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Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
OH POR DIOS
AMO TU NOVELA DE UNA MANERA DESESPERADA
SÍGUELA POR FAVOR!
AMO TU NOVELA DE UNA MANERA DESESPERADA
SÍGUELA POR FAVOR!
fernanda
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ahh Joseph porque no dejas que te curen!!
Deberia de dejar de ser tan frio!!
Siguela!!
Deberia de dejar de ser tan frio!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ESE DESGRACIADO NO PARARA HASTA MATAR A JOE!!!!.. ESPEREMOS QUE NO SE SALGA CON LA SUYAAAA
chelis
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
-He visto la silla, Joseph. No creo que fuera un accidente. Y me parece que tú tampoco lo crees.
-_____________...
Ella se clavó las uñas en las palmas de las manos para impedir que le saltaran las lágrimas. Joseph corría peligro y era culpa suya, otra vez.
-Lo siento -dijo-. No sabía que pasaría esto. Jamás se me ocurrió que ese hombre llegaría tan lejos. -A pesar de lo mucho que se esforzó en evitarlo, se le humedecieron los ojos y se le nubló la vista-. No me habría casado contigo. Sin importar lo que me hubiera pasado, no te habría puesto en este tipo de peligro.
Joseph cruzó la habitación con pasos firmes y rápidos hacia donde ella estaba y la rodeó con los brazos.
-Tranquila, cariño. No pasa nada. No sabemos con certeza quién está detrás de esto y, en cualquier caso, la culpa no es tuya.
-Sí es culpa mía -insistió, apoyada en su pecho y deseando con toda su alma que no lo fuera.
-¿Y se puede saber por qué? -le preguntó Joseph, que se había separado un poco de ella para mirarla a la cara.
-Por el testamento de mi padre. -La invadió una sensación terrible de tristeza-. Contiene una cláusula a la que no presté nunca demasiada atención. Dice que, si mi marido muriera antes de que yo alcanzara la mayoría de edad, volvería a estar bajo la tutela de mi tío. Aunque, me quedara aquí en el castillo, él controlaría mi dinero hasta que volviera a casarme o cumpliera veinticuatro años. -Levantó la vista y lo miró entre lágrimas-. Está intentando matarte, Joseph. Dios mío, ¿qué vamos a hacer?
Él volvió a estrecharla entre sus brazos, esta vez co más fuerza, y reconoció:
-Ya suponía que era cosa de Dunstan, pero no veía qué podía ganar con eso. En cuanto a lo que voy a hacer, todavía no estoy seguro. Pero te prometo que no voy a permitir que me mate -finalizó con una sonrisa llena de ternura.
_____________ tomó aliento con fuerza y asintió en silencio. Su temor empezaba a desaparecer. De momento, Joseph estaba a salvo. Habían descubierto el plan de su tío y lo que lo inducía. Encontrarían la forma de detenerlo.
-¿Mejor? -preguntó Joseph, levantándole el mentón con un dedo.
Asintió de nuevo y trató de sonreír, pero lo cierto era que no estaba mejor. Se sentía mal por lo que casi había ocurrido y culpable de ser la causa.
-Ya hablaremos de esto con más calma -la tranquilizó Joseph. La soltó y se alejó un paso, como si quisiera poner cierta distancia entre ambos-. Mientras tanto, ¿por qué no descansas un poco antes de cenar?
Pero de repente _____________ no quería descansar. Quería estar con él. Quería tocarlo, besarlo, asegurarse de que estaba a salvo.
Se acercó, alargó una mano y se la puso en el pecho. Sintió cómo esos músculos fuertes se tensaban.
-Preferiría quedarme aquí -dijo en voz baja-. Ya sé que no eres de esa clase de hombre que necesita a una mujer, pero a veces yo te necesito. Ahora te necesito, Joseph.
Se puso de puntillas, le deslizó una mano por la nuca y acerco la boca de su marido a la suya para besarla. Cuando Joseph separó los labios, sorprendido, ella le introdujo la lengua en la boca y le oyó gemir.
