Impredecible: Louis Tomlinson y tú. |Novela Nueva|

por **GirlfriendOfLou** Jue 05 Sep 2013, 1:48 pm

Autor: Cynthia (Yo).

Género: Variado.

Adaptación: No.

Advertencias: No.

Otras páginas: Novelas de One Direction y tú, en Facebook. También novelas en el foro.

Impredecible: Louis Tomlinson y tú.

Prólogo.

Tanto Louis Tomlinson como Luce Michaels, estaban de acuerdo en una cosa; ninguno de los dos soportaba la forma de ser del otro. Pero esto no fue siempre así, sino que empezó un día como cualquiera en el que Luce, fanática de la banda pop británica-irlandesa One Direction, le pide un autógrafo a él, y este se lo niega, comportándose como toda una celebridad. Pero Louis jamás iba a pensar que ese rechazo le iba a causar tantos problemas, no sólo a él, sino que también a su novia Eleanor Calder.
Esta es una historia que nos demuestra que debemos pensar antes de actuar, que debemos ponernos a meditar aunque sea unos segundos para asegurarnos de las consecuencias de nuestros actos.

por **GirlfriendOfLou** Dom 08 Sep 2013, 5:14 pm

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Capítulo 1.

“Mi novio es una superestrella”.

Louis Tomlinson se encontraba en la puerta de la fraternidad de la Universidad a la que su novia Eleanor Calder acudía. Ojeó su reloj por novena vez para darse cuenta de que habían pasado tan sólo dos minutos desde la última vez que lo había hecho. La chica solía tardarse un poco y eso lo exasperaba.

—No tengo todo el día —dijo apoyando su cabeza en la puerta. Justo en ese momento, ésta se abrió y casi aterriza de narices en el suelo.

—Lou, cariño, ten cuidado —habló su novia mientras lo sostenía de los hombros para estabilizarlo, una vez lograda su hazaña, lo besó cortamente en los labios.

—Lo siento —dio un paso hacia atrás y la observó—. Te ves hermosa. Al menos la tardanza valió la pena.

—Gracias —sonrió ella tomando la mano que él le ofrecía. Caminaron juntos hacia el auto de él y rápidamente el Apocalipsis vino a ellos como cada vez que salían.

—¡Demonios! —farfulló Tomlinson abriéndole la puerta a la castaña.

—Tranquilo —le susurró ella acariciándole el cabello para luego entrar en el auto.

Los paparazzis siempre eran lo malo de su relación. Eso, y sus fans, las cuales estaban empeñadas con que su relación encubría otra, pero de gays con nada más y nada menos que con el compañero de banda de Louis, Harry Styles. Eleanor, quien se encontraba ya dentro del auto, estaba siendo cegada por los falshes de las cámaras, se sentía totalmente incómoda, como cada vez que salían. Tapó su cara con el antebrazo e ignoró las preguntas que le hacían. Sabía que esas eran las consecuencias de que su novio sea una de las personas más famosas del mundo, pero algunas veces era incluso exasperante para ella, que no era más que su novia. No se dio cuenta de que Louis ya se encontraba dentro del auto hasta que sintió el movimiento, varias groserías y un sonido del claxon seguido de un—: ¡Muévete! —de parte de su novio. Amaba a Louis, pero cada día se estaba volviendo un poco más agresivo y ciertas veces era engreído, pensando que el mundo estaba a sus pies. Pero a la vez que pensaba en eso, las razones de por qué lo amaba venían a ellas como en un efecto rebote, en donde veía al verdadero Louis Tomlinson, no al cegado por las luces.

—Los hemos perdido, osito —Ele sonrió y descubrió su rostro. Observó a su novio y se impulsó un poco para darle un beso en la mejilla, amaba que la llame por su apodo cariñoso, por más cursi que éste sonara—. Siento haber perdido un poco los estribos.

—No importa, te entiendo —aunque en realidad, estaba mintiendo, pues ella no estaba en el mismo ámbito que él, solamente era una chica común y él, por su parte, era una superestrella.

—Por eso te amo —tomó su mano entre la suya y le dio un beso en el dorso, para luego volverla al regazo de ella—. Y bien, ¿qué me dices de los asientos de primera fila que conseguí para hoy?

