Solving my Problems (Niall Horan)

Capítulo 4


La semana había pasado volando y ya era viernes por la noche, Joseph estaba dando una fiesta esta noche y por lo visto toda la escuela iba a estar ahí, por lo que iba a ser un gran evento. Joseph había estado rondándome desde ese día en el techo y me había invitado personalmente, creo que esperaba que “anunciáramos” que habíamos vuelto. Pero yo aún tenía mis dudas, ahora que podía pensar en el beso con distancia me cuestionaba si es que no habría sido todo por causa de mis recuerdos, los motivos por los cuales nos alejamos y terminamos rompiendo me habían acosado toda la semana y hoy era la noche definitiva. Iba a darle una respuesta, ya fuera sí o no, no estaba segura de que iba a depender esa respuesta, pero estaba decidida a darle una.

Harry pasaría en cualquier momento a buscarme, ya que era el conductor designado por la noche, yo era la primera ya que mi casa quedaba más lejos que la de Jen y Lou respecto a la de Joseph. Me miré al espejo fijamente mientras me ponía unos aros largos y plateados, llevaba unos pantalones pitillos, bototos semi desabrochados hasta media pierna y una blusa negra, solo había encrespado y puesto rímel en mis pestañas como maquillaje, solo me faltaba agarrar mi celular y estaría lista para cuando Harry llegara.

Una bocina sonó y supe que habría sido demasiado bueno para ser cierto, corrí hacia la cocina donde mis padres estaban comiendo y conversando, agarré mi celular y besé sus mejillas.

-¿Está cargado? – preguntó mi mamá.
-Sí – le dije.
-¿Llevas plata en caso de emergencia? – preguntó mi papá por su lado.
-Nunca ha habido una emergencia, pero sí, está escondida en el bolsillo secreto - dije - Golpeando el bolsillo más pequeño de mi pantalón.
-Bien, diviértete entonces – dijo mi mamá mientras yo corría hacia el auto de Harry y cerraba mi puerta principal con fuerza. Emocionados “Holas” me recibieron desde el auto una vez que me senté junto a Harry.
-¿Chicos? – dije sorprendida, mientras veía a Jen y a Lou sentados en la parte trasera.
-Llegaron a mi casa con una botella de vodka – rió Harry – tu comprenderás que están un poco animados.

Los miré y efectivamente allí en el suelo había una botella hasta la mitad, Jen llevaba un vestido corto y de flores y Lou como siempre fiel a su estilo pantalones pescadores rojos y una polera azul.

-Amiga – dijo Jen muy feliz abrazándome desde el asiento trasero - ¿Crees que Liam estará allí?
-Si Horan está allí, entonces definitivamente Liam va a aparecerse – reí.
-Bien, quiero besarme con él – gritó Jen.
-¡Lo sabemos! – gritaron Harry y Lou.
-¿Quieres un trago Elle? – Me preguntó Lou – Aún queda mucho para llegar a la fiesta.
-Eh, no, no te preocupes, me aguantaré – reí. Que conste que no soy abstemia, bebo un poco, pero no soy muy fanática de ello desde que presencié como algunas de mis compañeras modelos cayeron en el alcohol y las drogas a edades muy tempranas. Cuando estábamos en primer año solíamos emborracharnos con Harry, Jen y Lou al salir, pero luego yo decidí que no me iba a convertir en una de esas chicas, así que bajé el ritmo y ahora solo bebo una o dos copas.

Jen y Lou siguieron riendo y cantando y riendo un poco más, por lo que Harry aprovechó para preguntarme:

-¿Decidiste algo ya?
-No aún, siento como que estoy esperando una señal – reí sin encontrarlo verdaderamente divertido.
-Como amigo te digo – rió Harry – que lo mandes a la mierda – reímos un poco antes de que él siguiera – No es que sea un mal chico, pero por algo terminaron la primera vez ¿No? Nada ha cambiado verdaderamente desde entonces.
-Es cierto – le respondí y miré por la ventana, Harry tenía razón ¿Qué había cambiado? La situación era la misma, aunque yo sentía que yo sí había cambiado, y quizás Joseph tampoco era el mismo y esto podía funcionar. Aghh, volvía al mismo lugar. Sin tener una decisión.

Harry se estacionó donde pudo y caminamos hacia la casa con Jen y Lou saltando delante de nosotros, con la botella de vodka colgando de sus dedos. La puerta estaba junta por lo que entramos para encontrar la familiar escena, muchos cuerpos bailando apretujadamente, vasos colgando en sus manos, parejas besándose y un “camino” hacia la cocina en donde múltiples tragos esperaban para ser servidos. Harry y yo nos dirigimos a buscar uno, mientras que Jen y Lou fueron a reunirse con Liam y Zayn quienes estaban en una esquina sentados conversando con otros chicos. Horan no estaba a la vista, pero seguro que estaba por ahí, probablemente en el segundo piso, en alguna habitación cerrada con llave y con una chica fácil.

En la cocina nos encontramos con Joseph y Harry pronto desapareció, lo maldije por dejarme sola, pero posiblemente lo había hecho con una buena intención, porque ese era quien era él. Maldito Styles.