Él la estrechó en sus brazos de un modo casi doloroso.
-_____________...
-Te deseo, Joseph. Te necesito.
Volvió a besarlo y un escalofrío recorrió el cuerpo de su marido, que le devolvió un beso rabioso. Profundo, húmedo, fogoso, apasionado. Después, las manos del hombre se movieron frenéticas por la ropa de la mujer desabrochando botones y presillas, quitando prendas y hasta desgarrando un poco la camisa en su prisa por deshacerse de ella.
La necesidad de Joseph aumentó la de _____________, que sintió un calor y un cosquilleo extraño por todo el cuerpo y se puso a jadear. Lo deseaba. Lo deseaba mucho. Posó una mano en la parte delantera de sus pantalones y notó su dureza, la rigidez de su cuerpo, y empezó a desabrochar los botones que lo mantenían prisionero.
Su miembro quedó libre, henchido, caliente y palpitante. Con manos temblorosas, _____________ lo acarició con suavidad y un sonido áspero escapó de la garganta de Joseph, que la besó con fuerza y ansiedad; pero ella quería más. Le recorrió con besos tiernos el cuello, se detuvo un momento en el torso desnudo, donde dio unos besos dulces y húmedos, y descendió hacia el estómago. El cuerpo de Joseph sabía salado, debido a su galopada matinal, y la piel estaba suave y caliente. _____________ le rodé el ombligo con la lengua y su marido se estremeció, al mismo tiempo que ella se estremecía.
El susurró su nombre mientras le quitaba las horquillas del pelo y dejaba que la melena cayera por la espalda.
_____________ se puso de rodillas y le besó más abajo, lo que hizo que Joseph aspirara el aire con fuerza. Quería saborear su masculinidad, conocer esa parte íntima que usaba con tanta destreza. Besó la carne suave, que exhibía una excitación tan dura como el acero, y se la metió en la boca.
Notó que a Joseph se le tensaba todo el cuerpo. Su voz sonó sorda y áspera:
-_____________..., por el amor de Dios...
Pero se negó a ceder. Por primera vez era ella quien ostentaba el poder, un poder que acababa de descubrir. Notó cómo su marido se esforzaba desesperadamente por mantener el control mientras ella lo saboreaba, lo acariciaba y jugueteaba con él hasta que un gemido feroz y grave se escapó de su garganta.
Entonces, Joseph la levantó del suelo, la llevó hasta la cama de plumas y la depositó en el centro. Se detuvo sólo lo suficiente para quitarse lo que le quedaba de ropa y se acostó junto a ella. _____________ abrió los ojos como platos cuando la subió encima de él y la sentó a horcajadas; la tomó luego por los cabellos y le bajó la cara para darle un beso devastador que la dejó sin aliento.
-_____________...
Ella se clavó las uñas en las palmas de las manos para impedir que le saltaran las lágrimas. Joseph corría peligro y era culpa suya, otra vez.
-Lo siento -dijo-. No sabía que pasaría esto. Jamás se me ocurrió que ese hombre llegaría tan lejos. -A pesar de lo mucho que se esforzó en evitarlo, se le humedecieron los ojos y se le nubló la vista-. No me habría casado contigo. Sin importar lo que me hubiera pasado, no te habría puesto en este tipo de peligro.
Joseph cruzó la habitación con pasos firmes y rápidos hacia donde ella estaba y la rodeó con los brazos.
-Tranquila, cariño. No pasa nada. No sabemos con certeza quién está detrás de esto y, en cualquier caso, la culpa no es tuya.
-Sí es culpa mía -insistió, apoyada en su pecho y deseando con toda su alma que no lo fuera.
-¿Y se puede saber por qué? -le preguntó Joseph, que se había separado un poco de ella para mirarla a la cara.
