The game (Harry Styles y Tu)

Stage 3

Sábado. Silencio. Tranquilidad. Paz y armonía. Increíble pero real, aunque eso se debía a que el despertador de la castaña aún no había comenzado a sonar, indicando que era la hora de levantarse. Porque cuando ______ se levantara, toda la paz y el silencio del principio desaparecerían por completo. Y así ocurrió. El celular había empezado a sonar y un nudo de nervios se había apoderado del estómago de _______. Para su suerte, había preparado la ropa la noche anterior, así que solo tendría que darse una ducha, con la esperanza de que el agua chocando contra su cuerpo la calmara un poco. Su cabeza no paraba de imaginar posibles situaciones, diálogos, silencios, gestos, miradas. Se sentía como una montaña rusa de sensaciones. Estaba feliz, claro, ¿Quién no se iba a poner feliz ante la posibilidad de ver, nuevamente, a la persona que se había adueñado de su corazón? Pero también estaba muerta de miedo. Miedo de delatarse sola, de no saber qué decir, miedo de que cualquier cosa pudiera salir mal, pero por sobre todo, miedo a llevarse por delante la realidad: Él no la amaba y ella debía que aprender a vivir con eso.

Terminó de arreglarse y bajó para desayunar. Ese día su madre no se encontraba en la cocina esperándola como los demás días, ya se había ido a trabajar y no podía decirle que fuera a hacerle compañía, por lo tanto, la castaña se dispuso a desayunar sola. Sola con la compañía de sus nervios. Nervios y miedos. Antes de sentarse a degustar las tostadas con mermelada que se acababa de preparar, se acercó al equipo de música que tenían en la sala y subió el volumen al máximo, como si eso la ayudara a no escuchar sus pensamientos.

No tenía ni idea de por qué el tiempo se le estaba pasando más rápido que de costumbre. Cuando vio el reloj ya era hora de partir, y ella todavía no estaba preparada. No estaba preparada para reencontrarse con el amor, con su amor. Respiraba profundo, intentando disipar sus miedos. Se miró por última vez al espejo, había llegado el momento. "Vamos _____, vos podés" se daba ánimos a ella misma, mientras caminaba en dirección al auto. Se acomodó en el asiento y suspiró.


Estaba listo desde hacía un largo rato y ya no sabía qué hacer para pasar el tiempo. Estaba terriblemente ansioso, no veía la hora de que llegara la castaña a su casa. Ojo, no era que moría de ganas de volver a verla, de volver a ver sus sonrisas, ni mucho menos, de volver a escuchar su melodiosa voz, para nada. Simplemente tenía ganas de ir a pasar un rato con los chicos a los que iban a ayudar y quería llegar cuando antes. Aunque si tuviera que quedarse un rato hablando con _______, no le molestaría en lo absoluto.

Se dispuso a limpiar las cosas que había ensuciado en el desayuno, mientras pensaba en la sorpresa que se iba a llevar su madre al saber que había lavado los platos, pero ya no se le ocurría nada para hacer. Había probado jugar con la play station, tocar un poco la guitarra, escuchar música, dibujar, hasta se había puesto a pensar en cómo había hecho para arreglarse tan rápido y se prometía a sí mismo ni levantarse con tanta anticipación la próxima vez.

Escuchó el sonido del timbre y una inmensa felicidad se apoderó de su cuerpo. Dejó los platos a medio lavar, agarró su guitarra, que no podía faltarle, y apuró el paso hasta la puerta para no hacerla esperar más. Sí, era _________.

-Hola-Lo saludó tímida, mientras él no paraba de observarla con asombro. ¿En qué momento había cambiado tanto?

-Hola, ____-Respondió el saludo unos segundos más tarde, mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla y no entendía por qué hacía lo que hacía- ¡Qué bueno volver a verte!


