You're mine, baby. (Harry Styles y tú) HOT

sigo esperando SIGUELAAAAAAAAAA

yo tambien

siguela lo prometiste ..o bueno lo dijiste siguela no nos dejes asi!!!!!!!!!!!!

Culpenle a mi internet de mierda :( asfasfasf Se los hice lo mas largo posible. Mañana otro capitulo, sea corto o largo, prometo mañana subirles otro. :)

Capitulo 7.

Entre sin tocar a su oficina, no debía porque hacerlo. Él no era nada mío como para que me dijera que hacer. En aquel lugar, también había un sofá, que un poco más y estaba pegado a la pared, y me senté lo más lejos posible de él. A pesar de que quería evitarlo, era imposible. Podía sentir su mirada caliente sobre mí, desvistiéndome, lo cual me resultaba sumamente incomodo y divertido. Pregunto si necesitaba algo, con esa voz gruesa y seductora... sí, eso necesitaba. Su respiración ardiente sobre mi piel, quemándola y dejando marcas de placer. Pero no era el momento. O tal vez sí. No lo sabía, tenia demasiadas cosas metidas en la cabeza.

–¿Qué haces aquí entonces? –pregunta –Esta mañana me dejaste muy en claro que no follaría en un largo tiempo... y lo hiciste –sin dejar de mirar en su computadora concentrado -. Porque, no sé cómo ni me interesa, hasta la secretaria me mira como con lastima.

–Les dije a una chica que trabaja aquí, no me preocupe mucho a quien decirle, que tenias una enfermedad de transmisión sexual.

Él rápidamente me observo con el ceño fruncido y alargue: –Si pretendes acostarte conmigo cada vez que se te cante, pues lo harás solo conmigo. El hecho de saber de que tu pene estará en varios lugares mientras que lo hacemos me da cierto asco.

El volvió a ver a su computadora y susurro que era una maldita zorra. Claro, esperando que yo lo escuchara.

–Por lo de que hago aquí... –mire el techo pensando y luego volví a mirarlo –estoy en busca de información.

Él volvió a fruncir el ceño, pretendí que fue por mí, así que me calle un rato esperando su respuesta. A pesar de ser un idiota matriculado, tenía ese aire tan viril que me hacia estremecer de adrenalina. No quiero sonar como una fácil y cualquiera, pero quería saber que se sentía estar en la cama con este hombre, tan solo una vez. Aunque pudiera rescatar el trece por ciento del cien algo bueno, existía el otro ochenta y siete... que era todo carácter, ego, superficialidad, encanto, prevención y miles de otras cosas que a una mujer de un solo revolcón le encanta. En mi caso, eso está muy lejos de ser algo bueno para mí. Pero a pesar de todo llegaba a ser muy cautivador, a su manera. Claro está.

–¿Qué tipo de información? –dijo de repente, volviendo su vista de voy-a-conquistarte-y-a-follarte-te-guste-o-no a mí.

–Sobre la tal “Rossel” –dije de mala gana haciendo comillas con mis dedos.

–No la conozco, se viene por acá cada tanto y se van juntos. Ni me interesa saberlo –se levanto y comenzó a caminar hacia mí.

–Maldito mentiroso, sí, claro. Trabajo.

Se sentó a mi lado y me miro. Yo lo hice. Sabía que era lo que haría. Mi corazón palpito más rápido mientras él se acercaba a mí, sonriendo. Sentí mi respiración detenerse y en mi cuerpo un escalofrió. Quería que me besara, quería que me tratara como lo hizo en el bar, quería ser como él... decidido e impulsivo, sin miedo. Me roso los labios y yo seguía dura. Él no cerró los ojos en ningún momento. ¿Qué era lo que esperaba?

–Puedes relajarte si quieres –murmuró.

–Yo... –trague saliva y él alzo una ceja –. No me siento cómoda aquí, en tu oficina.

Él corre un mecho de pelo detrás de mi oreja y vuelve a murmurar: –No tienes porqué.

Me sentía apresada, quería que me besara ahora, pero no aquí. Él deposito castos besos en la comisura de mis labios, aun con sus ojos abiertos observándome, esperando una reacción de mi parte. No sabía qué hacer o que decir. Sentí que mi vida cambiaría luego de esto, en general. Del viaje, del volver a ver a mi papá luego de mucho, de su “compañera de trabajo” y especialmente de él. Y ya nada importo. Él era un imbécil, pero era un sexy imbécil. Que quería tener algo conmigo, bueno... sexo, pero quería tenerlo. Con alguien como yo. Pequeña de estatura, bonita, pero normal, no tenía muchas curvas, era alguien simple y difícil al mismo tiempo. Y él tenía razón, nunca nadie me había hecho sentir como él y en tan poco tiempo. Tan sexy. Esa era la palabra. Muy sensual.

