado al borde de su cama. Miro alrededor, pero no hay nadie más que él allí, cosa que agradezco sumamente.
— James, tenemos que hablar— digo una vez que he cerrado la puerta tras de mí, acaparando las advertencias, entrelazando mis manos con manía tratando de sonar segura.
— Seguro— dice indiferente, y se pone de pie, acomodándose vagamente la corbata. Pienso que es tarde como para andar levantándose a estas horas, pero es un pensamiento superficial. Camino firmemente hasta quedar a corta distancia, y comienzo a hablar.
— Escucha, debo decirte que lo siento. Por todo, ya lo sabes. No debería haber seguido con Albus cuando ambos sabíamos que debíamos volver, cuando tú querías volver. Y perdona si te lastimé de alguna manera, porque no quería que así fuera; no tenía idea—. Me detengo a tomar una bocanada de aire, ante su mirada expectante, incómoda con su silencio. — Yo… Diablos, tenías razón. No debí haber seguido una farsa, no debía haber hecho muchas cosas en realidad, pero ya es tarde para arrepentirme. Sólo puedo disculparme, y rogarte que me perdones— finalizo, pero rápidamente agrego: — Que conste que no volveré a rogarte nada.
Y aguardo. Aguardo a que responda, que sonría burlonamente, que me grite, que me eche, que me bese incluso, algo. Pero nada llega. Su expresión es indiferente, como si incluso esto le aburriera; y duele, me confunde. No entiendo por qué se comporta así cuando un mes atrás estaría encantado con todo esto. Quizás es eso; hace un mes. ¿Podría haberse olvidado de todo tal como quería, justo ahora que me arrepiento?
— Disculpas aceptadas— suelta entonces, sacándome de mis cavilaciones. Y me doy cuenta de que estuve conteniendo el aliento, así que suelto todo en un gran suspiro de alivio; al menos me perdonó.
— Gracias a Merlín— murmuro, y con una media sonrisa doy un paso para abrazarlo, pero él se echa para atrás, dejándome aún más pasmada. ¿Qué…?
— Hey, aguarda. He dicho que te perdoné, no que quiero volver contigo. No soy tu perro, Camille. Te esperé, pero ya es muy tarde— espeta, frunciendo el ceño como si yo fuera una loca de remate.
Se oye un profundo crack en la habitación, y… Oh no, ha sido mi corazón.
Aprieto mis puños a los costados, sin poder creer lo que acabo de oír. Tengo la esperanza de que sea un sueño, más bien una pesadilla; sí, eso debe de ser. En cualquier momento despertaré, y estaré en Beauxbatons, y los Potter habrán sido sólo un mal sueño. Sí, eso será…
Pero no despierto, y la situación es cada vez más real. Él me mira, todavía ceñudo, y yo permanezco hecha una piedra frente a él, como una gran idiota. No sé qué decir o qué hacer, pues había esperado un sí de su parte, o al menos alguna discusión. No un magistral rechazo.
— ¿A… a qué te refieres con eso? — Suelto en titubeos, sintiendo mi labio inferior temblar. Trato de buscar algún descuido en su mirada perfectamente carente de expresión, pensando que quizás es por orgullo. Pero no encuentro nada. Nada. Incluso, percibo que su vivo avellana es más claro ahora. ¿Más claro? Sí. Más fríos.
— ¿No está muy claro ya? — Espeta, haciendo una mueca de obviedad. — No quiero volver contigo y punto. Es más, ¿por qué no dejas de molestarme? Lo único que has hecho desde que llegaste aquí es joder nuestras vidas— añade, dejándome en un nivel superior a la estupefacción. ¿Ha dicho “joder nuestras vidas”? Él nunca me había hablado así. Nunca nadie había sido tan sinceramente duro, además. Porque en el fondo sé que tiene razón; yo misma me he encontrado pensando eso.
— Yo no… Nunca quise…— Las palabras por primera vez parecen no querer llegar a mí, como si me repudiaran tanto como él lo hace. Siento un sinfín de cosas atorarse en mi garganta y volverse una gran y horrible bola de culpa. No quiero llorar, no frente a él, no si después debo explicarle a mi “asesora de imagen” el por qué, porque no quiero que nadie en absoluto sepa de esto.
