Let me love You~ Cap. 4

por **LauriKaT** Mar 19 Mar 2013, 4:54 pm

Nombre: Let me love You~
Autor:LauriKaT
Adaptación: No
Género: Drama, Romance
Advertencias: Es mi primer novela! Asi que ser buenosh :3
Otras páginas: No

Let me Love You~ Cap 1: Lo que hacen las prisas

Narra Ashley:

Era una tarde normal, como siempre. Estaba ya empezando a emerger la noche. Miré el reloj, las 20:45 de la noche. Era tarde, y quería llegar a casa pronto, no me gustaba estar a esas horas de la noche por ahí con tan poca luz y personas por la calle. Tuve paciencia, esperé a que el maldito semáforo se pusiese en verde. Es mejor prevenir que curar, ¿no?

Por fin dio su brazo a torcer el muñequito verde del semáforo y pude continuar mi camino, que desafortunadamente fue impedido por segunda vez. Choqué con una persona, y todas mis cosas fueron a parar al suelo. Normal, pensé… Estaba mirando constantemente al suelo sin mirar hacia delante. De momento me ceñí en pedirle disculpas al chico con quien me había chocado:

Ashley: Lo siento…
Quería decirle que había sido culpa mía, pero se me adelantó, y me descubrió su voz

X: No, no... He sido yo, lo siento, estaba mirando el móvil y yo… Sin querer choqué contigo

Ashley: Sí, también fui yo que estaba mirando al suelo

Sonreí tímidamente y le miré a los ojos. Era un chico con los ojos castaños, con pelo castaño y rapado, color parecido al de los ojos que me miraban dibujando una sonrisa en su cara con unos dientes blanquecinos perfectos

X: No pasa nada, le ayudo a recoger todo esto.

Ashley: Bueno, muchas gracias, pero no hace falta

X: Oh si si… ¿Estás bien?

Ashley: Sí yo si tú también, ¿no?

X: Si yo estoy bien –Me sonrió de mientras que miraba a las libretas que recogía- Bueno, esta era la última

Ashley: Eso parece… Muchas gracias por recogérmelas, no muchos lo hubiesen hecho.

X: Es que soy un caballero

Ashley: Jajajaaa ya lo veo –Me sorprendió tanta normalidad con una chica que acababa de conocer, parecía que nos conociésemos de toda la vida- Bueno, lo siento mucho, pero tengo que irme, es tarde y…

X: Lo entiendo, tranquila.

Ashley: Gracias. –Cogí las cosas y me dí media vuelta, seguí mi camino…-

Narra Liam:
Cuando iba a seguir mi paseo camino a casa de los chicos, me dí cuenta de que la chica se había dejado una cartera con su móvil en el suelo. Lo cogí:
Liam: Eh, Perdona!
Ashley: ¿Sí? –Miró como si estuviese preocupada y con poca voz-
Liam: Esto -le dije agitando el móvil y la cartera- te olvidabas de ello
Ashley: Oh si! Tienes razón… -Vino a mí caminando lentamente y tosiendo, de repente a unos pasos de mí se desmayó-

Narra Ashley:
En ese momento, justo cuando iba a tocar el monedero me caí, ya en el semáforo sentía algo extraño, como en algunas pocas ocasiones, pero no se las tomaba en cuenta. Solo eran mareos. Pero esta vez llegué incluso a caerme, no sabía si era por el agotamiento, pero estaba exhausta. Se me cerraron los ojos y en cuestión de minutos noté como mi cuerpo, como una pluma, se sostenía en los brazos de aquel chico. Pude notar la forma tan cálida con la que me cogía. Antes de perder la conciencia oí unas sirenas de algún lado ignorado

por **LauriKaT** Sáb 23 Mar 2013, 5:54 am

El infierno de blanco

Let me love You~ Cap. 4 Imagedlz

Narra Liam:

Mientras la sostenía con delicadeza me apresuré a buscar entre mis bolsillos el móvil, aquel que iba a despertarla de su letargo. De mientras que marcaba el número pude observarla, y me fijé en su boca, manchada misteriosamente por sangre. Marqué el número de la ambulancia y le di la dirección donde nos encontrábamos. Vi su mano, que también poseía indicios de sangre, no había que ser muy listo para saber que al toser había sangrado.
Pero ¿por qué?

