Holiday In The Sun [HS]

Holiday In The Sun

Harry Styles + Emma Pearson

Autor RoseFletcher y Homewrecker.
Adaptación Sí, de una FanFic de McFly.
Género Romance, aventura.
Advertencias No es una novela HOT.
Otras páginas No.

"Hay quienes sueñan despiertos y quienes sueñan dormidos con lugares maravillosos. Pero los soñadores de verdad, son aquellos que atrapan sus sueños y los traen a la vida para demostrar que cuando soñaban, era en serio."
Con tan sólo 16 años, Emma es hija de los dueños de una extensa cadena de restaurantes. Planeando abrir la siguiente sucursal en Sidney, los Pearson viajan a Australia, donde Emma conocerá a Alexandra y la vida de ambas dará un giro de 180 grados.

Capítulo 1

—¡Perfecto! Para ser principiante lo hiciste muy bien —le dijo el entrenador a Emma.

—¡Gracias! —contestó ella con una sonrisa.

—¿Estas segura de que nunca habías practicado el surf?

—Sí, lo juro, jamás. En donde yo vivo no hay playa.

—De acuerdo, entonces, ¿cuánto tiempo estarás aquí?

—Un mes.

—Bueno sigue practicando. Lograrás grandes cosas —dijo el entrenador mientras se iba con los demás alumnos.

Emma estaba en un curso de surf en Sidney, Australia. Sus padres eran dueños de una cadena de restaurantes, y planeaban abrir una sucursal ahí, por lo que Emma decidió entrar al curso para matar el tiempo, que pudo haber pasado con sus amigos en Verona.

Emma seguía practicando en su tabla, mientras veía como unos chicos se acercaban a la playa. Parecían ser turistas, pero aún no podía distinguir muy bien a los australianos de los extranjeros. Emma volvió a la playa, con el resto de sus compañeros de curso.

—¿Están guapos no? —le dijo una compañera refiriéndose a los turistas que ambas no podían dejar de ver.

—¿Perdón?

—Sí. Ellos —dijo mientras señalaba —Son turistas, aquí no hay gente tan guapa —dijo riéndose y volteando a ver a los hombres que estaban en el curso con ellas.

—¿Tú eres de aquí?

—Sí. Soy mala para el surf, es por eso que tomo este curso todos los años. Tú no, ¿verdad?

—No. Yo soy de Italia. Estoy aquí de vacaciones.

—¡Wow! Bueno yo soy Alex. Alexandra, en realidad, pero prefiero Alex. —dijo la chica, con una sonrisa.

—Yo soy Emma —le respondió.

Tras oír el llamado del entrenador, las chicas recogieron sus cosas. Alex vivía cerca del hotel en donde Emma se estaba hospedando, así que la acompañó. Antes de abandonar la playa, Emma volteo a ver el horizonte, el agua tan tranquila y el sol comenzando a bajar, pero dentro de su panorama, también aparecieron los misteriosos chicos que vio cuando entró a la playa.

Al día siguiente...

—¡Hey, Emma, por acá! —le gritó Alex al ver a su amiga entrar a la playa.

Emma asintió con la cabeza y volteo a su alrededor a ver si no se veían por ahí los turistas de ayer.

—¿Qué crees? —dijo Alex.

—¿Qué?

—¿Recuerdas a los chicos de ayer?

—Sí claro… —por supuesto que los recordaba. ¿Cómo se iba a olvidar de semejantes individuos?

—Están hospedados en un hotel que se llama Caribú. Está cerca de tu hotel. ¡Los vi entrar ayer! —dijo Alex emocionada.

Emma tuvo mil ideas en la cabeza, y las dos idearon un plan para encontrarlos de nuevo. Mientras pensaban, el grupo de surf entró a las olas, dejándolas en la playa. Aprovechando que se habían quedado en la arena, fueron a dar un paseo por la cuidad.

Alex le mostró algunos de sus lugares favoritos, incluyendo el malecón, que quedaba justo frente al hotel donde Emma estaba. Estaban caminando hacia allá, cuando vieron a los chicos venir. Ellas pretendieron no haberlos visto y siguieron por donde iban. Al cruzarse en el camino Alex empujó ligeramente a Emma contra uno de ellos.

—¡Ay, lo siento! —dijo Emma.

—No te preocupes, ¿estás bien? —le dijo.

—Sí —balbuceó.

—De acuerdo, bueno, ¡adiós! —y el chico se alejó.

Aunque no había sido mucha la plática ni la mejor despedida, Emma había quedado idiotizada por ése muchacho. Alex, por su parte, no desaprovechó la oportunidad y le hizo platica a otro de ellos.

—No lo puedo creer —susurró Emma al ver cómo se alejaban los chicos, dejándolas atrás.

Después de varios segundos de silencio, ambas voltearon a verse, pareciera que pensaban lo mismo. las palabras no fueron necesarias, solo una mirada hizo sincronizar sus acciones y ambas se echaron a correr de regreso a la playa. Al llegar, vieron en el mar a su grupo de surf y en la arena encontraron a los chicos. Aunque eso no fue lo único que encontraron...

