Boys Before Flowers {One Direction & George Shelley}

Tres días habían pasado desde el incidente del Colegio St. Mary y los medios explotaban en comentarios acerca de esto. “Una escuela de ricos, es lo único que es, ni siquiera tienen tan buen nivel académico” “Es solo una escuela elitista, para chicos elitistas”, entre otros comentarios. No solo empezaron a hablar pestes del Colegio St. Mary, sino empezaron a boicotear a los supermercados St. Mary, el shopping center St. Mary entre otros.
Yo había decidido no mirar las noticias, ni diarios, ni revistas, evitar los medios de comunicación, de esa manera no tendría que ver lo que se decía de mí. Así podría seguir mi vida normal como cualquiera.

— ¡Te llaman la mujer maravilla! –me dijo Katie, mi mejor amiga de la infancia y compañera de trabajo al entrar al restaurante en el que ambas trabajábamos. — Eres la celebridad de Londres. La mujer maravilla de nuestra generación.
— ¡Basta ya Katie! –le dije molesta — No soy mujer maravilla ni nada por el estilo.
— Pero… -dijo dudando. — ¿Serán tan guapos y ricos como dicen esos tal F6?
— Esos F6 –dije molesta- Para mí son seis idiotas que no tienen nada mejor que hacer que molestar personas. Idiotas.
Katie rió, pero para mí no era nada divertido. Me acerqué a una mesa que estaba al lado de la ventana para limpiarla cuando de repente los flashes de una cámara de sorprendieron. Me acerqué hacia la puerta para ver mejor y los vi. Paparazzis, llenos de preguntas, deseosos de devorar mi imagen.

— ¿Tienes algo que decir?
— ¡Mira aquí!
— ¡Aquí!

Decidí mirar hacia el medio y sonreír forzadamente, si iba a salir en los medios, al menos iba a lucir por lo menos una vez bien. Seguramente, esto no sería bueno para la corporación St. Mary, y eso es lo que más me gustaba. Luego de que los paparazzis se retiraran un grupo de gente curiosa se juntó en la puerta para ver lo que ocurría y la mayoría luego entró para comer, quien sabe si por el hambre o por ser atendida por “La Mujer Maravilla de Londres”, en fin, luego de que mi jornada laboral terminó, tomé el bus el cual me dejaba a dos cuadras de casa (la cual estaba al lado de la tintorería), caminé y en menos de lo que cantaba un gallo estaba en casa. Aunque había algo raro, estaba lleno de autos caros, aunque seguramente estarían cenando en algún restaurante de aquí cerca.
Abrí la puerta de mi casa y la cerré estrepitosamente, estaba cansada, había sido un día muy exhaustivo.

— Mamá, papá, Bas…-me callé cuando vi a alguien extraño sentado en la mesa del comedor con mis padres y mi hermano. — ¿Hola?
— Este señor viene de parte de la corporación St. Mary.- me dijo mi padre — Tiene algo para proponerte.
— Finalmente conozco a la mujer maravilla.-dijo el hombre con tono frívolo — Un placer conocerte.
— Estoy aquí para otorgarte una oportunidad única.- me comunicó — La presidente de la corporación St. Mary ha decidido otorgarte una beca para que asistas al Colegio St. Mary.
— ¿Beca? Pero si mis notas son las normales, digo, me va muy bien en historia y español, pero en matemática, química y física a penas la apruebo.
— Una beca en baseball, sabemos que eras la capitana del equipo en tu colegio, hasta que quitaron el baseball por falta de fondos.
— Gracias, son muy amables, pero… no. –le contesté — Estoy bien en mi actual colegio.
— ¿Qué? –dijo mi familia al unísono— Disculpe, está confundida por la noticia.
— Yo no pertenezco a ese tipo de escuelas. –comenté sentándome en una silla — Es muy amable por ofrecérmela, pero… no gracias.
— ¡Sicilia! –me dijo mi madre — ¡Cállate! No sabes lo que dices.
— Sicilia –añadió el hombre — Por favor, reconsidere.
— No es necesario reconsiderarlo.-dijo mi padre mientras mi hermano me tapaba la boca para que no hablara — Estará mañana presente en la escuela.
— Bueno, si es así.-dijo el hombre — Me retiro, y espero que mañana a primera hora esté en St. Mary.
— Ahí estará. –contestó mi padre — No se preocupe.
El hombre se levantó, mi madre le abrió la puerta y se retiró saludando a todos. Mi hermano al fin me soltó para que pudiera hablar, mi cara de pocos amigos era brutal, no podía creer lo que me estaba haciendo mi propia familia.

