De Ballerine [Zayn Malik] parte 2. TERMINADA

Al día siguiente, Lizzy se levantó bastante tarde, estaba muy cansada después del día anterior y había decidido que no volvería a limpiar la academia.
El interfono sonó una y otra vez. La joven no quiso contestar pero al ver que insistía pulsó el botón.
-¿Qué pasa?- preguntó con voz somnolienta.
-¿No crees que deberías estar limpiando?- se oyó la voz de Christina.
-Debería pero ya no pienso limpiar más.
Tras decir esto, soltó el botón y volvió a su placentero sueño. Más tarde se levantó y se vistió. Después de hacer su cama, salió de su habitación para ir a la cocina a comer algo.
Cuando salió, se topó con varios alumnos de la academia que la felicitaron por su grandiosa actuación la noche anterior y ella, toda sonrisas, agradeció todas aquellas muestras de amabilidad.
En la cocina, le prepararon un desayuno muy especial por haber ganado el concurso y la colmaron de palabras agradables.
-Te dije que volverías a los escenarios- dijo el cocinero muy orgulloso- y que lo ibas a hacer a lo grande.
-¿De verdad me vieron en la tele?
-Yo casualmente pasaba de canales cuando vi el concurso y cuando te vi, avisé a los demás- dijo una de las camareras.
Lizzy sonrió.
-Siempre han sido muy buenos conmigo y eso se lo agradezco, de no ser por ustedes ahora mismo estaría perdida. La pérdida de mi padre fue muy dolorosa para mí pero sabía que no estaba sola que los tenía a todos ustedes apoyándome y eso es muy importante para mí.
Los encargados de la cocina sonrieron y la instaron a comer todo lo que le habían puesto.
-Espero que este desayuno tan especial también se lo hayan preparado a mi compañero de baile.
-Por supuesto- dijo el cocinero- cuando llegó, enseguida se lo servimos todo.
La joven se lo comió todo con bastante apetito y tras desayunar salió de la cocina rumbo a un aula de baile. Nada le apetecía más en ese momento que bailar un rato así que se dirigió al aula de baile que en ese momento estaba vacía.
Pero durante el trayecto, Christina se metió en su camino. Su mirada era de intenso desprecio y odio.
-Quiero que vayas ahora mismo a limpiar, que es lo que deberías estar haciendo- dijo la mujer.
Lizzy la miró fijamente, con la barbilla elevada, desafiante.
-¿Y si no qué? ¿Me vas a echar? Hazlo… por suerte no tendré que vivir debajo de un puente porque aunque no lo creas tengo amigos y hasta un novio… No sé si habrás visto en la televisión que ayer gané un concurso de baile.
-Lo vi pero no te durará mucho, tu rodilla se resentirá y entonces sí que no volverás a bailar.
-¿Eso crees?- preguntó mientras ponía una pose de persona pensativa- la última revisión que me hice decía que mi rodilla estaba perfectamente, el médico dijo incluso que era como si nunca hubiese tenido una lesión… incluso ha buscado mi informe pero no lo encuentra… ¿por casualidad sabes tú algo de eso?Christina la miró, sorprendida, por unos instantes, luego cambió su semblante.
-Y yo que sé… todo lo relacionado con tu rodilla lo llevaba tu padre, yo no sé nada.
-Entonces debería estar en la caja fuerte que tiene mi padre en el despacho ¿no?
-¿Eh? ¿Qué? Ah, no, no sé…- dijo la mujer un poco nerviosa.
-No importa, tengo tiempo de buscar los informes, ahora me gustaría ir al aula de baile que está vacía, así que si no te importa…- dijo la joven haciendo un gesto para que se apartara pero el ver que la rubia no se movía, ella siguió por su camino pasando al lado de esta. Ella la miró con rabia. Iba a descubrirla y eso no podía suceder. Tendría que hacer algo para que no la descubriese. Totalmente enfadada, se alejó y se metió en su despacho dando un fuerte portazo.
Lizzy se metió en el aula y cogió el mando del reproductor colocándolo cerca de donde estaba. Calentó un poco y entonces puso la música. Se concentró al máximo y comenzó a bailar siguiendo el ritmo de la, una auténtica improvisación.
Ya no le temía a nada, su rodilla estaba perfectamente y ganar el premio había sido el empujón que le faltaba para enfrentarse a la realidad. Volvía a bailar y esta vez con renovadas fuerzas.
Tras llevar un buen rato bailando paró para descansar y al mirar fuera vio a varios alumnos observándola embelesados. Sorprendida, retrocedió unos pasos y entonces vio que la puerta se abrió dando paso a Zayn.