—¡Oh, no! ¡Mira tu tabla Emma! —dijo Alex señalándola.

—¡Ay, por Dios! ¿Qué les pasa? —Emma volteo a ver su tabla y estaba llena de gaviotas que comían sus pescados sobre la tabla.

Emma corrió hacia su tabla gritando para espantar a las gaviotas pero sus gritos fueron demasiado fuertes que llamaron la atención no sólo de las gaviotas.

—Hey ¿ya vieron a ésa loca? —dijo uno de los chicos que observaban a Emma —¿No era con la que chocaste, Zayn? —continuó.

—Creo que sí. No creí que estuviera tan dañada —contestó el mencionado Zayn.

—Pues a mí me parece que es divertida. Mira, ¡hasta las aves la quieren! —dijo Harry sin saber lo que en verdad estaba pasando.

—Ahora esta bailando —dijo Liam riéndose, haciendo que todos voltearan a ver a Emma, que parecía que bailaba pero en realidad estaba espantando a las aves que ahora la atacaban a ella.

—¡Váyanse aves horribles! ¡Déjenme en paz! —gritaba Emma desesperada mientras era atacada por las gaviotas.

—¡Métete al mar! —le gritaba Alex sin saber que hacer por su amiga.

Emma agarró la tabla y se la llevó hacia el mar junto con todas esas aves. Comenzó a nadar y poco a poco las aves se alejaron. Ya adentro, aprovechó para practicar un poco sus lecciones de surf.

Al verla, Alex entró también. Ambas comenzaron a agarrar olas sin darse cuenta que eran observadas por los chicos y por su grupo de verano.

—¡Wow! En verdad saben como surfear —dijo Liam al resto de los chicos que seguían observando a Emma.

—Sí, lo hacen bien —continuó Niall.

—Creo que le diré que me de unas clases —dijo Harry sin poder dejar de ver cómo las chicas dominaban las olas.

—Creo que alguien le robó el corazón a Harry... —dijo Zayn con tono de burla y dándole un codazo.

—No —dijo entre risas —para nada. Solo digo que está linda... Es decir, que sabe surfear.

—¡Sí, claro! —dijo Niall.

Los cuatro chicos continuaron viéndolas, mientras ellas seguían dentro del mar, aunque sólo lo hacían por jugar, dejaron impresionados a más de uno de su grupo de surf que también las veían. Las chicas salieron del mar y el entrenador las empezó a interrogar sobre por qué no habían entrado a la case y sólo habían aparecido así de la nada, pero el regaño fue interrumpido…

—Disculpe que interrumpa pero, ¿me podría permitir hablar con ella un segundo?

—¿Quién es usted? —preguntó el entrenador mientras veía como se veían él y ella.

—Es mi... —comenzó a tartamudear el joven.

—¡Primo! —interrumpió Emma.

—¡Sí, eso! Es mi prima —continuo él.

—Ah, sí, claro. Primos, está bien. Emma ve con él. Nos vemos mañana. ¡Temprano!

Emma se fue con “su primo”. Caminaron unos pasos hasta llegar a unas piedras cerca de la orilla.

—Entonces, ¿quién eres, primo? —preguntó Emma con una gran sonrisa.

—¡Ah, cierto! Me llamo Harry, y te vi ahí en el mar. Lo haces bien, en verdad me impresionaste.

—Bueno yo soy Emma —dijo ella se sonrojándose un poco —y no creo que lo haya hecho tan bien.

—Oye, eras tú con la que chocamos mis amigos y yo camino a la playa, ¿no?

Emma no recordaba si era él con el que choco, así que se limito a contestar con un monosílabo, en un tono algo cortante.

—Sí.

—Ah —dijo Harry sin saber si había hecho bien en preguntar o no. Después de eso Harry no sabia que decir.

Se le ocurría una pregunta pero no la decía porque creía que seria demasiado tonta. Pensaba en otras pero ninguna parecía ser la adecuada. En verdad estaba nervioso. Hubo un silencio incómodo por unos minutos, y después Emma se levantó, se despidió y se fue. Harry se sintió mal porque por primera vez una chica lo había dejado sin palabras y la había dejado ir.

Le tomó algunos segundos a Harry reaccionar, y después corrió detrás de ella, intentando alcanzarla.

—¡Em! ¡Emma! —iba gritando Harry.

Emma se detuvo al verlo. Esperó a que la alcanzara y a que recuperara el aliento.

—Oye —comenzó agitado —espera.

—Sí, ¿qué pasa? —contestó Emma, que estaba acompañada de Alex.

—¿Te gustaría ir hoy a tomar algo?

—Lo siento, tal vez otro día. Mi madre nos espera. ¡Adiós! —le contestó Emma con bastante frialdad. Ambas se voltearon y se subieron al carro con su mamá.

—Iremos con tu papá y después iremos de compras ¿está bien? —dijo la madre de Emma intentando terminar el silencio entre las chicas.

—Seguro mamá... —contestó Emma algo indiferente.

—¡Sí señora! Podemos ir al nuevo centro comercial. No está lejos de aquí y hay tiendas de todo tipo.

