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Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
siguela carajo muero por sabr que pasara!
Pao Jonatica Forever :3
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
kjfjhlckjfg pase de pagina waaaa!
Pao Jonatica Forever :3
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Cuando las sensaciones ardientes menguaron y empezó a recuperar poco a poco los sentidos, no pudo evitar preguntarse cómo habría sido su noche de bodas con Allison Hartman.
En las últimas horas de la noche, _____________ yacía despierta en la cama de columnas contemplando la moldu¬ra de yeso del techo. Le dolía el cuerpo en sitios donde no le había dolido nunca, y el dolor suave que sentía entre las piernas le recordaba que ya no era virgen.
Joseph le había hecho el amor. Le había hecho sentir un placer inimaginable. Había sido salvaje en su deseo y al mismo tiempo, tierno. Después, ella se quedó dormida en sus brazos.
Unas horas más tarde se despertó, desorientada al principio, hasta que se dio cuenta de dónde estaba y de que el hombre a su lado era su marido, también despierto y observándola con esos feroces ojos negros, apretado contra su cuerpo, deseando volver a estar dentro de ella.
_____________ se dio la vuelta y lo acogió, contenta de que la hubiera hecho su esposa, ansiosa por experimentar la increíble pasión que había conocido con él. Lo amaba. Quería demostrarle lo mucho que le importaba, compensarlo por los problemas que le había causado.
Pero él se apartó, le besó en la parte superior de la cabeza y la rodeó con sus brazos.
-Duérmete -le aconsejó en voz baja-. Por la mañana estarás dolorida.
En aquel momento creyó que procuraba no hacerle daño. Ahora, al ver el espacio vacío en la cama, recordó la ligera tensión en la mandíbula, el brillo de algo que no supo discernir en esos ojos negros con motitas plateadas.
Su marido se había ido y la inquietud se apoderó de su pecho. Durante horas, _____________ permaneció bajo las sábanas deseando que llegara el alba, deseando que no llegara. Deseando verlo, saber qué pensaba. Deseando no tener que enfrentarse a él y recordar las cosas íntimas que habían hecho juntos.
Por fin, la luz del día se coló por las ventanas y _____________, con los músculos doloridos, salió con lentitud de la cama. Eligió un sencillo vestido de lana de color burdeos, llamó a Fanny para que la ayudara con los bo-tones, se hizo una trenza, que se sujetó en lo alto de la cabeza, y bajó. Tenía que enfrentarse a los problemas que su conducta de la noche anterior hubiera podido provocar, y cuanto antes mejor.
Entró en el comedor de la parte trasera de la casa con la esperanza de que Joseph estuviera ahí, pero sólo encontró a tía Winnie. La esbelta mujer rubia estaba mirando por la ventana con una expresión pensativa, tal vez incluso me¬
lancólica, y _____________ se preguntó en qué estaría pensando.
No tuvo tiempo de preguntárselo. Winnie la vio y el momento se desvaneció.
-Pareces exhausta, querida -dijo, con el entrecejo fruncido de preocupación. Después sonrió-. Ah, pero supongo que era de esperar. Satisfacer las necesidades de un hombre viril como mi sobrino pondría a prueba a cualquier mujer
-¿Cómo ...? ¿Cómo se enteró? -preguntó _____________ ruborizada hasta la raíz de los cabellos.
¿Acaso tenía un aspecto distinto? ¿Podía Winnie sospechar las cosas íntimas que el marqués le había hecho, lo que ella le había hecho a él?
Winnie soltó una carcajada.
-Dios mío, querida, cuando un hombre derriba la puerta del dormitorio de una mujer, es lógico pensar que no tiene sólo intención de conversar.
Tal vez sí, pero al recordar que luego la abandonó, tuvo la terrible sospecha de que quizás él no hubiese logrado su objetivo. Sin duda, si le hubiera gustado, habría querido hacerle el amor otra vez.
_____________ se sentó a la mesa frente a Winnie y el criado le sirvió un plato que no sería capaz de terminar: huevos con mantequilla, faisán asado, un trozo de queso de Gloucester y un poco de pan recién hecho. Tomó un bocado, vacilante, pero la comida le sabía a papel. La movió por el plato con el tenedor.
-¿Sabe adónde ha ido el marqués? -preguntó de un modo que esperaba que sonara despreocupado.
-Vaya, suponía que estaba contigo -respondió Winnie con el entrecejo fruncido-. Por lo menos hasta que llegaste. ¿Quieres decir que no ha pasado toda la noche contigo?
