"Un fin de semana inolvidable" (Nick y tu)

Vicky eres muy amable pero no quiero vacaciones en le pozo :P aqui esta otro cap

Un gemido escapó de la garganta de ______ mientras asentía, aturdida, sabiendo que había perdido totalmente el control. Lo que tuviera que suceder, sucedería. Se sentía incapaz de detener la avalancha de sensaciones que pasaban a través de ella. Tal vez Dwight ya no la consideraba deseable, pero era evidente que Nick sí. Si él la deseaba, no le pondría obstáculos; no podría.
—Tonta mía —murmuró él, haciendo que ______ se tumbara contra el respaldo del sofá y acercando sus labios a los de ella—. Encajamos muy bien, ¿verdad? —susurró tras apartarse un momento para tomar aire—. Muy bien.
______ se estremeció de placer cuando Nick la atrajo hacia sí y la acarició con su mejilla. Deslizó las manos sobre su pecho, cubierto por el pijama de seda, hasta entrelazarlas con su moreno y espeso pelo.
Hasta que tocó la gran cicatriz de su coronilla. Nick dio un respingo y ella se apartó bruscamente de él, consternada por haber olvidado tan rápidamente el accidente que había sufrido esa mañana, además de la advertencia del doctor de que no debía hacer otra cosa que descansar.
—¡Oh, Nick! Tu pobre cabeza. ¡Lo siento! Tenemos… tenemos que parar esto — dijo, poniéndose en pie—. Aún no estas lo suficientemente recuperado para esta clase de cosas.
Nick se encogió de hombros con gesto despreocupado. —La cabeza no me duele si no me la tocas. Además, sólo estábamos besándonos, _____ —dijo, levantándose—. Pero puede que tengas razón. Por mucho que me apetezca llevarte a la cama ahora mismo, no creo que pudiera responder como es debido. Estoy seguro de que mañana por la noche me encontraré en mejor forma.
—No, Nick —dijo ______, recuperando el sentido común al no encontrarse entre sus brazos. ¡Con sus besos casi le había hecho olvidar que para acostarse con un hombre había que desnudarse!
Si volvía a vacilar, sólo tendría que recordarse aquel dato potencialmente humillante. Una vez que Nick la viera desnuda, tal vez se sentiría desalentado por sus imperfecciones, como le había sucedido a Dwight.
—Mañana tampoco nos acostaremos en la misma cama —continuó con firmeza —. Acordamos mantener nuestra relación a un nivel estrictamente platónico hasta que recuperes la memoria.
—No, _____, no acordamos eso —replicó Nick. —¡De todas formas así será! —insistió ella—. Es probable que lo que tengas sea una seria conmoción cerebral —continuó, apelando al sentido común de Nick—. No pienso arriesgarme a hacer nada que pueda resultar peligroso para tu salud.
Nick suspiró, irritado. —Veo que has vuelto a ponerte el disfraz de «mamá», y ya sé lo difícil que es quitártelo. ¡Diablos, _____, si alguna vez me reencarno, creo que lo haré como tu tercer hijo! —a continuación, Nick se acercó a ella, apoyó las manos en sus hombros y la besó castamente en la frente—. Buenas noches, mamá. Nos vemos por la mañana. ¿Y quién sabe? ¡Para entonces puede que piense que estamos en julio!
La mañana amaneció despejada y fría, como cualquier día típico en las Blue Mountains. ______ despertó con la llegada del sol a través de la ventana, parpadeando un momento aturdida antes de recordar dónde estaba; en una de las camas individuales de sus hijos, no en la gran cama del dormitorio principal.