-Hola nena – me saludó besando mis labios por un segundo, cosa que me sorprendió. Retrocedí un poco, pero él no pareció notarlo; sentí distintos pares de ojos mirarnos, pero intenté no prestarles atención.
-¿Qué te parece todo hasta ahora? – me dijo tras la incómoda pausa.
-Bien, parece que todos están disfrutando – comenté como quién comenta el tiempo. Esto estaba resultando de lo más embarazoso.
-Entonces – dijo él mirando a su alrededor - ¿Pensaste en lo que hablamos? ¿Tomaste una decisión? – su cara estaba tranquila, pero su voz sonó ansiosa. Eso solo logró ponerme más nerviosa.
-De hecho – dije tratando de no notar los ávidos oídos escuchando a nuestro alrededor – Estaba pensando en tomar una decisión esta noche, parece ser mejor que cualquier otra.
-Me alegro de oír eso – me sonrió él – Ve allá afuera y en cuanto terminé aquí – él estaba alistando algunas bebidas, te encontraré y podremos bailar o algo – Ese o algo, quedó colgando en el aire con una fuerte insinuación, pero decidí pasarla por alto.
-Seguro – le dije y me dirigí (casi corriendo) hacia donde estaban mis amigos.
-¡Auxilio! – dije en cuanto llegué y Harry me miró con preocupación.
-¿Ocurrió algo? – Me preguntó mirando de inmediato a su alrededor.
-No, no, no – solté mientras les hacía un gesto de saludo a Liam y a Zayn – Tengo que tomar una decisión, Joseph acaba de insinuárseme, o al menos eso creo.
-¿Joseph? – Preguntó Zayn confuso - ¿Tu ex?
-El mismo – dije con ganas de arrancarme el cabello – Quiere que volvamos – le dije para que ellos entendieran – Pero no estoy segura, es decir creí no sentir nada por él, pero luego me besó y todo fue como antes y…
-Creo que si en todo en lo que te estás basando es en un beso, entonces la respuesta debería ser no – me dijo Zayn pensativo – Claramente fue un buen beso, porque te hizo confundir, pero eso no basta para arreglar una relación – Lo escuché con atención, en parte porque siempre lo había encontrado inteligente y sensato (excepto por algunos de los horribles tatuajes que tenía) y en parte porque nadie más me decía nada, Jen y Lou estaban bailando y Liam estaba mirándola embobado. Harry por otro lado, ya había dejado claro lo que pensaba.
-Mira si ese beso no te hizo querer volver con él de inmediato, creo que es porque ya avanzaste – siguió Zayn – Eres humana, puedes dudar pero si aún lo amaras no habrías necesitado un beso para decirle que sí.
-Eres bueno – dijo Harry riendo – Yo no pude convencerla.

Mientras ellos reían y hablaban, yo me senté a un costado tratando de ordenar mi mente, Zayn tenía razón, desde que Joseph me lo dijo, lo único en lo que había pensado era en lo malo, en que cometería un error, en qué pasaba si era lo mismo. Si aún lo amara, todo lo positivo se habría impuesto y no habría confusión, la única manera de superarlo de forma definitiva era, sí, una ruptura limpia. Eso era lo que teníamos qué hacer.

Saqué mi teléfono y le escribí:

-Ya tomé una decisión.
-¿En serio? – Me respondió enseguida – Estoy ocupado, pero espérame en mi pieza. No tardo.
-Harry – le dije – Voy a ir a buscar a Joseph para decirle que no creo que sea una buena idea que volvamos.
-Está bien – me dijo – Cualquier cosa, me tienes en discado rápido ¿Cierto?
-Sí – le respondí – No creo que pase nada – reí – Pero atento de todos modos.

Me encaminé hacia la pieza de Joseph la cual quedaba en el segundo piso, había cuatro habitaciones ahí, además de un baño. Todo estaba tal como lo recordaba, paredes color marfil, parqué en el piso, la puerta de su habitación estaba semi abierta por lo que pensé que Joseph ya se encontraba ahí, me asomé y noté que todo estaba oscuro por lo que entré y cerré la puerta, prendí la luz, y ahí sentado en el suelo con una botella de ron, estaba Horan.
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¡Hola lectoras! Espero que hayan disfrutado el capítulo de hoy. ¿Las sorprendió? ¿Sí, no? ¿Qué esperaban que pasase? ¿Qué esperan ahora qué pase? Vamos sean buenitas y cuéntenme sus teorías :)
Besito y posiblemente la próxima semana suba el capítulo que sigue :)
Besito <3

Estaba a punto de decirle de una forma no muy educada que saliera porque tenía que utilizar la habitación, cuando me fijé en que él no había reparado en mí. Estaba mirando un punto fijo en la alfombra, completamente inmóvil y por lo visto completamente ajeno a lo que pasaba a su alrededor.

-¿Horan? – Dije de forma cautelosa, no quería ser agredida de alguna manera si él estaba teniendo un mal viaje a causa de la droga - ¿Niall? – probé de nuevo viendo que él no me contestaba, odié el haber dicho su nombre, pero él tenía una mirada preocupante en su rostro. Parecía completamente ido.

