Smile for me, Payne. TERMINADA.

Unos cuantos meses pasaron y no volviste a ver a Liam. Te había mandando algún que otro mensaje y le contestabas, pero nada de verle y esas cosas, y la verdad es que tenías ganas de verlo, no entendías porqué. Sabías que estaba ocupado, tenía una vida interesante, no como tú. Reíste sin humor y volviste a darle una calada al porro tan bien hecho. Te habías quedado sin dinero para cocaína… y aunque estabas casi volviéndote loca, la marihuana te calmaba un poco en los momentos más desesperantes.

—¡Hija!—escuchaste como tu madre te llamaba desde abajo. Apagaste el porro, echaste ambientador y saliste del baño para ver qué quería, era mejor portarte bien y no provocarla porque si no, no te daría el dinero que necesitabas.

—¿Qué?—preguntaste cuando llegaste.

—Quiero que vayas a la tienda y me compres algunas cosas, estoy haciendo la comida y acabo de ver que me faltan y no puedo dejar esto así en el fuego—habló ella mientras que apuntaba las cosas que tenías que comprar en un papelito. Bueno, no tenías muchas ganas la verdad pero de mala gana aceptaste.

Saliste de la casa pensativa y en las nubes, estabas distraída… aunque bueno, tampoco tenías que hacer otra cosa mejor que estar así. Frunciste el ceño cuando divisaste a un grupo de chicas persiguiendo a un chico, vaya, qué locura hacían por un simple chico. Al acercarte… te diste cuenta que era el amigo rubio de Liam, Niall por lo que recordabas. Él se disculpó rápidamente y empezó a dirigirse en tu dirección.

—Hola chica—saludó sonriente.

—Hola chico—reíste—. ¿Perseguido?

—Un poco…—miró a su alrededor y vio que las chicas seguían haciendo miles de fotos y gritaban.

—He salvado tu culo—reíste—es obvio que no se volverán a acercar.

—¿Y dónde vas, te vas a ver con Liam?—preguntó metiendo sus manos en los bolsillos delanteros.

—No, tengo que comprar, mi mamá me mandó—blanqueaste los ojos—. ¿Y tú?

—Yo simplemente quería dar un paseo pero creo que le haré una visita a Liam, lo está pasando mal.

—¿Por qué?—lo miraste sorprendida, ¿qué le pasaba a Liam?

—Uh, bueno, sabes de Danielle, su novia, se han tenido que dar un tiempo porque ella ha tenido ciertos problemas. Y él no lo ha visto bien, y está pensando que es una ruptura definitiva.

—Oh—fue lo único que pudiste decir. Parpadeaste sorprendida y tu corazón se encogió, Liam estaba triste por su novia, joder, querías verlo, no eras muy buena consolando pero simplemente querías verlo. Te mordiste el labio y miraste a Niall que seguía andando a tu lado. ¿Y si…? No, no, probablemente no era lo correcto. No eras más que una conocida.

—Eres chica, sabrás de estas cosas, ¿qué crees que hará su novia?—te preguntó encogiéndose de hombros.

—Yo… es que, no he tenido muchas relaciones la verdad—admitiste—. Me he enamorado una vez y… bueno, él se ha ido. No sabría qué decirte, no soy buena consolando.

—Yo tampoco…—admitió—. ¿No te gustaría verlo…? Entre los dos tal vez podamos animarlo, yo lo único que sé es hacerle reír pero hay veces donde ni siquiera eso ya me funciona. Eres chica, tienes otro tacto. Vamos a comprar, llevamos esto a casa y te vienes a ver a Liam, ¿por favor? Es importante, mi amigo está deprimido y odio verlo.

Parpadeaste deprisa, demonios, Niall hablaba tan rápido que te costaba seguirlo, se parecía a ti en ocasiones. Reíste suavemente y asentiste con la cabeza, parecía que él te había leído el pensamiento. Era más que obvio que ibas a visitarlo… necesitabas verlo y asegurarte de que estaba bien, y no pensabas darle muchas vueltas a esa necesidad, te negabas a ello.
Compraste rápidamente las cosas y se las llevaste a tu mamá, le dijiste que ibas a ver a un amigo porque no estaba bien y sonrió, cuando escuchaba que salías con amigos y amigas se ponía contenta, además al ver a Niall sonrió más, seguramente estaba haciéndose otras esperanzas pero no tenías tiempo de explicarle ahora, querías ver a Liam, ya, no ibas a esperar más.

