Smile for me, Payne. TERMINADA.

Al entrar a la sala estaban cuatro chicos contando a Zayn. Saludaste tímidamente con la mano y Niall que era el que más te conocía se levantó y te dio un pequeño abrazo. Los demás te miraron con pequeñas sonrisas, no sabías cómo interpretar eso pero por lo menos no estaban serios o con cara de asco, era un buenísimo comienzo. Liam te ofreció algo de beber y tuviste que sentarte al lado de Zayn para el colmo. Estabas un poco incómoda en su presencia ya que parecía muy serio, en realidad no pegaba con ninguno de los chicos, ellos reían escandalosamente, decían chistes verdes, bebían cerveza…

En un momento dado te levantaste para ir al baño y no cogiste tu bolso, en esos momentos no se te estaba pasando por la cabeza drogarte, de hecho estabas divirtiéndote bastante bien, ellos eran muy graciosos. Para estar más cómoda te hiciste un moño y te echaste un poco de agua en la cara ya que estabas sintiéndote un poco mareada. Viste que estabas un poco pálida así que te pellízcate las mejillas para dar un poco de color. Te arrepentías de no ser de las chicas que se maquillaban mucho, en estos momentos no te sobraría un poco de maquillaje suave. Sintiéndote estúpida por pensar en esas cosas saliste del baño con una sonrisa y se convirtió en una mueca de horror cuando viste que los chicos estaban mirándote en el bolso.

—¿¡Qué estáis haciendo!?—quisiste correr para coger tu bolso pero no pudiste ya que el chico rizado llamado Harry te había cogido de la cintura y bloqueaba tus movimientos.

Louis y Zayn estaban hurgando en tu bolso mientras que Liam y Niall habían desaparecido de ahí. Querías gritar, pegarlos, quitarles el bolso… que no vieran eso, no querías estropear todo, ellos pensarían que eras una drogadicta. Sentías que las lágrimas estaban por salirte ya que sentías mucha frustración, Harry te agarraba y por mucho que forcejeabas no podías salirte de sus brazos.

—¡No, por favor no!—gritaste.

En esos momentos Liam y Niall entraron por la puerta con unas pizzas y te miraron confundidos para después mirar a los otros. Liam al verlos frunció el ceño y se quedó boquiabierto, nunca pensaría que sus amigos podrían hacer eso. Si se ponía la casualidad que eras drogadicta eso tendrías que decirlo tú cuando tuvieras la confianza suficiente, no era correcto que ellos te obligaran a hacerlo. Con rabia dejó las cajas de pizzas y fue a arrebatarles el bolso… aunque fue demasiado tarde, una bolsita con un poco de polvo blanco estaba en las manos de Zayn.

—A esto me refería yo…—aseguró Zayn enseñando la bolsita.

—Pero…—te miró Liam—. Ya puedes soltarla Harry.

El rizado te soltó y caíste directamente al suelo. No querías llorar pero las lágrimas estaban deslizándose solas por tus mejillas. Te tapaste la cara con las manos y empezaste a sollozar sin controlar. Ellos te habían descubierto y de la peor manera. Sentiste que alguien te abrazó pero no sabías de quién se trataba y tampoco querías mirar para ver, estabas avergonzada, te sentías humillada… ya no tenía sentido nada.

—Tranquila no pasa nada—escuchaste susurrar a alguien. No querías levantar la mirada porque sabías que todos te juzgarían, todos te odiarían y ninguno quisiera volver a verte más. Y eso dolía porque le tenías un cariño especial a Liam, no querías que tuviera mala opinión de ti… aunque era algo tarde.

—Han hecho muy mal esto—escuchaste la voz de Liam aunque no era algo cercano, al parecer estaba fuera de la habitación o es que estabas empezando a escuchar mal.

—Vamos a levantarnos—reconociste la voz y supiste que era Harry quien te había estado abrazando. Irónico, el que te había sujetado ahora te estaba abrazando.

