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Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
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[Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Ayyyy Maldita Laurel!! :gasp: y si hay muchos misterios que descubrir! ^.^ jaajaj ...Nick es muy lindo y tierno hasta tiene esperanzas de enamorarse de verdad en realidad todos tenemos que tener esa esperanza!! (Hoy Vengo sentimental :meh: ..Por que bueno mi hermana y su novio muy cariñosos me contagiaron ¬¬ ) jajaj eso De verdad espero que la sigas y jajaj te entiendo mi mamá es igual!! y no sabia que vivias en Uruguay Yo en Bs.As Argentina!! :D estamos cerca (? jajaj bueno ya! besoos!! :bye:
SmileJonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Hola chicas FLIZ SAN VALENTIN y nos estamos lellendo mas tarde.
solas o acompañadas????
solas o acompañadas????
Meltabares de jonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Jajjja gracias y bueno estoy solo con mis posters jajjjaja
SmileJonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Capitulo 8 (Segunda Parte)
Eran las cosas pequeñas de ella las que más lo afectaban... el hueso delicado de su tobillo, la emoción que aparecía a veces en su voz, el azul profundo de sus ojos cuando algo la sorprendía. Hacía una semana que no conseguía dormir profundamente una noche.
—Podría decir que eres un excéntrico —se volvió a mirarlo—. Pero creo que «visionario» suena mejor.
—¿Visionario? Eso me gusta.
—Tendrías que sacar un despacho de este desastre —sonrió ella.
El pequeño granero estaba lleno de pacas de paja, herramientas del campo y sillas de montar. Aun así, tenía buenas proporciones: techo alto, vigas sólidas, cimientos de piedra. La granja estaba en ruinas, pero incluía también diez hectáreas de pastos y un huerto de manzanas. La espesura estaba llena de pájaros. Volaban muchas mariposas en busca de néctar.
—Julia cree que estoy loco. Le gustan las cosas limpias, nuevas, eficientes —se subió las mangas hasta el codo—. Siempre intenta convencerme de que sea práctico.
—No lo seas —¬¬¬_____(tn) se acercó a él con las manos extendidas y los ojos brillantes—. Es un edificio soberbio.
Nick le tomó las manos y la abrazó al mismo tiempo, de modo que los brazos de ella quedaron torcidos detrás de su espalda.
—Yo venía aquí de pequeño —murmuró en el pelo de ella.
—Lo sé —susurró la joven, levantando el rostro—. Con tu bici...
El hombre le besó el labio inferior.
—¿Cómo lo...? —los senos de ella se apretaban contra su pecho. Olvidó el resto de la pregunta.
—Quería decir... —____(tn) trató de liberar los brazos, pero él no se lo permitió—. Puedo imaginarlo. Eras uno de esos niños a los que le gustaba explorar. Ah, por favor, no hagas eso.
Nick había bajado el rostro hasta la garganta de ella y la parte superior del pecho. Los botones empezaban a ceder y el escote aumentaba más y más. Trazó un rastro de besos entre sus pechos, captando el aroma de ella.
—No puedo parar.
—No —la mujer se estremeció contra su boca—. No pares.
Tuvo que soltarle una de las manos para poder sacarle un pecho del sujetador. La joven
contuvo el aliento un momento y dio un respingo al sentir el pulgar sobre su pezón.
—¿Seguro que no quieres que pare? —preguntó él, con voz ronza. Aunque su respuesta a sus caricias le decía que lo deseaba, había percibido en ella una cautela que sería fácil ignorar en la situación presente—. Última oportunidad.
______(tn) gimió. Le tomó la mano y la apretó contra su pecho desnudo.
—Quiero esto.
Los dedos de él se cerraron con gentileza alrededor de la carne sedosa. Le soltó la otra mano, que se posó en su cintura.
—Yo lo he querido desde la primera vez que te vi.
El deseo circulaba entre ellos en forma de ondas rítmicas.
—Por supuesto —la risa de ella era ronca—. Llevaba una camiseta mojada.
—Antes de eso —susurró él.
La besó en la boca con un ansia que no hizo nada por calmar su deseo ardiente. La quería desnuda en la cama, moviéndose bajo él.
Cerró una mano en torno a su nalga y la apretó contra sí. Su erección estaba tan sensible que resultaba incómoda. Se sentía lleno de una lujuria primitiva y ruda. Ese tipo de excesos era nuevo para él. Siempre había podido contener sus necesidades físicas. Siempre estaba en control, incluso en los momentos de pasión más salvaje.
_____(tn) era diferente. Sincera y auténtica. Con ella perdía el control, lo arrastraba una sensación nueva que no se atrevía a identificar, aunque sabía muy bien lo que era.
La mujer apartó la boca.
—Entonces me viste —se ruborizó.
—Lo vi todo —apartó la prenda de algodón para dejar al descubierto el otro pecho.
_____(tn) apretó los ojos, como si no pudiera soportar verse a través de los ojos de él. Pero no podía eludir su voz caliente, sus caricias.
—Vi esto —siguió con los labios la línea del cuello de ella—. Vi esto —cerró ambas manos sobre sus pechos, apretándolos juntos, acariciándolos con las yemas de los dedos—. Te vi a ti.
La mujer suspiró y se apoyó en él con el cuerpo laso. Nick la abrazó por la cintura.
—Bésame otra vez —dijo ella, separando los labios con un sonido suave y húmedo que acabó con el último resto de control de él.
Cubrió los labios de ella con su boca y succionó con dulzura antes de abrirlos con la punta de la lengua. Se abrazaron el uno al otro, ansiosos y ardientes. Desesperados por alcanzar la satisfacción.
—No puedo soportarlo —dijo él, apartándose—. O nos vamos a casa o acabamos en este suelo sucio.
La mujer bajó la vista y pareció considerar ambas opciones.
—Supongo que soy demasiado pragmática para no preferir la cama —comentó.
Nick apretó los labios de ella con los dedos.
—No cambies de idea —repuso, contento de tener todavía el Jaguar.
Poder pasar de cero a ciento cuarenta en cuestión de segundos suponía una gran ventaja en según qué momentos.
—No puedo creer... —_____(tn) se lamió los labios; estaban muy sensibles, como si los besos de Nick hubieran despertado mil terminaciones nerviosas que nunca había usado antes—. No puedo creer que vayamos a hacerlo.
El poderoso motor del coche deportivo los llevaba con rapidez hacia su casa. El campo oscuro se deslizaba a su lado como si fuera un río de agua.
—Somos un par de adolescentes excitados —la miró de soslayo.
_____(tn) sintió mariposas en el estómago. Había empezado a abrocharse, pero él le había dicho que no. Que quería mirarla. Así que iba sentada a su lado con los pechos asomando por encima del borde del sujetador deportivo y la tela de la blusa rozando a intervalos los pezones erectos. Todo aquello la excitaba al tiempo que la preocupaba.
Intentó reprimir sus dudas. No solo actuaba contra las instrucciones de las conspiradoras, sino que además iba a visitar de nuevo un territorio ya familiar. No era la primera vez que jugaba a ser una chica mala. Y el resultado había sido Chad ______(ta). Y aunque Nick no se parecía a él, era un rompecorazones.
Y ella, a pesar de su poderío reciente, siempre conservaría una parte de la baja autoestima de _____(tn) Pelota de Playa.
—Una vez estuve casada —dijo de repente.
Nick apretó el volante hasta que los nudillos se quedaron blancos.
—No me lo habías dicho.
______(tn) movió la cabeza.
—Fue un error estúpido. Tenía solo veinte años, estaba todavía en la universidad —el coche pasó un bache y el salto de sus pechos sensibles le arrancó un respingo. Sentía un dolor apagado entre las piernas... que solo podía compararse con el anhelo de su corazón.
Guardó silencio, con una mano apretada contra el pecho para frenar el deseo. No podía respirar a fondo.
—¿Quieres hablarme de ello? —preguntó él con suavidad.
—El matrimonio duró solo un par de años. Cuando el divorcio se hizo definitivo, yo ya me había licenciado y mudado para trabajar en publicidad. No he vuelto a ver a mi ex marido.
—¿Pero tienes recuerdos?
—Sí.
—¿Arrepentimiento?
—Sí.
—¿Dudas?
—Oh, sí. Muchas dudas —apoyó la cabeza sobre el asiento de piel—. Después de eso cambié de vida. O quizá debería decir que regresé a mi vida anterior.
—¿Y cuál era?