Estaba preocupadísimo ,tenía una agonía en mi interior que nunca había sentido. No sabía porque me pasaba esto y me preguntaba qué es lo que debía hacer a continuación, ya había llamado por teléfono a la ambulancia aun así desconocía qué debía hacer: si desampararla en el hospital e irme o permanecer con ella hasta que se despierte.
No quería dejarla así, pero tampoco me sentía lo suficiente fuerte como para estar allí. No la conocía y ni siquiera sabía su nombre.

Tomé su mano izquierda, la que no estaba manchada, estaba fría…

Me entró pánico ¿Servirá de algo haber llamado a la ambulancia? Las cosas no marchaban bien. Decidí tomarle el pulso, pero tardé tiempo en averiguar dónde se tomaban las pulsaciones. Usé mi dedo pulgar y respiré un par de veces antes de tomarle el pulso...

.

.

.

¡Estaba bien! Pero estaba tiritando de frío, tomé mi chaqueta y se la eché por encima, no hacía falta que me lo dijese, soy un caballero. Llegó a mis oídos la ansiada sirena de la ambulancia, cogí con ayuda de unos médicos a la chica y no tuve más remedio que meterme con ella en el coche…

Méd. 1- Nombre

Liam: El de la chica no lo sé, nos topamos y… pasó esto. El mío es Liam, Liam Payne

Méd. 1- ¿No la conocía de nada?

Liam: No, simplemente nos chocamos

Méd. 2- Le tomaré las pulsaciones.

Liam:Ya se las he tomado yo. – miré el suelo orgulloso por mis actos-

Méd.2. ¿Con cuál dedo?

Liam: ¿Cómo que con cuál? Con el pulgar, ¿por qué?

Méd. 1- No se la has tomado, con el dedo pulgar se multiplican las pulsaciones ya que tu dedo pulgar tiene sus propias pulsaciones – me dijo, señalándome su dedo, como si fuese una cría; cosa que me molestó-

Liam: ¡Yo no sabía nada! ¡No he estudiado nada de medicina! ¡Esto no ha pasado por mi culpa! ¿Entiende?

Méd. 2- Respira, y no presenta nada grave, no ha sufrido ningún ataque con ninguna arma

Liam: ¿POR QUIEN ME TOMA?

Méd.1- Oiga tranquilícese, ¿eh? Esto es un reconocimiento

Liam: L-Lo siento. No me esperaba nada de esto…

Méd. 2- Es un simple bajón debido a pocos nutrientes, necesita descanso pero tenemos que tenerla vigilada, tiene una salud débil.

Liam: ¿Eso significa que me tendré que quedar con ella?

Méd. 1- Hasta que aparezca algún familiar…

Hubo un silencio, me permití ahogarme en mis pensamientos, como siempre. Agaché la cabeza y la sostuve con mis manos, a la vez apoyadas en mis rodillas. Decidí después de todo no dejarla a manos de aquellos médicos, pensé en mi experiencia desde que nací hasta los cuatro años, ella no tenía derecho a pasarlo sola, así que debía acompañarla. Miré el pequeño habitáculo en el que nos hallábamos. No era el primero que pisaba. Habían dos bancos entre la camilla de la chica, en los cuales uno de los médicos estaba sentado al lado mía, el más amable. El otro estaba moviendo cosas de sitio en frente mía.

Méd. 2- Llegamos, o eso parece –dijo relajándose en su silla al lado de la misteriosa chica-

Llegamos a recepción, donde llevaron a una habitación a la chica y me quedé con los médicos.

Liam: ¿Y ahora que le van a hacer? –Les miré con soberbia y discordante por la situación, ya que se la llevaron sin decirme nada-

Méd. 1- Lo más seguro es que os asignemos una habitación del hospital, para que podáis estar tranquilos, mandaremos un médico que se encargue del caso.

Liam: Vale, ¿en qué habitación le atenderán?

Méd. 2- Eso nunca se sabe, es según las habitaciones que estén vacías, el lugar donde se valla a instalar. Eso no va por comodidades, sino que va por gravedad del paciente.

Liam: Tardan mucho, ¿no?