-¿Niall? ¿Estás bien? – repetí arrodillándome frente a él, cosa que pareció finalmente alertarlo de mi presencia porque me miró a la cara. Una sonrisa apareció en su boca y me dijo con desprecio:
-¿Qué estás haciendo aquí? ¿Ofreciéndote como sacrificio? Sabía que al final aceptarías lo que sientes por mí y vendrías a buscarme – Normalmente hubiera respondido de forma sarcástica, lo hubiera insultado y finalmente me hubiera alejado; pero la mirada en su rostro, la mirada que finalmente me dio cuando me miró. Eso me asustó.

Nunca lo había visto así, había sonreído, pero sus ojos habían permanecido impasibles, como si no tuviera la capacidad de sonreír más, su sonrisa no había llegado a sus ojos y eso me había asustado; no porque eso pudiera ocurrir sino que por el cómo me miró, la forma en que sus ojos se veían…

Era como si estuviera muerto, como si ya nada importara más porque nada podía matarlo.

-¿Estás bien? – Dije otra vez realmente preocupada – Yo solo… quería ocupar la habitación y por eso es que estoy aquí, pero me iré si estás um… ocupado.

Me volteé para alejarme de él, pero cuando estaba poniéndome de pie, él agarró mi muñeca; no fue un ligero agarre sino que fue fuerte, de hecho el dolor me detuvo por un momento y caí sentada al suelo frente a Horan.

-¿Qué ocurre? – le pregunté de forma violenta tratando de liberar mi muñeca, pero él solo me sujetó más fuerte – Horan me estás haciendo daño – logré articular mientras lo miraba y él me soltó como si quemara.
-¿Niall? ¿Qué pasa? – le pregunté, olvidando momentáneamente mi aversión a decir su nombre.
-¿Te hice daño? – me preguntó sin mirarme y yo creí que estaba entrando a un mundo paralelo ¿Desde cuándo que a él le importaba?; pero entonces me miró y vi tal vulnerabilidad en sus ojos que me detuvo de hacer la pregunta en voz alta - ¿Qué…?
-Yo solo… Solo quería que te quedaras aquí – musitó de forma tan baja que casi no lo escuché.

Eso hizo que por primera vez en meses lo mirara, de verdad lo mirara y me encontré con algo que había pasado por alto, Niall seguía sentado sosteniendo la botella, pero ahora me miraba a los ojos y aquellos que ahora estaban inyectados en sangre me rogaban que no lo dejara solo, como si estar solo fuera algo que no podía soportar.

-E-está bien – le respondí, me acomodé a su lado, con mi espalada apoyada en la cama y mis piernas entre mis brazos, mientras él daba un sorbo y se volvía a quedar inmóvil.

Pasaron unos momentos antes de que me atreviera a hablar de nuevo, pero cuando reuní el valor le pregunté:

-¿Qué pasó?, me refiero a… - me sentía como una tonta preguntándole esto pero necesitaba saber que lo había hecho estar así, cambiar así - ¿Qué te pasó que cambiaste tanto?
-¿Quieres salir de aquí? – me preguntó él en cambio y antes de que yo pudiera responder se puso de pie, tiró la botella en la cama, me agarró de la mano (esta vez entrelazando sus dedos con los míos) y me llevó por el pasillo hasta la escalera, solo tuve un vistazo de las personas abajo, pero el lugar estaba lleno y no pude distinguir a mis amigos.
-Oye ¿Niall? ¿A dónde vamos exactamente? – Traté de que me escuchara pero la música estaba muy fuerte, él solo siguió caminando y yo nunca lo solté, algo en mí me decía que no podía dejarlo solo ahora, que si lo dejaba solo algo podía pasarle.

Nos sumergimos entre la gente, pero nadie pareció notarnos, todos estaban muy ocupados o bien besándose apasionadamente o bien bailando sin soltar los vasos. Niall me llevó a través de la multitud en dirección a la cocina y pronto estuvimos en el patio lateral, el cual estaba un poco más despejado de gente. Íbamos caminando lado a lado ahora, aún sin soltarnos, me llevó al frente de la casa y caminamos por la acera en una dirección desconocida para mí.

Llevábamos como dos cuadras cuando mi teléfono sonó, el súbito ruido me hizo saltar y solté a Niall, de forma rápida lo saqué de mi bolsillo y vi que Joseph era quien llamaba. Oh Dios, Joseph. Lo había olvidado completamente, con toda esta situación de Niall me había olvidado por qué había ido en primer lugar hacia esa habitación.

