The game (Harry Styles y Tu)

Stage 3

Bajó las escaleras repasando la escena de minutos atrás. Ella despertándolo con una sonrisa, porque por más que ella se hubiese mostrado indiferente, sabía que había sonreído, por lo menos hasta el momento en que él abrió los ojos. Ella avisándole que tenía que ir a comer. Ella asegurándose de que no volviera a dormirse.Al paso que iba, suponía que la relación iba a tardar en reestablecerse, por lo que prefería tener bien presentes los momentos en los que ambos estaban involucrados y, definitivamente, ese era uno de esos momentos.

Dio un vistazo general en busca de un lugar para sentarse. Todas las mesas estaban llenas, todas las sillas ocupadas... menos una. Una silla vacía quedaba en todo el comedor y estaba exactamente en frente de ______, que ni siquiera había notado la presencia del rizado porque estaba muy animada hablando con Niall. Agradeció que, por lo menos, la silla fuera al lado de la morocha, porque toda una cena junto a _____ y Niall se volvería muy tortuosa.

Se acercó a pasos lentos, la idea de volver a ver a la parejita junta hacía que el enojo hacia Niall aumentara rápidamente, por lo que intentaba demorar el momento en el que llegara hasta la mesa.

-¿Está ocupada?-Preguntó señalando la silla, haciendo que los tres jóvenes lo miraran.

-Ay no Hazza, sentate-Dijo con alegría Camila, que le encantaba la idea de cenar junto a sus mejores amigos.

-Permiso...-Agregó con un poco de vergüenza mientras se sentaba.

Podía sentir la incomodidad de ______, a él también le resultaba incómoda la situación pero ¿Qué más podía hacer? Era el único asiento libre. Vio a ______ susurrándole algo al rubio, provocando la risa de ambos y sintió que el corazón se le estrujaba. La simple idea de perder a la muchacha lo aterraba. Giró su cabeza hacia la izquiera y vio a su amiga sonriéndole, como intentando calmarlo, le respondió la sonrisa solamente para no preocuparla, pero lo que menos quería en ese momento era sonreír.

-Me dijo Zayn que a la vuelta se tienen que junyar a jugar un partido con la Wii, que hace mucho que no se juntan-Comentó la morocha para sacarle conversación.

-¿Cómo nos vamos a juntar si está todo el día con vos? "Hoy salgo con Cami... no, ya arreglé con Camu..."-Contestó él divertido, imitando la voz de su amigo-Es un pollerudo tu novio.

-Es un tierno mi morocho, no lo critiques.

-¿Al final qué pasó con lo de tu prima?¿Se solucionó todo?-Preguntó recordando una charla que habían tenido hacía un par de semanas.

-Sí, por suerte sí, al final dijeron que...-Y dejó de escuchar.

Toda su atención fue a parar a los jóvenes que tenía enfrente. Todo se había paralizado cuando escuchó, de la boca de Niall, un "Bonita" ¿Con qué derecho la llamaba así? Eso sí que no lo podía soportar, y para peor, la había escuchado responder "Mi duendecito". Quería levantarse y pegarle al rubio, quería que lo que acababa de escuchar fuera
un mal sueño y nada más, pero todo era real, realmente malo. Su nerviosismo aumentaba proporcionalmente con los celos y las ganas de desfigurarle la cara al chico que estaba sentado en diagonal a él. Estiró sus piernas y, sin querer, chocó las piernas de _____, quien se sobresaltó un poco al sentir el contacto de su piel con la suya.

-Perdón-Se disculpó.

-No pasa nada-Respondió ella y siguió hablando con "su duendecito".

La situación volvió a repetirse, volvió a cambiar de lugar las piernas y volvió a chocar con las de ella. Pidió perdón y ella le respondió que no había problema. La comida llegó y, una vez más, se chocaron, la situación se repetía. Podía escuchar a Niall y Camila hablando sobre alguna actividad de las que harían al siguiente día, y podía ver a ______ callada, dedicándose a comer la carne que tenía en el plato. Se movió una vez más y de vuelta lo mismo.

-Perdón-Realmente no lo hacía a propósito y ya estaba un poco avergonzado, parecía como si la presencia de la muchacha lo entorpeciera. Se llevó una gran sorpresa, al igual que los otros dos jóvenes que estaban en la mesa, cuando la castaña se levantó de un salto y quedó a escasos centímetros de Harry.

-¡Basta! ¡No me pidas más perdón! ¿No te das cuenta que, al final, la que vive poniendo barreras soy yo? ¿Que la que pone obstáculos soy yo? ¿Que la que inventa las excusas menos creíbles del mundo para no tener que escucharte, porque se muere de miedo de lo que le puedas llegar a decir soy yo?-Se quedó mudo, como en shock. Se esperaba mil reacciones, pero ninguna como esa.