______(tn) se pasó una mano por los pechos, demasiado absorta en la respuesta para pensar en el gesto.
—Siempre había sido regordeta y tímida. Cambiaba tanto de ciudad con mi padre que era difícil hacer amigos, sobre todo a medida que me hacía mayor y más reservada y que sabía que antes o después tenía que romper mis amistades.
—No te he oído hablar de tu madre —estaban entrando en el barrio residencial y frenó el coche un poco.
_______(tn) se echó levemente hacia adelante. Le ardía todavía la sangre. Comprendió de repente que sus sentimientos no eran una farsa. Eran una parte vital de ella misma. Y de lo que eran como pareja. A pesar del pasado de los dos.
—Mi madre murió cuando era muy pequeña. El almirante me crió solo.
—Debió ser difícil para los dos.
—Para él no mucho. Estaba encantado de enviarme a vivir con sus padres cuando tenía que embarcar.
—¿Y qué otra cosa podía hacer?
—Nada, lo sé. Por desgracia, saber que hacía lo que podía no cambiaba la realidad. Me crié sintiéndome muy poco querida.
Nick le tomó una mano.
—Lo siento. A mí me pareces una mujer increíble.
_____(tn) sintió que le crecían alas en el corazón. Sonrió.
—Es curioso, pero últimamente yo también me siento increíble.
—Me alegro —le besó la mano—. Tienes motivos.
Entraron en Curran Street. Pocos segundos después, Nick había aparcado el Jaguar delante de su casa y apagado el motor. A pesar de las prisas anteriores, ninguno parecía ahora ansioso por moverse.
—Si tu marido se portó tan mal como para sentir ganas de salir en su busca, no me hables de él.
La mujer soltó una risita.
—No. Nuestro fracaso fue culpa mía. En cierto modo engañé a Chad. Creyó que se casaba con una chica alegre a la que le gustaba divertirse. Y no sabía qué hacer con la auténtica yo... una mujer que quería una casa en un barrio residencial e hijos en lugar de carreras con porvenir, vacaciones tropicales y coches deportivos.
Nick carraspeó. Pasó una mano por la consola del Jaguar.
—Oh —dijo ella—. Perdona. No quería insinuar...
El hombre soltó una carcajada.
—Nuestras inclinaciones van en la misma dirección. ¿Pero te conformarías con una casa cerca del río y un granero en el campo?
_______(tn) se ruborizó. No podía estar proponiéndole nada permanente.
—Ah, no sé qué...
El hombre levantó una mano para detener sus palabras.
—Me estoy precipitando. No hace falta que digas nada —se movió hacia ella y la tomó en sus brazos—. Por el momento, me conformo con que me beses.
La mujer bajó las pestañas; estaba demasiado emocionada para mirarlo a los ojos.
—Eso puedo hacerlo.
—Sí.
Pasó lentamente los nudillos por la mejilla de ella.
______(tn) echó la cabeza a un lado. Fue a decir algo, pero cambió de idea. Lo besó en los labios y lo abrazó con fuerza. Tal vez era una ilusión, pero por el momento creía que lo suyo no tenía un final a la vista. Solo había eso... sentimientos de cariño, anhelos... un deseo profundo.
Perdida en los besos de Nick, en sus fuertes brazos, un golpe en el techo del coche la tomó por sorpresa.
¡Blam!
Y otra vez.
¡Blam! ¡Blam!
Soltó un grito de alarma y se separó de Nick, golpeándose en el proceso la cabeza contra la consola. Apretó la mandíbula.
—¡Ay! —exclamó.
—¡_______(tn) Bell! —gritó una voz—. ¡Sal de ahí!
Abrió mucho los ojos. Conocía aquella voz.
—¿Qué ocurre? —preguntó Nick.
Tendió una mano para frotarle la cabeza, pero ella se apartó y se agachó para abrocharse la blusa con furia.
—Es él —musitó, con el corazón en un puño.
Nick parecía ultrajado ante aquel ataque súbito, pero la respuesta de ella frenó su salida.
—¿Quién?
—Mi padre —contestó con voz miserable en el momento en que se abría la puerta de su lado.
Una mano la sacó del coche sin ceremonias antes de que su acompañante pudiera responder.
Eran las cosas pequeñas de ella las que más lo afectaban... el hueso delicado de su tobillo, la emoción que aparecía a veces en su voz, el azul profundo de sus ojos cuando algo la sorprendía. Hacía una semana que no conseguía dormir profundamente una noche.
—Podría decir que eres un excéntrico —se volvió a mirarlo—. Pero creo que «visionario» suena mejor.
—¿Visionario? Eso me gusta.
—Tendrías que sacar un despacho de este desastre —sonrió ella.
El pequeño granero estaba lleno de pacas de paja, herramientas del campo y sillas de montar. Aun así, tenía buenas proporciones: techo alto, vigas sólidas, cimientos de piedra. La granja estaba en ruinas, pero incluía también diez hectáreas de pastos y un huerto de manzanas. La espesura estaba llena de pájaros. Volaban muchas mariposas en busca de néctar.
—Julia cree que estoy loco. Le gustan las cosas limpias, nuevas, eficientes —se subió las mangas hasta el codo—. Siempre intenta convencerme de que sea práctico.
—No lo seas —¬¬¬_____(tn) se acercó a él con las manos extendidas y los ojos brillantes—. Es un edificio soberbio.
Nick le tomó las manos y la abrazó al mismo tiempo, de modo que los brazos de ella quedaron torcidos detrás de su espalda.
—Yo venía aquí de pequeño —murmuró en el pelo de ella.
—Lo sé —susurró la joven, levantando el rostro—. Con tu bici...
El hombre le besó el labio inferior.
—¿Cómo lo...? —los senos de ella se apretaban contra su pecho. Olvidó el resto de la pregunta.
—Quería decir... —____(tn) trató de liberar los brazos, pero él no se lo permitió—. Puedo imaginarlo. Eras uno de esos niños a los que le gustaba explorar. Ah, por favor, no hagas eso.
Nick había bajado el rostro hasta la garganta de ella y la parte superior del pecho. Los botones empezaban a ceder y el escote aumentaba más y más. Trazó un rastro de besos entre sus pechos, captando el aroma de ella.
—No puedo parar.
—No —la mujer se estremeció contra su boca—. No pares.
Tuvo que soltarle una de las manos para poder sacarle un pecho del sujetador. La joven
contuvo el aliento un momento y dio un respingo al sentir el pulgar sobre su pezón.
—¿Seguro que no quieres que pare? —preguntó él, con voz ronza. Aunque su respuesta a sus caricias le decía que lo deseaba, había percibido en ella una cautela que sería fácil ignorar en la situación presente—. Última oportunidad.
______(tn) gimió. Le tomó la mano y la apretó contra su pecho desnudo.
—Quiero esto.
Los dedos de él se cerraron con gentileza alrededor de la carne sedosa. Le soltó la otra mano, que se posó en su cintura.
—Yo lo he querido desde la primera vez que te vi.
El deseo circulaba entre ellos en forma de ondas rítmicas.
—Por supuesto —la risa de ella era ronca—. Llevaba una camiseta mojada.
—Antes de eso —susurró él.
La besó en la boca con un ansia que no hizo nada por calmar su deseo ardiente. La quería desnuda en la cama, moviéndose bajo él.
Cerró una mano en torno a su nalga y la apretó contra sí. Su erección estaba tan sensible que resultaba incómoda. Se sentía lleno de una lujuria primitiva y ruda. Ese tipo de excesos era nuevo para él. Siempre había podido contener sus necesidades físicas. Siempre estaba en control, incluso en los momentos de pasión más salvaje.
_____(tn) era diferente. Sincera y auténtica. Con ella perdía el control, lo arrastraba una sensación nueva que no se atrevía a identificar, aunque sabía muy bien lo que era.
La mujer apartó la boca.
—Entonces me viste —se ruborizó.
—Lo vi todo —apartó la prenda de algodón para dejar al descubierto el otro pecho.
_____(tn) apretó los ojos, como si no pudiera soportar verse a través de los ojos de él. Pero no podía eludir su voz caliente, sus caricias.
—Vi esto —siguió con los labios la línea del cuello de ella—. Vi esto —cerró ambas manos sobre sus pechos, apretándolos juntos, acariciándolos con las yemas de los dedos—. Te vi a ti.
La mujer suspiró y se apoyó en él con el cuerpo laso. Nick la abrazó por la cintura.
—Bésame otra vez —dijo ella, separando los labios con un sonido suave y húmedo que acabó con el último resto de control de él.
Cubrió los labios de ella con su boca y succionó con dulzura antes de abrirlos con la punta de la lengua. Se abrazaron el uno al otro, ansiosos y ardientes. Desesperados por alcanzar la satisfacción.
