Mi sombra en tu silueta (Justin Bieber & tu)

por **vitzieerocks** Dom 23 Sep 2012, 8:39 pm

Nombre: Mi sombra en tu silueta
Autor: Vitzieerocks

Adaptación: No
Género: Romance , comedia, Drama y un poco de todo
Advertencias: Ninguna

Otras Páginas: No ninguna sólo esta.

SINOPSIS

Ainée Blair, una chica de 16 años que vive con su madre en una pequeña ciudad de México. Ella es muy tímida en la mayoría de los casos pero de vez en cuando muy atrevida. Muy apegada a su madre. Su madre cree que ella no tiene idea de su padre pero está equivocada. Ella, hace 8 años en el viaje que hizo con su madre a los Estados Unidos, se encontró con Darani Hayes. Todo cambió desde ese encuentro e hizo que ella se diera cuenta de varias cosas acerca de su madre.

2 años después de su encuentro con Hayes, ésta se vuelve famosa y ambas deciden hacer una broma muy pesada a todo el mundo. Ya que ambas deseaban con desesperación la fama pero a la vez la tranquilidad y la paz decidieron que así sería: cambiar papeles cada vez que sientan que ya no se encuentran con los pies sobre la tierra.

En un de esos tantos cambios, Ainée -que ahora se encontraba con la paz y tranquilidad- recibe la noticia de que su querida hermana gemela hizo un escándalo de diva total, a base de esto, Darani decide regresar a la pequeña ciudad con la intención de volver a poner los pies sobre la tierra pero en ese entonces ya había pasado 1 año y medio de su última estadía a la realidad. Ainée acepta con tal de arreglar el "incidente" de su hermana y para ese entonces empezar con las grabaciones de una nueva película. Pero ella no sabía que la vida le pondría una jugarreta al poner como su co-star al famoso cantante Justin Bieber, si, ese al que ella tanto odiaba porque decía ser "humilde" y en menos de lo que canta un gallo se volvió presumido y un total divo.

por **vitzieerocks** Lun 24 Sep 2012, 2:46 pm

CAPITULO 1: Reencuentro

Ese día me levanté más temprano de lo acostumbrado. ¿El por qué? No lo sabía, simplemente algo me decía que algo iba a pasar. Tenía este presentimiento desde hace días que inclusive no había dormido para nada desde entonces. Esta noche si logré conciliar un poco el sueño pero eso no evitó que me levantara temprano. Miré el reloj, apenas y había dormido 3 horas. Un fastidio.

Hice mi rutina diaria, me bañé y como suelo hacer escucho música mientras me baño. Salí y me puse el uniforme. Era un poco normal, parecía carcelero. La falda era de mil rayas azules con grises con un tablón en la entrepierna, de ahí era la camisa blanca normal, la que usa cualquier otro estudiante.

No me maquillé, si lo hago pero nada más para ocasiones especiales. Agarré mi bolsa y le metí los útiles necesarios para el día de hoy. Bajé, no pensaba desayunar, ni siquiera un cereal, ya tendría tiempo en la escuela. Salí y como era más de mi costumbre saqué mis audífonos y los conecté a mi celular para poder escuchar música y relajarme, estaba muy estresada ya que sabía que algo me esperaba. Al poner la música me dí cuenta en el reloj digital que eran las 5:56 a.m. seguí caminando hacia la parada de autobuses, esperaba que pasara alguno a esta hora.

Me hacía más o menos unos 30 minutos para llegar a la escuela, la ciudad era pequeña, lo único que resaltaba era el gran boulevard, se podría decir que esa era la calle principal.

Recordé en el camino lo que mi madre me diría: ¿por qué tan temprano? ¿Acaso vas a limpiar la escuela?. Reí de sólo recordarlo. Ni siquiera me despedí de ella, ni la ví esta mañana pero supongo que en cuanto se levante se dará cuenta de mi ausencia y no pensará nada más de que ya me encontraba en la escuela. Digo, no tenía otro lugar a donde ir tan temprano.

Tal y como lo pensé, la escuela estaba vacía. Todavía no llegaba nadie, a lo mucho los del aseo y otros 5 alumnos, tal vez. Volví a mirar mi reloj digital, eran las 6:23 a.m. ¡pero qué exagerada era!

Me dirigí a mi salón pensando en qué rayos iba a hacer en esos 40 minutos. Tal vez había tarea que se me ha olvidado hacer. Si, tal vez eso. Me dirigí a uno de los últimos edificios de la gran escuela, a los de atrás donde se encontraba la sección de preparatoria. Subí las escaleras con miedo a caerme debido a lo oscuro que se encontraba.

En ese momento la ví, sentada en uno de los mesa bancos que se encontraban en la fila cerca de la puerta, pegada a la pared. Supe que aquello era lo que tanto había estado presintiendo aquella semana. Ella no me había visto llegar debido que tenía un espejo enfrente de su cara mientras se ponía el polvo facial.

- ¿Sabías que no te sientas ahí? –dije mientras me paraba enfrente de ella. Ella simplemente bajo su mano para permitir ver quién le estaba hablando.

-¿Entonces donde me siento? –dijo ella mientras guardaba su maquillaje en su bolsa color rosa con toques morados.

- Te sientas en la fila que está pegada a la ventana, del otro lado del salón, tercer asiento. –señalé el lugar.

Ella asintió y se paró con intención de ir a aquel lugar que le había mencionado. La seguí a regañadientes –para mis adentros- mientras que mentalmente trataba de calmarme para no explotar de un momento a otro.

Seguía un poco enojada con ella por lo que había hecho, tenía que reclamarle una explicación pero entendía que no sería fácil ni para ella ni para mí así que decidí hacer como que no sabía nada. Eso era tonto ya que era más que obvio que ella sabía que yo me había enterado de lo que había hecho, digo, todo el mundo se había enterado.

Se sentó y dio un suspiro. Debería de estar avergonzada o al menos arrepentida de lo sucedido. Bajó la cabeza. Estaba a punto de hablar cuando decidí interrumpirla con otro tema para que no sea difícil ni para ella ni para mí. Ya habría tiempo para hablar de aquello.

- ¿y bien? ¿Cuál es el siguiente proyecto? –me senté en la banca enfrente de ella pero aún mirándola.

Respiro profundo. Parecía aliviada de que no le saqué el tema pero aún así sabía que de un regaño mío no se salvaría. Simplemente este no era el momento, ni el lugar.

-Hay una película, la grabación es en Atlanta y consta de 4 meses. –volvió a sacar su maquillaje para esta vez ponerse el delineador.

-¿Sabías que no te maquillas? Bueno, al menos no para la escuela pero si para momentos especiales –no podía creer lo que dije, era tonto pero cierto. Si quería tener esa imagen de niña poblerina al menos tenía que hacerlo bien.

Ella volvió a bajar si maquillaje un poco decepcionada. Ya debía ser su costumbre que ni se ha de haber acordado de aquel insignificante detalle.

-Lo siento, no lo recordaba. –Se quedó pensando un momento –pero no creo que tenga nada de malo, ¿o sí? Para mí hoy es un día importante porque veo a mi hermanita después de mucho tiempo. –simplemente volvió a lo de antes, pero esta vez con el rubor.

Suspiré. Tenía razón. Venir maquillada a la escuela de vez en cuando no me haría nada mal.

-Esta bien, pero sólo por hoy. No vendrás así todos los días, de vez en cuando sí lo aceptaré porque ambas sabemos que no puedes vivir sin el maquillaje –reímos ante mi comentario – ¡pero tienes que prometérmelo! No maquillaje todos los días –mientras decía eso la apuntaba con el dedo índice, acto seguido le enseñé el meñique.

- Lo prometo –dijo mientras entrelazaba su meñique con el mío como obra de que cumpliría su promesa.

Terminó de hacer su trabajo mientras yo la miraba con admiración. ¡Si que era rápida! No me refería a que se maquillaba con agilidad, me refiero a que me costó un poco aceptar como venía, preparada para el cambio. Traía puesto el uniforme, digo, me gustaría saber ¿cuándo llegó? Digo, le dio tiempo de comprar el uniforme ya que ahora me encontraba en preparatoria. La última vez que hicimos el cambio era mientras cursaba la secundaria, y aunque sea la misma escuela el uniforme cambiaba.

Miré su bolso rosa y se veía medio vacío, se seguro nada más traía una carpeta y más que obvio su bolsa de maquillaje. Miré mi bolso que se veía algo desgastado y estaba gordo debido a los libros y libretas que traía consigo. Hasta de pensarlo me dolió la espalda, era muy pesada.

Miré al resto del salón, no había nadie, sólo bancas en desorden esperando a que los alumnos llegaran y se acomodaran en su lugar. Debieron de haber pasado unos 10 minutos desde que entré al salón, en ese entonces faltará una media hora para que comiencen las clases, los alumnos llegarán unos 10 minutos antes.

Nadie sabía de nuestro secreto, ni siquiera nuestros padres. Adiel, al hombre al que tenía que llamar padre mientras me encontraba en la “fama” vivía con mi hermana en Los Ángeles. No lo conozco muy bien, eran pocas las veces que había entablado una conversación con él como era debido. Ninguno de los dos teníamos tiempo, en ese entonces yo con mis proyectos y él como director de una de las más grandes empresas reconocidas mundialmente. Darani me había dicho que era un muy buen hombre, yo le creía. Según ella, nuestros padres se conocieron muy jóvenes y al año mamá quedó embarazada sin siquiera haberse casado, simplemente mantenían una relación. Ambas tendríamos apenas unos 3 meses cuando tuvieron una pelea muy fuerte, ambas desconocíamos la razón de aquella pelea pero tuvo que haber sido muy fuerte como para que se hayan separado. A papá le ofrecieron un empleo increíble en la empresa que años después obtendría un ascenso hasta llegar al puesto que tiene el día de hoy. En parte estaba feliz y orgullosa de él, pero decepcionada por nunca haberse preocupado como tan siquiera buscarme o algo así. Él había salido corriendo del país junto con Darani en brazos y yo me quedaría con mamá en la pequeña ciudad de México. No sabíamos ninguna de la otra que existíamos hasta que un día, cuando estaba apunto de cumplir 8 años a mamá le ofreció la tía Sarah unas vacaciones en Los Ángeles. Ella aceptó sin ningún problema. Mamá no había sabido nada de papá desde que salió de casa, ni siquiera sabía donde vivía en estos momentos o si quiera seguía vivo. Lo sé porque cuando le preguntaba por él ella simplemente me decía que no sabía nada de él desde la pelea, sabía que me decía la verdad porque podía verlo en sus ojos.

por **vitzieerocks** Lun 24 Sep 2012, 5:08 pm

CAPITULO 2: Cómo nos conocimos

Este viaje me caería de maravilla, eso lo presentía. Me levanté y abrí los cajones del gran mueble de cedro que se encontraba enfrente de la cama. Saqué ropa y me dirigí al baño para ducharme. Mamá todavía seguía dormida y tía Sarah estaba en la cama a lado de la de nosotras, igual, durmiendo. Miré el reloj pegado a la pared, eran las 8:37 a.m. Buena hora, ¿no?