No entendía de dónde había sacado el valor suficiente como para enfrentar al castaño, pero lo había hecho, y había sentido que se sacaba un peso de encima. Agradeció internamente a Camila y Niall que siguieron hablando como si nada hubiera pasado, como si no hubieran escuchado nada. Estaba roja de la vergüenza, estaba segura, sentía sus mejillas coloradas y también sentía la mirada fija de Harry.

No estaba muy segura de haber hecho bien las cosas, pero lo hecho, hecho está y ya no había vuelta atrás. Pensaba terminar de comer lo antes posible para poder irse a la habitación y encerrarse hasta que amaneciera y tuvieran que salir a hacer la caminata. No pensaba hablar con nadie, cuando su mejor amiga entrara en la habitación se haría la dormida, apra evitar cualquier tipo de charla, a Harry lo iba a esquivar tal como lo venía haciendo y a Niall no tenía que decirle nada, sabía que él no iba a insistir y ella tampoco le iba a contar.

Tras llevarse el último bocado de carne a la boca y terminar la última gota de la Pepsi, se levantó y prácticamente corrió a su cuarto. Y no le importó si Harry la seguía con la mirada, ni si Camila había gritado su nombre para que la esperara. Quería acostarse y dormir hasta que fuera un nuevo día.


Llevaba más de dos horas dando vueltas en su cama y seguía sin poder dormirse. En su habitación todos dormían menos él. Agarró su guitarra y empezó a rasguear las cuerdas suavemente, no tenía intenciones de despertar a nadie, pero necesitaba hacer algo, por lo menos hasta que lo invadiera el sueño.

-¿Podés parar con la guitarrita?-Pidió Louis, uno de sus dos compañeros de habitación con su mejor voz de dormido.

-Eso, sino andá afuera-Lo apoyó Liam.

Iba a ser lo mejor, por lo menos podía salir a caminar, o hacer algo más entretenido que mirar el techo como venía haciendo hasta ahora, así que, sin pensarlo dos veces, se levantó y con sus ojotas en los pies, se dirigió a la puerta de la habitación.

-¿A dónde vas?-Preguntó Louis.

-No sé, por ahí...-Respondió Harry sin darle mucha importancia.

-No vuelvas muy tarde, eh-Le advirtió el joven que acababa de hablarle.

-No, mi vida-Bromeó el rizado.

-Andá, mi amor-Contesó Louis con voz de mujer, mientras reía.

Dejó la puerta a sus espaldas y se dispuso a bajar las escaleras. Desde el comedor pudo observar que la luz de la cocina estaba prendida, y se dirigió hacia allí, con la intención de encontrar a alguien con quien hablar, pero de todas las peronas, no se imaginó que justo iba a estar ella.

_______ estaba sentada en la mesada, con las piernas colgando y un vaso de agua al lado. Harry la vio y se sorprendió, estaba increíblemente hermosa, a pesar de no estar arreglada, ni peinada. Ella era perfecta y él lo confirmaba a cada segundo.

-¿No podés dormir?-Preguntó él sacándola de sus pensamientos, haciendo que notara su presencia dentro de la cocina.

-No, estaba escribiendo, pero las chicas me echaron porque decían que les molestaba la linterna, aunque estaban todas hablando-Comentó resignada mientras rodaba los ojos.

Harry se acercó un poco más y la vio mejor. Tenía un pijama, bastante viejo por lo visto, y el short bastante corto, haciendo que la vista del rizado recorriera todo su cuerpo. Era hermosa de pies a cabeza y nadie lo podía negar.


Había salido de su habitación con la intención de poder distraerse un poco, sin tener que someterse a un cuestionario de parte de sus compañeras de habitación. Desde que se había ido después de la cena no había logrado dormirse, tenía un remolino de sensaciones y quería pensar, escribir, desahogarse, y con sus amigas en contra de la linterna, no podía, por lo que había optado por irse afuera a pensar un rato.

Pensó que era la única despierta en toda la casa, pero descubrió que había alguien más. Al principio no había notado su presencia, pero al escuchar pasos que avanzaban hacia ella, levantó la mirada y lo vio, tan perfecto como siempre. Hacía demasiado calor, suponía que por eso el rizado había bajado sin remera, haciendo que ella quedara tildada mirando su cuerpo. No es que Harry fuera un fisicoculturista, ni nada de eso, pero no por eso dejaba de ser lindo. Movió su cabeza intentando despejar todas las ideas no aptas para menores de dieciocho años que se le venían a la cabeza al ver a Harry sin remera y se decidió a mirarlo a la cara. Su perfecta sonrisa se había apoderado de su cara y ella se estaba derritiendo en ese mismo instante.

Creía que iba a morir si él se seguía acercando peligrosamente hacia ella. Y para colmo, ahora también le estaba hablando, con su voz ronca pero dulce y suave al mismo tiempo.