—No puedo soportarlo —dijo él, apartándose—. O nos vamos a casa o acabamos en este suelo sucio.
La mujer bajó la vista y pareció considerar ambas opciones.
—Supongo que soy demasiado pragmática para no preferir la cama —comentó.
Nick apretó los labios de ella con los dedos.
—No cambies de idea —repuso, contento de tener todavía el Jaguar.
Poder pasar de cero a ciento cuarenta en cuestión de segundos suponía una gran ventaja en según qué momentos.
—No puedo creer... —_____(tn) se lamió los labios; estaban muy sensibles, como si los besos de Nick hubieran despertado mil terminaciones nerviosas que nunca había usado antes—. No puedo creer que vayamos a hacerlo.
El poderoso motor del coche deportivo los llevaba con rapidez hacia su casa. El campo oscuro se deslizaba a su lado como si fuera un río de agua.
—Somos un par de adolescentes excitados —la miró de soslayo.
_____(tn) sintió mariposas en el estómago. Había empezado a abrocharse, pero él le había dicho que no. Que quería mirarla. Así que iba sentada a su lado con los pechos asomando por encima del borde del sujetador deportivo y la tela de la blusa rozando a intervalos los pezones erectos. Todo aquello la excitaba al tiempo que la preocupaba.
Intentó reprimir sus dudas. No solo actuaba contra las instrucciones de las conspiradoras, sino que además iba a visitar de nuevo un territorio ya familiar. No era la primera vez que jugaba a ser una chica mala. Y el resultado había sido Chad ______(ta). Y aunque Nick no se parecía a él, era un rompecorazones.
Y ella, a pesar de su poderío reciente, siempre conservaría una parte de la baja autoestima de _____(tn) Pelota de Playa.
—Una vez estuve casada —dijo de repente.
Nick apretó el volante hasta que los nudillos se quedaron blancos.
—No me lo habías dicho.
______(tn) movió la cabeza.
—Fue un error estúpido. Tenía solo veinte años, estaba todavía en la universidad —el coche pasó un bache y el salto de sus pechos sensibles le arrancó un respingo. Sentía un dolor apagado entre las piernas... que solo podía compararse con el anhelo de su corazón.
Guardó silencio, con una mano apretada contra el pecho para frenar el deseo. No podía respirar a fondo.
—¿Quieres hablarme de ello? —preguntó él con suavidad.
—El matrimonio duró solo un par de años. Cuando el divorcio se hizo definitivo, yo ya me había licenciado y mudado para trabajar en publicidad. No he vuelto a ver a mi ex marido.
—¿Pero tienes recuerdos?
—Sí.
—¿Arrepentimiento?
—Sí.
—¿Dudas?
—Oh, sí. Muchas dudas —apoyó la cabeza sobre el asiento de piel—. Después de eso cambié de vida. O quizá debería decir que regresé a mi vida anterior.
—¿Y cuál era?
______(tn) se pasó una mano por los pechos, demasiado absorta en la respuesta para pensar en el gesto.
—Siempre había sido regordeta y tímida. Cambiaba tanto de ciudad con mi padre que era difícil hacer amigos, sobre todo a medida que me hacía mayor y más reservada y que sabía que antes o después tenía que romper mis amistades.
—No te he oído hablar de tu madre —estaban entrando en el barrio residencial y frenó el coche un poco.
_______(tn) se echó levemente hacia adelante. Le ardía todavía la sangre. Comprendió de repente que sus sentimientos no eran una farsa. Eran una parte vital de ella misma. Y de lo que eran como pareja. A pesar del pasado de los dos.
—Mi madre murió cuando era muy pequeña. El almirante me crió solo.
—Debió ser difícil para los dos.
—Para él no mucho. Estaba encantado de enviarme a vivir con sus padres cuando tenía que embarcar.
—¿Y qué otra cosa podía hacer?
—Nada, lo sé. Por desgracia, saber que hacía lo que podía no cambiaba la realidad. Me crié sintiéndome muy poco querida.
Nick le tomó una mano.
—Lo siento. A mí me pareces una mujer increíble.
_____(tn) sintió que le crecían alas en el corazón. Sonrió.
—Es curioso, pero últimamente yo también me siento increíble.
—Me alegro —le besó la mano—. Tienes motivos.
Entraron en Curran Street. Pocos segundos después, Nick había aparcado el Jaguar delante de su casa y apagado el motor. A pesar de las prisas anteriores, ninguno parecía ahora ansioso por moverse.
—Si tu marido se portó tan mal como para sentir ganas de salir en su busca, no me hables de él.
La mujer soltó una risita.
—No. Nuestro fracaso fue culpa mía. En cierto modo engañé a Chad. Creyó que se casaba con una chica alegre a la que le gustaba divertirse. Y no sabía qué hacer con la auténtica yo... una mujer que quería una casa en un barrio residencial e hijos en lugar de carreras con porvenir, vacaciones tropicales y coches deportivos.
Nick carraspeó. Pasó una mano por la consola del Jaguar.
—Oh —dijo ella—. Perdona. No quería insinuar...
El hombre soltó una carcajada.
—Nuestras inclinaciones van en la misma dirección. ¿Pero te conformarías con una casa cerca del río y un granero en el campo?
_______(tn) se ruborizó. No podía estar proponiéndole nada permanente.
—Ah, no sé qué...
El hombre levantó una mano para detener sus palabras.
—Me estoy precipitando. No hace falta que digas nada —se movió hacia ella y la tomó en sus brazos—. Por el momento, me conformo con que me beses.
La mujer bajó las pestañas; estaba demasiado emocionada para mirarlo a los ojos.
—Eso puedo hacerlo.
—Sí.
Pasó lentamente los nudillos por la mejilla de ella.
______(tn) echó la cabeza a un lado. Fue a decir algo, pero cambió de idea. Lo besó en los labios y lo abrazó con fuerza. Tal vez era una ilusión, pero por el momento creía que lo suyo no tenía un final a la vista. Solo había eso... sentimientos de cariño, anhelos... un deseo profundo.
Perdida en los besos de Nick, en sus fuertes brazos, un golpe en el techo del coche la tomó por sorpresa.
¡Blam!
Y otra vez.
¡Blam! ¡Blam!
Soltó un grito de alarma y se separó de Nick, golpeándose en el proceso la cabeza contra la consola. Apretó la mandíbula.
—¡Ay! —exclamó.
—¡_______(tn) Bell! —gritó una voz—. ¡Sal de ahí!
Abrió mucho los ojos. Conocía aquella voz.
—¿Qué ocurre? —preguntó Nick.
Tendió una mano para frotarle la cabeza, pero ella se apartó y se agachó para abrocharse la blusa con furia.
—Es él —musitó, con el corazón en un puño.
Nick parecía ultrajado ante aquel ataque súbito, pero la respuesta de ella frenó su salida.
—¿Quién?
—Mi padre —contestó con voz miserable en el momento en que se abría la puerta de su lado.
Una mano la sacó del coche sin ceremonias antes de que su acompañante pudiera responder.
Meltabares de jonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
:wut: :wut: :wut: :wut:
:muack: :muack:POR QUE ELLLL??? :gasp: :gasp: TENIA QUE APARECER EL PAPIS DE :misery: _____
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH Y PORFIN LO IBAN A HACER :jojojo: :jajajaj:
:muack: :muack:POR QUE ELLLL??? :gasp: :gasp: TENIA QUE APARECER EL PAPIS DE :misery: _____
AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH Y PORFIN LO IBAN A HACER :jojojo: :jajajaj:
chelis
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Holaaaaaaaaaaaaa! :)
Ya me puse al corriente con los capis! ;)
Primero que nada eh de confesarte que ODIO a Laurel!
:muere: :muere: :muere: :muere: :muere: :muere:
Que mujer tan más grosera!
Me cae de la patada! :x
& segundo!
JAJAJAJAJAJ el papá de la rayiz no pudo ser más inoportuno!
Nicho que manera de conocer a tu suegro! xD
:P :P :P :P :P :P :P :P :P :P
Me encanta la nove, lástima que pronto valla a terminar! :sad:
Esperando el Siguiente Capitulo! ;)
X
PS: Espero que hayas tenido un Gran San Valentin!
:bye:
Ya me puse al corriente con los capis! ;)
Primero que nada eh de confesarte que ODIO a Laurel!
:muere: :muere: :muere: :muere: :muere: :muere:
Que mujer tan más grosera!
Me cae de la patada! :x
& segundo!