Me dirigí al baño y abrí la ducha, estaba emocionada, hoy iríamos al pasillo de la fama a tomarnos fotos con las estrellas que estaban en el suelo. Muy bonitas.

Cuando salí la tía Sarah se encontraba maquillándose mientras que mamá estaba viendo la televisión, de seguro esperando a que yo saliera para que ella pudiera entrar a bañarse. Yo salí ya vestida, nada más esperaría a que mi cabello se secara, es todo.

Era el segundo día de nuestra estadía aquí en Los Ángeles, California. Mamá aceptó el viaje porque pensó que debía practicar mi inglés. Yo había estado en una escuela especial de idiomas –clases los sábados- desde hacía ya un año, mamá pensó que me sería útil algún día. Yo se lo agradecí en el alma.

Después de que todas estuviéramos listas bajamos al restaurante del hotel para desayunar, había buffet así que primero me serví un cóctel de frutas y después un poco de platillos fuertes con un jugo de naranja. Tía Sarah y mamá tomaron café con pan y después me acompañaron en el platillo fuerte con unos huevos con tocino y jugo de zanahoria con betabel.

Terminamos y fuimos al pasillo, mientras caminábamos y caminábamos nos íbamos tomando fotos. Habían muchos dobles, el que más me encantó fue el de Michael Jackson, ¡bailaba tan bien!

Eran las 2:49 p.m. cuando nos dio hambre. Nos metimos a un restaurante de comida china que estaba cerca de ahí. La comida era sensacional. Tuve que ir al baño un momento, así que me disculpé y salí hacía la puerta que estaba al fondo del restaurante con una imagen de una niña en ella, supuse que ese era el baño de mujeres.

Casi me da un infarto cuando veo a una niña parada ahí, de la misma edad que yo. Que digo edad, ¡era igual que yo! ¡Parecíamos gemelas! Sólo que la niña no venía vestida igual que yo, ella traía un hermoso vestido naranja y unos zapatitos blancos, su cabello castaño lo traía amarrado a la mitad de su cabeza con un moño que combinaba con su vestido y sus caireles caían encima de su hombro izquierdo. Yo veía completamente diferente, traía tenis –si venía preparada para caminar, y mucho – y un short de mezclilla con una blusita blanca sencilla con adornos en azul celeste. Mi cabello estaba amarrado completo por encima de mis orejas con un listón azul celeste.

-¿eres mi hermana? –dijo la niña mientras se acercaba. Al parecer quería tocarme.

Lo supe porque venía con su manita arriba y su dedito pulgar señalándome. No podía evitarlo, yo también quería tocarla para ver si no pasaría alguna explosión espacial o algún cambio fecha y hora.

Su dedo alcanzó a tocarme mi mejilla, yo le toqué el hombro derecho. Y… nada pasó. Todo parecía seguir igual que siempre.

-No lo sé, pero ¿no te parece extraño? ¡Eres igualita a mí! –dije después de que me recuperé del gran shock en el que estaba.

-Me llamo Darani Hayes, ¿y tú? –dijo mientras me extendía la mano

-Ainée Blair –se la estreché sólo para ser cortés.

Mi inglés estaba funcionando a la perfección desde que llegué a los Estados Unidos. Nada más dí mi primer apellido, el de la persona que se hacía cargo de mí según mi profesor así lo hacían allá. No conocía el nombre de mi padre, mamá nunca me lo había permitido. Cuando se trataba de papeleo importante ella se encargaba. Supuse que sería lo mismo con la otra niña, Darani.

Por alguna razón, bueno, si había razón. ¡Esta niña era mi gemela! Por eso tenía que conocerla más, saber si éramos hermanas o era puro azar del destino del por qué nos parecíamos.

Al parecer la niña pensaba lo mismo por lo que me preguntó después.

-Dime, ¿a ti te falta tu papá? Porque a mi me falta mi mamá. Si dices que sí hay más probabilidades de que enserio seamos hermanas.

No le contesté. Sin que me diera cuenta las lágrimas salieron por mis ojos. ¿Era eso posible? ¿Tener una hermana gemela perdida? Bueno, no podía decir nada, no conocía a mi papá, nunca lo conocí, era muy pequeña cuando ellos se separaron.

La niña me abrazó.

-Hermana –su voz se quebró. Así supe que ella también estaba llorando.

La abracé yo también. Sentía como mis piernas temblaban, tanto que ni siquiera podía mantenerme de pie y sin darme cuenta, ambas caímos de rodillas todavía abrazadas y llorando.

-Déjame conocerla –dijo después de un rato que nos habíamos separado.

- ¿A quién? –dije confundida mirándola mientras me limpiaba las lágrimas con mis manos.

-¡A mamá! Dime, ¿Cómo se llama? ¿Se volvió a juntar con alguien? ¿Tenemos más hermanos que tú si conozcas pero yo no? ¿Está aquí?

Yo negaba con la cabeza, aunque no sabía exactamente a cuál de todas sus preguntas iba esa negación.

-Si esta aquí, con la tía Sarah. No se volvió a juntar con alguien, todavía sigo siendo su única hija, bueno, ya no tan única –lo último lo dije riendo. Ella también rió –y se llama Areli. Y dime, ¿y papá? –dije yo con una gran sonrisa en el rostro. Estaba apunto de saber algo sobre aquel hombre al que quise conocer toda mi vida.

-Se llama Adiel, tampoco nunca se casó. Es una persona muy exitosa, es director de una de las mejores empresas de todo el mundo. Cree que ninguna mujer es demasiado para él por eso nunca se casó –Yo rodeé lo ojos. Típico de hombre –y no está aquí, yo vine aquí con la mamá de Bugambilia, mi mejor amiga.

Yo sonreía mientras asimilaba toda aquella información.

- Mi piel se puso chinita, mira –Le dije mientras me tocaba el brazo. Ella rió.

Me dirigí al lavamanos para poder ver mi cara frente al gran espejo que estaba en el baño. Mi cara estaba hecha un desastre, tenía los ojos rojos e hinchados de llorar. Abrí la llave y empecé a echarme agua a la cara esperando que mejorara un poco. Me sentía mejor. Exhalé, sentía esa necesitad desde minutos antes.

Cuando me volteé la niña me empujaba hacia un baño y al final lo logró. Cerró la puerta quedándome yo adentro mientras estaba asustada. A lo mejor y me quería hacer daño, ¡o a mi familia! ¡Qué tonta había sido! Estaba apunto de gritar cuando oí que la puerta del baño siguiente se cerraba también, en ese momento Darani asomó su cabeza por encima de la pared que separaba los baños para poder verme a mejor, lo más seguro era que se había subido a la taza.

-mira, este es el plan. Nos cambiamos de ropa y yo me voy con mamá y tú con Bugambilia. Nadie se dará cuenta. –en ese momento su cara desapareció. Milésimas de segundos después escuché que se bajaba el cierre de su vestido. Esta vez fui yo la que se subió a la taza para poder verla.

-¡Estás loca! –Exclamé –mamá se dará cuenta, ¡ella no habla inglés!

Darani volteó a verme bruscamente con los ojos abiertos como platos. Dejó de sacarse el vestido.

- Entonces, ¿qué idioma habla? –dijo. Por un lado no la sentía muy preocupada.

-No sé si lo sepas pero venimos de México, estamos aquí de vacaciones. Mamá sólo habla español –dije mientras me sentaba en la taza con los brazos cruzados. Quería ver qué iba a hacer ahora.

Ella había asomado su cabeza nuevamente, al parecer me iba a gritar algo pero la interrumpieron. La puerta principal del baño se abrió.

-Aimée, querida, ¿estás aquí? –reconocí la voz. Era la tía Sarah. No me había dado cuenta de cuanto tiempo llevaba en el baño, toda esta situación me había atrasado.

Estaba apunto de contestar cuando…

-Si tía, en un momento voy, nada más que creo que la comida no me cayó muy bien, eso es todo –habló la persona que se encontraba en la puerta continua con un perfecto español. Mis ojos se abrieron como platos.

-esté bien, iré a hablar con tu mamá para que te consiga un té o algo, ¿sí? Pero trata de no tardar por favor, nos tenías preocupadas –dijo mi tía. Escuché cómo la puerta se abría de nuevo.

-si tía no te preocupes, ahorita voy –volvieron a contestar a mi lado.

En cuanto la puerta se cerró la niña volvió a asomar su cabeza por arriba de la pared y tenía una mirada en su cara de: ¿qué tal? ¿Cómo te quedó el ojo?

-ahora, dame tu ropa, te daré la mía –dijo señalándome con su pequeño dedo índice.

-pero dime tu señorita, ¿Cómo y cuándo vamos a regresar? ¿Acaso haz pensado eso? –dije yo haciendo caso omiso a su orden.

-Mmm... -se quedó pensando un rato –tienes razón. –dijo dándose por vencida, acaso, ¿había ganado?

por **vitzieerocks** Vie 28 Sep 2012, 6:38 pm

CAPITULO 3: El cambio que cambió mi vida.

Me encontraba en el auto de la mamá de Bugambilia, en el asiento trasero mirando por la ventanilla. Contemplaba la naturaleza de Los Ángeles, ¡era hermoso! De un momento a otro pasamos por la playa, estaba llena de turistas, eso de seguro no era novedad. Mi sonrisa se desvaneció al recordar con quién me encontraría allí en unas cuantas noches. Después pasamos por unas calles que no conocía, de seguro no eran turísticas.

Iba callada, no tenía nada de qué hablar. No conocía a aquellas personas en el auto. Ellas iban muy cómodamente platicando, pero aquel silencio mío ya me empezaba a incomodar.

- ¿y qué tal te pareció la comida Dara? –dijo la señora de unos 30 años. Darani me había dicho su nombre pero no lo recordaba en estos momentos, tengo pésima memoria.

- Muy buena señora, muchas gracias por la invitación, estuvo muy bueno el restaurante –le contesté con mucho entusiasmo. No conozco a Darani muy bien pero así era yo, agradecida por todo. Humilde.

La señora al parecer se impresionó por mi respuesta. Al parecer me he equivocado de humor, pero aquello ya no era mi problema. Me pregunté ¿Darani contestará mal? ¿Siempre estará de mal humor? Yo no la ví de aquella forma en los 20 minutos que me había encontrado con ella en el baño de aquel restaurante chino.

Mi preocupación desapareció cuando la señora cambió su gesto, simplemente me sonreía desde el espejo retrovisor.

-¡me alegra que te haya gustado! Me lo habían estado recomendando mucho y tenía tiempo que quería ir. En cuanto le he dicho a Bugambilia que íbamos no tardó en decirme que si podías ir –la señora rió ante aquel comentario. Al parecer Darani y Bugambilia eran muy buenas amigas, así que decidí también reír ante el comentario. Bugambilia se unió pero al parecer estaba más avergonzada que feliz por el comentario de su madre.