Pensó en levantarse, pero una mirada a través de la ventana le reveló la escarcha que cubría el suelo. Confirmó la helada temperatura que reinaba en la habitación sacando la mano de debajo de la colcha.
¿Qué más daba que fueran más de las siete? ¿Qué más daba si normalmente ya estaba levantada y vestida para esa hora? «No pienso levantarme», se dijo desafiante. «Si es necesario, me quedaré aquí hasta la hora de coger». Se acurrucó bajo la colcha, tratando de auto—convencerse de que la principal razón por la que quería ocultarse en la cama era el frío, y no que no quería enfrentarse a Nick. Pero su mente no tardó en volver a lo sucedido el día anterior.
Estúpida, decidió. ¡Era una estúpida! Primero por hacerse pasar por la prometida de Nick y luego por no decir la verdad una vez que las cosas empezaron a complicarse. De hecho, la palabra «estúpida» no describía adecuadamente su forma de actuar. Tendría que encontrar otra mejor.
Dwight habría encontrado varias de inmediato, decidió con amargura. A lo largo de sus años de convivencia la había llamado ilógica, emocional, ridícula, necia…Dwight nunca se había mostrado paciente con sus impulsos a veces
sentimentales, como la vez que recogió de la calle a una gatita hambrienta y preñada y la llevó a casa. Dwight insistió en que llevara al asustado animal a la Servicio de Recogida de Animales del Ayuntamiento. Si _____ recordaba correctamente, en aquella ocasión la llamó «irracional». ¿Qué más daba si exterminaban a la gatita?, argumentó Dwight, irritado. Probablemente estaba enferma, y aunque no lo estuviera, en Sydney ya había suficientes gatos.
Irracional… Así era exactamente como habría calificado lo que había hecho ayer. Irracional. Pero _____ sabía que lo había hecho con buenas intenciones, aunque lo último que esperaba era que Nick reaccionara con tanto entusiasmo ante la noticia de su compromiso. Supuso que se sentiría aturdido durante unos días, manteniendo las distancias. Lo último que había imaginado era que se le echara encima de inmediato.
Por una parte sabía que lo mejor que podía hacer era confesarle la verdad. Pero su parte más emocional y decididamente femenina seguía sin querer arriesgarse a dejar a Nick en las garras de Lucie, al menos hasta que recuperara la memoria.
¡Aquella mujer era una serpiente venenosa! ¡Probablemente la acusaría de aprovecharse de la situación porque quería quedarse con Nick! No, no podía decirle la verdad todavía. El lunes, tal vez, si no había recuperado todavía la memoria, porque para entonces se vería obligada a ello. Pero eso significaba que tendría que seguir con aquella farsa dos días. Al menos, el día anterior había frenado temporalmente los impulsos de Nick de hacerle el amor. Pero se preguntaba cuánto duraría. No había duda de que le gustaba de verdad, cosa que aún la sorprendía.
Se estremeció al pensar en lo que habría sucedido si hubiera cedido a sus deseos. —¡______! ¿Dónde estás? ¿______? ¿Estás ahí? Los asustados gritos de Nick hicieron que _____ saltara automáticamente de la cama. Ajena al frío, descalza, salió de la habitación y corrió por el pasillo hacia el dormitorio principal. Gracias a Dios, su camisón era una recatada prenda blanca con flores rosas que le llegaba del cuello a los pies.