-Parece ser que hoy tienes público- dijo el chico acercándose.
La joven sonrió y se sentó en un banco que había en el aula.
-Eso parece- respondió ella.
-Ten, toma mi botella de agua, pareces sedienta.
La joven tomó la botella y bebió un sorbo.
-Gracias- dijo mientras se limpiaba unas gotas que se le habían escapado.
-Esto… empiezan a ponerme nervioso todos esos ahí mirándonos.
Lizzy se rió y él la imitó. Todos los que estaban fuera los miraban atónitos esperando ver qué pasaría ahora.
-La verdad es que sí pero ¿qué te parece si les hacemos una demostración de nuestras facultades artísticas?- preguntó Lizzy levantándose para poner la música- ¿qué te parece si bailamos la canción con la que me descubriste?
La joven le tendió la mano y él la miró. Sonrió y tomó la mano de la chica para levantarse, entonces la castaña puso la música y comenzaron a bailar bajo la atenta mirada de todos los alumnos que estaban fuera del aula.
Nadie podía creer que esa pareja estuviera tan complementada y hacía que el baile fuera real, un auténtico eclipse.
Sol y Luna. Como el collar de Kim, pensó Liz. Una auténtica unión entre dos seres tan distintos.
El baile acabó más rápido de lo que pensaban y acabaron tan juntos que estaban a un suspiro de besarse, algo que no se hizo de rogar. Un beso que fue la envidia de muchas chicas pero sobretodo de una que al verlos, empujó a todo el que se le topaba por delante y se alejaba todo lo rápido que podía.
-Creo que deberíamos darnos una ducha, estamos sudando como pollos.
Lizzy sonrió y asintió. Luego, cogidos de la mano, salieron del aula bajo la atenta mirada de todos los que allí se congregaban.

Kim entró en su habitación y cerró de un portazo. Las lágrimas surcaban su rostro sin poder contenerlas.
Elizabeth estaba con el único chico que ella quería de verdad. Con el que sería capaz de cambiar pero ella se lo estaba llevando todo. El chico al que quiere, la fama que tanto le ha costado conseguir… se lo iba a quitar todo.
Se sentó en su cama y se llevó una mano al vientre. Estaba teniendo un retraso de cuatro días. Si volvía a estar embarazada, Mark no la vería y no podrá abortarlo… Llevándose las dos manos a la cabeza se lamentó de su suerte. Se sentía frustrada.
Todo le estaba saliendo mal y tendría que cambiarlo. Si hacía falta luchar contra la suerte, lo haría.
Miró a su alrededor y vio el celular sobre su mesilla de noche. De repente se le ocurrió una idea y corrió para coger el móvil.
Pronto, los destinos de Lizzy y Zayn se separarían y todo gracias a esta pequeña llamada que estaba realizando.

Niall se encontraba en su habitación repasando el guión del musical pero no estaba realmente concentrado. Había leído la misma frase cinco veces. ¿Qué le estaba pasando? ¿Por qué no dejaba de pensar en Clear? ¿Qué le había hecho para que no se la pueda sacar de la cabeza?
Suspirando se tiró en su cama y miró al techo.
Él nunca se había sentido así, siempre lo había pasado bien ligando con todas las chicas que encontraba. Él, que había sido un mujeriego ahora se veía enterrado en el mundo de los sentimientos hacia una chica a la que apenas conocía.
No sabía casi nada de ella, no conocía sus gustos musicales, cuáles eran sus hobbies… nada.
Absolutamente nada.
¿Cómo podía estar enamorándose de esa manera de ella?
Quería hacer algo para olvidarla pero ¿qué? Aún no había podido olvidar el beso que le dio él en la fiesta y tampoco el abrazo de ella cuando los chicos ganaron el concurso de baile.
Debería hablar con ella pero ¿dónde estaría en ese momento? Seguro que su amiga lo sabía.
Se levantó y salió de la habitación. Buscó a Lizzy encontrándola al fin en el comedor junto a Zayn.
-Mira, el perdido ha vuelto a aparecer- dijo el moreno al verlo acercarse- ¿qué te trae por aquí?
Niall miró a la pareja para luego dirigir su mirada a la joven.
-Venía a preguntarle una cosa a Liz.
-Adelante- lo animó ella.
-¿Tú sabes dónde está Clear?
-¿Clear? ¿Y puedo saber para qué?
-Quiero hablar con ella. No dejo de pensar en ella y necesito encontrar algo para olvidarla.
Lizzy miró a Zayn sonriendo.
