Re: "Deseo": "Un Matrimonio Por Obligación" (Joe&Tú) [TERMINADA]

por Invitado Jue 20 Ene 2011, 11:03 pm

PON EL CAPI PPRFISSSS

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"Deseo": "Un Matrimonio Por Obligación" (Joe&Tú) [TERMINADA] - Página 16 Eeenz

Pasen por la nove :D
AMIGOS DESCONOCIDOS. https://onlywn.activoforo.com/t4074-amigos-desconocidos-joe-y-tu

por **fernanda** Vie 21 Ene 2011, 10:55 am

UN CAP!? UNO!?
N-O L-O P-U-E-D-O C-R-E-E-R !!!!!!!!!!!!!!!!!! :evil:

YA QUE ! las cosas buenas siempre terminan así es que que puedo uno hacer !:P

por **andreita** Vie 21 Ene 2011, 4:01 pm

un cap?????? waaaaaaaaaaaaaaaaaaa ya lo quierooooo

por **jonatika_4ever_hilda** Vie 21 Ene 2011, 8:38 pm

fernanda escribió:UN CAP!? UNO!?
N-O L-O P-U-E-D-O C-R-E-E-R !!!!!!!!!!!!!!!!!! :evil:

YA QUE ! las cosas buenas siempre terminan así es que que puedo uno hacer !:P

es ciertoo!

por Invitado Vie 21 Ene 2011, 10:42 pm

aaaaaaaaa!!!!
me encanto siguela!!!
no kiero que termine
pero ya kiero leer el final :D
siguela!!!!!!
por favor!!!!!!!!!! :D

por Invitado Vie 21 Ene 2011, 10:44 pm

por favor sube el final yaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!
te lo ruego!!!! :D

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 9:15 am

seguilaaaaaaaaaaaaaaaa :D :twisted:

por Invitado Sáb 22 Ene 2011, 9:19 am

solo pasoo paraaa darlees el mensajee de

A partir del 1 de Febrero del 2O11
las VERDADERAS Jonaticas tendremos en la muñeca dos cintas, una de color AZUL y la otra VERDE (los colores favoritos de los JB)
Por que las usaremos???
para que la gente en la calle o en cualquier parte nos identifique como JONATICAS!.
- Es URGENTE! pasenlo a todas las Jonaticas Qe conoscan! tenemos que crear .. ....una CADENA MUNDIAL!
nota: va en la mano derecha mandala a todas las jonatikas

por **andreita** Sáb 22 Ene 2011, 2:44 pm

porfa pon el capppp

por **#Ale** Sáb 22 Ene 2011, 5:35 pm

QUIERO CAP

por **#Ale** Sáb 22 Ene 2011, 5:35 pm

QUIERO CAP
QUIERO CAP

por **#Ale** Sáb 22 Ene 2011, 5:36 pm

QUIERO CAP
QUIERO CAP
QUIERO CAP

por **#Ale** Sáb 22 Ene 2011, 5:36 pm

QUIERO CAP
QUIERO CAP
QUIERO CAP
QUIERO CAP

por **Karely Jonatika** Dom 23 Ene 2011, 4:14 am

Capítulo Once

Joseph se despertó lentamente. Rodó por la cama y buscó a ___(Tn), y al ver que no estaba abrió los ojos. No hubiera debido sorprenderse, pero, una vez más, se sorprendió. Y no solo estaba sorprendido, estaba también desilusionado.

¿Se habría marchado ___(Tn) porque lamentaba lo ocurrido, o simplemente habría ido a atender a las niñas? Joseph habría preferido poder creer en esa última explicación, pero no estaba seguro. Por supuesto, ella debía haberse dado cuenta de que habían hecho el amor varias veces, y casi todas sin protección. Una vez más, volvían a estar en el mismo punto de días atrás. Joseph juró entre dientes y se levantó de la cama, se vistió y fue en busca de ___(Tn). Ella estaba con los bebés en la cocina.