JAJAJAJAJAJ el papá de la rayiz no pudo ser más inoportuno!
Nicho que manera de conocer a tu suegro! xD
:P :P :P :P :P :P :P :P :P :P
Me encanta la nove, lástima que pronto valla a terminar! :sad:
Esperando el Siguiente Capitulo! ;)
X
PS: Espero que hayas tenido un Gran San Valentin!
:bye:
HeyItsLupitaNJ
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Meltabares de jonas escribió:¡¡HOLA MIS HERMOSAS SISTERS!!
Como an pasado este lindo San Valentin???
Yo lo he pasado con mis posters jajaja
Pero fue un lindo dia.
Lellendo novelas de lso jonas.
Romanticas sobre todo.
Y luego dormir y soñar que me caso con el nicho!!!.
Creo que ustedes estaban con joe!!!!
Y estaba arriba de todas, un loco mi cuñis!!
Es pero que la esten pasando bien.
Y de seguro les suba un cap por la tarde!!
BESOS!!!!!!!!
:bye:
Meltabares de jonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Capitulo 9
Varios minutos después, Nick, sentado en el sofá de los Colton, miraba el rostro enrojecido del almirante en la reserva Wallace Winston Bell sin saber qué pensar.
El padre de ¬¬¬_____(tn) puso los pies en el suelo y sujetó con fuerzas los brazos de su sillón. No perdió tiempo en ir directo al grano. Clavó los ojos en Nick.
—Dime que solo tienes intenciones honorables, joven —ordenó con voz profunda de barítono.
El interpelado carraspeó.
—Sí, señor. Mis intenciones son honorables.
El almirante lo miró de hito en hito.
—Yo he dicho solo honorables.
Nick trató de imaginar lo que ocurriría si admitía que su definición de «honorable» incluía sexo prematrimonial, pero _____(tn) apareció en ese momento con una bandeja con café y galletas que depositó sobre la mesíta.
—Déjalo ya, Almirante —se burló—. Ni somos adolescentes ni esto es un interrogatorio.
Aunque se sonrojó como una colegiala cuando su padre la sacó del coche, al parecer había recuperado la compostura durante su estancia en la cocina. En sus ojos había cierto brillo terco que hacía juego con la mirada del almirante. La admiración de Nick subió varios enteros. Su mujer tenía agallas.
El almirante hizo una mueca. Era más bien bajo, no más alto que el metro setenta de _____(tn), pero su voz profunda, su posición rígida y su presencia agresiva producían una fuerte impresión.
—Si un padre no puede preguntar estas cosas, ¿quién puede?
______(tn) sonrió, decidida a cambiar de tema.
—¿Café, papá? Sé que te gusta solo. ¿Una galleta?
El hombre tomó una taza y se quedó mirando los círculos marrones que le ofrecía ella.
—¿De qué están hechas... de alquitrán y cartón?
—Son integrales y bajas en calorías.
El hombre aceptó una y la dejó caer en su platillo.
—Tu abuela Bell sí que sabía hacer galletas. Tartas de frutas, rollos de canela o pasteles de coco.
—Cierto. Pero tanta azúcar y grasa no son muy sanas.
El almirante enarcó las cejas.
—Yo soy todo músculo —miró a su hija de arriba abajo—. Y tú pareces estar en forma.
—Gracias, señor —______(tn) le tendió una taza de café a Nick con una sonrisa—. ¿Azúcar?
—Desde luego —la vio añadir dos cucharadas bajo la mirada de desaprobación del almirante—. Tenemos algo en común, señor. Los dos somos golosos.
El militar resopló como un toro.
Nick se recostó contra el sofá.
—¿Cuánto tiempo piensa quedarse en Quimby, señor?
El hombre inclinó la cabeza gris hacia _____(tn), con aire casi benevolente.
—Lo necesario para asegurarme de que a mi pequeña le va bien.
—Ya te he dicho que estoy bien.
—¿Tres llamadas cortas en las últimas cinco semanas? Quiero informes regulares, muchacha. Ya lo sabes —miró a Nick—. De niña me enviaba dos cartas por semana cuando estaba embarcado. Ahora no puedo sacarle ni dos palabras.
____(tn) parecía incómoda.
—¿Te acuerdas de aquellas cartas?
—Eran muy entretenidas. Llenas de bocetos y dibujos —tomó un sorbo de café—. No sé de dónde saca el talento.
—Fue un modo de compensarme —musitó ella.
—Bien —dijo el almirante, ignorándola—. ¿Qué pasa aqui?
Nick se enderezó un poco en su asiento.
—¿Quieres un informe sobre el plan quinquenal? —preguntó la joven con rapidez.
El señor Bell, que miraba a Nick con aire retador, apartó la vista.
—Puede servir para empezar.
Media hora después, ____(tn) y el almirante habían revisado todos los detalles del plan de trabajo de ella, incluidos los objetivos a largo plazo, que el padre consideraba poco ambiciosos.
Tras despachar a su hija, el almirante pasó a interrogar a Nick sobre su trabajo. Frunció el ceño cuando este le contó que había renunciado a un empleo bien pagado y criticó su decisión de convertirse en arquitecto rural. Sorprendentemente, no le pareció mal su idea de convertir el granero en despacho. Más bien consideró que sería un buen modo de demostrar su habilidad profesional. Cuando al fin se acabó el interrogatorio, los dos hombres habían empezado a respetarse mutuamente.
Y lo más importante... habían evitado hablar de temas más personales. Y _____(tn) se mostraba debidamente aliviada.
Nick consiguió intercambiar unas palabras con ella cuando lo acompañó a la puerta.
—¿Puedo robarte un beso? —susurró, atrayéndola hacia sí—. Me muero de ganas.
La joven pareció sobresaltarse.
—¿Conocer al almirante no ha frenado tu entusiasmo? Chad se echaba a temblar en cuanto lo veía. Claro que a él no le gustaba nada su yerno.
Nick hizo una mueca.
—Yo soy más valiente que todo eso. No me asusto fácilmente.
____(tn) se apretó contra él.
—Un beso rápido. No olvides que hay un radar en la otra habitación.
Nick le acarició el pelo.
—Escabúllete a mi casa cuando se acueste.
—No podría. Me oiría.
—¿Y qué? Eres adulta.
—Una adulta que tiene que cumplir ciertos principios.
—De acuerdo —le dio un beso rápido, con muy poca lengua—. Lo que tú digas.
La mujer se estremeció. Miró hacia la sala de estar.
—Quizá podría...
—¿____(tn)? —llamó el almirante.
Dio un empujón a Nick.
—Vete.
El hombre le acarició lentamente el antebrazo desnudo, produciéndole carne de gallina.
—Estaré levantado toda la noche.
____(tn) abrió mucho los ojos. Justo antes de cerrar la puerta, negó con la cabeza con vehemencia. Pero no resultaba muy convincente.
Después de un primer intento por imponer normas que no dio resultado, el almirante tendía a ignorar las opiniones que no corroboraban sus intenciones, ____(tn) desistió e instaló a su padre en el cuarto de invitados. Se dieron las buenas noches con cierta brusquedad y ella se retiró a su dormitorio. Se lavó la cara, se limpió los dientes y se puso algo de crema en las manos.
Cuando se quitaba las sandalias, miró en dirección a la ventana que daba hacia la casa de los Jonas. La misma ventana de aquel primer día.
Se mordió el labio inferior y se desprendió de la falda, que dejó caer al suelo. Un vistazo rápido a la casa de al lado no haría ningún daño.
Excepto a su resistencia.
La ventana del dormitorio de Nick estaba oscura. Decepcionada, empezó a correr las cortinas. Un movimiento en la otra casa le detuvo la mano. Miró con más atención y sintió una oleada de calor.
Nick estaba de pie en la ventana. Tenía la camisa desabrochada.
Apoyó la frente sobre el cristal y apretó la palma en él como si le tocara el pecho.
El hombre la vio y sonrió.
Cathy lo saludó con la mano. Estaba tan guapo y tan solo que el corazón se le llenó de emoción.
—¡Oh, Nick! —gimió, preguntándose si podría leer en sus labios.
El joven llevó la mano izquierda a la ventana en un gesto que imitaba el de ella. El corazón de ____(tn) golpeaba con fuerza en el pecho.
En un impulso se desabrochó toda la blusa. Pasó una mano por el estómago desnudo, ya deliberadamente provocativa. A pesar de la distancia y la oscuridad, vio, o quizá solo percibió, la reacción de él. Su cuerpo palpitó en respuesta.