—¡Oh, perfecto! Iremos para allá. ¿Tienes idea de qué quieres comprar Emma?

—Estaba pensando en un traje de baño... —contesto Emma. Como era lo primero que se le vino a la mente, creyó que sería suficiente para que su madre la dejara en paz.

—¡Oh! ¡Un trajecito! Y no será para ese joven con el que platicabas, ¿verdad? —seguía su madre, remarcando la última palabra.

—No mamá...

—¿Y quién era, eh? —insistía la señora con interés.

—Nadie, mamá. Solo un amigo del grupo de surf.

—Pero no traía traje...

—Porque Harry ya se había cambiado —dijo Emma ahora ya algo molesta por la insistencia de su mamá.

—¿Harry, dices? Cuando lo vi creí que ya lo había visto en algún lado. Y ahora que mencionas el nombre creo que yo lo conozco. Sí, de algún lado... Pero no se porque creo que no es algo bueno...

—Ya alucinas, mamá. ¿Cómo lo puedes conocer? Es un turista.

—No lo sé, hija. No lo sé. Pero no me gusta. Sé que lo conozco de algún lado...

Gracias por la respuesta inmediata mrs.horanbiebs :) quedamos en espera de tu MP.

Chicas, aquí les dejamos el primer capítulo, para que se vayan dando una idea de cómo será la novela. Esperamos contar con su participación y esperamos que disfruten la historia de Holiday In The Sun!

De igual manera, en My Wonderland encontrarán la sinopsis para la segunda temporada de esta novela, Fly Me To The Top.

Capítulo 2

A la mañana siguiente, Emma se levantó más temprano y se fue a la playa. Aún no comenzaba su clase de surf, pero se quedó sentada en la arena viendo cómo la gente empezaba a llegar, algunos para hacer su rutina de ejercicios matutinos y otros para simplemente observar el horizonte. Su tranquilidad fue interrumpida por Alex, quien al verla tan solitaria decidió hacerle algo de compañía.

—¡Hola! —saludó Alex, todavía algo dormida.

—Hola... ¿Y eso que te levantaste temprano?

—Ya ves. Quise venir a ver la playa —dijo bostezando.

—Sí, claro —contesto Emma sin creerle del todo.

Emma siguió viendo el horizonte y Alex seguía bostezando como león. En eso, Alex vio llegar a los cuatro chicos a la playa y sin que Emma se diera cuenta les hizo señas para que se acercaran.

—¡Hola, chicas! —dijo Harry dirigiendo su mirada a Emma.

—Hola —contesto Emma sorprendida.

—¡Hola, chicos! Yo soy Alex —se presento rápidamente y por arte de magia dejo de bostezar.

Alex se levanto y comenzó a platicar con uno de ellos que se llamaba Niall. Los otros dos, Liam y Zayn se fueron a desayunar al ver más que obvio que no entrarían en ninguna de las dos conversaciones y estaban demasiado hambrientos para ponerse a platicar entre ellos.

—Y, ¿tú eres de aquí? —dijo Harry

—No. Soy italiana. Solo estoy aquí de vacaciones, ¿y tú?

—Nosotros somos ingleses... Estamos aquí por negocios pero también de vacaciones —dijo con una sonrisa.

—¿Negocios? ¿Qué hacen, exactamente?

—Pues... —comenzó Harry algo dudoso —antes teníamos una banda, bastante famosa debo admitir, pero de repente algo pasó y dejó de funcionar. Ahora vivimos con el dinero de la banda y pues Liam, el castaño de allá —dijo Harry señalando a su compañero —quiere iniciar un negocio aquí. Seremos sus socios —dijo algo melancólico.

—¡Wow! Y, ¿se puede saber qué pasó con la banda? —preguntó Emma con interés.

—Pues creo que las fans se cansaron de nosotros. O tal vez nosotros nos cansamos de nosotros mismos. No lo sé realmente —contestó con un suspiro.

—Y, ¿cuánto tiempo estarás aquí? —dijo Emma, cambiando de tema para no hacer sentir mal a Harry.

—Un mes, ¿y tú?

—También.

—Entonces hay que divertirnos —terminó Harry con una gran sonrisa.

Emma se sintió algo intimidada y volteó la mirada hacia donde estaba Alex con Niall. Se veían muy felices platicando. Ambos estaban riendo y Niall no paraba de hacer expresiones con las manos, como si lo que platicara fuera muy emocionante.

La hora de la clase de surf había llegado. Los compañeros ya estaban en la playa y el entrenador venía en camino. Sonó su silbato y les hizo señas a las chicas para que se acercaran. Ambas se despidieron de los chicos.

—¿Nos vemos cuando salgas? —le preguntó Harry.

—No lo creo. Iré a ayudar a mi padre.

—Entonces en la noche. Habrá una lunada aquí en la playa, ¿vienes?

—Está bien —sonrió Emma.

—Paso por ti a tu hotel a las 8, ¿te parece?

—¡Perfecto! —exclamó con una sonrisa, para después despedirse de él con un beso en la mejilla.
—Entonces a las 8 —le dijo Alex.

—Por supuesto.

