Smile for me, Payne. TERMINADA.

Ver a tu mamá en casa no estaba entre tus planes así que al ver que estaba haciendo comida te congelaste, se suponía que ibas a hablar con Liam tranquilamente y viéndola ahí… sería incómodo. La miraste y viste que estaba cansada, nunca la habías visto de esa forma, y sabías que todo eso venía de que trabajaba muchísimo. Suspiraste, estabas siendo una egoísta, simplemente pensando en ti y en tus malditas adicciones. Liam te dio una pequeña sonrisa y te empujó hacia ella, era obvio que quería que la abrazaras… o algo parecido.

—Hola mamá, hemos venido a pasar el rato aquí, espero que no te moleste—hablaste incómoda y sin saber si abrazarla o no, te costaba estas demostraciones de afecto con las personas que querías.

—No pasa nada—sonrió—estoy haciendo comida y pastel, ¿se quedan a cenar? Tonterías, claro que se quedan. Hola Liam, ¿qué tal estás?

—Muy bien, ¿y usted?—adelantó unos pasos y le dio un abrazo. Eso te hizo sentir mal, hasta un desconocido podía abrazar a tu mamá y tú… no.

—Bien hijo, bien—sonrió y viste que en su sonrisa agradecía el abrazo recibido. Te pellizcaste el brazo con rabia, tú también la querías, tú también querías abrazarla y sentir que no había nada malo en eso… pero cada vez que lo hacías te sentías culpable por todas las cosas que hacías y ella no sabía. Apretaste los labios y empujaste todos esos pensamientos lejos, era lo mejor.

—Nosotros vamos a ir a mi habitación a mirar alguna película o algo, si necesitas ayuda llámanos sin dudar… te escucharemos—hablaste cortante.

—Vayan—aseguró ella y siguió haciendo sus cosas.

—Gracias…—empezaste y ella te miró sonriente. Ibas a continuar pero no sabías qué decir así que simplemente le diste un beso en la frente y corriste hacia las escaleras con las mejillas sonrojadas.

—Se podría decir que eso fue un gesto bonito—sonrió Liam cuando te encontró sentada en la cama con gesto ausente.

—Calla.

—¿Por qué? No entiendo porqué eres tan fría con las personas que te rodean y quieren tu bien. Es obvio que esa madre daría la vida por ti y te tiene en un pedestal como la mejor hija del mundo—lo miraste seria—y no, no te lo mereces ____(TN). No te mereces la madre que tienes.

—¡Cállate!—gruñiste en respuesta.

—¿Duele la verdad? Deja las tonterías, hazlo por ella, demuéstrale que eres una buena hija. Y de vez en cuando un abrazo… o simplemente ayúdale en las tareas domésticas, le dirá más que cualquier palabra que le puedes decir.

Te negaste a escucharlo más, te concentraste en el suelo para que él se sintiera ignorado, odiabas a Liam porque tenía razón… y no querías que tuviera razón. Te tentaba sacarle la lengua en signo de burla como los niños pequeños pero sabías que eso sería un gesto demasiado infantil y no querías avergonzarte más. Suspiraste y te levantaste para poner algo de música, Chris Brown parecía bueno en ese momento. Liam asintió y se tumbó en tu cama mientras que cantaba la canción. Liam… en tu cama… odiabas que se viera tan perfecto. A cada lugar que iba parecía que pertenecía, no se sentía incómodo, no se veía fuera de lugar… lo odiabas por eso. Incluso en tu cama parecía que llevaba una eternidad y que era su lugar.

—¿Liam…?—lo llamaste después de unos minutos de silencio.

—¿Sí?—el paró de cantar y te miró.

—Yo… yo iba a consumir—admitiste mirándote los dedos nerviosa—pero no pude, algo me lo impidió… y después llegaste tú y se me fue de la cabeza, ya no pensaba en ello.