—¡Es increíble! —contesto ella, mientras que rodaba los ojos sin que él se diera cuenta. Había notado el tono de superioridad y de vanidad que él había utilizado al decir la última frase y no le había gustado para nada. Ella no era una chica a la que le importase estar en la primera o en la última fila, se conformaba con estar con su novio, pasando una tarde como cualquier otra pareja—. Nunca creí que iba a acudir a los Juegos Olímpicos.

—Y yo nunca creí que voy a cantar —hizo énfasis en la última palabra— en los Juegos Olímpicos.

—Sí, eso es genial —ella sonrió. Dejaría de lado todas las advertencias que le decían en un rojo centellante que Louis se estaba comportando como una total celebridad y le seguiría la corriente—. ¿Cómo se preparan tú y los chicos?

—Bien... —con un movimiento de la mano derecha, puso el guiñe—. Hemos estado trabajando duro, es que... ¡es la Reina! —soltó el volante para hacer un movimiento con sus manos y brazos indicando que era algo maravilloso—. ¡Estoy tan nervioso!

—Tranquilo —puso una mano en su hombro—. Todo saldrá bien, ustedes son simplemente maravillosos. Incluso mejores que cualquier otra banda que haya existido.

—¿En verdad piensas eso, osito? —él la miró por una milésima de segundo con esa mirada tímida que él había utilizado cuando la conoció y ella sintió a su corazón dar un vuelco allí mismo. Estaba volviendo a ser el Louis de antes, o por lo menos había aparecido por unos segundos, demostrándole que aunque sea habitaba la sobra de su viejo “osito” en él.

—Claro que sí, amor —acarició su mejilla—. Sabes que no te lo diría si no fuese así —él inclinó un poco la cabeza hacia la mano de ella—. Y dime, ¿tu familia vendrá?

—Sí, mamá y mis hermanas viajarán mañana por la tarde, llegarán justo para el show.

—No veo a Johanna desde hace un largo tiempo.

—Lo sé —él asintió—. Podríamos ir a algún lado luego todos juntos, mamá te adora.

—Y yo a ella, siempre fue muy cariñosa conmigo.

Hablaron de algunas cosas triviales durante el camino hacia el estadio, para luego regresar nuevamente al caos, el cual se encontraba justamente en el estacionamiento.

—Oye, sólo ignóralos —dijo Eleanor—. Es su trabajo.

—¿Su trabajo es molestar a la gente? —Hola de nuevo, Louis, dijo Eleanor internamente en su cabeza. Había estado hablando con su adorado Lou durante todo el viaje hacia el estadio y ahora, como si de Mr. Hyde se tratara, la celebridad había vuelto—. Además, ¿en dónde se ha metido Paul? ¡Se supone que debe de estar cuidándonos!

—Tal vez está con su familia, su esposa dará a luz en algunas semanas.

—Tú misma lo dijiste, en algunas semanas, no hoy. Es su trabajo, él debe estar aquí, cuidándonos.

—¿Y si está con los otros chicos?

—Ellos no iban a salir hoy y yo pedí exclusivamente a Paul para mí la semana pasada.

Eleanor se limitó a no responder lo que el castaño había dicho porque sabía que pelearían. Entendía que el trabajo de Paul era cuidarlos, pero él tenía una vida aparte de ser guardaespaldas de la banda que poseía más gritos femeninos que cualquier otra. Debe ser lindo para él escapar del caos a veces.

Una vez que Louis se hubo estacionado y que habían huido de los paparazzis, se encontraban subiendo las escaleras del Wembley para encontrar su asiento. Louis agarró la mano de Eleanor con fuerza al notar a una chica con una remera de su banda y farfulló algo en voz baja. Su novia suspiró, aunque mayormente las fans de su novio eran crueles con ella, entendía que Louis para ellas era como “el hombre ideal” y era completamente inaceptable que él tuviera novia. También pensaba que Louis le debía todo a ella y debía pensar un poco más en sus fans como algo bueno y no como una molestia. Recuerda, Louis. Dios da, pero también quita.

por **PecosaSoñadora** Dom 08 Sep 2013, 7:38 pm

primera lectora :D Siguela amo como escribes :amor:

por **GirlfriendOfLou** Dom 08 Sep 2013, 7:43 pm

PecosaSoñadora escribió:primera lectora :D Siguela amo como escribes :amor:

¡Hola, Ale! Gracias y bienvenida :) Xx.

por **GirlfriendOfLou** Vie 13 Sep 2013, 9:57 am

Impredecible: Louis Tomlinson y tú. |Novela Nueva| 1174787_613239872059961_1316898685_n

Capítulo 2.