Joseph se detuvo en el umbral y la observó. Se le daban bien los bebés. Se ocupaba de todas sus necesidades, comprendiendo al instante lo que les ocurría como si fueran sus propios hijos. Para Joseph, era fácil imaginarla cuidando de sus hijos.

Sus hijos. Juró en silencio, repitiéndose una vez más que era un estúpido. No debía dejar que ___(Tn) le arrebatara el corazón. A ella le gustaba hacer el amor, pero eso era lo único que había entre los dos. Y eso era lo que él deseaba, su único modo de defenderse. No obstante, según parecía, la atracción que sentía por ella le nublaba el juicio. Estaba convencido de que tras hacerle el amor la primera vez, se sentiría satisfecho. Y quizá habría sido así, si ella no hubiese dormido junto a él.

Estrecharla en sus brazos había sido su perdición. Antes de caer dormidos, habían comenzado de nuevo a tocarse, luego a besarse, y por último él había vuelto a penetrarla con tanta rapidez que ambos habían llegado al clímax en cuestión de segundos. Aquello le había hecho sentirse bien. Hacer el amor con ___(Tn) lo satisfacía más de lo que nunca hubiera imaginado. La tercera vez, Joseph se había despertado notando que ___(Tn) estaba tumbada casi encima de él. Jamás en la vida se había sentido más sobrecogido por la emoción, más deseoso de ninguna otra mujer.

Joseph entró en la cocina y se quedó de pie, detrás de ella, apoyando las manos en sus hombros. ___(Tn) dejó el cuchillo en la mesa y se giró.

—¡Joseph!
—¿Quién creías que era? —bromeó él inclinándose para besarla.

___(Tn) se alzó de puntillas, y Joseph la estrechó y la sujetó contra su cuerpo.

—No te he oído entrar —susurró ___(Tn) sorprendida y encantada, ante la actitud cariñosa de él—. Estaba a punto de dar de comer a las gemelas. ¿Me ayudas?
—Claro —respondió Joseph tomando un trozo de pancake que ___(Tn) aún no había cortado para los bebés.
—Haré café, si quieres —comentó ella señalando la cafetera, en el extremo opuesto de la encimera.
Joseph, sin embargo, no la soltó. ___(Tn) ladeó la cabeza y añadió—: ¿Sabes?, esas dos no van a esperar mucho más.
—Sí, ya lo sé —respondió Joseph soltándola al fin, reacio, y dirigiéndose hacia la cafetera.

___(Tn) cortó el pancake y colocó dos platos sobre las mesitas de las tronas de las niñas, que empezaron a comer. Joseph se estaba sirviendo café.

___(Tn) se alegraba de que él no hubiera hecho ningún comentario a propósito de la noche anterior, o del nuevo peligro que volvían a correr. Se había despertado una hora antes que él, se había duchado y vestido, y después había ido al cuarto de las niñas, que la esperaban despiertas. Mientras las cambiaba, ___(Tn) había tratado de analizar sus sentimientos, y por fin se había confesado a sí misma la verdad.

Se había enamorado de Joseph. Desesperada, locamente. Pero no estaba muy segura de que esa noticia fuera a alegrarlo demasiado a él. Por supuesto, Joseph se sentía atraído hacia ella, pero sabía que en el fondo estaba acorralado. De haber podido escoger, Joseph jamás habría elegido casarse con ella. Y sin embargo seguía insistiendo en que permanecieran casados, para evitar rumores. Después pedirían la anulación. ___(Tn) tragó. La anulación ya no era una opción, tendrían que pedir el divorcio.

Quizá, si vivieran como marido y mujer, él acabara por quererla. ___(Tn) se prometió a sí misma disfrutar de aquellos días juntos y ver después en qué acababa todo. Si el futuro le deparaba un corazón destrozado, ya se las arreglaría, cuando llegara el momento. Tenía que aprovechar aquella oportunidad de estar con él, de disfrutar del sexo. De ese modo, quizá, solo quizá, él se enamorara.