Méd. 1- Tranquilízate, anda siéntate y nosotros ya te avisamos
.
Me senté en una especie de sala de espera con butacones blancos y mesas color pardo claro. La habitación era irregular, con todo el tiempo que tardaron pude observar cómo era, por donde entramos había dos pasillos, uno en perpendicular a la entrada y otro paralelo, justo antes de adentrarse en el pasillo derecho (el paralelo) había un rectángulo en el que me encontraba yo, y un escritorio con ordenador donde se situaba una enfermera, que aseguraría que había pasado allí más de 6 horas. En el pasillo vertical había un cartel en donde ponía habitaciones, supongo que cuando me avisen será en esa dirección donde tendré que ir.

Después de ojear algunas revistas con inquietud vino una enfermera, esta vez más avivada

Enfermera- Puede pasar a ver a la chica, se encuentra en la habitación 274. Mañana a primera hora irá a veros un médico para informaros del estado de la chica.

Liam: Muchas gracias, lo tendré en cuenta.

Me dirigí hacia la habitación, no sabía si llamar a la puerta o no llamar, ni como me la encontraría…
Antes de entrar surgió en mí un estremecimiento, parecido a un escalofrío que me recorrió todo el cuerpo. Desde los cuatro años no había pisado casi ninguna vez algún hospital, y era duro para mí visitar otra de esas habitaciones frías. Casi podía sentir lo que esa niña sentía, retiro, desamparo, amargura, melancolía…
Todo eso sentí los cuatro primero años de mi vida, y no quería que nadie, por poco que lo conociera, o por muy enemigo mío que sea sufriera por lo mismo que yo sufrí.
Abrí la puerta:
El infierno de blanco, el pacífico y silencioso me esperaba por segunda vez.

por **LauriKaT** Jue 28 Mar 2013, 5:27 am

Capítulo 3: Despertar

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Narra Liam:
*plas*
Cerré la puerta. Miré su tez blanca, tendida sobre esa camilla blanca que hacía realzar su pelo negro. La habitación era afable, a diferencia del frío y flemático habitáculo en el que me encontraba hace años

Avancé sigilosamente unos pasos, deteniéndome justo delante de su camilla, pude observar que parte de su tez blanca era causado por la luz de la luna que podía atravesar la pequeña ventana que la iluminaba.

También vi que a la derecha de la ventana, entre esta y la cama había un sillón. Ahí era donde tenía que ‘dormir’, si lo conseguía.
Por lo pronto eran las 1 y media de la mañana y me di cuenta de que no había avisado a los chicos de lo ocurrido. Ni de que iría a la cita. Llamé por teléfono y se lo conté todo, se creyeron que me gustaba o algo, por que escuchaba risas de Harry y Niall de lejos.

Después de acomodarme pude echar una siesta, pero me costó adormilarme. No podía por que estaba pensando en la reacción de la chica al verme cuando se despertase… ¿Qué pensaría de mi al verme?

*Día siguiente*

Las luces asomaban tímidamente a través de la ventana, alumbraba mi cara y mis ojos marrones todavía despertándose.
Decidí dejarla e irme a tomar algo a la cafetería, aunque por raro que pareciese tenía hambre. Me pedí un bocadillo y un zumo, pero no me lo terminé -estaba preocupado por si se despertaba y se encontrase sola-

Después de pagar lo consumido subí arriba y me encontré con el doctor que la atendió anoche. Me saludó amablemente y sin pensarlo dos veces le pregunté qué le pasa, a lo que me contestó:

Médico 1-No te preocupes, simplemente tiene anemia por falta de sangre, que viene de poca alimentación, pronto se despertará.

Liam: Me dice usted que no le pasaba nada? Que simplemente se mareó por anemia?

Médico 1-Si. Ahora me tengo que ir, espero que le vaya bien. Si todo sigue sin complicaciones pasado mañana le daremos el alta y podrá irse.

El médico salió de la sala y me senté aliviado en la silla. Pero de pronto me invadió una duda en mi cabeza, que navegó libremente en mi cabeza sin dejarme pensar en cualquier otra cuestión: ¿Adónde viviría esa chica? ¿Su familia estará preocupada por ella?

Encontré una posible solución, aunque no me agradaba mucho. Espiar en su móvil para encontrar una pista. No me sentiría a gusto si hiciese algo así pero tenía que hacerlo por su bien, y por el mío.

Metí mi mano en su cartera, todavía con libros de Literatura, de algunos escritores como Conan Doyle o Oscar Wilde, que tenían en común la década de su nacimiento.