— Tú nunca nada, ¿cierto? — Acota con cierta burla maliciosa. Menea la cabeza, como en un chiste privado. — Me alegra haberte olvidado, la verdad. Esto de ser un premio de consuelo no es lo mío, ni lo de mi hermano— apunta, y cada palabra que sale de su boca es como una pequeña navaja en mi corazón, en mi alma. Oh genial. Ya estoy llorando.
Y no veo ni la menor señal de arrepentimiento en sus ojos. Sólo un pequeño brillo que no llego a reconocer antes de que se pierda en el vacío helado de su avellanado claro. Si antes estaba desarmada, ahora estoy hecha una pila de escombros. Quiero esconder la cabeza bajo tierra, y que nadie se acerque a salrvarme nunca.
— Dulzura, ¿has visto dónde dejé mi corbata? No la encuentro en ningún… Oh—. Oh bravo, la cereza del postre. Giro la cabeza en dirección al baño, encontrándome con una despampanante rubia con cabello mojado y una simple toalla rodeando su cuerpo; una fingida expresión de disculpa se planta en su rostro. Presiono con fuerza mis labios para no gritar cosas que nunca debería decir una mujer, y siento la furia acaparar aquella capa de vacío existencial. Claro que James no estaba levantándose de una siesta; James estaba acomodándose tras un buen polvo con su escultural novia.
— Me das asco. Ambos me dan asco— logro articular, echándome para atrás, sintiendo mi rostro abarcar varios sentimientos al mismo tiempo. Y pensar que creí cuando dijo que me amaba. Por todos los santos, James no ama.
— ¿Eres tú la víctima? Oh Merlín, vete de aquí Lupin— dice él, y es lo último que estoy dispuesta a soportar. Dejo una sonora bofetada en su rostro, y sin pensarlo más doy la vuelta sobre mis talones y me echo a correr escaleras abajo.
Escritora POV
— ¿Piensas decirme qué te sucede? — Insistió Victoire por undécima vez, refiriéndose a su seria amiga. Camille le dirigió una veloz mirada por debajo de su máscara plateada, y volvió a dar la misma respuesta que siempre: un solemne meneo de cabeza. La rubia, cuya máscara era dorada delatando que se encontraba en último año, dio un gruñido de frustración, antes de regresar a su conversación con Dominique respecto a un insistente pelipúrpura que quería una cita de disculpas con ella. Rose y Lily también hablaban por lo bajo, y su tema de debate por el contrario, era la metamorfomaga.
Cam se había escabullido del dormitorio en un corto período entre el maquillaje y el peinado, y había vuelto con el semblante profundamente oscurecido. No había dado explicaciones, y se limitó a obedecer las indicaciones de Victoire, quien estaba a cargo de la preparación de cada una –logrando un resultado increíble, por cierto.
Aún sin saber qué le pasaba a su amiga, entraron al Gran Comedor tras el resto de las chicas. Se sorprendieron terriblemente con el decorado –excepto por Rosie, quien estaba a cargo de la preparación.
Las paredes milenarias del salón habían sido cubiertas por una especie de tapiz cuyo efecto era espejado, dando sensación de que era incluso aún más grande de lo usual. El piso de piedra ahora lucía un hermoso losado de un color blanco inmaculado y brilloso, por el cual parecía que podrías patinar, pero a la vez mantenía a las muchachas entaconadas en pie sin el menor resbalón. Las cuatro mesas que usualmente se disponían allí, habían sido remplazadas por otras pequeñas y circulares que estaban enmanteladas, dispersas alrededor de una circular y extensa pista de baile. La pista, consistía en un espacio vacío, con un pequeño escenario en un rincón, donde instrumentos descansaban a la espera. Como detalle, del techo colgaban listones en distintos tonos rosados, y otros que eran blancos. Encima de todo aquel rococó, estaba el cielo –que siempre se mostraba en el Gran Comedor. Aquella era una noche estrellada de luna llena, lo cual daba al lugar la esencia justa de romanticismo.
Perfectamente perfecto.
— Se pasaron, Rose— comentó Dom, asombrada, mirando a todos lados mientras seguía la fila de mujeres por el pasillo entre mesas hasta la pista de baile.
— Es cierto, Rosie— coincidió Lily, mirando con expresión risueña el techo. Sólo podían venir alumnos desde cuarto hasta séptimo, pues se había considerado a los otros demasiado pequeños. Lillian estaba en la línea justa.