-¿Vos tampoco podés dormir?-Preguntó ella.

-No, estaba tocando la guitarra pero desperté a los chicos y me echaron, aunque tengo que volver rápido para que Louis no se me ponga celoso-Respondió recordando la conversación que había tenido antes de salir de su habitación, dejando un poco confusa a _______.

Por (mala) suerte, el castaño rizado volvió a agrandar la distancia que los separaba, ahora se dirigía ala heladera en busca de algo para tomar. Después de agarrar una botellita de Pepsi, volvió hacia donde se encontraba ella y dejó caer el peso de su cuerpo sobre la mesa que se encontraba frente a la castaña.

-Che... por lo que pasó hoy en la cena...-¿Por qué había tenido que nombrarlo? Se moría de vergüenza de tan solo pensar en lo que había hecho. Había hecho lo imposible por evitar esa conversación con Camila y, al final, ahora la iba a tener con Harry.

-Perdón, fue una locura mía, no me hagas caso. Me voy a dormir, me agarró sueño-Se excusó y tras tomar el último sorbo de agua, bajó de la mesada para dirigirse a su habitación, pero la mano de Harry sosteniendo la suya la detuvo. Giró su cabeza para mirarlo y se sorprendió al ver que estaban a pocos centímetros.

-Por favor ___, no te escapes más, escuchá lo que tengo para decirte-Pidió el castaño soltando a la muchacha, dándole la posibilidad de volver a irse, pero no lo hizo.


Era muy complicada la situación. ¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? Le estaba dando la oportunidad de irse, de no escucharlo y eso la hacía enamorarse un poco más del muchacho que siempre estaba preocupándose por los demás. Se moría de ganas de irse, no quería enfrentar lo que ocurría, pero las ganas de quedarse eran muchísimo más fuertes.

-Yo te quiero, ____...-Empezó a decir Harry, al ver que la castaña no se había ido corriendo, sino que seguía, a pocos centímetros de distancia, escuchándolo.

-No hace falta, yo ya sé qué es lo que tenés para decirme...-Lo interrumpió antes de que el muchacho pudiera seguir hablando. Acababa de decirle que la quería, podía sentir su respiración, cada vez estaban más cerca... era demasiado-Yo también te quiero, Hazza-Agregó con una sonrisa y depositó un suave beso, que no quería que terminara jamás, en la comisura de sus labios, y se fue caminando. O flotando, no estaba del todo segura, hacia su habitación, dejando a Harry parado en el medio de la cocina sin saber muy bien cómo reaccionar.

Stage 4

Se sentía un hombre nuevo, estaba feliz. El viaje ya había terminado hacía un par de días y, desde que había vuelto, tenía una sonrisa imborrable en su cara. Cantaba todo el día, se había puesto a estudiar como se debe, vivía de buen humor, y hasta se había ofrecido a llevar a su hermana a un parque de atracciones. Su madre lo miraba con alegría, alegría que le contagiaba el castaño, Gemma no podía evitar decir que estaba pesadísimo e insoportable.

Seguía tumbado en su cama, pero ya era hora de levantarse. En dos horas tenía que juntarse con todo el grupo con el que había viajado, para organizar el trabajo que harían durante el mes. Todos habían vuelto con muchas ganas de trabajar y de poner manos a la obra y querían tener todo más que preparado.

Él también había vuelto con todas las ganas de trabajar, pero estaba demasiado cómodo en su cama como para querer moverse. Dirigió su mirada a la mesita de luz, con la intención de ver el reloj, e inmediatamente su sonrisa se ensanchó. Un recuerdo se había apoderado de su mente.


Esa foto había sido la primer (y única) foto que había ido a revelar apenas volvió del viaje, y ahora estaba reposando en su mesita de luz. Podía pasar horas y horas pensando en la castaña, sin siquiera notar el paso del tiempo, pero saber que la vería en la reunión con los demás chicos le daba las fuerzas suficientes como para levantarse de su cómoda cama y arreglarse para ir al lugar de encuentro.


Estaba feliz, extremadamente feliz y todo el mundo podía notarlo. Había pasado un largo rato pensando qué ponerse, quería estar linda, pero no quería que pareciera obvio que había estado arreglándose durante horas solo por saber que lo vería a él.

Estaba charlando animadamente con Niall y un par más cuando escuchó que la puerta del galpón ne el que se habían reunido se abría. Levantó la cabeza y sonrió. Era él. La persona en la cual había estado pensando las últimas veinticuatro horas y no podía sacar de su mente. Lo vio acercarse, después de saludar a los demás grupitos que se habían armado, y su sonrisa se ensanchó, si es que eso era posible.

Estaba extremadamente lindo, con una remera blanca que marcaba sus músculos, un jean oscuro y su tan amada guitarra en la espalda. Saludó a todos los de la ronda y se acercó con una sonrisa a ella.