En un abrir y cerrar de ojos, él se había quitado también la camisa y solo le quedaban los téjanos. Su ventana era más pequeña, ella solo podía ver hasta la cadera. La de ella era alta y vertical, y enmarcaba su figura hasta las rodillas.
El magnífico torso de Nick llenaba la ventana. Su piel estaba pálida bajo la luz de la luna. _____(tn) subió los ojos por el pecho arriba hasta el rostro. Nick le hizo un guiño que ella interpretó como un reto.
Pensó que no tenía nada de malo seguirle el juego. Había dos paredes, varias puertas y un rododendro entre ellos. Su padre estaba en el otro extremo de la casa y no era probable que los sorprendiera.
Además, tenía que mantener su estatus de mujer incomparable.
Se quitó la blusa de algodón blanca. Se sacó, con la rapidez de un relámpago, el sujetador por la cabeza y lo dejó a un lado con un gesto de desafío. Los años de baja autoestima y cuerpo pobre habían pasado. Era una mujer que controlaba su sexualidad.
Y Nick era... bueno, por el momento parecía impresionado.
Tenía un brazo apoyado en el borde de La ventana y la cabeza colgada hacia adelante en un gesto atónito.
_____(tn) posó para él.
El exhibicionismo nunca había sido una de sus fantasías. Pero no podía negar que le gustaba saber que Nick deseaba su cuerpo. Y que cada gesto provocativo lo incitaba más y más.
Subió una mano por el muslo, por el torso, y se entretuvo en el hueco entre sus pechos. Los ojos de Nick brillaban como carbones encendidos en la distancia. La joven sentía cosquilieos en toda la superficie de piel desnuda.
Se echó el pelo detrás de los hombros, complacida por el roce frío y sedoso que producía en la espalda. Hasta las sensaciones más pequeñas se veían agrandadas fuera de toda proporción. Pero el contacto que de verdad ansiaba estaba fuera de su alcance.
Nick. Su rostro se veía duro. Los músculos de su abdomen parecían tan tensos como los de un atleta olímpico. Respiraba pesadamente; las subidas y bajadas de su pecho resultaban claramente visibles.
____(tn) se acarició los pechos, primero despacio y con gesto provocativo; luego con más presión. Aquello no le bastaba, necesitaba las manos de Nick sobre ella. Se acercó más al cristal, pensando que eso disminuiría su temperatura. Pero el leve sobresalto que le produjo que sus pezones rozaran el cristal solo sirvió para empeorar aún más las cosas.
Miró de soslayo a la calle vacía sin perder de vista a Nick, que no había cambiado de posición y tardó todavía un rato en hacerlo.
La espera fue un tormento. Apretó los muslos, consciente de que estaba empapada de deseo.
En el fondo de su mente temía haber ido demasiado lejos, pero deseaba continuar.
Nick bajó las manos hasta la cinturilla del pantalón y abrió el botón, mostrando un trozo de algodón blanco. El corazón de _____(tn) perdió varios latidos. El hombre no se detuvo ni vaciló. Aunque ella no tenía una visión completa, estaba segura de que se había bajado los pantalones y calzoncillos. Lo vio doblarse por la cintura para quitárselos del todo y enderezarse luego de nuevo.
Estaba desnudo. Ella no podía verlo todo, pero sí lo suficiente para saber que estaba... excitado.
No se tocó. Se limitó a quedarse allí, increíblemente viril, con los brazos colgando a los costados, hasta que extendió uno y la llamó doblando el dedo índice. No dijo nada, pero no hacía falta. La invitación resultaba clara.
¡Si supiera el largo camino que había hecho ella para estar con él!
Se pasó una mano por la curva del vientre, pensando si se atrevería. No era ella misma. O quizá sí, pero en una versión de sí misma que no conocía. Enamorada. Hasta tal punto que podía olvidar todos sus miedos.
Enganchó los pulgares en la cinturilla elástica de sus bragas y comenzó a bajarlas, pero de repente cambió de idea y se las subió con determinación.
Ya estaba bien de juegos. Era hora de ir con él.
Hizo un gesto a Nick y le señaló el porche trasero. El hombre desapareció de la ventana al instante.
Ya no podía echarse atrás.
Se puso un camisón muy grande y abrió la puerta del dormitorio. No se oía nada. Recorrió el pasillo y la escalera de puntillas. De la habitación de su padre no emanaba ningún ruido, pero hasta que no salió al jardín y cerró la puerta en silencio no se atrevió a respirar a fondo.
—_____(tn).
—Nick —susurró ella—. ¿Qué haces aquí fuera?
—Venir a buscarte —se oyó una rama.
—Por lo que más quieras, no te muevas de ahí —corrió por la hierba fría y cuando llegó hasta él, miró sus pies y piernas desnudos. Y la rama en flor que cubría la parte inferior de su cuerpo.
—¿Estás...?
—Claro que sí.
Los jardines vecinos estaban oscuros y en silencio. La luz de las farolas no alcanzaba al espacio entre las casas, así que estaban relativamente seguros.
—¿Y si te ve alguien?
—Pues sabrían que me he vuelto loco por _____(tn) ____(ta).
La joven movió la cabeza.
—Yo no hago estas cosas.
Nick le tomó una mano. La rama se agitó peligrosamente.
—Pues lo que hacías en la ventana estaba muy bien —la atrajo hacia sí, y el deseo inundó el cuerpo de ella. Unas ramitas se quebraron, unos pétalos rozaron con suavidad sus piernas.
—No quiero engañarte —susurró ella, con el rostro en el pecho de él—. Eso fue lo que ocurrió con mi ex marido.
—Yo sé cómo eres.
_____(tn) estuvo a punto de sollozar.
—No lo...
—Lo sé todo sobre ti —le levantó la barbilla con gentileza—. Créeme.
El calor de su mirada era intenso. Ella quería cerrar los ojos, apartar la vista, pero no lo hizo. Respondió a su mirada sin parpadear, con la sensación de que él podía verla entera. Y también de que la amaba. De que sus defectos le parecían tan hermosos como su largo pelo, su esbelta cintura o sus pechos.
Nick bajó la boca hacia la de ella. _____(tn) se puso de puntillas para salir a su encuentro. Los dos se perdieron muchos minutos en el beso, hasta que no hubo más existencia que la suya.
—Será mejor que entremos —dijo él al fin.
—Mmmm —ella estaba sumergida en el placer y no quería salir a la superficie.
—Tú primero —bajó la rama, que tiró del dobladillo del camisón hacia arriba.
_____(tn) miró hacia abajo.
—Ah, entiendo lo que quieres decir —se ajustó las gafas para ver mejor.
Nick se las quitó.
—Dame eso.
—Eh.
—Camina.
Entraron por la puerta de la cocina, _____(tn) delante y él pegado a ella. Una vez dentro, Nick cerró la puerta y la apretó contra ella. Las gafas cayeron al suelo.
—Nunca había ido a tales extremos por una mujer —dijo. La besó en la boca.
—Me alegro de ser la primera —comentó ella con burla cuando se separaron.
Los ojos de él se veían negros y fieros en la penumbra. Bajó las manos y la levantó por las caderas. El camisón quedó recogido en la cintura y él introdujo su muslo entre los de ella para abrirle las piernas. Se apretó contra ella, que lo sintió palpitar sobre su vientre. Se estremeció.
Una de las piernas de ella abrazó los muslos de él, la otra tocaba el suelo de puntillas. Cuando él tiró de su camisón, ella solo pudo levantar los brazos y dejar que se lo quitara.
Nick miró sus pechos y ella arqueó la espalda para acercárselos; nunca se había sentido tan desnuda y al mismo tiempo tan segura de sí.
—Eres perfecta —dijo él, mirándola a los ojos.
Bajó la boca hacia uno de los pechos y la sorpresa hizo que la cabeza de ella golpeara la puerta. Los dientes de él rozaron su pezón. Ella bajó los hombros e intentó clavar las uñas en la puerta de madera.
—Nick.
El hombre la soltó y le besó el cuello con ternura.
—Sabía que llegaría este momento. Pero quería que fuera muy romántico y especial — tragó saliva—. Para ti.
—Yo también sabía que llegaría —repuso ella. Apoyó los codos en los hombros de él y pasó los dedos por su pelo—. Y en este momento no me importa nada el romanticismo. Estar contigo ya me parece algo especial —le tembló la voz—. Solo quiero hacerlo.
Los dedos de él acariciaron sus nalgas, bajando las bragas con la misma caricia. Se frotaron uno contra el otro.
—¿Tienes preservativos? —preguntó ella, que sabía que en un minuto más eso dejaría de importarle.