-No, él... No -susurró, apenas capaz de pronunciar la palabra.
-Vaya por Dios. -Winnie esbozó una sonrisa demasiado radiante, que no engañó a _____________ ni por un instante-. Bueno, seguramente será por algún asunto importante. Quizá tenía una cita a primera hora con uno de los arrendatarios. Ya sabes cómo es. Todo según lo planeado.
Pero su «noche de bodas» no había sido planeada y era evidente que lamentaba que hubiera tenido lugar. _____________ procuró tragar un poco más de huevo, pero le pareció frío y grasiento. Empujó el plato casi intacto y dejó la servilleta de nuevo en la mesa.
-Espero que no le importe, tía Winnie. Creo que no me encuentro muy bien. Seguro que no es nada, quizá demasiada... agitación.
-Por supuesto, querida. -Winnie sonrió comprensiva-. ¿Por qué no subes a tu dormitorio y descansas? Haré que te manden un baño. Después podrías dormir un rato. Le pediré a Fanny que te suba algo de comer un poco más tarde.
_____________ asintió en silencio. Sentía un dolor sordo en el corazón y una opresión en el pecho. Estaba más triste que antes. Parecía que cada vez que trataba de mejorar las cosas sólo lograba empeorarlas.
«Aunque estés casada con un hombre que no te quiere, por lo menos estás a salvo de Dunstan.»
Las palabras surgieron de la nada, unas palabras reconfortantes que sabía que eran ciertas. La idea la animó un poco. Estaba enamorada de un hombre que no la amaba, pero ella era joven y ahora estaba libre y contaba con toda la vida por delante. Tenía su propio futuro, sus propios sueños. Se negó a gastar su tiempo languideciendo por un hombre que no la quería.
En las últimas horas de la noche, _____________ yacía despierta en la cama de columnas contemplando la moldu¬ra de yeso del techo. Le dolía el cuerpo en sitios donde no le había dolido nunca, y el dolor suave que sentía entre las piernas le recordaba que ya no era virgen.
Joseph le había hecho el amor. Le había hecho sentir un placer inimaginable. Había sido salvaje en su deseo y al mismo tiempo, tierno. Después, ella se quedó dormida en sus brazos.
Unas horas más tarde se despertó, desorientada al principio, hasta que se dio cuenta de dónde estaba y de que el hombre a su lado era su marido, también despierto y observándola con esos feroces ojos negros, apretado contra su cuerpo, deseando volver a estar dentro de ella.
_____________ se dio la vuelta y lo acogió, contenta de que la hubiera hecho su esposa, ansiosa por experimentar la increíble pasión que había conocido con él. Lo amaba. Quería demostrarle lo mucho que le importaba, compensarlo por los problemas que le había causado.
Pero él se apartó, le besó en la parte superior de la cabeza y la rodeó con sus brazos.
-Duérmete -le aconsejó en voz baja-. Por la mañana estarás dolorida.
En aquel momento creyó que procuraba no hacerle daño. Ahora, al ver el espacio vacío en la cama, recordó la ligera tensión en la mandíbula, el brillo de algo que no supo discernir en esos ojos negros con motitas plateadas.
Su marido se había ido y la inquietud se apoderó de su pecho. Durante horas, _____________ permaneció bajo las sábanas deseando que llegara el alba, deseando que no llegara. Deseando verlo, saber qué pensaba. Deseando no tener que enfrentarse a él y recordar las cosas íntimas que habían hecho juntos.
Por fin, la luz del día se coló por las ventanas y _____________, con los músculos doloridos, salió con lentitud de la cama. Eligió un sencillo vestido de lana de color burdeos, llamó a Fanny para que la ayudara con los bo-tones, se hizo una trenza, que se sujetó en lo alto de la cabeza, y bajó. Tenía que enfrentarse a los problemas que su conducta de la noche anterior hubiera podido provocar, y cuanto antes mejor.
Entró en el comedor de la parte trasera de la casa con la esperanza de que Joseph estuviera ahí, pero sólo encontró a tía Winnie. La esbelta mujer rubia estaba mirando por la ventana con una expresión pensativa, tal vez incluso me¬
lancólica, y _____________ se preguntó en qué estaría pensando.
No tuvo tiempo de preguntárselo. Winnie la vio y el momento se desvaneció.
