Re: Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA]

por **C.J. Potter** Dom 14 Abr 2013, 11:00 am

July volvió <3 (?

Gracias a todas por sus hermosos comentarios, luego les repondo (y bienvenida May, de nuevo :3 ). Ahora me voy a escribirles una maratón e.e

por **#Morgenstern** Dom 14 Abr 2013, 11:22 am

¡Volviste! :3
Voy a hacer una fiesta por tu regreso (?)
Okno.
¡MARATÓN! ¡WIIIIIIIIIIIIIIII!
Estoy muy feliz y no sé porque xD
#Morgenstern

por **C.J. Potter** Dom 14 Abr 2013, 4:54 pm

La adorable Juliette les debe la Maratón, y la compensa con un cap largo (?). No me dio para maratón... Iba bien, hasta que recordé "OH DIOS, TENGO TAREA DE HISTORIA!". Y bue, debo hacerla si pretendo tener compu el próximo finde.

Así que... Les dejaré este hermoso capítulo que expulsa Jamille por todos sus poros.

Amo escribir sus discuciones <3

Besos chiquillas :3 Y no me maten.. (No diré a quienes me refiero, pero se darán cuenta solas..)

Capítulo 21

“Juegos y Verdades”

*Especial Congelados*

James POV

Creo que nunca antes en mi vida fui tan consciente de mi cuerpo, ni de mi entorno.

No se hizo mucho más fácil cuando ella finalmente se durmió, y terminó aflojando aquella tensión que la separaba de mí, abrazándome el torso, presionando su frente contra mi cabeza, y respirando pausadamente sobre mi nuca; ni siquiera quiero pensar en cómo me hizo sentir escucharla murmurar mi nombre en sueños, quizás estaba despierta y lo hizo para incordiarme, no lo sé. Fue una noche larga. Nunca me costó tanto dormir, y no paré de repetirme que el juego me había salido en contra… Mal, muy mal.

Pero cuando despierto, luego de lo que me pareció solo un pestañear de ojos, ella ya no está detrás de mí. Estoy solo en la bolsa de dormir, que sigue caliente, y puedo ver con claridad gracias a la luz que entra por el agujero de la cueva. Me apresuro a incorporarme hasta quedar sentado, alerta. Pero ella está sentada junto a la fogata apagada, distribuyendo en dos grupos lo que parecen ser bayas. Al verme despertar, sonríe, antes de regresar a lo suyo.

— Buenos días— murmura, colocando la última baya en el lado derecho.

— Buenos días a ti… Uh… ¿Cuándo despertaste? — Cuestiono, saliendo de la bolsa para buscar abrigo, pues comienzo a sentir el frío. Ella desvía la mirada, lo noto, y me gusta.

— Hace un rato. Fui a buscar algo de comer—, informa, rascándose la nuca de manera casual. Sonrío ladinamente, pero decido cortar con eso y me pongo la remera.

— ¿Qué encontraste? — Inquiero, aunque sospecho que no hay más que lo que estoy viendo. Me coloco también el suéter, y por último la campera. Recién entonces me siento a su lado para atarme las zapatillas.

— No mucho— comenta más tranquila, con una mueca. — Bayas, bayas, y… Bayas—. Esboza una sonrisa sarcástica, y señala con la mano nuestro botín, generándome una risa. — No sé de qué te ríes. Tú también morirás de hambre, Potter.

— Pero es divertido ver tu fracaso por una vez—, obvio, guiñando un ojo. Ella bufa, media exasperada, meneando la cabeza en negación.

— Eres idiota.
— Lo sé. Pero debes admitir que es verdad, porque yo admito que era frustrante ver que eras perfecta en todo. Que te vaya mal en algo de vez en cuando es bueno.

— En primera, a mí no me va bien en todas las cosas— puntualiza, tomando su puñado de bayas. — Y en segunda, ¿acaso tú puedes hacerlo mejor, uh? — Desafía, cruzándose de brazos. Sonrío con suficiencia, y tomo mi puñado.

— En primera—, imito su tono, — sí te va bien en todo. Dime algo en lo que no. En segunda, sí, sí puedo.

Ella frunce el ceño, y sé que ya está en plan enfurruñada.

— Demuéstramelo— vuelve a desafiar, alzando las cejas.
— Demuéstrame tú que no eres buena en todo— repongo, divertido. Es que es divertido molestarla, lo admito. Además, me gustaría que alguien me dé razones para… bueno, eso. Y, ¿quién mejor que ella para destacar sus errores? Claro, aunque Camille es demasiado orgullosa para hacerlo. Pero es aun más competitiva, y si lo ve como un desafío, soltará todo.

Simple.

— De acuerdo. No me va bien en… En…— duda. Ruedo los ojos, y examino una baya desinteresadamente; es violeta rojiza, un perfecto círculo con textura aterciopelada; siento haberla visto en otro lado. — Bueno… en… ¡Já! ¡En el amor!

Y casi al instante en que lo dice, el silencio inunda la cueva. Ni siquiera se oye el goteo del fondo. La baya resbala de mis dedos ante la sorpresa. ¿Acaba de decir que…? ¿Ella…? ¿Escuché bien?

— ¿Por qué lo dices? — Murmuro entonces, entrecerrando los ojos, como si así pudiese ver dentro de su cabeza. Ella pestañea varias veces, y comienza a sonrojarse. Casi al instante tengo la horrible sospecha. — Cam… ¿Tú quieres estar con Albus, cierto?

Ella se pone de pie, ocultando indiscretamente unas puntas rosado pálido.

— Cam, vamos, dime… ¡Cam! — Me pongo de pie, pues ella comienza a caminar hasta la salida. Ni me molesto en llevar la bolsa de dormir, y la sigo a trote hasta el bosque nevado.

— Hey, lo digo en serio. ¡Camille! ¡No ignores mi pregunta! — Insisto, molesto. Ella gira en seco, de brazos cruzados, y termina de tragar lo que parece una baya. Luce seria.

— Ya te demostré que tengo errores. Uno grande. Ahora, ¿dónde está la comida, Potter?

Doy un suspiro resignado, recordándome mentalmente hablar sobre esto más tarde. Luego termino de acercarme a ella, para posar una mano en su hombro en señal de apoyo, pensando que quizás así entiendo que tiene mi sustento. Ella solo mira mi mano, indiferente, así que la quito ocultando mi reacción, y extiendo mis brazos para abarcar el bosque.

— Bien. Es sencillo. Esto es una mina. Solo tienes que tener dos cosas en cuenta para poder alimentarte. Una es para la carne; no debes comer nada que tengo mucho pelo, más de dos ojos, ni que hable— ella hace una mueca de asco, y sonrío asintiendo en afirmación. — La otra es para las frutas; nunca, pero nunca, comas algo que halles a la orilla de una laguna, o charco gigante, o grandes árboles. Usualmente son frutas de hadas, y las hadas…— me detengo en seco, de pronto pálido. Ahora recuerdo de dónde reconocía las bayas. Ella se altera, y me pregunta qué sucede, pero yo estoy demasiado ocupado mirando con horror la fruta en mis manos. La tiro al suelo, y las aplasto. Ella suelta las suyas enseguida.

— Merlín James, no me digas que…— comienza a murmurar, asustada, pero asiento con la cabeza antes de que finalice la frase. Enseguida se lleva una mano a la boca, con los ojos abiertos de par en par. — ¿Qué va a…?

— Tranquila. Eso puede variar— me apresuro a decir. — Puedes simplemente volverte loca, o desmayarte. O, puedes morir súbitamente—. Sonrío despreocupado, ganándome una mirada exasperada seguida de un golpe en el hombro. Me echo a reír con ganas.

— ¡Vaya idiota, Potter! ¡No juegues con eso! ¿Qué me va a hacer? Solo comí dos, ¿eso es bueno, verdad? — Suelta, preocupada y con reproche. Hago como si pensara, aunque sé perfectamente qué provoca esa baya.

Cuando era niño, mi abuelo solía llevarnos a mí, a mis hermanos, Ted, Victoire, Dominique, e incluso Camille (aunque de ella solo recuerdo una chillona niña pelirosada) al bosque, a acampar. Todos los veranos nos internábamos un poco, plantábamos una carpa, y cazábamos y prendíamos fogatas. El abuelo Arthur siempre nos enseñaba sobre caza y frutas, todo lo que tuviera que ver con supervivencia en el bosque. Decía que viviendo tan cerca de uno, nunca podríamos saber si algún día nos perdíamos dentro. Tenía razón.

— ¿Recuerdas esa vez cuando nos fuimos de campamento y… tú, sí, creo que eras tú, te caíste en una laguna? — Digo en respuesta. Ella rueda los ojos, evidentemente pensando que no lo tomo en serio.

— Sí, me acuerdo. Tú y mi hermano se rieron de mí, y Albus fue quien me sacó— se detuvo un segundo, antes de sonreír. — Desde siempre es tan dulce— comenta alzando las cejas. No puedo evitar hacer una mueca ante la simple mención de mi hermano; me recuerda que ella es su novia.

— No buscaba que nos fijáramos en mi perfecto hermano, ¿recuerdas que…?

Pero como siempre, ella no va a dejar el tema así. Me interrumpe a lo Camille; — ¿Qué has dicho, Potter? ¿Perfecto hermano? ¡Oh vamos! No me digas que... Jum. Tienes algo con creer que la gente puede ser perfecta— informa, cruzándose de brazos, tambaleándose ligeramente. Presiento que la baya comienza a hacer efecto.

— He dicho lo que es. Y punto. ¿Quieres saber qué te hará la baya o no? — Inquiero, verdaderamente sin ganas de hablar al respecto. Menos con ella.

— ¡Pero Albus no es perfecto! ¡Nadie lo es! Solo he dicho que es dulce, lo cual es cierto. ¿Dónde está el problema? — Ruedo los ojos, presintiendo que ya se olvidó de las bayas. Qué raro.

— No hay problema, Cam. ¿Podemos…?
— ¡No! No hasta que me digas la verdad, Potter. Tú y tu hermano tienen serios problemas con eso de creer que el otro es perfecto. Es como… Apestan, Dios mío—. Se detiene, para cubrirse la boca, sorprendida.

— Bueno, lo que intentaba decirte es que ese día mi abuelo nos mostró las bayas junto al lago que caíste. Eran estas, y generan algo similar a la Veritaserum, cielo— digo, con una sonrisa maliciosa. Ella hace una mueca, y se sostiene de un árbol.

— Genial. Entonces dejemos la comida para cuando mi estómago vuelva a abrirse... Por Dios... ¿Decirte la verdad a ti? Perfecto. Arruínenme la vida, bayas— masculla, sentándose en el suelo. Sonrío nuevamente. — ¿Son las bayas de Garp, cierto? Sí, recuerdo leer sobre ellas… Demonios. No voy a hablarte a partir de ahora, en definitiva que no.

— ¿Ocultas algo, Lupin? — Burlo, tendiéndole una mano, la cual ella toma para volver a ponerse de pie.

— Muchas cosas—. Nuevamente se lleva una mano a la boca, perpleja por lo que acaba de decir.

— Dime una— me apresuro a decir, siguiéndola, pues ella había comenzado a caminar por el bosque.

— Odio a Kerianne— musita, y vuelve a taparse la boca, alarmada. Enarco una ceja.

