You are a liar- Louis Tomlinson

por Invitado Dom 23 Jun 2013, 4:27 pm

Ficha de la serie

• Titulo: You are a liar.
• Autor: pamm182 {Yo}
• Adaptación: Inspirada en Grenade, Bruno Mars
• Género: General.
• Advertencias: Es corto xD.
• Otras páginas: Nop.

You are a liar.

Todo lo veía borroso, me costaba distinguir qué era cada cosa, me costaba distinguir qué es lo que me rodeaba. Yo solo sentía el frío suelo tocando mi mejilla derecha y un fuerte dolor en los brazos. ¿Dónde me encontraba? ¿Por qué tengo una soga atada en mis manos?- esas eran unas de las pocas preguntas que se cruzaban por mi mente en ese momento.

Levante un poco la cabeza. Una luz me cegaba los ojos haciendo que poco a poco las imágenes en frente de mí se volvieran más nítidas: cuatro paredes grises y con manchas de humedad. Yo me encontraba en el centro justo debajo de la lámpara que emitía una luz amarillenta.

No tiene nada sentido, realmente me estaba preocupando por mi panadero. ¿Qué me pasó?

Todas esas preguntas fueron contestadas con el chirrido de la puerta, esta daba a conocer a la causante de todo esto. Era ella. Es ella. Me miraba con sus hermosos ojos marrones. Solo se limitó a observarme y viceversa. La tensión se podía cortar con un cuchillo en ese mismo instante. Yo sé en lo que pensaba, o por lo menos yo sé en lo que a mí se me cruzaba por la mente.

{...}

-¡Vamos hombre!, no puedes quedarte encerrado acá solo porque tu padre te lo dice- me repetía por quinta vez (así es, llevaba la cuenta) mi mejor amigo Harry.

- Esta vez fue grave amigo, no debí haber hecho esa broma al decano- miraba al suelo afligido- quieren expulsarme- cuando uno es perseguido constantemente por un anciano que te castiga por cada cosa se le cruza por la mente, uno tiende a vengarse si se harta de la situación, y eso es lo que me pasó a mí.

-Eres uno de los más forrado en dinero de esa maldita universidad, ¿en serio piensas que te van a expulsar cuando tu padre es el principal inversor?- dijo como siempre mostrando un buen motivo para no preocuparme. Obviamente omitiendo la parte de que lo hace solo para que salgamos de copas y no para tranquilizarme como yo ingenuamente pensaba.- Ahora mueve ese peludo trasero tuyo y cámbiate para salir de cacería esta noche.- ¿Lo ven?

-Harry, no tengo muchas ganas- dije sonando más cansado de lo que estaba.

-¡Vamos Louis! No me dejes en esto solo. Eres mi hermano…- ¡Oh no! Allí empezaba el discurso que utiliza para conseguir lo que quiere. Ni siquiera lo dejé terminar cuando de mi boca escapó un- Esta bien, esta bien, te acompaño- haciendo aparecer una sonrisa de triunfo en el chico de excéntrico cabello ruloso.

No sé cómo es que termine solo, como era de esperarse, en el medio de la pista de baile tratando de localizar al manipulador de mi amigo. La música resonaba en mis oídos y comprimía mi pecho como si de un tambor se tratase. Daba vueltas y vueltas tratando de encontrarlo pero todo era en vano. Me dirigí hacia el taburete del bar para pedir un trago: en ese momento lo único que quería era algo fuerte para tratar de apaciguar el dolor de cabeza era causada por la dichosa música. Me senté exhausto buscando con la mirada al barman, pero en vez de eso me encuentro a una hermosa chica sentada justo al lado mío: alta de contextura delgada y con buenas curvas. No fue hasta que volteó a mirarme que es que me cautivo completamente con sus hermosos ojos chocolate. Es la chica de mis sueños, pensé inmediatamente. Esta al notar mi persistente mirada, no dudó en sonreír, sin duda la sonrisa más linda que he visto.

-Hola, ¿Te conozco?- articuló con sus carnosos labios rosados.

-Eres la mujer más hermosa que he visto en la vida- dije sin darme cuenta que lo pensé en voz alta haciendo que sus mejillas se tornaran rosadas.

-Mi nombre es April, mucho gusto- decía mientras me ofrecía la mano.

-Me llamo Louis, y el gusto es todo mío- dije tocando sus delicadas manos para responder a su cálido saludo.

{...}

Así es como comenzó nuestra historia de amor. Las imágenes de nosotros conociéndonos, enamorándonos, dando nuestro primer beso; incluso la de la primera vez que le hice el amor, pasaron como película en mi cabeza en ese instante. Y por la forma en que sus ojos me miraban, comprobé que ella pensaba lo mismo.