Tal y como ___(Tn) esperaba, aquel par de días ambos disfrutaron de su mutua compañía. Joseph estuvo ocupado, trasladando los caballos que les habían dado Nicholas y Kevin al nuevo rancho y vigilando a los empleados de Bar M. Para cuando Michelle y Melissa se iban a la cama, ___(Tn) y Joseph estaban deseando estar juntos.

Joseph no dijo una palabra acerca del peligro que habían corrido esa primera noche, pero se aseguró de utilizar protección en las sucesivas veces, cuando hacían el amor. Cuando estaban juntos, casi siempre estaban en la cama. Tras meter a los bebés en las cunas, solo abandonaban la habitación de Lucas para comer. Veían la televisión y picaban algo e, inevitablemente, comenzaban a acariciarse y besarse para terminar siempre haciendo el amor.

Por desgracia aquellos días pasaron muy deprisa, y pronto recibieron una llamada telefónica de Nicholas. Ashley y el bebé habían sido dados de alta, y todos volverían a casa antes del anochecer.
___(Tn) limpió la casa y se ocupó de los bebés, con la ayuda de Joseph, para tenerlo todo listo antes de que llegaran.

El recién nacido, Taylor Mitchell, tuvo su bienvenida en casa de los McCall. ___(Tn) había preparado la cena, y todos se sentaron comentando los detalles del nacimiento. Kevin les contó que había asistido al parto y que no se había desmayado, como le había ocurrido con las gemelas. Tras la cena, ___(Tn) y Joseph se despidieron y se marcharon a casa. Una vez más, en el trayecto, el silencio y la tensión creció entre ambos. Apenas se hablaron. En el nuevo rancho, ___(Tn) y Joseph ocupaban habitaciones separadas, lo cual era muestra del verdadero estado de sus relaciones. ___(Tn) decidió no comentar nada, esperando que, durante el transcurso de la velada, ambos fueran sintiéndose cada vez más cómodos.

Joseph, por el contrario, pensaba de un modo diferente. Estaba convencido de que nada había cambiado entre ellos, excepto el hecho de que habían hecho el amor. ___(Tn) seguía siendo la misma mujer ansiosa por disfrutar de su libertad. Joseph deseaba compartir con ella la cama, pero se daba cuenta de que no tenía derecho alguno a proponérselo. Podía seducirla y hacerle el amor, por supuesto, pero antes o después ella acabaría por arrepentirse y echarse atrás, rompiéndole el corazón.
No podía hacerle eso a ___(Tn). Ni a sí mismo, tampoco. No era el hombre indicado para ella, ni podía darle el amor que merecía. Seguían casados solo a causa de su propio orgullo, pero debía tragárselo y dejarla marchar. Además estaba el tema del posible embarazo. Era un asunto del que necesitaban hablar. Joseph se preparó para la discusión, pero ___(Tn) lo miró a los ojos inquisitiva, y no tuvo valor.

—Iré a echarle un vistazo a los caballos —dijo él, tratando de hacer tiempo.

___(Tn) asintió, observándolo marcharse con el corazón destrozado. Durante su estancia en Bar M. habían cruzado una línea en sus relaciones, pero según parecía él estaba dispuesto a volver atrás, una vez solos. Esperó la vuelta de Joseph, deseosa de hablar con él. Inmediatamente, sin embargo, se hizo evidente que Joseph no iba a volver. Por fin ella cedió y se marchó a la cama, esperando que Joseph se uniera a ella pero sabiendo, en lo más profundo de su corazón, que no sería así.