Se había pasado todo el viaje hasta la casa del castaño rizado recordando la imágen que tenía de la última vez que se habían visto, y ahora estaba a punto de volver a verlo. Le parecía algo increíble. Antes de tocar el timbre se acomodó un poco el pelo y respiró profundo. Escuchó cómo se iban acercando a la puerta y su corazón comenzó a latir cada vez más rápido. Escuchó cómo se abría la puerta y sentía su corazón en la garganta. Lo vio. Estaba parado frente a ella, con una camisa celeste que le quedaba terriblemente bien, y un jean azul oscuro al cuerpo que le daba un toque formal. Vio sus ojos color esmeralda y se encontró con que eran los mismos de siempre, esos que siempre decían la verdad, y vio su sonrisa. La sonrisa que tanto había extrañado y sintió como le flaqueaban las piernas. Sentía que en cualquier momento se iba a morir, morir de amor.

En el momento en que los labios del rizado tocaron su mejilla sintió cómo descargas eléctricas se dispersaban por todo su cuerpo y creyó, por un momento, que estaba en el cielo. Y encima le había dicho "____ (Tu apodo)". Harry Styles no tenía derecho a ser tan perfecto, y mucho menos tenía derecho a jugar con sus emociones de esa manera.

-Lo mismo digo-Contestó la castaña intentando hacer que su corazón latiera a una velocidad normal, pero se le hacía imposible- ¿Vamos?- Él asintió mirándola fíjamente a los ojos, y por un segundo, ______ sintió que había una conexión especial, y su sonrisa se ensanchó. Él, al verla más sonriente todavía, la imitó.

-Estás... cambiada-Claro que él decía cambiada pensando en hermosa, y a ella se le partía el corazón pensando que era un aspecto negativo del cambio, a pesar de que en la cara del castaño hubiera un brillo especial.

-Vos seguís igual-Contestó ella, mientras en su fuero interno no paraba de enumerar las virtudes del chico que se había sentado a su lado, el mismo que la miraba con una fascinación que ella no lograba descubrir.

Ambos se quedaron en silencio, silencio que para _____ era una molestia, porque se sentía una estúpida, pero que para Harry era armonía, porque podía perderse con tranquilidad en la cara de la castaña, aunque no comprendía qué era lo que le estaba sucediendo.
Llegar a la casa de la morocha significó un gran alivio para _____, que tras todos esos minutos de silencio se había puesto tensa y no podía parar de elaborar teorías pesimistas respecto de los pensamientos negativos que seguramente Harry estaba teniendo sobre ella. Tocó la bocina y su amiga, en menos de dos minutos, ya estaba dentro del auto saludando a ambos jóvenes con alegría.

-¿Cómo están?-Preguntó mientras se acomodaba en el medio del asiento trasero.

-Genial-Respondió primero el muchacho, dejando notar una gran alegría en su respuesta, acompañada por su típica sonrisa amable.

-Bien-Contestó la castaña con una sonrisa forzada, y la morocha notó al instante que algo había ocurrido, pero ya iban a tener tiempo para hablar.

-Estuve pensando y se me ocurrió que después de todo esto nos podríamos ir a tomar un helado los tres, ¿Qué les parece? Vos amiga ya sé que sí, porque vamos todos los sábados-Agregó antes de que ____ pudiera responder algo-¿Vos Hazza? ¿Qué decís?

-Bueno, por mí sí, si no las molesto...

El resto del viaje se mantuvieron charlando, _______ se había relajado un poco y cada tanto comentaba y hacía chistes, hasta que por fin llegaron al lugar donde estaban todos los nenes. Una mujer salió a recibirlos y los invitó a pasar. Apenas entraron, una sonrisa se dibujó en el rostro de los tres, los llenaba de alegría el poder estar ahí, ayudando.

Todos los que se habían ofrecido para ayudar se encontraban en una esquina, organizándose para dividirse en grupos. Los tres jóvenes recién llegados se acercaron para poder escuchar lo que debían hacer. Primero, los ayudarían con las cosas de la escuela, después iban a merendar todos juntos y por último, hasta la hora de irse, se iban a quedar jugando. Dadas las indicaciones, se separaron para hacer cada uno lo que le tocaba. ________ había quedado junto con Harry y Camila se había tenido que ir con otro grupo de personas.

