Smile for me, Payne. TERMINADA.

Te despertaste sintiendo que habías dormido por una eternidad. Te estiraste y sin querer golpeaste a Liam que se despertó bruscamente casi tirándote de la cama. Te miró frunciendo el ceño y lo miraste avergonzada, no habías querido darle… sólo que se te había olvidado que él estaba ahí. De hecho, mientras que te dejabas dormir en la mañana, habías pensando que él probablemente se despertaría y se iría a su casa… pero no, él estaba ahí, contigo, y enfadado por lo que el ceño fruncido decía.

—Lo siento…—te reíste suavemente—se me olvidó que hay invitados en la cama.

—¿Qué hora es?—preguntó pasándose las manos repetidamente por el pelo en un intento de despejarse del todo.

—Van a dar las doce de la mañana—bostezaste—. ¿Te tienes que ir?

—Sí… —se levantó para después estirarse—. Hoy tenemos una firma de autógrafos en Francia por tanto tengo que viajar.

—¿Por cuánto tiempo es?—preguntaste con miedo, no confiabas en ti lo suficiente como para quedarte mucho tiempo sola. Sabías que con la primera ocasión saldrías corriendo para drogarte.

—Vuelvo en la noche pero muy tarde—aseguró poniéndose los zapatos—, no te preocupes, te llamaré cada vez que pueda, ¿vale? Uhm… sólo trata de no meterte en problemas.

—Vale—aceptaste sintiéndote una niña pequeña.

Ver como se iba no era fácil pero era su trabajo así que con un abrazo y con un beso en la frente te dejó y subió al taxi que lo llevaría a su casa. Te metiste dentro y empezaste a hacerte el desayuno, tu mamá despertaría en cualquier momento y si tenía ya la comida preparada le daba más tiempo de disfrutar un poco la casa. No hablaron mucho pero estuviste con ella viendo televisión o desayunando, llevabas tiempo sin hacerlo y aunque no había precisamente mucha comunicación, te hacía sentir bien viéndola reír con las tonterías que decía en la televisión o simplemente sentiendo su perfume. Siempre te había gustado como olía tu mamá.

—Me voy hija—se puso el abrigo—nos vemos en la noche. Come y ten cuidado, ¿vendrá Liam?

—No, él está en Francia hasta muy tarde—hiciste una mueca enfadada, querías tenerlo ahí a tu lado.

—Bueno, ten cuidado entonces—te besó la frente y salió por la puerta. Sonreíste y te tocaste la frente donde te había besado, tal vez podrías empezar a revivir la amistad que siempre habías tenido con tu mamá. Tal vez si no eras tan fría y cerrada, las cosas cambiarían un poco con ella. Y con eso recordaste las palabras de Liam… que tenías mucho de cierto.

Miraste alrededor y viste que la casa estaba un poco desordenada ya que tu mamá ya no tenía el mismo tiempo para limpiar. Asentiste con ganas y te pusiste a limpiar todo lo que pudiste haciéndolo lo mejor que pudiste. Te sentías satisfecha al ver todo en orden y ‘brillando’. Por desgracia no eras muy buena cocinera así que para dar también un paseo, fuiste al restaurante de comida rápida que había. A tu mamá le encantaba las samosas que eran unas empanadillas de forma triangular que tenían carne de cerdo dentro que provenían de India y de Pakistán (o esas zonas). La verdad era que estaban deliciosas así que compraste unas cuantas que posiblemente también te durarían para mañana por la tarde.

—¿Sí?—contestaste cuando sonó tu móvil.

—¿Qué haces?—escuchaste su voz.

—¡Liam! Estoy calentando la comida porque mamá no tardará en venir—hablaste entusiasmada—, le he comprado samosas, ¿sabes lo que son? ¡Son deliciosas! Y también he limpiado… y todo está bien. ¿Y tú?

—¿Puedo preguntarte algo?—escuchaste inseguridad en su voz.

—Sí.

—¿Has… tomado algo?

—¡No! Te lo juro que no—pestañeaste sorprendida, tanto que dejaste de colocar los platos en la mesa y te sentaste.

—Bien, entonces estoy muy orgulloso de ti ____(TN)—su voz era suave pero seria, no había ninguna diversión y eso te asustaba, ¿qué le pasaba a Liam?

—¿Te pasa algo?—preguntaste segundos después de dudar.

—No. Ya hablaremos de ello después. Voy a llegar sobre las doce de la noche, ¿estarás despierta o hablamos mejor mañana?

—¡Hoy!—casi gritaste—Hoy… ¿qué pasa Liam?

—No te asustes, no es nada malo, no te preocupes. Hablamos entonces más tarde. ¡Déjame algo de esa comida que has dicho, tendré hambre!—por unos momentos el Liam que conocías había vuelto.

—Bien, claro que sí, te esperaré—aseguraste—. Cuídate y no hagas desmayar a muchas chicas.

—Lo intentaré—rió y después escuchaste el pi-pi que te anunciaba que había colgado. Vaya, eso había sido raro. Él… bueno, él parecía serio y nunca habías visto tan serio a Liam. Enfadado sí, pero no tan serio. Parecía que algo malo había pasado y sentías miedo.

La cena con tu mamá fue divertida, rieron y hablaste con ella como nunca lo habías hecho. Cuando ella volvió a irse al trabajo suspiraste enfadada, trabajaba demasiado y tú no hacías nada… estabas decidida a buscar de trabajo desde mañana, sería la primera cosa que harías para mejorar tu vida. Liam llegó un poco más tarde de las doce pero llegó y eso te puso contenta. Lo abrazaste y viste que él estaba cansado, habría sido mejor que hablaran mañana, no habías pensando en él.

—Hola Liam—saludaste—¿tienes hambre?

—Un poco.

—Siéntate, te serviré la cena—casi corriste a la cocina, querías hacer algo bueno por él… él había hecho tanto que nunca podrías agradecérselo.

—Tranquila ____(TN)—rió suavemente mientras que se quitaba la chaqueta y se sentaba en el sofá dando un suspiro cansado.

—Bueno, son samosas… deliciosas. ¿Quieres alguna otra cosa? ¡Ah la bebida! ¿Coca-cola está bien?—él asintió y volviste a volar hasta la cocina.

—¿Ya has comido?—preguntó.

—Sí, con mamá. Bueno, ¿cómo te ha ido hoy?

—Muy bien, todo genial—admitió.

—¿Cómo están los chicos…?

—Bien. Mañana tienes que venir conmigo a la fiesta de Louis, es importante para él—se apresuró a decir cuando empezaste a protestar—por favor, dales una oportunidad. ¿No crees que se la merecen?

—En fin, sí. Ahora, ¿de qué querías hablarme y por qué sonabas tan serio? Me asustaste.

—Danielle. Danielle me llamó.

—¿Y… qu-qué quería?—lo miraste nerviosa. Si ella volvía a la vida de Liam estabas acabada porque ella sería su novia y tú… tú no tendrías ninguna esperanza más. Sonara egoísta, malo o no, no querías que ella volviera por muy buena chica que era. Querías a Liam contigo, no querías compartirlo con nadie.

—Me contó en cómo le va por ahí…—habló Liam ausente—y me dijo que me extrañaba y que dentro de una semana estaría en Londres por unos días. Me dijo que si podíamos vernos, que se había equivocado en la decisión que había tomado.