Nick se quedó inmóvil, con las bragas de ella a medio camino de su muslo.
—Maldición. Están arriba en los vaqueros.
—¡Oh, no! —_____(tn) se dejó caer sobre él. No podía llegar hasta arriba.
—Espera. Hay uno en la otra habitación. En el bolsillo de una chaqueta.
—Los dejas esparcidos por ahí, ¿eh?
—Eso tiene sus ventajas, ¿no?
La mujer respiró hondo.
—Sí.
Los dedos de él rozaron los rizos húmedos del pubis de ella. Con la cadera mantenía abiertos los muslos de la mujer, que empezó a moverse a medida que él la acariciaba más en profundidad. Le introdujo dos dedos al tiempo que le rozaba el clítoris con el pulgar, enviando ondas eléctricas por todo su cuerpo. _____(tn) se puso tensa. Respiró entre dientes apretados.
Nick apartó la mano y la apretó con firmeza contra la puerta. Ella parpadeó, sorprendida por el brusco cambio, pero él se dejó caer de rodillas y la abrió de nuevo con una mano. _____(tn) pasó una mano amorosa por el pelo de él y dio un respingo al notar que la penetraba con la lengua. Lamió una y otra vez sus puntos de placer hasta que las oleadas de calor se cerraron sobre la cabeza de ella y se perdió en las profundidades más oscuras del deseo.
Todo su cuerpo se sentía impulsado hacia arriba, en busca de la superficie en calma. Pero una y otra vez se veía empujada hacia abajo, con todas las sensaciones concentradas en un punto. El centro del torbellino.
Nick no se detuvo.
_____(tn) cerró los ojos y espiró lentamente al tiempo que buscaba ciegamente algo a lo que agarrarse. Nick le dio la mano y ella se la apretó con tanta fuerza que sus uñas dejaron marcas en forma de media luna en los nudillos de él.
Se abandonó al orgasmo, apenas consciente de que Nick se incorporaba y la abrazaba, con una mano todavía entre sus piernas para facilitar la transición.
Apretó el rostro contra el pecho de él y cerró los ojos con más fuerza. Espasmos ocasionales recorrían todavía su cuerpo.
—¿Por qué has hecho eso?
—Quería verte volar libre.
—Pero nosotros...
—Calla —la depositó sobre un sofá—. Tenemos tiempo de sobra.
—No —luchó con sus pensamientos, todavía a medias en otro mundo—. Hay tantas cosas que yo...
—Calla —Nick la besó en los labios como si estuviera sellando un sobre—. No hables. No te preocupes. No te muevas —le tomó un pezón entre el índice y el pulgar, y se endureció al instante—. Vuelvo enseguida.
La mujer abrió un ojo, pero sin gafas no pudo enfocar bien el trasero de él al alejarse. Se volvió y apartó un cojín. No quería estar en un sofá. Quería hacer el amor con Nick en una cama. Como amantes de verdad.
Pero la escalera resultaba desalentadora. Y ella estaba desnuda.
Se incorporó hasta quedar sentada. Tomó una manta pequeña floreada que había sobre la parte posterior del sofá.
La realidad de la situación empezaba a imponerse. Y resultaba algo embarazosa. Nick había estado al mando. Ella solo se había rendido a la explosión de sensaciones.
Y eso no era suficiente.
Subió las escaleras envuelta en la manta.
Nick se hallaba en el último escalón, murmurando para sí mientras intentaba sin éxito abrir el paquete del preservativo. Curiosamente, eso le dio seguridad. A pesar de las apariencias, él tampoco era perfecto. A veces fallaba en algo y maldecía.
El hombre empezó a bajar. Ella se acercó y le puso una mano en el pecho.
—¿Adónde te crees que vas?
—¿Eh?
—Te quiero en una cama de verdad.
Nick abrió mucho los ojos.
—De acuerdo.
—Muéstrame el camino —dijo ella, aunque pensaba que ya lo había hecho.
___________________________________________
Dios que capitulo demasiada pasion en un cap solo.
Espero les alla gustado besos
Varios minutos después, Nick, sentado en el sofá de los Colton, miraba el rostro enrojecido del almirante en la reserva Wallace Winston Bell sin saber qué pensar.
El padre de ¬¬¬_____(tn) puso los pies en el suelo y sujetó con fuerzas los brazos de su sillón. No perdió tiempo en ir directo al grano. Clavó los ojos en Nick.
—Dime que solo tienes intenciones honorables, joven —ordenó con voz profunda de barítono.
El interpelado carraspeó.
—Sí, señor. Mis intenciones son honorables.
El almirante lo miró de hito en hito.
—Yo he dicho solo honorables.
Nick trató de imaginar lo que ocurriría si admitía que su definición de «honorable» incluía sexo prematrimonial, pero _____(tn) apareció en ese momento con una bandeja con café y galletas que depositó sobre la mesíta.
—Déjalo ya, Almirante —se burló—. Ni somos adolescentes ni esto es un interrogatorio.
Aunque se sonrojó como una colegiala cuando su padre la sacó del coche, al parecer había recuperado la compostura durante su estancia en la cocina. En sus ojos había cierto brillo terco que hacía juego con la mirada del almirante. La admiración de Nick subió varios enteros. Su mujer tenía agallas.
El almirante hizo una mueca. Era más bien bajo, no más alto que el metro setenta de _____(tn), pero su voz profunda, su posición rígida y su presencia agresiva producían una fuerte impresión.
—Si un padre no puede preguntar estas cosas, ¿quién puede?
______(tn) sonrió, decidida a cambiar de tema.
—¿Café, papá? Sé que te gusta solo. ¿Una galleta?
El hombre tomó una taza y se quedó mirando los círculos marrones que le ofrecía ella.
—¿De qué están hechas... de alquitrán y cartón?
—Son integrales y bajas en calorías.
El hombre aceptó una y la dejó caer en su platillo.
—Tu abuela Bell sí que sabía hacer galletas. Tartas de frutas, rollos de canela o pasteles de coco.
—Cierto. Pero tanta azúcar y grasa no son muy sanas.
El almirante enarcó las cejas.
—Yo soy todo músculo —miró a su hija de arriba abajo—. Y tú pareces estar en forma.
—Gracias, señor —______(tn) le tendió una taza de café a Nick con una sonrisa—. ¿Azúcar?
—Desde luego —la vio añadir dos cucharadas bajo la mirada de desaprobación del almirante—. Tenemos algo en común, señor. Los dos somos golosos.
El militar resopló como un toro.
Nick se recostó contra el sofá.
—¿Cuánto tiempo piensa quedarse en Quimby, señor?
El hombre inclinó la cabeza gris hacia _____(tn), con aire casi benevolente.
—Lo necesario para asegurarme de que a mi pequeña le va bien.
—Ya te he dicho que estoy bien.
—¿Tres llamadas cortas en las últimas cinco semanas? Quiero informes regulares, muchacha. Ya lo sabes —miró a Nick—. De niña me enviaba dos cartas por semana cuando estaba embarcado. Ahora no puedo sacarle ni dos palabras.
____(tn) parecía incómoda.
—¿Te acuerdas de aquellas cartas?
—Eran muy entretenidas. Llenas de bocetos y dibujos —tomó un sorbo de café—. No sé de dónde saca el talento.
—Fue un modo de compensarme —musitó ella.
—Bien —dijo el almirante, ignorándola—. ¿Qué pasa aqui?
Nick se enderezó un poco en su asiento.
—¿Quieres un informe sobre el plan quinquenal? —preguntó la joven con rapidez.
El señor Bell, que miraba a Nick con aire retador, apartó la vista.
—Puede servir para empezar.
Media hora después, ____(tn) y el almirante habían revisado todos los detalles del plan de trabajo de ella, incluidos los objetivos a largo plazo, que el padre consideraba poco ambiciosos.
Tras despachar a su hija, el almirante pasó a interrogar a Nick sobre su trabajo. Frunció el ceño cuando este le contó que había renunciado a un empleo bien pagado y criticó su decisión de convertirse en arquitecto rural. Sorprendentemente, no le pareció mal su idea de convertir el granero en despacho. Más bien consideró que sería un buen modo de demostrar su habilidad profesional. Cuando al fin se acabó el interrogatorio, los dos hombres habían empezado a respetarse mutuamente.
Y lo más importante... habían evitado hablar de temas más personales. Y _____(tn) se mostraba debidamente aliviada.
Nick consiguió intercambiar unas palabras con ella cuando lo acompañó a la puerta.