-¿Algo va mal? – me preguntó Niall, lo cual encontré sorprendente pero no tuve tiempo de pensarlo mucho, mi teléfono seguía sonando y estábamos detenidos en medio de la calle.
-No todo está bien – le dije luego contesté - ¿Sí? – podía escuchar la música a lo lejos, pero la voz de Joseph se oía clara.
-¿Elle? ¿Dónde estás? – me dijo con apremio – Estoy en mi habitación y…
-Me fui – le dije, de pronto recordando que había estado mucho rato ahí con Niall y que él nunca se había aparecido, reprimí un suspiro y me di cuenta que había tomado la decisión correcta. Nada había cambiado entre nosotros, cada uno preocupado más de sí mismo que del otro – Te espere, pero nunca apareciste – traté de no filtrar decepción en mi voz, pero no pude evitarlo una vez que lo similar de esta situación se asentaba en mí.
-Solo me demoré un poco – me dijo su voz sonando lejana y supe que estaba mirando la hora en su teléfono - ¿Dónde estás? Aún podemos pasar tiempo juntos yo…
-No te preocupes – le respondí – Yo me fui antes, pero… mi decisión no ha cambiado.
-¿En serio? Me alegro – dijo sonando aliviado – temía que cambiaras de parecer…
-Joseph – le dije comprendiendo que él había entendido todo mal – Mi decisión no ha cambiado porque… - Tomé aire tratando de darme fuerzas – Porque nunca tuve la intención de volver contigo en primer lugar – lo escuché jadear y luego silencio - ¿Hola?
-¿Q-qué pasa con el beso? ¿No cambio nada?
-Lo siento, pero después de mucho pensarlo – odiaba hacer esto, especialmente por teléfono – me di cuenta que si volvíamos todo estaba destinado a ser lo mismo – él trató de argumentar, pero yo seguí - e incluso si podíamos cambiarlo e intentarlo de nuevo: yo no quería intentarlo. Así que perdóname si te di esperanzas, pero no quiero volver.
-Entiendo – dijo él sonando desanimado – te veo en la escuela Elle.
-Adiós – dije, pero él ya me había cortado.

Niall estaba mirándome con curiosidad, pero no dijo nada solo siguió caminando y yo lo seguí. No sabía a dónde íbamos, pero caminamos unas cuantas cuadras y luego nos detuvimos frente a una casa pequeña y bien arreglada, había flores en el jardín y el pasto estaba cortado, las luces estaban todas apagadas exceptuando por la que estaba ubicada sobre la puerta principal. Niall me guió hasta la puerta y abrió con unas llaves que había sacado de su bolsillo. Mi corazón se detuvo por un segundo y le susurré:

-¿Esta…? ¿Esta es tu casa? – Él solo asintió y me dejó pasar, sin decirme ninguna palabra comenzó a subir las escaleras por lo que me vi obligada a decir algo:
-Yo…, creo que no debería estar aquí… quizás será mejor que me vaya puedo llamar a Harry – susurré esperando que nadie pudiera oírme.
-No hay nadie – me respondió Niall – Y yo te puedo ir a dejar, pero no puedo manejar en estas condiciones.
-Está bien, no te preocupes – le dije tranquila de que ya estaba en su casa – Me iré y dejaré de molestarte.
-No me molestas – me respondió, dejándome clavada en el lugar.

Con esto dicho se devolvió y me agarró mi muñeca arrastrándome hasta su habitación. Era bonita, pero simple, las paredes eran azul claro y su cobertor también, pero no había nada más que un escritorio, incluso las paredes estaban desnudas. Él se tendió de espaldas en su cama y yo no supe que hacer, ¿Esperaba que me acostara con él? Eso nunca iba a suceder. Él pareció pensar lo mismo que yo o leyó mi mente porque se me acercó tanto que yo retrocedí, lo cual fue una pésima idea porque él me arrinconó en la puerta, estaba tan cerca de mí que podía oírlo respirar.

-Gabrielle – dijo poniendo énfasis en “Elle” - ¿Por qué estás aquí? – me preguntó y eso me llevó al borde.
-¡¿Qué!? Horan ¿Por qué crees que estoy aquí? ¡PORQUE ME ARRASTRASTE! Crees que…
-Pudiste haberte ido – dijo con el indicio de una sonrisa en su voz.
-Yo… - Él tenía razón, pude haberme ido ¿Porqué estaba aquí? – Supongo que no quería dejarte solo, estabas… te veías algo desvalido y yo…
-¿Te preocupaste por mí? – preguntó serio esta vez.
-Podría decirse que sí – dije a regañadientes – Pero no creas que se va a hacer un hábito, el lunes cuando nos veamos volveré a no dirigirte ninguna palabra, así que… - Él pareció estar satisfecho con mi respuesta por lo que interrumpió mi parloteo con un beso.

Quise por tanto tiempo saber lo que era besar a Niall Horan, que una parte de mí cayó rendida de inmediato, pero la parte racional de mi cerebro gritaba: ¡DEJA DE BESARLO! ¿QUÉ ESTÁS HACIENDO? ¡ÉL ESTÁ EBRIO!, pero incluso aunque, sorprendentemente, no sabía a alcohol me separé y le dije:

-Esto no está bien, y-yo debería irme – Niall tan solo me miraba con esos ojos azules ampliados, me tomó suavemente por las muñecas poniéndolas contra la puerta y me susurró al oído:
-No te vayas, ayúdame… Ayúdame a olvidar – Y luego volvió a besarme, esta vez fue más brusco, no fue solo un roce sino que fue más… violento. Él soltó mis manos para poner las suyas bajo mi blusa y yo aproveché para poner las mías en su cuello, una vez que abrí mi boca supe que no había vuelta atrás, esa parte de mí que aún estaba atraída por Niall Horan salió a flote y a diferencia de lo que había pasado con Joseph, ahora yo no tenía ninguna duda.

