Not Alone {Niall Horan y _____ Payne}

DIOS MIO SANTO QUIERO SABER QUE PASA YAAA

amé llos 2 ultimos capis , escribes de maravilla , enserio , tienes qu seguirla XD
Síguela linda xx
Abrazos Aplastantes ñ.ñ

me encato el capitulo :(L):
siguela porfavor esta genial tu novela siguela siiiii

{Eli} escribió:oh Dios, no Niall, no lo hagas. NO regreses con Amy.
Mujer tienes que seguirla, amo esta novela dsonosnorgnod.
Siguela muy pronto por favor, un beso x.

Asjdalkhnsdjalsd, me encanta tener lectoras como tú.
Ya la sigo, no desesperar omg.
xx

RoseFletcher escribió:DIOS MIO SANTO QUIERO SABER QUE PASA YAAA

Muajaja.
xx

TurnBackTime escribió: amé llos 2 ultimos capis , escribes de maravilla , enserio , tienes qu seguirla XD
Síguela linda xx
Abrazos Aplastantes ñ.ñ

Isadjidhf, graciasss.
Ya la sigo.
xx

wendy horan escribió:me encato el capitulo :(L):
siguela porfavor esta genial tu novela siguela siiiii

Me alegra que te guste, ya la sigo.
xx

Capítulo 25: No tiene nada que ver con mi trabajo .

(Narra ______)
Las semanas habían pasado y faltaban tres días para que fuera Navidad. No había hablado con Niall desde ese día por computadora, hoy o mañana regresarían a casa así que seguro habría reconciliación. Él no me había llamado, yo tan orgullosa tampoco lo había hecho.

Él negó que fuéramos novios y explicó que la verdadera razón por la que dijo eso, fue para que dejaran en paz a Liam y así él no tuviera problemas con su novia. La banda habló públicamente sobre eso y acá de vez en cuando me paraban y me preguntaban sobre eso. Yo les comenté que lo que hice fue para ayudar a un amigo cercano, todo fue por sacar del hoyo a Liam.

Estaba en la oficina preparando una presentación por diapositivas para los proveedores, mostrando el desarrollo de las piezas que nos habían confiado y los nuevos tractores que se habían creado.
- Señorita Payne, necesito que me haga un favor –pidió mi jefe desde la puerta de mi oficina.
- ¿Qué necesita? –pregunté mirando la pantalla de mi computadora.
- Que vaya a la escuela por mi nieto y que lo cuide por dos horas, llévelo al parque o a algún lado.
- Señor, me está pidiendo algo que no tiene nada que ver con mi trabajo. No puedo hacer eso –dije dándole el último toque a mi presentación- ¿Por qué no va usted?
- Por que tengo una reunión importante en media hora y faltan escasos minutos para que mi nieto salga del Kinder.
- ¿Qué edad tiene? –pregunté.
- Cuatro –dijo con media sonrisa.
- Está bien iré, pero no vuelva a pedirme nada como eso otra vez –dije y tomé mi abrigo del respaldo de la silla.
- Gracias, señorita Payne. Con usted siempre puedo contar –dijo sonriente.
- De nada, pero no se acostumbre –pedí y salimos de la oficina, la cerré con llave y le encargué a Loana mis llamadas y mensajes.
- ¿Cómo se llama su nieto? –pregunté a mi jefe, que venía caminando a mi lado.
- Se llama James Dallas, está en el Kinder New Dreams, de la calle…
- Bradford –completé, conocía ese Kinder.
- Así es… tiene cabello rubio y ojos azules, bueno en la puerta diga su nombre y se lo entregarán, ya me encargué de decirle a la maestra que usted irá por el niño.
- De acuerdo, al terminar las dos horas… ¿lo traigo aquí o lo llevo a su casa? –dije oprimiendo el botón del elevador.
- Aquí por favor –pidió mi jefe, las puertas se cerraron y emprendí mi camino al Kinder.