Alex sonrió a modo de aprobación y para despedirse le dio un beso en la comisura de los labios, sonrió y corrió. Ya camino a reunirse con el grupo, las chicas al fin pudieron hablar entre sí.

—Ese chico es genial —dijo sonriendo.

—Sí, eso parece —contestó Emma, comenzando su entrenamiento.

—Saldremos en la noche —dijo Alex emocionada —¿ustedes no?

—Sí —dijo Emma feliz, pero poco expresiva. Ella no era del tipo de chica que expresara tan fácilmente lo que sentía.

—Bueno chicos, ¡que empiece la diversión! Quiero ver como toman las olas. ¡Al mar, ahora! —gritó el entrenador para después volver a sonar su silbato. Todos corrieron con sus tablas hacia el mar, Emma volvió la vista y vio que Harry aun seguía ahí. Ondeó su mano y siguió corriendo, nadó y tomo la primera ola de la manera como solo ella podía hacerlo, impresionando al entrenador de nuevo, y por supuesto a Harry.

La noche al fin había llegado, Alex se fue al hotel de Emma para arreglarse junto con ella, Harry había quedado de pasar por Emma, y Alex se encontraría con Niall en la playa.

—¡Ay! ¡No puedo creer que vayamos a salir con ellos! —decía absolutamente emocionada Alex, arreglándose su cabello.

—Sí, sí, ya, ¡tranquila! —contestó Emma, también emocionada, pero no tan expresiva. Cuando las chicas terminaron de arreglarse, se despidieron de los padres de Emma y bajaron al Lobby del hotel a esperar a Harry.

Por fin Harry llegó. El reloj del hotel marcaba exactamente las 8:00 pm, su puntualidad no podía ocultar que era inglés. Harry y Emma se saludaron de beso y Alex los apresuró para llegar a ver a Niall. Los tres salieron del hotel con camino a la playa, pero no sabían que por el balcón los padres de Emma los estaban viendo.

—¿Ves amor? Sí es él —decía la madre.

—¡Ay, es verdad! Pero este muchacho me las va a pagar, ¿quién se cree? —contestó enojado el padre.

—¿Qué hacemos? ¿Le decimos a Emma ahora?

—No, hay que esperar a mañana. Déjala que se divierta, son jóvenes y casi de la edad. Merecen diversión. Mañana hablaré con ambos —dijo el señor con tono serio.

Mientras tanto, los chicos llegaron a la playa, todo estaba ya oscuro, solo se veía la fogata y partes de la playa alumbradas por la luz de los hoteles y la luna.

—¡Mira, mira, allá está Niall! —le dijo emocionada Alex a Emma y Harry —Ah, pero esta con alguien más —continuó con tono triste.

—No te preocupes, ellas son las citas de Zayn y Liam, quedaron que nos las presentarían hoy también —dijo Harry devolviéndole la sonrisa a Alex.

Los 3 se acercaron a donde estaba Niall y las dos chicas. Cuando volvieron Liam y Zayn de conseguir unas bebidas, los chicos las presentaron. Frankie era la cita de Zayn y Lenna la de Liam.

Frankie era de una isla cercana a Australia y Lenna era italiana igual que Emma. Después de la presentación, cada quien se fue con su cada cual.

Liam y Lenna platicaban sentados en un tronco cerca de la fogata.

—¿Qué pequeño es el mundo, verdad? —dijo ella

—¿Por qué lo dices? —preguntó Liam viendo a los ojos a la chica.

—Esa chica, la que viene con Harry, también es de Italia. Qué coincidencias, ¿no crees?

—Sí... —dijo Liam sin dejar de verla —creo que es el destino —decía Liam intentando poner un ambiente mas romántico pero Lenna seguía sin captar...

—Tal vez, hace bonita pareja con Harry. Por cierto, ¿crees en las almas gemelas?

—Sí... —Liam seguía intentando cambiar el sentido de la conversación, pero Lenna parecía no entender o no querer entender.

—¡Ay, qué lindos! Son el uno para el otro... —Lenna se empezaba a inspirar sobre la "relación" entre Harry y Emma pero su inspiración fue cortada por un beso de Liam. El pobre no sabia como llamar su atención, así que lo único que se le ocurrió fue besarla y, para su buena suerte, funcionó. Lenna correspondió el beso y ahora sí, comenzaron a hablar de ellos.

Zayn y Frankie admiraban la marea desde la arena, bajo la luz de una lámpara que salía de un hotel.

—Qué linda noche, ¿no, Frankie? —dijo él, tomando una piña colada y abrazando a la chica.

—Es hermosa —contestó ella, lo besó y siguieron admirando las estrellas abrazados.

Niall y Alex estaban dentro del ambiente de lo que era la fiesta. Había un DJ que tocaba música electrónica, con un poco de electrónica suave, pero mezclando algo de tropical para dar el ambiente playero. Harry y Emma estaban más lejos de la fiesta. Ellos iban caminando por la arena, platicando de sus vidas y conociéndose mejor.

Al llegar la media noche, el DJ se despidió y la fiesta se quedó sin música. Entre los invitados estaban algunos conocidos de los chicos así que les propusieron que cantaran algo de su música, aunque ya no tuvieran mas la banda.