Pasaron tres semanas, durante las cuales ___(Tn) y Joseph estuvieron casi todo el tiempo separados. Joseph se marchaba temprano a trabajar al rancho de los McCall, para volver a media tarde y continuar con las tareas de su propio rancho. ___(Tn) daba de comer a los caballos por la mañana y limpiaba los establos, para continuar después con el entrenamiento. Sin embargo ya no disfrutaba como antes de los animales. Aquellos caballos le costarían muy caro: le costarían su amor.
Joseph y ella compartían la casa, pero ni la casa era suya ni la sentía como su hogar. Juntos entrenaban caballos, pero Joseph no los consideraba suyos. Todo lo que siempre había deseado parecía a su alcance. Todo, excepto el amor de Joseph.

Un día Joseph llamó por teléfono para avisar de que llegaría tarde, debido a que había un caballo enfermo en Bar M. ___(Tn) le guardó la cena caliente y lo esperó, deseosa de hablar con él y aclararlo todo. Por fin oyó el ruido de la furgoneta, aparcando. Joseph entró en casa, se lavó las manos en el fregadero de la cocina, se dio la vuelta y la miró.

—Tenemos que hablar, ___(Tn).

Ella quería hablar, pero el tono de voz de Joseph, frío y distante, la estremeció. No quería escuchar lo que él tuviera que decir, pero no había vuelta atrás. Había llegado el momento de enfrentarse a lo inevitable. ___(Tn) respiró hondo y lo miró. La expresión del rostro de Joseph era indescifrable. Era como si ya no existiera el hombre con el que había hecho el amor.

—Bien.
—Ya sé que puede que estés embarazada, y que debería haber tomado precauciones —afirmó él sin más preámbulos.
—La culpa es tanto mía como tuya.
—Dijiste que era fácil averiguar si estás embarazada o no, con un simple test.
—Sí —asintió ___(Tn).
—Creo que deberíamos comprar uno lo antes posible.

Joseph había dicho cientos de veces que quería que permanecieran casados para evitar los rumores, pero por fin se daba cuenta de que era imposible. Al diablo con su orgullo, no podía seguir viviendo así con ___(Tn), sin tocarla.

—Claro, compraré uno —contestó ___(Tn)—. Nataly me ha pedido que vaya con ella a San Luis a comprarle unas cosas a Ashley. Me escabulliré y lo compraré.
—Bien —dijo Joseph apartándose de la encimera de la cocina y quedándose de pie, frente a ella—. Si estás embarazada, te daré lo que quieres. No te retendré por más tiempo.
—¿Qué? —preguntó ___(Tn) con el corazón destrozado, comprendiendo que Joseph no la amaba.
—Tú jamás quisiste esto. Ni yo. Te hice caer en una trampa, los dos caímos en una trampa. Sé que yo insistí en que siguiéramos juntos, pero era mi orgullo el que me lo exigía.
—Pero yo pensé que…
—¿Qué?, ¿que surgiría algo entre tú y yo? —preguntó Joseph sacudiendo la mano en el aire—. Yo no soy lo que tú quieres, ___(Tn). En la cama estamos estupendamente, claro, pero eso no cambia nada.
—Sí, pero…
—Antes de que sucediera todo esto, tú querías tu libertad. Querías tener tu propio rancho, criar tus propios caballos. ¿Has cambiado de idea?
—No.
—Te daré el rancho —asintió Joseph.

Aquellas palabras la dejaron atónita. ___(Tn) apoyó la mano contra la mesa para guardar el equilibrio.

—No voy a quedarme con tu rancho, Joseph. ¡Es ridículo!
—No lo es, si lo piensas bien. Es lo que siempre has querido. Tú jamás quisiste acabar casándote con el capataz de un rancho. Y la verdad es que yo jamás quise volver a casarme. Y tú lo sabes —afirmó Joseph encogiéndose de hombros—. No voy a quedarme aquí. Creo que ha llegado el momento de que me marche.

Y todo por culpa suya, pensó ___(Tn) tragando. Joseph le había dicho que no quería volver a casarse nunca más. ¿Cómo era posible que hubiera sido tan ingenua, como para creer que la intimidad lograría unirlos?