Entró en la habitación precipitadamente. —¿Qué sucede? —preguntó, sin aliento, mirando a Nick, que estaba sentado en la cama, con el pelo revuelto cayendo sobre su rostro y la barbilla oscurecida por una barba de dos días—. ¿Te encuentras mal? ¿Has recuperado la memoria? ¿Qué sucede?
Nick se echó atrás el pelo con ambas manos y sonrió aliviado. —Gracias a Dios. Por un momento he pensado que estaba en medio de una pesadilla, o en una novela de Stephen King. He despertado sin saber dónde diablos estaba. Luego he recordado de repente todo lo sucedido ayer y durante unos segundos me he preguntado si sería verdad o solo un sueño. Pero tú no eres un sueño, ¿verdad, ______? Eres muy real.
—Eso creo —contestó ______, abrazándose a sí misma y con los dientes castañeteándole de frío—. Sólo las personas de verdad se congelan. ¿Así que todavía no has recordado nada sobre las pasadas seis semanas?
—Me temo que no. Y resulta muy molesto. Puede que nunca recupere esas seis semanas. Tal vez hayan desaparecido para siempre. ______ no había considerado en ningún momento aquella posibilidad, y la idea no le gustó en lo más mínimo. —Los médicos parecían bastante seguros de que recuperarías tu memoria — dijo, rogando interiormente para que tuvieran razón—. Dijeron que sólo era cuestión de tiempo, que una vez que desapareciera el hematoma volverías a la normalidad.
—¿Qué saben ellos? —gruñó Nick—. ¿De verdad crees que reciben a diario pacientes amnésicos?—No, pero si no fueras a recuperar la memoria, ni siquiera habrías tenido esos destellos de recuerdo ayer por la noche. Trata de ser paciente y deja de preocuparte. Escucha, voy a ponerme la bata. Me estoy helando.
—Adelante —murmuró Nick—. Esa es la clase de camisón que una bata solo podría mejorar. Era la primera cosa crítica que le decía Nick sobre su aspecto y a ______ no le gustó. —Pues a mí me gusta mucho mi camisón —dijo, a la defensiva—. Y es muy práctico. —Oh, estoy totalmente de acuerdo contigo en eso. Si alguna vez ha habido un camisón práctico, es ése. ¡También tiene escrita la palabra «platónico» por todas partes!
—Estupendo —espetó ______—. Porque esa es exactamente la clase de relación que vamos a mantener este fin de semana. —Sólo hasta que recupere mi memoria —replicó Nick, mirándola con dureza—. Ése era el acuerdo, ¿no? —Exacto. —Entonces, cuando suceda, y espero que sea pronto, ¡echaré ese camisón al fuego! _____ estuvo a punto de reír. El único fuego que Nick encendería cuando recuperara su memoria sería el de su genio. No iba a sentirse precisamente contento con ella por lo que había hecho. Su jefe tenía tanto ego como cualquier hombre. Si pensaba que le había estado tomando el pelo, saltaría hasta el techo de rabia.
—No olvides lo que dijo el doctor sobre tu tensión —le recordó ______ con dulzura—. ¿Qué te parece si ahora voy a preparar un
poco de café? Tú eres como yo, Nick. No llegas a ser tú mismo por las mañanas hasta que no has tomado varias tazas.