— Eso ya lo sabía. ¿Por qué? — Insisto, totalmente complacido con todo esto.

— Porque es hermosa, inteligente, sexy, mucho más confiada que yo, y está contigo—. Esta vez luce angustiada con lo que acaba de decir, y me da un fuerte golpe en el hombro. Pero yo no puedo evitar sonreír ante esta confesión forzada.

— ¿Te molesta que salga conmigo, Lupin?

— Mucho— admite, aunque su ceño esta fruncido al límite. Luego agrega — ¡TE ODIO! — Y aprieta paso. La igualo hasta quedar a su altura otra vez, aun luciendo una sonrisa de oreja a oreja, complacido — ¡Deja de preguntarme esas cosas, o te juro que volveremos a la ley del hielo!

— ¡Eh! ¡Pero si es genial! Ya sabes, esto de ser amigos implica la confianza. Tú puedes hablar tranquilamente— afirmo, con cierto dejo de gracia. Gracia que de hecho es alegría. ¿Verdaderamente aun puede sentir… algo, por mí? ¿Aun estando junto al perfecto Albus?

— Cállate, Potter. Eres un imbécil— escupe, apretando los puños, sin amainar el paso. Por unos momentos me parece que esconde algo en una de sus manos, pero descarto la idea.

— Pero así me quieres— digo, esperando ver su negación, como tanteando. Pero en cambio, me anonado con un angustiado “Sí”, seguido de un jadeo exasperado.

— Es la última advertencia, Potter— murmura secamente, cada vez más molesta. — Si sigues aprovechándote de mí, te juro que tomaré venganza.

— ¿Yo? ¿Aprovecharme? Pero si solo te estoy preguntando trivialidades— digo despreocupado, cada vez más satisfecho con sus respuestas. — Dime, ¿quién es más guapo, yo o Albus?

Ella hizo un gesto de pánico total, y se tapó la boca a tiempo para opacar su respuesta obligada. Traté de oír, pero no entendí absolutamente nada. Cuando se quitó las manos, tenía los labios igual de fruncidos que el entrecejo; se había detenido para enfrentarme, bajo una rama de un árbol muerto, y lucía las mejillas coloradas, al igual que algunos mechones de cabellos.

— Disculpa, no te oí. ¿Qué dijis…?— Comencé a preguntar, con suficiencia, pero fui interrumpido cuando ella se abalanzó sobre mí, tirándome al suelo de espaldas, en una seca caída.

Lo primero que noté, fue el hecho de tenerla a horcajas sobre mí. Luego, el dolor en la espina dorsal ante la caída. Ella luce furiosa, y tiene mis brazos acorralados contra el suelo.

— ¿Qué…?
— Te lo advertí— masculla interrumpiéndome, llevándose una mano al bolsillo del abrigo, sacando una esfera violeta rojiza, dirigiéndola a mi boca. Una baya. Enseguida doy vuelta el asunto, y en un veloz movimiento logro cambiar posiciones, quedando yo encima de ella, quien luce con ganas de asesinarme allí mismo.

— ¡Suéltame! — Chilla, retorciéndose debajo de mí. Sin embargo no la suelto, e intento sacarle la baya de la mano. Verdaderamente no quería tener el efecto Veritaserum sobre mí, no con ella. — ¡SUÉLTAME, POTTER!

— Tú comenzaste, cariño— suelto, tratando de detener su mano, la cual sostiene la baya y se mueve ágilmente, esquivando mi agarre. — Si no te hubieras lanzado sobre mí en un comienzo, no tendría que…— enmudezco.

De pronto deja de retorcerse, quedando estática bajo mío lo cual hace que yo también me congele, más consciente de la situación que en un principio. Es ligeramente incómodo. Ella se relaja, y baja ambos brazos y piernas, quedando vulnerable debajo de mí, mirándome a los ojos con su usual expresión de orgullo, sin bajar la guardia del todo.

— ¿Te comió la lengua el gato, Potter? — Murmura ante mi repentino silencio, tragando fuertemente. Por un segundo, su mirada –que está a la altura de la mía-, se desvía a mis labios. Se me altera el pulso, y siento unas increíbles ganas de acortar la distancia y besarla de una vez por todas.

— Nunca— susurro, viendo como muerde su labio inferior de esa sexy manera que solo ella puede conseguir. Lentamente, una de sus manos sube, hasta posarse en mi mejilla izquierda, generándome un cosquilleo. Comienzo a respirar más rápido; de pronto solo sé que estamos solos, y vamos a besarnos.

— James…— murmura, tirando despacio de mi rostro hacia el suyo. Acerca su otra mano, sigilosamente.
— ¿Ohm? — Es lo único que consigo articular.

— No me subestimes— ronronea, y antes de que pueda asimilar sus palabras, algo redondo y suave entra en mi boca, que estaba entreabierta a la espera del momento.
Al comienzo intento escupirla, pero ella empuja con los dedos, apretándola para que salga el jugo dentro de mi boca. Se desata una lucha, donde yo intento levantarme y soltar la baya, mientras que ella se aferra con las piernas a mi alrededor para impedir que me levante, y me obliga a tragar aunque me ahogue en el proceso.

¿Quién gana? Ella. Para variar.

Cuando me permite escupir la fruta, esta está literalmente desinflada. Recién entonces suelta su agarre, y me permite levantarme, mientras que trato de deshacerme del jugo que se coló por mi garganta.

— Ohhh, pobre Jamie. Ahora tendrá que decir la verdad… ¿Qué nos enteraremos en este grandioso momento de sinceridad? — Comenta, con burla, poniéndose de pie también, limpiándose la mano en la nieve y luego en el jean.

— ¿Qué demonios has hecho? — Reclamo, resignado a sacar el líquido de mi organismo, pasando la manga del abrigo sobre mi boca para limpiar los restos pegajosos. Tiene olor a frutilla mezclada con uva.

— Vengarme. Lo dije— responde, encogiéndose de hombros despreocupadamente. La fulmino con la mirada, y ella sonríe igual de satisfecha que yo minutos atrás.

— ¿Estás loca? ¡Podrías haber hecho que me atragantara! — Exclamo furioso. Y ella comienza a reír descaradamente. — ¿De qué te ríes ahora? ¿Enloqueciste totalmente ya?

— ¡Deberías haber visto tu cara! ¿De veras es eso lo que te importa? Porque yo creo que lo que te molestó es que no te besara realmente—. Y ni bien termina de decir esto, pestañea varias veces, como confundida. Sé que eso fue una verdad que no planeaba decir. Se me revuelve el estómago.

— Tienes razón— admito, contra mi voluntad, y esta vez el pasmado soy yo. ¿Así de horrible es el efecto de la baya? Genial.

— Lo sabía.

Ella sonríe entre maliciosa y complacida, y da media vuelta, para volver a caminar. Con un gruñido de frustración contenido, voy tras ella, hasta llegar su paso.

— Escucha, propongo una tregua. Yo no pregunto nada más si tú tampoco lo haces— suelto sin más, mientras caminamos sobre la nieve, dejando huellas a nuestro paso. Debería estar congelado, pero realmente estoy acalorado. No sabría decir la razón exacta de esto.

— ¿Estás loco? ¿Sabes cuántas cosas quiero saber? Tarde, Potter— contesta, obvia, metiéndose las manos en los bolsillos. Algo genial de Cam, es que cambiamos de situación en menos de un pestañeo; en un momento estamos gritando, al otro a punto de besarnos, al otro peleando de nuevo, y luego vamos como si nada.

No debería haber estado a punto de besarla, ahora que lo pienso. Fuese o no un método de ella para hacerme tragar esa baya, yo la habría besado si hubiera sido real. Estoy seguro. Pero no debería; ella es novia de Albus. Novia de Albus, novia de Albus. Yo no voy a caer igual de bajo que mi hermano, no.

— Entonces yo también preguntaré, ¿lo sabes, verdad? — Digo, cruzándome de brazos. Ella ladea la cabeza, haciendo que el cabello ceniza se le corra hacia delante en un costado.

— Bah, yo tengo más tiempo que tú— dice como para autocovencerse, y por su tono sé que no hablará más del asunto. — Así que dime, ¿de verdad quieres a esa zorra que se hace llamar tu novia?

Enarco una ceja, elocuente, antes de responder casi de manera forzada, como si alguien me gritara que dijera la verdad.

— No. Pero lo paso bien— admito, encogiéndome de hombros. Eso es cierto, no pretendo demostrar lo contrario. Ella entrecierra los ojos, analizándome.
— ¿Pasarla bien? Ni siquiera hablan. Podría apostar que lo suyo es puro…— vacila, sin querer decir la palabra que ambos sabemos. Sonrío con picardía.
— ¿…Sexo? — Termino por ella, generándole un rubor acompañado de un fruncimiento de labios. — Sí, de hecho lo es. Es muy buena en la cama, a decir verdad.

— ¡Detente ahí! No quiero escuchar eso. De verdad que no— masculla, asqueada, dándome un codazo.

— ¿Qué hay de Albus? Digo, sé que no puede ser mejor que yo, pero…
— Otra vez, cállate— pide, como si estuviera fastidiada de solo hablar del tema.

— Oh vamos, yo te he dicho— insisto, riendo un poco. Aunque de verdad no me causa ni un ápice de gracia el imaginar que ella se acuesta con Albus. Solo quiero saber si… No sé qué quiero saber. Solo soy masoquista. — Dime, ¿quién es mejor?

— Todavía no hemos tenido relaciones, pervertido — masculla a regañadientes, subiendo una pequeña loma. Suspiro, aliviado, y me apuro a lucir burlón.

— Con razón estaba tan hormonal ayer en la mañana. ¿Cuánto llevan? ¿Una semana? — Cuestiono con sorna, ganándome una mirada fulminante.

— No quiero seguir hablando de esto. Menos contigo— avisa, molesta, sosteniéndose de un tronco para no caer. Ruedo los ojos. — Así que cuéntame Potter, ¿por qué fumas?

— ¿Qué tiene que ver eso con…todo?

— Quiero saber. Dime.
— ¿Por qué quieres saber?
— Me preocupo por ti, genio— contesta, entre obvia y seca. No puedo evitar sentir un… algo ante esta confesión.

— ¿Ah sí? ¿Por qué?
— Porque te quiero— y acto seguido un codo impactó en mi costilla. — Deja de interrogarme, y responde a mi pregunta.

— ¿Qué has dicho? — Cuestiono, ignorando su golpe y lo que vino después. ¿Escuché bien? ¿Dijo que me quiere? Sí, lo dijo. Lo dijo, ¿cierto? ¡Sí!... Quiero decir, sí. Lo escuché bien.

— Que respondas a mi pregunta. Y déjalo ahí, ¿oíste? Dime, ¿por qué fumas? — Insiste, adelantándose para ir delante de mí. Pero pude captar un sonrojo. Eso, me hace sonreír como estúpido.

Hasta que recuerdo a Albus, y todo desaparece amargamente.

— Porque me ayuda a olvidarte— respondo, incómodo de tener que decir que uno de mis problemas eran por nuestra relación fallida. Ella se detiene, y gira para enfrentarme, luciendo horrorizada.