El camino ahora no fue silencioso, traía puesto el disco de Simple Plan en mi reproductor y venía cantando unas cuantas de sus canciones. Cuando llegué había una fila enorme de carros recogiendo a sus respectivos hijos, cuando llegó mi turno, una señora grande y gorda me atendió, tenía un semblante de molestia.
- ¿Quién es el suyo? –preguntó, su voz tan gruesa me asustó- ¿Quién?
- Hem… James Dallas –dije y con un altoparlante vociferó su nombre. Un pequeño de ojos tristes se acercó a la señorona y abrió la puerta trasera del auto. El pequeño subió y ni siquiera levantó la mirada para verme. Se abrochó el cinturón de seguridad y siguió con la mirada baja. Aceleré el auto y conduje a un lugar para que comiera, fuimos a un McDonald’s.

Me estacioné cerca de la puerta y desabroché mi cinturón. Lo miré por el retrovisor y seguía tan triste como cuando lo recogí.
- Hola James, soy ______ –le dije y él no me respondió- ¿tienes hambre? –pregunté y él solo levantó la cabeza y volvió a bajarla, admitiendo que tenía hambre. Bajé del auto y abrí su puerta, le ayudé a desabrochar el cinto y le di la mano para que me acompañara adentro. Él la tomó y caminaba con tristeza.

Entramos con lentitud y sus ojos se iluminaron al ver el lugar, vio la zona de juegos y sonrió. Por un momento pensé que este niño estaba muerto en vida. Nos acercamos a la fila para pedir su comida, y una cajita feliz. Yo también pedí una hamburguesa y una cajita, hacía años que no me compraban una.

Nos sentamos dentro de la zona, en las mesas que estaban cerca, como era una hora de oficina no había niños cerca.
- Entonces… -comencé a hacerle preguntas- ¿te traen aquí seguido? –pregunté.
- No –dijo, su aguda voz me sorprendió, era realmente tierno.
- ¿Cuántas veces has venido?
- Hoy –dijo.
- ¿Nunca habías venido aquí? –pregunté sorprendida.
- No –dijo y mordió su hamburguesa. Esto me sorprendía bastante, le acerqué su cajita.
- Toma, ábrela –le dije y él la tomó.
- ¿Es para mí? –preguntó.
- ¡Claro que es para ti! –le dije enseñándole la mía-. Esta es mía –dije sonriendo. Él gustoso la abrió y vio su juguete, comenzó a armarlo y a jugar con él, saqué el mío y también me puse a jugar con él.
- ¡No, yo sacaré mi espada de poder y no podrás ganarme! –dije sacando una espadilla que venía dentro de la caja.
- ¡Pues yo sacaré mi escudo y no podrás matarme! –dijo con voz dramática mi pequeño amiguito.
- ¡No! –hice un grito dramático y fingí que mi monito moría.
- ¡Gané, gané! –gritó James y comenzó a saltar victorioso. Sonreí pues pensé que el niño no sonreía nunca.

- ¿Entonces Zeke es quien te pega todos los días? –le pregunté.
- Sí, es que me dice que si no lo dejo que me pegue, le pegará a Chloe –dijo sonrojado.
- ¿Quién es Chloe? –le levanté las cejas. Pare ese entonces, estábamos en un parque comiendo un churro.
- Es una niña –estos niños de ahora, ya no los hacen como antes, tan pequeños y ya pensando en el amor.
- Oh –dije y él se sonrojó más- Pues, no deberías dejar que Zeke te pegue, eso no está bien. ¿Ya intentaste decirle a la maestra?
- Es que a Zeke le gusta Chloe y Chloe es mi amiga –me explicó.
- Tan pequeño y tu vida amorosa es una total maraña –dije tocando su cabeza.
- ¿Eh? –dijo confundido. Le revolví su rubio cabello y él se la rascó algo incómodo.
- Nada, pues mira. Dile a la maestra que Zeke te está pegando o dile a tu mami para que hable con la mamá de Zeke y te deje en paz.
- ¿Y si le pega a Chloe?
- No te preocupes por eso, si un niño le pega a una niña lo sacan del Kinder.
- ¿Entonces, le pego a Zeke? –preguntó mi amigo rascándose de nuevo su copete.
- Te diría que sí –dije y él sonrió- pero es mala idea. Tú tienes que portarte bien.
- Oh, bueno –dijo desilusionado- ¿Qué tienes en la mano? –preguntó.
- Un yeso –dije y él me miró curioso.
- ¿Para qué es eso?
- Para curarte un hueso. Me tumbaron y me pegué en la mano. Tengo que tener esto para curarme.
- Oh –dijo- ¿Quién te tumbó?
- Es una larga y complicada historia que un niño de cuatro no debe de saber –dije y él sonrió.
- ¿Somos amigos? –preguntó sonrojado.
- ¡Claro! –dije emocionada y él me abrazó, recargué mi cabeza en la de él y luego salimos del parque.

