Té para tres -Niall Horan- TERMINADA

Pobre mi Lottie
ojalá haya algún donante
rayis y Nialler tienen que ser fuertes
oo por Dios síguela
me gusta tanto la novela que no pararia de leeerla
Brazos aplastantes xx

wow amo esta novela cada vez mas
espero que no le pase nada a Lottie
Oh por Dios tienes que seguirla
PD1:Me hiciste llorar
PD2: Siguela :teamo:

Vacaciones

Doce

Las cosas no habían cambiado. Ya estábamos por comenzar las vacaciones y Charlotte había terminado el colegio con éxito.
Niall decidió que íbamos de vacaciones a Manchester, Josh Devine, amigo de mi marido al igual que los demás chicos. Él todavía no había tenido oportunidad de conocer a Lottie, y esta era una buena ocasión.
Charlotte estaba ansiosa. Ella amaba a sus tíos y no creía no amar a Josh, ya que todos sus tíos eran de la misma "bola", según ella.
No habíamos encontrado ningún donante, pero por suerte nuestra, el cáncer no había avanzado en lo más mínimo. Era una buena señal.

Salimos del aeropuerto, con las valijas. Había un auto negro parado al frente y luego salió Josh vestido de traje. Me resultaba gracioso, ya que, en nuestros tiempos de adolescencia Josh siempre lucía un pañuelo en la cabeza, y andaba sin remera y con unos shores de jean con sus converse sucias con barro. Él Josh de antes era el Josh baterista. El Josh de ahora, era... Empresario.
Sonrió desde lejos y nos apresuramos a llegar hasta donde él estaba.
—¡NIALL!—Saltó hacia mi marido haciéndole koala.
Bien, no había cambiado en absoluto.
—¡JOSH HERMANO!—Respondió Niall, y luego se soltaron.
Josh me abrazó por un tiempo y luego me soltó y sonrió.
—Josh, ella es mi hija, Charlotte—comentó Niall mostrandole a la rubia niña, que ahora se ponía tímida—. Lottie, él es el tío Josh.
—Hola preciosa—Josh se agachó a su altura y Lottie lo miró sonriendo.
—¿Te gusta la música?—preguntó ella y a Josh se le iluminaron los ojos.
—Me encanta—contestó el y ella sonrió mostrandole sus blancos dientes—. ¿Por qué lo preguntas?.
—Es bueno tener tíos que le guste la música.
Niall sonrió y alzó a Lottie en sus manos;—Antes teníamos una banda—le comentó a Lottie—. Josh tocaba la batería.
—Toco—corrigió él.
—Bueno Josh—Niall rodó los ojos—, yo tocaba la guitarra y cantaba. Los demás cantaban también.—Lottie sonrió.
Ella era amante de la música. Para su cumpleaños numero siete, Louis le había regalado un reproductor MP3 y ella le agradeció, además de eso, traía música que a ambos le gustaba. Lottie y Louis tenían una conexión entre tío y sobrina estupenda. A pesar que a penas se conocieron, ella lo odió, ahora se amaban.
Tenían el mismo gusto musical, además, que Louis le hizo conocer bandas que a él le gustaba y a ella le terminó gustando. Pasaba demasiado tiempo con él, y al parecer, él se sentía feliz. Ya que un demente últimamente solitario se encontrara con su alma gemela de siete años, era bueno.

Fuimos hacia la casa de Josh, al parecer, su estilo no había cambiado rotundamente. Él empresario conocido desde el Sur de Doncaster hasta Londres, tenía una mediana casa, con un estilo colonial. Nada de otro mundo. Unas tres habitaciones, dos baños, cocina, sala de estar, su infaltable sala de juegos que incluía instrumentos y el patio trasero con piscina.
Demasiado grande, para una sola persona.
Nos acomodamos con Niall en la habitación de huéspedes y acomodó a Lottie en la habitación que él tenía para su hermana, que algunas veces iba a visitarlo. Perfecto para una semana.
Lottie salió corriendo hacia la sala de juegos y se sentó en el banco de la batería. Tomó los palos y empezó a golpear el redoblante.
Josh la miraba desde el marco de la puerta y Niall estaba atrás de él.
Lottie tenía como un conjunto de padres, desde Louis hasta Josh. La miraban con aires paternos y se sentían orgullosos. Niall a veces tenía celos, pero tenía claro que el único padre que tenía Charlotte era él y nadie más. Los demás eran sus fanáticos, que se morían por ser padres de su hermosa hija.