En frente mío tenía a lo que yo consideraba el amor de mi vida. Yo estaba dispuesto a dar todo por ella. Yo era capaz de cortarme la mano por ella, capaz de tirarme frente a un tren por ella, yo daba mi vida por ella. Ya sé, suena idiota pensar en ello cuando a la mujer que se río en tu cara y mintió al decirte te amo, estaba frente tuyo secuestrándote por dinero. Exacto, dinero: siempre fue por el dinero que me quiso. Pero debería habérmelo esperado… ¿Qué clase de persona te besa con los ojos abiertos? La respuesta es fácil: la que nunca te amo.

No quería verla, pero me tenía todavía cautivado. No puede ser que no haya significado nada para ella.

Estaba tan sumido en mis pensamientos y en su mirada que no me di cuenta que alguien más había ingresado al cuarto. Cuando me percaté de ello pude distinguir a un hombre de no más de 40 años cubierto de tatuajes que con solo echarle un vistazo ya te causaba escalofríos. Este hombre trataba de llamar la atención de April, si es que de verdad es su verdadero nombre. Hablaron en secreto mientras ella no quitaba sus ojos de mí. Se notaba a millas que el cuarentón se tensaba más y más al ver que esta no le prestaba atención. No pudo soportar tal acción por parte de la chica que inmediatamente le dio una bófeta que hizo ponerla de rodillas por la fuerza del impacto, tratando, con suaves caricias calmar la mejilla irritada por el golpe. El hombre dirigió su vista hacia ella; luego hacia mí antes de retirarse por la vieja puerta de roble que separaba las habitaciones.

Escuché sus sollozos, definitivamente le había dolido. Se me partió el corazón al sentir su dolor, yo la amaba y, aunque no quiera aceptarlo, lo sigo haciendo.

-¿Cómo te llamas?- frío y un poco calculador fue el comentario que le tire para establecer una conversación y distraerla del golpe.

-Louis yo…

-¿Cómo te llamas?- reiterando la pregunta e interrumpiendo su patética explicación del por qué me encontraba allí.

-Me llamo Lila- lo decía con lágrimas aún en los ojos, esos hermosos ojos que se encontraban hinchados y rojos por el llanto.

-¿Fue algo verdadero lo que hubo entre nosotros o solo fue actuación?- debía hacer esa pregunta, me estaba comiendo por dentro.

-Por favor, no me preguntes eso- suplicaba.

-¡¿Lo fue o no?! ¡Contéstame!- no pude controlar mi tono de voz.

-Cada beso, cada caricia, cada te amo fue verdadero…pero yo no puedo estar contigo. Mi trabajo era engatusarte, enamorarte y sacarte toda la información que pudiese. Pero como vieron que tardaba mucho y que siempre ponía excusas, ellos decidieron secuestrarte. Y-yo…Yo te amo Louis.- pude notar el brillo en sus ojos, sabía que decía la verdad pero no podía creerle.

-No puedo… yo- y no pude terminar la frase porque ella me interrumpió.

-Louis yo te puedo sacar de acá, no puedo soportar verte así. Te amo. Tú solo tienes que decirme las claves de las cuentas millonarias de tu padre. Si tú tan solo me lo dijeras, se las daría a ellos para que nos dejaran libres y así poder comenzar una historia nueva juntos. ¿No es eso lo que quieres?- sus ojos se posaban en los míos nuevamente, suplicando con esa mirada angelical- ¿Tu me amas?- preguntó.

-Nunca dejé de hacerlo- dije sin darme cuenta en lo hipnotizado que me había quedado y robándole una sonrisa traviesa de sus labios ante mi respuesta.

-Dime las claves Louis- hizo una pausa para continuar con mi debilidad- … ¿por mi?

Sin dudarlo dos veces le di las claves. Allí es donde descubrí que ella nunca dejaría de mentir. Luego de darle las claves entraron escandalosamente, no solo el primer hombre que había visto, sino también otros tres más. Estos comenzaron a golpearme con el objetivo de matarme. Lo estaban logrando, pero no sabía qué dolía más: si los cortes, moretones, y los huesos rotos, o la inmensa herida que había dejado ella al engañarme de nuevo.

Poco a poco fui sintiendo frío y las lastimaduras no me hacían daño ya. Estaba por morir y lo presentía. Estaba por morir y lo último que quería ver antes de pasar al otro mundo eran sus ojos. Porque a pesar de todo yo cumplí con mi parte: yo estaba dando mi vida por ella. Sin embargo, a pesar de todo lo que le di…a pesar de todo: ella nunca haría lo mismo por mí.

Fin

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