Te perdí por un error |Larry Stylinson|

Te perdí por un error

Ya han pasado cuatro días desde que me pelee con mi pequeño, aún no sé nada de él, lo extraño. No puedo dormir, me hacen falta sus tiernas caricias por mi mejilla y su cálido pecho en el que solía recostarme para descansar…



|Flashback|
-¿¡Pero qué demonios haces Harry!? –Grito Louis al abrir la puerta de mi habitación, sus ojos perdieron su brillo a pesar de estar cristalizados por las lágrimas que empezaron a caer -¿Acaso no fui suficiente para ti? –su mirada hacia mí me daba mucho dolor, era una mirada desubicada, al borde de la cordura; expresaba más que odio o decepción Era la mirada de un corazón roto -¡RESPONDE! –pero antes de que pudiera decir algo desapareció por la misma puerta que entró. Intenté correr tras el pero unos brazos me detuvieron.
-No pensaras ir tras el ¿O si? Harry, acabamos de hacer el amor, olvi… -Lo interrumpí, no quise seguir escuchándolo.
-Cállate Zayn, te dije que no quería nada contigo pero sigues insistiendo, fue solo SEXO.
-Lo que sea que allá sido lo hiciste conmigo, no con él –se vistió y salió por la misma puerta que Louis dejándome en la oscura soledad.
-¿Cómo pude ser tan estúpido? Perdí a mi pequeño…
|Fin Flashback|



Una llamada me sacó de mis pensamientos, revise mi celular y era un número desconocido, al menos para mí.
-Bueno –dije al atender la extraña llamada.
-¿Sr. Styles? –gruñí por lo bajo, no era tan viejo –llamamos del “Hospital La Florida”, nuestro paciente Louis Tomlinson acaba de sufrir un accidente en la carretera, al llegar al hospital solo logró mencionar su nombre, por eso lo estamos llamando, ¿Podría venir?
-Voy para allá –Por dios, tenía el corazón en la mano.
Corrí hacia mi auto y en menos de tres minutos estaba camino al hospital. ¿Qué le paso a Louis? ¿Por qué me menciono? ¿Será muy grave? ¿Sobrevivirá? Por favor Dios no te lo lleves. Él es bueno él que cometió el error fui yo, llévame a mí. Sin darme cuenta tenía toda la cara empapada de sudor y lagrima, estaba privado, me costaba respirar. Louis Es el amor de mi vida.
Pasaron cinco minutos para llegar al hospital. El doctor me reconoció al instante en que entré –Será por las fotos en el teléfono de Louis –pensé.
-Sr. Styles –volví a gruñir –El joven Tomlinson se encuentra bien, no tiene lesiones graves, diría que está en perfecto estado, solo que… -Lo interrumpí para salir corriendo en busca de mi pequeño, estaba que lloraba de felicidad ¡Louis está bien! ¡El chico con el que compartí medio año de mi vida estaba bien!
Me detuve frente a una habitación de dónde provenía una voz familiar, me acerque para escuchar mejor.
-No Louis, no puedes comer zanahoria –le estaba reprimiendo la enfermera.
-Pero solo un poco, por favor, quiero comer zanahoria –si bien no lo conozco diría que está haciendo un mini berrinche.
-Louis, he dicho que no.
Decidí entrar he interrumpir la conversación.
-Lou, yo te traeré una zanahoria ¿Si? –Y así fue como me gané el odio de le enfermera, ah, y una mirada de desprecio como “Bonus”
-¡Sí!, comeré zanahoria –alardeaba levantando los brazos mientras le sacaba la lengua a la enfermera que solo se retiró sin decir nada más; mi pequeño se veía tan tierno.
Mi Boo bear seguía con su celebración mientras yo tomaba su expediente en mis manos.

Seguí pasando las hojas hasta llegar a una que tenía como título ”Objetos encontrados en el paciente”, era una carta doblada, mi curiosidad me ganó y la abrí; solo me quedaba una hoja del expediente asique me detuve a leer dicha carta antes de pasar a la siguiente hoja.

Me alegre al darme cuenta que entendía todo, se lo debo a mi amigo Niall, habla muy bien el idioma. Me sorprendí al leer ” I loved you, I love you and I will love you for all life…”.

Mire fijamente a Louis mientras iba acercándome con la carta en las manos, me senté a su lado y pude notar lo incomodo que lo hice sentir.
-Lou, ¿En verdad aún me amas? –solté en un suspiro dejando caer una lagrima mostrándole la carta, él sólo e miro confundido quitándome la carta de las manos. Su indiferencia me estaba matando, sólo leía la carta escrita por su puño y letra de arriba, abajo; pero nada me dolió más que cuando fijo sus ojos en los míos, no pude ver nada, era una mirada llena de confusión pero vacía de sentimientos, no brillaba como antes. Mi corazón empezó a acelerarse al notar que iba a empezar a hablar.
-Está carta la escribí yo pero, ¿Quién eres tú?