-Hola princesita-Le dijo el rubio pelicorto mientras la abrazaba con alegría y depositaba un beso sobre su mejilla.

Sus piernas flaquearon y agradeció internamente que él la estuviera abrazando, porque de lo contrario hubiera caído al piso. Se sonrojó al ver cómo todos los miraban con una sonrisa, y luego volvió a posar su mirada sobre los ojos de Harry, y todo lo demás desapareció como por arte de magia.

-Hola Hazza-Contestó ella con alegría.

El rizado se posicionó al lado de la castaña, para poder hablar con el resto del grupo. Escucharon atentamente a Liam decir cómo se iban a dividir los papeles y qué tenía que hacer cada uno. Poco a poco, todos los pequeños grupos se fueron disolviendo, para poner manos a la obra.

Todos trabajaban en algo diferente. En una esquina estaban Harry, Camila y otros tres jóvenes intentando escribir una canción, en otra punta estaba ______ junto con otros cinco, repartiéndose papeles para la obra que querían preparar y más al medio, estaban todos los demás, viendo lo temas de la utilería y demás.

Un par de horas más tarde, el grupo del rizado y la morocha ya había terminado, por lo que habían decidido sentarse en el piso y charlar mientras esperaban a los demás. Estaban hablando de lo bien que lo habían pasado en el viaje y contando algunas anécdotas cuando vieron que se sumaban un par de personas a la ronda.

_______ no dudó ni medio segundo al sentarse junto a Harry, que la miraba con una sonrisa. Ninguno de los dos ponía mucha atención a la conversación que estaban teniendo los demás, sabían que habían cambiado de tema porque uno de los chicos estaba haciendo imitaciones de gente famosa, pero nada más. Estaban más pendientes de los movimientos del otro, en el encuentro de sus miradas y en acercarse cada vez un poco más.

Ya ni siquiera se gastaban en asentir cada tanto, o de reír cuando los demás reían, como para que pareciera que seguían el hilo de la conversación que estaba teniendo el resto. Ahora _____ estaba sentada sobre las piernas de Harry, mientras él besaba su cuello con suma delicadeza.


Y si todo iba a ser así, que fluyera más seguido. ______ se había dado vuelta, para decirle algo al muchacho, pero no hizo a tiempo a hablar porque Harry ya había capturado su boca con sus labios, y ahora se besaban como si el mundo se viniera abajo. Recorrían cada centímetro de la boca del otro y la descubrían.

Con la necesidad de respirar, se separaron y cayeron en la realidad. Muertos de vergüenza por dejarse llevar miraron a sus amigos. De los seis que eran, quedaban ellos dos, y otros dos hablando un poco más alejados.

-¡___!-Escuchó que la llamaba su mejor amiga para que fuera a ayudar con un par de cosas, aprovechando que se había separado del muchacho.

-Ya voy-Contestó la castaña, antes de levantarse.

-Cuando nos vayamos ¿Nos vamos juntos?-Le preguntó Harry, antes de dejarla ir con Camila, _____ asintió con una sonrisa y se fue.


Qué bien que se sentía la cercancía de _____, y el sabor de sus labios en su boca era como estar en el paraíso. Iban caminando de la mano, hablando de cualquier cosa que se les cruzara por la cabeza y, cada tanto, paraban para besarse.

-Definitivamente esto es algo que podría hacer por el resto de mi vida, lástima que necesitamos respirar para vivir, porque sino no hay nada que me separe de tu boca, tus besos son adictivos, princesa-Le confesó Harry, después de besarla con pasión.

-Suelo causar ese efecto en los chicos, cuando una es una femme fatale...-Comentó a modo de broma haciéndose la agrandada.

-Pero esos labios ahora son míos y nada más que míos ¿No?-Preguntó.

-Obvio tontito, eso ni se pregunta, te diría que siempre lo fueron, pero ya he besado a otros chicos-Harry se tensó-No seas celoso, porque mi corazón tiene tatuado tu nombre y tu apellido, dice "Propiedad de Harry Edward Styles" y mis ojos solo miran en la dirección que vos vayas, y...-Pero no pudo terminar porque, una vez más, Harry la estaba besando.

A pesar de estar a diez cuadras, tardó una hora y media en llegar a su casa. El camino hasta su habitación lo había hecho como flotando en una nube. ¡Qué bien se sentía! Nada ni nadie podía arruinar ese momento.

Se acostó en su cama con una sonris ay pensó en todo lo que había pasado con el muchacho, pero el sonido de su celular anunciándole que le acababa de llegar un mensaje la sacó de su mundo.

De: Hazza ♥
Mensaje: Si las cosas van a ser así, que fluyan más seguido. Sos lo mejor que me pasó en la vida. Te quiero muchísimo, princesa.

Definitivamente Harry era el hombre de su vida.