Niall, Zayn y Liam comenzaron a cantar “Nobody Compares”, dedicándosela a cada una de sus chicas. Cuando Emma escucho que había cambiado el ambiente en la fiesta volvieron, y por fin pudo escuchar algo de la banda. Creyó que eran fantásticos.

—¡Harry! Pero si lo hacen muy bien. No creo que las fans se hayan aburrido —dijo Emma animando a Harry.

—Esa canción fue del último álbum. Buenos tiempos... —dijo con un suspiro.

—Deberían volver. Vamos, escriban algo aquí, inspírense en la playa y su nueva vida. Seguro lo harán bien —insistía Emma.

—¡No! —dijo Harry algo molesto —No creo que sea buena idea, lo siento —volteó a ver su reloj en la mano izquierda —Creo que ya es tarde. ¿Te llevo a tu hotel?

—No, no es necesario. Me voy sola. Adiós —dijo Emma, le dio un beso en la mejilla y se fue.

Capítulo 3

Durante el resto de la semana, las chicas siguieron asistiendo a su curso de surf, Alex había seguido saliendo con Niall, pero Emma ya no había vuelto a ver a Harry.

—Hola, extraña —dijo Niall cuando llegó a la playa y vio a Alex salir del mar.

—Hola, extraño —contestó Alex con una sonrisa, puso sus brazos alrededor su cuello y lo besó.

—¿Quieres ir a vernos tocar? —dijo Niall aun con Alex entre los brazos.

—¡Claro! Le diré a Emma.

—¡No, espera! —interrumpió Niall —Es que Harry no irá...

—¿Cómo que no irá? Creí que era parte de la banda —contestó un poco confundida.

—Sí, bueno, todos éramos. Ahora solo practicamos para no olvidar. Te cuento cuando lleguemos ¿va?

—De acuerdo, de todas formas invitare a Emma, seguro querrá ir —Alex besó a Niall y se dirigió con su amiga.

En el camino al lugar donde practicarían, Alex y Niall iban abrazados y platicando cosas de los dos mientras Emma iba detrás de ellos admirando la ciudad. El lugar era un local vacío, parecía como si hubiera sido un restaurante años atrás, y había un letrero de "En Renta" en la puerta. Al fondo había lugar donde los chicos habían instalado el equipo de sonido. Ahí se encontraban Liam y Zayn platicando con sus chicas y practicando sus escalas vocales.

Al ver llegar a Niall, Zayn le dio su guitarra y simplemente comenzaron a tocar y cantar. La primera canción fue "Summer Love". Las cuatro chicas estaban emocionadas. Ninguna de ellas la había escuchado antes, pero les encantó. La siguiente canción fue de nuevo "Stole My Heart". Siguieron con "Little Things", "I Want" y por ultimo "Irresistible".

En la última canción, después del primer coro, Liam dejó de cantar.

—¿Qué pasa? —pregunto Lenna

—No puedo seguir. Es la canción favorita de Harry, y sin él no tiene sentido cantarla —contestó Liam ya algo triste.

—Pero, ¿qué pasó? ¿Por qué Harry no ensaya con ustedes? Si le menciono algo de la banda, se enoja. ¿Qué paso? —preguntó Emma, y en su voz se podía notar algo de desesperación.

—Mira, —dijo Niall agarrando aire —en nuestro último concierto, Harry se lesionó las cuerdas vocales.

—Así que metimos a un suplente —continuó Zayn —pero todo salió mal —suspiró.

—El nuevo chico se llenó de nervios y en pleno concierto se le olvidaba la letra de las canciones —siguió Niall.

—Nos hizo quedar en ridículo —dijo Liam agarrándose la cabeza y haciendo muecas de decepción.

—Harry se sintió culpable por eso y nos dijo que dejaría la banda, que buscáramos a alguien más —dijo Zayn.

—Obviamente no lo íbamos a hacer, así que decidimos dejar la banda todos —terminó Liam.

—Harry aún se siente culpable y nunca está cuando ensayamos, no habla de la banda y no lo hemos oído cantar desde el día que se lastimó —completó Zayn.

—Entonces, ¿fue grave? —preguntó Frankie.

—No. El doctor dice que ya está bien, que quedó como nuevo, pero él no quiere hacerlo —contesto Zayn.

—Y ahora esta emocionado con la idea yo les dí. Abrir un bar/café aquí en Australia, lejos del Reino Unido donde todo el tiempo preguntan el por qué de la separación —añadió Liam.

—¿A ustedes les gustaría volver? —preguntó Alex.

—¡Claro! —se apresuró a contestar Niall.

—Hemos intentando convencerlo, pero no hemos podido —dijo Zayn.

—No se preocupen, yo hablare con él. No puede culparse toda la vida —dijo Emma después de haber estado callada un tiempo —¿En dónde está ahorita? —preguntó mientras se levantaba del suelo donde estaba sentada.

—Creo que fue al hotel Zum —contestó Liam —iba a cerrar el trato para el bar. Creo este será el local.