— Oh, no es nada. El profesor Flitwick nos ayudó mucho— confesó la pelirroja sonrojada, con fingida modestia.
Una vez en la pista de baile, tanto las alumnas como las profesoras tuvieron que aguardar. La gracia de aquel baile era que los hombres llegaran luego para encontrarse con sus parejas, contrariamente a como siempre eran los bailes –desde la Batalla de Hogwarts, la escuela festejaba al menos un baile cada tres años, como motivo de recordar la tan ansiada paz, y eran los alumnos los que escogían cuándo y cómo.
Cada mujer desde cuarto a séptimo tenía pareja (siendo algunas veces entre amigos), porque de lo contrario sería penoso asistir a una fiesta de San Valentín. Incluso McGonagall iría de la mano del profesor de estudios muggles, un anciano encorvado de espesa barba gris y mirada bondadosa.
Y mientras las mujeres conversaban entre sí, la puerta del Gran comedor se abrió de nuevo, dando paso a un séquito de varones con trajes que iban desde el blanco al rojo, e incluso había uno con esmoquin rosado. Otro de los puntos del baile, era que sólo podías vestir aquellos colores, derivando al rosa en tonalidades.
La profesora McGonagall entonces apareció junto a Rose y Camille, dándoles una mirada elocuente. Ambas muchachas asintieron, y la siguieron hasta una puerta que había a un costado del lugar, sin poder ver el gran espectáculo que se generaba en el Gran Comedor cuando las mujeres recibían una rosa blanca de sus parejas.
En la habitación apartada, estaban Scorpius Malfoy, Dan Gaunt –capitán del equipo de quidditch de Hufflepuff-, y finalmente los hermanos Potter. Ellos hablaban acaloradamente entre sí, pero se pararon en seco apenas vieron entrar por la puerta a la pelirroja con su cabello normalmente rizado totalmente liso luciendo aquel vestido blanco, y a la pelinegra a su lado, que en lugar de llevar el cabello liso como siempre, tenía rizos atados en lo alto en un pulcro rodete del cual algunos ondulados mechones escapaban para contornear su rostro, usando aquel espectacular vestido, también blanco.
El primero en hablar fue un deslumbrado Scorpius, que enseguida se acercó a su novia para plantarle un dulce beso en los labios.
— Estás hermosa, Rosie. Más que siempre — había dicho en un tono profundo que derritió a la pelirroja. Luego, consciente de la mirada del primo de la chica sobre sí, añadió: — Digo, tú también Cam. Vic hizo un buen trabajo— carraspeó casualmente, y se separó de su novia, tomándola de la mano.
Camille contuvo un suspiro cursi, y caminó con su usual gracia hasta su pareja, quien la recibió con un gran abrazo y un “estás ciertamente espectacular”. Al separarse, la chica evitó la mirada del otro Potter a su lado, limitándose a ver el empalagoso intercambio de comentarios de la parejita frente a ellos.
— Luces bien, Lupin— comentó James para su sorpresa en cierto momento de risitas tontas que la parejita daba. Cam le dirigió una mirada de reojo, sin decir nada, y asintió en agradecimiento, dejándolo confundido. — Oye, ¿estás molesta o…?
Pero antes de que terminara una confundida frase, la puerta se abrió de nuevo, y de ella apareció una castaña de máscara dorada y vestido rosado que fue directo a los brazos del Hufflepuff. Rose la reconoció como Nella Corner, una prefecta de último año en Ravenclaw. Tras ella, una despampanante y familiar rubia apareció, con un ajustado y cortísimo vestido que Camille reconoció al instante, con ingrata sorpresa. Aquel era el vestido que ella traía puesto la primera y única vez que se acostó con James. La rubia enseguida plantó un beso en su novio, con innecesaria pasión, y luego sólo se quedó a su lado de manera posesiva.
— Es una perra— masculló entre dientes la metamorfomaga, siendo escuchada por Albus.
— ¿Me perdí de algo? — Cuestionó el ojiverde, siguiendo la dirección de la envenenada mirada de su pareja.
— Bastante. Comenzando con que ese era MI VESTIDO— esta última parte la dijo en voz significativamente alta, buscando justamente que la Knight la oyera. — Parece que cierta persona no se cansa de recoger mis sobras.