-Por el testamento de mi padre. -La invadió una sensación terrible de tristeza-. Contiene una cláusula a la que no presté nunca demasiada atención. Dice que, si mi marido muriera antes de que yo alcanzara la mayoría de edad, volvería a estar bajo la tutela de mi tío. Aunque, me quedara aquí en el castillo, él controlaría mi dinero hasta que volviera a casarme o cumpliera veinticuatro años. -Levantó la vista y lo miró entre lágrimas-. Está intentando matarte, Joseph. Dios mío, ¿qué vamos a hacer?
Él volvió a estrecharla entre sus brazos, esta vez co más fuerza, y reconoció:
-Ya suponía que era cosa de Dunstan, pero no veía qué podía ganar con eso. En cuanto a lo que voy a hacer, todavía no estoy seguro. Pero te prometo que no voy a permitir que me mate -finalizó con una sonrisa llena de ternura.
_____________ tomó aliento con fuerza y asintió en silencio. Su temor empezaba a desaparecer. De momento, Joseph estaba a salvo. Habían descubierto el plan de su tío y lo que lo inducía. Encontrarían la forma de detenerlo.
-¿Mejor? -preguntó Joseph, levantándole el mentón con un dedo.
Asintió de nuevo y trató de sonreír, pero lo cierto era que no estaba mejor. Se sentía mal por lo que casi había ocurrido y culpable de ser la causa.
-Ya hablaremos de esto con más calma -la tranquilizó Joseph. La soltó y se alejó un paso, como si quisiera poner cierta distancia entre ambos-. Mientras tanto, ¿por qué no descansas un poco antes de cenar?
Pero de repente _____________ no quería descansar. Quería estar con él. Quería tocarlo, besarlo, asegurarse de que estaba a salvo.
Se acercó, alargó una mano y se la puso en el pecho. Sintió cómo esos músculos fuertes se tensaban.
-Preferiría quedarme aquí -dijo en voz baja-. Ya sé que no eres de esa clase de hombre que necesita a una mujer, pero a veces yo te necesito. Ahora te necesito, Joseph.
Se puso de puntillas, le deslizó una mano por la nuca y acerco la boca de su marido a la suya para besarla. Cuando Joseph separó los labios, sorprendido, ella le introdujo la lengua en la boca y le oyó gemir.
Él la estrechó en sus brazos de un modo casi doloroso.
-_____________...
-Te deseo, Joseph. Te necesito.
Volvió a besarlo y un escalofrío recorrió el cuerpo de su marido, que le devolvió un beso rabioso. Profundo, húmedo, fogoso, apasionado. Después, las manos del hombre se movieron frenéticas por la ropa de la mujer desabrochando botones y presillas, quitando prendas y hasta desgarrando un poco la camisa en su prisa por deshacerse de ella.
La necesidad de Joseph aumentó la de _____________, que sintió un calor y un cosquilleo extraño por todo el cuerpo y se puso a jadear. Lo deseaba. Lo deseaba mucho. Posó una mano en la parte delantera de sus pantalones y notó su dureza, la rigidez de su cuerpo, y empezó a desabrochar los botones que lo mantenían prisionero.
Su miembro quedó libre, henchido, caliente y palpitante. Con manos temblorosas, _____________ lo acarició con suavidad y un sonido áspero escapó de la garganta de Joseph, que la besó con fuerza y ansiedad; pero ella quería más. Le recorrió con besos tiernos el cuello, se detuvo un momento en el torso desnudo, donde dio unos besos dulces y húmedos, y descendió hacia el estómago. El cuerpo de Joseph sabía salado, debido a su galopada matinal, y la piel estaba suave y caliente. _____________ le rodé el ombligo con la lengua y su marido se estremeció, al mismo tiempo que ella se estremecía.
El susurró su nombre mientras le quitaba las horquillas del pelo y dejaba que la melena cayera por la espalda.
_____________ se puso de rodillas y le besó más abajo, lo que hizo que Joseph aspirara el aire con fuerza. Quería saborear su masculinidad, conocer esa parte íntima que usaba con tanta destreza. Besó la carne suave, que exhibía una excitación tan dura como el acero, y se la metió en la boca.