Puse mis brazos alrededor de su cuello y lo bese, cerrando los ojos y sintiendo el momento. Sintiéndome única. Y él me beso, lo que era bueno porque si no estaría jodidamente avergonzada. Sentí un vuelco en mi estomago, no como si fuera a vomitar, tal vez un poco. Deje de preocuparme tanto, me había dicho a mi misma que me divertiría esta noche, y no haría. Y habíamos hecho un trato inquebrantable, y lo peor de todo legal. No podía quebrantar, por mucho que me echara para atrás por cualquier estupidez, sea cual sea.






–No te hagas el vivo conmigo, Styles –dije frunciendo el ceño. No iba a dejar que me pisoteara de esta manera.

–¿O qué? –pregunto confundido, pero divertido a la vez. Yo sonreí con victoria e hice un gesto de no saberlo, dejándole la palabra en la boca.

Me paré sin dejar de sonreírle tan inocente como él creía que era. Caminé hacia la puerta y estaba más que segura que me miraba el trasero, no tenía curvas, pero era obvio, este hombre era un puerco y un mujeriego por naturaleza, y era algo nato en su personalidad. Abrí la puerta para salir y voltee la cabeza para observar su expresión. Alzaba una ceja de forma burlona, pero sus ojos ardían mostrando algo mas, seducción. Ni crea que lo logró. Le mostré los dientes y me mordí el labio. Lo que se esperaba. Reí y salí así sin más. Era divertido, si el que sufría era él. Al menos esperaba herir su orgullo de “macho dominador”.

La recepcionista me observó, cinco segundos y volvió a lo que hacía. Mire para ambos lados fijando quien parecía lo muy charlatana, como para ser chismosa. Y ahí apareció ella, como ángel caído del cielo para salvarme el pellejo, nunca faltaba la morocha que mostraba lo que tenía así sin más, y encima rodeada de hombres. Ash. Me acerque con un paso tranquilo y la mirada alta, estaba segurísima que me acababa de ver salir del despacho de Ha... señor Styles. Seguí caminando hacia ella y esta me miro. Le dirigió la mirada a sus acompañantes y estos se fueron.

–En que puedo ayudarte, pequeña –con una sonrisa falsa, yo hice lo mismo.

–No sé cuantos años crees que tengo, pero eso es lo menos importante ahora –aclare –. ¿Ves esa puerta? –mire a la del señor Styles, ella me asintió incrédula, como si creyera que era estúpida –Escúchame atentamente, Barbie “Teresa” –dije sonriendo pero con un tono serio en mi voz, señalando a la muñeca de aquella marca tan conocida morocha, tal cual ella. Ella frunció el ceño levemente y se cruzo de brazos –, el hombre que se encuentra en aquella oficina tiene un pequeño y delicado problema sexual.

Ella alzo una de sus cejas y largó una carcajada.

–¿A si? No creo que los términos problema y sexual sean parte de él en cualquiera de los aspectos.

–Si... yo tampoco lo creo, pero no me refería a eso.

Comencé a caminar hasta su oficina, dejándola con la boca cerrada. Ella me tomo del hombro, esperando que le explicara. Volví a sonreír, me di la vuelta y espete: –Digamos que... es muy delicado realmente, creo que él preferiría que no se lo contara a nadie y tampoco espera que se entere todo el edificio... pero sinceramente yo le convencí que era mejor decirlo ahora. Como dicen, mejor tarde que nunca pero sabes cómo es él, quiere que todo se haga correctamente y lo más temprano posible –ahora la que rio fui yo, ella hizo una risita llena de ironía –. Tiene una enfermedad de transmisión sexual. Pobre de él que... –folla con cada puta que se le cruza por su camino –disfruta tanto del sexo. Menos mal que para él, soy como una hermana y no me he acostado con él –volví a reír, pero creo que ella no se tomo con tanta “gracia”. Ella parecía más pálida de lo normal, un poco más y su mandíbula tocaría el suelo –. ¿Verdad?

–Sí, que bien –ella sonrió amargamente y se despidió, para comenzar a adelantar su paso a una amiga-compañera. Mi trabajo estaba hecho, así que volví a la oficina. Styles me vio entrar, pero no pregunto. Así que volvimos al tema principal. El contrato.

