"Un año de Lluvia" (Nick & Tú)

____________ posiblemente en este momento me estás odiando. No, no creo que me odies, es imposible que tú odies a alguien, por eso te pasan estas cosas, por eso eres mi amiga, por eso te enamoras de esos hombres. Pero también por eso, por ese mismo motivo eres especial.

Yo no soy un buen escritor, ni siquiera soy escritor, tú si lo eres y estoy segurísimo de que hasta una simple carta tuya se puede convertir en una obra literaria, pero no es mi caso. Eso no me detiene para escribirte lo que sucedió, la razón por la cual te mentí de aquella manera. Sabes que soy una persona que no le agradan muchos las mentiras y sobre todo detesta hacerlas, me conoces, como yo te conozco a ti. Nos conocemos y sabemos hasta donde somos capaces de llegar cada uno, entonces, sabrás, que lo que hice no lo hice con malas intenciones, ni siquiera pensaba en eso, no puedo concebir hacerte daño, eres lo único y más preciado que tengo.

Clark me había pedido un favor, bueno, yo no sabía que clase de favor quería hasta que me pidió que vaya a su oficina, en West London. A Clark lo conocí en la revista, él es el director del musical que fuimos a ver ¿Lo recuerdas? Él me regaló las entradas. Yo fui a su oficina, y allí estaba él, ocupado, como siempre. Clark no es nada mío, ni siquiera es mi amigo. Él me pidió algo, que según él, solo le podía confiar a alguien como yo. Él me pidió que fuera a buscar a uno de los actores de la obra a su casa. Te imaginas mi cara en ese momento, yo esperaba que me confiara el secreto del éxito, o incluso cualquier otra cosa.

Ese actor es Nicholas, Nick, sabes muy bien de quien hablo, Clark me dijo que ese chico tiene problemas y que desde hace unos días está faltando a los ensayos, me dijo que él no iría a buscarlo porque sería darle demasiada importancia al chico y que si mandaba un empleado sería darle demasiada confianza a los empleados. Me dijo que no tenía ánimos de cambiar el actor, porque ninguno era tan bueno como él y que le había costado bastante que aceptara su oferta. No me negué. No lo haría, me conoces.

El edificio donde vive Nicholas es enorme, y simple, pero se nota que es mucho más carao que el mío o el tuyo. Me dejaron pasar porque les dije que venía de parte de Clark. Una chica me acompañó hasta la puerta, y por más que golpeamos y tocamos el timbre nadie abrió. Pasamos al menos quince minutos intentando hacer que abra la puerta y nada. La chica no hablaba demasiado pero parecía preocupada, un poco después llegó el encargado del edificio y le preguntamos si tenía la llave del departamento. Pero Nick se la había pedido el día anterior, porque supuestamente había perdido la suya. Tuve que tirar la puerta ___________, entre tantas embestidas acabé por romper uno de los números que adornaba la puerta. Pero al final se abrió. Estaba todo oscuro, aquello había dejado de ser el favor que le hacía a Clark, se había convertido en algo más, yo no podía irme simplemente y dejar de preocuparme por esa persona, a quien no sabía qué era lo que le ocurría, hacía días que estaba encerrado allí me dijeron.

Encendí la luz de la habitación. Nunca había visto algo así. Pero no me quedé paralizado, era como si supiese lo que tenía que hacer. Él tuvo que haber sufrido mucho para hacer algo así. Corrí y tomé sus muñecas con fuerza, con todas mis fuerzas para detener la sangre. No supe que si por algún motivo me desconcentraba, dejaba de hacer fuerzas él se iba a desangrar. Sentí culpa, no sé por qué, por haberme detenido antes de llegar, por haber pensado que lo que iba a hacer allí era inútil. Pero no importaba lo que yo sientiera en ese momento, la vida de ese chico corría peligro. No supe quien llamó a la ambulancia, pero pronto aparecieron los paramédicos y se encargaron de él. Me preguntaron muchas cosas de las cuales no tenía ni idea, como el tiempo que hacía que él se estaba desangrando, o si había tomado algo además de haberse lastimado las muñecas, me preguntaron si sabía si padecía algún desorden psicológico y miles de cosas de las que no tenía idea. Apenas sabía su nombre y que realmente estaba demasiado triste como para haber intentado morir. No pude simplemente irme a mi casa cuando lo subieron a la ambulancia, ni siquiera pude caminar a mi auto me metí en la él con él ambulancia, me senté a su lado y viajé con él al hospital. Pasó casi un día hasta que se despertó. Nadie vino a verlo, nadie se había enterado, o nadie se interesaba en saber de él.

Tuve que volver a su casa para poder buscar algún número de teléfono o algo para comunicarme con algún pariente o amigo suyo. Su teléfono estaba vacío, no tenía mensajes, ni números de teléfonos, sentí un escalofrío al pensar que él había planeado todo esto, porque así era. En su departamento no había ni comida, ni nada que indicara que el pasaba mucho tiempo allí, hasta sus cosas estaban embaladas, en cajas o bolsas. Lo único que encontré a mano además de su teléfono fue una pila de libros, todos tuyos ________ , desde el primero hasta el último.

Volví al hospital aún temblando, ni siquiera fui a trabajar, ni siquiera te llamé ese día. Seguro lo recuerdas. Seguro tuvo que inventarte alguna escusa tonta luego. Cuando despertó yo estaba allí. Me partió el corazón. Él no podía mirarme a los ojos y recordé lo que me habías dicho sobre eso, él está enfermo de miedo, por algún motivo. No me habló aunque yo le hablara. Yo le hablé de ti y sus ojos parecieron cambiar repentinamente. Me miró a la cara y se mantuvo así en silencio por un momento. Luego me pidió que no te dijera nada. Me lo pidió por favor. Y yo supe que si te lo decía vendrías corriendo a atenderlo y cuidarlo. Él también parecía saberlo y no lo quería, ni siquiera quería que yo estuviese allí, pero es demasiado amable como para decirlo. Él hubiese preferido que al segundo intento de abrir su puerta yo me hubiese ido, pero no lo hice y la verdad es que agradezco no haberlo hecho, este chico no merece morir, no tiene que morir.

Su teléfono sonó una vez cuando estaba dormido. Era una chica la que estaba llamando, y yo sabía que no debía decirle nada como me había pedido, pero se lo dije. Ella parecía preocupada. Pero le pedí que no viniera y al parecer no lo hizo.

Cuando hace un momento me llamaste para preguntarme por él tuve demasiadas ganas de contarte todo, pero no pude. De todos modos sé que te vas a enterar, porque las mentiras tienen patas cortas y porque lo sé. Alguna razón tiene que haber para suceda todo esto, no pasa simplemente porque sí. Hubo una razón para que nos conozcamos y hubo una razón para que lo hayamos conocido a él. Seguramente en este momento estás con él y te estás enterando de que te mentí. Perdón. Juro que odié el momento en el que tuve que hacerlo. No volveré a hacerlo jamás. Lo prometo

PD: No te acabes los bombones que también quiero

Te amo.
Liam.