Notó que a Joseph se le tensaba todo el cuerpo. Su voz sonó sorda y áspera:
-_____________..., por el amor de Dios...
Pero se negó a ceder. Por primera vez era ella quien ostentaba el poder, un poder que acababa de descubrir. Notó cómo su marido se esforzaba desesperadamente por mantener el control mientras ella lo saboreaba, lo acariciaba y jugueteaba con él hasta que un gemido feroz y grave se escapó de su garganta.
Entonces, Joseph la levantó del suelo, la llevó hasta la cama de plumas y la depositó en el centro. Se detuvo sólo lo suficiente para quitarse lo que le quedaba de ropa y se acostó junto a ella. _____________ abrió los ojos como platos cuando la subió encima de él y la sentó a horcajadas; la tomó luego por los cabellos y le bajó la cara para darle un beso devastador que la dejó sin aliento.
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ahhh Joe debes de cuidarte!!
Si no que haria la rayiz sin ti!!
Siguela!!
Si no que haria la rayiz sin ti!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ay dios , voy a morir en este preciso momento
y nada excepto otro cap va a impedirlo
SÍGUELAAAAA :sad:
y nada excepto otro cap va a impedirlo
SÍGUELAAAAA :sad:
fernanda
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Aaaaaaahh es que como la dejas ahiiii..... Pon mas ......
chelis
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
-Dime qué necesitas -le pidió en voz baja sin dejar de acariciarle los senos y de tirar con suavidad de los pezones.
_____________ trató de mostrárselo con el cuerpo, se movió impaciente sobre él y sintió todo su calor al situarse de forma más completa sobre su excitación.
-Dímelo -le ordenó él, decidido a oír lo que quería oír. La miraba con esos ojos oscuros que parecían devorarla-. Dime qué necesitas.
A ella le temblaban los dedos de las manos cuando acarició la hermosa boca de su marido y dijo:
-Te necesito a ti, Joseph.
Con un gruñido, él la penetró hasta el fondo, y el calor recorrió las venas de _____________ como si fuera fuego.
-Haz lo que desees, mi amor -se sometió Joseph- Toma lo que necesites.
Esas palabras la excitaron todavía más de lo que ya estaba. La sensación de poder regresó a ella y con más fuerza que antes. Desnuda, empezó a montarlo.
El músculo poderoso se fortaleció en su interior. _____________ sentía la tensión de ese cuerpo delgado y robusto debajo de ella, el control que él ejercía para lograr proporcionarle placer. Una sensación calurosa le cubrió la piel y su parte más íntima se llenó de humedad. Se abandonó al placer creciente, lo absorbió, lo sintió en cada músculo y cada fibra. Cabalgó sin clemencia, tomando y tomando, echando la cabeza hacia atrás cuando el placer se volvió más intenso y todo su cuerpo se le tensó envolviendo el de su marido.
Joseph le acarició los senos con las manos, la agarró por las caderas y empezó a moverse con ella, de modo que la penetró más profundamente aún. _____________ exclamó su nombre cuando alcanzó un clímax intensísimo, con el placer, la pasión y la necesidad fundidos en uno solo. Joseph la sujetó y siguió penetrándola una y otra vez, profundamente, hasta llevarla a un segundo clímax desgarrador. Otro empuje fuerte y él alcanzó el suyo propio, temblando los dos debido a la intensidad lograda.
Ella se fue derrumbando sobre él y Joseph la separó con delicadeza, la acostó a su lado y la rodeó con los brazos. _____________ cerró los ojos, agradecida por el sosiego que se desprendía del cuerpo varonil. No se sentía tan unida él desde hacía semanas. En eso no había barreras ente ellos, sólo el deseo de proporcionarse placer el uno al otro. Con amor, una atracción física tan fuerte daría como resultado un matrimonio sólido y duradero.