—¿Te gusta ese instrumento?—preguntó Josh.
—Nunca la he tocado. En la escuela hay un chico que toca la batería, pero nunca la he tocado—contestó ella.
—Mira, te enseño. Es demasiado fácil, pero tienes que prestar atención—le dijo él, ella se levantó del banco y Josh se sentó—, con el pié derecho, tienes que apretar el pedal. ¿Ves esto?—empezó a hacer sonar el tambor de la batería—, este es el que acompaña casi siempre al redoblante—le mostró—, luego, para tocar, tienes que sostener los brazos cruzados. Con el palillo que está en la mano derecha, toca los platillos y con la izquierda el redoblante. Por el momento vas a aprender esto—Empezó a tocar con el orden que le había enseñado—. Lo más difícil son la coordinación de los palillos, pero luego verás que es solo cuestión de ritmo.
Le cedió el lugar a Charlotte y ella se sentó entusiasmada. Josh le acomodó la posición de los palillos y luego la alentó con la mirada. Ella empezó descoordinada y se enredó con los palillos. Josh se rió y luego la volvió a acomodar. Ella se concentró más en los palillos que en las otras partes de la batería. Josh dejó pasar ese momento, para ver si ella podía con los palillos. Al cabo de unos diez minutos, empezó a manejarlos de manera casi impecable.
—¡Bien!—la felicitó Josh—, ahora trata de hacer todo junto.
Ella miró la batería concentrada y empezó a golpearla, un ritmo extraño, pero agradable salió del instrumento que tocaba mi hija y yo sonreí.
—¡Perfecto!—aplaudimos todos y ella se puso roja.

Había terminado su mini clase de batería y habíamos salido afuera a la pileta.
Lottie nadaba en la piscina con el perro caniche de Josh, que al parecer, era más un pez que un perro. Estaba todo el tiempo dentro del agua.
Josh se sentó al lado mío y de Niall y nos miró;—En media hora a aprendió a concentrarse en el instrumento. En una semana, va a remplazar a Charlie Watts y se va a ir de gira con los Rolling Stones—rió.
—Es muy astuta Josh—comentó Niall.
—Es increíble—sonrió.
Josh tenía una mirada sincera.
Se veía gracioso, lucía como el Josh de antes. Solo que ahora estaba sin camiseta, luciendo su pálida piel, con un traje de baño negro. Sus hombros estaban rojos por el sol y su nariz también.
—Louis me ha dicho que necesitaban donantes compatibles—soltó él, Niall lo miró—, pueden asegurarse que conmigo pueden contar. Ya he estado buscando.—Niall sonrió.
—Gracias amigo.