— ¡Mamá! –grité. —No me puedes hacer…
— No grites.-me dijo.- Y ahora si tienes ojos mira eso.

Papá salió de la nada con mi blazer del colegio St. Mary, era bordó y tenía el escudo del colegio en el lado izquierdo. Un pretencioso escudo, si puedo agregar. Luego salió mi hermano, el cual estaba con mi camisa, la cual tenía el mismo escudo.

— ¿Qué carajo con ustedes? –bufé —Parecen niños.
— ¿Quién pensaría que el día llegaría?-dijo mi hermano — ¡Estoy tan orgulloso de ti!
— Oh, cierra la boca Bastian.

Me acosté a dormir, enojada con todo el mundo; pero claro, debía admitir lo siguiente: El día de mañana a las 8.30 estaría parada en frente del Colegio St. Mary, aunque no lo quisiera.
Me desperté temprano, a las seis, así tendría tiempo para hacer toda mi rutina diaria. Me bañé y sequé el cabello de manera rápida y me lo empecé a trenzar en una trenza cocida, luego me hice un peinado recogido con esta. Me vestí con el uniforme y me miré al espejo, definitivamente no me veía a mi misma con ese estúpido uniforme, me sentía vendida, me puse el reloj que mi madre me había regalado por mi cumpleaños 16; me miré la manicura, estaba perfecta, había pasado todo mi tiempo libre el día de ayer dejándola linda. Luego de darme un último vistazo, tomé mis auriculares “Beats” me los coloqué en el cuello no sin antes conectarlos en mi celular, el cual lo dejé en el bolsillo de mi blazer y fui hacia el desayunador a tomar mi desayuno.

— Te ves hermosa.-dijo mi madre tomándome una foto — ¡Esto irá al álbum familiar!
— Mamá, deja de exagerar –contesté —Es solo una estúpida escuela.
— Colegio señorita, colegio.-me dijo— Además es el colegio más caro de todo Reino Unido, y no sé si de Europa.
— Ya me da igual.

Saqué mi celular, abrí la aplicación de twitter y escribí un tweet “Genial, no solo tengo que dejar a mi escuela de casi toda la vida sino que tengo que ir a una escuela de ineptos”. Cuando fue la hora de partir, mi madre me dio un beso en la mejilla, yo subí a mi auto y mi padre comenzó a manejarlo hacia el colegio. No era demasiado trayecto, al menos no en auto.
Cuando llegué le di un beso en la mejilla a mi padre, tomé mi mochila y bajé.

— Ten un buen día cielo .-dijo mi padre — Cuando llegues me cuentas como te fue.
— Si, tendré un buen dia .-le contesté — Un buen día en el infierno.

Caminé y caminé intentando buscar donde se encontraba el campo de baseball, crucé jardines enteros, (los cuales eran muy grandes y seguramente necesitaban una cantidad de mantenimiento) cuando algo me detuvo, el sonido de una guitarra y de alguien cantando “Rolling in the Deep”. Me quedé obnubilada por su voz y su belleza, tenía el cabello castaño, algo revuelto, ojos marrones y un gran talento. Parece que mi presencia lo perturbó, porque paró de tocar y me miró.