Sin amor, la pasión acabaría por menguar y desaparecer. No pudo evitar _____________ preguntarse cuánto tiempo duraría ese vínculo, el único real que los unía. ¿Se rompería cuando estuviera embarazada? Le dolía pensar en ello; saber que, cuando perdiera la figura al llevar dentro un hijo, Joseph se echaría una amante, como hacían otros hombres de su posición.
Aunque todavía sentía el cosquilleo del placer en el cuerpo, un dolor sordo le atravesó el corazón.
_____________ trató de mostrárselo con el cuerpo, se movió impaciente sobre él y sintió todo su calor al situarse de forma más completa sobre su excitación.
-Dímelo -le ordenó él, decidido a oír lo que quería oír. La miraba con esos ojos oscuros que parecían devorarla-. Dime qué necesitas.
A ella le temblaban los dedos de las manos cuando acarició la hermosa boca de su marido y dijo:
-Te necesito a ti, Joseph.
Con un gruñido, él la penetró hasta el fondo, y el calor recorrió las venas de _____________ como si fuera fuego.
-Haz lo que desees, mi amor -se sometió Joseph- Toma lo que necesites.
Esas palabras la excitaron todavía más de lo que ya estaba. La sensación de poder regresó a ella y con más fuerza que antes. Desnuda, empezó a montarlo.
El músculo poderoso se fortaleció en su interior. _____________ sentía la tensión de ese cuerpo delgado y robusto debajo de ella, el control que él ejercía para lograr proporcionarle placer. Una sensación calurosa le cubrió la piel y su parte más íntima se llenó de humedad. Se abandonó al placer creciente, lo absorbió, lo sintió en cada músculo y cada fibra. Cabalgó sin clemencia, tomando y tomando, echando la cabeza hacia atrás cuando el placer se volvió más intenso y todo su cuerpo se le tensó envolviendo el de su marido.
Joseph le acarició los senos con las manos, la agarró por las caderas y empezó a moverse con ella, de modo que la penetró más profundamente aún. _____________ exclamó su nombre cuando alcanzó un clímax intensísimo, con el placer, la pasión y la necesidad fundidos en uno solo. Joseph la sujetó y siguió penetrándola una y otra vez, profundamente, hasta llevarla a un segundo clímax desgarrador. Otro empuje fuerte y él alcanzó el suyo propio, temblando los dos debido a la intensidad lograda.
Ella se fue derrumbando sobre él y Joseph la separó con delicadeza, la acostó a su lado y la rodeó con los brazos. _____________ cerró los ojos, agradecida por el sosiego que se desprendía del cuerpo varonil. No se sentía tan unida él desde hacía semanas. En eso no había barreras ente ellos, sólo el deseo de proporcionarse placer el uno al otro. Con amor, una atracción física tan fuerte daría como resultado un matrimonio sólido y duradero.
Sin amor, la pasión acabaría por menguar y desaparecer. No pudo evitar _____________ preguntarse cuánto tiempo duraría ese vínculo, el único real que los unía. ¿Se rompería cuando estuviera embarazada? Le dolía pensar en ello; saber que, cuando perdiera la figura al llevar dentro un hijo, Joseph se echaría una amante, como hacían otros hombres de su posición.
Aunque todavía sentía el cosquilleo del placer en el cuerpo, un dolor sordo le atravesó el corazón.
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
CAPITULO 20
De pie ante el escritorio del despacho de Nathaniel Whitley en Threadneedle Street, Joseph firmó el documento y se lo devolvió a su abogado, quien le echó cuidadosamente polvo secante, lo dobló y lo selló con una gota de lacre.
-Está firmado, atestiguado por mí y fechado -dijo Nat-. Lo depositaré en mi caja fuerte junto con la cincha y los demás documentos que me has proporcionado. Si te pasa algo, me encargaré de entregarlo todo en el juzgado. -Levantó la vista del montón de papeles y se quitó de un tirón los anteojos de montura de metal de la nariz-. Por el amor de Dios, Joseph. Intentó matarte. Deberían colgarlo del árbol más cercano por lo que ha hecho.