- ¡pues qué bueno que me invitaron! ¡En verdad estuvo muy buena la comida, señora! –dije yo tratando de que Bugambilia no se sienta muy avergonzada. Le sonreí para que viera confianza en mí.

El resto del camino fue igual, entre pláticas y risas. Hablábamos de lo que comimos y sobre la decoración del restaurante. Fue placentero para mí pero aun así las dudas me abundaban. Quería saber dónde había conocido a Bugambilia, cuántos años tenía y cosas así. Me era extraño platicar con aquellas personas imitando que las conocía de toda la vida pero no era así. A Darani ni le había dado tiempo de darme la información que yo necesitaría para fingir ser ella, tampoco a mi me había dado tiempo; a lo mucho dijimos los nombres de las personas con las que frecuentamos y características para no confundirnos.

Nos habíamos aparcado enfrente de un gran portón, alado de éste había algo parecido a un timbre, era un botón. La señora sacó su mano por la ventana del auto y tocó aquel botón. 10 segundos después el gran portón blanco se abrió. En cuanto entramos no puede evitar apreciar aquella gran casa, era enorme su jardín, con muchas flores de diferentes tipos adornando la fuente que se hallaba en el medio del “patio” diría yo. La señora rodeó aquella hermosa fuente hasta llegar al frente de la casa. La casa ni se diga, era hermosa. Era enorme y de color blanco.

En la entrada había 2 grandes pilares con un gran pasillo para poder llegar a la puerta. Entramos, la casa era antigua, con sus paredes de piedra de Mar del Plata cubiertas de verdes enredaderas, techos de tejas rojas, con un gran candelabro hermoso que señalaba las grandes escaleras hacía, seguro diría yo, la segunda planta.

La señora nos dirigió a la sala, ésta era enorme. Bueno, la casa de Bugambilia era enorme.

- bueno, ¿quieres que juguemos o vemos un poco la televisión? –Me preguntó Bugambilia –nada más será por un rato, ya que acuérdate que a las 6 tenemos que estar listas para la fiesta –asentí mientras me sentaba en el mueble junto con ella.

- pues como tú quieras, es tú casa –contesté.

-bueno –dijo mientras se paraba –vamos a mi cuarto –dijo mientras empezaba a caminar, yo la seguí por las escaleras.

Entramos en la segunda puerta blanca. Su cuarto era enorme. Era de color rosa, y al fondo había una puerta, supuse que ese sería el baño. Enfrente de la cama estaba la televisión colgada en la pared, alado de estos había un sillón. Alado de la cama había una ventana-puerta enorme que daba al balcón. Abrió la puerta de un pequeño mueble de madera que se encontraba alado del tocador, me hizo señas para que me acercara.

- ¿qué película quieres ver? – me preguntó mientras yo me agachaba a su altura

-una de comedia –vaya, si que tenía muchas películas, tantas que no supe cuál escoger y eso fue lo primero que se me ocurrió decir.

Sacó la película, por lo que pude ver era la era de hielo. Ya había visto esa película, pero jamás en inglés, bueno, de hecho no había visto ninguna película en inglés todavía, pero supuse que eso sería muy pronto, no me equivoqué. Se puso de pie y puso la película en el DVD. En ese momento entró la mamá de Bugambilia.

- OH, ¿van a ver una película? –dijo mientras se sentaba en el borde de la cama. Yo asentí, Bugambilia no dijo nada, nada más se dedicó a sentarse en el puff amarillo que se encontraba en el suelo enfrente de su cama. –genial, les traeré unas palomitas y refresco, ¿les parece? –dijo la señora mientras se ponía se pie en dirección a la puerta.

-si, muchas gracias señora –dije yo mientras repetía la acción de Bugambilia, nada más que me sentaba en un puff color azul cielo.

- no me digas señora, me hace sentir muy vieja. Llámame Lidia, ya te lo he dicho –a si que así era como se llamaba la señora.

-Si claro, Lidia. –reí mientras decía su nombre, me era incomodo.

Lidia asintió y salió de la habitación. La película ya había empezado, estuve apunto de pedirle a Bugambilia que le pusiera subtítulos en español, pero no, eso estaba mal. Entonces recordé que Darani sabía español, pero no sabía de donde lo había aprendido. Decidí ocupar eso como pretexto para poner los subtítulos.

-¿puedes poner los subtítulos en español? –dije. Bugambilia se quedó viendo como si preguntara el por qué –es que… tengo que practicarlo, si no se me va a olvidar.

-si tienes razón, yo también tengo que practicarlo –dijo Bugambilia en un perfecto español. ¿Ella también sabía español? Más preguntas abundaron mi cabeza como saber de donde sabía ella español, de Darani pude entenderlo, de seguro papá le habría enseñado desde pequeña para no perder su idioma original pero ¿y Bugambilia? Hasta donde yo sabía ella era 100% americana.

Bugambilia puso los subtítulos. Decidí no decir nada más y ver la película. Ahora ya me sentía un poco más cómoda.

A lo que me había dicho Darani hoy íbamos a una fiesta de una niña llamada Mary, la fiesta sería ya muy tarde por eso papá había dejado irme a dormir con Bugambilia, pero papá tuvo que salir esta mañana de viaje por lo que le había pedido a Lidia que si podía pasar por mí –o más bien Darani- desde temprano. A Lidia se le había ocurrido pasar medio día en el centro comercial y parte de la tarde en aquel restaurante.

Lidia entró al cuarto con una plato hondo lleno de palomitas y dos latas de refresco, una era de naranja, el otro de lima limón.

-toma –dijo Lidia mientras me extendía la lata del refresco de lima limón –tu favorito

Jamás en toda mi vida había probado el refresco de lima limón, pero lo acepté porque tenía que seguir con esta mentira.

Mentira. Esa palabra resonó en mi cabeza una y otra vez. Me sentí mal por aquello, pero todo lo hacía porque quería conocer a mi papá, cosa que hasta ahora no se me había podido hacer realidad.

-gracias –dije mientras recibía la lata y la abría. La probé. No sabía tan mal.

-Mamá, Dara y yo hemos decidido hablar en español de ahora en adelante, para que no se nos olvide. Mira, ya hasta pusimos la película con subtítulos –dijo Bugambilia mientras señalaba la televisión, otra vez en español.

Esperen, si ella lo dijo en español entonces…

-OH, perfecto. Buena idea chicas, tienen que sacar de provecho su aprendizaje –contestó Lidia en el mismo idioma. Esto me era raro cada vez más y más. Y por tercera vez en el día más preguntas abundaron mi cabeza.

por **YitaaLalala** Vie 28 Sep 2012, 9:12 pm

NEW READER!
Primer y fiel lectora :BB
Amo tu novela
Siguela!

Kisses xx

por **vitzieerocks** Sáb 29 Sep 2012, 9:28 am

CrazyforJB&1D♥ escribió:NEW READER!
Primer y fiel lectora :BB
Amo tu novela
Siguela!

Kisses xx

*.* Que linda, mi primera lectora. Gracias y síguela leyendo, ahorita subo otro capitulo más.

por **vitzieerocks** Sáb 29 Sep 2012, 10:17 pm

CAPITULO 4: El plan sigue en pie

Habían pasado 2 días desde mi estadía en la casa de Bugambilia. La verdad la había pasado muy bien, la fiesta estuvo genial, y los otros días habíamos estado jugando en la piscina, jugando juegos de mesa y viendo películas. Y lo más raro de todo esto es que lo habíamos hecho en español. Por un momento creí que Bugambilia descubriría la verdad cuando me dijo del porque sabía hablar por excelencia el idioma, yo me excusé que simplemente lo había estado repasando últimamente.

Son las 2 a.m. y yo estoy aquí, encerrada en el baño con mi celular en la mano. Si, me sorprendió que Darani tuviera uno siendo tan pequeña pero papá había insistido que debía tenerlo sólo por si acaso.

Marqué el número que me obligarían a recordarlo sólo en caso de emergencia. Tenía que hablar a esta hora porque si lo hacía en la tarde –o a una hora que ella estuviera despierta- se preguntaría que hacía yo hablándole por teléfono si me encontraba alado de ella. Rogaba que no contestara la tía Sarah o me daría un tiro y todo este plan se iría por el caño. Suspiré al escuchar mi voz del otro lado del teléfono.

- ¿qué pasó? –dijo Darani con voz adormilada.

- pues hablaba para saber si sí las convenciste –dije yo en susurros. Bugambilia se podría levantar en cualquier momento si hago un sonido muy fuerte.

-si claro, estaremos en la playa desde la mañana. ¿A qué hora pasará papá? –me preguntó ella también en susurros, supuse que estaría en la misma situación que yo, en el baño.

- A las 10, iremos a desayunar y de ahí lo convenzo, no se cómo pero lo haré. Ahí te veré a las 4. Me voy porque tengo sueño –dí un bostezo al decir eso. Ella rió por lo bajo.

-está bien hermanita, te veo allá. Y no se te olvide…. –no escuché lo último que dijo. Me caía de sueño y no sólo literalmente. Enserio me caí en el baño del cansancio y sin querer presioné el botón rojo de cancelar llamada.

Seguía tirada en el suelo, no sé cuánto tiempo estuve ahí pero me tiraba de sueño. Me levanté a la fuerza, tenía que irme a la cama. Sí Bugambilia se levanta en la mañana y me encuentra aquí en el baño empezará a hacer preguntas y yo no tendría respuesta alguna para darle. Traté de no hacer mucho movimiento cuando me metí a la cama.

Me levanté por los rayos del sol. Miré el reloj que estaba en el buró a mi lado de la cama, 8:26. Temprano. Bugambilia seguía dormida. Suspiré y de un pequeño salto me levanté de la cama. Supe el porque de mis ánimos, hoy conocería a papá. Sí, después de 8 años de estar esperando, este era el día.

Abrí la ventana que daba hacía la terraza y salí un rato a respirar aire fresco. Me sentí tan bien al sentir aire puro con olor a arena y mar pegar en mi cara. Ese era L.A.

Traté de recordar que había hecho anoche mientras me acostaba en la hamaca y me mecía con un pie sobre el suelo hacía delante y atrás. Había hablado con Darani, había quedado con ella a las 4 en la playa. Recuerdo que había estado mayor parte del día recordándome hacerle todas las preguntas que tenía en mente desde hace ya 2 días. Pero tenía tanto sueño que se me olvido por completo. Ahora tenía que quedarme igual por unas cuantas horas más.

Decidí entrar a ducharme, papá vendría en un poco más de una hora pero aún así tenía que estar lista. Me relajaba con el agua tibia. Podía sentir mi corazón latir desesperadamente por lo emocionada que estaba por conocer a mi papá.