— ¿Es mi culpa? Merlín, James. Ya me olvidaste, más te vale que lo dejes. ¡No puedo creer que sea mi culpa! — Dice, sin detenerse en ningún momento a respirar, llevándose una mano a la boca con pena.

— Como digas— musito, y me propongo seguir caminando. Pero ella tira de mi manga, ceñuda.

— No lo tomes a la ligera. Prométeme que lo dejarás— demanda, severa. Vuelvo a rodar los ojos.

— Esto es estúpido.
— Promételo— insiste. Y luego agrega: — Por mí. Comenzaste por mí, déjalo por mí. Por tu nuevo proyecto de mejor amiga— pide, sonriendo ladinamente, tratando de convencerme. Suspiro. Se ve tierna.

Detente, James. Deja de comportarte tan idiota.

— De acuerdo, lo prometo— acepto, luego de un largo e incómodo silencio en el que su mirada se clavó en la mía, jugando con mi mente y mis defensas, hasta que ya no pude soportarlo. Ella sonrío.

— ¡Más te vale que lo cumplas, Potter! — advierte, soltando mi manga, encaminándose nuevamente. Yo también vuelvo a andar, todavía sin ver rastro alguna de sociedad, o de la lindera del bosque.

— Es mi turno de preguntar.
— No es un juego— aclara, aunque ambos sabemos que sí lo parece.

— Claro. Entonces… Um… Oh, ya sé; ¿qué tanto me quieres? — Pregunto, tratando de sonar casual, dudando si lo había conseguido o no. Ella me mira, nuevamente molesta, y contesta con pesadez:

— Mucho. ¿Y qué tanto te importa, eh?
— Mucho— digo, sonriendo de lado. Ella me lanza una mirada dudosa, antes de volver su vista hacia delante.

— ¿Por qué te importa? — Cuestiona, tras haber caminado un buen rato en silencio. Comienzo a preguntarme cuándo se pasa el efecto.

— Porque yo también te quiero— respondo, obvio. Pero ante su mirada sorprendida, añado: — Ya sabes, eres la hermanita de mi mejor amigo.

En su rostro se dibuja una sonrisa encantadora, acompañada de un ligero rubor.

— Y tú eres el mejor amigo de mi hermano— coincide, con un leve dejo de sincera diversión que hace rato no veía.

Siento que… No, es imposible. Pero… ¿Y si…? No. Ella está con Albus. No puede ser… Aunque… Bueno, siento que… Que es como era antes de ser novios. Como fue luego del beso en el lago. Claro que esta vez me debo abstener a que así sea.

Ella es novia de Albus ahora. Debo recordar eso.

— Cam… ¿Puedo hacerte una pregunta? — Murmuro, por primera vez dudando de si quiero saber la respuesta a lo que preguntaré.

— Sabes que no quiero, porque los efectos de la baya son horribles. Pero la harás igual, así que dispara— dice tranquilamente, dando un ligero salto para pasar una caída corta.

— ¿Amas a Albus?

Se detiene en seco, sosteniéndose de lo que parece un árbol muy fino, y voltea lentamente, con la expresión en blanco.

— Sí— susurra, llevándose una mano a la nuca en señal de incomodidad. Se me cae el alma a los pies, pero estoy decidido a no perder la esperanza, a pesar de que probablemente deba hacerme a un lado, dejar esta pelea sin sentido con mi hermano, y dejarlos a ambos ser felices. Quizás no puedo dejar de ser egoísta, ni siquiera por ella.

— ¿Qué tanto? — Insisto, pasándome una mano por el cabello.

— Bastante— admite, mirando el suelo. Y una voz me grita que deje el asunto ahí, y me resigne a todo esto.

— ¿Más que lo que me amaste a mí?

— No— musita, secamente, frunciendo los labios. Entonces puedo volver a respirar, aunque mi felicidad no llega muy lejos luego de que añade —. Y te agradecería que dejaras de regodearte en eso, Potter.

Luego se giró de nuevo, y volvió a caminar, a zancadas. Pero antes de que pudiera decir algo, antes de que pudiera saber cómo, ella desapareció de mi vista, con un grito.

— ¡Cam! — Bramó, asustado. Corro hacia donde había estado, desesperado, y me encuentro con que cae por lo que parece ser una pendiente para esquí, toda congelada.
No lo pienso mucho, y tomo la primera corteza de árbol muerta que veo, y me siento en ella para salir en su búsqueda, oyéndola gritar.

— ¡POTTER! ¡AYÚDAME! — Chilla, cayendo sin reparos, deslizándose limpiamente estando sentada.

— ¡Aguanta, Lupin! ¡Apóyate sobre tu espalda, o se te quemará el trasero! — Aviso, soltando una inevitable media risa.

— ¡MUY GRACIOSO! — Exclama, sarcástica, pero aun así hace lo que digo, y comienza a caer de espaldas, provocando que el descenso sea más lento. Me apresuro, elevando levemente la parte delantera de mi improvisado trineo, para acelerar.

Milagrosamente, la alcanzo, y enseguida intenta subirse, pero la madera es demasiado pequeña, así que nuestras piernas se enredan, y yo termino saliendo de la tabla, la cual comienza a bajar en picada, hasta dejarnos atrás a ambos, que vamos chocando, y prácticamente rodando montaña abajo.

— ¡Demonios, Potter! — Se queja, al recibir el quinto impacto de mi rodilla.
— ¡ES TU CULPA! ¡Deberías haber esperado antes de subirte, genia!

— ¿¡Mi culpa!? ¡Si tú no me hubieras hecho enojar en primer lugar, no habría caído! — Repone, fastidiada, aferrándose a mi antebrazo al darse vuelta, cayendo de estómago.

— ¡Si tú no fueras tan enojona, no te habrías molestado!
— ¡Sí lo hubiese hecho! ¡Porque tú haces cosas que podrían molestar a cualquiera!
— ¡NO HE HECHO NADA! ¡Merlín! ¡¿Qué tiene de malo querer saber si mi hermano me remplazó?! ¡ERES SUSCEPTIBLE!

— ¡Yo no soy susceptible! ¡Y es obvio que no podría remplazarte, pedazo de imbécil! — Chilla, arreglándoselas para darme un codazo, antes de volver a caer de espaldas para su alivio.

— ¿¡Ah sí!? — Suelto, aun tratando de lucir molesto, aunque entre la caída infinita, y sus palabras, se me vuelve difícil.
— ¡Sí! — Y entonces, salimos volando en el aire, pues el descenso llega a su fin en una especie de rampa gigante. Ambos gritamos, pero antes de lo imaginado tocamos tierra en una gruesa capa de nieve que aplaca la caída.

Como un chiste del destino, yo caigo de espaldas (por segunda vez en el día, diablos), y ella a medias sobre mí. Sus piernas están fuera, pero queda cruzada, de manera que mitad de su torso, y su rostro, quedan sobre mí. Sus labios están centímetros a la derecha de los míos, lo cual hace que maldiga internamente a nadie en particular. Solo a mi suerte.

— ¿Sabes? Es la segunda vez en menos de una hora que te me tiras encima. Lo tomaré como una indirecta— comento, jadeante, con una cansada sonrisa ladina. Ella levanta el rostro un poco más, lo suficiente como para salir de la zona de peligro, y rueda los ojos.

— Sigue soñando, Potter— dice, antes de incorporarse hasta quedar sentada, aun a mi lado. Yo también me siento, aun sonriendo ante la idea en mi cabeza.

— ¿Quién ha dicho que hace falta soñar? Ya estamos solos en medio de un bosque— digo, apoyando mis codos sobre las rodillas. Ella me mira de soslayo, con cara de “Cállate”, y vuelvo a reír.

— No sucederá nada, si eso es lo que insinúas. Recuerda que ahora somos cuñados, idiota— bisbisea, aun jadeante. Hago un gesto con la mano, como restándole importancia.

— Detalles. Además, yo no lo he dicho, fuiste tú.
— Te digo que no, Potter. Nunca. Y punto, ni siquiera lo digas— insiste, ceñuda. Me pongo de pie, con una sonrisa torcida en el rostro, pensando en las posibilidades.

— Aun queda un largo camino hasta la realidad, cielo. Nunca digas nunca.

Y dicho esto, comienzo a caminar, ignorando el ardor en mis piernas ante el frío. Ignorando todo. Ciertamente, por primera vez mis palabras no son en broma. ¿Qué si sucede algo? Estamos perdidos en un bosque. ¿Y si no nos encuentran? Oh no. Un Potter disfruta la vida. Siempre lo hace.

por Invitado Dom 14 Abr 2013, 7:07 pm

Sabes quien soy?..
SOY JULIANA¡¡¡

hola... por fin soy la primera en comentar.... eso merece una baile... *baile de 5 segundos*...

en cuanto a los sucesos..

Querida tocaya no importa si no puedes hacer maratón... créeme, a mi me pasa lo mismo..... tengo que parar de escribir por culpa de mi tarea.... pero, bueno, no voy a repetir un estúpido año....

ajajajja, créeme, tu amas escribir cuando ellos se pelean, yo amo leer cuando ellos se pelean....

sabes? estoy decidía no soy de ningún Team, ni Team Camila, Ni Team James , Ni Team Albus, soy independiente...

¿Por Que?...

POR QUE SIEMPRE QUE LEO CAMBIO DE TEAM¡ O SIMPLEMENTE ME PONGO FURIOSA CON TODOS¡

entonces... decidí que ya que soy la Bipolar, que digo bipolar soy como tripolar... no seguiré con los Teams...

ajajaja, créeme, tienes unas ideas que ni yo con mis extraños sueños soy capaz de llegar a ese nivel de imaginación..... llego mucho más abajo..

De Donde sacaste la idea de las bayas?... es.. es que... es perfecta.....

Créeme, si yo hubiera escrito esta novela... osea si cambiáramos de roles.... yo no hubiera llegado ni al cuarta capitulo de la primera temporada.... y tu... ya llegaste al capitulo 21...

Por cierto no te felicite....

¡Felices 15 (ahora 16) paginas¡

como pasa el tiempo... hace cuanto no fue cuando te anime a que no cancelaras la novela.... cuando tuviste esa idea tonta y ridícula.... casi muero, pero.... mira, por ayuda de las que te ayudamos a que dejaras ese pensamiento ya estas en la pagina 15 ( ahora 16) de verdad muchas felicitaciones y la siguiente meta son la pagina numero 20 y no solo esa.. Muchas más paginas....

créeme, en este capitulo hemos sabido mucho..... James es muy fácil de engañar... JA¡ ingenuo¡ pensó que ella lo iba a besar... puf, así de fácil, creo que debe de estar afectándole el no comer si pensaba que ella lo haría...

lo se... soy cruel con él.... pero.. es al verdad.. por Merlín, es Camile Lupin, una chica muy orgullosa y que no va a besar a alguien así como así.. y menos a James Sirius Potter, Ja¡ hay si creo que esas bayas dan más efectos del que da, él cual los esta volviendo locos....