Empezaba a utilizarse como una broma en la oficina la cantidad de café que consumían el jefe y su secretaria. —No tardo —añadió ______, alegrándose de poder escapar de allí. Hizo una mueca mientras se ponía su bata de franela rosa y se la sujetaba a la cintura. Aunque caliente y muy agradable, era tan recatada como el camisón y sus zapatillas de lana. No le había gustado el comentario de Nick sobre su camisón ni la forma en que la había mirado. Le gustaron más las miradas que le dirigió el día anterior con los vaqueros y los cumplidos que le hizo.
De todas formas, supuso que sería conveniente no alentar sus urgencias masculinas con su forma de vestir. Era evidente por su mal humor y sus comentarios que aún se sentía frustrado por la pasada noche. Sospechaba que Nick era uno de esos hombres a los que no les gustaba pasarse mucho tiempo sin sexo.
Dwight no era de ese tipo, lo que era extraño, ya que le había sido notoriamente infiel. Podía tomarlo o dejarlo, dependiendo de que su energía estuviera centrada en cosas más importantes, como el dinero, el poder y el éxito. Por supuesto, a Dwight le gustaban los retos, ¿y qué reto había en acostarse con su esposa? Las otras muñequitas con las que la había engañado sólo habían sido alimento para de su ego, no el resultado de una sed insaciable de sexo.
A ______ no le habría sorprendido que la chica con la que vivía Dwight en la actualidad, y con la que planeaba casarse, no hubiera sido el objeto de su pasión, sino más bien de su ambición y orgullo. Sin duda, Dwight debía disfrutar entrando en cualquier lugar con Delvene del brazo. Porque era increíblemente bella. Perfecta, de hecho.
Debía serlo, pensó _____ con sarcasmo. Dwight la había operado suficientes veces. _____ frunció el ceño, asombrada de poder pensar en las traiciones de Dwight de aquella forma, sin sentir ningún dolor real, sin querer romper a llorar. ¿Quién sabía? Tal vez estaba superándolo finalmente.
Ya era hora de que lo hiciera; hora de librarse de los viejos fantasmas y seguir adelante. Si no otra cosa, la noche anterior le había demostrado que aún era una mujer deseable con mucho que ofrecerle a un hombre. No todo el mundo buscaba la perfección física en su pareja, pensó con optimismo. Era una tontería que siguiera sintiéndose acomplejada por las pequeñas imperfecciones físicas que Dwight se había empeñado en hacerle ver.
Sus senos no estaban tan caídos sin el sujetador. Sus caderas eran femeninas, no anchas… ______ volvió a fruncir el ceño. Aquellos pensamientos eran buenos para alentar su auto—estima, pero nada convenientes para sus resoluciones para aquel fin de semana. Uno de los motivos por los que había impedido que Nick le hiciera el amor la pasada noche fue la sensación negativa que tenía de su cuerpo. Si empezaba a sentir más confianza en aquel aspecto, podría llegar a encontrar los deseos de su jefe muy difíciles de resistir.
Mantuvo aquel pensamiento mientras hacía una rápida visita al baño, donde, entre otras cosas, se cepilló el pelo y luego se lo sujetó en un severo moño en la nuca. Una mirada brutalmente honesta al espejo le dijo que Nick no la encontraría tan deseable con el pelo así, su rostro de treinta y cinco años carente de maquillaje y los ojos aún hinchados por el sueño.
Después de asearse fue directamente a la cocina, que aún seguía caliente gracias a la estufa. Acababa de echar dos troncos para animar el fuego cuando se le ocurrió una cosa. Tras poner el agua a calentar, volvió por el pasillo a la habitación principal.