Cuando salí del baño Bugambilia se encontraba acostada aún pero ya estaba despierta y estaba viendo una caricatura en la televisión.

Bugambilia entró a ducharse también y yo para desaburrirme me quedé viendo la televisión, sólo para perder tiempo. Mi corazón se aceleró cuando escuché el timbre sonar.

por **vitzieerocks** Jue 11 Oct 2012, 4:12 pm

CAPITULO 5: Secreto al descubierto (parte 1)

-ya se que estoy hermosa pero tampoco me mires tanto –dijo riendo después de que notó que la observaba tanto.

-eres una tonta, en ese entonces yo también soy hermosa ¿o no? Digo, somos parecidas –ambas reímos esta vez.

En realidad no la estaba viendo, más bien si pero con la mente perdida en mis pensamientos. Seguía pensando en la nueva película que grabaría, tendría que hacer muchos cambios.

-a ya sabes que sí –dijo. Luego perdió su vista en algún lugar, yo también lo hice, todavía estaba oscuro y cómo no si todavía eran las 6 de la mañana.

-y bien, ¿cuál es el plan? –traté de resolver a todas esas preguntas que aún tenía en mente.

-pues tu te vas al hotel, Gaspar te estará esperando en la entrada de la escuela a las 8 AM, yo obviamente me quedaré aquí a ocupar tu lugar y tomar clases y… -cada vez iba quebrando más la voz, no le gustaba mucho la escuela- bueno, te veré en le hotel más al rato para planear mejor el cambio, ¿te parece?

Me quedé pensando un rato, pero…

-esta bien, pero… dime, ¿Qué voy a hacer hasta las 8? Si ven que hay dos ainées en la escuela ¡Nos podrían descubrir! –Enfaticé la última frase para poner más drama a la situación. –los alumnos empiezan a llegar a las 7, digo, por si no lo recuerdas.

-pues te escondes en el baño –dijo como si fuera muy obvio

-¿y qué voy a hacer en el baño por una hora? –era más obvia mi pregunta. Me sorprendió ver que sacó un gran libro con forro gris de su pequeña bolsa. Era muy grueso. Lo puso en la mesita que tienen los alumnos en los bancos para escribir. Cuando lo dejó pude ver que tenía escrito a maquina en la portada “3 metros sobre el cielo”. -¿y eso? –pregunté mientras observaba con determinación el libro.

-¿cómo que “y eso”? tanto tiempo fuera y ya se te olvidó –dijo aunque no supe descifrar si era sarcasmo – ¡es el guión de tu nueva película! –cuando dijo eso sentí como mi corazón se aceleraba tanto que ni siquiera supe descifrar si era por emoción o nerviosismo. –Vas a leerlo para desaburrirte mientras estés en el baño –rió mientras decía lo último. Lo sé, estar metida ahí por una completa hora no era muy divertido que digamos.

Agarré el gran libro y lo empecé a hojear. Leí la sinopsis que estaba en la segunda página. Me encantó. Ahora si ya tenía muchas ganas de hacer la película.

-¿y cuando empiezan las grabaciones? –dije una vez que terminé de leer. Pude notar la emoción en mi voz.

-bueno, primero tienes que ir a la premiere de la última película que hice que será en L.A., eso será en una semana –dijo mientras contaba con sus dedos –a los 2 días tomarás un avión para irte ya a Atlanta a empezar la grabación.

-me parece bien, espero con ansías empezar con las grabaciones.

No me había dado cuenta cuanto tiempo estuve leyendo el libreto hasta…

-¡Ey! ¡Espera hasta que estés en el baño! –dijo Darani con voz graciosa, empezó a reír al instante.

-ya deja de burlarte, no voy ahí porque quiero, si no porque me obligas.

La ignoré por completo, no me importaban ya sus bromitas; iba a ocupar más de una hora en leerlo de eso estaba segura, se veían fácil como unas 800 hojas en aquel libreto. Continué leyéndolo, al fin, tenía casi dos semanas para aprendérmelo al derecho y al revés.

-y ahora si me puedes explicar ¿cuándo llegaste? O ¿cómo le hiciste esta vez para que nadie se diera cuenta? –también tenía esas preguntas en mente desde hace rato.

-pues llegué ayer en la mañana. Como ya te imaginarás papá piensa que estoy con Booz, a él no le importó ya que salió en un viaje de negocios de 2 semanas a Europa o algo así me dijo. –reí con aquello. Darani solía ser muy distraída. -¿de qué te ríes?

-siempre tan distraída mi querida hermanita, pero, continúa

-esta bien. Gaspar insistió en acompañarme. Ni siquiera lo he visto desde que llegamos, me dejó en el hotel y se desapareció, apenas ayer en la noche que me marcó para preguntarme que iba a hacer hoy y le dije que vendría a ver a Gaby aquí a la escuela y ahí fue cuando se dio eso de que va a pasar por ti a las 8am. –Reí. Gaspar siempre que venía a México hacía eso, le encantaba el país y se desaparecía y luego aparecía excusándose con un: “quería conocer la ciudad, nada más”, sólo él sabe que hace en realidad.

Gaspar era mi guardaespaldas, papá lo contrató desde que me volví famosa. Cuenta la leyenda que en su contrato dice que me protegerá con su vida, nunca supe decir si era cierto ya que nunca vi tal contrato ni Darani tampoco. Lo conozco desde que tengo 11 años y aprendí llevarme muy bien con él, se había vuelto parte de mi familia, a veces se me olvidaba que era mi guardaespaldas. Aun después de toda esa confianza ni él sabía nuestro secreto. Darani se excusaba con él diciendo que vendría a México a ver a mamá y que papá no sabía que ella la conocía –en realidad venía por mí para hacer el cambio varias veces-. A pesar de eso, él siempre la apoyo y nunca le dijo a papá nada, era muy bueno guardando secretos.

-y todo el día de ayer me la pasé arreglándome para el cambio, compré el nuevo uniforme y esas cosas. –concluyó Darani.

-esta bien. Nadie te ha descubierto hasta ahora y eso esta bien. Pero, ¿sabes algo? Nos estamos arriesgando mucho al estar aquí juntas –decía mientras me ponía de pie y cambiaba nuestras bolsas. Metí el libreto en la bolsa de Darani. - nos podrían descubrir, mejor me voy de una vez antes de que alguien venga.

Entonces todo pasó muy rápido.

-Justin ¿qué haces aquí? ¿Qué no se supone que te vería en Atlanta? –preguntó Darani en inglés.

por **vitzieerocks** Jue 11 Oct 2012, 5:34 pm

CAPITULO 5: Secreto al descubierto (parte 2)

-y todo el día de ayer me la pasé arreglándome para el cambio, compré el nuevo uniforme y esas cosas. –concluyó Darani.

-esta bien. Nadie te ha descubierto hasta ahora y eso esta bien. Pero, ¿sabes algo? Nos estamos arriesgando mucho al estar aquí juntas –decía mientras me ponía de pie y cambiaba nuestras bolsas. Metí el libreto en la bolsa de Darani. - nos podrían descubrir, mejor me voy de una vez antes de que alguien venga.

Entonces todo pasó muy rápido.

-¿qué haces aquí? ¿Qué no se supone que te vería en Atlanta? –preguntó Darani en inglés.

¿Me decía a mí? Era raro, tenía rato hablando con ella. Entonces caí en la cuenta de que no se dirigía mí sino a un muchacho de cabello castaño claro, ojos color miel de estatura media, éste se encontraba parado en la puerta con los ojos como platos.

-Justin, contesta –dijo Darani otra vez en el mismo idioma.

Había quedado en shock, nos habían descubierto. Alguien más por primera vez después de 6 años nos habría visto juntas a Darani y a mí. ¡Era una catástrofe! No sabía que hacer o decir, no reaccionaba. Después de un momento me dí cuenta de lo que Darani había dicho: “Justin”.

-espera, ¿cómo que “Justin”? –Dije algo enojada mientras la tomaba del brazo -¿y que es eso de que “te vería en Atlanta”? ¡Darani Hayes! ¡Contéstame!

-ah! ¡Lo sabia! ¡Es tu gemela! ¿Por qué siempre mentías cuando te decíamos que te parecías mucho a la famosa Darani? –habló por fin aquel muchacho mientras se acercaba señalándonos, más bien acusándome con el dedo.

Lo ignoré por completo, tenía cosas más importantes que arreglar con Darani. Ella estaba en shock al ver el gran error que había cometido.

- ¿cómo? ¿Él no es Justin Bieber? –dijo Darani tratando de salvarse de mis preguntas.

- ¡CLARO QUE NO! –grité. Seguía enojada. –dime, ¡¿qué rayos estaría haciendo Justin Bieber en México, en una escuela y con el uniforme de ésta?! –quería que Darani viera lo obvio, más que obvio.

- pero se parec… –no la dejé terminar de hablar.

-Darani! ¿Cómo que vas a ver a Justin en Atlanta? –la zangoloteé tratando de buscar una respuesta.

-Hola, me llamo Jaasael. –dijo el muchacho mientras le extendía la mano a Darani. Ella se la estrechó haciendo este el saludo más amargo que haya tenido en toda mi vida. ¡Alguien sabía nuestro secreto!

-hola Jaasael, nombre raro pero bonito. Te llamaré Jaas –dijo Darani. ¿Ahora haciéndose la amistosa? Se le veía muy tranquila, alguien había descubierto el secreto y al parecer a ella no le importaba.

-Darani contéstame por favor –dije mientras me sobaba la frente tratando de no perder lo poco que tenía de paciencia. Respiré profundo. Ella también lo hizo. Se volteó para contestarme.

-esta bien, no te lo quería decir porque ibas a decir que no pero… -le daba muchas vueltas al asunto –él va a ser tu co-protagonista en la nueva película.-lo soltó al fin con una voz de pequeña como si la acabaran de descubrir de su nueva travesura.

Me quedé callada. Estaba en shock, ¿él? De todas las personas del mundo ¿tenía que ser exactamente él?

-pero… ¿qué? –me di cuentas que las palabras no salían de mi boca. Tragué saliva tratando de que mi cabeza concordara con mi boca – él es cantante, no actor.

-si pero, él quería descubrirse como actor y además según Josh, el director de la película, dice que habrá más ratings si está él ya que es la sensación. –ella simplemente se encogió de hombros. Me llevé las manos a la cabeza mientras movía mis cabellos de la desesperación.

¿Por qué tenía que ser con ese presumido? Tan hermosa que se veía la película y tenían que arruinarla poniéndolo a él. Pero de algo estaba segura, yo no iba a hacer la película con él, si a Darani parece no importarle que él esté en esa hermosa película mejor que la haga ella, yo no quería verlo mucho menos conocerlo. ¡Era una bazofia de persona! Se creía mucho y… ¡ay! De tan sólo pensarlo ya hacía odiar a la película que ni siquiera se lo merecía.