Pude localizar el móvil y abrirlo, miré su lista de contactos, no pude llegar a la letra “d” cuando escuché:

Ashley: Eh! ¿Qué haces con mi teléfono?

La miré atónito, ¿cómo tan débil podía hablar así? Le sonreí

Liam: ¡Hey! ¡Te has despertado! ¿Cómo estás?

Ashley: Yo, bueno, más o menos bien. Pero, ¿yo a ti te conozco? No me has dicho que hacías con mi móvil!

Liam: Bueno, vayamos por partes- le dije con tono tranquilizador- Me llamo Liam, y soy el chico con el que te encontraste antes de desmayarte. Me diste un buen susto, eh? Y estaba intentando encontrar en tu teléfono a alguien para decirle que estabas aquí.

Ashley: Enserio? Me alegro que estés aquí, espero no haberte
molestado…

Liam: No, para nada

Narra Ashley:

Me alegraba que estuviese alguien ahí a mi lado, pero por otra parte, no sabía nada de esa persona y me incomodaba estar con alguien que desconocía. Así que decidí llamar a la única persona que se preocuparía de mí en estos momentos. Chloe.

Le pedí que tecleara el número de ella, y me rogó muchísimo que le dejase que él mismo hablase con ella. No quería que me esforzase, después de todo, él parecía muy protector y formal, pero aún así era normal que desconfiase de un desconocido, ¿no?

Salió de la habitación para hablar con Chloe y en ese momento solo me distraje en observar la habitación en busca de algún objeto de aquel chico. Me moría de la curiosidad por saber algo mas sobre el, pero solo encontraba las cosas que llevaba yo cuando ocurrió todo esto.

Al girar la cabeza a la derecha me encontré con unos documentos. Enseguida les eché un vistazo.
Era mi expediente médico, ahí ponía lo que me ocurría. Anemia

Entró Liam y con una cara sonriente. Me parecían su sonrisas aquel y este día hermosa, son la comisura de los labios dibujando una perfecta sonrisa, con la que se podía observar sus dientes tan blancos. Enseguida cerró la puerta y se dirigió a mí:

Liam: Tu amiga viene mañana, estaba muy preocupada pero pude calmarla. Parece muy maja!

Ashley: Oh, si es muy buena… Siempre se ha preocupado mucho por mí.

Liam: Da gusto tratar con gente así, no es cierto?

Asentí con la cabeza. Él adelantó hacia mi y se sentó en un lado de la cama

Liam: Todavía no me has dicho tu nombre- miró a mis ojos, esperando una respuesta-

Ashley: Es cierto. Me llamo Ashley Lexington Perdón por no haberme presentado antes…

Liam: No te preocupes. No tiene importancia.

Ashley: ¿Has estado aquí conmigo desde que ingresé aquí?

Liam: Si, aunque he perdido algunos compromisos, pero no era nada primordial

Ashley: Espero no haberte causado molestias. Si quieres puedes irte, yo aquí estoy bien

Liam: Enserio? – me miró con cara de estar deseándolo, y supe que debería dejarlo ir.

Ashley: Si, deberás estar cansado, y ya no puedes hacer nada más aquí.

Liam: No voy a rechazarlo, porque es verdad lo que dices. Pero ten en cuenta de que esta noche vendré aquí, para pasar la noche contigo, ¿vale?

Ashley: Si no hay remedio… - le miré sonriente-

Después de esto, él se fue, cogió su abrigo y se marchó. Ahora creía que podía confiar en él, era más que una simple y buena persona. Estuve contenta de que se fuese, porque él necesitaba descansar. Pero al mismo tiempo estuve contenta de volverlo a ver esa misma noche, quería compañía en esta habitación tan fría.
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AAAAAAAH NO TENGO LECTORES T.T
Tampoco escribo tan mal no?

por **María Malik_Directioner** Jue 28 Mar 2013, 5:29 am

Holaaa...primeraa lectora!! ame tu novee y tienes que seguirla!!
PD: necesitas chicas??

por **LauriKaT** Jue 28 Mar 2013, 5:53 am

María Malik_Directioner escribió:Holaaa...primeraa lectora!! ame tu novee y tienes que seguirla!!
PD: necesitas chicas??