-Pareces exhausta, querida -dijo, con el entrecejo fruncido de preocupación. Después sonrió-. Ah, pero supongo que era de esperar. Satisfacer las necesidades de un hombre viril como mi sobrino pondría a prueba a cualquier mujer
-¿Cómo ...? ¿Cómo se enteró? -preguntó _____________ ruborizada hasta la raíz de los cabellos.
¿Acaso tenía un aspecto distinto? ¿Podía Winnie sospechar las cosas íntimas que el marqués le había hecho, lo que ella le había hecho a él?
Winnie soltó una carcajada.
-Dios mío, querida, cuando un hombre derriba la puerta del dormitorio de una mujer, es lógico pensar que no tiene sólo intención de conversar.
Tal vez sí, pero al recordar que luego la abandonó, tuvo la terrible sospecha de que quizás él no hubiese logrado su objetivo. Sin duda, si le hubiera gustado, habría querido hacerle el amor otra vez.
_____________ se sentó a la mesa frente a Winnie y el criado le sirvió un plato que no sería capaz de terminar: huevos con mantequilla, faisán asado, un trozo de queso de Gloucester y un poco de pan recién hecho. Tomó un bocado, vacilante, pero la comida le sabía a papel. La movió por el plato con el tenedor.
-¿Sabe adónde ha ido el marqués? -preguntó de un modo que esperaba que sonara despreocupado.
-Vaya, suponía que estaba contigo -respondió Winnie con el entrecejo fruncido-. Por lo menos hasta que llegaste. ¿Quieres decir que no ha pasado toda la noche contigo?
-No, él... No -susurró, apenas capaz de pronunciar la palabra.
-Vaya por Dios. -Winnie esbozó una sonrisa demasiado radiante, que no engañó a _____________ ni por un instante-. Bueno, seguramente será por algún asunto importante. Quizá tenía una cita a primera hora con uno de los arrendatarios. Ya sabes cómo es. Todo según lo planeado.
Pero su «noche de bodas» no había sido planeada y era evidente que lamentaba que hubiera tenido lugar. _____________ procuró tragar un poco más de huevo, pero le pareció frío y grasiento. Empujó el plato casi intacto y dejó la servilleta de nuevo en la mesa.
-Espero que no le importe, tía Winnie. Creo que no me encuentro muy bien. Seguro que no es nada, quizá demasiada... agitación.
-Por supuesto, querida. -Winnie sonrió comprensiva-. ¿Por qué no subes a tu dormitorio y descansas? Haré que te manden un baño. Después podrías dormir un rato. Le pediré a Fanny que te suba algo de comer un poco más tarde.
_____________ asintió en silencio. Sentía un dolor sordo en el corazón y una opresión en el pecho. Estaba más triste que antes. Parecía que cada vez que trataba de mejorar las cosas sólo lograba empeorarlas.
«Aunque estés casada con un hombre que no te quiere, por lo menos estás a salvo de Dunstan.»
Las palabras surgieron de la nada, unas palabras reconfortantes que sabía que eran ciertas. La idea la animó un poco. Estaba enamorada de un hombre que no la amaba, pero ella era joven y ahora estaba libre y contaba con toda la vida por delante. Tenía su propio futuro, sus propios sueños. Se negó a gastar su tiempo languideciendo por un hombre que no la quería.
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
GRACIAS A USTEDES SEÑORITAS POR SER TAN FIELES LECTORAS Y A LAS QUE SE INTEGRAN... GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS... QUE BUENO QUE LES GUSTA
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Aww gracias!!! Esta novela es genial!!! :')
Muchas gracias por subir. Cada vez somos mas, viste? :3
Muchas gracias por subir. Cada vez somos mas, viste? :3
Augustinesg
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
NNUEVAAA LECTORAAAA!!!
AAAIII ESE JOSEPH SI NO SE PONE LISTO Y DEJA SU MALDITO ORGULLO PERDERA A ____... ELLA HA SUFRIDO MUCHO Y MIRA QUE HA LUCHADO PERO AAAIIII ME DUELE LO QUE LE HACE A ELLA!!!.....
AAAIII ESE JOSEPH SI NO SE PONE LISTO Y DEJA SU MALDITO ORGULLO PERDERA A ____... ELLA HA SUFRIDO MUCHO Y MIRA QUE HA LUCHADO PERO AAAIIII ME DUELE LO QUE LE HACE A ELLA!!!.....
chelis
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Como carajos se fue! kljgjfd
siguela mujer! como no nos gustara!!
jkfgsajdh amoo esta nove! espero la sigas pronto!
siguela mujer! como no nos gustara!!
jkfgsajdh amoo esta nove! espero la sigas pronto!