-¿por favor podrías no decir nada? ¿Guardar nuestro secreto? –oí que Darani le rogaba a Jaas. Volví a caer en la cuenta del otro problema en el que me había metido en menos de 20 minutos.

Yo nada más lo miraba tratando de esperar su respuesta. El pensaba mucho y no hablaba, eso me desesperaba más.

-pero ¿cómo? La verdad no entiendo –dijo después de un rato – ¿le dijiste a Ainée que Justin Bieber va a ser su co-protagonista? ¿Quién o cómo? ¡No entiendo! –parecía desesperarse porque tanta información no concordaba en su cabeza.

-yo soy Darani, ella es Ainée. Ainée y yo nos conocimos cuando teníamos 8 años. Nuestros padres se separaron cuando estábamos muy pequeñas y ellos no saben que nosotras nos conocemos. Nadie lo sabe, excepto tu ahora. Me volví famosa cuando tenía 10 pero no quería que la fama se me subiera a la cabeza así que Ainée y yo concordamos en cambiarnos de papeles cada vez que eso pasara. A mi se me acaba de subir los humos a la cabeza por eso estoy aquí, para arreglar mi mente. Hay una nueva película en la cual tenía que salir pero porque quiero mejorarme regresé y Ainée tomará mi lugar, por eso lo del co-protagonista. Te repito, nadie pero nadie sabe de lo nuestro así que por favor Jaas, no digas nada.

El muchacho abrió los ojos como platos al escuchar todo aquello, al parecer no se lo esperaba. Si, está bien, lo admito; varias veces mucha gente me había dicho que me parecía mucho o inclusive me habían llegado a confundir con ella cuando salía en la calle mientras estaba aquí en México –a Darani también le pasaba cuando ella estaba en mi papel –pero ambas negábamos y nada más decíamos que nos parecíamos, no teníamos nada que ver y eso fue por azares del destino; la gente siempre nos creía pues porque según era “imposible” que seamos hermanas o algo así. Reía después de que eso sucediera pero no podía hacer nada más, no le diría la verdad al mundo entero, yo también quería tranquilidad y lo digo porque enserio he probado la fama y eso de que te sigan a todos lados y todos tus movimientos era muy frustrante, uno necesita privacidad y ambas nos estábamos tomando esa oportunidad, tener privacidad y tranquilidad aunque eso significara que tuviéramos que mentir.

por **vitzieerocks** Vie 12 Oct 2012, 8:46 pm

CAPITULO 6: El trato

Mientras más seguía leyendo más me lamentaba, era tan hermosa, una de las mejores historias que jamás haya leído. Me encantaba porque guardaba su estilo Romeo y Julieta pero muy modernizado. Pero como toda historia había algo que la hacía horrible, y eso no era algo sino más bien alguien. Si, Bieber. Él arruinaba completamente la historia. No quería hacer la película si él iba a estar, ¡la iba a arruinar por completo!

Decidí ya no pensar más en aquello, sino más bien en cómo le iba a decir a mi hermana que no quería hacer la película pero yo estoy más que segura de que ya lo sabe. Lo más probable es que me pida que haga la película y que arregle su “problema”, más bien el escándalo que ella hizo porque la fama se le subió a la cabeza. Enserio, no se que le pasó, yo no la crié así. Esta bien que ella ya haya estado en “los lujos” desde que era pequeña pero yo le enseñé a ser más humilde desde el primer cambio, simplemente porque así era yo y sí quería actuar como yo tenía que hacerlo si o si.

Cerré el libreto color gris con fuerza que aún seguía reposando en mis piernas, ya que yo estaba sentada en una de las tazas de los baños de las niñas. Seguía viendo mi reloj cada 10 segundos de seguro aún con la esperanza de que ya sean las 8. Para nada, 7:23. Aún faltaba mucho, pero ya no aguantaba estar aquí encerrada. Decidí salir sin más, aún así nadie me vería, todos están en clases. Creo que este plan estaba mejor. Salí del baño para dirigirme al gran portón de la entrada. Ya no estaba oscuro, más bien se veía un gran sol resplandecer en el cielo. Y como dije, no había nadie, de seguro nada más uno que otro maestro y alumno que había llegado tarde. Preferiría esperar en la entrada con aire fresco que ahí adentro con olor a jabón y cloro, así también vería cuando llegaría Gaspar.

Pasó como media hora para que una camioneta color blanco se estacionara enfrente de la escuela. Pude ver por la ventana que se trataba de Gaspar, se veía tan diferente pero igual a la vez, tenía tal vez un año y medio que no lo veía, ya lo extrañaba. Ambos nos sonreímos.

-hola pequeña, tanto tiempo sin vernos –dijo mientras bajaba de la camioneta riendo por su sarcasmo, pero para mí en realidad si era mucho tiempo.

-pero si apenas te vi ayer grandote, te desapareces –dije siguiéndole el juego mientras le daba un golpecito en el hombro, me dolió más a mí que a él.

-solamente quería conocer la ciudad, nada más –aunque no lo crean lo dije al mismo tiempo que él pero en mente. Reí. Extrañaba mucho sus tonterías.

-bueno, creí que ya la conocías después de tantas veces que has venido aquí –quería hacerlo enojar tantito.

- a claro que sí, pero tenía mucho que no veníamos y pues para recordar no hace mal dar un paseo, ¿o si? –dijo muy incrédulo.

-claro que no –me di por vencida, nunca le ganaría al grandote. –bueno, ¿ahora adonde vamos? –dije mientras abría la puerta del co-piloto y me subía. Eran las 8, tenía hasta las 2 para esperar a Darani a que salga y la vea en el hotel y me cuente de cómo le fue en su primer día de preparatoria, primer día para ella. Después de que me hice famosa papá me contrató un profesor privado para que no perdiera años de escuela, si no fuera por mí Darani no habría ido a una escuela desde hace 4 o 5 años. Además como dije, hace un año y medio yo entré a primero de preparatoria, ahora estaba en segundo. Darani tenía que actuar como si conociera a todos desde hace mucho tiempo. La última que estuvo aquí yo iba en tercero de secundaria, yo terminé la secundaria y empecé la preparatoria con nuevos alumnos, nuevos amigos; Darani no tendría ni idea de quien es quien, espero y le vaya bien, ni tiempo me dio para decirle algo en la media hora que estuve esta mañana con ella, estaba más preocupada por los otros 2 problemas a los que ella me había metido. Primero estaba Bieber, pero eso lo resolvería más tarde. Segundo estaba Jaasael, tardé un poco pero al final logramos convencerlo de que no diga nada, fue muy flexible con nuestro “trato”, acepto a regañadientes pero al menos se que no dirá nada, no tiene ni idea de cuánto se lo agradezco.

-pues a donde quieras, ¿desayunaste? –preguntó el grandote mientras repetía mi acción. Negué con la cabeza –esta bien, que te parece si vamos a algún restaurante primero y después vamos a… -no terminó su frase, de seguro no sabría que hacer después.

-me llevas al hotel a cambiarme y de ahí vamos al mall, ¿te parece? –le dije terminando su idea. Necesitaba comprar ropa nueva.

-si hablando de eso, ¿cómo por qué traes el uniforme de la escuela de tu prima? –preguntó mientras alzaba una ceja. ¡Tenía razón! Se me había olvidado por completo ese detalle. Según Darani venía a ver a la prima Gaby pero no por eso tendría que venir con el uniforme, no si venía de visita. A Darani de seguro también se le habría olvidado traerme ropa normal para aparentar con Gaspar, ahora ya no se que decir.

-es que… yo… -tartamudeaba. Jamás en toda la vida se me habían venido las ideas más rápido a la mente –yo lo necesitaba entrar para verla, ¿sabes? No te dejan entrar al menos que seas mayor de edad, necesita aparentar que soy de la escuela para poder verla, todo lo hago por ella –dije tratando de convencerme de mi propia mentira. No me gustaban para nada pero había aprendido a vivir con ellas.

-si tienes razón, eres muy astuta –dijo mientras arrancaba el auto y manejaba a quien sabe que restaurante, sólo él. Solamente le sonreí. Exhalé, sentí que me quité un peso de encima, a pesar de todos los pesos que tenía encima me sentí tan bien al saber que me quitaba aunque sea uno. El resto del camino me la pasé mirando por la ventanilla admirando mi ciudad, otra vez me iría y no se cuánto tiempo pasé para que regresé.

-¿y que tal? ¿Cómo está la prima que nunca me dejas conocer? –dijo después de un rato sacándome de mis pensamientos. Reí de aquello.

-Gaspar, sabes que podría ir a decirle a mamá y ella no quiere saber nada que tenga que ver con papá, enserio lo siento. –en realidad no era esa la razón, en parte sí, si le enseñaba a la prima Gaby a Gaspar se iba a quedar con cara de ¿Qué onda? Según Gaspar mamá si sabía que yo existía pero no era cierto, si llego diciéndole de Gaspar, él que tiene algo que ver con papá me empezará a reclamar de cómo rayos conozco a papá o cosas así que preferiría evitar. Además que descubrirá nuestro secreto.

-si ya lo sé, pero por lo menos enséñame una foto, pareciese que no existiera la prima Gaby –enserio que si parecía que no pero si existía. Ya me había precipitado a este tipo de hechos, sabía que iba a pasar algún día. Saqué el iPhone 5 de Darani, según ahora era mío, y empecé a buscar entre las imágenes. Por suerte si había visto a Gaby antes de pasar mi condena de 20 minutos en el baño, aproveché la oportunidad para tomarme una foto con ella. La encontré y le di el teléfono para que viera la imagen mejor. –OH, es muy bonita, parecida a ti un poco –“no más que Darani” dije en mente. -al menos ya la conocí, en foto, pero lo hice –dijo mientras me entregaba el teléfono.

El resto del camino me la pasé tratando de convencerlo para que me dijera que hizo en lo que desapareció pero como siempre fue en vano, nunca me dice. Esa iba a ser mi duda por siempre.

por **vitzieerocks** Dom 14 Oct 2012, 9:26 pm

CAPITULO 7: ¿Por qué lo hiciste?

-esta bien, empieza –suspiré resignada mientras esperaba a que hablara. Me senté en el mueble que estaba alado de la gran ventana de aquella habitación, por aquella ventana podría ver la ciudad, la ciudad en la que he vivido desde que tengo uso de razón, ya que me encontraba en casi uno de los últimos pisos de aquel lujoso hotel.

-bueno, todo empezó porque él me molestaba mucho, a todos lados a los que yo iba él ahí estaba y lo malo es que las cosas empeoraron cuándo empezó a hacerme “bromitas” ya muy pesadas, ya no lo aguantaba –dijo Darani mientras se sentaba a mi lado –al principio traté de llevarme bien con él, no tenía nada en su contra, no tendría porque pero él una vez me llamo: “mugrosa mexicana”, eso si no lo pude soportar, esta bien que haya vivido en Estados Unidos toda mi vida pero nací aquí y yo me considero mexicana de corazón.