“Cuando la persona que más amas en el mundo no es lo que parece...”

Luce Michaels y su fiel amiga Nora Jets, se encontraban sentadas en la fila tres del sector A del imponente Estadio Wembley, justamente dos filas por encima del cantante de One Direction y su novia.

—Sostén mi soda un minuto —dijo Nora entregándosela a Luce para luego ponerse de pie—. Iré al baño.

—Está bien, te espero —asintió en respuesta y miró hacia la gran piscina que se presentaba ante sus ojos en lugar de una cancha de fútbol—. No te tardes mucho, ya debe de estar por comenzar.

Nora no respondió y salió en búsqueda del sanitario, el cual se encontraba escaleras arriba. Ella y Luce, se habían conocido una década atrás en el primer día de cuarto año de primaria. No se habían llevado bien desde el principio, pero sí lo hicieron años más tarde. Ambas eran amigas inseparables, las mejores, compartían todo lo tangible y lo que no, comenzando desde los gustos musicales hasta los gustos a la hora de comer. Solamente había una pequeña diferencia entre ellas, la cuál se imponía en letras mayúsculas y centellantes de color rojo con un Posición Económica. Nora Jets era la hija del presidente de la cadena de basketball estadounidense con el mismo apellido, lo cual la convertía en algo en el que el término millonaria, es demasiado pequeño. En cambio, Luce Michaels, era una simple citadina, que trabajaba en una tienda de ropa en el centro comercial por las tardes y estudiaba de día, una chica común como cualquier otra. Y, tal vez, eso fue lo que las unió, sus diferencias en cuanto a cómo afrontar la vida, en como valorar o no lo poco o mucho que se tiene. Dicen que los opuestos se atraen ¿no?

—¡Viva, Tom! —gritó Luce agitando el refresco de Coca-Cola que su amiga le había dejado momentos antes—. ¡Eres el mejor!

—¿Este asiento está ocupado? —preguntaron a su lado. Levantó un poco la cabeza, encontrándose con un moreno de ojos cafés.

—Sí —dijo sin más para luego volver la vista al frente. Podía sentir aún que el hombre continuaba en su posición inicial.

—¿Me puedo sentar? —insistió.

—Umm... ¿no? —irguió una ceja—. Está o-cu-pa-do.

—Tu amiga no se molestará si lo tomo.

—¿Cómo sabes que tengo una ami...? —dejo de hablar porque la conversación no la llevaba a ninguna parte?—. Acaso, ¿no hablas inglés? Este asiento está ocupado. ¡Vete o llamaré a seguridad!

—Está bien, chica loca.

—¿Chica loca? —remangó los puños de su jersey y se puso de pie de un salto. El chico levantó los brazos indicando que estaba indefenso—. ¡Yo te daré tu chica loca!

—Te dejo sola dos segundos y ya te metes en problemas ¿eh? —escuchó detrás de sí. Giró encontrándose con Nora.

—¡Es que está loco! —exclamó en defensa moviendo las manos de un lado para el otro.

—¿Quién? ¿Él? —señaló. Luce se dio vuelta, encontrándose con el hombre corriendo escaleras arriba.

—¡Sí, es mejor que corras!

—Oye, cálmate, tengo noticias de última hora —dijo su amiga sentándose y tomando su soda de entre las manos de Luce.

—Habla —se sentó también.

—Pues... en el baño escuché a algunas chicas hablar y... —hizo una pausa para según ella, agregarle suspenso a la trama—. No te alteres —pidió—. ¡Louis Tomlinson está aquí!

—¡¿Qué?! —escucharon a tres chicas gritar por encima de ellas—. ¡Oh por Dios! —comenzaron a chillar.

—Lo dije demasiado fuerte ¿cierto? —Luce asintió—. Lo sabía, demonios —farfulló.