Joseph se pasó una mano por la cara deseando que fuera tan sencillo.
-Nada me gustaría más, te lo aseguro. Sin embargo, ahora mismo tenemos pocas pruebas de que fuera Dunstan quien pagó a alguien para que me matara. Los hombres que me atacaron en la taberna Quill and Sword desaparecieron hace tiempo. No se creerán el testimonio de un mozo de cuadra antes que el de un conde, y menos de uno tan poderoso como Dunstan.
El testimonio jurado era el segundo documento sellado que Joseph le había entregado a Nat. Se lo sacaron a la fuerza a un hombre llamado Oliver Weed, un mozo que trabajaba desde hacía poco para él. Bennie Taylor lo
ayudó a descubrir la identidad del hombre. Weed figuraba en el grupo que trabajaba en el altillo cuando el cabestrante cayó y casi lo mató. Bennie recordó haberlo visto también manejando la silla de montar de Joseph. En aquel momento pensó que estaba simplemente ocupándose de ella.
Capturado y obligado a admitir la verdad, confesó los intentos para acabar con la vida de Joseph y nombró a su jefe: Evan Sloan, el administrador de Dunstan. Pero no había pruebas suficientes para acusar al conde, ni tan siquiera a Sloan.
-Estos documentos sólo serán útiles si muero de forma sospechosa -reconoció Joseph-. Si eso pasara, Douglas Roth sería acusado de asesinato.
-Pero seguirías estando muerto.
-Por desgracia, eso es cierto. -Sus labios esbozaron una leve sonrisa-. Pero no va a pasar, y menos cuando Dunstan se entere de la amenaza que suponen los documentos.
-¿Y cómo tienes previsto informarle?
-Mañana salgo para Milford Park. Dunstan debe abandonar la casa a final de mes, es decir, de aquí a unos cuantos días. Desde mi matrimonio con _____________ soy el propietario de esa casa y estoy decidido a hacer que se marche.
-Ve con cuidado, Joseph. Ese hombre no tiene conciencia. No le importaría nada matarte. Mira lo que le hizo a su sobrina, que es de su propia sangre.
-Iré con cuidado. Y llevaré un amigo, por si acaso. Nat se detuvo a medio ordenar los papeles en la mesa. -¿Un amigo?
Joseph sonrió.
-Sí. El duque de Carlyle. Con Jason seguro que no correré ningún peligro.
-Tienes razón -estuvo de acuerdo Nat, ya más tranquilo-. Carlyle es perfecto para guardarle a uno las espaldas. -Rodeó la mesa y se situó junto a Joseph-. pero sigue siendo peligroso. Ten cuidado.
-Lo tendré, créeme. -Cruzó la habitación y abrió la puerta-. Y otra vez felicidades. Espero que sepas lo contento que estoy de que mi tía y tú os caséis.
-He estado enamorado de Winifred Jonas desde que era un muchacho -afirmó Nat con una sonrisa.
Joseph asintió con la cabeza, pero esa frase, dicha con tanta naturalidad, lo inquietó. ¿Por qué hombres como Nat y Jason parecían aceptar estar enamorados sin el menor reparo? Era ridículo que un hombre adulto creyera en tal fantasía, y sin embargo... Cuando pensaba en Jason y Velvet, tenía que admitir que había algo en su relación que era distinto.
Y Nat y Winnie también compartían algo especial.
Joseph pensó sin querer en _____________. En lo bien que se sentía al hacerle el amor, en el instinto de protección que ella le despertaba, en lo mucho que le gustaba estar simplemente con ella.
¿Era eso amor?
Seguro que no. Él no era de los que se enamoran.
Pero la idea lo acompañó todo el viaje hasta el castillo de Running.
El día era tempestuoso y frío, y un viento gélido sacudía los brotes de las hojas en las ramas de los árboles. El carruaje con el blasón de los Litchfeld esperaba frente a la puerta principal. Sus cuatro caballos negros desprendían vaho al respirar, piafaban y sacudían la cabeza haciendo tintinear los arneses tachonados de plata.