–Lo hice anoche, y lo he firmado yo y mi excelente abogado, por las dudas.

–¿Tienes miedo de que te deje con las ganas para siempre así como así? –pregunte tomando el par de hojas que me paso y hojeándolas.

–No, sino que te hagas la viva. Y que no te olvides de que el trabajo de tu padre esta colgando de un hilo, tan pero tan delgado que con pasarte de la raya puedes dejarlo fuera –expresó tan serio que hasta me hizo temblar. Yo no dije una palabra, solo lo deje a un lado.

–Me lo llevare luego –dije –no te conozco, pero si lo suficiente como para saber que pretendes cagarme la vida, o al menos mi verano aquí, con estos papeles de mierda.

Él sonrió.






Recordar toda esta mañana me hizo estremecer. No sabía qué hacer. Una parte pensaba en mí, en la adrenalina y en lo poderosa que me sentía sobre él en el sofá. Besándolo con ganas, porque yo tenía ganas. Y la otra pensaba en mi novio. Me sentí sucia... le estaba siendo infiel a Mark. Y estaba consciente de eso. Retire mis manos de donde estaban y las puse en su pecho alejándome de Harry. Respire rápidamente y entre cortado, intentando devolver el aire a mis pulmones que deje en la boca de Harry.

Maldita sea, es Styles, ¿por qué coño sigo diciendo su nombre de pila?

Respire profundo. Él me miro confundido. Yo me levante, agarre mis cosas, el contrato y salí. ¿Qué diablos estaba haciendo? Respire profundo, otra vez, y todos técnicamente me miraban como una desquiciada, especialmente Barbie Teresa, saliendo del despacho de Har... o señor Styles o lo que sea. Ya no importó, realmente.

Adelanté el paso al escuchar volver abrirse la puerta y presione tantas veces era posible el botón del elevador. Apenas estaba subiendo y parecía que cada vez iba mucho más lento. Así que opte por bajar por las escaleras que se encontraban a mi derecha, pero todo lo que hago siempre es en vano. Me tomo de hombro y me arrastro hacia él. Harry me miro con el ceño fruncido, nadie en el piso decía nada, pero era muy obvio que nos están mirando. Volví a mirar a las escaleras.

–Ni se te ocurra –murmuro en mi oído.

–¿Cuanto mayor sea el esfuerzo, mayor es la gloria? –susurre con una sonrisa poco creíble.

–Citarme a Pierre Corneille, no te va a ayudar de mucho –dijo entre dientes y el ceño fruncido.

Oh Dios mío y la santa Virgen. Conocía a Corneille. Mi dramaturgo favorito de todos los tiempos. Es decir, es uno de los mejores del siglo XVII. Y él dijo murmurando, antes de que siguiera con mis pensamientos aduladores hacia Pierre:

–Pero si quieres hablar de eso, la mayor gloria que puedes conseguir en tu vida –hizo una pausa – soy yo –con una sonrisa de ángel-diablo.

Y ahí volvió de ser un perfecto conocedor de mi favorito dramaturgo francés... a un idiota.

Aiii al fin subiste :)
ame el capitulo mujer!!
debes seguirrrla!!
besos!!

awwwwwwwwwwww dios siguela

jajaja esta celosita ademas ala mierda si el esta bueno por que no quiere 1313 con el osea no lo entiendo es algo ilogico pero bueno espero con ancias el momento :twisted:

Awwwwwwwww *-* sus comentarios me animan asjkgfkasjfa♥

asdfghjkl Harry definitivamente es......EL DIABLO ?) naaaa pero es un idiota xD pero solo en tu nove xDD okno .-. que pasara? la rayis solo lo quiere para el xDD ok me calmo -.- seguila prontoooo :) XoXo

COTI :V ES QUE ES LA POSTA, TODAS LO QUEREMOS PARA NOSOTRAS JAJAJAJAJJAJA♥

xD mal .-. jajajjajajjajaja rayita tenes competencia e.e NADIE NOS GANA!!?) asdfgjkl

síguela!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

hay cambiaron todo ahora nose como escribir aqui :x
espero y subas capitulo hoy :) sabes mañana porfin me graduo de la prepa :) estoy tan feliz sere libre hasta bueno finales de agosto que tenga que entrar ala universidad :roll: siguela cuando puedas que despues de mañana podre pasar todos los dias por aqui