—¿Por qué han hecho esto?—preguntaste en un susurro—Porque… yo…

—No te preocupes, Liam ya está hablando con ellos—habló Niall. Significaba que ahí sólo quedaban Harry, Niall y tú. Perfecto, querías que Liam tirara por la ventana a los otros dos. De hecho, no pensabas ni volver a mirarlos a la cara, por estúpidos, por ser personas sin educación y hurgar en tu bolso. Ahora más que humillada, estabas indignada y enfada. Cuando pensaban salir de ahí, pensabas… bueno, no sabías qué ibas a hacer pero sentías tus mejillas rojas de la vergüenza.

Cuando Liam volvió a la sala te miró con vergüenza, él también lo sentía, tal vez más que los otros dos chicos que estaban cogiendo sus cosas para irse con la cabeza agachada. Querías decirles algo pero no podías, simplemente agachaste tú también la cabeza y esperaste a que Liam empezara a despreciarte. Estabas casi segura que iba a echarte de su casa y no era ninguna sorpresa, te había pasado antes, no era nada nuevo.

—Yo… recogeré mis cosas y me iré, lo siento—quisiste levantarte pero Harry te volvió a sentar suavemente. Lo miraste con los ojos abiertos y él te sonrió débilmente, sabía que su amigo no haría nada malo, confiaba en eso.

—Esto bueno, ha sido algo…—empezó Liam—yo lo siento, no quería que algo así pasara. Si hay algo que pasa en tu vida creo que es tu elección decirlo o no. Los chicos bueno, pensaban que estaban haciendo algo bueno pero creo que ya han entendido que han hecho mal. Se disculparán en cuanto puedan.

—¿No vas a odiarme, echarme o algo parecido?—preguntaste riéndote sin humor, era raro que no pasara nada de eso.

—¿Por qué debería de hacerlo?—preguntó parpadeando sorprendido.

—Porque todas las personas que saben… eso, me odian—reíste.

—Mira ____(TN), si tienes el problema que todos pensamos, creo que empezando por aceptarlo es lo mejor. Hemos hablando, he visto tu comportamiento, sé que no eres una mala persona o lo haces queriendo. Has llegado a esto por algo y necesitas ayuda. Yo quiero ayudarte, ¿me entiendes?

—¿Ayudarme? ¿Por qué quisieras hacerlo? No valgo la pena Liam—le quitaste importancia al asunto—. Soy esto que ves, si te gusta así está todo bien, si quieres cambiarme no funcionarán las cosas.

—Sí vales la pena—aseguró sentándose a tu lado—. Seguro que hay algo que quieres hacer. Acabar con todo esto de una vez, ser alguien normal que no tenga necesidades tan ilegales. ¿No lo has pensando nunca? Por favor piénsalo.

—He intentando hacerlo y lo único que logré fue… que una persona muriera, no quiero volver a intentarlo, estoy bien así—aseguraste con voz dura. Los tres chicos se miraron entre ellos y después dirigieron su mirada de nuevo a ti. Sabías que probablemente no entendían mucho lo que estabas diciendo pero en este momento tampoco te creías capaz de contar todo. Era uno de esos momentos donde querías cerrarte del mundo, simplemente desaparecer, volverte invisible.

—Seguro que no es todo tan malo—habló Niall por primera vez.

—Malo no es nada Niall. Estoy bien mientras que tenga todo lo que necesito. No es una mala vida—te encogiste de hombros ante las sorprendidas miradas de los chicos. Probablemente sonabas como una loca… pero a esta altura ya nada te importaba.

—Pero… ¿y qué pasa cuando no lo tienes?—preguntó Harry.

—Pues… lo consigo como sea.

—¿Y no tienes otras aspiraciones? ¿Sueños?—preguntó Liam y viste que en su mirada había tristeza.

—Si te refieres los sueños, metas, proyectos y todas esas palabras propias de las personas que todavía tienen esperanza y optimismo… no, no tengo. Tengo otro tipo de aspiraciones que no son lo que se dice… legales. Sin embargo me ayudan a sobrellevar mi vida en el mundo y me hacen olvidar momentáneamente de los problemas que me aturden. Tus aspiraciones le dan sentido a tu vida… las mías me matan de a poco—suspiraste y sonreíste con tristeza.

—Eres muy joven todavía…—susurró Liam agarrando tu mano con suavidad—, no puede pasarte esto.