TE QUIERO (??????????)
Mi primera lectora yuju!!!
Muchas gracias por los ánimos cielo :)

Lo siento pero chicas ya las tengo todas, con sus personalidades y todo :(
De verdad muchas gracias :D

por **LauriKaT** Jue 04 Abr 2013, 8:56 am

Capítulo 4: La espera

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Narra Ashley

Me recosté sobre mi lado izquierdo, en dirección a la ventana. Me sentía con la necesidad de curiosear lo que había al otro lado de la ventana. Sin incorporarme podía notar la brisa fría que dominaba en aquel lugar. Vi que no faltaba vegetación, y de que había muchas probabilidades de que esa brisa proviniese de aquellos árboles en danza. Me percaté de la existencia de una mesita de noche justo al lado mía, donde se hallaba un reloj; gracias a él supe que eran las 2:30 de la tarde. Supuse que dentro de poco tiempo me traerían algo de comer.

Tardaron tres cuartos de hora hasta que entró alguien a la habitación, era una enfermera con una bandeja de comida. Ella me saludó amablemente y me preguntó si quería más. Le negué la oferta, y empecé a comer. Hasta que no acabé la enfermera no se retiró de mi lado. Me informó que alrededor de las 5 o 6 de la tarde tendría una visita por parte del médico.
Durante ese periodo de tiempo estuve echándome una pequeña siesta, quería estar desvelada para la noche, no quería que Liam viniese solo para verme dormir. Mi pequeña siesta duró poco tiempo, me interrumpió el dichoso médico que se limitó a ponerme al día con lo que me pasaba, aunque yo ya tenía conocimiento sobre todo aquello, me deseó que me recuperase pronto y por último me dijo que se pasaría al día siguiente, después de que le insistiese mucho para que le explicase lo que me pasaba a Chloe. Sabía que ella querría una explicación de un profesional. Quizás ella se preocupaba mucho por mí, pero aun así me reconfortaba que alguien conocido se preocupase por mí en estos momentos, era un acto que nunca olvidaría…

Después de lo acontecido solo quería distraerme y costosamente conseguí llegar a mi bolso, cogí un libro de mi autor favorito Oscar Wilde, y agradecí el hecho de que tuviese a mi lado a su grandiosa novela El retrato de Dorian Gray, por el cual pude notar su trasfondo, era una novela que me transmitía una enseñanza: ser quien soy y no dejarme llevar por los ideales de los demás. Me costaba asimilar a veces que fue criticado por escribir “ideas malas”; pues para mí él tenía muchísima razón cuando hablaba de ese tipo de cosas que trataba en el libro.
Pasó el tiempo mientras ojeaba las cosas que se hallaban en mi bolso, en busca de algo entretenido, pero lo que pude encontrar fue la novela y algunos apuntes de Literatura, aparte del móvil, objeto usado para mi diversión y entretenimiento.

Pronto llegó la noche, eran las 8 y media cuando una enfermera asomó tímidamente con una bandeja de comida cuyo aspecto no era muy apetitoso. La enfermera aparentemente tímida pronto se desenvolvió conmigo y tuvimos durante mi cena una charla bastante amistosa que consiguió que me tomase toda la comida sin enterarme. Aquella enfermera me recordaba a mi madre que era igual de alegre y simpática que ella. Cuando ella se retiró de la habitación vinieron algunos recuerdos de mi madre, aquella mujer fuerte y débil a la vez a la que tanto quería agradecer, y no lo hice.

Sólo me venían a mi cabeza imágenes y recuerdos de ella, algunos que agradecí que apareciesen en mi memoria y otros a los que maldecí con toda mi alma. Pasaron unas horas largas y aburridas en las que no supe algo más que hacer.

Alrededor de las 1 de la mañana escuché unos pasos ritmosos que se acercaban cada vez más a mi posición. De pronto supe quién era, y me preparé para una dosis de alegría que siempre contagiaba aquel chico…

por **LauriKaT** Sáb 13 Abr 2013, 4:56 am

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Narra Ashley:

Escuché unos golpes tímidos pero sonoros en la puerta de mi
habitación, seguidamente escuché “¿Se puede?” con el que pude confirmar mis
sospechas: Por fin era Liam, y sin alguna demora más le dí permiso para que
entrase. Me quedé asombrada al ver en sus manos un llamativo conjunto de
azucenas en el que se resaltaban sus brillantes hojas verdes que lo acompañaban
de tal forma que romperían el blanco de las paredes de mi encierro;
seguidamente me dedicó una pequeña sonrisa, y le correspondí con otra:

Ashley: ¿Y eso? ¿A qué viene todo ese ramo de azucenas?