Se quedaron unos momentos calladas después de eso. Ninguna hablaba, ambas contenían la emoción internamente mientras observaban hacia las grandes piscinas.

—¡Tom Dalley! —corearon ambas al saltador olímpico de su país. Y luego retomaron el silencio, pero ahora, expectativas a cualquier movimiento extremo. Se había armado un gran revuelo de gente y estaban a un solo cabello de estar completamente seguras de que Louis Tomlinson se acercaban, y no estaban tan erradas.

—Oh, Dios —murmuró Nora mirando hacia dos gradas debajo de ellas, mientras se llevaba una mano a la boca.

—¿Qué? —Luce la miró alarmada—. ¿Qué sucede? ¿Ya está aquí?

—¡Eleanor! —gritó, haciendo que su amiga frunciera el ceño—. ¡Eleanor también está aquí!

La castaña dirigió su mirada hacia abajo, encontrándose, efectivamente, con la persona que su amiga había mencionado anteriormente.

—¡Busca a Louis! —exclamó con el corazón prácticamente en la boca.

—¡El Estadio Wembley se complace en darle la bienvenida a Louis Tomlinson! —se escuchó por los altoparlantes. Todo era un caos, parecía que las personas hubiesen enloquecido rotundamente, la mayoría en búsqueda de la estrella y el resto en búsqueda de lo que sea para hacer disturbio. Luce estaba en punto de colapsar, debía abrazar al ojiazul aunque sea lo último que hiciera en la vida. Nora, por su parte, tenía los ojos bien abiertos al acecho de cualquier melena castaña que se presentara en las gradas de abajo—. ¡Un aplauso por favor! —Y, en vez de eso, todos comenzaron a corear un gran y fuerte gruñido que aclamaba su nombre por doquier: ¡Louis! ¡Louis! ¡Louis!

—Moriré —susurró Luce. Parecía que el tiempo se hubiese detenido, todos se movían a su alrededor sin emitir ningún sonido, parecía que hubiese tomado el control remoto de la vida de todos y los hubiese puesto uno por uno en mudo. Solamente podía divisar, a unos tres metros de distancia, como una cabellera castaña se movía esquivando a todo aquel que se le quería trepar de la parte del cuerpo que fuera en búsqueda de algo que él les pudiera ofrecer. La seguridad del lugar hacía lo suyo, pero el desorden era demasiado. Nora la sacudió del brazo izquierdo señalando a Louis con su dedo índice y su brazo extendido. Luce asintió y aún en un estado de trance y observando como su amiga movía los labios pero no emitía sonido —o al menos eso sentía ella—, caminó hacia donde él se encontraba, dando pasos torpes y llevándose a una que otra persona por delante. Cuando finalmente se encontraba tan cerca que podía tocarlo, gritó su nombre, el cual sonó más como una plegaria que como otra cosa, su garganta se había cerrado y las lágrimas se acumulaban en sus ojos, amenazando con salir. Uno de los de seguridad la echó para atrás de un simple empujón, pero igualmente, ella, sin saberlo, impulsó sus pies hacia delante una vez más, sin apartar la mirada de su objetivo.

—¡Louis! —gritó una vez más, ahora sí, pudiendo sacar el nudo de su garganta—. ¡Louis, por favor! —Él la ignoró completamente, sentándose al lado de su novia, la cual se encontraba totalmente nerviosa por tantos gritos—. ¡Louis, aquí!

—Señorita, por favor —imploró la misma persona que la había sacado del camino minutos antes—. No haga que la eche.

—No —negó fervientemente con la cabeza y pasando por debajo de la barrera o mejor dicho, el brazo, que éste le había impuesto, llegó hacia la persona que más amaba en la vida—. Louis, yo... —titubeó. Se llevó una mano en la boca, ya que sabía que el sollozo vendría pronto—. ¿Podría pedirte un autógrafo? Eres mi ídolo, tú salvaste mi...

—¡Ay, por favor! —exclamó él—. Ahora no.

—Pero... —sintió e incluso juró escuchar como su corazón se quebrantaba—. Pero...