No Puedo creer que James sea tan cruel, como le pregunta eso... y más si Ama A Albus... obvio que lo hace... desde pequeños sienten algo él uno por él otro...... eso es algo que, generalmente cuando estas pequeño no te das cuenta de eso.. solo piensas que es un sentimiento de mejor amigo y lo quieres tenerlo siempre a tu lado......

y, bueno, tenemos que ser Francos, Camile a echo preguntas menos crueles, y, ella más bien trata de no ser tan malo..... algo extraño.. yo quería ver una pregunta muy cruel de Camile que hiciera un Bum¡ entre los dos...

pero, la de

¿Por que Fumas?

esa fue una de mis preferidas.. de verdad, si el lo hace por ella lo mejor qeu puede hacer es dejarlo por ella, creo que ese momento fue un momento muy tierno de parte de Camile....

lo de la caída... JA¡ pobre Camile, en parte tiene un poco de razón, como le hace una pregunta de ese tamaño,

¿Amas A Albus?

obviamente si lo hace...

¿Que Tanto?

Obviamente que lo ama a cantidades.... ellos desde pequeños se llevan de maravilla y ahora que principalmente fueron mejores amigos, tuvieron mucha confianza el uno con él otro, cuando él la apoyo cuando tuvo este dilema de " Me Niego A Aceptar Que Me Gusta James Potter" , el la apoyo, le guardo sus secretos y estuvo siempre para que ella se desahogara con él... creo que, su relación es una de las a mejores

me encantó, de verdad... me encanto todo... y, espero que las sigas pronto

por **Milapotato** Dom 14 Abr 2013, 7:19 pm

MIERDA, MIERDA, MIERDA. ¡OTRO DE LOS MEJORES CAPÍTULOS DE LA VIDA, JULIETA!!!!!
SE DIJERON QUE SE QUIERENNNNNNNNNNNNNNNN *trata de respirar profundamente*
"¿Sabes? Es la segunda vez en menos de una hora que te me tiras encima. Lo tomaré como una indirecta" Amknkajsdn, Jamie te parto en veinte.
¿Te acordas que te dije que lo violo? Bueno, lo vuelvo a decir. LO VIOLO.
P E R F E C T O. Todos los halagos que puedan existir.
Me mataste con el final, aklsmklasd hermoso. Espero que la conquiste o algo. Estoy muriendo lentamente sin que se den un puto beso. UN BESO, SOLO UN BESO.
Aunque están en un bosque... perdidos... solos... *cara pícara* okno. Sólo un beso y soy feliz. Pero si queres agregar acción............... Mejor me callo.
Okei, íbamos taaaaaaaaaaan bien, hasta que Camille tuvo que decir que ama a Albus. Osea, LA CAGASTE!!!!!! ¡¿POR QUÉ DIJISTE ESO?!! Aunque, hizo bien en decir que no lo ama más que a Jamie. ¡IN YOUR FACE, BITCH! ah.
Agh, me haces enojar. Pero igual te quiero. *Soytodaunaternuritaandante*

Bien, estoy amando, demasiado para mi gusto, estos capítulos así. Tengo unas ganas tremendas de que no encuentren más a Albus. Soy demasiado mala, lo siento. Pero es que Jamie...
Esto de enamorarte de personas que no existen duele. Y demasiado. Hasta me dan ganas de tener novio, mundodemierda. Ah.

Como notarás, amé el capítulo. Se nota a miles de kilómetros...
Simplemente maravilloso.
Espero que puedas seguirla pronto, y que tengas tu compu sana y salva.
Besitossssss.

Atte: Mila.

por **CIELOSKIE** Dom 14 Abr 2013, 11:22 pm

Hola… estuve de viaje
gran parte de este mes porque tenía algunas audiencias y procesos que ver fuera
de la ciudad y no pude ni siquiera entrar a leer un poco, es cierre de año
fiscal y todos los clientes del estudio me absorben estoy hasta la coronilla
con tanto reclamo en SUNAT, pero como es fin de semana y llegue a casa pues me
puse a leer y pues si bien no tengo tiempo ahora mismo para darte un amplio análisis
de todos los capítulos que deje de comentar… intentare ser escueta en mi apreciación
y lo hare de forma sucinta

Me alegra que varios
de los capítulos termine con algo de intriga… vas mejorando mucho en la redacción
eso es bueno; respecto al fondo de la historia, si bien hubo uno que otro pedazo
en algunos capítulos que fue algo tedioso de leer e innecesario me gustó mucho
en general aunque… pienso que estas redundado mucho en esta pareja ( no es que
no me guste leer de ellos, si por mi fuera solo leería de ellos dos, me enamoro
la parejita) me refiero a que francamente me cansa que no se llegue a ningún punto
en especial, es que es como algo que no cierra totalmente das vueltas y vueltas
con ellos y no hay un fin en concreto, esta idea de tenerlos solos en un boque
es súper atrayente me hace desear en cada línea que se besen o que tengan
relaciones pero luego me relajo y pienso, no… no puede pasar eso porque es prácticamente
su cuñada y pagarle con la misma moneda a Albus, James no haría eso y como ya
te dije alguna vez aun no veo cómo puedes sacar o desenredar este asunto, yo jamás
hubiera unido a Camille y Albus si pensaba
en unir la chica con James al final; Y
LUEGO AHORA DICES QUE LO AMA, más o menos que
james es amor al final, ¿cómo crees que piensa un chico si alguien le dice
eso, y más si el chico es su hermano?, siento como que en un intento de acercar
a esta pareja la alejas más en el fondo… pero supongo que tú sabes qué hacer
con tu historia, aunque me preocupe que en el intento de unir a james con Camille
al final sea algo irreal… repito yo jamás hubiera permitido que Camille terminara
siendo novia de Albus y no hubiera dicho jamás que lo ama, quizás lo quiere
pero amar, es una palabra muy distinta difícil y poderosa, uno no ama más o
menos simplemente ama ¿o tu amas más o menos a tus padres o hermanos?, el amor
es un sentimiento que en psicología no se puede medir, el cariño si el aprecio
si pero el amor no… me preocupa realmente esa parte si yo fuera james le
hubiera dicho chau inmediatamente lo mataste le acabas de decir al chico de tus
sueños con una valla de la verdad que no admite prueba en contrario que ama a
su hermano, ponte 5 segundos en su zapatos
te darás cuenta del calibre de esa simple frase…. Espero poder leer más
ahora que regrese a la ciudad y rezaré porque no me decepciones con un final de
temporada irreal y poco creíble, ya te die soy muy crítica y me enfrasco en
detalles que quizás muchas ni lo notaron, te voy a dar una recomendación tu veras
si la tomas o no.

Aprovecha
este momento de soledad entre los protagonistas y resuelve varias cosas desata
nudos porque cuantos más pongas más difíciles son de desatar… el primer
nudo es que james deje de pensar que Camille ama a Albus. Eres una chica
joven quizás jamaste has amado a alguien verdaderamente, la confusión suele
crea situaciones que no son, Camille puede estar confundida con amar a dos
personas pero eso ya te dije no es verdad uno nunca ama de esa forma a dos
personas a la ves eso es una falacia y las personas como humanos que somos
solemos confundirnos, pero le pusiste la pastillita de la verdad LA
CAGASTE… por dos razones la primera como te dije estás haciendo que el
muchacho se aleje de ella seriamente por amor a su hermano; él nos e va a
costar con ella ni siquiera debería atreverse a besarla, yo creo que no le haría lo
mismo a su hermano jamás y más cuando sabe que si bien su hermano es un
inmaduro que puede estarse comportando como idiota sabe y creo que no cabe
duda de que Albus a su manera quiere
Camille, James sabe que Albus está falto de seguridad y que le tiene
un resentimiento porque siempre consigue lo que quiere todo eso juega a
favor de Albus, cualquier hermano haría lo que fuera por que su hermano no
se sintiera así y si Camille ama a Albus como le ha hecho creer pues el
como hermano se alejara porque al final se siente correcto que al y Camille
terminen juntos, por eso, quítale de la cabeza a james esa idea , Camille
no ama a Albus, pude decir que lo ama con amor de amiga de hermana limpia
esa frase que esconde mucho y no dejes que esa frase sea un beso del
diablo a tu historia,
Mi segunda recomendación, termina ya esa relación
entre al y Camille, ella ya se dio cuenta a quien realmente quiere ponle
un poco de sensatez a la muchacha y que se dé cuenta q no debe seguir
jugando con un chico que de por sí ya anda muy confundido y luego busca
una chica en donde Albus pueda olvidar a Camille y de la cual se enamore así
vas desenredando nuditos que ya te dije mucho nudo al final son difíciles
de desenredar.

Me muero por que
esos dos se besen y quizá hagan el amor en el bosque pero… es tan difícil si
hay en medio un tercero al que pueden hacer daño y para colmo es el hermano, ¿porque
pusiste esa muralla entre ellos? es que limitaste tanto la historia que
realmente este maratón de Camille y james me parece tedioso e innecesario porque
yo creo que no debe pasar nada entre ellos mientras hay un albus de por medio
entonces estos capitulo en el bosque son innecesarios e insulsos, lo siento lo tenía
que decir… uno normalmente junta en una historia a dos personas en soledad para
crear intimidad, es la regla de cualquier novela y la intimidad entre dos chico
que se aman conduce mínimo a un beso y aquí no puede haber nada, ahhhh es frustrante

Te voy a dar un tip propia de las historias eróticas…Si tienes pensado
que pase algo trátalo con tacto, la lujuria es el remedio indicado, cuando
haces que dos amantes se pierdan en ello y no les permites pensar más que en su
excitación soluciona y quita responsabilidades, luego se sienten unas basuras
pero lo importante es que paso, una vez usaste la sorpresa cuando se trataba de
albus y camille yo creo que sería una gran via de escape si piensas juntar íntimamente
a esta pareja en un próximo capítulo, lujuria el más básico de los instintos, mezcladito
con un poco de amor será ideal… pero esto solo será respaldado con mis recomendaciones
anteriores

Bueno me jalo porque
aun tengo mucho que resolver, espero que no demores en actualizar, ahora si
podre leer y actualiza porque no viajare hasta dentro de un mes.

Saludos y suerte con
tan maravillosa historia

por **TheGirlImpossible** Mar 16 Abr 2013, 11:38 am

oh my god ame el capitulo!! Juro que no me canso de sus peleas xD jaja son increiblees! Oh queria q pasara algo en la cueba :( pero entiendo que James no es Albus, el no hara lo que su hermano hizo primero(? aun asi... estan SOLO perdidos, en la nieve, puede pasar de todo, yo no lo descartaria si fuera James, mas xq parece que le cuesta controlarse con Cam cerca xD
Oh ame la parte de las bayas*-* que ingeniosa eres! Me gusto que se pudieran sacar algunas dudas, aunque quedan muchas mas asi que PREGUNTEN antes de que el efecto se vaya D: Deseo muchisimo que puedas continuarla July!
OMG amo tanto el Jamille

sera la mejor pareja por siempre, xq es la pareja de la novela y xq apesar de terceros siempre tendran la mejor quimica de todas*-*
Seguila pronto x favor, realmente no puedo expresa rlo mucho que ame el capitulo, sonrisa boba en mi rostro es lo q pasa cuando leo tu novela! :D haha

por **Majin Maia ~DangerGirl~** Mar 16 Abr 2013, 6:47 pm

AME EL CAPITULOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO, fue hermoso xDDDDD
Bueno continuala, bye (perdon por el comentario corto, tengo que comer :( )
Ok la continuas o mi pegazo te "COMERA" (? Nahh, pero la continuas ;)

por **C.J. Potter** Mar 16 Abr 2013, 10:22 pm

OH, YISUS D: Esta temporada está llegando a su fin!! DIOS, NO!!