Bajo la araña de cristal de la entrada, _____________ se colocó la capa ribeteada con piel de zorro alrededor de los hombros, con un manguito a juego en una mano y una bolsa de viaje en el suelo, a sus pies. Al otro lado del vestíbulo, Joseph y Jason salieron del estudio, y _____________ tomó fuerzas para la batalla que iba a librar.
Los ojos oscuros de su marido se abrieron de sorpresa en cuanto la vio.
-¡_____________! ¿Qué diablos haces levantada a estas horas?
Era muy temprano. Ella sabía que tendrían que salir pronto para emprender el viaje de dos días a Milford Park. Se obligó a sonreír.
-Os esperaba.
Al ver la bolsa en el suelo, Joseph se plantó delante de ella y frunció el entrecejo.
-Vas vestida para salir. Espero que no pienses que vas a venir conmigo.
-Eso es exactamente lo que pienso -afirmó ella con una sonrisa encantadora.
Unos pasos más allá, Jason ocultó una sonrisa burlona.
-Es imposible -aseguró Joseph, sombrío-. Ya sabes por qué viajamos a Milford. Tu tío estará furioso cuando se entere de que hemos frustrado sus planes. Quiero que estés lo más lejos posible de él.
-Está firmado, atestiguado por mí y fechado -dijo Nat-. Lo depositaré en mi caja fuerte junto con la cincha y los demás documentos que me has proporcionado. Si te pasa algo, me encargaré de entregarlo todo en el juzgado. -Levantó la vista del montón de papeles y se quitó de un tirón los anteojos de montura de metal de la nariz-. Por el amor de Dios, Joseph. Intentó matarte. Deberían colgarlo del árbol más cercano por lo que ha hecho.
Joseph se pasó una mano por la cara deseando que fuera tan sencillo.
-Nada me gustaría más, te lo aseguro. Sin embargo, ahora mismo tenemos pocas pruebas de que fuera Dunstan quien pagó a alguien para que me matara. Los hombres que me atacaron en la taberna Quill and Sword desaparecieron hace tiempo. No se creerán el testimonio de un mozo de cuadra antes que el de un conde, y menos de uno tan poderoso como Dunstan.
El testimonio jurado era el segundo documento sellado que Joseph le había entregado a Nat. Se lo sacaron a la fuerza a un hombre llamado Oliver Weed, un mozo que trabajaba desde hacía poco para él. Bennie Taylor lo
ayudó a descubrir la identidad del hombre. Weed figuraba en el grupo que trabajaba en el altillo cuando el cabestrante cayó y casi lo mató. Bennie recordó haberlo visto también manejando la silla de montar de Joseph. En aquel momento pensó que estaba simplemente ocupándose de ella.
Capturado y obligado a admitir la verdad, confesó los intentos para acabar con la vida de Joseph y nombró a su jefe: Evan Sloan, el administrador de Dunstan. Pero no había pruebas suficientes para acusar al conde, ni tan siquiera a Sloan.
-Estos documentos sólo serán útiles si muero de forma sospechosa -reconoció Joseph-. Si eso pasara, Douglas Roth sería acusado de asesinato.
-Pero seguirías estando muerto.
-Por desgracia, eso es cierto. -Sus labios esbozaron una leve sonrisa-. Pero no va a pasar, y menos cuando Dunstan se entere de la amenaza que suponen los documentos.
-¿Y cómo tienes previsto informarle?
-Mañana salgo para Milford Park. Dunstan debe abandonar la casa a final de mes, es decir, de aquí a unos cuantos días. Desde mi matrimonio con _____________ soy el propietario de esa casa y estoy decidido a hacer que se marche.
-Ve con cuidado, Joseph. Ese hombre no tiene conciencia. No le importaría nada matarte. Mira lo que le hizo a su sobrina, que es de su propia sangre.
-Iré con cuidado. Y llevaré un amigo, por si acaso. Nat se detuvo a medio ordenar los papeles en la mesa. -¿Un amigo?