Llegamos a la oficina, él traía un globo en la mano y un churro en la otra. Me daba un poco de comezón la cabeza, pero le resté importancia. Mi jefe estaba en la recepción y con una sonrisa abrazó a James.
- ¡______ es mi amiga, y me llevó al parque y me compró un churro y luego fuimos a McDonald’s y me compró una cajita!
- ¿Te divertiste entonces? –preguntó su abuelo.
- Sí –dijo emocionado y con una enorme sonrisa.
Cada quien se fue a su oficina y Loana llegó conmigo a darme todos los mensajes y llamadas. Mi comezón seguía aumentando y no podía dejar de rascarme.
- Payne –dijo mi jefe interrumpiendo mi comezón-. Gracias por eso –dijo mi jefe.
- No hay de qué –dije incómoda, pues la comezón me mataba.

Él salió de mi oficina y llamé a Loana y ella se acercó a toda velocidad. Se sentó frente a mí con una libreta de espiral y una pluma, lista para que yo le dictara lo que necesitaría.
- Quiero que me traigas los informes de la nueva pieza y el estatus del motor de Torreón.
- Eso ya lo tengo hecho –dijo y yo rasqué mi cabeza.
- Perfecto, entonces me puedes hacer un favor mientras yo me encargo de la junta con Dallas.
- Claro, ¿qué deseas? –preguntó.

síguela síguela por favor :lloro: :wut:

Capítulo 26: No me dejes ir.

Él salió de mi oficina y llamé a Loana y ella se acercó a toda velocidad. Se sentó frente a mí con una libreta de espiral y una pluma, lista para que yo le dictara lo que necesitaría.
- Quiero que me traigas los informes de la nueva pieza y el estatus del motor de Torreón.
- Eso ya lo tengo hecho –dijo y yo rasqué mi cabeza.
- Perfecto, entonces me puedes hacer un favor mientras yo me encargo de la junta con Dallas.
- Claro, ¿qué deseas? –preguntó.
- Tráeme un champú mata piojos, dos gorritas , un cepillo pequeño y unas pincitas especiales, bolsas de basura resistentes y guantes de látex por favor –pedí y ella me miraba con los ojos bien abiertos.
- ¿Tienes? –preguntó alarmada.
- Sí, aleja tu cabeza de la mía –dije con la piel enchinada por tanta comezón- Creo que en el Kinder hay plaga, pues creo que James tiene.
- Está bien, voy volando –dijo saliendo a toda velocidad de mi oficina.
Tomé los documentos que necesitaba de su escritorio y me acerqué a la oficina de mi jefe. Rasqué por última vez mi cabeza y sonreí a James, quien también se rascaba.
- Señor, seré breve pues tengo algunas cosas que hacer y es importante que me vaya para arreglarlo.
- ¿Qué pasa, Payne? –preguntó mi jefe.
- James y yo tenemos piojos –dije y el niño rascaba su cabeza tan desesperadamente como yo.
- ¡¿Qué?! –dijo mi jefe alarmado.
- Cómo lo escucha señor, tal vez se los pegaron en el Kinder –dije defendiendo a mi amiguito.
- Llamaré para cerciorarme –dijo mi jefe un tanto alarmado. Él hizo sus llamadas y luego de unos minutos confirmó lo obvio, había plaga de piojos en el Kinder de James.
- Payne, retírese antes de que haya plaga de piojos en la oficina, llevaré a James con su madre.
- De acuerdo –dije gustosa, para ese entonces Loana venía saliendo del elevador con una bolsa de plástico.
- Adiós ______ –dijo James.
- Adiós amiguito –dije sonriente.
Cerré la oficina y me acerqué al escritorio de Loana.
- Gracias por el favor –le dije- le dices a John –el chico que limpiaba las oficinas de nuestro departamento- que limpie bien mi oficina, que eche vapor o algo con lo que mate esas cosillas –dije desesperada.
- Está bien, vete ya antes de que me los pegues.
- Adiós –dije y salí corriendo de allí.