— ¿Lo dices por el vestido, cariño? — Soltó enseguida Kerianne, sin descaro, llevándose la atención de las otras dos parejas allí.
— ¿Qué? Oh, disculpa, ¿te sentiste identificada? A quien le quepa el saco que se lo ponga— contestó ella, con tono malicioso, y una mirada que bien podría haber pasado por metal frío y duro. Ciertamente, aquella noche los ojos azulados de Cam eran grises, muy grises.
A Albus le sorprendió su comportamiento tanto como a Rose y Scorpius. No estaban acostumbrados a ver qué Camille se quejara abiertamente de la rubia, pese a que sabían sobre su odio para con ella.
— Lo has gritado. Y si te preguntas si te lo robé, quédate tranquila porque ha sido tu querida amiga rubia la que me lo prestó. Victoire me cae de maravillas— replicó, con énfasis en el nombre de la Weasley. Cam sintió la traición llegar en forma de bomba, impactando contra su orgullo duramente. Primero Albus, luego James, ¿ahora también Victoire?
— Eres una maldita puta— escupió sin reparos en su lenguaje, o en la profesora Xeliander ahí en el rincón suspirando aburrida y solitaria. Rose, Nella e incluso Scorpius soltaron una exclamación ahogada, sorprendidos. James dio un paso al frente.
— No le hables así a mi novia, Lupin, si no quieres vértelas conmigo— musitó, con palpable advertencia. Sus ojos volvían a ser fríos. Camille frunció el ceño.
— Y tú no amenaces a Camille si no quieres vértelas conmigo— repuso Albus, dando un paso al frente también, antes de que la Lupin pudiera decir algo. James soltó una risa irónica.
— La verdad es que no me asusta en absoluto que tú…— Pero en pleno comienzo de pleito, un fuerte pitido retumbó en la sala, desde el reloj de la profesora Xeliander, que pareció despertar, porque enseguida comenzó a chillar órdenes, empujando a las parejas con insistencia sin parar de decir “ya es hora, ya es hora”.
Y la pelea que pudo haber sido acabó sin comenzar.
Los primeros en salir hacia la multitud que rodeaba la pista de baile fueron Rose y Scorpius, los cuales fueron recibidos con montones de aplausos. Albus, haciendo fila junto a Cam, detrás de su hermano –repentinamente mudo-, y la rubia sonriente, le murmuró al oído un “¿qué le pasa a James? ¿No hablaste con él aún?”. Mientras veían a Rose y Scorpius comenzar a danzar al ritmo de un vals, y a James y Ker salir tras ellos con suprema elegancia, Cam susurró una respuesta.
— Sí. Y te puedo resumir todo diciéndote que me ha roto el corazón. Hubo justicia para ambos de ustedes—. Había amargura en su voz, pero era sólo para tapar la pena que en cualquier momento la haría llorar si no se contenía.
— No digas eso, no quiero justicia. ¿A qué te refieres con “roto el corazón”? — Inquirió, comenzando a caminar por aquel improvisado pasillo hasta la pista de baile, tomando la mano de la Lupin, quien sonreía falsamente al público.
— Me ha dicho que no quiere volver conmigo, que se ha cansado de esperarme, que sería mejor que me vaya, y que le he jodido la vida. Oh, también indicó que sólo causo problemas, y que está a gusto con su nueva novia— resumió, parándose en el lugar previamente indicado, en la punta contraria a la del ojiavellana y su novia, que ya bailaban. Posó su mano en el hombro de un ceñudo Albus, mientras él ponía la suya en su cintura, y comenzaron a bailar ellos también.
— Eso es imposible. Merlín Cam, es un idiota. No lo entiendo. Antes de que tú llegaras estaba diciéndome que terminara contigo si ya no lo había hecho, porque tú no merecías esto. ¿Estás segura de que te ha dicho todo eso?
Eso dejó a la pelinegra confundida. Eso no podía ser cierto. ¿Qué demonios le pasaba entonces? ¿Se había vuelto bipolar? ¿Estaba jugándole una mala broma? ¿QUÉ?
— No lo entiendo, Albus— soltó finalmente, al aterrizar grácilmente de un giro. Él hizo esa cara, la que hacía cuando estaba pensando. Entrecerraba los ojos, fruncía el ceño, presionaba los labios, y miraba el vacío. Cam aguardó, esperando que quizás él iluminara el panorama con sus razonamientos.