TIFFANYYYYYYYYYYYYYY!!!!

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!! MIRA K LAS VACAIONES SIGUEN EN PIEE!!!

AAAAAAAAAAAAAAAH!! NO ME CANSARE DE DECIR K AMO ESTA NOVELAAAAAAAAAA!!!!

TIFFANYYYYYYYYYYYYYYYY SUBE MAAAAAAAAAAAAAAAAAS CAAAAAAAAAPS!!

TKM :hug:

MI TIFF, NO VEOO CAP!

ViicKy* escribió:MI TIFF, NO VEOO CAP!

ya va estaba subiendo en la otra

tiffany2811 escribió:

ViicKy* escribió:MI TIFF, NO VEOO CAP!

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ya me voy para alla!!

ya ley alli, y ahora kiero aki!!!

Asco de pc la tuyaaa eeeh!!! LA MATOOO!

Nick alzó la mirada cuando la vio aparecer, mostrando en su expresión que la bata le desagradaba tanto como el camisón. —Y eso irá al cesto de caridad —dijo testarudamente—. ¿Dónde está el café? —Todavía no está listo —contestó _____, ignorando el gesto de desaprobación de Nick—. Estaba pensando que hace mucho más calor en la cocina que aquí. Ayer no logré encontrar una bata en tu casa para meterla en el equipaje, pero hay una vieja de Dwight en el armario. También hay unas zapatillas, si quieres. ¿Por qué no te las pones y vienes a la cocina a tomar el café? Nick bajó la vista hacia las zapatillas de _____, moviendo la cabeza antes de alzar el rostro. —Ya entiendo —dijo, asintiendo irónicamente—. Ése es tu uniforme de «manos fuera». Te advierto que es una pérdida de tiempo. No soy un hombre matutino. Además, siento la cabeza como si la tuviera llena de algodón.
—Tal vez deberías tomar algunas de las pastillas que te recetó ayer el médico. —No. Me dan sueño, y eso hace que me sienta peor. No es exactamente dolor de cabeza lo que tengo, sino una especie de atontamiento. Probablemente sea síndrome de abstinencia de cafeína. Voy a levantarme como has sugerido y a consumir un litro de café.
—Entonces te veo dentro de un rato en la cocina. ______ tuvo que contener la risa cuando Nick entró en la cocina con la bata verde de Dwight, varias tallas pequeñas para su tamaño, y unos calcetines deportivos en los pies en lugar de zapatillas.
—Si osas reírte —dijo Nick, mirándola con gesto amenazador—, ¡te despido! ______ se cubrió la boca con ambas manos, pero cuando su mirada se encontró con la de Nick, ambos empezaron a reír. —¿Dónde estaba tu bata? —preguntó cuando finalmente llevó las tazas de café a la mesa, colocando una ante de Nick y sentándose a continuación frente a él—. Busqué por todas partes.
—No hay bata —contestó Nick, tomando la taza para dar un sorbo a su café—. Muy bueno —dijo, asintiendo, y en seguida continuó—: Nunca uso bata. Y, normalmente, tampoco me pongo pijama. Este me lo regaló una amiga, pero nunca lo había sacado de la cómoda. Sólo me lo he puesto en deferencia a ti y por el frío que hace. En mi casa tengo calefacción.
—Oh —dijo _____, deseando que las palabras de Nick no hubieran evocado una imagen tan clara de él caminando desnudo por su casa. —¿Qué vamos a hacer hoy? —preguntó Nick—. No esperarás que me pase el día tumbado, ¿no? —Podemos dar un buen paseo después de desayunar —sugirió ______—. Eso servirá para despejarte y va a hacer un día precioso en cuanto el sol esté lo suficientemente alto. Luego, después de comer, he pensado que podías descansar al sol en el porche, leyendo o echando una siesta. Después, si quieres, podemos ir en coche a Leura, comprar algo de comer y alquilar unos vídeos. O, si lo prefieres, puedo cocinar algo aquí y vemos lo que pongan en la televisión.
—Mmm. No recuerdo el último sábado que no trabajé con Roger en algún sitio. Por cierto, ¿tienes teléfono? Me gustaría llamar a Roger para que me informara sobre lo que ha pasado con nuestras construcciones durante las seis últimas semanas.
______ sintió que se le encogía el estómago.
—No —contestó de inmediato, asustada.
—¿No, qué?
—No tengo teléfono y no vas a llamar a Roger. ¡El doctor ha dicho que necesitas reposo y tranquilidad y eso es lo que vas a tener! Son sólo dos miserables días hasta el lunes. ¿No eres capaz de pasarte dos días sin Jonas Homes? ¿Sabes que la gente te considera un adicto al trabajo? Por si no lo sabes, hay más cosas en la vida que el trabajo.
—Lo sé —gruñó Nick—. ¡Pero la única actividad que me gusta aparte del trabajo me ha sido vetada! Miró a _____ y ésta se ruborizó intensamente. —No creo que eso sea lo único que te guste en la vida aparte del trabajo. Y si es así, tienes unas miras muy estrechas, Nick. Hay muchas otras cosas con las que se puede disfrutar aparte del sexo.