Liam: A que no podía venir sin nada…

Dio unos pasos hacia mí, y se sentó a mi lado ofreciéndome
las flores para que las oliera

Con mi mano derecha me acerqué el ramo y pude notar la
frescura y olor que daban las azucenas, me transmitían una especie de paz y
tranquilidad que nunca antes había encontrado en otras flores.

Liam: ¿Te gustan?

Ashley: No son mis favoritas… Pero son preciosas - esbocé
una sonrisa y miré a sus grandes ojos marrones que seguían mirándome

Liam: Es muy difícil acertar, ¿sabes? Además, otras quizás
no hubiesen sido acertadas

Ashley: ¿A qué te refieres? Son solo flores, ¿no?

Liam: Bueno, todo tiene algún sentido… -Miró de nuevo al
ramo de flores, esta vez más detenidamente, y posteriormente se incorporó-
Habría que dejarlas en agua – Las dejó en la mesita de mi derecha y se dirigió
a la puerta, intentaba buscar una enfermera para que le diese algún vaso con
agua para el ramo de flores-

Me limité a esperar a que dejase las flores en el vaso de
agua y que se acomodase, así pude observar cómo era y me imaginaba cómo se
sintió al pasar la noche junto a mí sin conocerme. Al fin, cuando terminó de
acomodarse empezó la conversación

Liam: ¿No quieres que te diga el significado de las
azucenas?

Ashley: No, ya tendremos tiempo –sonreí- Ahora tengo ganas de hablar de ti, quiero
conocer al chico que me ha acompañado en estos momentos

Liam: Tampoco soy nada del otro mudo eh? Solo creí que era
mi responsabilidad y ya está. Cuando te vi en el suelo creía que era lo más
correcto, y que debería hacer algo, no podría haberte dejado ahí sola, y mucho
menos cuando entre aquí

Ashley: Eres demasiado bueno, y cordial…

Liam: Me lo dicen mucho – Agachó la cabeza y seguidamente mi
miró a los ojos- ¿Te puedo preguntar algo?

Ashley: Claro

Liam: ¿Qué ha pasado para que hayas avisado antes a tu amiga
que a tus propios padres?

Me quedé inmóvil. No me esperaba para nada esa pregunta,
esperaba algo como ‘Hey, ahora cuéntame de ti que no se nada’. Jugué con mis
sábanas antes de pronunciar palabra, notaba que Liam estaba impaciente por una
respuesta por mi parte. Me acomodé sentándome y le miré:

Ashley: Yo… - agaché la cabeza- he perdido un poco el
contacto con mi familia…- subí la mirada hacia los ojos de Liam, parecía
arrepentido de haber preguntado-

Liam: Lo siento si ha sido inapropiado, creía que te habrías
enfada con ellos o algo…

Ashley: Agradezco que te hayas preocupado por mí

Liam: Bueno, no
estamos aquí para hablar de cosas tristes, así que hablemos de otra cosa

Ashley: Bueno, ¿y que se te ocurre?

Liam: No se… -miró a todos los lados buscando algo-

Ashley: Aquí no hay nada –le miré sonriente- Bueno, tengo
libretas ahí, así que podríamos hacernos un tres en raya o algo jajaa

Liam: Yo buscaba un reproductor de DVD, que he traído una
película

Ashley: Enserio? Me sorprendes, ¿cuál es?

Liam: El retrato de Dorian Gray

Le miré extrañada

Ashley: ¿Cómo sabias que me gustaba?

Liam: Lo supuse, vi el libro en tu cartera – me dedicó una
sonrisa a la que no me pude resistir-

Ashley: Bueno, al menos espero que sea la última vez que
rebuscas en mis cosas

Liam: Lo tendré que hacer si te desmayas otra vez, ¿no?

Ashley: Anda, ¡pon la película!

Liam uso la película, pero no empezamos a verla hasta que le
dije mil veces que estaba cómoda y que hiciésemos una guerra de cosquillas.
Después de ver la película Liam estuvo reflexionando sobre ella, ya que nunca
la había visto, se autoconvencía de que él era bueno y de que ahora en adelante
lo iba a ser aún más. No hace falta conocerle mucho para saber que es estricto
con el tema del bien y el mal. Supuse que no fue buena idea ponerle esa
película, ¡Quién sabe si ahora se
estará obsesionando!