— Yo tampoco, Cam— contestó resignado, con un suspiro de frustración. Ella asintió, mordiéndose el labio inferior. Lanzó una mirada de soslayo a la escandalosa pareja frente a ellos, viendo a James mirar a Ker con admiración mientras danzaban, como si la mujer fuera lo más hermoso que vio alguna vez en la vida. Apartó la mirada de inmediato, mordiéndose la mejilla interna con fuerza para no llorar ahí frente a todos.
— ¿Estás bien? — Preguntó Alb al ver su expresión. Ella asintió solemne, tragando con fuerza. El vals llegaba a su fin, y en la cabeza de Camille se iba formando una gran decisión, una muy impulsiva.
El instrumental que sonaba ya había parado, dejando únicamente al piano hacer un Solo. Con un dulce “SOL” seguido de un “SI” menor, la canción acabó, y estallaron los aplausos apenas las parejas dejaron de danzar. Un muchacho de cuarto que vestía el único esmoquin rosado se acercó a ellas, con una varita funcionando de micrófono en mano.
— Aquí tenemos a las cuatro mejores parejas de Hogwarts— comenzó a decir, actuando de relator del evento. — Han sido escogidas por todos ustedes, y demuestran que el amor puede más que una casa, o un apellido— añadió, dirigiéndose primero a Rose y Scorpius, que estaban tomados de las manos con las más grandes sonrisas nunca antes vistas. — Scorpius Malfoy y Rose Weasley, escogidos como la pareja más dulce. Dime Scorpius, ¿no apesta ser tan cursi? — Se oyeron algunas risas, así como abucheos o gritos de “calla idiota”. El rubio rodó los ojos, acercando su boca a la varita.
— No, no apesta, Calvin. Amo a Rose, soy sincero y eso no apesta— contestó, ganándose un montón de suspiros y chillidos femeninos. Rose río con burla dirigida al presentador, y le dio un beso en la mejilla.
— Bien, muy bien— masculló el tal Calvin, caminando ahora hasta James y Kerianne, que iban segundos. Luego irían Camille y Albus, por lo que la chica comenzó a ponerse nerviosa, pensando qué podría preguntarle. Ellos habían quedado como la “pareja perfecta”, así que haría una broma respecto a eso, seguro.
— Entonces, James Potter y Anne Knight. La pareja más caliente de Hogwarts, eh— dijo con complicidad. Cam podría haber jurado que oyó el sonido de desaprobación de McGonagall bajo todos los gritos. — Eso sí es un buen título. Dime, James, ¿qué se siente salir con semejante mujer? — Se oyó una advertencia por parte del profesor Poddmore, que andaba más cerca de ellos, seguido de las risas.
— Pues, es genial— contestó el ojiavellana, mirando con ojos un tanto lechosos a su novia. — Amo a Anne, yo también—. Y hubo una secuencia de gritos de queja por parte del club de admiradoras del Potter, así como también chillidos entusiasmados, o “Uhh” lamentadores por parte de los hombres, como si les pesara perder a semejante conquistador en su grupo.
Pero Camille no logró percibir todo eso. Estaba demasiado ocupada tratando de no desvanecerse. Sintió la mirada de Albus sobre sí, así como su mano apretando dulcemente la suya, infundiéndole valor. La mirada de su hermano y Lily también le pesaban, mientras trataba de asimilar todo.
“Amo a Anne” había dicho. “Amo”. Él le había dicho eso antes, a ella. Y ella lo había creído. Ella lo amaba a él, pero él… Él… Creyó escuchar un “¿estás bien”? de Albus, pero era confuso.
Sin darse cuenta cómo, giró sobre sí y se echó a correr por el pasillo despejado hasta la puerta de salida, ignorando el repentino silencio seguido de los gritos sorprendidos y las miradas de toda la escuela sobre sí, incluidos los comentarios de Calvin. Una vez en el pasillo, se quitó los tacones y sin pensarlo mucho fue directo a la puerta de entrada, aprovechando que todos estaban en el salón la abrió y se escabulló a la fría noche de febrero, ignorando el frío en sus brazos, o las piedras cortando la piel de sus pies desnudos. Quería huir, escaparse lo más lejos de aquel lugar. Nunca se había sentido igual de… mal. Si antes su corazón se había roto, ahora este sólo se había suicidado y ya no era más que un hueco vacío en su pecho. Inservible espacio maldito que ella aborrecía.