—¿Ah, sí? ¿Y qué otras cosas crees que deberían gustarme, señora Althorp? ¿Ir a la ópera tal vez? ¿Visitar galerías de arte? —No hay nada malo en disfrutar del arte y la música —defendió ______ ardientemente. El sarcástico tono de Nick había sido demasiado crítico para su gusto. Era la segunda vez que la criticaba esa mañana, y empezaba a disgustarle que lo hiciera—. Estás siendo muy puntilloso esta mañana —dijo, añadiendo secamente—: Y en caso de que lo hayas olvidado, hace un tiempo que he dejado de ser la señora Althorp.
—¿De verdad? No creo, _____. No lo creo en absoluto. Ese bastardo ha dejado su marca bien grabada en ti. ¡Un día vas a contarme todo sobre ese desastre de matrimonio!
—¿Qué te hace pensar que no lo he hecho ya? —replicó _____. Nick se sorprendió momentáneamente al oírla, echándose hacia atrás en el asiento. Pero enseguida volvió a inclinarse hacia delante con expresión de seguridad.
—Sé que no lo has hecho —dijo—. No me preguntes cómo lo sé, pero lo sé.
—¿De verdad? —murmuró _______
—Sí. Así que, ¿por qué no me lo cuentas ahora? No tenemos mucho que hacer hoy, así que podríamos hablar, ¿no te parece? _______ se encogió de hombros, ocultando con su aparente indiferencia la tensión que sentía. —No hay mucho que decir —dijo con brusquedad—. Es la vieja historia. Brillante chico de la clase trabajadora se casa con chica bonita, pero no tan brillante, de la clase trabajadora. Él asciende en su profesión y en el mundo que lo rodea pero ella se queda atrás. Pero para entonces ya tienen dos hijos, y ya que siente cierto afecto por ellos, trata de transformar a su mujer en un modelo más adecuado para su activa vida social. El intento fracasó porque ella no está dispuesta a colaborar
plenamente, de manera que él empieza a buscar otra mujer que le convenga. Finalmente encuentra un espécimen casi perfecto, totalmente predispuesta a dejarse corregir sus ligeras imperfecciones.
—¿Qué imperfecciones? —preguntó Nick, frunciendo el ceño—. ¿Y corregirlas en qué sentido? —¿No te he dicho nunca que Dwight es cirujano plástico? —preguntó ______, sonriendo también plásticamente—. Y muy famoso, por supuesto. Si hubiera aceptado, me habría convertido en una joven—cita de veinticinco años para siempre, pero fui tan tonta que no quise someterme a las delicias de su bisturí para recuperar su amor. Era tan tonta que pretendía ser amada tal y como era. Evidentemente, Delvene no tenía tales escrúpulos. Aunque ya era una belleza y sólo tenía veintiséis años, se arregló la nariz, se agrandó los senos y se quitó un poco de grasa de las nalgas. Dwight estaba examinando de cerca un día esta última parte de su anatomía cuando su estúpida esposa entro en la consulta —_____ suspiró antes de continuar —. Cuando tuvo el valor de reprenderme por interrumpirlo mientras examinaba a una paciente, le indiqué con total indiferencia que tenía la cremallera bajada. Luego dejé su consulta y nuestro matrimonio.
______tragó el nudo que se le había hecho en la garganta durante aquella amarga versión de su matrimonio y luego miró a Nick, odiando la compasión que vio en sus ojos azules.
—Si se te ocurre decir «pobre _____», o algo parecido —espetó—, grito. —De acuerdo, no lo haré —dijo Nick, cambiando con tanta rapidez de expresión que ______ salió de inmediato de su estado de auto—compasión.
Al ver que Nick se levantaba abruptamente, preguntó:
—¿A dónde vas?
—A darme una ducha y a vestirme. Oh, y no me hagas la cama, gracias. Puedo hacerlo yo mismo. No soy un inválido. Pero te dejo prepararme el desayuno. Es complicado cocinar en la cocina de otro. Me gusta de todo; no soy nada complicado en ese aspecto. Y después del desayuno podemos ir a dar ese paseo que has mencionado. Parece lo más adecuado.
—¿Lo más adecuado para qué? —preguntó ______, sintiendo una repentina e instintiva cautela. —Para conseguir un poco de paz y tranquilidad —replicó Nick con suavidad—. ¿Para qué si no? —Es una vista magnífica —dijo Nick—. Pero hay que tener los pies firmes en el suelo. _____ siguió la mirada de Nick hacia el valle que había abajo, donde la bruma aún se estaba levantando de las profundidades del cañón. Estaban de pie sobre un saliente de roca, donde el sendero giraba abruptamente para seguir su ruta de descenso. A menos de un metro había una caída en picado que evidenciaba los peligros de aquel terreno.