Pao Jonatica Forever :3
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
ah Joseph por que te fuiste!! :misery:
Que malo eres!!
Siguela!! :bye:
Que malo eres!!
Siguela!! :bye:
aranzhitha
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
Aunque le costó una gran fuerza de voluntad, enderezó la espalda. No necesitaba a Joseph Jonas para ser feliz. Tenía sus estudios, el reto de su trabajo, y ya había empezado a ayudar a otras personas en el pueblo. Aparte de eso, debía pensar en el pequeño Michael. De un modo u otro, su intención era liberarlo de Saint Bart.
Se irguió decidida. Había cuidado de sí misma desde la muerte de su padre. Salvo para protegerse de su tío, no necesitaba un marido. No quiso nunca tenerlo. Y, si después de la noche pasada no estaba embarazada, aún podían conseguir la anulación.
Si Joseph no la quería, no pasaba nada. Estaba cansada de rogar su perdón, cansada de intentar compensar el error que había cometido al obligarlo a casarse con ella. A partir de ese mismo día, se mantendría alejada de Joseph Jonas. Si por ella fuera, el tipo podía irse directamente al infierno.
Se irguió decidida. Había cuidado de sí misma desde la muerte de su padre. Salvo para protegerse de su tío, no necesitaba un marido. No quiso nunca tenerlo. Y, si después de la noche pasada no estaba embarazada, aún podían conseguir la anulación.
Si Joseph no la quería, no pasaba nada. Estaba cansada de rogar su perdón, cansada de intentar compensar el error que había cometido al obligarlo a casarse con ella. A partir de ese mismo día, se mantendría alejada de Joseph Jonas. Si por ella fuera, el tipo podía irse directamente al infierno.
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
CAPITULO 14
La nieve, o más bien el aguanieve, flotaba en el aire y se derretía en cuanto llegaba al suelo. Aun así, entre los árboles soplaba un viento frío que se filtraba por las ventanas de la taberna Quill and Sword.
Sentado ante una mesa de madera en un rincón, Joseph sorbía distraídamente una jarra de cerveza. El bar era oscuro y estaba lleno de humo, con paredes gruesas de piedra y techo bajo de madera. Olía a cerveza agria y a tabaco viejo.
A pesar de todo ello, era su escondrijo secreto, un lugar adonde iba cuando quería escapar de sus tareas en el castillo de Running, como esa noche. Echó un vistazo alrededor del bar y observó un poco a sus ocupantes: un par de soldados uniformados, de permiso en casa y ya medio borrachos de ron; el herrero de los establos, que jugaba una partida de cartas; la tabernera bien dotada, que siempre le hacía saber que estaría dispuesta a darse un revolcón con él si se le ocurría la idea, y sin compromiso ninguno.
No había aceptado nunca la oferta. Con lo caliente que estaba desde que se acostó con su esposa, en ese momento llegó a planteárselo fugazmente.
Suspiró en aquel interior lleno de humo y mal iluminado. ¿Cómo diablos se había metido en ese aprieto? Era un buen imbécil. Aunque no estaba de humor para beber, dio un sorbo de cerveza por hacer algo. Recostó la silla contra la pared de atrás, estiró las piernas y pensó en lo mucho que su vida había cambiado desde que conoció a _____________ Grayson.
Su suspiro se perdió en medio del ruido del bar. ¿por qué todo el mundo a su alrededor parecía tan alegre, mientras que él se sentía tan triste? Estuvo un rato allí, en silencio, hasta que la puerta se abrió y dejó pasar una corriente de aire frío. Joseph levantó la vista y vio que una conocida figura musculosa se agachaba para entrar en la taberna.
A la luz de la chimenea vieja de piedra, Jason Sinclair repasó a los ocupantes del bar, sonrió y se fue hacia él. Acercó una silla, le dio la vuelta y se sentó a horcajadas.
-He ido a verte -le informó-. Como nadie parecía saber adónde habías ido, me imaginé que estarías aquí.
Joseph se enderezó, puso bien la silla, se recostó en ella y dejó la jarra casi llena de cerveza en la mesa. -Bueno, me has encontrado. Éste es el único sitio
al que se me ocurriría ir para mantenerme cuerdo.
-¿Problemas en casa? -Jason arqueó una ceja.
-Ni que lo digas.
-¿Peor que la noche que fui a jugar al ajedrez? Te oí golpeando la puerta de _____________. Imagino que entraste. Su amigo no contestó y eso fue respuesta suficiente para Jason.