Le habían dicho que el amor era cruel, pero ella nunca creyó que cuando encontrara al indicado sería tan así. Al parecer se equivocaba.
Y ahí estaba, a orillas de aquella colina sobre el Lago Negro, aquel por el cual se habían lanzado ella y James en el pasado, donde se habían dado aquel beso que detonó todo. Tiró los tacones en el suelo a sus pies, sintiendo la decisión cubrirla como una manta, y pasó una mano por su rostro para correr los mechones que se habían escapado de su moño, encontrándose con que tenía la cara totalmente empapada en lágrimas. No tenía idea de cuándo había comenzado a llorar, pero ahora sí era consciente de los profundos sollozos que salían de su garganta. Se desmoronó en el suelo, abrazándose las rodillas y hundiendo allí su rostro.
No quería sentir. Era incluso peor que cuando él había terminado con ella en deplorables condiciones, peor que cuando tuvo que abandonar a sus padres en el pasado, peor que cualquier cosa que hubiera sentido antes. Él amaba a otra. Amaba. James no amaba a la ligera, ella bien lo sabía, así como también sabía que él ya no la quería ni en lo más mínimo. Ya lo había perdido. A él y a todo.
A todo. No, todo no. Ted estaba allí. Albus estaba allí. Rose estaba allí. Lily estaba allí. Victoire estaba allí. Dominique estaba allí. Fleur y Bill estaban allí. Las gemelas, Louis, Fred, Hugo, Roxanne, incluso Ginny, Harry, Ron, Hermione, Molly y Arthur estaban allí. Pero ella no podía ver lo que tenía, sino lo que había perdido, incluyendo a sus padres. Estaba pasando unos de esos momentos en los que nada parece bueno, tratando de sobrevivir a sí misma.
El amor apesta, pensó con desprecio.
Y en plena desgracia, sintió en su hombro frío una mano. Enseguida pensó en Rose o Albus, pero cuando levantó la cabeza para decir que quería estar sola, se encontró con una capa oscura y unos ojos de igual color. Los labios de Alec susurraron un “sorpresa”, y antes de que supiera reaccionar, un hechizo impactó contra su pecho.
Todo oscureció de pronto.
C.J. Potter
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
WOW, me encanto. Sinceramente me parece que la pareja de Albus y Camille no daba para mas. James me encanta, pero Kerianne me parece una hija de p... No puede hechizar a james asi. Bueno. Sigue la nove rapido, quiero saber que paso con Camille!!
Chiari-Bonade-Milak
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
¡Genial! Simplemente genial e increíble y, y... ¡Agh! ¿Alguien me puede decir más adjetivos? Bueno, da igual.
¡¡¡Tengo muchas ganas de saber que va a ocurrir ahora!!!
¡¡¡Tengo muchas ganas de saber que va a ocurrir ahora!!!
Lily12345678900
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Mi hombre, es tan bello, tan sexy, tan despanpantemente malvado, lo amo tanto.
Si apareceré con mi hombre.
Amo tu novela, odio a Camill y James, ah y a la reencarnación de Voldy, Voldy tenia un gusto hermoso, tienes que seguirla.
Y si necesitas algo como una ficha me avisas.
Me alegra que te hayas mudado por fin y desata esa imaginación tuya, nena.
Si apareceré con mi hombre.
Amo tu novela, odio a Camill y James, ah y a la reencarnación de Voldy, Voldy tenia un gusto hermoso, tienes que seguirla.
Y si necesitas algo como una ficha me avisas.
Me alegra que te hayas mudado por fin y desata esa imaginación tuya, nena.
Zarek
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
Hay dios como me puedes hacer esto!! entre el llanto y las ganas de que sigas la nove pero YA me va a dar algo, maldita y puta rubia oxigenada, ella y su hermano junto con sus putos Inferius se tienen que ir a la mierda, como podras ver estoy bastante caliente...
Plis seguila
Plis seguila
chicamati
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
HIJA DE PUTA Y LA RE PUTA MADRE QUE TE RE MIL PARIÓ, KERIANNE. MORITE, LOCA, MORITE. LE VAS A HACER UN FAVOR A LA HUMANIDAD.