—¿Es eso lo que quieres realmente?, ¿libertad para marcharte?
—Es lo que los dos queremos, libertad —afirmó Joseph.
—Entonces compraré ese test.

Joseph se quedó mirándola unos instantes, pero después, sin añadir nada más, se dio la vuelta y se marchó. ___(Tn) sintió de pronto un gran vacío. Se dejó caer sobre una silla, y apoyó la cabeza en las manos. Joseph no la amaba. Tenía que enfrentarse a la verdad, por mucho dolor que le causara. Ella le importaba, eso desde luego. De otro modo, él no haría el sacrificio de darle el rancho. Pero no la amaba.

por **Karely Jonatika** Dom 23 Ene 2011, 4:18 am

Al día siguiente ___(Tn) volvió de San Luis con un test de embarazo. No le había sido fácil escabullirse de Nataly, pero lo había conseguido. Se despidió de ella y entró en casa. Joseph no estaba, debía estar trabajando aún en Bar M.

Aliviada, con el pulso acelerado, ___(Tn) entró en el baño a hacerse el test. Instantes después, una mancha azul le indicó el resultado. Estaba embarazada. Del hijo de Joseph. ___(Tn) se echó a temblar. Cayó al suelo, llorando, y tiró el test.

¿Qué podía hacer? Joseph no la amaba, eso estaba muy claro. Pero era un hombre de honor. Lo había demostrado casándose con ella para salvaguardar su reputación, antes incluso de quedarse embarazada.

Joseph insistiría en que permanecieran casados. ¿Cómo no, si se enteraba de que estaba embarazada? ___(Tn) sollozó. No deseaba retenerlo contra su voluntad, solo por su sentido del deber. Prefería aprender a vivir sin él.

___(Tn) lloró hasta que no le quedaron más lágrimas. Cuando finalmente paró, se puso en pie y se lavó la cara. Lo superaría. Recogió todas las cosas del test, las metió en la caja y las tiró a la basura. Lo único que tenía que hacer era decirle a Joseph que la prueba había dado negativa. Él jamás se enteraría de que no había sido así. Se marcharía, y jamás sabría que era padre.

Aquella noche, cuando Joseph volvió a casa, la cocina estaba a oscuras. Joseph encendió la luz y vio una silueta, sentada junto a la mesa. Observó a ___(Tn), y se preguntó qué hacía allí, en medio de la oscuridad.

—¿Ocurre algo?
—No, en realidad todo va perfectamente —sacudió ___(Tn) la cabeza, intentando mantener el control.
Respiró hondo tratando de reunir coraje y añadió—: Hoy me he hecho el test del embarazo. Estamos de suerte, no estoy embarazada.
—¿No lo estás? —repitió él relajándose—. ¿Seguro?
—Sí.
—Entonces me marcharé a finales de esta semana —asintió Joseph alejándose.
—Joseph… —Joseph se detuvo, se dio la vuelta y la miró—. No es necesario que te vayas. Yo puedo volver a Bar M.
—No hay ninguna razón para que lo hagas, yo me voy de todos modos. El rancho es grande, puedes criar todos los caballos que quieras. Pero si prefieres buscar otro, no tengo inconveniente. Este está cerca de Bar M., y a Nicholas y Kevin les gusta tenerte cerca.

Joseph salió de la cocina sin decir nada más. ___(Tn) subió a su dormitorio a recoger las llaves de la camioneta. Tenía que marcharse de allí, antes de que se derrumbara. No sabía a dónde ir, pero no podía permanecer en la casa con Joseph. Buscó a su alrededor, con los ojos nublados por las lágrimas. Se las enjugó, y por fin vio las llaves en el suelo. Las recogió, y cuando iba a salir, se encontró de pronto con Joseph, que le bloqueaba el paso.