Él caminó hacia la cama y cuando lo sentí chocar contra ella, él me giró, me recostó y se presionó contra mí, pronto besarnos no fue suficiente y él empezó a tocarme con sus manos, yo aproveché para besarle la mandíbula y sentí la barba incipiente rozando contra mí. Mis manos estaban en la parte baja de su espalda, pero yo no hice un ademán para sacarle la ropa así como él tampoco lo hizo, si bien parecía que él quería algo más tan solo nos contentamos con besarnos y cuando estuvimos muy cansados de ello, me apoyé en su pecho y lo sentí dormirse, sin embargo yo no podía, seguía sin poder creer que esto era real, toqué mis labios hinchados para convencerme, pero no podía.

¿Realmente me había besado con Niall Horan? ¿Qué estaba pasando conmigo? Por otro lado, él me había mostrado un lado diferente esta noche, que aún podía ser vulnerable y amable, él no había sido nada más que considerado mientras nos besábamos (si se le puede llamar así). Pero, entonces ¿Por qué? ¿Qué pasó que ahora ya no es amable con el resto? ¿Qué es eso que quiere olvidar con tantas ganas? ¿Qué o a quién quiere olvidar?
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¡HOLIWI LECTORAS! Sé que es novedad que haya subido seguido, pero me enganché con esta novela y me motivó escribirla jajaja, ya vamos llegando a la parte más emocionante ¿O no están de acuerdo? ¿Qué irá a pasar? ¿Qué irá a pasar?
Un besito, a aquellas que leen y comentan, y a las que no también. Gracias por leer mis desvaríos. Las quiero <3

Capítulo 6

Desperté con la luz pegándome en el rostro y me di cuenta de que aún estaba en casa de Niall. ¡Oh Dios! ¡Harry! Rápidamente saqué mi teléfono y vi que tenía 15 llamadas perdidas, las cuales no había escuchado porque tras la llamada de Joseph había silenciado el teléfono. Se suponía que me iba a ir con ellos y me iba a quedar con Jen esta noche, seguro querrían ahorcarme ahora, probablemente tuvieron que cubrirme, pero sin siquiera saber dónde estaba.

Miré a Niall que aún estaba durmiendo, se veía pacífico: sus brazos cruzados tras su cabeza, sus mejillas sonrosadas por el sol que le llegaba en su cara y su semblante sin expresión de molestia o tristeza o desamparo… Oh Dios, era Horan de quien estaba hablando, que había pasado conmigo anoche ¿Me habían lobotomizado? Solté un suspiro, ¿A quién quería engañar? Amé cada segundo de lo que pasó anoche, me transportó a cuando solo éramos nosotros dos hablando mientras sacábamos los libros de nuestros casilleros; el problema, ahora que había notado que algo realmente malo había pasado para que Niall estuviera actuando como lo estaba, era que quería hacer lo que estuviera en mi mano para ayudarlo. Y estaba segura que él no me dejaría y que posiblemente ni siquiera me dijera que era lo que había ocurrido, sus amigos probablemente supieran pero no podía recurrir a ellos, porque era probable que estuvieran guardando silencio como una manera de protegerlo.

Estaba recostada de lado, apoyada en mi codo derecho mirándolo fijamente cuando él empezó a abrir los ojos, había pensado en escabullirme sin que me notara, pero luego lo pensé mejor y prefería que él me diera un aventón a casa, dado que no podía llamar a Harry y decirle donde estaba o me mataría.

Finalmente abrió sus ojos y me miró, al principio no pareció reconocerme pero luego, sorpresivamente, sonrió. Una verdadera sonrisa, una de las antiguas.

-Siento si te desperté – le dije pretendiendo no notar que su sonrisa había acelerado mi corazón – pero, ¿Podrías llevarme a casa? Tú como que lo prometiste anoche…
-Seguro – dijo su sonrisa desapareciendo mientras se estiraba – Deja buscar las llaves – Se puso de pie y me dejó sola en la habitación, por lo que me levanté también y lo seguí en silencio, temiendo que su madre estuviera por ahí. Sin embargo, él me miró por sobre su hombro y dijo:
-Mi mamá no va a estar en todo el fin de semana.
-Oh – dije solté saber qué más decir. ¿Qué hace la gente usualmente cuando se encuentra en estas situaciones? Quizás es por eso que se escabullen… ¡NOSOTROS NI SIQUIERA NOS ACOSTAMOS POR TODOS LOS SANTOS!

Niall bajó y lo seguí rápidamente, quería estar fuera de esta casa y de su vida cuanto antes, él parecía haber vuelto a ese extraño humor, como si no tuviera objetivo en la vida o no hubiera nada que pudiera hacerlo sentir mejor. Agarró unas llaves que estaban encima de la mesa y me hizo un gesto con la cabeza para que lo siguiera afuera, pero cuando me miró a los ojos se detuvo en seco, fue como si recién se percatara de que era yo quien estaba ahí. Sin entender, lo pasé hacia la puerta pero no alcancé a llegar a ella porque Niall me presionó contra él y buscó mis labios con un hambre que me sorprendió; quise alejarme de él pero, agarró mi rostro con sus manos y no me dejó ir.