— Oh, lo siento .-dije —¿Sabes donde está el campo de Baseball?
— Por allí .-dijo señalando hacia su derecha — ¿Primera vez en St. Mary?
— Si –contesté — Gracias por la ayuda… continúa con lo que estabas haciendo.
Luego de encontrar la cancha de baseball, notar que era del tamaño reglamentario y ver que era una excelente, me dirigí hacia el edificio principal para intentar orientarme en mis asignaturas.
— ¡Los F6! .-gritaron unas chicas mientras me empujaban haciéndose paso —¡Quítate!
Todos estaban observando su llegada, como los seis se acercaban cada vez más al lobby principal. Bueno, eran realmente guapos, eran todos castaños (uno era moreno de piel) y uno rubio, lo que pude notar apenas entraron es que el chico que me había encontrado anteriormente, estaba entre ellos. El que iba delante de todos, el castaño de cabello revuelto y ojos verdes miró hacia donde estaba un alumno.

— ¿Hay algún problema? – preguntó temeroso. — ¿Hice algo mal?
— Te doy tres segundos —dijo el ruludo de ojos verdes — Tres...
— ¿Qué?
— Dos… Uno.

Ese chico de ojos verdes lo tomó de la corbata con fuerza y lo acercó hacia su persona, mientras escapaba un suspiro de los labios de todo el mundo.

— Zayn, ¿Queda algo de jugo? –preguntó mientras el moreno le contestaba que si y le pasaba la botella. Luego de hacer eso, se la vació en la camisa blanca mientras todos como unos idiotas gritaba “Wow”, como alentando al tarado a seguir haciéndolo — Tira la botella antes de irte.
Todos se acercaron al chico preguntándole si estaba bien. El contestó que si, seguramente sería alguno de los afortunados; luego de eso, todos continuaron como si no hubiera pasado nada.
— ¡Qué hijo de puta! –dije en voz alta esperando que me oyeran. —¿Todas las personas aquí son mudas o qué carajo? ¡No hacen nada!

— Oh my god .- dijo una voz presuntuosa, en frente mío tenía los tres especímenes claros de la plasticidad en vida, una rubia de ojos verdes (claramente teñida), una morena castaña y una castaña de ojos claros, vestida de manera ridícula, seguramente pensaban que usando el uniforme de esa manera se verían bien; pero ni eso.

— ¿Y ustedes quienes son?
— Claro, no nos hemos presentado .-dijo la que se encontraba en el medio — Nosotras somos…
— Ginger.- dijo la castaña de ojos claros.
— Sunny.-contestó la morena.
— Miranda .-dijo la rubia teñida — Aunque puedes llamarnos las tres bellezas del Colegio St. Mary. Y cuéntame ¿Es que emitiste algún sonido molesto hablando mal de nuestros queridos F6, estudiante becada?
— Primero “cariño” .-dije irónica — Me teñiria mejor tus rubias extensiones antes de referirte a ti misma como una de las bellezas del instituto, segundo, estudiante becada, si, pero eso significa que estoy acá porque me quieren por algo, no porque mi padre gana dinero.
— Mejor cierra tu boca o te vas a meter en grandes problemas. —dijo la Ginger — Por cierto, ¿Es cierto que posees una lavandería?
— Es una tintorería. —corregí — ¿Y que tiene?
— Es la primera vez que veo a la hija de un tintorero. —comentó Sunny — Fascinante.
— Mira todo lo que quieras, si quieres te puedo traer mi último encefalograma. —comenté irónica — Digo, para que puedas ver lo que es tener cerebro.
— Ya que es tu primer día aquí . —dijo Miranda — Y eres una chica común, pasaré por alto lo que has dicho y te dejaré ir.
— ¿Qué?
— No me importa que digas que mis raíces se notan —comentó — Pero no puedes andar hablando de nuestros F6 así como si nada.
— ¿Qué no puedo hablar de ellos? —comenté con media sonrisa— ¿Qué tienen de grandiosos o de magníficos?
— Wow estudiante de traslado ¿En serio no tienes idea de lo grandiosos que son los F6?
— No, ninguna.

Las tres plásticas negaron con la cabeza, se rieron por lo bajo y se fueron, como si yo les diera lástima. Pero por favor, que gente tan cerrada y de mente de maní que hay aquí adentro. Necesitaba saber quienes eran los tales F6, por lo cual, tomé mi celular y google “F6”, luego de un par de páginas, aparecieron los siguientes nombres: “Harry Styles, Niall Horan, Liam Payne, Louis Tomlinson, Zayn Malik y George Shelley”. Luego de tener sus nombres, empecé a googlearlos uno por uno.