-Me hubiera gustado estar ahí -añadió, sonriendo-. Me hubiera encantado ver la cara de tu mujer cuando entraste arremetiendo contra la puerta como un toro furioso.
Joseph gruñó recordando muy bien la escena.
-Baste con decir que _____________ es ahora mi mujer de verdad. No habrá anulación.
La tabernera, Sadie Jenson, llegó en ese momento, interrumpió la conversación.
-¿Qué le pongo, Excelencia? -le preguntó a Jason, que también era conocido en el local. Se trataba de una muchacha bonita de un modo empalagoso, con los cabellos rubísimos y las caderas anchas, pero redondeadas, firmes y atractivas al andar.
-Ponme una jarra de lo que está tomando mi amigo -pidió él con un movimiento de cabeza hacia Joseph.
-Muy bien, enseguida -asintió Sadie, que se alejó seductora por el bar, seguida por la mirada de Joseph. Observó que Jason no la miraba. Era evidente que su amigo, a diferencia del marqués, estaba bien servido en casa. Eso le resultó inquietante.
-Has dicho que me buscabas. ¿Querías algo, o viniste sólo a ver cómo me iba con mi esposa? -ironizó Joseph.
-De hecho, Velvet me pidió que viniera. Espera que pueda convencerte de que tú y _____________, y tu tía, claro, os unáis a nosotros en una pequeña fiesta familiar en No¬chebuena. Ya sé que debes de tener planes ahora que tienes familia propia, pero...
-¿Familia? Yo no lo llamaría así.
La tabernera apareció, dejó la jarra de cerveza en la mesa, le sonrió a Joseph y se marchó discretamente.
-Bueno, ahora tienes esposa, por lo menos. Por ahí se empieza.
-La atracción fisica no ha sido nunca parte del pro¬blema.
-Entonces, ¿qué rayos es? -preguntó Jason con el entrecejo fruncido.
Joseph se pasó una mano por los cabellos y se apar¬tó del rostro algunos mechones sueltos.
-No lo sé. Cada vez que la miro, la deseo. No es en absoluto como había imaginado que fuera una esposa, pero la deseo igual. Lo extraño es que, cuanto más la deseo, más me mantengo alejado.
Jason reflexionó sobre eso, tomó un trago largo de cerveza, se secó la espuma de los labios con el dorso de la mano y volvió a dejar la jarra en la mesa.
-¿Sabes qué pienso? Te da miedo. Es inteligente, culta y de carácter muy apasionado. Te hace sentir cosas que no quieres sentir y te mueres de miedo.
-Eso es ridículo. Apenas es una mujer, poco más que una chiquilla.
-Es valiente y entusiasta. Es terca y decidida y no le da miedo plantarte cara. No esperabas eso en la mujer con quien te casaras. Querías alguien como Allison Hartman, una mujer a la que pudieras darle palmaditas en la cabeza e ignorarla. No puedes hacer eso con _____________
-Estás tan loco como ella.
-No está loca y lo sabes. -Jason sonrió-. Estoy de acuerdo en que tu esposa tal vez sea un poco excéntrica, pero eso no tiene nada de malo
Sentado ante una mesa de madera en un rincón, Joseph sorbía distraídamente una jarra de cerveza. El bar era oscuro y estaba lleno de humo, con paredes gruesas de piedra y techo bajo de madera. Olía a cerveza agria y a tabaco viejo.
A pesar de todo ello, era su escondrijo secreto, un lugar adonde iba cuando quería escapar de sus tareas en el castillo de Running, como esa noche. Echó un vistazo alrededor del bar y observó un poco a sus ocupantes: un par de soldados uniformados, de permiso en casa y ya medio borrachos de ron; el herrero de los establos, que jugaba una partida de cartas; la tabernera bien dotada, que siempre le hacía saber que estaría dispuesta a darse un revolcón con él si se le ocurría la idea, y sin compromiso ninguno.
No había aceptado nunca la oferta. Con lo caliente que estaba desde que se acostó con su esposa, en ese momento llegó a planteárselo fugazmente.
Suspiró en aquel interior lleno de humo y mal iluminado. ¿Cómo diablos se había metido en ese aprieto? Era un buen imbécil. Aunque no estaba de humor para beber, dio un sorbo de cerveza por hacer algo. Recostó la silla contra la pared de atrás, estiró las piernas y pensó en lo mucho que su vida había cambiado desde que conoció a _____________ Grayson.