—¿Puedo robarte un beso? —susurró, atrayéndola hacia sí—. Me muero de ganas.
La joven pareció sobresaltarse.
—¿Conocer al almirante no ha frenado tu entusiasmo? Chad se echaba a temblar en cuanto lo veía. Claro que a él no le gustaba nada su yerno.
Nick hizo una mueca.
—Yo soy más valiente que todo eso. No me asusto fácilmente.
____(tn) se apretó contra él.
—Un beso rápido. No olvides que hay un radar en la otra habitación.
Nick le acarició el pelo.
—Escabúllete a mi casa cuando se acueste.
—No podría. Me oiría.
—¿Y qué? Eres adulta.
—Una adulta que tiene que cumplir ciertos principios.
—De acuerdo —le dio un beso rápido, con muy poca lengua—. Lo que tú digas.
La mujer se estremeció. Miró hacia la sala de estar.
—Quizá podría...
—¿____(tn)? —llamó el almirante.
Dio un empujón a Nick.
—Vete.
El hombre le acarició lentamente el antebrazo desnudo, produciéndole carne de gallina.
—Estaré levantado toda la noche.
____(tn) abrió mucho los ojos. Justo antes de cerrar la puerta, negó con la cabeza con vehemencia. Pero no resultaba muy convincente.
Después de un primer intento por imponer normas que no dio resultado, el almirante tendía a ignorar las opiniones que no corroboraban sus intenciones, ____(tn) desistió e instaló a su padre en el cuarto de invitados. Se dieron las buenas noches con cierta brusquedad y ella se retiró a su dormitorio. Se lavó la cara, se limpió los dientes y se puso algo de crema en las manos.
Cuando se quitaba las sandalias, miró en dirección a la ventana que daba hacia la casa de los Jonas. La misma ventana de aquel primer día.
Se mordió el labio inferior y se desprendió de la falda, que dejó caer al suelo. Un vistazo rápido a la casa de al lado no haría ningún daño.
Excepto a su resistencia.
La ventana del dormitorio de Nick estaba oscura. Decepcionada, empezó a correr las cortinas. Un movimiento en la otra casa le detuvo la mano. Miró con más atención y sintió una oleada de calor.
Nick estaba de pie en la ventana. Tenía la camisa desabrochada.
Apoyó la frente sobre el cristal y apretó la palma en él como si le tocara el pecho.
El hombre la vio y sonrió.
Cathy lo saludó con la mano. Estaba tan guapo y tan solo que el corazón se le llenó de emoción.
—¡Oh, Nick! —gimió, preguntándose si podría leer en sus labios.
El joven llevó la mano izquierda a la ventana en un gesto que imitaba el de ella. El corazón de ____(tn) golpeaba con fuerza en el pecho.
En un impulso se desabrochó toda la blusa. Pasó una mano por el estómago desnudo, ya deliberadamente provocativa. A pesar de la distancia y la oscuridad, vio, o quizá solo percibió, la reacción de él. Su cuerpo palpitó en respuesta.
En un abrir y cerrar de ojos, él se había quitado también la camisa y solo le quedaban los téjanos. Su ventana era más pequeña, ella solo podía ver hasta la cadera. La de ella era alta y vertical, y enmarcaba su figura hasta las rodillas.
El magnífico torso de Nick llenaba la ventana. Su piel estaba pálida bajo la luz de la luna. _____(tn) subió los ojos por el pecho arriba hasta el rostro. Nick le hizo un guiño que ella interpretó como un reto.
Pensó que no tenía nada de malo seguirle el juego. Había dos paredes, varias puertas y un rododendro entre ellos. Su padre estaba en el otro extremo de la casa y no era probable que los sorprendiera.
Además, tenía que mantener su estatus de mujer incomparable.
Se quitó la blusa de algodón blanca. Se sacó, con la rapidez de un relámpago, el sujetador por la cabeza y lo dejó a un lado con un gesto de desafío. Los años de baja autoestima y cuerpo pobre habían pasado. Era una mujer que controlaba su sexualidad.
Y Nick era... bueno, por el momento parecía impresionado.
Tenía un brazo apoyado en el borde de La ventana y la cabeza colgada hacia adelante en un gesto atónito.
_____(tn) posó para él.
El exhibicionismo nunca había sido una de sus fantasías. Pero no podía negar que le gustaba saber que Nick deseaba su cuerpo. Y que cada gesto provocativo lo incitaba más y más.
Subió una mano por el muslo, por el torso, y se entretuvo en el hueco entre sus pechos. Los ojos de Nick brillaban como carbones encendidos en la distancia. La joven sentía cosquilieos en toda la superficie de piel desnuda.
Se echó el pelo detrás de los hombros, complacida por el roce frío y sedoso que producía en la espalda. Hasta las sensaciones más pequeñas se veían agrandadas fuera de toda proporción. Pero el contacto que de verdad ansiaba estaba fuera de su alcance.
Nick. Su rostro se veía duro. Los músculos de su abdomen parecían tan tensos como los de un atleta olímpico. Respiraba pesadamente; las subidas y bajadas de su pecho resultaban claramente visibles.
____(tn) se acarició los pechos, primero despacio y con gesto provocativo; luego con más presión. Aquello no le bastaba, necesitaba las manos de Nick sobre ella. Se acercó más al cristal, pensando que eso disminuiría su temperatura. Pero el leve sobresalto que le produjo que sus pezones rozaran el cristal solo sirvió para empeorar aún más las cosas.
Miró de soslayo a la calle vacía sin perder de vista a Nick, que no había cambiado de posición y tardó todavía un rato en hacerlo.
La espera fue un tormento. Apretó los muslos, consciente de que estaba empapada de deseo.
En el fondo de su mente temía haber ido demasiado lejos, pero deseaba continuar.
Nick bajó las manos hasta la cinturilla del pantalón y abrió el botón, mostrando un trozo de algodón blanco. El corazón de _____(tn) perdió varios latidos. El hombre no se detuvo ni vaciló. Aunque ella no tenía una visión completa, estaba segura de que se había bajado los pantalones y calzoncillos. Lo vio doblarse por la cintura para quitárselos del todo y enderezarse luego de nuevo.
Estaba desnudo. Ella no podía verlo todo, pero sí lo suficiente para saber que estaba... excitado.
No se tocó. Se limitó a quedarse allí, increíblemente viril, con los brazos colgando a los costados, hasta que extendió uno y la llamó doblando el dedo índice. No dijo nada, pero no hacía falta. La invitación resultaba clara.
¡Si supiera el largo camino que había hecho ella para estar con él!
Se pasó una mano por la curva del vientre, pensando si se atrevería. No era ella misma. O quizá sí, pero en una versión de sí misma que no conocía. Enamorada. Hasta tal punto que podía olvidar todos sus miedos.
Enganchó los pulgares en la cinturilla elástica de sus bragas y comenzó a bajarlas, pero de repente cambió de idea y se las subió con determinación.
Ya estaba bien de juegos. Era hora de ir con él.
Hizo un gesto a Nick y le señaló el porche trasero. El hombre desapareció de la ventana al instante.
Ya no podía echarse atrás.
Se puso un camisón muy grande y abrió la puerta del dormitorio. No se oía nada. Recorrió el pasillo y la escalera de puntillas. De la habitación de su padre no emanaba ningún ruido, pero hasta que no salió al jardín y cerró la puerta en silencio no se atrevió a respirar a fondo.
—_____(tn).
—Nick —susurró ella—. ¿Qué haces aquí fuera?
—Venir a buscarte —se oyó una rama.
—Por lo que más quieras, no te muevas de ahí —corrió por la hierba fría y cuando llegó hasta él, miró sus pies y piernas desnudos. Y la rama en flor que cubría la parte inferior de su cuerpo.
—¿Estás...?
—Claro que sí.
Los jardines vecinos estaban oscuros y en silencio. La luz de las farolas no alcanzaba al espacio entre las casas, así que estaban relativamente seguros.
—¿Y si te ve alguien?
—Pues sabrían que me he vuelto loco por _____(tn) ____(ta).
La joven movió la cabeza.
—Yo no hago estas cosas.
Nick le tomó una mano. La rama se agitó peligrosamente.
—Pues lo que hacías en la ventana estaba muy bien —la atrajo hacia sí, y el deseo inundó el cuerpo de ella. Unas ramitas se quebraron, unos pétalos rozaron con suavidad sus piernas.
—No quiero engañarte —susurró ella, con el rostro en el pecho de él—. Eso fue lo que ocurrió con mi ex marido.
—Yo sé cómo eres.
_____(tn) estuvo a punto de sollozar.
—No lo...