Bueno, hubo más cambios de los que imaginé, pero una vez dije: Yo comienzo a escribir algo, teniendo una idea clara, y termino escribiendo algo totalmente diferente. Pero hay que dejarlo ser, así es más divertido.

Así que aquí les dejo este hermoso (amé escribirlo :'D ) capítulo Jamille. Y ya terminó el especial de esta pareja u.u Ahora nos enfrentaremos al drama de Rose, y más adelante al problema con Ted.

Jum... Bueno, soy impulsiva, no sé si se los he dicho... Pero esa es mi excusa por lo que sucederá en este cap...

Por cierto, ¡gracias a todas por sus comentarios! July, jajajajaj, tú y Mial me hicieron reír bastante xD Lamento volverte bipolar por lo de los Teams u.u las contegio mediante mis letras (?) Y Mila, me alegra que te haya gustado!! ~~(Lo violo yo también e.e )~~.
Cieloskie, como siempre, tus análisis son demasiado buenos. Me ayudan bastante, la verdad ^^ Estuve pensandome eso de los pequeños nudos, y tienes razón (es curioso, lo de Alb lo tenía previsto para este capítulo). Siempre me sucede algo como "Bueno, lo dejaré aquí, y el próximo capítulo haré que pase esto, esto, y esto, así aclararé esto y aquello", y luego tú comentas esas mismas cosas que pretendía hacer más adelante, y yo me siento "DIOS, LO IBA A HACER BIEN! ESTABA BIEN :'DD" Jajajajajaja. Ok xD El punto es que... (Oh, por cierto, buena recomendación e.e me estoy pensando hacer un capítulo Hot, hablando sobre el tema... Quizás, sería como un reto (?)... qué decía? Ah sí, el punto es que, tomé en cuenta tus consejos para seguir la nove (este cap, y otros más adelante).

May :3 Jajajaja, cuando dicen "lo de las bayas", innevitablemente pienso en Los juegos del hambre xD Me superarchimega alegra que te haya gustado el cap :3 A mí me encantó escribirlo (de hecho, amo escribir todo lo que sea Jamille e.e Son la pareja perfecta (?).

Maia, It's okay, la comida es lo primero :3 (?) JAjajaj, nah, en serio, aguante el cuarto de libra con papas grandes <3 (Me dio hambre :| ).

YY, eso es todo. Ahora sí; disfruten de Jamille: (?)

Por cierto: Kit, regresa a casa, vuelve con Juliette a comentar tus hermosas amenazas contra Camille (?) Jajajajaja, no, ya de verdad, I will wait for you, dude. Always (?) *tonito de Snape insertado*.

Capítulo 22

“Derrotas”

*Especial Congelados*

Camille POV

James va a volverme loca.

Y no solo por sus preguntas y respuestas, sino por la manera en que comienza a mirarme. Sé que es en broma, porque se la pasa riendo cada vez que le digo que pare, pero mis estúpidas hormonas no saben lo que son las bromas de Potter.

Quizás no es en broma.

— ¿Tienes idea de a dónde estamos yendo? — Cuestiono, mientras me sostengo de una rama para atravesar una zona donde el hielo se funde en la roca que tapiza el suelo, generando un terreno inestable.

— No realmente— acepta. Dudo si aun sigue bajo los efectos de la baya. Llevamos un buen rato caminando, el sol se alza sobre nuestras cabezas indicando el mediodía, y solo le di una. Ya debe de haberse ido mi momento para aplacar dudas.

— Perfecto. ¿Qué tal si nos estamos internando más en lugar de salir? — Mascullo amargamente, dando un pequeño resbalón del cual me recompongo rápidamente.

— Tranquila, cielo. Deben de estar buscándonos. No imagino a mi hermano quedándose sentado a esperar mientras tú y yo estamos solos en el bosque— asegura, ganándose una mirada fulminante de mí parte.

— No tiene por qué estar preocupado— digo apresuradamente.

— ¿Segura? — Inquiere, deteniéndose frente a mí para dirigirme una de esas miradas “o te derrites o te quemo”, acompañada de su sonrisa torcida, esa que marca el pequeño hoyuelo que tiene en su mejilla. Siento sonrojarme, así que desvío la mirada, maldiciéndome internamente por mi debilidad.

— Eres un idiota—, musito secamente, adelantándome para rebasarlo, golpeándolo con el hombro al pasar. Lo escucho reír y luego caminar detrás de mí, haciendo crujir la nieve a su paso.

— No has negado nada, ¿ves?

— Piérdete.

— Ya lo estoy— bromeó, y estuve a punto de reír ante la ironía. Pero me contuve.

— No puedes estar todo el rato insinuándote, Potter. Debemos hacer repaso de la situación, ¿sabes? — Comento, tras pensar un rato en silencio. El paisaje parece no querer cambiar, lo cual comienza a aburrirme y exasperarme un poco.

— ¿Yo? Yo no me insinúo, eres tú la que lo ve de esa manera. Quizás es que quieres que me insinúe. Qué mal, Lupin.

Giro la cabeza unos instantes para mirarlo ceñuda.

— No juegues, Potter. Sabes perfectamente que pareces tener un cartel en la cabeza que grita “Bésame” — espeto, imitando pobremente su voz seductora al final. No es que yo crea que es seductora. Claro que no.

Él enarca una ceja, otra vez con esa sonrisa torcida que expulsa diversión.

— ¿Quieres besarme? — Cuestiona, empleando un tono que hace que se me revuelva el estómago. Oh genial. Ya comenzamos con las mariposas… ¿Qué sigue?

— No— contesto al final, frunciendo los labios por si las dudas. Vuelva a dar media vuelta, sacando mis mejillas rojizas de su visión, y empiezo a caminar otra vez.

Tranquila Camille, tranquila. Tú no quieres besarlo. Tú no quieres a James. Tú amas a Albus… ¿Lo amas, verdad? Sí, lo amas.
‘¿De la misma manera en que amas a Ted?’

Muere, consciencia. Vivo bien sin ti.

— Tardaste mucho en responder. Tomaré eso como un sí— informa, divertido. Contengo un gruñido de frustración. ¿Por qué hace esto? Vuelvo a detenerme, girando para enfrentarlo de brazos cruzados, a lo que él me mira expectante.

— Escucha, Potter. Es hora de afrontar la realidad. Tú y yo fuimos pareja, es estúpido pretender olvidar eso— comienzo a decir, tratando de que mi cabeza nos e inunde con recuerdos de nuestro noviazgo—. Terminamos de la peor forma posible, también sabemos eso…

— ¿Con “la peor forma posible” estas queriendo censurar el hecho de que me engañaste con mi hermano? — Interrumpe, entornando los ojos como si estuviera confundido pensándolo, aunque sé que es puro sarcasmo. Trago fuertemente.

— James, yo no te engañé— murmuro, cruzándome de brazos. Él enarca una ceja, elocuente, así que agrego: — Engañarte implicaría que todo hubiera sido premeditado, que hubiera durado tiempo, y que realmente hubiera querido hacerlo. Y no fue de ninguna de esas maneras. Solo… sucedió, ¿de acuerdo?

Él desvío la mirada al tiempo que sonreía con un suspiro irónico.

— ¿Solo sucedió? ¿Esa es tu excusa? Demonios, sería genial que por una vez te explicaras, ¿sabes? Quizás así no nos quedan dudas y podemos seguir viviendo— espeta duramente, haciéndome sentir que empequeñezco de altura.

¿Seguir viviendo? ¿Acaso él también tiene fantasmas que lo persiguen? ¿Acaso él tampoco ha podido dormir pensando en lo que sucedió aquella vez?

— No me dejaste explicarme nunca, ¿recuerdas? — Repongo, sin saber por qué comienzo a sentirme molesta exactamente.

— ¿Tú insististe en hacerlo, acaso? — Me miro fijamente, y ante mi silencio añadió: — Lo que dije. Así que ahora te pido que lo hagas. Explícate. Dime por qué besaste a mi hermano— cede, haciendo un gesto con la mano.

— Yo no lo besé…— comienzo, y él vuelve a bufar. Cierro los ojos fuertemente, y corrijo: — De acuerdo, sí lo besé. Pero no fue tan… así. Solo… Él me besó, y yo le correspondí.

— Oh, eso es muy esclarecedor— ironiza. — Entonces no es que me engañaste. Solo que salías conmigo pero internamente te morías por estar con mi hermano. Interesante, la verdad.

— ¡Tampoco fue así, James! — Exclamo, ahora sí con motivos para molestarme.
— ¿Ah no? ¿Entonces cómo? ¿Solo un “impulso”, Camille? Dime, me muero por saber detalladamente qué demonios cruzaba por tu cabeza, quizás era mucho mejor que lo que me estás dic...
— ¡No quería perderlo! ¡No quería que se alejara de mí! — Interrumpo en un grito, que suena mucho más significativo y rudo cuando sale de mi boca. Con un ligero temblor en la voz añado: — Quería recuperar a mi mejor amigo.

Ambos quedamos en silencio. Él parece estar asimilando mis palabras, y yo su reacción, tratando de saber si entendió a qué me refería o no. De lejos se oye el piar de una bandada de pájaros de montaña, y eso solo me desespera más. ¿Por qué no dice nada?

— ¿Lo besaste solo para que no se alejara de ti? ¿De verdad has sido tan egoísta? — Suelta al fin, y comienzo a pensar que quizás era mejor cuando no decía nada. Aprieto los puños a mis costados, y soporto la vergüenza de escuchar la verdad.

— Lo fui. Todos cometemos errores. Y yo no soy la excepción. Quería… Yo… Pensé que si le daba el gusto a Albus, él se conformaría, y todo regresaría a la normalidad—. Desvíe la mirada al suelo, sintiendo el bochorno de mi estupidez arrebolarse en mis mejillas, y mi cabello teñirse de verde.

— Eres tremendamente ingenua—, lo oigo decir en voz baja, antes de que comience a caminar nuevamente, pasando por mi lado como si nada.

— ¿Eso es todo lo que dirás? — Suelto, perpleja ante su falta de reacción. Él se detiene, pero no gira.
— ¿Qué más quieres que diga?

— Oh, no lo sé, ¿quizás algo como “Eres el ser más detestable y egoísta del universo, mereces ser aplastada por el trasero de un Trol”? — Sugiero, sarcástica. — Eres James Potter, algo creativamente hiriente debería ocurrirte.

Él gira, con una sonrisa pesada en los labios.

— Gracias por el crédito, pero prefiero el silencio últimamente— asegura, sonriente, aunque el gesto no llega a sus ojos. Suelto un pesado suspiro.

— Esto es increíble, James. Hemos terminado hace más de seis meses y aun vivimos una telenovela— me aquejo, meneando la cabeza. Pero al darme cuenta de mis palabras, corrijo con un sonrojo: — Me refiero a los dramas, no a otra cosa. Quiero decir, no es que…

— No te esfuerces— interrumpe, haciendo un gesto con la mano. Vuelvo a suspirar, resignada.

— De acuerdo. La cuestión que yo quería aclarar, es que ya hemos terminado, y ahora estoy con Albus, así que tú no puedes…— Pero vuelve a interrumpirme.