—¡El Zum! Perfecto, ése es mi hotel. Bueno chicos, los veo luego —Emma se despidió con un beso en la mejilla de ellos y de las chicas, le dijo "Adiós" en español a Lenna y le dijo a Alex que la llamaría después. Salió corriendo del lugar con esperanzas de alcanzar a Harry en el Hotel. Cuando iba de salida, alcanzó a escuchar que Zayn, Liam y Niall comenzaron a tocar y cantar de nuevo, sólo que esta vez era la canción "Truly, Madly, Deeply".

Emma llegó corriendo al hotel. Le preguntó a la recepcionista por el salón de reuniones y la señorita le indicó la dirección con la mano. Emma comenzó a correr de nuevo, pero fue detenida por su madre.

—Hija, ¿qué andas haciendo? —dijo la señora Pearson agarrando a Emma del brazo.

—Hola, mamá. Tengo que ir a la sala de juntas —contestó intentando zafarse.

—Verás a tu padre luego. Ahora esta ocupado, no puedes interrumpirlo —continuó su madre sin soltarla.

—¿Papá está en el salón? —preguntó bastante asombrada.

—Si, hija. Está arreglando lo del restaurante, y ese muchacho solo quiere hacerlo mas difícil.

—Mamá suéltame, tengo que hablar con él —desesperada insistía Emma sin poder zafar el brazo.

—No hija, entiende. Lo hago por tu bien. El muchacho no te conviene. Tienes que apoyar a la familia.

Emma avanzó unos cuantos pasos y por la puerta pudo ver que estaban su padre y Harry sentados alrededor de una mesa, discutiendo junto con un hombre de edad avanzada. Ella intentaba zafarse, pero su madre parecía tener demasiada fuerza en la mano. Al fin, después de varios minutos, los 3 caballeros salieron del salón. El papá de Emma tenía una cara de desilusión, mientras que Harry parecía bastante feliz. El padre de Emma se acercó a su esposa e hija.

—Nos ganó el local, cariño. Ya no hay nada que hacer —dijo el señor Pearson agachando la cabeza.

Harry se despidió de aquel viejo hombre, y caminó hacia la puerta.

—¡Harry, espera! —Emma le gritó, aún detenida por su madre. Harry volteó a verla, y al ver con quien estaba, la expresión de su cara cambio por completo. Emma intentaba zafarse de su madre, pero ahora ella la agarraba con las dos manos. Cuando Emma volvió la mirada hacia Harry, éste ya había salido del hotel.

—Hija entiende, no puedes verlo. Tienes que apoyar a tu familia —dijo con toda serenidad y por fin la soltó.

—¡Me quedará marca! —dijo ignorando el comentario de su madre. Emma le enseño el brazo rojo a su padre intentando que la defendiera pero el señor solo se limitó a verla a los ojos, le dio un beso en la frente y se fue a su habitación. Su esposa lo siguió, pero se llevó consigo a Emma.

Hola Locadirectioner173 :) ya recibimos tu MP y muchas gracias por leer, ¡nos da mucho gusto que te gusten los capítulos!

A todas las demás lectoras fantasmas, recuerden que el tiempo se está acabando, así que manden sus fichas, pero muchas gracias a todas! Hemos tenido muchísima respuesta en los MPs :)

¡Esperemos que les estén gustando los capítulos!

Ni te imaginas qué pasará! La seguimos mañana, estate pendiente :)

Capítulo 4

Esa tarde, Emma no pudo salir del hotel. Su madre se lo prohibió y su padre seguía sin decir una palabra. Ya era noche y comenzaba a oscurecer cuando sonó el teléfono de la habitación.

Emma descolgó el teléfono y esperó a que la recepcionista transfiriera la llamada.

—Tiene una llamada para la señorita Pearson —dijo la recepcionista —de parte de Alex.

—Ah, claro. Pásela, por favor.

—¿Emma?

—¿Alex?

—No, soy Harry.

—¡¿Qué?! ¿Acaso estás loco? ¿Cómo me hablas aquí? —dijo Emma bajando la voz porque sus padres dormían.

—Emma, tenemos que hablar, es importante. No me importa que no me dejen verte. ¡Te necesito!

—Pero no puedo salir.

—¡Claro que puedes! Di que saldrás con Alex, seguro así te dejaran.

—Mis padres están dormidos, esperaré a que despierten.

—No seas tonta... Perdón, linda, pero en verdad, ¡salte! Mira, asómate por el balcón.

Emma dejó el teléfono sobre la mesa, se asomó por la ventana y vio a Harry parado ahí con el celular en la mano. Él le hizo señas de que bajara, y ella le contestó con la cabeza que no. Harry sostuvo el celular con la cabeza presionando en su hombro, y con las 2 manos le dibujo un corazón. Emma estaba aún incrédula, así que volvió al teléfono.

—Esta bien. Ya bajo, espérame afuera.

—Perfecto, te quiero —dijo Harry dejando sin palabras a Emma. Ambos colgaron el teléfono. Emma abrió la puerta con mucho cuidado y al mismo tiempo abrió la puerta del baño. Cerró la puerta del baño, segundos después salió de la habitación y cerró la otra.