¡¡SIGUEEELAA!!

¡¡SIGUEELAA!!

SIGUELAAAAAAAAAA MI TIFF O LAS VACACIONES NO SON PARA LA PC, SON PARA TI!!!

ya que no quiero vacaciones la seguire

—Tengo la clara sensación de haber estado antes aquí —continuó Nick lentamente, frunciendo el ceño—. Sin embargo, que yo sepa nunca he estado en las Blue Mountains. Ni en busca de terrenos para construir, ni de vacaciones. Y tú me has dicho que no hemos venido aquí durante las pasadas seis semanas, ¿no? —se volvió a mirar a ______, obligándola a devolverle la mirada, lo que resultó bastante desafortunado, pues había hecho toda clase de esfuerzos para no mirarlo demasiado desde que salieron a pasear.
Cuando Nick entró en la cocina para desayunar después de ducharse, con el pelo aún húmedo, la barba sin afeitar y vistiendo unos ceñidos pantalones vaqueros negros y una camiseta del mismo color, ______ sintió que los ojos se le salían de las órbitas. Incluso la cicatriz de su mejilla añadía atractivo a la imagen que Nick proyectaba inconscientemente.
Así vestido tenía un aspecto salvaje, malvado. Y ______ deseó que le hiciera el amor. Salvaje y malvadamente. Lo único agradable de aquel ardiente recuerdo era que Nick no la miró directamente cuando entró en la cocina, dándole unos segundos para recuperar la compostura.
Ahora, cuando alzó la vista hacia él, comprobó que sus sentimientos no habían cambiado. Aún sentía el impacto sexual de su aspecto de chico malo, realzado aún más por la cazadora negra de cuero que se había puesto para salir, pero al menos logró controlar su rubor.
—¿______? —insistió Nick con cierta brusquedad—. Te he hecho una pregunta. ¿Me habías traído aquí antes o no? —No —contestó ella con bastante sinceridad—. Yo no te he traído. Nick frunció de nuevo el ceño y volvió la mirada hacia la magnífica vista que se extendía ante él. —Esa cascada me resulta muy familiar —dijo, señalando la pequeña corriente de agua que caía por el risco opuesto antes de asentarse en una serie de pequeñas lagunas en la parte baja—. Estoy seguro de haberla visto antes —murmuró.
_______ sabía exactamente lo que estaba recordando sin darse cuenta: su reciente estancia allí con Lucie. Odiaba pensar que Nick había pasado todo el fin de semana anterior en la cama con aquella bruja, aunque no estaba segura de si lo que sentía eran celos o culpabilidad por su presente estado de lujuria. Sólo sabía que quería a Nick para ella. Era tan sencillo como eso. —Debes haber visto cientos de documentales sobre las Blue Mountains —trató de explicar, aunque agitadamente—. Debe ser eso lo que estás recordando.
Nick la miró de reojo.
—No —negó—. No es eso, y lo sabes muy bien. Me estás mintiendo.
______ dio un gritito ahogado cuando Nick la tomó por el hombro más cercano y le hizo volverse para tenerla de frente, sujetándola después también por el otro hombro. —¡Dime la verdad, maldita sea! —dijo, mirándola con furia contenida—. He estado aquí antes, ¿verdad? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Haciendo qué? ______ se ruborizó ante las imágenes que aquellas preguntas evocaron en su mente. —¿No puedes adivinarlo? —espetó, alterada por el contacto y la cercanía de Nick—. Ya que no viniste por motivos de trabajo, tuvo que ser por la otra cosa con la que disfrutas. Pero no estuviste exactamente aquí, Nick. Estuviste en un hospedaje cercano.