— Sí, sobre eso… ¿Por qué demonios sales con Albus? — Lo miro fijamente unos minutos dudando si es una broma o no, pero al ver que no ríe deduzco que habla en serio.

— James, ya te he dicho que quiero a Albus. Él se empeñó, e hizo cosas lindas. Solo… Necesitaba seguir adelante— explico, en un estúpido murmullo.

— ¿O sea que solo aceptaste salir con él porque querías olvidarte de mí? Rayos, ¿tenías que elegir a Albus para eso?

— Potter, esto no es un ta-te-ti. Te he dicho que Albus hizo mucho para ganarse el “sí” — recalco, cansinamente. Él niega con la cabeza.

— Dime algo, Cam. ¿Estás enamorada de Albus verdaderamente? Porque es difícil imaginar que lo estás si dices que se lo ha “ganado”. Se supone que debes sentirlo, no concederlo—. Su tono comienza indulgente, y se vuelve cada vez más severo hasta el punto de parecer exasperado por lo que he hecho.

Abro la boca para hablar, pero vuelvo a cerrarla, sin saber bien qué contestar. Él bufa, como asintiendo una exclamación interna.

— No puedo creerlo. Simplemente no puedo creerlo—. Se pasa una mano por el cabello. — ¿Tienes idea de cuánto…?— Se interrumpe a sí mismo con un jadeo. — Olvídalo—. Se gira para marcharse, y me apuro a detenerlo por la manga, con el entrecejo fruncido.

— ¿Qué? No, aguarda. No hemos terminado. No hemos ni siquiera llegado al punto que quería remarcar. No importa nada de eso. Yo salgo con Albus y punto; eso significa que debes parar de… coquetear conmigo.

Alza una ceja entre irónico y divertido –divertido de una manera sádica-.

— ¿Por qué? — Inquiere, confundiéndome.

— Porque está mal— contesto obvia. — Somos cuñados, ya lo he dicho. Sin importar qué haya sucedido entre nosotros; tú tienes a tu rubia, y yo salgo con Albus. No es como antes, en ningún sentido.

— Oh, lo sé— asegura con un tono que no termino de analizar. — ¿Solo por eso?

— Sí. ¿Por qué más?

— Eso significa que sabes que está mal, pero que te gusta. Ajam… Debes decidirte— comenta, antes de volver a caminar, dejándome parada como una idiota viendo cómo se aleja. Cuando reacciono, me apresuro a alcanzarlo, ya casi sin sentir el frío del ambiente sobre mí. ¿Necesitan calor? Tengan una charla por más de cinco minutos con Potter, y quedaran acaloradas sin dudas; ya sea por la impotencia, el enojo, o… otras razones.

— ¡No he dicho que me gusta! — Exclamo, alcanzándolo a zancadas, esquivando varias ramas rebeldes en el camino. Si me descuido, una podría terminar encastrada en mi ojo, y eso no sería para nada agradable.

— Tampoco has dicho que no. Es como la tercera vez que caes con eso, terminas delatándote a ti misma, cielo— dice tranquilamente, jugando con mis nervios. Hace un rato estábamos teniendo una seria conversación respecto a lo que había sucedido entre nosotros, ¿y ahora hace como si nada?

— ¿Puedes tomarte esto en serio? Potter, te estás volviendo bipolar—, suelto, realmente fastidiada por sus reacciones.

— ¿Para qué? Cuando me tomo las cosas en serio terminan siendo un error. Míranos a nosotros sino— ejemplifica, caminando calmo por la nieve a pesar de lo crudo de sus palabras.

— Ouch— musito, llevándome una mano al corazón como si hubiera recibido un puñal invisible. — ¿Fui un error? Gracias por lo que me toca— ironizo, sin detener mi andada. Él me mira de soslayo, rodando los ojos.

— No dramatices. ¿O vas a decirme que yo no fui un error también? — Repone como hastiado, metiéndose las manos en los bolsillos. Entrecierro los ojos, volteando levemente la cabeza para dirigirle una mirada ingenua.

— ¿Estás loco? Fuiste lo más hermoso que me pasó en la vida, pedazo de idiota— digo sin reparar a pensar las consecuencias. Y es que es cierto. Nunca fui tan feliz como cuando estaba en sus brazos, cuando todo parecía ser insignificante comparado con nuestro amor.

Ajam… Creo que debo dejar de pensar así. Lo mío se está volviendo seriamente idiota y cursi. ¿Por qué no puedo entender que eso ya pasó? Ahora estoy con Albus. Debo amar a Albus.

Eso sonó feo…

— ¿Entonces por qué acabó? — Suelta él, mirando al frente, aunque puedo ver la comisura izquierda de su labio levantarse en una sonrisa. Ambos caminamos lado a lado, por entre el monótono paisaje del bosque helado, como si se tratase de un laberinto sin final.

— Porque ninguno fue capaz de dejar el orgullo de lado y luchar por eso— contesto casi al instante. Entonces es cuando me doy cuenta de que haber comido dos bayas trajo sus consecuencias. ¿Aun estoy bajo sus efectos?

Él me mira entornando una ceja por debajo del flequillo rebelde que cae sobre su frente. Lo dice todo con la mirada.

— No puedes excusarte— digo, sabiendo qué está pensando. — Si te hubieras detenido a oírme, quizás aun estaríamos juntos. Pero estabas demasiado ocupado guardando tu orgullo…
— Lo poco que me quedaba— acota pesadamente. Vuelvo a rodar los ojos.

— Y yo estaba demasiado ocupada pretendiendo darte tu tiempo, y mientras tratar de dejar de sentirme una basura—, continuo diciendo, ignorando su comentario. — Es patético. Yo pensé que si te dejaba calmarte, podríamos volver a estar juntos.

— Ajam. ¿Y cuándo decidiste que te habías recuperado de todo? ¿Antes o después de besuquearte con Albus? — Ironiza, evidentemente irritado por algo que no logro comprender. Lo miro duramente unos segundos, y él me sostiene la mirada.

— Cuando tú comenzaste a estar lo suficientemente recuperado como para besuquearte con la rubia— musito fríamente. — Y luego lo corroboré cuando te oí decir que yo no fui otra más a tu lista de conquistas. Eres morboso cuando quieres, Potter.

Él se detiene, entreabriendo los labios con ligera sorpresa. Yo también freno, cruzándome de brazos para ver qué estupidez está a punto de decir.

— ¿Es por eso? Merlín, no eres la única que necesitó de alguien más para olvidar todo, ¿sabes? — Masculla, meneando la cabeza.

— Oh, ahora resulta que sales con la reencarnación de Afrodita solo para no pensar en mí. Vamos Potter, ambos sabemos que tú tienes cierta debilidad por mi género. Tú lo has dicho, nunca me amaste. Olvidarme no debió ser más que recuperar tu ego—. Y lo digo. Todo lo que pensaba cada noche antes de dormirme, lo digo. Se siente ligeramente aliviador poder desahogar mis quejas. Él alza ambas cejas, y luego se pasa una mano por el cabello, despeinándolo.

— Estás muy equivocada, Lupin. Eso que dije fue mentira. ¿Cómo puedes siquiera dudar que te quise? — Comienza a decir, dando un paso hacia mí. La intensidad de la conversación comienza a abrumarme, al tiempo que un miedo irracional por lo que puede llegar a salir de esto me invade. — ¿No entiendes que todo lo que quería era sacarte de mi cabeza, y convencerme a mí mismo de que ya no estaba enamorado de ti? Creí que eras mucho más inteligente, o que al menos me conocías más— finaliza, y está a punto de marcharse, pero me apresuro a cortarle el paso parándome en frente. Tengo el ceño fruncido, tratando de asimilar todo eso.

— Fue muy difícil no dudar de eso luego de haberte oído decirlo en voz alta, luego de que parecieras odiarme durante seis meses, luego de que te pasaras los días con otra chica como alguna vez lo hiciste conmigo, ¿sabes? Y ahora vienes, coqueteas conmigo, me dices… estas cosas. ¿Qué debo pensar, Potter? Porque a mí me parece que…— Dudo, y finalmente callo. No quiero ni decirlo en voz alta, por ser demasiado esperanzador.

— ¿Qué? Dime tu teoría. Dime qué te parece que sucede entre nosotros— incita, dando otro paso hacia mí. Me cohíbe, pero sin embargo me paro firme en mi lugar, sin querer dar terreno. Algo dentro mío se revuelve al oír el “entre nosotros”, porque eso solo implica que verdaderamente algo está sucediendo, que él lo sabe.

— Toda esta situación se parece a lo que hacíamos antes de comenzar a salir. Antes de todo—. Busco un buen sinónimo, porque lo que iba a decir en un principio de pronto me parece muy inverosímil, y no quiero quedar demasiado idiota si me equivoco. Pero él sonríe, de esa manera gatuna que hace que te tiemblen las piernas. Me contengo como puedo de alejarme de él antes de cometer alguna estupidez, porque eso sería romper el único momento que tengo para terminar o esclarecer mis dudas.

— Te refieres a que sientes que tú aun me gustas. Y que yo aun te gusto— adivina, ladeando ligeramente la cabeza. Trago fuertemente.

— Tú no me gustas— aclaro, sin poder mirarlo a los ojos al decirlo. — Pero es como si volviéramos al inicio. Y no está bien. Menos ahora que estamos solos.

Siento mi pulso acelerado, y mi respiración tratando de controlarse a duras penas. Esto definitivamente es el momento culminante de la charla que parece no querer acabar. Esto, no volverá a repetirse, lo sé.

— ¿Tienes miedo de cometer alguna estupidez que termine con nosotros teniendo sexo salvaje y clandestino bajo un pino? — Sugiere, con un tono de gracia que no comparto. Al contrario, me ruborizo ferozmente ante su descaro.

— Sí— afirmo, bajo los efectos de la baya, y me golpeo mentalmente. — A eso me refiero con coquetear. Y deja de hacerlo. No juegues así conmigo— reclamo, golpeándolo en el brazo. Él vuelve a sonreír.

— No estoy jugando. De verdad, siempre va a haber un pino encantado de darnos lugar— afirma, asintiendo con la cabeza como si se tratara de algo serio. Vuelvo a golpearlo, y él ríe. — De acuerdo, lo entiendo. Nada de pinos. Entonces pasemos a la pregunta del millón, así acabamos con esto de una vez por todas…— Me da miedo imaginarme cuál pregunta puede ser esa. — ¿Me has olvidado realmente, cielo?

— Ahms… No—. Es inevitable, pese a que intento evitarlo, la estúpida baya y su estúpido efecto me ganan. A pesar de todo, me mantengo firme, analizando su expresión. Luce sorprendido, tremendamente sorprendido, pero hay un sentimiento en sus ojos que no logro descifrar.

— No más preguntas— murmuro pesadamente, dando un paso hacia atrás. Pero él… me toma de la cintura, como tiempo atrás había hecho, y me atrae hacia él, con lo cual termino apoyando mis manos en sus hombros –en parte por querer hacerlo, y en parte para no hacer nada arriesgado-. Mi mente grita que me aleje y corra al menos dos kilómetros fuera de sus brazos; pero otra parte más fuerte de mí, ubicada en mi pecho, me dice que me relaje, que no he estado así de a gusto en meses. Muerdo mi labio inferior, evitando de todas maneras caer en la tentación de besarlo. Esto ya no es un juego.