Milapotato
Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]
HOLA, JULIEEEEEEEEEEEEEEEEE.
Te extrañaba, pequeña diablilla. ¿Todo bien? ¿Sí? Me alegro. ah
Bueno, primero que nada tengo que decirte que tengo un gran odio acumulado hacia una rubia puta mal coj*da, encima ficticia, en mi corazón. Así que, lo más seguro es que haya comentarios fuera de tono dirigidos hacia ella (como lo acabo de hacer ahora y en el comentario anterior que ojala ignores).
Segundo, ¿cómo mierda haces para escribir tan bien? ¿Tan lindo? ¿Tan sentimental? ¿Eh? Anda, cuéntame tu secreto, porfiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ah. No, en serio. Amo como escribís, es tan perfecto akjsdnkdf.
Tus capítulos siempre comienzan tan, tan, pero TAN hermosos y siempre terminan tan, pero tan tristes; te odio por eso. Siempre me terminas ilusionando al pedo, O SEA, SHABONA JATE JODER Y NO ME CAGUES LAS ILUSIONES DE QUE VAN A SER FELICES POR SIEMPRE. O SEA. ah, en serio eu, deja de ilusionarme :c
"Amo a Anne" POR QUÉ NO ME LA CH*PAS, JAMES, ANDATE A LA MIERDA. CONCHUDO. ah
Me sale el flow argentino (?
Albus me cae mejor, por ahora, y creo que cuando Kit aparezca todo va a dar un gran giro y asjksdalf muy adorable *- Es muy tierno el cabrón,ahora soy eshpañola, le chupo un ojo verde. Ah, mentira, Kit, Albus es todo tuyo <3
Había que aclararlo, por si acaso.
Por poco lloro con los capítulos, Julie, pero no lo hice porque había gente cerca y como que siempre me preguntan por qué lloro y no sé cómo carajo explicarles lo que me pasa (van a pensar que soy una subnormal)
ASDFGHJJKLÑKLASJDF.
No sé qué comentar ._.
Ya, SEGUILA. Por Jamie jodidamente sexy e irresistible sin ningún tipo de hechizo en él, SEGUILA. Podfi :3
Te amodoro, Julie, besitos.
Te extrañaba, pequeña diablilla. ¿Todo bien? ¿Sí? Me alegro. ah
Bueno, primero que nada tengo que decirte que tengo un gran odio acumulado hacia una rubia puta mal coj*da, encima ficticia, en mi corazón. Así que, lo más seguro es que haya comentarios fuera de tono dirigidos hacia ella (como lo acabo de hacer ahora y en el comentario anterior que ojala ignores).
Segundo, ¿cómo mierda haces para escribir tan bien? ¿Tan lindo? ¿Tan sentimental? ¿Eh? Anda, cuéntame tu secreto, porfiiiiiiiiiiiiiiiiiiii ah. No, en serio. Amo como escribís, es tan perfecto akjsdnkdf.
Tus capítulos siempre comienzan tan, tan, pero TAN hermosos y siempre terminan tan, pero tan tristes; te odio por eso. Siempre me terminas ilusionando al pedo, O SEA, SHABONA JATE JODER Y NO ME CAGUES LAS ILUSIONES DE QUE VAN A SER FELICES POR SIEMPRE. O SEA. ah, en serio eu, deja de ilusionarme :c
"Amo a Anne" POR QUÉ NO ME LA CH*PAS, JAMES, ANDATE A LA MIERDA. CONCHUDO. ah
Albus me cae mejor, por ahora, y creo que cuando Kit aparezca todo va a dar un gran giro y asjksdalf muy adorable *- Es muy tierno el cabrón,
Había que aclararlo, por si acaso.
Por poco lloro con los capítulos, Julie, pero no lo hice porque había gente cerca y como que siempre me preguntan por qué lloro y no sé cómo carajo explicarles lo que me pasa (van a pensar que soy una subnormal)
ASDFGHJJKLÑKLASJDF.
No sé qué comentar ._.
Ya, SEGUILA. Por Jamie jodidamente sexy e irresistible sin ningún tipo de hechizo en él, SEGUILA. Podfi :3
Te amodoro, Julie, besitos.
Milapotato
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