Chance

Trece

*Tres semanas después*

—¡Niall!, ¡NIALL!—Grité.
Nada.
—¡POR FAVOR NIALL DONDE ESTÁS!—volví a gritar...
Corrí por todas las habitaciones buscando el maldito teléfono.
Charlotte se había puesto pálida y se había desplomado en el suelo. No sabía que hacer. El pánico me mataba.
Encontré el teléfono celular y marqué el numero de Louis como pude.
Las manos me temblaban, el corazón me latía a mil.
—¿Hola?—se escuchó del otro lado.
—¡LOUIS!.
—_____, ¿qué pasa?—preguntó el ahora preocupado.
—Ven... ven a casa. Niall se ha ido, no tengo el auto y Charlotte está mal—comencé a llorar—, por favor ven. Necesito llevarla al médico.
—Ahora mismo voy—cortó y yo me recosté en la puerta llorando.
Hace una semana que el doctor nos había dicho que el cáncer había avanzado de una forma anormal, y no encontrábamos un donante. Charlotte estaba con medicamentos y la quimioterapia cada semana.
Había empeorado de la peor forma y no sabíamos donde mierda encontrar un maldito donante compatible con ella.
Luego de unos minutos, que me parecieron años, Louis tocó la puerta como un loco.
Salí corriendo y le abrí.
Pero no me encontré con Louis.
Era Niall. Con un olor a alcohol detestable y con un estado horroroso.
—Niall—lo miré.
No podía creerlo.
Mí Niall en ese estado. Cuando más lo necesitaba.
—_____—trató de decirme, pero dijo cualquier cosa.
Era increíble.
Yo llorando por que SU hija, NUESTRA hija se estaba muriendo y él me aparecía así.
—Niall, lárgate de aquí—traté de decirle, pero mi garganta se comprimió y salió un casi susurro—. Vete Niall.
—No—quiso entrar a la casa pero lo empujé—¿Qué haces?.
—Niall, nuestra hija se está muriendo y tú vienes de quien sabe donde con olor a alcohol y en este estado—comencé a llorar—. Eres increíble.
Louis apareció todo transpirado atrás de él y me miró. Yo le hice señas a que buscara a Charlotte, quien se encontraba en el sofá y la llevara al auto.
—_____, yo puedo explicártelo—me acarició la cara.
—¿Explicarme qué?. ¿Qué te acostaste con alguna mientras la estúpida de tu esposa estaba aquí sin saber que hacer? ¿Mientras tu hija se está muriendo?. Eso no tiene explicación.
Louis me susurró para que nos vayamos. Que dejara a Niall en la casa mientras nosotros vayamos al doctor.
Y así lo hicimos. Lo dejamos a él en la casa y nosotros nos fuimos.
Acostamos a Charlotte en la parte trasera del auto y marchamos hacia el hospital.

—Me temo decirles, que si no encontramos un donante urgente... No va a poder sobrevivir—anunció el doctor.
Rompí en llanto.
Louis me abrazó y me susurraba que todo iba a estar bien.
Pero... Nada estaba yendo de buena manera.
Lottie daba señales de estar bien, pero de un día para el otro... Empeoró.
—Y, ¿que podemos hacer?—preguntó Louis.
—Hay una Chance, pero... ¿Podrán hacerlo?—preguntó el doctor.
Una Chance. Chance. Chance. retumbaba en mi cabeza.
—¿Cuál es?—preguntó Louis.
—Deben viajar a California. Los médicos son más especializados y hay muchos más donantes.
Haría lo que fuera. Le juré a Charlotte, y lo iba a hacer.
Louis me miró y yo asentí.
—Deben viajar lo más antes posible. Tomen este papel—terminó de escribir la dirección—, digan que van de parte del doctor Coleman. Los van a atender de urgencia—sonrió—. Todo sea por Charlotte.
Asentí.

Íbamos a ir a California. Encontrar un donante. Salvar la vida de Charlotte, y ser felices por siempre.



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Perdonen si es corto, pero no tengo tiempo... Después sigo la otra parte del capitulo.
Que lo disfruten.

siguela pleaseee
me encanto el capitulo enserio
por favor dios que haya algun donante o algo !!
iros ya para CALIFORNIA !!
xx

siguela pleaseee

SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
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SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
SIGUELA SIGUELA SIGUELA SIGUELA
PORFAVORRRRRRRRRRRR!!
Abrazos aplastantes , me encanta tu novela , por favor , tienes que seguirlaaa <3

CHICAS, MAÑANA LLEGO A ARGENTINA Y SUBO CAPÍTULOS. ME VINE DE VACACIONES A BRASIL, POR ESO NO ESTOY ONLINE. Perdónenme por no ponerles capítulossssssss.

no se si comente antes pero amo tu novela
La amoooooooo
Siguela prontito te quiero :P

California

Catorce

Tres días para estar aquí.
Un vuelo retrasado.
Un marido ausente.
Gracias a Dios contaba con la ayuda de Louis, quien me acompañó desde el anuncio del doctor Coleman, hasta ahora aquí, en California.
Niall en los tres días que aún seguía en mi casa, se iba a no se donde, dejándome sola en esto. Era frustrante.
Ayer habíamos ido al hospital donde el Doctor Coleman nos había anunciado y hoy estaban en busca de donantes compatibles.
Millones de habitantes en el mundo y ningún compatible, por ahora.