— ¿Pretendes que luego de eso te deje ir y hacer como si nada? — Dice en un murmullo, a centímetros de mi rostro. — Camille, necesito que me digas qué es todo esto.

— ¿A qué te refieres? — Pregunto, mi voz sonando tontamente débil.

Soporta, soporta, soporta, soporta.

— ¿Por qué estás con Albus? ¿Por qué quieres fingir que no pasa nada entre nosotros? — Su tono es tan profundo, que me dan ganas de llorar.

— Por la misma razón que tú estás con Kerianne, y finges que no pasó nada entre nosotros— contesto, firmemente. Él niega con la cabeza.

— Pasa, Lupin. Lo que pasa entre nosotros. Tú lo has dicho, no me has olvidado. Entonces no puedes estar enamorada de los dos, o serías hipócrita al llamarme morboso. ¿Quieres a Albus?

— Sí— digo de inmediato, segura de mí misma. Él suspira, cansinamente.

— Sabes a lo que me refiero.
— James, esto no tiene sentido. Terminará mal. ¿No podemos solo seguir como estamos? — Ruego, comenzando a desesperarme por el lío en el que yo sola me he metido.

— ¿No eras tú la que se quejaba de que estar así está mal? Vamos, dime si es en serio. ¿O acaso nos quieres a ambos? — Suelta, ceñudo.

— Sí. Los quiero a ambos…— y ante su desgarradora mirada de decepción, añado casi sin pensarlo: — Pero no de la misma forma.

— ¿Qué significa eso? — Inquiere, confundido. Doy un suspiro, resignada. De acuerdo, dejemos de mentir. Dejaré de mentirme a mí misma solo unos momentos. Después de todo, ¿y si no logramos regresar a casa? Él merece saber la verdad, ¿cierto? Pero…

— Albus es como un hermano para mí, Potter— explico, rendida. La comprensión inunda su rostro, seguida de una sonrisa.

— Eso quiere decir que a quien quieres es a mí. Eso significa, que realmente no quieres a Albus.
— Observador— ironizo, rodando los ojos. — Pero sí quiero a Albus. Que no sea de la forma que él quiere es otra cosa; aunque quizás algún día sí pueda ser así—. Él sin embargo no deja de sonreír.

— ¿Por qué no lo dijiste antes? — Demanda, y me contengo de echarme a reír por su estúpida pregunta.

— ¿Estás bromeando? Tú estabas por ahí con tu flamante novia, odiándome y diciendo que no me querías. Y Albus estaba a mi lado, esperando que finalmente fuera una buena persona y le dijera que sí. ¿Qué pretendías? ¿Qué corriera a tus brazos gritando que aun estaba enamorada de ti? Potter, seamos realistas.

— De acuerdo, fue mi culpa también. Pero ahora ya lo has dicho. Ambos lo sabemos, ¿no? Ahora podremos…
— Nada— lo interrumpo, alejándome de sus brazos finalmente, haciendo uso de toda la voluntad que pude rescatar. Él me mira sin comprender. — No podremos nada. No cometeré el mismo error dos veces… No podemos, sencillamente no. Ya no. Tuvimos una oportunidad y la arruinamos, ambos.

— ¿Estás loca? ¿Pretendes seguir fingiendo que eres feliz con Albus? ¡Merlín! ¡Si hasta yo me lo creí! ¡No puedes hacer eso! — Exclama, escandalizado.

— ¡Sí puedo! ¡Sí, si eso significa no lastimar a tu hermano!
— ¿Y qué hay de mí? ¿No te importa si yo salgo lastimado? ¿Todos tenemos que tener piedad por Albus solo porque aparenta ser sensible y bueno? — Se adelanta otra vez, y toma mi rostro entre sus manos, a pesar de que intento correrme.

— ¡No digas eso! ¡Sabes que tú no sales lastimado en esta historia, Potter! ¡Tú solo…! ¡No sé qué demonios es lo que sientes tú! Pero estoy segura de que no eres quien sufrirá—. Comienzo gritando, y termino en un murmullo, mordiéndome el interior de la boca para no llorar como una niña.

— ¿Crees que no? ¿Crees que para mí todo es igual si tú te vas con Albus? ¡Oh claro! ¡James Potter es el chico sin sentimientos que tiene que hacerse a un lado como un perro para que su hermano se salga con la suya solo por diversión! Estás loca si crees que será así. Te amo, ¿de acuerdo? ¡Te amo! ¡Y ya estoy cansado de fingir que no es así!

Cuando termina de decirlo, ambos quedamos en silencio. Él respira velozmente luego de su confesión, y me mira fijamente aguardando mi reacción. Pero yo no sé cómo reaccionar. ¿Acababa de decir que me… ama? ¿James me ama? ¿Estoy soñando? ¿Morí con la caída y esto es una fantasía? ¿Estoy en el cielo? No, el cielo no es frío. Pero no siento frío en estos momentos. Solo siento una bomba de mariposas, orugas, mariquitas, polillas, e infinidad de insectos más, que parecen estar danzando dentro de mi estómago, revotando sobre mi corazón, y atando un nudo en mi garganta. Me dan ganas de llorar y reír a la vez, quizás de gritarle también. No sé qué pensar, qué decir, qué hacer para expresar lo que sucede dentro de mí en este momento.

Así que solo atino a una cosa.

— Yo también te amo— logro articular, sorprendiéndome a mí misma del tono plagado de alegría que uso. Es que… James me ama. Yo… lo amo. Eso es todo lo que vale en estos segundos.

Él sonríe torcidamente en respuesta, y aun sosteniendo mi rostro, lo tira hacia el suyo, y nuestras bocas se unen con desesperación. Siento regocijo mientras saboreo sus labios bajo los míos, como si fuera la primera vez. Me apresuro a llevar mis brazos alrededor de su cuello, atrayéndolo más hacia mí, y él baja las manos que están en mis mejillas hasta dejarlas rodeando mi cintura. Puedo sentir una mezcla de sentimientos aun más fuertes con el beso; ansias, pasión, desesperación, felicidad, dulzura, e incluso amor. De pronto no existe nadie más que nosotros; nadie más tiene espacio en mi mente, nada excepto el hecho de estar besándolo tal como quería hacer hace meses.

Siento una de sus manos recorriendo el camino de mi columna vertebral, metida debajo del abrigo, hasta mi cuello, y eso consigue generarme un cosquilleo inevitable. Entreabro los labios, dando paso a su lengua, fundiéndonos en una interminable danza, mientras mis manos juguetean en su cabello y las suyas se cuelan bajo mi blusa tocando la piel de mi espalda con deliciosa dulzura. Pero debo respirar, así que me alejo unos segundos. Él vuelve a acercarse, plantando cortos y múltiples suaves besos en mis labios, jugando con mi cordura.

Cuando finalmente termina, siento un vacío, seguido de las ansias de tener más. Pero me controlo, y escondo mi rostro en su cuello mientras él apoya su mentón en mi coronilla. Entonces me echo a llorar.

Lloro por lo que acabo de hacer. Lloro por pensar en la traición que le he hecho a Albus, ¡a Alb! ¡Su hermano! ¡Quien me quiere y soporta! Lloro porque me gustó. Lloro porque sé que todo lo que acabamos de hacer y decir me llegó al alma, me hechizó, me devolvió a la fantasía que alguna vez vivimos, y no me deja salir de allí. Lloro porque lo amo. Lloro por lo injusto de tener que sufrir a tan corta edad por amor, de manera tan trágica. Lloro porque no veo salida. Lloro porque sé que cuando regresemos, tendremos que hacer como si nada otra vez. Lloro porque me siento una basura otra vez. Lloro porque sí.

Pero soy una adolescente de dieciséis años. Nunca dejaré de cometer errores, como todo el mundo. Y eso solo hace que me den más ganas de llorar.

Él se limita a abrazarme en silencio, acariciando tiernamente mi cabello, casi de manera protectora. Eso me llena el alma, me da calidez.

— Tranquila, cielo. No ha sido nada malo— murmura suavemente. — De hecho, ha sido espectacular. No sé si soy yo, o tú te has vuelto aun mejor que antes en estas cosas. No quiero saber cómo.

Suelto una risita entre sollozos, y finalmente separo mi rostro de él, secando unas últimas lágrimas, gritándome parar el llanto y dejar de verme tan vulnerable. Aun así, mantengo el abrazo, sin querer perder aquella sensación de comodidad todavía. Ya vendrá lo malo, quiero disfrutar mientras tanto.

— Eres un idiota— murmuro, con voz congestionada. Él hace una gesto con los ojos, como restándole importancia.

— Ya me lo han dicho— asegura, mirándome fijamente a los ojos. Se acerca a plantar un corto beso en mi frente, con lo cual cierro los ojos plácidamente ante el cosquilleo que esto genera, y vuelve a alejarse –sin soltarme, gracias a Merlín-, para mirarme con expectación. — ¿Cómo sigue esto?

Hago una mueca. Eso mismo me pregunto yo.

— No sigue— bisbiseo finalmente, con tristeza. Él frunce el ceño, y sé de antemano que no le gusta la respuesta.

— ¿Por qué no? ¿Acaso estás bromeando? ¿Luego de esto—, enfatiza, — seguiremos como si nada hubiera ocurrido? No sé si notaste lo que dije, pero creo que sabes que costó mucha voluntad dejar mi orgullo de lado, cielo— dice con recelo. Cierro los ojos, y tomo una respiración profunda.

— Lo sé. Pero no puedo cometer el mismo error dos veces. No quiero romperle el corazón a Albus. Es tu hermano, James… No podemos hacerle esto— insisto, rogándole. Él niega con la cabeza.

— ¿Tú serás feliz así? — Inquiere duramente. Vuelvo a cerrar los ojos, pensando; es en vano, sé la respuesta.

— Si tú no te alejas, podré ser bastante feliz— admito, aunque dudo que pueda llegar a ser tan así. ¿Viéndolo con la rubia? No, ese no es mi concepto de felicidad. — Pero entenderé si tú no quieres. Tampoco es que pueda obligarte a quedarte conmigo de todas maneras.

— Yo no importo. Aquí el problema eres tú y tu terquedad. Tu compasión también— dice, negando con la cabeza. Ruedo los ojos. — Es cierto. Si dejaras de lado los sentimientos del resto unos segundos, serías feliz. Seríamos.

— Pero también sería una basura mayor de la que soy ahora. Y entonces sería un desastre. Limitémonos a seguir así, ¿por favor? — Pido, tragando el pequeño nudo que había quedado en mi garganta tras el llanto.

— Me estás pidiendo que haga como si nada. Que olvide que acabas de confesar que me amas, y finja que no nos besamos. Estás pidiendo mucho. No tolero ver a Albus salirse con la suya, Lupin. Antes era llevadero, medianamente, porque creí que tú lo querías. Pero ahora no veo motivos para mirar hacia otro lado, menos sabiendo las ventajas que tengo—. Alzo una ceja, elocuente, y él suelta una risa. — Sí, que tú me ames es una ventaja. Quién diría. A pesar de que dices que soy idiota, te derrites por mí— bromea, y esta vez quien ríe soy yo.