“Liam Payne, exitoso en el sector de la construcción, sucesor de la Constructora Payne. Hay un rumor que dice que la mitad de Irlanda del Norte es de la empresa. Esa corporación es conglomerado en la construcción. Tienen un historial de 50 años en la mafia (actualmente ellos afirman haberse desligado de esta), ellos tienen una cantidad de clubes nocturnos de lujo y tienen un gran control sobre los valores inmobiliarios.

Zayn Malik, era el más joven pintor llamado para exponer en “La Royal Academy of Arts”. Es un artista que surgió como una estrella fugaz y la UNESCO lo seleccionó como uno de los mejores artistas jóvenes. Los tesoros nacionales que aparecen en los libros escolares y Museo Británico pertenecen al abuelo de Zayn.

George Shelley, Vizconde de Wellington, nieto directo del Duque de Wellington; es dueño de una de las más grandes fundaciones culturales de Inglaterra, del equipo de football Manchester United y de un equipo de grandes ligas. Además de todo el dinero que tienen invertido en empresas multinacionales como Apple y Universal Studios.

Niall Horan, hijo de los dueños de la cadena de restaurantes “Nando’s” el cual sirve comida portuguesa-mozambiqueña. Fundada en 1987 por el padre de Niall actualmente Nando’s está instalado en más de 30 países en cinco continentes. Con el dinero ganado también compraron la cadena “Dunkin Donuts” la cual posee 7.200 establecimientos en 30 países y sirve 2,7 millones de tazas de café por día, acompañadas por 50 diferentes sabores de donuts.

Louis Tomlinson, hijo de un magnate petrolero y de una magnate de la industria de la moda. El padre de Louis es dueño de British Petroleum una de las más grandes empresas petroleras del planeta, su facturación en 2011 alcanzó los 386 millones de dólares. Por otro lado, la madre de Louis es la dueña de Elite Model Management, una de las más grandes agencias de modelos del mundo.

Harry Styles, si eres un ciudadano de Inglaterra con tres años de edad, seguramente ya conoces el nombre de la corporación St. Mary, él es su sucesor.”

— Sucesor, y lider del F6. — Pensé para mis adentros — Maldito idiota.

Necesitaba respirar, no podía creer lo que estaba ocurriendo dentro de mi cabeza. ¿Porqué se le daba tanto poder y tanta riqueza a gente tan estúpida? ¡Idiotas, eso es lo que eran, idiotas!
Corrí hacia un lugar en la azotea, el cual tenía un pequeño balcón, parecía que nadie lo frecuentaba.

— ¡Idiotas! – grité desahogándome — Son idiotas. Harry Style y esos F6. Deberían estar agradecidos de tener lo que tienen.
— Eres un fastidio.- dijo George apareciendo de la nada — Eres demasiado ruidosa, no pude dormir mi siesta en paz.
— Perdón. –dije apenada — Pensé que estaba sola.
— Así que ¿Soy un idiota?
— Es que… Espera, ¿Escuchaste todo?
— ¿Qué? ¿Lo de que Harry es un idiota y nosotros también?
— Eh… entonces has escuchado todo.
— Oh, y por cierto. Es Harry Styles, con S al final. Si vas a estar aquí, al menos debes aprenderte los nombres.