Llegué a la casa de Niall y abrí rápido la puerta, ¿Cómo haría para quitarme los piojos de toda la cabeza si tenía una mano enyesada?
- ¡Ya estoy aquí! –dijo Niall desde las escaleras- sé que estás molesta pero te he extrañado y necesito que me perdones no debí… –él se acercó para abrazarme.
- ¡No aléjate de mí! –dije alarmada.
- ¿Por qué? –dijo preocupado- ¿Sigues molesta? –yo me quedé seria.
- P… por… este –dije subiendo las escaleras, él me siguió de cerca y entró conmigo a mi baño- tengo piojos.
- ¿Tienes qué? –dijo curioso.
- Piojos –dije agachando la cabeza y rascándome un poco-, el nieto de mi jefe me los pegó –dije llorosa- ¡Qué vergüenza!
- Tranquila –dijo riendo- yo te ayudaré a quitártelos de encima –yo seguí derramando unas cuantas lágrimas y él tomó la bolsa de plástico que tenía en las manos- ¿Qué hago?
- Ponte los guantes y la gorrita de baño –pedí y él obedeció- luego tienes que ayudarme a quitarme toda la ropa y meterla a la bolsa de basura.
- ¿Toda? –preguntó curioso.
- Sí, ayúdame a quitarme todo –dije sonrojada. Él me quitó el abrigo y luego la bufanda. Me desabroché la blusa y el pantalón, me quité los zapatos y los calcetones, dejándome solo en ropa interior, el pecho también me daba comezón- Niall –él se giró y me veía sonrojado.
- ¿Dime? –preguntó.
- Desabróchame el sostén –pedí y se quedó con los ojos medio desorbitados. Obedeció y quedé descubierta. Me puse una bolsa en el yeso y me tapé el pecho con mi mano.
- Mójame todo el cabello y luego me pones el champú especial por favor –pedí y él me ayudó sin ningún problema- No dejes que me caiga en los ojos por que te mato –amenacé. Él me puso el champú con cuidado y luego comenzó a hacerle espuma.
- ¿Qué hacías con el nieto de tu jefe? –preguntó.
- Me pidió que lo recogiera del Kinder y lo llevé a comer.
- Oh –dijo tallando con fuerza mi cabeza- Tu cabeza está lista –dijo.
- Ayúdame a ponerme la gorrita en la cabeza –me hizo una chongo en la cabeza y me puso bien el gorrito- Ahora ayúdame a limpiarme el cuerpo, para que no haya por allí escondidos.
Le dí una esponja y yo me puse de pié.
- Jamás pensé que la primera vez que te vería desnuda sería porque te estuviera quitando piojos del cuerpo –dijo Niall riendo.
- Gracias, me haces sentir mejor –dije sarcástica. Él me estuvo limpiando desde el inicio del cuello hasta la espalda baja, yo me limpiaba por el frente y luego él me ayudó con las piernas.
- No mires –pedí mientras me limpiaba al frente. Me volví a tapar y luego él me enjuagó el cuerpo con agua- Lleva la ropa a la lavadora y lávala toda a la temperatura más alta, para matar a los animalillos esos.
- Hecho –dijo y tomó las bolsas de basura. Me quedé allí sentada dentro de la tina por unos minutos mientras él se encargaba de mi ropa. Cuando regresó se sentó en un banquito frente a mí. Lucía divertido con su gorrita de baño.
- ¿Te burlarás por esto después? –pregunté y él soltó la carcajada.
- Cuenta con eso –dijo riendo.
- Siento haberte dejado hablando solo… aquella vez por Internet.
- No te preocupes por eso –dijo dándome un golpecito con su puño en mi barbilla- estabas cansada y un poco molesta.
- ¿Regresaste con Amy? –pregunté.
- No, de hecho no la volví a ver… nuestra gira nos mantuvo bastante ocupados- fue inevitable sonreír, pues la tipa no me había quitado a mi amigo.
- ¿Qué pasó de interesante? –pregunté sonriente.
- Un chico me propuso matrimonio en el escenario frente a miles de personas –dijo apenado.
- ¿En serio? –dije sorprendida.
- Sí, fue tan vergonzoso –dijo con una risa nerviosa.
- “Eso de ser estrella pop, tiene sus privilegios” –dije repitiendo lo que dijo en nuestra primera noche juntos.
- Cierto –dijo apenado.
- Bueno, esta es la parte más asquerosa. Me quitarás la gorrita y partirás mi cabello en cuantas partes sea posible. Lo cepillarás y luego con las pinzas me quitarás los piojos.
- ¡Guácala! –exclamó.
- Lo sé, lo haría yo sola… pero –dije mostrándole mi bolsa de plástico en la mano izquierda.
- Está bien –dijo sentándose en su banquito detrás de mí.