—No molestes, intento disfrutar de mi día libre con mi novia ¿no lo ves? —pasó un brazo por los hombros de Eleanor y luego la miró con ambas cejas levantadas—. ¿Qué haces aún aquí? ¡Seguridad!

por **PecosaSoñadora** Vie 13 Sep 2013, 3:24 pm

:C mi peor miedo es que eso me pase .............Pobre Luce fhsjkghjsdghsf es que de pana provoca matarloooo!!!! Siguela , cada vez se pone mejor!!!!

por **GirlfriendOfLou** Mar 24 Sep 2013, 12:51 pm

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Capítulo 3.

“Nora Jets y su manera de persuadir a las personas”.

Luce caminó escaleras arriba con el corazón destrozado y sintiendo la mayor impotencia posible. Nora, por su parte, trataba de empujar a cuanta persona se le interponía en su camino para llegar hasta el lugar donde yacía Louis Tomlinson, pero algo llamó su atención y no fue necesariamente el chico de cabellos color castaño, sino que nada más y nada menos que su amiga, Luce Michaels.

—¡Luce! —agitó los brazos mientras que clamaba su nombre. Sus ojos hicieron conexión con los de la castaña y simplemente no entendió lo que estos demostraban. Estaba segura de que estaba a punto de estallar en lágrimas, pero no sabía si era por la euforia o por tristeza—. ¿Qué sucede? —preguntó una vez Luce se hubiese acercado a ella. Nora corroboró que lo que veía en los ojos de su amiga no era más que pura y extrema tristeza. La castaña no respondió ante su interrogante, por lo cual, la tomó de los hombros y volvió a preguntar—: Luce, mírame ¿qué sucedió allí? —señaló hacia el sector en el que se encontraba Tomlinson y Calder.

—Él... —sorbió con la nariz. Jets suspiró y la abrazó. La gente se iba amontonando cada vez más a su alrededor tratando de llegar hacia donde el cantante se encontraba, las estaban apretujando, por lo cual, sin romper el abrazo, se movieron unos pasos hacia la izquierda, quedando así, al lado de las primeras butacas de la fila—. Él se negó a darme un autógrafo—continuó una vez se hubo calmado. Nora frunció el ceño.

—¿Él? —volvió a señalar la dirección en la que se encontraba el castaño y su novia.

—Sí —respondió Luce cabizbaja.

—Louis Tomlinson —afirmó. Su amiga asintió en respuesta y su semblante se endureció— ¿Y quién demonios se cree que es para hacerte eso a ti? —espetó furiosa para luego dirigirse lo más rápido posible en dirección hacia el ojiazul. Luce abrió los ojos como platos al no saber lo que Jets haría.

—¡Nora, espera! —exclamó al ver como la susodicha intentaba pasar a través del hombre de seguridad.

—¡Tranquila, Luce! —gritó en respuesta, pues el bucillo no dejaba que se oigan con claridad—. ¡Tengo todo controlado!

—¡Nora! —repitió llegando a su lado.

—Luce —suspiró—, está todo en orden. O al menos lo estará en cuanto este caballero me deje pasar —miró hacia el hombre de seguridad y agitó sus pestañas.

—Su pase para esta sección, señorita —pidió el hombre en respuesta.

—Oh, señor... —miró su placa— Bink —lo miró—. Lamento informarle que no tengo un pase porque yo...

—Sin pase no puede entrar —informó para luego cruzarse de brazos y dirigir la mirada hacia el frente.

—Continúo, Señor Bink —Nora trataba de mantener la calma—, mi nombre es Nora Jets, hija de...

—Escúcheme, Señorita Jets, no me importa si usted es la hija de...

—¿Richard Jets? —inquirió.

—¿Usted es su hija? —preguntó estupefacto dirigiendo su mirada nuevamente hacia ella.

—Así es —asintió—, por lo cual... —dio un paso hacia la derecha y antes de que Bink se diera cuenta, ya se encontraba al lado del castaño—. Louis Tomlinson —dijo fuerte y claro, a la vez que se cruzaba de brazos, logrando obtener una figura firme.

—¿Ahora quién? —bufó él en respuesta. Dirigiendo su mirada hacia la chica.