En cuanto sus labios estuvieron sobre los míos sentí a mis rodillas ponerse temblorosas y todo pensamiento desapareció de mi cabeza, solo era yo devolviéndole el beso y él arrinconándome contra la pared, mis manos se enroscaron en su cabello y sus manos me atrajeron hacia su cuerpo, las sentía descansar cálidas en la parte posterior de mi cintura, justo bajo mi blusa. Cuando ya no podía respirar me separé un centímetro de él para tomar aire, ese pequeño movimiento me trajo de vuelta a la realidad: él respiraba aceleradamente y me miraba con sus ojos azules oscurecidos, sus manos aún en mí y mis ojos aún en él, pero apenas miré hacia otro lado él se separó de mi y caminó hacia afuera, lo seguí sin decir ninguna palabra.
Pronto estuve afuera de mi casa, ambos nos quedamos en silencio sentados en el auto, así había sido todo el camino también. Realmente no sabía que decirle, le había hecho el quite desde que volvió cambiado y hasta anoche no lo había mirado dos veces, pero ahora nos habíamos besado e incluso había pasado la noche con él, no podía negar que él me afectaba pero tampoco podía decir que me gustara totalmente. Había muchas cosas que yo no sabía y eso era lo que provocaba todas las dudas, sin embargo parecía que tampoco podía decirle que no.

-Bueno, um, gracias por traerme – le dije incómoda – nos vemos en la escuela – balbuceé mientras salía del auto, cuando estaba a punto de cerrar la puerta Niall soltó:
-¿Salgamos esta noche? – yo solo lo miré, congelada en mi lugar, sin decir nada, sin cerrar la puerta, sin saber qué decirle.
-Seguro – dije al final.

No sabía por qué había dicho que sí, ni que esperar para esta noche, pero acepté igualmente quizás con la intención de descifrarlo, de averiguar qué pasaba, qué era lo que quería olvidar y sobretodo: ver si podía arreglarlo. A él, a la situación, daba lo mismo, sentía que podía ayudarlo de alguna manera; así que quizás esa es la respuesta que estaba buscando, respecto a por qué dije que sí.

-Bien – dijo él – Nos vemos en Ryder’s a las diez – Con esto dicho, cerré la puerta y lo vi alejarse.

¿Ryder’s eh?, me pregunté aún parada como una tonta en la acera; era un lugar continuamente frecuentado en la ciudad, no te ponían problemas con la edad porque no se fijaban en tu identificación, así que podías entrar y beberte todo si lo querías. No sabía qué esperar si salía con Horan, pero al menos ya había (más o menos) descifrado que pasaba conmigo respecto a él.

Mi teléfono sonó sacándome de mi ensueño y vi que era Harry llamándome, él debía estar molesto; nuestro plan era siempre avisarle al conductor designado de todas nuestras movidas.

-¿Hola?
-¡Nada que hola! ¿Dónde mierda estás? – me gritó por el teléfono, realmente estaba enojado.
-Harry cálmate, estoy en casa – le respondí, intentando no hacerlo enojar más.
-¡Cómo puedo calmarme! – Gritó, pero tras oír que estaba en casa su ira se esfumó - ¿Qué pasó?
-Lo siento, ayer tras hablar con Joseph comencé a caminar por el jardín y terminé llegando a casa – mentí, sabiendo que Harry me mantendría bajo vigilancia suprema si sabía que había estado con Horan – No me di cuenta hasta esta maña… hasta hace poco que mi teléfono estaba en silencio, lo siento.
-Está bien – me dijo ya más tranquilo – Estaba preocupado porque no sabía donde mierda estabas ¿Y si te pasaba algo? Yo estaba a cargo anoche, Jen y Lou ni lo notaron ya que ambos estaban demasiado ebrios para ello.
-Me imagino – le dije sonriendo y pude sentir que él sonreía también - ¿Qué inventaron? – pregunté con curiosidad.
-Dado que aún estamos en la pieza de Jen y ella y Lou aún duermen, les diré la verdad – me respondió él – ahora que ya sé que estás bien te dejaré, puedo oler los panqueques que la Sra. Edwards hizo para el desayuno – reí pensando en Harry coqueteando con la mamá de Jen mientras come sus panqueques y luego nos despedimos. Finalmente entré a mi casa y todo en lo que podía pensar otra vez era en Horan, y en que había decidió salir con él y darle una oportunidad.
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HOLA LECTORAS Espero que les guste el capítulo y perdonen por lo corto, besito <3

Estaba afuera de Ryder’s esperando por Niall y congelando mi trasero, no había sabido cómo vestirme así que había ido por lo común para este lugar: Un vestido, pero fiel a mi estilo este era a rayas de colores anaranjados suaves y blancos y había añadido un cinturón. Lo combiné con mis zapatillas negras y mi chaqueta de cuero café y estaba lista, el problema era que Horan no se veía por ningún lado y yo estaba fría como un tempano de hielo. Estaba corriendo una helada ventisca y ahí estaba yo esperando que Horan se apareciera, ya habían pasado veinte minutos y no había ni rastro de él. No yo misma entendía porque aún seguía esperándolo, era una especie de curiosidad, quería saber de una vez por todas como era una típica noche en la vida de Niall Horan, estaba acostumbrada a escuchar los rumores cada día lunes y veces incluso entres semana, pero últimamente no había sido testigo de ninguno de ellos.