Su papá, quien parecía no estar tan dormido, escuchó las puertas cerrarse y supuso que Emma había entrado al baño y el segundo sonido había sido porque ya había salido. Emma se encontró con Harry afuera del hotel, se acerco sin saber que decir y Harry simplemente, sin pensarlo mucho, la besó. La tomó de la mano y comenzaron a correr antes de que alguien pudiera verlos.

—Harry, perdón, yo no sabia lo de mi papá.

—No te preocupes, él me lo dijo.

—¡¿Qué?!

—Sí, hablé con tu padre antes de que comenzara la junta. Él me reconoció y me explicó quién eras. En pocas palabras, me prohibió verte. Gané el local y ahora tu padre me odia más. No podía dejar de verte, en verdad me gustas mucho...

—Harry, tú también me gustas mucho, pero seguro mis padres me castigarán y sabiendo que no pondrán restaurant aquí... Presiento que nos iremos pronto —decía Emma a punto de llorar.

—¡No llores pequeña! Mejor hay que disfrutar la noche, ¿no crees?

Emma asintió, lo abrazó y se quedaron ahí por unos minutos más.

Mientras que en alguna otra parte de la playa, Alex estaba con Niall, caminando por la orilla del mar, comiendo un helado.

—Niall, ¿crees que su banda se una de nuevo? —le preguntó Alex.

—No lo sé, ¿por qué?

—Es que si lo hacen, seguro se regresarán a Reino Unido y no te veré jamás —decía Alex mientras se detenía un poco.

—Eso nunca pasará. Si me voy, te vienes conmigo —Niall igualó la posición de Alex y la besó tiernamente.
—Ven, te quiero llevar a conocer un lugar que encontré hace poco —le dijo Harry tomándola de la mano.

—Está bien. ¿Está lejos de aquí? —preguntó ella ya empezando a caminar

—No. Bueno, sí, un poco —rió y siguieron caminando. Emma no dijo nada y al ver su sonrisa supo que debía quedarse con él.

—¡No trates de ver! —Harry cubrió los ojos de Emma con sus manos y siguieron caminando. El piso se sentía diferente, ya no era arena, sino piedra.

—De acuerdo...

—Ya, sólo un poco más... Siéntate —Harry seguía cubriendo los ojos de Emma, la ayudó a sentarse y una vez sentada la destapó.

—¡Wow! ¡Qué hermoso! —exclamó Emma y abrazó a Harry —es lo más lindo que he visto —continuó.

—Gracias, ya me habían dicho lo guapo que era —contestó él, dejando que se notara el sarcasmo en su voz.

—¡Qué simpático eres! Pero desgraciadamente no hablaba de ti, sino del lugar.

—Sabía que te gustaría —contesto él. Ambos se quedaron sentados en las piedras admirando aquella vista tan espectacular, era la punta de un acantilado. Si volteaban hacia la derecha se veía el mar, el horizonte y a lo lejos las luces de una de las islas que rodeaban Sidney. Si volteaban a la izquierda se podía admirar la ciudad. Los miles de edificios llenos de lucecitas, los carros pasar y alguno que otro letrero de luces de colores. Emma no podía estar mas feliz. Estaban abrazados observando la cuidad. A los cinco minutos, cambiaban de lado y disfrutaban del mar. Ya estaba todo oscuro, así que la luz que a ellos les llegaba solo era de la luna y algún resplandor de los edificios cercanos.

—Te quiero —dijo Harry con un español verdaderamente mal pronunciado, acabando con el silencio que habían mantenido por un largo rato.

—Yo también —contestó sonriendo y sorprendida por Harry.

—Usted es muy bonita —Harry seguía haciendo su mejor esfuerzo.

—Gracias, tu eres muy guapo también —contesto ella sin poder ocultar su sonrisa.

—¿Quisieras ser mi novia?

—¡Claro! Me encantaría —dijo una muy entusiasmada Emma.

La confusión no tardo en demostrarse en el rostro de Harry debido a que no entendió lo que Emma le dijo. Él esperaba un sí o un no, que era mas fácil de comprender. Emma notó esto y estalló en carcajadas. Una vez que recuperó el aliento, contestó de nuevo.

—¡Sí! —dijo ella.

Harry la besó y le dio un regalo que traía para ella. Era una linda pulsera de hilo delgada que según él, el mismo la había tejido. Emma le pidió que se la amarrara, Harry le tomo el brazo derecho y pasó la pulsera alrededor de su muñeca.

—Deberías intentar de nuevo —dijo Emma al sentir sus manos en su muñeca.

Harry volteo a verla, para ver si había entendido lo que le quiso decir.

—No arruines el momento. No quiero hablar de eso —continuó haciendo el nudo a la pulsera.

—Yo sé que puedes hacerlo, no te sientas mal. Si no puedes juro no hablar de esto nunca. Olvidaremos que pasó y nadie sabrá.

—Mira, no puedo —comenzó a tararear una de sus canciones —no alcanzo las notas altas.

—No es cierto, a ver intenta cantando bajito —le dijo ella.