— ¿Derretirme por ti? Sueña, Potter. Además, eso no quita el hecho de que seas idiota— corrijo, con una sonrisa asomando.

— Pero me amaas— canturrea tontamente, dándome un casto besos en los labios de manera juguetona. Río un poco. — Soy un idiota guapo— añade, dándome otro beso, que esta vez es más largo.

— Ajam…— articulo, recibiendo gustosa otro beso.

Podría estar toda la vida así.

— ¡Demonios!— oigo gritar a una voz familiar. Inmediatamente me separo de él, espantada. Ambos miramos alertas a todos lados, confundidos. — ¡¿Qué hacen?! — Vuelven a gritar. Entonces sé que viene de arriba, y cuando alzo la cabeza, me encuentro a Chris montado en escoba, mirándonos como si fuéramos extraterrestres de cinco cabezas sacrificando una cabra en un ritual.

— ¡CHRIS! — Exclamo, aliviada de ver un rostro familiar. ‘Nos encontraron’, pienso alegremente. Pero entonces, con esa frase vienen otras… ‘Regresaremos a casa… Albus’, y mi sonrisa es remplazada por una mueca.

James no dice nada mientras que Chris desciende, y deduzco que está pensando lo mismo que yo. Se acabaron las muestras de cariño. Hay que volver a la realidad. Una realidad donde ambos tenemos novios, y no podemos ni concebir estar juntos. Al menos no sin romper un par de corazones en el proceso. Y esa no es opción.

— ¡Cam! — Exclama Christopher con alivio apenas baja de su escoba, atrapándome en un abrazo. Le devuelvo el gesto, repentinamente cansada. — Los hemos estado buscando sin parar desde ayer. ¡Merlín, vaya susto!

— Sí, un placer verte también, Fawcett— musita James secamente, con lo cual Chris se separa de mí, de pronto serio.

— Tú… ¿Pueden explicar qué demonios hacían besándose? Hasta donde sé, Cam sale con tu hermano—. Y ahí vamos. ¿Por qué tuvo que llegar justo en aquel momento? ¿Por qué no después?

Él me mira directamente, esperando respuestas. Me limito a morderme el labio inferior, esperando que James me salve de esta.

— Pues no sé qué esperas que expliquemos. Nos estábamos besando— dice él simplemente, haciendo que le grite mentalmente. Ok, debería haber recordador que James no lleva la mejor relación con Christopher. De hecho, la peor. Doy un suspiro, y me adelanta hasta quedar de frente a él.

— No puedes decir nada, Chris— ruego, tomando una de sus manos, mirándolo directamente a los ojos. Él presiona sus labios, como suele hacer cuando piensa algo difícil. Ponía esa expresión cuando hacíamos tareas de Aritmancia juntos.

— ¿En qué te metiste ahora, Cami? — Suelta en un respiro. Mira a James duramente. — Todo esto es tú culpa, estoy seguro.

— ¿Yo? Discúlpame por enamorarme— repone, indiferente, con un dejo de gracia. Siento sonrojarme, pues lo ha dicho frente a él. Mi corazón se hincha un poco, lo suficiente para seguir adelante.

— Ese no es el punto… Prométeme que no dirás nada, yo luego te explicaré todo… Ahora quiero volver a casa, ¿sí? — Pido suavemente, tratando de que entienda que estoy cansada. Él asiente con un suspiro pesado.

— De acuerdo. Los llevaré a casa, todos están buscando…— Y dicho esto, sacó la varita del bolsillo, la agitó, y de ella salieron chispas rojas hacia el cielo como una bengala.

Escritora POV

— ¿Te encuentras mejor? — Preguntó Rose Weasley, asomando su cabeza por la puerta de la habitación que una pelinegra ocupaba. Camille asintió con una leve sonrisa desde la cama en donde estaba acostada, y se incorporó hasta quedar sentada.

La habitación era la de Fleur y Bill, pero la francesa había insistido para que su querida Camille durmiera allí. Luego de que ella y James fueron encontrados, nadie pudo estar más aliviado. Así que ahora la Lupin ocupaba la recámara azul marino, decorada al estilo minimalista de Fleur, con su cama adoselada y almohadas de plumas.

— ¿Puedo pasar? — Preguntó la pelirroja, a lo que Cam asintió sin dudar. Rose cerró la puerta suavemente a sus espaldas, y caminó lentamente hasta sentarse a los pies de su amiga.

— ¿Cómo está James? — Cuestionó la chica, pretendiendo parecer casual, jugueteando con las sábanas entre sus dedos.

— Él está bien. Despertó hace un rato. Ambos durmieron un día entero… Ya están haciendo bromas respecto a su falta de sueño— comunicó la chica, divertida, esperando que su amiga riera en respuesta a las estupideces que sus primos podían llegar a inventar. Pero Cam no río. Se limitó a permanecer seria, dudando si Chris quizás había fallado a su promesa… Pero no, él no lo haría.

— Así que… Cuéntame, ¿cómo sobrevivieron sin matarse el uno al otro? — Indagó Rose, para cambiar de tema. Camille sonrío irónicamente. ‘La pregunta es cómo sobrevivimos sin comernos a besos el uno al otro’, pensó amargamente, aunque ni se le ocurrió comentárselo a su amiga.

— Nos la arreglamos… Él fue a buscarme, pues yo caí después. Luego caminamos juntos hasta una cueva, pasamos allí la noche, y seguimos andando hasta que nos encontraron— resumió, abrazándose a sí misma. Acababa de recordar el pequeño y sutil hecho de que había matado a alguien.

— ¿Él fue a buscarte? — Soltó Rose, confundida, arrugando la frente. Cam sonrío ladinamente al recordarlo.

— Yo no quería caminar, quería quedarme allí. Y él apareció, y me… llevó a cuestas, diciendo que no me dejaría sola— rememoró en un murmullo, abrazando en bienvenida a la sensación de calidad que vino con el recuerdo. Rose la miró raro.

— Cam… ¿Hay algo que quieras contarme? — Preguntó la pelirroja, con duda. Camille se alarmó, y abandonó su expresión risueña, carraspeando la garganta.

— No, ¿por qué?
— Has estado muy… volada, desde que llegaste. Y muy cortante con Albus. ¿No sucedió nada raro mientras estuvieron solos, verdad?

Y ella estuvo tentada a decirle que sí que había sucedido. James, el seco, mujeriego, e imbécilmente terco James, había dicho que la amaba. Y ella le había confesado que también aun lo hacía. Se habían besado; el beso más hermoso que alguna vez le habían dado.

Pero no. Rose no podía saberlo. Cam no podría soportar ver nuevamente la decepción en ojos de su amiga, por más que probablemente lo mereciera… No. Ella solo debía hacer lo que dijo que haría, y seguir como si nada hubiera sucedido en ese bosque. Ella debía componerse, olvidar –o fingir hacerlo- a James, y continuar adelante con Albus. Debía hacer lo correcto.

Porque eso era lo correcto… ¿verdad?

— No… No pasó nada— musitó al fin, tragando fuertemente y forzando una sonrisa.

‘No pasó nada…’

por **Zarek** Miér 17 Abr 2013, 12:28 am

Esto va a terminar mal. Lo mejor sera que yo los mate a todos.

POR EL AMOR A EROS, SE EGOÍSTA CAMILL, Albus lo va a superar.

No tengo mas nada que decir, salvo: No dejes ir a James, NO DEJES IR A ESE HOMBRE.

por **Chiari-Bonade-Milak** Miér 17 Abr 2013, 7:18 am

Me encanto. Me parece que la pareja de James y Camille es hermosa, tienen que estar juntos

por **roronoa.** Miér 17 Abr 2013, 7:28 am

OH!!!
¡K capi mas bonito!
Me ha encantado!
K mono James jaja pero pobre Albus... :(

por **Milapotato** Miér 17 Abr 2013, 12:59 pm

SHOROOOOOOOOOOO, SE BESARON :')
Me has hecho feliz, o bueno, una parte. Todo siempre tiene algo malo, y proviniendo de ti ya me lo esperaba. Eres mala :c
Coincido con el comentario de arriba ¡SE EGOÍSTA, CAMILLE!!!!!!!
Odio cuando piensan en los demás y no en uno mismo. O sea, vos también tenes que ser feliz, aunque sea una vez. Pero apuesto a que yo haría lo mismo. Soy demasiado buena e idiota como para pensar en mí misma...
Bien, no sé si me gustó más la parte en que se besaron o en la que se dijeron que se aman mutuamente o en la que Jamie dijo "discúlpame por enamorarme". Son partes demasiado perfectas para mí.
No sé que comentar, solo voy a decir que el capítulo es hermoso, y que hagas algo rápido porque me voy a volver loca. Siguela cuando puedas.
Te mando muchos besitossssssssss.

Atte: Mila.

por **Kit Walker** Miér 17 Abr 2013, 4:02 pm

Albus... Albus... ALBUS!!!!! Mierda voy a llorar cuando mi bebé se entere, lo van a lastimar mal u.u ah, claro, en eso no piensas! (?) TODO ES JAMESJAMESJAMES (? -.- no me hables, maldita T.T estúpida Camille, estúpido James, estúpidas bayas, estúpido bosque, estúpido Albus (por qué me haces amarte? T.T) y estúpido el mundo!!! Shit ya, esto es inaceptable (?) te voy a matar, realmente lo haré -.- fuera de mi vista, Juliette (? Limitate a complacerme (?) akdkalfkskfkakskd y tú, Camille!!! Te odio perra!! Es que eso es; una vil e idiota perra! (??) ok ya discúlpame por odiarla, no quiero ver a Alb herido u.u
Las que amamos a Albus somos las cool que no se van con el montón (?), forever originales!! (?) ah xD
Ok me largo

por **TheGirlImpossible** Jue 18 Abr 2013, 11:17 am

ell capitulo fue perfeeeeeeeeeeeeeeectoo!!!*-*
¡¡AL FIN UN JAMILLE!! :corre:
dioooooooooos se dijeron que se aman, POR FIIN!!*_* dioos, James admitio que esta enamorado y que ama a alguien!!*-* MUEROOOOOOOOOOOOOO!!! :canto:
Que perfecto fuee!!*-* amo verlos discutir :P jajaja sin dudas eso despues de sus peleas fue como WOW; POR FIN! y se besaron! ¡SE BESAROOON! S-E -B-E-S-A-R-O-N! :ilusion: me van a dar algo esos dos juntos, los amo! y ensima ya se termina esta temporada! Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA] - Página 16 167695056

Sombras del Pasado [James S. Potter, Albus S. Potter & Tú] [TERMINADA] - Página 16 167695056

osea que despues vendra lo de Kerianne, estupida y demas(? ya me preguntaba como seguiria!
Creo que las cosas se ponen bastante raras ahora que ambos saben que se aman, apesar de Albus y la rubia idiota y de que Chris sabe, ¡CHRIS SABE! :lol:
bueno, va a ser dificil para ese par no comerse a besos :P jaja
¡RESISTAN! ame el capitulo July! oh te adoro tanto por darnos este especial, fue perfecto y tengo tanta intriga x saber que pasa despues, aaggh Camille no digas que no paso nada! :x seguila prontito por favooooooor!!

PD: tambien pense en THG con lo de las bayas! jaja por eso me parecio original, nunca se me hubiera ocurrido algo asi xD fue genial!!

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