—Charlotte ya se durmió—comentó Louis, quien estaba en la puerta de mi habitación. Sonreí ante su acto—. ¿No puedes dormir?—preguntó y asentí.
El se acercó a mi cama y se sentó al lado mío. Traía un pantalón de pijama azul y una básica blanca.
—Ella estará bien—me sonrió dándome ánimos.
Lo abracé. Necesitaba un abrazo y Louis era el indicado.
—Él es un idiota Louis—me solté. Ya estaba comenzando a sollozar—. Te he alejado de tu trabajo porque mi marido no se encuentra conmigo en el peor momento.
—Tranquila. Haría cualquier cosa por ustedes dos—sonrió, mostrando sus blancos dientes—. Tomé demasiado afecto a Lottie y no puedo dejarte sola en esto. Niall luego se dará cuenta lo que ha echo.
—Louis eres tan bueno—volví a abrazarlo, pero esta vez yo lloraba en su hombro.
Charlotte, Charlotte, Charlotte. Te amo tanto hija.

—______, despierta—susurró Louis—. Vamos a ver que han encontrado.
Sin quejarme me levanté de la cama. Me había dormido junto a mi castaño amigo, quien todavía seguía acostado.
Mi celular comenzó a sonar.
—¿Hola?.
—¿Dónde estás?, Niall te está buscando.
—Que se pudra, Liam—dije—. Hace tres días que me fui y ¿recién se preocupa por mí?. No parecía preocupado cuando volvía todo borracho—me dolió decir eso de la persona que amo, pero era la verdad.
—¿Dónde te encuentras?—preguntó.
—Me vine con Louis. Es de urgencia y mi hija me necesita—sabía que Liam se encontraba con Niall, lo presentía—. Y si estás con él, no te diré donde me encuentro. Chau—corté.
Louis me miraba sonriendo—No debiste ser tan grosera.
—En este estado, no me interesa si es el mejor amigo de mi esposo o es mi esposo—tomé mi campera—. ¿Nos vamos?—pregunté y él sonrió.
—Claro.

A Charlotte la dejamos durmiendo. Era lo que más hacía últimamente, porque me decía que le dolían todo el cuerpo.
Paramos un taxi y nos fuimos al hospital. Louis de ves en cuando me miraba y sonreía, no sabía que le pasaba. Estaba actuando de esa manera, desde que decidió acompañarme en la lucha por Charlotte.
El taxista aparcó al frente del hospital y con Louis bajamos del auto.
—Hola—hablé para llamar la atención a la mujer que estaba frente a mí—. Ayer vinimos, el doctor Thompson nos atendió.
—Aguarda un momento—tomó el tubo del teléfono y marcó—. Doctor Thompson—dijo luego de unos segundos—, lo están buscando unos jóvenes... Si—nos miró—. ¿Usted es la señorita...?
—Horan—comenté.
—Lo busca la señorita Horan y su pareja...—nos confundió—, bueno... adiós Doctor—dejó el tubo del teléfono—. Pasen al consultorio, ya saben cual es—asentimos y fuimos a donde estaba el doctor.
—Bueno, soy apellido Horan ahora, ya que soy tu pareja—bromeó Louis y lo fulminé con la mirada—. Por favor _____, solo una sonrisa. Estás así hace mucho tiempo.
—Es que no es el momento—comenté y el tomó de mi mano.
—Si es el momento—comentó y lo miré—. Es momento que sonrías ______. No puedes quedar amargada para toda la vida. Esto se va a solucionar. Sola, conmigo, con todo el pueblo; pero se va a solucionar.
Sonreí—Gracias Louis—él devolvió la sonrisa y seguimos caminando.
Louis tocó la puerta y el doctor de inmediato la abrió.

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Después sigo la segunda parte. Espero que les guste.

California -2da parte.

—Tengo buenas noticias...—comentó el doctor y con Louis sonreímos—. Tenemos donante.
—¡¿Cómo?!—grité y comencé a saltar.
—Ahora es segura la vida de Charlotte—dijo el doctor sonriendo.
—¡Louis, ella va a vivir!—me colgué del cuello de Louis quien su sonrisa era de oreja a oreja.
—Comenzaremos este viernes—habló nuevamente Thompson—. Como hoy es miércoles, mañana la traen a partir de las siete de la tarde. Le echaremos unos vistazos antes de la operación. Así salga todo bien.
Felicidad era poco a lo que sentía en ese momento.
Era un arco iris después de la tormenta. Solo que el que quería que me acompañe, no estaba.