Posteriormente de haber charlado con él dijimos de
dormirnos, le dije que si se quería ir a su casa a dormir, o que si quería
aprovechar un hueco que había en mi cama, pero sonrojándose me contestó una
negativa que parecía tener unos cimientos inquebrantables.

Así que él se acomodó como pudo en aquél sillón, pero le
dije que era la única vez que lo haría ya que no me gustaba nada la idea de que
durmiese sin mantas ni nada.

A cuenta de esto le desperté varias veces para importunarle
y para convencerle de que se duerma a mi lado, pero fue imposible. Dándome por
vencida me abracé a la almohada y dejé que un profundo sueño me llevase.

Narra Liam:

Me desperté a las 8 de la mañana, a pesar de que nos
dormimos
tarde. Vi que ella dormía profundamente y decidí bajar a la cafetería
para tomar un café y traerlo arriba para tomarlo tranquilamente.

Bajé las escaleras con rapidez, temía que se despertase y
viese que no estuviera allí, ya que podría pensar en que me he ido sin decirle
nada…

Cuando llegué a la cafetería, como siempre, el ambiente
estaba un poco triste, y me dirigí a la primera camarera que había en la barra.
Me dispuse a pedir mi café cuando:

X: P-perdone, no quisiera molestar, pero yo iba
primero

La miré, era de pelo castaño claro ondulado con ojos azules
y tez blanca

Liam: Oh claro, lo siento, vaya usted primero –le sonreí,
aunque por dentro temía que tardase mucho-

La chica por suerte no tardo prácticamente nada y cuando
terminó y le dieron su pedido me pidió disculpas. Me apresuré a pedir mi café y
a tomármelo. Posteriormente subí las escaleras hacia la habitación de
Ashley.

Entré. Seguía dormida, así que tomé el asiento donde había
dormido esta noche posterior y cogí mi móvil, pero sin quererlo la desperté con
el ruido

Liam: Lo siento, no quería despertarte

Ashley: Bueno, tampoco es para tanto creía que andabas con
mi móvil – dijo estirándose

Liam: ¡No soy un cotilla!

Ashley: Liam, era broma eh?-se incorporó-

Justo después de incorporarse sonó dos golpes en la puerta.

Ashley: Creo que sé quién es

Liam: Bueno, voy a abrir…

Liam se dirigió a la puerta blanca, con decisión abrió la
puerta y miró atentamente a la chica que tenía enfrente de ella:

Liam: ¡La chica del café! ¿Qué haces aquí?

Ashley: Hola Chloe! ¿Ya
os conocéis?

Chloe: Si – me dedicó una pequeña sonrisa, y después se
dirigió hacia Ashley, sentándose al lado de su cama y dejándome a mí delante de
la puerta- ¿Cómo estás?

Ashley: Bueno, un poco cansada, pero no es por mi anemia

Chloe: Anemia? –Me miró- ¡No me dijiste nada!

Me sorprendió cómo me metió en la conversación y sobre todo
de la forma incriminatoria con la que lo hacía.

Liam: Bueno… Yo creí más conveniente que lo hablases con el
médico y con ella

Ashley: ¡Vamos Chloe que no es nada!

Chloe: Claro que influye, sino, ¿entonces cómo te voy a
cuidar?

Me pareció graciosa y hermosa la forma de cómo la protegía

Liam: Claro Ashley, ¿cómo puedes decir algo así? –intenté
decir sin que se notase mi risa entre dientes

Chloe: ¿Te ha parecido gracioso? – también noté su sonrisa
de oreja a
oreja, agradecí que no se hubiese molestado por lo que dije
anteriormente.

Ashley: Me parece que vosotros os vais a llevar bien… Vente
aquí conmigo Liam, y así hablamos los tres – me señaló un hueco libre entre
ellas dos-

Liam: Claro

Les dediqué una sonrisa, cerré la puerta y me senté al lado
de las dos, me sentí extraño, pero a la vez feliz porque sabía que Ashley
estaba bien ahora. Eso me dio tranquilidad y paz, la misma que tenía la chica
de mi otro lado a la que todavía no conocía.

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Let me love You~ Cap. 4

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Let me love You~ Capítulo 2: EL infierno de blanco

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