—Voy a salir —dijo ella echando de nuevo a caminar.
—No tan deprisa —anunció él bloqueándole el paso una vez más, tomándola del brazo y llevándola al baño—. ¿Qué es esto?

___(Tn) abrió inmensamente los ojos y se quedó mirando el test de embarazo, en manos de Joseph. Entonces dio un paso atrás.

—¿Qué?
—Me lo he encontrado en el suelo, y luego he visto la caja en el cubo de la basura. Me has mentido, ¿verdad? —preguntó Joseph lleno de ira. ___(Tn) sacudió la cabeza—. Maldita sea, dime la verdad, ___(Tn). Estás embarazada, ¿verdad?
—Está bien, sí, estoy embarazada —admitió ruborizada, mirándolo y tratando de distanciarse de él, sintiéndose culpable—. Pero no lo he hecho para hacerte daño.
—¿Por qué será que no puedo creerlo? Me has engañado, cariño —contestó Joseph con los ojos fijos en ella, temblando visiblemente, y dando un paso adelante.
—Creía que era lo mejor para los dos —insistió ___(Tn), defendiéndose.
—¿No decírmelo, lo mejor?
—¡Tú dijiste que no querías seguir casado! Sabía que si descubrías que estaba embarazada, insistirías en que siguiéramos juntos.
—Y eso a ti no te convenía, ¿verdad? —preguntó Joseph con dureza—. Creíste que podías mentir, y así quedarte en el rancho, en libertad, tal y como siempre has querido.
—No…
—No vuelvas a mentirme, ¿comprendes?
—Lo siento —susurró ___(Tn) temblorosa—. No pretendía hacerte daño, Joseph.
—Sí, claro —contestó él severo—. También te comportabas como si no quisieras este rancho, pero era lo que querías desde el principio, ¿no es así?
—Quería un rancho, sí, pero no el tuyo.
—No te creo.
—Debes creerme. Ya sé que piensas que eso era lo que quería, pero no es cierto —alegó ___(Tn) observando el duro rostro de Joseph—. Escúchame —continuó, rogando—. Quiero criar caballos, pero jamás quise quitarte el rancho. No te he mentido para hacerte daño, te lo juro.
—¿Entonces por qué has mentido, ___(Tn)?, ¿por qué no me has dicho la verdad?
—Porque… ¡porque te amo! —soltó al fin ___(Tn).
—Sí, claro —respondió Joseph tras una pausa en silencio, pálido, recobrando el sentido común.

No estaba dispuesto a creerlo. Cuando se trataba de ___(Tn), siempre era un infeliz y un ingenuo. Pero en esa ocasión no iba a tragarse aquella mentira. Sencillamente, ___(Tn) estaba desesperada por aclarar las cosas.

—Es la verdad, Joseph, te amo —insistió ___(Tn) comenzando a tocarlo, deteniéndose al ver la frialdad de su mirada—. Está bien, confieso que no quería enamorarme de ti. Creía que quería ser libre. Para mí, era muy importante pensar por mí misma, tomar mis propias decisiones. Cuando hicimos el amor, el día de la boda de Nicholas, comprendí que me estaba metiendo en un lío. Comencé a pensar en ti todo el tiempo, y por eso quise terminar de una vez por todas. Tú representabas una amenaza para todo aquello que siempre había querido. No quería creer que me estaba enamorando de ti.
—¿Y quieres que ahora crea que esa libertad ya no es importante para ti? —preguntó Joseph con una mueca.
—Sí, si eso significa perderte, Joseph. Justamente porque valoro mi derecho a tomar decisiones es por lo que no te he dicho que estoy embarazada —insistió ___(Tn), acercándose más—. Te amo. Creí que tú querías marcharte, y estaba dispuesta a dejarte ir, porque eso era lo que tú querías —añadió poniendo una mano en el pecho de Joseph, que vaciló.
—¿Cómo puedo creerte? —preguntó Joseph reprimiendo el anhelo de abrazarla, cuando era lo que más deseaba en el mundo.

