I Wish {Liam Payne y TU}

{Tercera Parte}

Dejó a los enamorados solos, estaba feliz por ellos, pero tampoco negaría que sentía un poco de celos, claro tampoco es como si pensara gritarlo, suspiró y comenzó a caminar y recordó que llevaba helado. Revisó la bolsa viendo el estado de su tan preciado helado y notó que todavía seguía vivo, decidió comerlo mientras caminaba.
—No sé porque me siento como una chica recién rechazada, lo cual es irónico…—se dijo así misma tomando un enorme bocado de helado que le terminó helando el cerebro.
Mientras caminaba notó a varias parejas caminar acarameladas cerca de ella, ¡Dios! Hasta parecía que le echaban en cara su felicidad. Bufó molesta, todo era culpa del mes, ¡claro! Tenia que ser febrero, el mes de los enamorados, miró sus alrededores, corazones, colores lindos, adornos simplemente románticos que remarcaban el tan dichoso mes. Se quedó pensando y realmente no era que odiase febrero, en si por mucho tiempo fue uno de sus meses favoritos, especialmente por el hecho de recibir chocolates, y…por poder pasar un día especial con la persona que más quería, sin contar a su familia, pero al parecer este año no sería así…
Sacudió su cabeza tratando de despejar pensamientos deprimentes de su mente, le harían mal, y no podía ser tan egoísta, era su mejor amigo debía desearle lo mejor, a pesar de todo y aunque doliese… pero era inevitable pensar en el hubiera, si hubiese sabido que las cosas serian así probablemente no lo hubiese soltado tan fácilmente, probablemente no lo hubiese dejado ir o hubiese tratado más fuerte de hacerle ver lo que sentía, pero ahora no importaba, debía conformarme con lo que tenía…
Necesitaba seguir caminando, despejar su mente, ser positiva, pero le costaba, era difícil ser fuerte, quería poder dejar sus sentimientos fluir y que estos fueran bien recibidos, pero no era posible.
Dejó que sus pasos la guiaran y antes de poder darse cuenta se encontraba frente al edificio de departamentos en los que vivía Liam, suspiró si su inconsciente trataba de fastidiarla comenzaba a lograrlo. Se quedó frente a la puerta principal unos instantes, ¿y si lo esperaba?, ¿y si se disculpaba correctamente? Conociendo a Liam, este no le diría nada, probablemente se echaría la culpa y trataría de compensarla, pero realmente se estaba comenzando a arrepentir de su decisión, deseaba verlo, pero hacerlo podría tener consecuencias, ya había visto una ese día, y no quería lastimar a nadie y mucho menos así misma.
Decidió darse la vuelta e irse, regresaría cuando pudiese ponerle un alto a lo que sentía, aunque sabia que tal vez regresaría pronto, si estaba entre sus posibilidades estar cerca de él, aprendería a controlar lo que sentía. ¿Se estaría volviendo bipolar?, se preguntó y rió levemente ante el pensamiento, tal vez si, pero nadie dijo que una chica enamorada sería normal.
Mientras avanzaba comenzó a sentir como el mundo comenzaba a girar, se sintió mareada y tuvo que sostenerse de un muro, para no caerse, su respiración comenzó a volverse entrecortada y comenzó a sentir el cuerpo pesado, ¿qué estaba pasando?, ¿si tan solo hacia unos segundos estaba perfectamente? Sintió un poco de dolor atravesar su cuerpo y esta vez sintió como perdía el equilibrio, y recostó su cuerpo sobre la pared. Su mente estaba un poco perdida, y mientras caía al suelo, oyó una voz que decía
:—Duele, ¿verdad? Yo puedo hacer que se detenga… sólo sígueme
Trató de encontrar la fuente de la voz, pero no había nadie cerca de ella, levantó la vista, y frente a ella, se encontraba un joven ofreciéndole la mano, ¿era él quien le hablaba?, pero ¿cómo? ni siquiera estaba cerca de ella, y se oía demasiada clara la voz, debía estar alucinando.
Otro espasmo de dolor la recorrió y esta vez perdió por completo el equilibrio y cayó al suelo, volvió a escuchar la voz diciéndole lo mismo, comenzaba a dudar seriamente de su sanidad mental, y comenzó a caer en la inconciencia hasta que notó como unos brazos la alzaban, levantó la mirada para ver a la persona que la había ayudado, y sonrió al ver quien era, musitó un débil gracias y mientras éste la cargaba, volvió su mirada al lugar en el que creyó ver alguien hablándola pero se extrañó al no ver nadie.
—¿estás bien?—oyó que le preguntaba la persona, pero no pudo responder ya que la cayó por completo en la inconsciencia.
Cuando despertó se encontraba en un cuarto completamente desconocido, estaba recostada en una amplia, y sin levantarse de la cama, miró a su alrededor. ¿En dónde estaba?, ¿qué había pasado? Esa sensación de confusión comenzaba a hacérsele familiar, tal vez debió haber descansado más antes de ir a buscarlo…
Antes de que pudiese hacerse más preguntas, la puerta de la habitación se abrió, dejando ver a Zayn mirándola preocupada.
—Hasta que despiertas, comenzaba a creer que iba a necesitar llevarte al hospital, —dijo y se acercó a ella y le puso un paño mojado en la frente.
—¿Cuánto tiempo estuve así?—preguntó ella
—Como una o dos horas, no estoy seguro… Liam acaba de llamar no tarda y viene…—comentó y vio como ella palidecía.
—¿Qué?, ¡no! ¡yo me voy!— y haciendo un esfuerzo trató de levantarse fallando totalmente y haciendo que Zayn tuviese que detener su caída y la volviese a recostar en la cama.
—Eso si que no señorita, usted se queda a descansar, — le respondió dándole una mirada que no daba opción a negociar, —¿sucedió algo entre ustedes para que no quieras verlo?
Ella negó e infló sus cachetes molesta, él rió levemente, parecía como si hubiese regañado a una niña pequeña.
—Entonces he de suponer que estás molesta por otra cosa, tal vez sean celos…— dijo él tranquilamente, haciendo que ella lo mirase sorprendido.
—¿Cómo sabes?
—No estaba seguro, pero se te ve en la cara y con tu respuesta me lo acabas de confirmar.— Respondió él y ella se sonrojó levemente.
—¿tan obvia soy?— preguntó
—No demasiado, pero cuando estás cerca de Liam se te ilumina el rostro.
Ella se quedó en silencio, él sólo le sonrió y añadió: —En fin, descansa otro rato, —y salió del cuarto dejándola sola. Pensó que no podría volver a conciliar el sueño, pero se equivocó, antes de darse cuenta se había vuelto a quedar dormida y no supo nada más hasta que sintió como alguien la abrazaba fuertemente. Abrió los ojos y se encontró con Liam, intentó hablar pero él no se lo permitió y le dijo: —No me vuelvas a hacer eso, no te vuelvas a ir sin decirme nada.— Ella sólo le respondió el abrazó, y hundió su rostro en el pecho de Liam, Dios, sabía que estaba perdida…perdidamente enamorada del torpe que la estaba abrazando y que no se daba cuenta de que sus acciones influían en ella como no se imaginaba.
Y todo esto mientras un par de ojos cafés los miraba fijamente desde el marco de la puerta de la habitación.