—Nora Jets —sonrió con arrogancia—. Hija del presidente de la cadena de basketball estadounidense, Jets. Pero supongo que eso tú ya lo debes saber, pues... ¡eres chico! —rió. Louis frunció el ceño. ¿De dónde había salido esta lunática?—. Bueno, al menos eso simulas ser... —miró hacia Eleanor y luego negó con la cabeza con la sonrisa sin querer borrársele de la cara—. ¡Bien! Como sea —se apresuró a decir antes de que él la insultara—. Hace unos minutos, mi amiga, Luce Michaels ha venido hasta aquí a pedirte un autógrafo y tú se lo has negado —negó con la cabeza a la vez que hacía una mueca—, ¿sabes como se puso ella al respecto? Pues, supongo que no, por lo que te lo voy a informar: ¡ella derramó lágrimas por una estúpida estrellita como tú! —Eleanor tragó saliva, no le gustaba para que lado iba todo este asunto, y Luce, quien trataba de distraer a Bink, estaba de igual manera que ella—. Pero, tú no querías hacer eso ¿cierto Louis? Tú no querías herir a unas de tus fans ¿no? Porque, ¿qué diría la prensa al enterarse de que tú tratas mal a una fan y peor aún, ella es una mujer? Dime tu opinión, porque yo pienso que tanto en Estados Unidos como aquí en Reino Unido, la prensa amarillista podría sacarle gran jugo. ¡Oh! ¿Eh mencionado ya que mi padre por ser presidente de los Jets posee los mejores contactos de las cadenas más famosas de chismes como TMZ? Si ya lo hice, te lo recuerdo —rió una vez más—. Por lo tanto, ¿tú quieres que todo eso suceda y tu carrera y la de tus amiguitos se termine? Supongo que no. Así que en este mismo instante, quiero que llames a mi amiga, te tomes una fotografía con ella, le autografíes lo que sea que ella quiera y le pidas perdón, de lo contrario, ya estás avisado.

por **PecosaSoñadora** Mar 24 Sep 2013, 2:21 pm

Mierda! o.o Asi se habla Amiga! eso es usar todo tu poder Impredecible: Louis Tomlinson y tú. |Novela Nueva| 3275125450

SIGUELA

por **GirlfriendOfLou** Miér 16 Oct 2013, 4:40 pm

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Capítulo 4.

“Harry toma el control”.

Louis estaba sumamente colérico al ingresar a su departamento, el humo salía cual pava repleta de agua hirviendo por sus oídos. Con sus talones, se sacó un zapato y luego el otro, para luego dejarlos desparramados por algún punto de la sala. Caminó hacia la cocina, en búsqueda de algún refresco que pudiera tranquilizarlo un poco sin siquiera percatarse de la presencia de su buen amigo, Harry Styles.

—¡Hey! —exclamó el chico de rulos entonces, sobresaltándolo—. ¿Cómo te fue? —Louis tomó una lata de Coca-Cola para luego voltearse a mirarlo.

—¿Tengo cara de haberlo pasado bien?

—Tienes cara de gruñón —lo miró detenidamente—. Sí, definitivamente, no me gusta tu cara.

—¡Ya cállate, Harry! —se sentó en las butacas alrededor de la mesada, la cual se encontraba en el medio de la habitación—. No estoy de humor.

—No te hablaré hasta que te tranquilices —habló su amigo poniéndose de pie y caminando hacia la salida—. Cuando te calmes y pienses que el mundo no está en tu contra, estaré esperándote en el cuarto de juegos.

Louis lanzó un gruñido al aire y luego de darle un largo sorbo a su bebida, logró tomársela por completo, para luego abollarla y revolearla hacia el cesto de basura. Caminó hacia su habitación, pero antes de cruzar el pasillo hacia esta, la puerta abierta de la sala de juegos llamó su atención. Se posicionó detrás de ella, cubriéndose con la pared y pudo observar como Harry jugaba con su PlayStation al FIFA14, el juego preferido de Louis. El ojiazul sonrió y negó con la cabeza a la vez que rodaba los ojos, su amigo lo conocía mejor que cualquiera. Sin hacer el más mínimo ruido se acercó hacia Harry, quien había notado su presencia y había reiniciado el equipo.

—¿Doncaster Rovers? —indagó Harry a la vez que seleccionaba el total de jugadores. Louis se sorprendió al oír su voz. Caminó hacia su sofá individual en forma de guante de beisball y lo acercó al de Harry, el cual era una pelota de fútbol. Tomó un control para él y se sentó.