Joseph sonrió.
-Sí. El duque de Carlyle. Con Jason seguro que no correré ningún peligro.
-Tienes razón -estuvo de acuerdo Nat, ya más tranquilo-. Carlyle es perfecto para guardarle a uno las espaldas. -Rodeó la mesa y se situó junto a Joseph-. pero sigue siendo peligroso. Ten cuidado.
-Lo tendré, créeme. -Cruzó la habitación y abrió la puerta-. Y otra vez felicidades. Espero que sepas lo contento que estoy de que mi tía y tú os caséis.
-He estado enamorado de Winifred Jonas desde que era un muchacho -afirmó Nat con una sonrisa.
Joseph asintió con la cabeza, pero esa frase, dicha con tanta naturalidad, lo inquietó. ¿Por qué hombres como Nat y Jason parecían aceptar estar enamorados sin el menor reparo? Era ridículo que un hombre adulto creyera en tal fantasía, y sin embargo... Cuando pensaba en Jason y Velvet, tenía que admitir que había algo en su relación que era distinto.
Y Nat y Winnie también compartían algo especial.
Joseph pensó sin querer en _____________. En lo bien que se sentía al hacerle el amor, en el instinto de protección que ella le despertaba, en lo mucho que le gustaba estar simplemente con ella.
¿Era eso amor?
Seguro que no. Él no era de los que se enamoran.
Pero la idea lo acompañó todo el viaje hasta el castillo de Running.
El día era tempestuoso y frío, y un viento gélido sacudía los brotes de las hojas en las ramas de los árboles. El carruaje con el blasón de los Litchfeld esperaba frente a la puerta principal. Sus cuatro caballos negros desprendían vaho al respirar, piafaban y sacudían la cabeza haciendo tintinear los arneses tachonados de plata.
Bajo la araña de cristal de la entrada, _____________ se colocó la capa ribeteada con piel de zorro alrededor de los hombros, con un manguito a juego en una mano y una bolsa de viaje en el suelo, a sus pies. Al otro lado del vestíbulo, Joseph y Jason salieron del estudio, y _____________ tomó fuerzas para la batalla que iba a librar.
Los ojos oscuros de su marido se abrieron de sorpresa en cuanto la vio.
-¡_____________! ¿Qué diablos haces levantada a estas horas?
Era muy temprano. Ella sabía que tendrían que salir pronto para emprender el viaje de dos días a Milford Park. Se obligó a sonreír.
-Os esperaba.
Al ver la bolsa en el suelo, Joseph se plantó delante de ella y frunció el entrecejo.
-Vas vestida para salir. Espero que no pienses que vas a venir conmigo.
-Eso es exactamente lo que pienso -afirmó ella con una sonrisa encantadora.
Unos pasos más allá, Jason ocultó una sonrisa burlona.
-Es imposible -aseguró Joseph, sombrío-. Ya sabes por qué viajamos a Milford. Tu tío estará furioso cuando se entere de que hemos frustrado sus planes. Quiero que estés lo más lejos posible de él.
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ahhh ojala que hechen a patadas al tío!!!
Maldito tipo!!! Lo odio!!
Joseph eres un terco!!!
Siguela!!
Maldito tipo!!! Lo odio!!
Joseph eres un terco!!!
Siguela!!
aranzhitha
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Vamos joe!!!!.. Deja de ser gruñón y déjala iiirrrrr
chelis
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
La mierda! Ese Joe es un cientele, al chile si se la como, okno jaja pero a la mierda que hombre! Y agh odio a mi tioa osea wtf? Que no se meta con Joe! Por favor, que se de cuenta que me ama carajo! Siguela! Aww esa rayis jaja bien chicle bueno quien no con Joe jaja siguela! Ala mierda quiero hacer esta novela con Joe nos haremos muy famosos mas :p y mas ricos :p ala mierda todo yo qiero hacer esa peli con Joe *-*
Pao Jonatica Forever :3
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