El corazón de Joseph latía aceleradamente, ___(Tn) podía sentirlo bajo la palma de su mano, así que contestó:

—Escucha a tu corazón, Joseph. Lo que ha ocurrido entre tú y yo tenía que suceder, porque estamos hechos el uno para el otro.

Joseph respiró hondo. Quería creerla, pero su experiencia con las mujeres le había enseñado a desconfiar. ___(Tn) se acercó más, poniendo ambas manos sobre sus mejillas, obligándolo a mirarla.

—No quiero que te vayas. Quiero que te quedes aquí y que me ames como yo te amo a ti.

El corazón de Joseph comenzó a derretirse. Los ojos de ___(Tn) estaban nublados por las lágrimas. Entonces Joseph comprendió que le estaba diciendo la verdad. Ella lo amaba desde hacía tiempo, pero él no había sabido verlo a causa de la ira. Y había estado dispuesta a dejarlo marchar, a pesar de llevar en el vientre a su hijo. ___(Tn) había estado dispuesta incluso a contarle a su familia que estaba embarazada, sin su apoyo, dispuesta a ofrecérselo todo, hasta lo más sagrado: su libertad.

—Ven aquí —susurró Joseph tomándola de los brazos y tirando de ella—. Jamás te dejaré marchar, ¿lo sabías?
—¿Lo prometes? —preguntó ella abrazándolo.

Joseph la besó profundamente, alzó la cabeza y después la miró a los ojos.

—Te lo prometo, de todo corazón.

___(Tn) vaciló, bajó la vista un segundo y luego volvió a alzarla. Quería creerlo, lo deseaba con toda el alma, pero necesitaba tener seguridad.

—Pero estabas dispuesto a marcharte.
—Sabía lo mucho que ansiabas tu libertad. Por eso me marchaba, para darte lo que querías.
—No quiero librarme de ti, Joseph —contestó ___(Tn) besándolo—. Quiero seguir casada contigo.
—Y yo también.
—¿Seguro? —preguntó ___(Tn), consciente de que él no había dicho que la amaba, ni había mencionado nada acerca del embarazo—. ¿Qué te parece tener un bebé?
—Maravilloso. Voy a querer mucho a nuestro bebé, ___(Tn). Jamás tuve padre ni madre, siempre quise tener todo aquello que la vida me ha negado. He vivido solo durante mucho tiempo, resignado a no tener hijos. Cariño, quiero a nuestro hijo. Y quiero estar aquí contigo, para criarlo.
—Yo también lo quiero, Joseph. Pero hay otra cosa que aún deseo mucho más —dijo ___(Tn) con los ojos húmedos por las lágrimas—. Quiero tu amor.
—Pienso amarte el resto de mi vida, ___(Tn). Una vez te dije que yo no miento, y no te estoy mintiendo ahora. Te amo… tanto que me duele. Creo que lo supe desde el principio, pero no estaba preparado para olvidar el dolor del pasado.
—Lo siento…
—No lo sientas por mí, cariño —susurró Joseph apasionadamente—. Con tu amor me basta, para ser feliz el resto de mi vida. Créeme, cariño, volvería a casarme contigo una y otra vez, si tú me lo pidieras.
—Hay otro modo de convencerme —sonrió ___(Tn) con los ojos llenos de felicidad.
—¿Sí? —preguntó Joseph mirándola cauto, dispuesto a cualquier cosa por ella.

___(Tn) lo besó, amoldando los labios de Joseph a los suyos. Joseph gimió cuando las lenguas de ambos se tocaron, y luego dio un paso atrás, cuando ella alzó el rostro.

—Vamos, vaquero —sonrió ___(Tn) tomándolo de la mano y llevándoselo a la cama—. Demuéstramelo.

Y Joseph se lo demostró.

Fin

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