—¿Manchester United? —contestó con una pregunta. Harry lo miró por una milésima de segundo y le dedicó una pequeña sonrisa para luego asignarle a cada uno los clubes con los cuales jugarían a través de la pantalla gigante que allí había.

Llevaban largo rato jugando, el marcador rezaba Manchester U. 3 — 1 Doncaster R. Harry rió al notar como Louis se movía para todos lados en su sillón como si la animación también lo hiciera. Era el momento del penal, si Harry metía este gol, el partido finalizaría y habría pateado —metafóricamente— el trasero de Louis Tomlinson. Y así fue, el arquero se lanzó hacia el lado derecho en búsqueda de la pelota, cuando en realidad ésta fue para el izquierdo.

—¡Y el ganador es Harry Styles! —gritó el susodicho llevando los brazos hacia arriba y luego de lado a lado, simulando una especie extraña de baile. Miró a Louis, quien intentaba reprimir una risa y le tiró con su control.

—¡Oye! —se quejó esquivándolo—. ¿Por qué demonios has hecho eso?

—Porque me has hecho pasar un mal rato hoy —confesó. Louis lo miró y un nudo se instaló en su garganta.

—Lo siento, es sólo que... —bufó— una chica...

—¿Una chica? —su amigo lo miró estupefacto—. ¿Estás hablando de Eleanor, cierto? ¿O...?

—Si no me interrumpieras, entenderías —sentenció. Harry calló—. Bien, como decía, una chica, una demente y psicópata chica, me chantajeó hoy ¿puedes creerlo? ¡Es una estúpida!

—Como siempre tu poder de explicar los hechos es de otro mundo, Louis.

—Sí, sí, puedo oler tu sarcasmo —rodó los ojos—. Estoy hablando de que estaba en los Juegos Olímpicos con Eleanor y como siempre todos se pusieron locos, gritaban, pedían cosas y sabes que no soporto el bullicio —el rizado asintió—. Bueno, una chica se acercó a pedirme un autógrafo, yo me negué y... —Harry lo interrumpió.

—¿Negaste un autógrafo?

—¡Pero deberías haber estado ahí, Hazza, la situación era exasperante! —movía las manos de un lado hacia el otro, tratando de que su amigo entrara en razón—. Todo simplemente parecía salirse de control. ¡Incluso podía sentir los nervios de Eleanor!

—Escucha, Louis, cuando tu fama creció, al igual que la de todos, tendríamos que haber sabido las consecuencias a la que deberíamos enfrentarnos luego. Sin embargo, no lo sabíamos, nadie nos advirtió, porque... ¿quién lo haría? Ni siquiera nosotros creíamos que nos convertiríamos en este gran éxito que es One Direction. Pero, One Direction no somos solo nosotros, sino que también las fans. Sino dime, Louis, ¿en dónde estarías ahora si las personas no comprarían tus discos o siquiera conocerían de tu existencia? Sí, tal vez el destino nos hubiese juntado a nosotros cinco, ¿pero que hay de ellas? —Louis suspiró, sabía que Harry tenía razón—. Y sé que estás agotado, porque yo también lo estoy. Pero a veces me pongo a pensar que por más cansado que esté, este es mi sueño y si lo dejara ir, simplemente sería un estúpido. Es verdad, las personas a nuestro alrededor suelen sentirse amenazadas por ellas, pero las fans solo quieren protegernos. Ellas, más que nadie, quieren lo mejor para nosotros y, de alguna forma u otra, debemos retribuírselos. ¿Crees que no estoy cansado cuando salgo a firmar autógrafos o a sacarme fotos a las tres de la mañana cuando en realidad debería de estar durmiendo, descansando para lo que será un nuevo día lleno de trabajo? Bueno, pues si no lo sabes, si lo estoy. Pero todo es por ellas, simplemente por eso.

por **Lucía Malik** Jue 17 Oct 2013, 9:39 am

AISHHHHH ME GUSSSSSTA ESTA NOVE!