-Bueno, a esta hora debe estar trabajando en la boutique de Liam. Está en la zona comercial. Trabaja para poder comprarse un auto…
Tras decir esto, el joven le dio las gracias y salió de allí. Se subió en su coche y puso rumbo a la zona comercial de la ciudad. Lo dejó aparcado en un supermercado y se fue caminando hasta encontrar la boutique.
Tardó un poco en encontrar la tienda pero una vez la encontró, se dirigió dentro y vio a la joven ayudando a una chica con algo de ropa. Sonreía. Tenía una sonrisa preciosa.
Clear lo vio y enseguida apartó la mirada, colorada. Deseó poder esconderse pero ya era demasiado tarde, la había visto y no podía evitarlo.
Niall esperó pacientemente a que terminara de atender a la chica para poder abordarla. Pero justo cuando él se acercaba, la joven decidió entrar en la trastienda.
-Clear, no te escondas…- le dijo él a través de la cortina que lo separaba de la trastienda.
-No me escondo…- dijo ella desde dentro.
-¿En serio? Pues si no te escondes, sal de ahí.
-¿Es que necesitas consejo para comprarle algo a alguna de tus tantas novias?- preguntó ella sarcástica.
-¿Estás celosa?
La joven salió rápidamente frunciendo el ceño.
-¡Yo no estoy celosa!- espetó.
-¿Entonces? ¿Por qué me haces esa pregunta?
-Bueno, ¿qué más puedes hacer tú aquí? Porque no creo yo que te guste vestir con ropa de mujer… ¿o sí?
-No… sólo quería hablar contigo.
-¿Conmigo? ¿Acaso los chicos planean otra escapada?
-Quiero hablar de nosotros.
Ella tragó saliva.
-¿De… de nosotros? No… no hay ningún nosotros, Niall.
-Pues entonces déjame contarte lo que me está pasando… necesito saber qué mierda has hecho para que no deje de pensar en ti todo el tiempo. Que cada vez que te veo me entren ganas de besarte, que no me concentre en el musical, que no mire a otra chicas como lo hacía antes. Lo único que hago es compararlas contigo y es que ni siquiera te conozco lo suficiente para saber si tenemos algo en común o no… ¿qué has hecho? Dímelo porque yo no sé responderme.
Clear lo miró, sorprendida. ¿Realmente él le estaba contando todo eso? No, no podía ser cierto.
-¿Qué… qué has dicho?
-Lo que has oído… que me tienes loco y no entiendo por qué… cuando estuve a punto de atropellarte sólo pensé en llevarte a mi cama, cambié de opinión cuando empezaste a insultarme, sí, pero luego… en la fiesta de disfraces… no sé, hubo algo que me atrajo de ti, no sé si era que te quedaba muy bien el disfraz de bruja o que estabas guapísima esa noche pero seguí mi instinto y te besé… me comporté como un idiota y aún así no te saco de mi cabeza.
Clear no supo qué responder. Niall se le estaba declarando y no había podido reaccionar ante eso. No se lo esperaba.
-Pe… pero… nos caemos mal…
-Eso es lo que yo pensaba, Clear, pero no es así, esta relación de odio para mí se ha convertido en algo realmente confuso, no sé si realmente deseo agarrarte del cuello y estrangularte o simplemente atraerte hacia mí y besarte hasta dejarte sin respiración.
-Niall…- solo pudo decir la chica.
-No digas nada, por favor, sé que te caigo mal y todo eso así que sólo tienes que darme una razón para que pueda olvidarme de ti y marcharme en este momento a la academia.
Clear retrocedió un poco sin apartar la mirada de él. Se estaba sintiendo vulnerable ante la mirada de él. Parecía la mirada de un cachorro hambriento. No podía concebir la idea de que realmente a él podía gustarle ella. Era impensable.
¿Qué podría decirle? Ella no sabía qué decir ante eso. Ni siquiera podía estar segura de que lo que él sentía era real.
Recordó el beso que él le dio en la fiesta y sintió que se derretía por dentro. Aquel beso había sido difícil de olvidar.
-Niall… no sé qué decir… esto me pilla por sorpresa…- comenzó a decir la joven- yo puede que sienta lo mismo que tú sientes porque en ocasiones me entran ganas de estrangularte y, en cambio, otras veces me gustaría besarte como nunca pensé que podría hacerlo… no sé realmente qué es lo que está pasando entre nosotros y me siento muy, muy confusa… yo también necesito ayuda para saber si debo olvidarte o no…
El chico la miró fijamente a los ojos y se acercó lentamente a ella.
-Pues descubrámoslo ahora mismo.
Y tras decir esto la besó.

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