—Lo sé todo sobre ti —le levantó la barbilla con gentileza—. Créeme.
El calor de su mirada era intenso. Ella quería cerrar los ojos, apartar la vista, pero no lo hizo. Respondió a su mirada sin parpadear, con la sensación de que él podía verla entera. Y también de que la amaba. De que sus defectos le parecían tan hermosos como su largo pelo, su esbelta cintura o sus pechos.
Nick bajó la boca hacia la de ella. _____(tn) se puso de puntillas para salir a su encuentro. Los dos se perdieron muchos minutos en el beso, hasta que no hubo más existencia que la suya.
—Será mejor que entremos —dijo él al fin.
—Mmmm —ella estaba sumergida en el placer y no quería salir a la superficie.
—Tú primero —bajó la rama, que tiró del dobladillo del camisón hacia arriba.
_____(tn) miró hacia abajo.
—Ah, entiendo lo que quieres decir —se ajustó las gafas para ver mejor.
Nick se las quitó.
—Dame eso.
—Eh.
—Camina.
Entraron por la puerta de la cocina, _____(tn) delante y él pegado a ella. Una vez dentro, Nick cerró la puerta y la apretó contra ella. Las gafas cayeron al suelo.
—Nunca había ido a tales extremos por una mujer —dijo. La besó en la boca.
—Me alegro de ser la primera —comentó ella con burla cuando se separaron.
Los ojos de él se veían negros y fieros en la penumbra. Bajó las manos y la levantó por las caderas. El camisón quedó recogido en la cintura y él introdujo su muslo entre los de ella para abrirle las piernas. Se apretó contra ella, que lo sintió palpitar sobre su vientre. Se estremeció.
Una de las piernas de ella abrazó los muslos de él, la otra tocaba el suelo de puntillas. Cuando él tiró de su camisón, ella solo pudo levantar los brazos y dejar que se lo quitara.
Nick miró sus pechos y ella arqueó la espalda para acercárselos; nunca se había sentido tan desnuda y al mismo tiempo tan segura de sí.
—Eres perfecta —dijo él, mirándola a los ojos.
Bajó la boca hacia uno de los pechos y la sorpresa hizo que la cabeza de ella golpeara la puerta. Los dientes de él rozaron su pezón. Ella bajó los hombros e intentó clavar las uñas en la puerta de madera.
—Nick.
El hombre la soltó y le besó el cuello con ternura.
—Sabía que llegaría este momento. Pero quería que fuera muy romántico y especial — tragó saliva—. Para ti.
—Yo también sabía que llegaría —repuso ella. Apoyó los codos en los hombros de él y pasó los dedos por su pelo—. Y en este momento no me importa nada el romanticismo. Estar contigo ya me parece algo especial —le tembló la voz—. Solo quiero hacerlo.
Los dedos de él acariciaron sus nalgas, bajando las bragas con la misma caricia. Se frotaron uno contra el otro.
—¿Tienes preservativos? —preguntó ella, que sabía que en un minuto más eso dejaría de importarle.
Nick se quedó inmóvil, con las bragas de ella a medio camino de su muslo.
—Maldición. Están arriba en los vaqueros.
—¡Oh, no! —_____(tn) se dejó caer sobre él. No podía llegar hasta arriba.
—Espera. Hay uno en la otra habitación. En el bolsillo de una chaqueta.
—Los dejas esparcidos por ahí, ¿eh?
—Eso tiene sus ventajas, ¿no?
La mujer respiró hondo.
—Sí.
Los dedos de él rozaron los rizos húmedos del pubis de ella. Con la cadera mantenía abiertos los muslos de la mujer, que empezó a moverse a medida que él la acariciaba más en profundidad. Le introdujo dos dedos al tiempo que le rozaba el clítoris con el pulgar, enviando ondas eléctricas por todo su cuerpo. _____(tn) se puso tensa. Respiró entre dientes apretados.
Nick apartó la mano y la apretó con firmeza contra la puerta. Ella parpadeó, sorprendida por el brusco cambio, pero él se dejó caer de rodillas y la abrió de nuevo con una mano. _____(tn) pasó una mano amorosa por el pelo de él y dio un respingo al notar que la penetraba con la lengua. Lamió una y otra vez sus puntos de placer hasta que las oleadas de calor se cerraron sobre la cabeza de ella y se perdió en las profundidades más oscuras del deseo.
Todo su cuerpo se sentía impulsado hacia arriba, en busca de la superficie en calma. Pero una y otra vez se veía empujada hacia abajo, con todas las sensaciones concentradas en un punto. El centro del torbellino.
Nick no se detuvo.
_____(tn) cerró los ojos y espiró lentamente al tiempo que buscaba ciegamente algo a lo que agarrarse. Nick le dio la mano y ella se la apretó con tanta fuerza que sus uñas dejaron marcas en forma de media luna en los nudillos de él.
Se abandonó al orgasmo, apenas consciente de que Nick se incorporaba y la abrazaba, con una mano todavía entre sus piernas para facilitar la transición.
Apretó el rostro contra el pecho de él y cerró los ojos con más fuerza. Espasmos ocasionales recorrían todavía su cuerpo.
—¿Por qué has hecho eso?
—Quería verte volar libre.
—Pero nosotros...
—Calla —la depositó sobre un sofá—. Tenemos tiempo de sobra.
—No —luchó con sus pensamientos, todavía a medias en otro mundo—. Hay tantas cosas que yo...
—Calla —Nick la besó en los labios como si estuviera sellando un sobre—. No hables. No te preocupes. No te muevas —le tomó un pezón entre el índice y el pulgar, y se endureció al instante—. Vuelvo enseguida.
La mujer abrió un ojo, pero sin gafas no pudo enfocar bien el trasero de él al alejarse. Se volvió y apartó un cojín. No quería estar en un sofá. Quería hacer el amor con Nick en una cama. Como amantes de verdad.
Pero la escalera resultaba desalentadora. Y ella estaba desnuda.
Se incorporó hasta quedar sentada. Tomó una manta pequeña floreada que había sobre la parte posterior del sofá.
La realidad de la situación empezaba a imponerse. Y resultaba algo embarazosa. Nick había estado al mando. Ella solo se había rendido a la explosión de sensaciones.
Y eso no era suficiente.
Subió las escaleras envuelta en la manta.
Nick se hallaba en el último escalón, murmurando para sí mientras intentaba sin éxito abrir el paquete del preservativo. Curiosamente, eso le dio seguridad. A pesar de las apariencias, él tampoco era perfecto. A veces fallaba en algo y maldecía.
El hombre empezó a bajar. Ella se acercó y le puso una mano en el pecho.
—¿Adónde te crees que vas?
—¿Eh?
—Te quiero en una cama de verdad.
Nick abrió mucho los ojos.
—De acuerdo.
—Muéstrame el camino —dijo ella, aunque pensaba que ya lo había hecho.
___________________________________________
Dios que capitulo demasiada pasion en un cap solo.
Espero les alla gustado besos
Meltabares de jonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
:calor: QUE CALOR :amor: QUEEEE CAAALOOOORRRRR!!!!!!... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH :muack: QUIEN QUISIERA SER LA VECINA DE NICK PARA ENCONTRARLO COMO _____ FUE A SU ENCUENTROOO!!!!!
chelis
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
chelis escribió: :calor: QUE CALOR :amor: QUEEEE CAAALOOOORRRRR!!!!!!... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH :muack: QUIEN QUISIERA SER LA VECINA DE NICK PARA ENCONTRARLO COMO _____ FUE A SU ENCUENTROOO!!!!!
NO SERIA QUIEN NO QUIERE SER VECINA DEL NICHO PARA VERLO COMPLETAMENTE DESNUDO!!!
YO SOLO LO VEO EN MIS SUEÑOS!!!!!
JAJAJAAJ BESOS
Meltabares de jonas
Re: [Resuelto]Suavisar Movimiento Nick & Tu Terminada.
Meltabares de jonas escribió:chelis escribió: :calor: QUE CALOR :amor: QUEEEE CAAALOOOORRRRR!!!!!!... AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH :muack: QUIEN QUISIERA SER LA VECINA DE NICK PARA ENCONTRARLO COMO _____ FUE A SU ENCUENTROOO!!!!!
NO SERIA QUIEN NO QUIERE SER VECINA DEL NICHO PARA VERLO COMPLETAMENTE DESNUDO!!!
YO SOLO LO VEO EN MIS SUEÑOS!!!!!
JAJAJAAJ BESOS
JAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAAAAA
CIERTOOOO
chelis
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