Ahora estaba empezando a entenderla, tuvo mucha razón en hacer lo que hizo, Nat wolff se lo merecía, eso y mucho más. Ellos se conocieron mientras filmaban la película New Year’s Eve a finales del año pasado, se llevaban bien pero todo empezó mal a principio de este año. Ellos siguieron manteniendo contacto pero según Darani lo único que hacía Wolff era molestarla y hacerle bromas pesadas.

Hace 1 semana y media fue la gota que derramó el vaso de la paciencia de mi hermana ya que ella y Nat fueron invitados en el talk show de George Lopez “Lopez tonight” y ella no le quedó nada más que ir porque Andrew –nuestro representante- se lo ordenó. Cómo decía, Nat llamó a Darani “mugrosa mexicana”, el escándalo no era lo que Nat le había dicho a mi hermana, porque él fue inteligente y “su forma de expresarse con ella” se lo dijo detrás de cámaras; lo malo fue que mi hermana no se contuvo y le empezó a decir muchas cosas –malas-, lo más malo fue que ella se lo dijo ya enfrente de las cámaras con casi un millón de televidentes.

-¿por qué lo hiciste? ¿No te pudiste contener hasta que terminara el programa? –seguía diciéndole pero ya de nada servía, ella ya lo había hecho, aún así quería saber sus respuestas.

-¡no pude! Aún que ya haya pasado casi un año de que hicimos esa tonta película aún George seguía preguntándome y casi obligándome a decir lo maravilloso que había sido trabajar con él, no podía hablar bien de él si segundos atrás me había insultado de la manera más fea. Ahora tengo que arreglarlo pero no puedo, y lo peor es que tengo que hacerlo en público porque si hice eso en público tendré que arreglarlo de igual manera según Andrew. –Movía las manos desesperadamente, la entendía – ¡no podré hacerlo Ainée! Tener que mentir para que el niño quede bien no es lo mío, tú lo sabes.

Terminó llorando en mi brazo, yo nada más le acariciaba el cabello tratando de tranquilizarla, yo tendría que arreglar el problema.

-descuida, yo lo arreglaré, ¿esta bien? –Dije mientras la agarraba por los hombros para lograr verle la cara – perdón por haber desconfiado de ti, sabía que tú no le dirías cosas feas a él sin razón alguna, te conozco. No harías eso nada más por “Diva” –dije la última palabra nada más para hacerla reír cosa que funcionó.

-si no te preocupes, yo también me pasé. Debí haber hecho lo que tú dijiste, esperarme hasta que terminara el programa pero… no sé que me pasó y sigo sin entenderlo. –dijo mientras sollozaba y se limpia las lágrimas de sus mejillas.

Me paré hacia el pequeño refrigerador que estaba en aquella suite, si mi hermana la había pedido, en cuánto a los gastos no había problema alguno pero si no quiere llamar la atención pues que se consiga un cuarto normal siempre se lo he dicho pero ya no era de mi incumbencia, ella ha vivido llena de lujos desde pequeña y empezó a ser humilde ya cuando se metió más a mi papel, a ser Ainée.

Saqué una botella de agua y la abrí, se la extendí a mi hermana para que tomara un poco, de seguro se estaba ahogando de sus propias lágrimas. Pobre, se lo que se siente, yo había sentido lo mismo ese día que la conocí, después de haber llorado tanto sentí la necesitad de refrescar mi cara para ver si podía aclarar mis ideas ya que estaba muy confundida y shockeada a la vez.

Reí al recordar lo que había pasado después de que me lavé la cara en aquel baño.

---Flashback—-

- Mi piel se puso chinita, mira –Le dije mientras me tocaba el brazo. Ella rió.

Me dirigí al lavamanos para poder ver mi cara frente al gran espejo que estaba en el baño. Mi cara estaba hecha un desastre, tenía los ojos rojos e hinchados de llorar. Abrí la llave y empecé a echarme agua a la cara esperando que mejorara un poco. Me sentía mejor. Exhalé, sentía esa necesitad desde minutos antes.

Cuando me volteé la niña me empujaba hacia un baño y al final lo logró. Cerró la puerta quedándome yo adentro mientras estaba asustada. A lo mejor y me quería hacer daño, ¡o a mi familia! ¡Qué tonta había sido! Estaba apunto de gritar cuando oí que la puerta del baño siguiente se cerraba también, en ese momento Darani asomó su cabeza por encima de la pared que separaba los baños para poder verme a mejor, lo más seguro era que se había subido a la taza.

-mira, este es el plan. Nos cambiamos de ropa y yo me voy con mamá y tú con Bugambilia. Nadie se dará cuenta. –en ese momento su cara desapareció. Milésimas de segundos después escuché que se bajaba el cierre de su vestido. Esta vez fui yo la que se subió a la taza para poder verla.

-¡Estás loca! –Exclamé –mamá se dará cuenta.

--Fin del Flashback—

Recordaba perfectamente eso, aunque ya hayan pasado 8 años parecía que fue ayer. Todo había sido por el capricho de Darani de querer conocer a mamá y pues no la culpo, yo estaba igual que ella nada más que quería conocer a papá.

Tenía que admitir que aún después de todos estos años no sabía si esto de los cambios eran buenos para nuestras vidas, se que algún día traerá sus consecuencias pero aún así no quería pensar en ello y simplemente vivir el momento. Me había puesto a pensar varias veces en esas consecuencias, serían malas, eso lo sabía porque lo que hacíamos Darani y yo no era bueno así que el destino se encargará de regresárnosla de igual manera pero aún no sabía cómo, nadie podría saber –no predicen el futuro- pero de eso estaba segura. Lo malo es que no sabía como iba a reaccionar ante esas consecuencias, me dañarán y me harán sufrir demasiado, pero en parte sabría que me lo merecía y tendría eso en mente en todo momento.

-¿y que tal tu primer día de clases? –dije mientras me volvía a sentar con ella. Ella solamente rió.

-fue raro, pero divertido. Gracias a Jaas no hice el ridículo varias veces –dijo mientras tomaba un poco más de su agua.

-espera, ¿Jaas? No te entiendo

-sí, el estuvo conmigo todo el día, me ayudó a aparentar normal como si fuera tú. Sin él no se que habría hecho, tal vez le hubiera hablado a gente que no concuerdas o dejarle a hablar a las que sí, el me decía todo eso.

- ¿estuviste con él todo el día? –Ella asintió, parecía confundida así que decidí decirle –es que… él es como el chico popular, no suelen hablarse y que estuviera contigo todo el día tal vez hayas levando sospechas en la gente Darani

- ¿y eso qué? –solía no importarle lo que piense la gente sobre los populares o impopulares en la escuela, ya me lo había demostrado varias veces y era algo que admiraba mucho de ella.

-no nada, yo sólo decía –me encogí de hombros.

Para pensar más terminé viendo la gran ventana-puerta que daba una enorme y maravillosa vista a mi ciudad. Afuera había un balcón, quería salir a sentir un poco de aire fresco pero si alguien me veía y llegaba a confundirme con Darani, tomarme una foto, subirla a la red y decir que ella se había escapado hasta esta ciudad podría ser muy riesgoso, podría arruinar el plan. Reí ante esa idea, era muy exagerada pero tal vez en una de estas pueda acertar.

Decidí no castigarme más con mi deseo de salir y miré hacia adentro de la habitación. En la cama se podrían ver pilas y pilas de bolsas que contenían ropa nueva que yo me había comprado hace como unas 3 horas aproximadamente. Todo lo hice para perder el tiempo mientras esperaba a Darani salir de la escuela. Gaspar es muy buen acompañante cuando sales de compras, te carga las bolsas. Lo amo por eso. Puede ser muy bueno en eso pero como cualquier otro hombre se aburre así que decidí darle el día libre –como sí no se hubiera tomado el de ayer ya-, aparte de que si estaba aquí vería a Darani llegar y pues… ya se saben el resto.

por **vitzieerocks** Mar 16 Oct 2012, 7:51 pm

CAPITULO 8: Viaje de regreso

Me encontraba caminando en las escaleras para subirme al avión. Este no iba todavía a los Estados Unidos, tenía que hacer escala en el aeropuerto internacional de la ciudad de México para ahí tomar mi vuelo directo a Los Ángeles.

Volteé para ver hacia el pequeño edificio de aquel aeropuerto como si ahí se encontrara alguna persona que me despidiera, la cosa no era así. Nadie sabía de mi salida a menos que Darani pero ella se encontraba en la escuela y aparte ya me había despedido de ella la noche anterior.

-Darani avánzale –me dijo Gaspar que se encontraba atrás de mí, ni me dí cuenta de cuando me paré para mirar aquella gran ventana del edificio.

Darani. Así me había llamado Gaspar, estaba acostumbrada a ello, tenía que estarlo.

Había estado aquí tres días más desde la llegada de Darani, todo fue para que me pusiera al tanto de cómo dejó las cosas en Los Ángeles cuando se vino. Mientras ella estudiaba yo me la pasaba encerrada en la habitación del hotel, no me aburría, la mayor parte del tiempo me pasé leyendo el guión, lo había terminado de leer al día siguiente que me lo entregó pero aún así tenía que seguir leyéndolo hasta que me aprendiera al derecho y al revés. Tan bonitas escenas y aún había algo que me molestaba. Bieber. No quiero decir que he estado pensando en él desde hace 3 días porque no fue así, sería pura pérdida de tiempo para mí, pero si he pensado en cómo o que rayos voy a hacer respecto a la situación, pero de algo estaba segura, haría la película. La tenía que hacer, no podía negarme, no ahora que las grabaciones empiezan en una semana, sería un “escándalo más de diva” al cuál no quería, no tenía que hacer eso. Simplemente era una película, 4 meses de grabación. 4 meses. ¿Tanto tiempo? ¿Estando con él abrazándolo y besándolo? –Porque es una película romántica- Me daba asco de tan sólo pensarlo, asco.

“Ya Ainée, ya cálmate. No va a pasar nada, él no vale la pena que te preocupes. Es sólo una película y ya no volverás a ver en lo que resta de tu vida” me repetía una y otra vez en mi cabeza.

Para empezar no debería de estar pensando en él, tendría una semana más todavía. Ahora mi prioridad era arreglar el problema de mi hermana. Si. Mañana regresaría al show de George Lopez y haría público lo que pasó, pero lo que pasó en realidad, no con mentiras. Dos días después sería la premiere de la película “Ramona & Beezus”, nada más iría a la premiere ya que eso de fiestas no es lo mío aparte tenía que seguir repasando el libreto, hasta ahora me sé la mitad.

Estaba sentaba en el asiento que da hacía la ventana, siempre pido ese porque me encanta ver las maravillas de Dios en el cielo, Gaspar venía sentado alado de mí. Volví a sacar el libreto y empecé a leerlo por octava vez en este día.