Al cabo de una hora, todo mi cabello estaba desparasitado. Me lavé todo el cuerpo de nuevo y luego le pedí a Niall que trajera algo de ropa para vestirme. Me ayudó a hacerlo y luego salí con mi cabello arreglado y con cero comezón.

Bajamos al comedor y saqué unas cosas para poder preparar pasta para la cena. Niall seguía cerca y me ayudaba en lo que podía. Nuestro silencio se tornaba un tanto incómodo. Nunca nos había pasado eso. Se acercó a mí y solté las cosas que tenía en las manos. Rápido me rodeó con sus brazos y yo con los míos por su cuello.
- Lo siento, lo siento –dije llorando- te extrañé mucho, no quise que ponerme así.
- Está bien, está bien –dijo acariciando mi cabello-. No estabas bien, tranquila ______. Te prometo no volver a molestarte con el tema de Amy, jamás.
- No me molesta que tengas novia, no me molesta que salgas con ella. Solo ten mucho cuidado por favor.
- Gracias ______, por favor… no te alejes de mí.
- No lo haré –dije aún en sus brazos. Nos quedamos un rato así y luego me ayudó a preparar la pasta. Al terminar nos sentamos y comenzamos a platicar de todo lo que no me contó durante la gira.
- Definitivamente estar de Tour es lo mejor de nuestro trabajo.
- Me alegra demasiado que te hayas divertido –dije con una gran sonrisa.
- Por cierto, no me diste la oportunidad de decirte que te veías demasiado bien con esa mirada en las fotos que me enviaste.
- ¿Las fotos con el pequeño Liam? – dije sonriente.
- Sí, lucías muy contenta –dijo feliz.
- Es que es un bebé realmente hermoso, además de que se llama Liam causó algo raro en mí. No lo sé…
- ¿Sigues queriendo un bebé? –preguntó.
- Pues… -recordé aquella conversación que alguna vez tuvimos- sí, pero aún no.
- No creo que sea el tiempo, además no tienes con quién hacerlo –dijo levantándome las cejas.
- Ganas tienes –dije con una inmensa sonrisa y él se sonrojó.
- ¿Mañana irás a trabajar? –preguntó.
- Supongo que sí, ¿por qué? –pregunté interesada. Me metí un rollito de pasta en la boca y él tomó de su refresco.
- Mañana iremos Liam y yo a terminar de tatuarnos el brazo, quería saber si te gustaría acompañarnos.
- Claro, a ¿qué hora? –pregunté, pues realmente quería verlo.
- Yo paso por ti a la oficina.

wendy horan escribió:síguela síguela por favor :lloro: :wut:

Ya la seguí.
xx

{Eli} escribió:Se me hizo tan lindo el capitulo y pensé en Harry de pequeño cuando describían al niñito, me pareció muy lindo.
Lectoras como yo? jajaja, que linda eres.
Un beso y síguela pronto o si no me desesperare :(

Yo también me imaginé al niñito como Harry bebé, awwww.
Ya la seguí.
xx

Nooooo sigela

Omgpiojos!!! Guacala pero en fin! Ya apurale no? No me dejes esperando tanto tiempo!

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te quiero eres la mejor
puedes seguirla por favor !! :(