Cuando se oculta el sol {Harry Styles}

Despierto por el sol que cae en mi rostro, el cuerpo me duele y me levantó. Me siento junto al árbol y tomó un palo, poco a poco voy retirando la tierra que cubría a mi vieja lonchera, la sacó de ahí y le retiro el polvo que estaba sobre ella. Se que prometí abrirla con ella pero si ella ya no esta creo que la promesa ya no es valida ¿Cierto?
La abro lentamente y esta produce un chirrido por lo oxidada y vieja que esta. Sonrió al ver los objetos que estaban dentro, una pulsera con una inicial L -la cual solía usar rara ocasión-, una piedra , una chapa -de la botella de agua que le compré-, una luna de las que brillaba en la oscuridad -era suya-, un alambre -con el que yo había formado un corazón-, una hoja del árbol -dónde estaban escritos nuestro apodos- y por último una botella con arena del sendero. Cierro la lonchera y salgo de ahí, ya no puedo hacer nada, solo no olvidarla.

Tres días mas, el mismo dolor. Las cosas no cambiaron mucho, el mismo dolor en mi pecho sigue, no he vuelto a ver a Lucy, no he regresado al lugar y la lonchera sigue a un lado de mi tienda.
Giro la pieza y con mucha suavidad le acabo los pequeño detalles que le faltaban. La campana de mi pequeña tienda suena y la puerta se abre dejando ver a la persona del otro lado, mi perra -aún sin nombre- se acerca a ella moviendo la cola, esta se agacha y la acaricia.
– Hola.– Levanta su mirada y me sonríe.
– Hola. Inconscientemente yo también lo hago.– Ella se levanta y con sus manos sacude el polvo de sus rodillas.
– ¿Y como estás?– Pregunta mientras se acerca a mi.
– Puedo sobrevivir.– Las palabras que digo no están llenas de ánimo pero aun así veo que las comisuras se levantan levemente.
– ¿Y tu?
– También sobrevivo.– Esta vez yo si sonrío, poco pero lo hago.
– Debe haber sido muy duro para ti.
– Si lo fue.– Se que no quiere tocar mas el tema, lo se por el gesto que hizo al responder pero lamentablemente necesito mas respuestas.– ¿Para ti?– Antes que yo pueda formular pregunta alguna ella lo hace.
– ¿A mi que?
– ¿Fue duro para ti?
– Claro que lo fue, lo es.– En su rostro se forma una mueca que no logró entender si es de felicidad o tristeza.
– ¿Y que haces?– Cambia de tema y se acerca a la pieza en la cual estaba trabajando.
– Es un intentó de barco.– Levantó los hombros no muy contento con mi trabajo.
– Es hermoso.– Murmura tocando la pieza con suma suavidad revisando cada detalle de ella.
– Le falta un poco de trabajo Antes de que pudiera decir algo ella me contradice.
– Claro que no, esta perfecta tal y como es si le haces algo me molestare contigo. Pone la pieza en su rostro y sonríe.
– Esta bien no le haré nada–. Sonrío.– Te la regalo.– Digo sin pensarlo mucho, ella retira la pieza de su rostro y sonríe.
– ¿Enserio?– Pregunta sorprendida.
– Si.
– Gracias.
Y antes de que pueda responder con un de nada, se produce un ruido fuerte en mis pies, bajo la vista y miró la lonchera bajo mis pies y a mi perra retirándose.
– ¿Qué es eso?– Pregunta mirando al suelo.
– Nada.– Con mi mano la empujo bajo el mueble.– Tonterías.– Trato de sonreír pero al ver su rostro el cual me hace dar cuenta que hay algo mal aquí.
– Claro.– Siento la decepción en sus palabras pero no lo entiendo, ella no sabe de la lonchera, no sabe por que dirigimos que nunca se lo diríamos a nadie y desde ese día ni nosotros volvimos a tocar el tema.– Me tengo que ir–. Se retira con la cabeza abajo, esta decepcionada.
Y en ese mismo instante me doy cuenta de lo lento que soy, por que el día que lo oculte no era día sino noche, por que solo la vi tres tardes y la primera me miraba extrañada, la segunda guardamos la lonchera con las cosas que habíamos encontrado ese mismo día y la tercera le hice la promesa, tres días, solo tres días y ya le había prometido amor eterno, solo tres días y dos promesas, solo unos años y ya había roto una.

Salgo de mi tienda lo mas rápido que puedo y observó a ambos lados, no hay rastro de ella.
No se si en este momento me siento peor a cuando me enteré de la muerte de Leia por que este dolor es diferente. Y es que simplemente no pude decir lo mucho que significaba esa lonchera para mi y preferí llamarla tonteria. Tomó mi teléfono y la llamó, no contesta. No se que hacer, no se que decir. Es obvio que ella esta interesada en otra persona y supongo que las cosas terminaran aquí, las terminare perdiendo a ambas. Y esa es mi hermosa suerte, pierdo a una persona que marcó mi vida de alguna manera y pierdo a la que en este momento es mi vida.

Mis ojos se humedecen pero no pienso llorar por que a ella no, esta vez no me importa tener al universo en mi contra, a ella no me quitaran.