Su suspiro se perdió en medio del ruido del bar. ¿por qué todo el mundo a su alrededor parecía tan alegre, mientras que él se sentía tan triste? Estuvo un rato allí, en silencio, hasta que la puerta se abrió y dejó pasar una corriente de aire frío. Joseph levantó la vista y vio que una conocida figura musculosa se agachaba para entrar en la taberna.
A la luz de la chimenea vieja de piedra, Jason Sinclair repasó a los ocupantes del bar, sonrió y se fue hacia él. Acercó una silla, le dio la vuelta y se sentó a horcajadas.
-He ido a verte -le informó-. Como nadie parecía saber adónde habías ido, me imaginé que estarías aquí.
Joseph se enderezó, puso bien la silla, se recostó en ella y dejó la jarra casi llena de cerveza en la mesa. -Bueno, me has encontrado. Éste es el único sitio
al que se me ocurriría ir para mantenerme cuerdo.
-¿Problemas en casa? -Jason arqueó una ceja.
-Ni que lo digas.
-¿Peor que la noche que fui a jugar al ajedrez? Te oí golpeando la puerta de _____________. Imagino que entraste. Su amigo no contestó y eso fue respuesta suficiente para Jason.
-Me hubiera gustado estar ahí -añadió, sonriendo-. Me hubiera encantado ver la cara de tu mujer cuando entraste arremetiendo contra la puerta como un toro furioso.
Joseph gruñó recordando muy bien la escena.
-Baste con decir que _____________ es ahora mi mujer de verdad. No habrá anulación.
La tabernera, Sadie Jenson, llegó en ese momento, interrumpió la conversación.
-¿Qué le pongo, Excelencia? -le preguntó a Jason, que también era conocido en el local. Se trataba de una muchacha bonita de un modo empalagoso, con los cabellos rubísimos y las caderas anchas, pero redondeadas, firmes y atractivas al andar.
-Ponme una jarra de lo que está tomando mi amigo -pidió él con un movimiento de cabeza hacia Joseph.
-Muy bien, enseguida -asintió Sadie, que se alejó seductora por el bar, seguida por la mirada de Joseph. Observó que Jason no la miraba. Era evidente que su amigo, a diferencia del marqués, estaba bien servido en casa. Eso le resultó inquietante.
-Has dicho que me buscabas. ¿Querías algo, o viniste sólo a ver cómo me iba con mi esposa? -ironizó Joseph.
-De hecho, Velvet me pidió que viniera. Espera que pueda convencerte de que tú y _____________, y tu tía, claro, os unáis a nosotros en una pequeña fiesta familiar en No¬chebuena. Ya sé que debes de tener planes ahora que tienes familia propia, pero...
-¿Familia? Yo no lo llamaría así.
La tabernera apareció, dejó la jarra de cerveza en la mesa, le sonrió a Joseph y se marchó discretamente.
-Bueno, ahora tienes esposa, por lo menos. Por ahí se empieza.
-La atracción fisica no ha sido nunca parte del pro¬blema.
-Entonces, ¿qué rayos es? -preguntó Jason con el entrecejo fruncido.
Joseph se pasó una mano por los cabellos y se apar¬tó del rostro algunos mechones sueltos.
-No lo sé. Cada vez que la miro, la deseo. No es en absoluto como había imaginado que fuera una esposa, pero la deseo igual. Lo extraño es que, cuanto más la deseo, más me mantengo alejado.
Jason reflexionó sobre eso, tomó un trago largo de cerveza, se secó la espuma de los labios con el dorso de la mano y volvió a dejar la jarra en la mesa.
-¿Sabes qué pienso? Te da miedo. Es inteligente, culta y de carácter muy apasionado. Te hace sentir cosas que no quieres sentir y te mueres de miedo.
-Eso es ridículo. Apenas es una mujer, poco más que una chiquilla.
-Es valiente y entusiasta. Es terca y decidida y no le da miedo plantarte cara. No esperabas eso en la mujer con quien te casaras. Querías alguien como Allison Hartman, una mujer a la que pudieras darle palmaditas en la cabeza e ignorarla. No puedes hacer eso con _____________
-Estás tan loco como ella.
-No está loca y lo sabes. -Jason sonrió-. Estoy de acuerdo en que tu esposa tal vez sea un poco excéntrica, pero eso no tiene nada de malo
NiinnyJonas
Re: Seda y Acero (Joe y Tu) [Adaptación Terminada]
JASOON ES MUY SABIO ASI QUE JOSEPH HASLE CASO Y REGRESA CON _____!!!!
chelis
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