Harry comenzó de nuevo. Muy pocas veces le faltaba el aire por la falta de práctica, pero el talento seguía en él.

—¿Lo ves? ¡Sí puedes! —gritó Emma.

—Pero no para una banda —replicó Harry.

—Sólo es cuestión de que practiques un poco —dijo Emma —Harry, no lo desperdicies. Tu talento sigue aquí, nunca se fue, solo se escondió por que la culpa ocupó su lugar. Tú puedes hacerlo, díselo a los chicos.

—Se siente bien volver a cantar. Me siento como el de antes —comenzó a dibujarse una sonrisa de satisfacción en Harry —pero... —continuó y su sonrisa se fue desvaneciendo —¿crees que ellos me acepten de vuelta?

—Por supuesto, ¡ven! Tenemos que decírselos ahora mismo —Emma se levantó y jaló por el brazo a Harry para levantarlo también.

—Espera —Harry la detuvo —Gracias —le dio un pequeño beso y los dos se dirigieron a buscar a los demás chicos de la banda.

Los cuatro andaban juntos en un club. Estaban en uno de los más exclusivos de la ciudad.

—¿Quieres algo de beber? —dijo Zayn a Frankie.

—Una piña colada no estaría mal —contestó ella.

—¡Hey Zayn! Aprovechando, tráenos a Lenna y a mí otros dos mojitos —le gritó Liam ya con algo de alcohol en las venas.

—¡A la orden! —Zayn se retiró de la mesa, él no estaba tomado. Había bebido algunos tragos, pero aún estaba normal.

El ambiente era muy bueno en ese lugar. Ellos estaban en una mesa al fondo pero se estaban divirtiendo. En eso, Niall llegó agarrado de la mano de Alex.

—Oigan, ¿no han visto a Harry? —preguntó antes de siquiera saludar.

—Yo no —dijo Liam.

—Vi que Zayn habló con él hace rato por teléfono. Ahorita que vuelva le preguntas, tal vez él sepa donde está —contestó Frankie.

En unos minutos, Zayn volvió.

—Oye, ¿no has visto a Harry? —preguntó de nuevo Niall.

—¡¿Que?! ¡No escucho nada! —gritaba Zayn por encima de la música.

—¡Harry! ¡¿Lo has visto?!

—¡¿Harry?! ¡No, no se donde está, supongo que con Emma!

—¡¿Qué?!

—¡Con Emma! ¡Deben de estar juntos! —le dijo Alex a Niall al oído, para asegurarse de que éste escuchara.

Harry y Emma seguían buscando, ya habían recorrido todos los posibles lugares, y no había rastro de ellos.

—¿Dónde se habrán metido? —dijo Harry ya cansado de haber buscado en el hotel, en el local del restaurante y en algunos otros lugares en la playa.

Alex seguía con Niall en el club, cuando sintió que algo vibraba en su pantalón.

Emma escribió:Estamos en el rest. Vengan pronto es importante
x
Emma

—Niall, están en el restaurante. Vamos, algo pasó —susurró de nuevo Alex en su oído.

—¿Qué pasó? —contestó Niall algo asustado.

—No lo sé, no me dijo. ¡Vamos! —insistió Alex.

Niall le pasó el mensaje a Zayn y a Liam. Los seis se levantaron y dejaron el lugar. Ya en el restaurante, Emma intentaba hacer que Harry se animara a cantar.

—Vamos, inténtalo. ¡Solo hazlo! —decía Emma casi rogándole.

—Está bien, pero solo si me das un beso —dijo Harry confiando un poco más en que podía hacerlo. Comenzó por tararear una canción sencilla, sin mucho juego vocal y en voz baja. Luego alzó un poco más la voz, pero no demasiado. Continuó con repetir una de las escalas vocales que solían practicar cuando estaban en la banda. Así pasó un rato, hasta que logró alcanzar las notas más altas de la canción "Moments".

—If we could only turn back time... —continuaba cantando Harry.

Emma no decía nada. Solo veía como Harry hacia expresiones con la cara que daban a entender que en verdad disfrutaba hacerlo.

Liam, Lenna, Zayn, Frankie, Alex y Niall llegaron al restaurante. Abrieron la puerta y escucharon la voz de Harry entonar una de sus canciones por primera vez después de mucho tiempo.

—¡Hey dude! ¡Puedes hacerlo! —exclamó Zayn y enseguida lo acompañó con los coros. Niall corrió por su guitarra y comenzó a tocar. Liam por su parte hacía la segunda voz.

—Gracias Alex. Creí que no verías el mensaje —le dijo Emma a su amiga y la abrazó.

—Mi celular es una parte de mí, no puedo vivir sin él —bromeó Alex —. Por cierto, creí que no tenías permiso de salir.

—¡Mis padres! —recordó Emma desesperada e hizo que los chicos dejaran de tocar.

—Harry me tengo que ir. Son casi las dos de la mañana. ¡Moriré si mis padres se dan cuenta!

—Espera yo te llevo —insistió Harry.

—No, es mejor así —lo besó y salió corriendo del lugar.

Afortunadamente logró escabullirse a su habitación sin que sus padres despertaran. Dormían como osos.