Nick frunció el ceño, evidentemente desconcertado por las palabras de ______. —¿Por qué hablas de mí y no de nosotros? ¡Dios santo, ______! ¿Estás diciendo que estuve aquí con otra mujer? ¿Me estás acusando de engañarte? El silencio de ______ fue a la vez rebelde y despreciable. ¡Por fin lo había hecho! —¡No te creo! —exclamó Nick, soltándole repentinamente los hombros y cometiendo el error de dar un brusco paso atrás. _____ pareció ver cómo sucedía todo a cámara lenta, sintiendo como crecía el horror en su interior mientras Nick perdía el equilibrio, moviendo los brazos frenéticamente mientras caía hacia atrás, hacia el vacío.
Después no supo cómo logró sujetarlo por una de las manos, ni cómo fue capaz de evitar que la arrastrara al abismo con su peso. Sólo gritó y actuó impulsivamente, por instinto, empujada por una poderosa descarga de adrenalina.
—Nick —gimió cuando cayeron al suelo juntos, a un par de metros del borde del precipicio—. Oh, Nick —y se aferró a él, llorando y temblando. —Tranquila, ______. Tranquila. Estoy bien. Tú estás bien. Me has salvado. No llores. Pero _____ no pudo evitar seguir llorando y temblando. Permanecieron tumbados en el suelo, abrazados, los cuerpos pegados,______ llorando y Nick consolándola. Pero ella no empezó a escuchar sus palabras hasta pasado un rato. La única conciencia física que le llegaba a través de sus turbulentas emociones era el calor del cuerpo de Jack y el latido de su corazón. Gradualmente, sus hombros
dejaron de temblar y sus lágrimas se secaron, y fue entonces cuando Nick la tumbó de espaldas contra el suelo y la besó. Y ella le devolvió el beso. ¡Y cómo se lo devolvió! Todo el deseo que se había ido acumulando en su interior se manifestó plenamente en su boca. Sus labios alimentaron los de Nick a la vez que saboreaba su lengua con avidez, primero en el interior de su boca, luego en la de él. Alzó la cabeza del suelo, como intentando que sus bocas se fundieran en una
sola, a la vez que un profundo gemido escapaba de su garganta.
Nick apartó la cabeza con un ahogado jadeo.
—Dios, ____ —gimió, presionando sus hombros contra el frío suelo.
Ella lo miró, con los ojos tan abiertos como su húmeda y temblorosa boca.
—Si seguimos así no podré detenerme —dijo Nick con voz ronca.
—No quiero que te detengas.
—¿Quieres que te haga el amor aquí mismo?
—¿Por qué no? —susurró _____, tomando el rostro de Nick entre sus manos y acariciándole eróticamente las sienes con los pulgares—. ¿No te apetece? —Sí, claro que sí. Pero imaginaba que después de contarme que te había engañado… —Yo no he dicho que me engañaras. Eso sucedió antes de que… antes de que nos comprometiéramos. Ya no me importa —mintió _____.
—Sí, pero…
—Cállate, Nick —gimió ella—, y bésame.
Nick volvió a unir sus labios con los de ______ dando un suave gruñido.

¡¡SIGUEEELAAAAAAAAA!!

TE MATOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

AHORA VAS OBLIGADA A DARTE UNAS VACACIONES!!!!

SIGUELAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA O TE VAS SIN NICK TIFF!!!

AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAMO LA NOVEEEEEEEE SIGUELAAAAAAAAA!!!

ohhhhhhnoooooo

como eresssss capaz de dejarlaa allli

tienes que seguirla ahoraaaaaaaa mismooooo

señoritaaaaaaaaaaaaa

pero yaaaaa isguelaaaaaaaaaaa

¡¡SIGUEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEELA!!