Leslie Meier había estado jactándose de haberse acostado con él y todos lo corroboraban, pero francamente ¿No eran los rumores siempre cosas maxificadas o inventadas? Poco después de que firmé mi primer contrato alguien echó a correr un rumor de que me habían fichado porque me había acostado con el tipo a cargo. Al principio me hirió pero pronto dejé de prestarle atención, especialmente desde que Leslie (quien era la que más me molestaba y se burlaba de mí) quedó en vergüenza cuando le dije que quien me había fichado había sido una mujer que por poco y podría ser mi abuela. Si bien, intentó burlarse diciéndome lesbiana no le resultó porque, no era tan jugoso como el rumor anterior por lo que nadie la siguió.

Creo que el saber como de falsos los rumores podían ser, me impulsaba a intentar rescatar la imagen de Horan, además de que quería volver a ver ese lado vulnerable que me había mostrado anoche, tanto cuando me pidió que no me fuera, así como cuando me besó. Había desesperación en su actuar y yo por sobre cualquier cosa quería entender por qué.
Volví a mirar el reloj, diez minutos habían pasado desde la última vez que había mirado y aunque sea imposible creerlo, mi trasero estaba aún más helado. Escudriñé la calle a ver si aparecía, pero no veía nada; unas risas hicieron que mirara hacia la calle del frente y ahí tras un grupo de niñas ruidosas Horan venía caminando, sus manos en los bolsillos y con la cabeza baja, esperé a que cruzara para acercarme a él.

-¿Por qué tardaste tanto? – le increpé pero tarde recordé que no debía hacerlo si quería seguir a su alrededor.
-Vamos – dijo Niall por toda respuesta y se adentró al local, tuve que correr para alcanzarlo y no arriesgarme a perderlo en la multitud. Sin miramientos Horan se dirigió a la barra y se sentó, pidió un trago y se lo tomo de golpe, cuando me senté a su lado ya estaba pidiendo el segundo, así que yo pedí un jugo para mí. No quería estar ebria a su alrededor, así que pretendía no beber ni una gota de alcohol.
-¿Entonces qué hacemos ahora? – pregunté insegura de cuál era su modus operandi, pero suponiendo que bailaríamos después.
-Bebemos – me respondió cortante. Y efectivamente eso fue lo que hizo durante la próxima hora y así hasta que estuvo al límite estar condenadamente ebrio. Mi humor y ganas de entenderlo se habían desvanecido a medida que él bebía y yo solo quería largarme, pero tampoco podía dejarlo ahí botado para que siguiera bebiendo y luego no pudiera llegar a su casa, no quería sentirme responsable si algo le pasaba.

Sin embargo, y por más que había intentado entablar una conversación con él, solo me había respondido con monosílabos, hasta ahora esa había sido su forma de comunicarse y estaba harta. Estaba lista para irme y solo tenía que arrastrarlo conmigo dejarlo en su casa y no volver a salir con él.

-Niall creo que es hora de irnos – dije.
-No estoy de acuerdo.
-Correcto, pero es tiempo de que yo me vaya y no te dejaré aquí todo ebrio.
-Me importa una mierda, ándate si quieres – me espetó de malhumor.
-¡Primero llegas media hora tarde, luego te bebes todo lo que puedes sin siquiera hablarme y ahora me dices que me vaya! ¡ERES UNA MIERDA HORAN!
-¿Qué pensabas que era esto? ¿Una cita? ¡Tu vida perfecta puede desaparecer en cualquier momento y no sabrías qué hacer!
-¿¡DE QUÉ ESTÁS HABALNDO!? Pensé que haríamos algo junto, no que yo te acompañaba mientras tú bebías – dije alejándome de él y luego sin poder evitarlo me volteé y mirándolo a los ojos le grité:
-¡Y MI VIDA NO ES PERFECTA!
-¡TÚ CREES SABERLO TODO! ¡TAL COMO YO LO HACÍA! Pero podrías terminar como yo – agregó en un susurro, algo que me descolocó, por lo que me acerqué de nuevo y dije:
-¿Cómo tú…? ¿Pero, qué pasó?
-Nada – me respondió dándose la vuelta, por lo que lo agarre del brazo y lo giré hacia a mí.
-No puedes soltarme esas cosas ¡Y LUEGO NO CONTARME! ¿QUÉ MIERDA TE PASÓ?
-¡MI PAPÁ MURIÓ! ¿CONTENTA? ¿ESTÁS CONTENTA AHORA QUE LO SABES? ¿TE HACE SENTIR MEJOR?

Me quedé callada sin poder creerlo, esto era mucho peor que padres divorciándose. Mucho peor. Estaba helada, sin saber qué decir, ni qué hacer; suponía que él no querría que lo tratara de diferente manera, pero suponía también que era por eso que él me quería, o más bien me necesitaba alrededor. Seguí sin decir nada por un buen tiempo, no sé realmente cuanto pasó, pero tanto Niall como yo nos habíamos calmado, durante todo el rato que estuve ahí en la misma posición, sentí sus ojos en mí, sin dejar de mirarme. Como si esperara que yo saliera corriendo.