Escribes muy bien, continúala cuando puedas

Besitos <3<3

por **PecosaSoñadora** Jue 17 Oct 2013, 3:50 pm

SIGUELA COnTINUALA TODO LO REFERIDO A ESAS DOS pALABRAS , ME ENCANTAAAAAAAAAAAAAAA sjlkjdflksjlkfjlkdsjlkjdslfjsdlkdfjldfkjlksjfsd:corre:

por **GirlfriendOfLou** Lun 09 Dic 2013, 11:28 am

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Capítulo 5

“¿Te sucede algo?”

—Escucha, Tomlinson —habló Jets por teléfono, había conseguido su número gracias a los contactos de su padre—, un trato es un trato. Y por lo tanto, debes cumplirlo.

—Jets, te dije que no puedo. ¿Qué parte no entiendes?

—Posiblemente la que dice que “no” puedes hacerlo. Creí que amabas más que esto a tus amigos y a las chiquillas esas que gritan tu nombre con un tono de voz que logra romper tímpanos —suspiró dramáticamente—. Lo único bueno aquí, es que tú ya estabas advertido y, sin embargo, decidiste jugar tus propias cartas; lo cual encuentro un tanto insensato... en fin, tu decisión.

—¿Qué harás si no voy a la casa de la chica?

—“La chica” como tu la llamas, tiene un nombre y un apellido, el cual es Luce Michaels. Recuerdo habértelo informado antes. Pero bueno, debo cortar, Louis. Las llamadas a TMZ y demás canales de audiovisión nacionales e internacionales no se hacen solas ¿no crees? Adiós, Tomlinson.

—¡Jets, espera! —escuchó un instante antes de que cortara.

—¿Qué sucede ahora, Tomlinson? Te dije que tengo mucho por hacer —sonrió, porque sabía que lo tenía a sus pies.

—Lo haré.

—¿Te han dicho alguna vez que eres malo explicando las cosas?

—Sí, ya me lo han dicho —gruñó recordando a Harry diciéndole lo mismo el día anterior—. De todas formas, eso no es lo que importa aquí.

—¿Entonces?

—Me tienes dentro de tu juego, Jets. Un trato es un trato, no hieres a los míos y yo hago lo mismo con los tuyos.

—Parece que poco a poco nos vamos entendiendo, Tomlinson. Te quiero en la dirección que te dije al mediodía. No acepto excusas como retraso en la carretera, que te has perdido o incluso que un extraterrestre te ha acompañado en el viaje; no me interesa, te quiero allí a esa hora, ni un minuto más ni uno menos, a las doce del mediodía. De lo contrario... —dejó la frase inconclusa y cortó la comunicación.

Louis se lanzó de espaldas a la cama. La situación entre la fanática, la lunática amiga y él, lo estaba saturando. No sabía que hacer. Podía enviarle un mensaje al manager de la banda, pero sabía que de una forma u otra, esto era su problema y como tal, debía arreglarlo solo. Además, la noticia saldría a la luz de cualquier manera, Richard Jets era un hombre muy influyente, el cual podría destruirlos con los ojos vendados.

Su teléfono sonó, indicando que tenía un nuevo mensaje. Estiró su mano y lo prendió.

“De: Eleanor Calder.

¿Qué tal tu día, cariño?

Xx”.

Estaba a punto de teclear que mal, pero ella no tenía la culpa de ello.

“Para: Eleanor Calder.

Normal, un tanto agotador, pero nada fuera de lo común. ¿Y el tuyo, osito?

PD: Te necesito”.

Cerró los ojos y en silencio pidió que toda esa culpa que sentía por haber accionado de una mala manera haya desaparecido. En ese mismo instante, su teléfono volvió a timbrar.

“De: Eleanor Calder.

Agotador también. El Sr. Ginger estaba muy gruñón hoy. (No es como si fuese algo fuera de lo normal). Él es el peor profesor de la historia de profesores malos que aterran a los alumnos.

PD: También yo, cariño. ¿Hay algo que quieras contarme? Es extraño que me digas esas cosas”.

Louis sonrió con pesadumbre y respondió con un corto, pero significativo mensaje.

“Para: Eleanor Calder.

Te amo.

xx.”

Luego de enviarlo, se puso de pie para preparar todo lo que llevaría el día siguiente para su encuentro con Luce Michaels, alias: “amiga de la lunática Jets”.

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Impredecible: Louis Tomlinson y tú. |Novela Nueva|

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