Ayer me había pasado la mañana viendo la nueva película, Darani me la había dado, esto lo hacíamos en caso de que me hagan preguntas sobre la película y si ¿yo no sabía nada? A ella también le encantaba mostrarme lo bloopers, siempre se los pide a los editores de cada una de sus películas, si me iban a pedir información sobre la película la daría toda. La película me había encantado, tengo que admitir que ella es una gran actriz, yo… pues no lo se, muchas veces Darani me había dicho que era buena –para las 3 películas que yo había hecho y tenido la aparición en uno de otro programa de televisión- pero siempre lo negaba, no me gustaba verme en televisión, bueno, me veía siempre pero sabía que era Darani, pero era diferente cuando sabía que era yo la que había estado del otro lado de la cámara, todavía no me sentía muy cómoda, a Darani le pasaba todo lo contrario, estoy segura que ella nació para ser famosa, yo no. A pesar de que la segunda vez que estuve allá –Darani ya era famosa- tuve que tomar clases de actuación porque a ella la obligaban en aquel entonces, con eso fue suficiente para que pudiera sobrevivir para que hiciera una película o cosas así, se lo agradecí –a Darani- por mandarme a esas clases para no pasar vergüenza haciendo ridículos por mis equivocaciones, pero eso ya es cosa del pasado.

El viaje no era tan largo, cuando menos una hora así que no había necesidad de que me durmiera, pero al parecer Gaspar no piensa lo mismo porque cayó rendido en cuando llego al asiento, pobre, a de estar cansando pero solamente él sabe que ha estado haciendo estos últimos días.

Encubierta por vaitiaree con cat eye sunglasses

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Llegando al aeropuerto fuimos a recoger nuestras maletas. No iba vestida como una diva, debía pero no lo hacía, más bien era todo lo contrario. Iba vestida con ropa de deportes, un pantalón pans y un suéter –el clima en el D.F. es fresco así que no tendría calor -, llevaba mi cabello recogido en una cebolla, tenis y lentes oscuros; el chiste de mi vestuario era que no me descubriera algún paparazzi porque si llegara la nota periodística diciendo que estuve en México papá me regañará, según él estoy en casa de Booz, tonteando nada más porque tenía semana libre –Darani la había aprovechado para venir a verme-. También pensaba en la pobre de Lidia, la mamá de Booz que tendría que mentirle a papá en caso de que hablara por teléfono diciéndole que estoy bien, durmiendo en su casa cuando no era así; a ellas –Lidia y Booz- le decíamos lo mismo que a Gaspar, que la razón por la cuál nuestras visitas a México eran para ver a mamá y que papá no sabía, me sentía muy mal porque les mentía y aún así ellos eran muy buenos y me cubrían para que papá no lo descubriera. A ellos los amaba mucho y les agradeceré toda la vida lo que han hecho por mí.

por **vitzieerocks** Vie 19 Oct 2012, 9:05 pm

CAPITULO 9: Perdida

-¿qué rayos pasó anoche? –fue lo único que pude decir. Mi cabeza zumbaba de una forma insoportable, tenía jaqueca. Mi garganta me dolía, me ardía terriblemente.

Me levanté lentamente para saber donde estaba, no reconocía el lugar. Enloquecí un poco por un momento pero me medio tranquilicé al ver que mi cosas estaban alado de mí –mi cartera y mi Iphone- pero aún así no sabía donde estaba. Mis ojos aún estaban un poco cerrados todo por la gran luz del sol que entraba por mis ojos, se abrieron como platos al ver en donde me encontraba y en que condiciones. Pude reconocer una terraza, y si, estaba acostada en el suelo, al parecer ahí caí dormida. Pude ver la hora en el reloj que posaba sobre mi muñeca 4:37 PM. ¡Por dios! ¡Que tarde era! Se suponía que Gaspar pasaría por mí a las 5PM para ir al talk show de George López.

Me levanté lo más rápido que pude pero aún así con algo de dificultad por las zapatillas que todavía las traía puestas. Agarré mis cosas y empecé a buscar la salida. Cuando me dirigí adentro de la casa pude ver todo hecho un desastre. Había todo tirado: botellas, vasos, ropa, juegos hasta creo que condones. No quise saber de donde salían. No sólo había cosas sino también personas que todavía dormían, lo más raro es que era a esta hora.

Me quité las zapatillas y empecé a caminar descalza por todo el departamento. ¿De quién era? Sólo Booz lo sabe.

Trataba de recordar que pasó, cómo fue que llegué hasta acá pero nada. Pude tocar mis hombros -que estaban descubiertos por el tipo de blusa que llevaba- tenían arena, acaso, ¿había estado en la playa anoche? ¡Demonios!

Tenía que salir de aquí, para encontrar respuestas. Ya no aguantaba mi jaqueca, me producía más con el apestoso olor a drogas y sexo que producía todo aquel lugar. Repugnante.

Algo recordaba, había llegado a casa de Booz anoche y ésta me había dicho sobre una fiesta a lo que yo obviamente respondí con un rotundo no. También recordaba que después había cenado y que mí querida amiga Booz me invitó un refresco, lima limón para ser más precisos –ya se había vuelto mi favorito también-. Ahora que lo pienso algo se movía por el refresco pero creí que era simplemente por el gas, ahora pensándolo de manera más sería no podría estar más equivocada, Booz me drogó ¿y todo para qué? ¡Para venir a la fiesta! Después de la “cena” subí a dormir y a partir de ahí todo se vuelve negro en mi cabeza, no recuerdo nada más.

Salí del departamento y me dirigí al ascensor, toqué el botón para que me dirigiera al primer piso. Mientras esperaba buscaba por el iPhone el número de Booz desesperadamente, tenía que darme explicaciones. En aquel ascensor te podías reflejar por las paredes. No podía creer lo que estaba viendo, iba vestida como una prostituta. Quisiera saber como le hizo Booz para vestirme y pintarme, y también que rayos fue lo que pasó como para que yo no me hubiera dado cuenta de todo eso.

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El ascensor se abrió y para que la gente no se me quedara viendo raro preferí sentarme en una pequeña banquita que estaba en la recepción del edificio desconocido para mí a ponerme de nuevo las zapatillas, aunque me estuviera matando del dolor de pies tenía que hacerlo, no iba a caminar por la calle descalza.

Estuve a punto de ir a hablar con el muchacho de no más 20 años para pedirle de favor que me consiga un taxi pero cambié de parecer cuando se me quedó viendo de manera muy picara, algo me decía que me había visto anoche en aquella fiesta y eso le dio la confianza para mirarme así, ¿pero quién rayos se creía? Le regresé la mirada más desafiante y con odio que pude para que dejara de observarme de esa manera tan acosadora. Odio cuando la gente me ve así.

Preferí mejor salir yo a la calle y agarrar el primer taxi que encuentre, si es que tengo suerte. Aquella calle no se veía muy transitada así que empecé a caminar y caminar para encontrar alguna calle principal. En este tipo de momentos envidiaba ser Darani, ella había vivido aquí toda su vida y conocía la ciudad como la palma de su mano pero yo obviamente no, aunque había venido varias veces no habían sido lo suficiente como para conocer aquella enorme ciudad, aun seguía perdiéndome si es que no llevaba alguna guía. Siempre iba con Gaspar o con Booz pero esta vez estaba sola, sola.

Seguí caminando y no me quedó nada más que preguntar.

-disculpe, ¿hay alguna calle principal por aquí donde pueda tomar algún taxi? -pregunté a una señora que estaba en su florería. Aquel lugar no era muy grande pero se veía muy bien surtido ya que si tenía flores de todo tipo a lo que yo pude ver.

- si, camina unas 3 cuadras más y ahí hay un pequeño parquecito, enfrente –dijo aquella señora de unos 30 y algo le calculaba.

Sabía que estaba arriesgándome mucho, si algún paparazzi llegara a verme estaba perdida. Aún así tenía que hacerlo. Pero lo pensé demasiado rápido.

-no puede ser, eres Darani Hayes –gritó un pequeño niño que salía desde un cuarto oculto por una gran tela detrás de tantos ramos y arreglos florares. Por mi desgracia lo gritó demasiado fuerte como para que los que se encontraran en aquel pequeño mercado escucharan. Este no es mi día.

Todo el mundo se empezó a acercarse para tomarse fotos y que les firmara un autógrafo. Enserio amo a mis fans pero no tenía tiempo, tampoco los iba a ignorar. Empecé a firmar unas cuantas libretas, la señora de la florería muy amable me prestó un plumón. Un señor calvo se acercó y me hizo señas para que le firmara el cráneo, reí mientras el se agachaba, puse mi nombre con uno que otro garabato, adoro firmar autógrafos.

Por lo que pude ver aquel era un vecindario un poco abandonado, en lo más profundo de la ciudad, lo supe por los edificios, estaban muy abandonados y se veía que tenía años sin ser tocados por la pintura. También se ve por la vestimenta de la gente que no va mucho a donde yo frecuento, Beverly Hills, por esto tal vez tampoco vengan famosos hasta acá. A mí esto no me importaba en lo más mínimo, eso de las clases, yo me considero uno de este tipo de personas y amaba serlo cuando estaba en mi pueblo natal, me sentía tan normal.

Después de algunos cuantos autógrafos y fotos me disculpé, enserio quería estar más tiempo ahí pero se me hacía tarde para el talk show, tenía que retirarme. Caminé las cuatro calles que faltaban hacía la dirección que la señora me había indicado –no sin antes devolverle su plumón- y al fin encontré el parque. Todo era tan hermoso, niños corriendo por todos lados, parejas tomando helados y uno que otro grupo social como los skaters o los darketos. Mientras caminaba para dirigirme a la calle principal me quedé observando con detalle aquella escena, deseando tener esa libertad para poder venir al parque sin ningún problema. No sé en cuánto tiempo volveré a estar como ahora, con libertad así que lo admiré mientras pude. Aún estando ya en el taxi seguí observando el hermoso parque, creo que esto fue lo único bueno que me ha pasado desde que llegué a Los Ángeles.

por **vitzieerocks** Vie 07 Dic 2012, 7:58 pm

CAPITULO 10: Arreglando el problema con “Lopez Tonight Show” (parte 1)

Casi le aventé el dinero al taxista a la cara. Salí corriendo hacia la casa de Booz. Me lamenté cuando ví la camioneta negra estacionada afuera. Gaspar debería de estar enojado conmigo.

Abrí la puerta y salí corriendo a la habitación para ducharme y arreglarme. A media corrida pude ver de reojo que estaba Gaspar sentado en la sala.

-Perdón, perdón. Se que es tarde pero ya me arreglo. Estoy en 20 minutos –lo dije casi gritando, ni siquiera me detuve porque se que sí lo hacía escucharía los regaños de parte de Gaspar y se que lo hará pero ya cuando estemos en el carro de camino al estudio, ahora nada más perderíamos más tiempo que no tenemos.