—Supongo que eso es un progreso, ¿no? En primer lugar tienes que darte cuenta que no necesitas eso para ser feliz ____(TN). Estás aquí conmigo, hablando y ves que no lo necesitas para nada. ¿Sabes? Te prefiero más así que cuando estás drogada.

—No hablemos de eso… por favor—frunciste el ceño y te colocaste en la cama también—vamos a fingir que todo está bien y en paz. Abrázame fuerte y no me sueltes.

Y por arte de magia todo estaba bien en sus brazos. Cerraste los ojos y te colocaste de lado con la cabeza en su pecho. Él te abrazó y te meció suavemente al ritmo de la música. No sabías exactamente cómo te habías quedado dormida pero los sueños empezaron a atraparte y te dejaste llevar. Cuando despertaste estabas envuelta en una manta… y lo más importante era que Liam seguía ahí, ahora dándote la espalda pero seguía ahí durmiendo. Sonreíste y le envolviste a él también con la manta, seguramente había sido tu mamá quien lo había hecho. Diste un suspiro aliviado y le abrazaste para volverte a dormir. Esas cosas que sentías no debían de estar ahí… lo sabías, pero volviste a empujarlos lejos y cerraste los ojos descansando tu mejilla en su espalda. Sí, así querías siempre a Liam, a tu lado.

—Mmmmm—empezó a moverse y te apartaste ya que él se dio la vuelta dándote la cara.

—Shhhhh—le tranquilizaste acariciándole el pelo. Él sonrió en sueños y se acercó a ti abrazándote.

Sonreíste también y enterraste tu cara en el hueco de su cuello, hmmm, que bien olía.
A la mañana siguiente despertaste cuando sentiste que Liam se movía, abriste los ojos de golpe y viste que él estaba intentando levantarse pero tú lo abrazabas, bueno, mejor dicho lo asfixiabas. Sonrojándote te apartaste y te tapaste con la manta en protección. Él sonrió y viste que entró al baño… en ese tiempo aprovechaste para ver el reloj y viste que todavía eran las seis de la mañana, joder, ¿qué hacías despierta? Con un gruñido volviste a cerrar los ojos obligándote a dormir, no querías saber si Liam volvería o se iba… si es que se iba, sería demasiado doloroso… porque querías que se quedara contigo.

—¿Me haces sitio?—escuchaste a Liam y con una sonrisa escondida le dejaste sitio donde él se metió y se tapó rápidamente ya que hacía frío—Brrr que frío hace…

Lo abrazaste en silencio y te hiciste la dormida, no pensabas… bueno, la verdad es que te sentías avergonzada, él no era tu novio y en cambio tú te comportabas como si lo fuera y no sabías si eso le incomodaba o no. Cuando sentiste que te abrazaba también respiraste aliviada y contenta, de momento no le incomodaba y eso se sentía bien. Era agradable sentir su calor y el latir de su corazón.

—Deja de hacerte la dormida…—escuchaste su voz y soltaste una risa sin poder evitarlo. Levantaste la mirada y te encontraste con la suya. Si todas las mañanas podrías encontrarte con su mirada sería todo perfecto. Ese hombre a tu lado para toda la vida. Sonaba agradable… y era imposible. Bajaste la mirada y diste un suspiro, era mejor que no te hicieras más ilusiones, ya bastaba con todas las tonterías que tenías encima, lo que te faltaba era enamorarte.

—¿Liam?—lo llamaste para asegurarte que no estaba dormido.

—Mmmmh.

—¿Y si… y si te empiezo a querer?

—No hay absolutamente nada malo en ello—contestó sencillamente.

—No… no, algo, un sentimiento más fuerte Liam.

—No hay absolutamente nada malo en ello—volvió a repetir.

—Pero tú… sigues amando a…

—Duerme _____(TN)—te interrumpió y sabías que era demasiado pronto para hablar de Danielle y de lo que significaba aún en su vida.

—Que sueñes bonito Liam.