Corrimos hasta el hotel. La felicidad era notable y el día acompañaba con lo que sentía.
Louis al salir del consultorio del doctor, comenzó a salta y llenarme de besos en la mejilla. Él estaba igual de contento que yo.
Entramos sigilosamente al cuarto donde estaba Charlotte ahora. Seguía durmiendo.
Me senté al borde de la cama y le acaricié el cabello para que se levantara... Tardé más de lo pensado, hasta que mi dormilona hija abrió los ojos.
—Mamá—dijo con la voz ronca. Tenía el pelo revuelto y unas ojeras muy notables.
—Lottie—dije—. Encontramos donante.
—¡¿En serio?!—se levantó exaltada de la cama.
—Si Charlie—dijo Louis sonriendo. Él era el único que la llamaba así.
Ella al escuchar el sí de Louis, se levantó de un brinco y nos abrazó. Bueno, nos asfixió.
—¿Y papá?.
Esa preguuuuuuuuuuuuuuuuuunta.
—Sigue en Londres. Tenía que arreglar unas cosas... en el trabajo—mentí.
—Ah...—su sonrisa se borró—, ¿va a venir?
—Eso espero.
Eso espero, eso espero, eso espero.
Comenzó a sonar "Revolution" de Los Beatles en el teléfono celular de Louis.
—Harry—me miró.
—Atiende.
Él salió del cuarto y me quedé con Lottie.
—¿Te has peleado con papá?—preguntó de repente y desvié mi mirada de la puerta, a ella—. Escuché la conversación que tuviste con el tío Liam.
—Si... Pero ya se va a calmar todo—comenté—. Solo fue una tontería.
No era una tontería, mi marido había actuado como un idiota. Su padre había actuado con un idiota y no se preocupó por la salud de su hija.
Solo lo vi borracho esa ves. Pero, ¿las veces que yo me quedaba en el hospital hasta tarde por las decaídas de Charlotte?. Él no se encontraba. No me acompañaba.
Vi más veces a Louis y Harry, que a mi propio marido.
Felicite y Chloe tenían razón sobre los hombres. Cuando ya es demasiado, desaparecen. Pero no noté eso en Louis. Le rogué que volviera al trabajo. Le dije que vendría sola a California y que él no dejara lo suyo por un problema mío. Pero lo único que salía de su boca era un Lo hago por ustedes.

—Harry me dijo que Niall está en camino—dijo Louis entrando a mi habitación. Charlotte había vuelto a dormir y yo me quedé pensando en mi cuarto—. Dice que está echo una furia y cuando me vea me va a romper la cara.
Miré sorprendida a Louis;—Te rompe la cara y le saco los testículos—él rió y se sentó junto conmigo—. Gracias Louis.
—No hay de qué. Yo sabía que todo iba a salir bien—comentó—. Estoy feliz por vos.
Sonreí;—Ella va a vivir. Es increíble.
—_______, sobre lo de Niall, no te molestes con él. Puede ser muy idiota.
—Puede ser idiota en todo. Pero no me puede dejar sola en esto—suspiré—. Creo que la cara que más vi y me recuerda a Charlotte es a ti. Estuviste en todas Louis... Eres increíble.
—Tu eres increíble—dijo en susurro y lo miré—. Eres lo más increíble que vi.
—¿Por qué?.
—No lo sé. Últimamente me sacas una sonrisa de idiota—desvió su mirada al suelo—. Me hace pensar que... Me gustas—no contesté nada—. Me siento mal por Niall, él es mi amigo y que me guste su esposa es... Idiota—sonreí—. ¿Qué es lo gracioso?.
—Que Niall no está aquí—¿porqué dije eso?, no lo sé.
—Pero...—me miró—No importa—se acercó a mí y me besó.
Me besó, me besó, me besó.
—Perdón—dijo cuando se separó—no debí haber echo eso...—se levantó de la cama y se retiró.
Bueno. Louis me besó, me gustó, me hizo dar vuelta el estómago y además, me siento una zorra. Pero no importa. Va a ser un secreto, seguro va a ser un secreto entre Louis y yo.