Llegué al cuarto y me fui desvistiendo en el camino al baño. Abrí la llave, caliente como a mi me gusta –para relajarme estaba bien-. Me quité la arena de mi cuerpo lo más rápido que pude con algo de jabón. Me coloqué el shampú y me lavé la cabeza. Una vez que terminé salí a buscar ropa, si, tenía un closet especial -con mi ropa- en el cuarto de Booz; toda era ropa, zapatos y accesorios míos, sólo en casos como este. Me puse un vestido sencillo pegado al cuerpo color carne que me llegaba unos 8 dedos arriba de las rodillas con unas zapatillas color negro.

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Me dolía el tobillo por alguna razón, tal vez fue porque corrí mucho pero eso no sería excusa. Me senté en el borde de la cama para poder examinarlo mejor. ¿Qué rayos es lo que veo? Acaso eso es... ¡¿un tatuaje?! Me empecé rascar con las yemas de mis dedos con desesperación con la esperanza de que se me caiga, pero no, la tinta no se cae. Lo único que logré fue que me doliera más y que mi piel se pusiera más roja –irritada- de lo que ya estaba. Alcancé a quitarme la zapatilla y corrí hacía el baño, me eché un poco de agua helada, eso disminuyó la irritación y el ardor. Agarré una toalla mientras salía para sentarme en el borde de la cama para secarme el pie, volví a ponerme la zapatilla y a rastras agarré mi bolso. ¿Pues que rayos había pasado anoche? Booz me debe una gran explicación.

Salí de la habitación, ni siquiera me maquillé, ya lo harían en la televisora. Bajé las escaleras con cuidado –debido a las zapatillas y al dolor de mi tobillo- pero a la vez lo más rápido que pude tratando de que mi boca no exclamara un grito de dolor.

Juré que había visto a alguien más sentado con Gaspar en la sala, lo más seguro es que era Lidia. Salí al jardín haber si ahí la encontraba pero no había nadie, nada más los empleados de la casa. Fuí a la cocina y era lo mismo. Por centésima vez miré el reloj que posaba sobre mi muñeca izquierda, 5:43 pm, ya era muy tarde, la regañaría cuando regrese del show. Fui a la sala y si, ahí estaba Lidia y Gaspar –éste último no tenía una cara muy amigable-

-¿Donde está Booz? –reclamé al encontrarme con ellos.

-Ella llegó hace unas horas pero salió con Elizabeth, dijo que te vería en el show –contestó su mamá de una forma muy paciente. Genial, no tendría que esperar mucho para su regaño.

Gaspar se paró, se despidió de Lidia y prácticamente me arrastró hasta la camioneta. Esta vez iba en el asiento trasero, no del co-piloto como acostumbraba; es algo que me gusta de Gaspar, si vamos a pelear o me va a reclamar algo prefiere hacerlo sin verme a la cara, aún no se por qué pero en parte se lo agradecía.

-Ahora si me puedes explicar ¿donde rayos estabas? –dijo después de un rato de silencio incómodo con voz fuerte.

Sin más me eche a llorar, no era por tristeza si no más bien porque estaba tan enfadada, todo esto se había salido de control y yo no había podido hacer algo al respecto. Estaba el semáforo en rojo, Gaspar se volteó a verme, pude ver de reojo –y entre lágrimas ya que había agachado la cabeza- como cambiaba su cara de enojo a cara de preocupación, esa era otra de sus cualidades, aveces se preocupa más por mí que mi propio padre.

-En verdad no lo sé –apenas y yo me pude escuchar, mi cara la tapaba con ambas manos.
No tengo la más mínima idea de que pasó anoche, digo me hacía una idea porque Booz me había dicho que era una fiesta –antes de que me drogara- pero no sabía donde había sido que tenía arena en todo el cuerpo, un tatuaje en el tobillo, un apestoso olor a drogas y sexo y aparte de todo eso había despertado en no sé donde. Seguía sin creer que Booz me había hecho esto, si la creía capaz porque era loca, ella quiere vivir la vida a su modo sin importarle si arrastraba a otros consigo con unas malas consecuencias , lo digo porque a mí ya me lo había hecho pero esto había llegado al extremo y no había marcha atrás.

Tampoco no podía ni pensar si alguien me vió haciendo esto; era obvio, tal vez adolescentes, pero yo me refería a algún paparazzi o algo así suficiente para armar un escándalo. Ya me veía en la nota mañanera “Darani, tan joven y ya vive la vida que no debe” o “a Darani ya se le subió la fama”. Apenas y hoy iba a arreglar mi escándalo pasado y puede ser que ya tenga otro encima. Esto no podía ser, podía echarle mala fama a mi próxima película a estrenar o a la que apenas voy a hacer, me podrían llegar a despedir y no quería que eso pasara, no por Justin, si no porque pude llegar a arruinar mi carrera.
El resto del camino transcurrió en silencio, Gaspar ya no preguntó más y se lo agradecí porque sabría que yo no tendría la respuestas a sus preguntas.

por **vitzieerocks** Vie 11 Ene 2013, 2:10 pm

CAPITULO 10: Arreglando el problema con “Lopez Tonight Show” (parte 2)

“concéntrante en lo que te digan, ¡concéntrante!” Me decía a mí misma una y otra vez en la cabeza pero no servía de nada, tenía muchas cosas en la cabeza.

Me encontraba parada enfrente de la puerta dando vueltas y vueltas de un lado para otro mientras esperaba a que George me presentara. 6 minutos. Tendría 6 minutos para arreglar el incidente de mi hermana por televisión nacional.

No había visto a Bugambilia por ningún lado, de seguro todavía no llegaba o ya se encontraba entre el público. Seguía nerviosa, tenía que arreglar 2 problemas, el de mi hermana y el problema que me metió Bugambilia por haberme drogado. Para ser sincera, aún no tenía la menor idea de como arreglar ninguno de los 2 problemas.

-¡Darani Hayes! –oí que George gritó. Acto seguido el aplauso del público.

Entré sonriendo y extendí las manos, así mucha gente puedo saludarme. Caminé muy rapido a decir verdad, eso decía que estaba nerviosa. George me ayudó a subir los pocos escalones y fuimos a sentarnos.

-bueno, sé que estás muy pronto a estranarás una película, Ramona & Beezus. Esta historia está basada en cuentos infantiles y tu interpretaste...
–Tartamudeaba mucho cuando hablaba.

-yo interpreté a Beezus, la hermana mayor de ramona quién es un poco traviesa.

-vamos a ver un poco de Darani Hayes en Ramona & Beezus.

En pantalla que estaba en medio de los dos asientos empezó a rodar una parte de la película, la parte donde Henry llegaba al pequeño puesto donde Ramona vendía limonada. Después Beezus –osea Darani- se tomó un vaso pero no se dio cuenta que había una abeja en ella así que después de eso dio un gran escupitajo mojando a Henry. Recuerdo que Darani me contó que en realidad no se había tragado la abeja, pero que si le costó un poco hacer el escupitajo ya nunca en su vida lo había hecho, ni siquiera por accidente. Reí al recordar aquello. Mi hermana es una muy buena actriz, siempre lo he dicho y lo seguiré diciendo.

-Eres muy buena actriz, te felicito. Espero y tenga mucho éxito en taquillas. –me dijo George una vez que terminó el vídeo.

-Muchas gracias –le dije en español. Se que él entendía, lleva sangre mexicana por las venas. Aquello causó risas entre el público.

-si es cierto, somos mexicanos de sangre y de corazón. –ahí es a donde quería llegar desde un principio, soy buena para que la gente llegue a donde yo quería en las conversaciones. Pero aún así se que lo que sigue no me gustará mucho.

-Si, de hecho por eso es que vine aquí. Yo quería pedir una disculpa ante todo el público y los televidentes por mi conducta la última vez que estuve aquí en tu programa George –lo miré al decirle eso- gritar como loca fue una falta de respeto hacia tu programa y te quería perdir disculpas, –george asintió con la cabeza y sonreía. Aunque no se veía me carcomían los nervios, mis manos estaban sudando y tenía mucha sed- también le pidó disculpas a Nat Wolff por haberle dicho cosas inadecuadas pero yo creo que tuve una razón muy fuerte para hacerlas –si me hundía también tenía que llevármelo conmigo, ¿no?

-¿a que se debe eso? –me preguntó George. Tragué en seco. Ya había empezado, tenía que terminarlo.

-Bueno todo comenzó con pequeñas bromas de parte de él y pues yo también le hacía una que otra pero todo era un juego, al menos para mí lo era. Las cosas empeoraron cuando en camerinos, antes de entrar a tu programa, él insultó mi nacionalidad, tal vez toda mi vida he vivido en los Estados Unidos pero nací en México y yo me considero mexicana de sangre y de corazón. –repetí la frase de Darani pero con mis palabras. –Si en verdad hice algo que te molestara Nat enserio lo lamento pero eso no te daba derecho a insultarme. Yo te considero un gran amigo y espero que todo pueda mejorar a partir de ahora.

-Bueno, creo que te entiendo Darani, yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar. –Dijo George dándome más confianza y fuerza.

Asentí y por alguna razón volteé a ver el público y ahí la encontré, Booz estaba sentada alado de Gaspar, ambos me sonreían. Sabía que había hecho lo correcto, sus caras me lo demostraban. Les sonreí, me encanta verlos ahí, contar con todo su apoyo me daba más fuerza cada día, eran los mejores, los quería mucho y definitivamente no se que haría sin ellos. Me dieron ganas de llorar, jamás había estado tan sentimental desde aquel primer verano que pasé aquí en Los Angeles.

-Bueno, cambiando de tema –dijo George sacándome de mis pensamientos. –Supe que empezarás la grabación de la nueva película “3 metros sobre el cielo” en unos días, dime, ¿qué se siente ser odiada por tantas beliebers? –más directo no pudo ser. Reí por aquello, la tensión de hace unos momentos se había ido. La verdad no me acordaba de aquel detalle, ni siquiera había revisado twitter o facebook, no más seguro tenía amenazas de muerte.

-¿Enserio me odian tanto? ¡Wow! –dijo sorprendida. George asintió. –Pues la verdad no se, no tengo nada en contra de ellas, al contrario, yo las respeto por saber defender algo que tanto aman, creo que eso ya lo han dejado en claro varias veces, ¿no? –volteé a George, el nada más rió- pero tengo que decirles que yo nada más hago trabajo, no pretendo otra cosa, enserio.

-sí, bueno espero y te vaya muy bien con esta nueva película, le mandas mis más grandes saludos a Bieber -¿Qué rayos se pensaba George? ¿qué ahora soy la mejor amiga del Bieber? ¡Está loco! Yo nada más asentí, no quería levantar sospechas. –Bueno esto fue todo por el día de hoy, espero verlos la próxima y un aplauso para mi gran amiga ¡Darani Hayes! –el público aplaudió y así es como la luz roja que avisa que estamos en vivo se apagó.

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Mi sombra en tu silueta (Justin Bieber & tu)

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