Oh, que genial, primer día de clases y ya le parezco una atarantada a George Shelley. ¿Pero que carajo me importa? El es uno de los F6 y por lo tanto, mi enemigo jurado, junto con los otros cinco idiotas.
Las horas de clase, luego de ese incidente se me pasaron muy rápido, cuando quise acordar era la hora del almuerzo. Agarré mi lonchera y me senté en una mesa solitaria lejos de todo el mundo.
Mi madre me había hecho carne asada con arroz y queso, hoy comería bien. Gracias a Dios no me olvidé la comida, porque para mi sería imposible costearme un almuerzo aquí, ya que sale 50£.
— Oh, my, god —dijo en voz alta Ginger, ni siquiera tuve que levantar la vista, conocí su voz insoportable — ¿Por qué estás comiendo eso? ¡No vez que los chef cocinan para nosotros!
— Se me es imposible comprarme un almuerzo por 50£.
— ¿Entonces… piensas seguir comiendo ese almuerzo asqueroso?
— No es asqueroso, lo hizo mi madre. Y si.
Miranda rodó los ojos, tomó una botella de perfume y comenzó a rociarla alrededor mío, yo cubrí mi almuerzo para que no se viera afectado por el sabor que tendría si el perfume llegaba a tocarlo.
— Mejor .-dijo Miranda — ¡Oh Dios, el F6!
Las chicas comenzaron a actuar como unas histéricas y a acercarse hacia la puerta. Todo el mundo los rodeaba como si se tratara de una celebridad, yo por mi parte me concentre en mi carne asada y en intentar de seguir invisible.
— ¿Está bien si como contigo? —me dijo una chica que no conocía mientras se sentaba conmigo — Hola, me llamo Emily Di Martino.
— Pues si —le contesté con una sonrisa — Como eres la primera persona que me habla sin mirarme como bicho raro, siéntate.
— Se lo que se siente —contestó ella, era muy bonita, tenía facciones de muñeca — Vengo de Alemania, el año pasado me cambié aquí. Al principio fue difícil, pero ahora lo llevo bien.
— Si, pero tu no eres una becada.
— En eso tienes razón. Entonces, tu debes ser la famosa Sicilia Harris.
— La misma que viste y calza.
Como había terminado de comer, guardé mi plato en la lonchera y saqué mi postre, bombones caseros hechos de chocolate con cobertura de coco.

—¿Quieres uno Emily?

Ella asintió con una sonrisa y comió uno.

—Wow, están buenos.
— Gracias, los hice yo.

Luego del almuerzo, las horas de clase se hicieron eternas. Encima, luego de la escuela, debía ir a cumplir con mi trabajo en el restaurante.
Llegué al restaurante rápidamente, donde me puse mi uniforme de mesera y guardé con mucho cuidado mi uniforme escolar, ya que sabía que seguramente, este último valdría más que mi casa.

— ¿Y como te ha ido en tu primer día? –preguntó Katie entusiasmada — ¿Viste a los F6?
— Si, son guapos, una lindura. –dije sarcástica — Uno más idiota que el otro. Pero al menos me hice de una amiga, se llama Emily Di Martino.
— ¿Es de acá?
— No lo sé, me dijo que venía de Alemania, pero no sonaba a Alemana. Es preciosa. ¡Parece de otro mundo, en serio!
— Bueno, al menos no estás solitaria.
— Soy solitaria.
— ¿Dónde está la Sicilia Harris que es fuerte? ¿Dónde está la Sicilia Harris que luchó con una peleonera cuando ella me robó mis cosas? ¡Demúestrales quien eres.
La charla continuó, me hizo contarle como era la escuela, detalle por detalle mientras continúabamos nuestra labor de meseras, al terminar el día, tomé el bus como siempre y me dirigí hacia mi casa. Dejé mi uniforme encima de la mesa y enseguida mi madre me lo quitó,
—¿Qué haces?
— Lo voy a poner a lavar y a secar para que tu padre lo planche y vayas perfecta a la escuela.
— ¿Para que quieres eso?
— Piensalo, hasta el más pobre de esa escuela podría ser un futuro esposo en potencia para ti.
— Mamá ¿Acaso te escuchas cuando hablas? Además, papá no puede planchar, siempre le duele el brazo luego de trabajar todo el día.
— Para nada, para esa clase de ropa no me duele el brazo. Ni siquiera la gente normal se puede costear esta clase de ropa para una boda. –añadió mi padre — Yo mismo me voy a encargar de que no quede ni una arruga. Ten mucho cuidado con tu uniforme, cuídalo como oro.

Estaba agobiada, y mi familia no ayudaba en ese momento. Así que decidí retirarme e irme a mi habitación. Me tiré en la cama y decidí no cenar, luego de un rato, llegó mi padre, dejó mi uniforme y me arropó. En ese momento me di cuenta de que tenía que lograrlo, tenía que hacerlo… por ellos.