—Niall, hola amigo—saludó Liam cuando abrió la puerta—. Oh, hola ____(TN).

Sonreíste mirándolo, vaya, tenía nuevo look, se había rapado. Lo primero que hiciste fue mirarlo incrédula, demonios, ¿dónde estaba su tupé? Ok, bueno, así también estaba hermoso. Ladeaste la cabeza y lo observaste mientras que él se quedaba quieto para tu estudio. Cuando volviste a la realidad, le pasaste la mano por su pelo y empezaste a reír divertida, se sentía bien cuando pasabas la mano, era suave.

—No pensaba que te vería alguna vez así—sonreíste.

—Sí… yo tampoco, pero un nuevo look no viene mal de vez en cuando—se encogió de hombros. La gran pregunta era, ¿por qué lo había hecho? ¿Por qué había querido o por la ruptura de su novia? Había personas que lo hacían… pues no sabías porqué, pero tú lo habías hecho. Cuando Nathan había muerto también lo hiciste, él siempre había dicho que adoraba tu pelo… y por alguna extraña razón te lo cortaste corto para olvidar todo lo que te decía de él. Ahora había crecido por supuesto, pero te arrepentías de esa tontería.

Se veía que Liam estaba raro pues no sonreía tanto y llevaba unas tremendas ojeras debajo de sus lindos ojos. No estaba tan animado que de costumbre y se distraía con mucha facilidad, ya no se metía en todas las conversaciones para participar y suspiraba de minuto en minuto. Desde el sofá lo observaste largo rato, no sabías la razón de Danielle pero sabías que ninguna era válida, no dejarías a ese chico ni en mil años, si sería posible, lo pegarías a ti de por vida. Aunque bueno, eso era imposible por desgracia.

—¿Has hablado más con ella?—le preguntó Niall mientras que cogía su cerveza.

—No, no me contesta—suspiró Liam y su poco ánimo bajó.

—Ya verás como todo saldrá bien, sólo tienes que creer Liam—hablaste intentando consolarlo, no eras muy buena—. Y eres demasiado especial para que ella te deje, ya verás como dentro de poco tiempo volverá.

—¿Y si no lo hace? No puedo estar haciéndome esperanzas, será peor la caída—se levantó bruscamente Liam—. Quiero saber la verdad, que me diga si todos e resolverá o me iré al demonio con estos sentimientos. Han sido dos años de relación, creo que merezco una explicación.

—Tranquilo—habló Niall.

Liam quiso decir algo pero cerró la boca sentándose bruscamente de nuevo. Intuías que habría salido una palabrota así que soltaste una risita que provocó que los dos te miraran interrogantes. Te encogiste de hombros y cogiste tu vaso de coca-cola para darle un trago y despejarte. Llevabas dos días sin cocaína y eso te estaba matando, y llevabas dos horas sin fumar nada. Te mordiste el labio y empezaste a mover la pierna inquieta, allá iban los tics estúpidos. Los dos te miraron ya que notaron tu cambio de comportamiento… pero sonreíste intentando parecer normal.

—¿Por qué no llamamos a los chicos? Necesitamos una reunión—suspiró Liam pensativo. Niall sonrió y asintió para sacar su teléfono y mandar mensajes a los chicos, no sabías a qué chicos se refería pero no planeabas quedarte.

—¡Quédate tú también, será divertido!—te pidió Liam con una débil sonrisa y no pudiste negarte.

Lo que más nerviosa te puso es que uno de los chicos que había dicho Liam, no había parado de mirarte en toda la noche. Te daba miedo, parecía leerte hasta la mente y saber qué demonios habías hecho. Te hacía sentir culpable con su mirada profunda.