Finalmente tomó mi mano con suavidad y me sacó de allí, volvimos a la calle y ahí fue cuando recién lo miré, iba a mi lado y lucía… Lucía como antes ¿normal? Como si no hubiera estado bebiendo toda la noche y como si se hubiera sacado un peso de encima… Y quizás lo había hecho, era probable que hasta ese momento solo Liam y Zayn lo supieran… Y ahora yo lo sabía, y por supuesto no se lo podía decir a nadie, ni siquiera a Jen. No es que ella fuera una chismosa, pero era algo demasiado privado y doloroso para compartirlo.

Caminamos en silencio por lo que pareció una eternidad y finalmente llegamos a su casa, sabía que su mamá no estaba así que no me preocupe, así como tampoco me preocupe por lo que podía pasar. Este era Niall aquel a quien alguna vez había conocido bien y quien (incluso si era difícil admitirlo) aún aceleraba mi corazón, ahora que sabía que pasaba, no me era difícil ver que él no era otro, sino que era una persona tratando de lidiar con la pena y llevando a cabo su duelo de una manera no muy sana.

Entramos en silencio y subimos a su pieza, no sabía que pasaría, pero sinceramente me daba lo mismo, solo quería estar ahí para él.

-Niall… Lamento no haber dicho nada, no sabía qué decir, yo…
-No necesitabas decir nada – me respondió él parándose frente a mí.
-Pero yo quería…
-Olvídalo – susurró cerca de mis labios, lo miré a los ojos con mi corazón corriendo desbocado y vi que sus ojos antes siempre claros y brillantes ahora estaban rojos y sus pupilas tan dilatadas que el azul casi no se veía. No pude evitarlo así que alcé mis manos y lo jalé del cabello hasta que sus labios estuvieron sobre los míos, sabía a whisky pero no me importó y además eso fue todo lo que él necesito, pronto sus propias manos estaban bajo mi vestido y una necesidad infinita nos arrastraba hacia abajo, sus ropas volaron al igual que las mías y rápidamente estuvimos en ropa interior. Ni siquiera me cuestioné lo que estaba pasando, se sentía correcto así que no me detuve, Niall estaba claramente excitado, pero yo lo estaba también; nos besábamos con tanta fuerza que nos costaba respirar y mis labios se sentían magullados. Aún estábamos parados en la mitad de su habitación, mis manos en su espalda desnuda, las de él luchando con el broche de mi sujetador. Solté una risa cuando él logró soltarlo y lo sentí sonreír contra mis labios, una sonrisa de verdad, me separé por un segundo y le pregunté algo que necesitaba saber:

-¿Te acostaste con Leslie? – me miró en blanco, como si no entendiera lo que yo preguntaba, pero finalmente dijo:
-¿Meier? – ante lo que yo asentí.
-¿Es un problema? – dijo confirmándomelo ante lo que respondí con otra pregunta:
-¿Te ayuda a olvidar?
-Sí – me susurró buscando mis labios nuevamente, antes de dejarlo que me besara le susurré:
-No es un problema, mientras no lo hagas más – Me miró fijamente, su mirada quemando en la mía y asintió.
-Hecho – y volvió a besarme esta vez sentándose en la orilla de la cama conmigo a horcajadas, pasé mis manos por su cabello y arañé su espalda mientras él besaba mi cuello y mis pechos, solté un suspiro y bueno muchos después de ese, nos deshicimos de toda la ropa que quedaba y lo observé mirarme, no me avergonzaba de mi cuerpo, trabajaba con el. Pero ahora había algo en la mirada de Niall que hacía que me sonrosara, él me sonrió malicioso y me arrastró de espaldas en la cama y siguió besándome, con fuerza, con una demanda que no sabía si podía saciar o llenar ese vacío pero quería intentarlo, así que lo dejé ir todo el camino hasta el final.

Con un beso en mi frente se recostó a mi lado, tratando de acomodarse entre las sábanas desordenadas.

-¿Estás bien? – me dijo sonando preocupado.
-Niall, esta no es la primera vez que…
-No es eso, creo que aún estoy un poco ebrio – dijo con seriedad – Si eso supone un problema entonces…
-No lo es dije acomodándome a su lado y poniendo mi cabeza en su hombro – Estás lo suficientemente sobrio para mí – lo besé suavemente y me pregunté que era esto que teníamos, así que lo solté de golpe - Estoy aquí si me necesitas Niall, para lo que sea – Y aunque sé que sonaba totalmente perra, no era solo una invitación para que me usara por mi cuerpo, sino una para que me dejara entrar otra vez.
-¿Estamos saliendo como ahora? – dijo con una sonrisa maliciosa.
-No sé si lo llamaría salir, pero definitivamente no puedes andarte acostando con otras por ahí – le dije mitad en broma, mitad en serio.
-Ya dije que no lo haría ¿Es entonces una amistad con beneficios?
-No creo que nunca podamos ser amigos Niall – dije ligeramente, pensando en que no tenía estos sentimientos por mis amigos.
-Yo tampoco lo creo.
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¡Chicas perdón por la demora! Espero que valga la pena la espera, escribí el capítulo con amor así que ojalá les guste :) Ya entré a la u así que en dos semanas más estaría subiendo el que sigue, porque la próxima semana subiría de la otra novela que escribo.
Besito a todas, las quiero <3