La castaña no podía parar de observar a Harry, quien había resultado ser todo un imán para los niños y no paraba de sonreír cada vez que alguno se le acercaba para preguntarle algo. Lo que ella no sabía era que, cuando ella se ocupaba de ayudar a los nenes, él no apartaba su vista de ella.

Se había sorprendido con la actitud de la castaña ante los pequeños, la veía increíblemente feliz, con un brillo especial en su mirada, la veía disfrutar todo lo que hacía y eso le encantaba.

La voz de la mujer que coordinaba todo anunciando que era la hora de la merienda hizo que todos los chicos salieran corriendo al comedor del lugar, y un poco más atrás, caminando tranquilamente, los jóvenes que habían ido a ayudar.

Finalmente, la hora de jugar había terminado y los tres jóvenes estaban a punto de irse, cuando uno de los nenes, de unos seis años se acercó a la castaña y depositó un beso en su mejilla.

-Chau ____-Le dijo abrazándola-Vos dejá de mirarla porque me gusta a mí-Le advirtió al rizado, que soltó una carcajada, y _____ se moría de vergüenza.

Subieron al auto y se dirigieron a la heladería, tal como habían decidido antes. Después de estar unos minutos para poder estacionar, bajaron y se acercaron a la caja para poder pedir los sabores.

-Yo quiero de vainilla-Dijo Camila-¿Ustedes?

-Chocolate y crema americana-Respondieron al mismo tiempo _____ y Harry.

-Transmisión de pensamientos-Agregó la morocha sonriendo, mientras esperaban a que les dieran sus helados.

-¿Nos sentamos allá?-Propuso la castaña, apuntando a una mesa al fondo del lugar, los otros dos asintieron.

-Ay chicos, ¿Qué opinan? Se viene mi cumpleaños y estaba pensando en hacer una fiesta en casa...-Dijo la morocha-¿O dicen que es mejor ir a una disco o algo de eso?

-No sé, yo prefiero casa, porque en comparación con la disco es más tranquilo, pero no sé...-Opinó el rizado.

-Sí, yo también prefiero casa, además siempre vamos a bailar a las discos y hace mucho nadie hace una fiesta.

-Bueno, decidido entonces, fiesta en casa-Dijo con una sonrisa, iba a empezar a hablar de vuelta pero su celular la interrumpió.-Es mi mamá, dice que está a media cuadra y que me pasa a buscar urgentemente para ir a no sé dónde-Comentó una vez que terminó de leer el mensaje-¿No se enojan si me voy?

-No Cami, andá tranquila-Contestó el muchacho.

-___, ¿Podés llevar a Hazza a su casa?

-Sí, no hay drama.

-¡Chau chicos! ¡Los adoro!-Gritó mientras se subía al auto de la madre, dejando a los dos jóvenes solos, sentados en la mesa de la heladería.

-No te preocupes ____, me voy caminando yo-Le avisó a la castaña.

-No seas tonto, yo te llevo, además si te llega a pasar algo me voy a sentir culpable.

Terminaron de tomar el helado y se subieron al auto de la castaña. Esta vez, ____ estaba muchísimo más relajada y no había habido ningún momento de silencio desde el momento en que su mejor amiga los había dejado solos, y eso la ponía feliz. No solo porque estuvieran juntos, sino porque además, él siempre buscaba sacarle charla, y por un momento se animó a pensar que quizás no era todo como ella pensaba, y quizás él sí la quería ver, y sí estaba feliz de haberse reencontrado, aunque sea un poquito.

-Llegamos...-Dijo Harry un poco decepcionado, una vez que se encontraban en la puerta de su casa, como si quisiera alargar ese momento.

-Sí, llegamos...-Respondió ______ sin saber muy bien qué decir, porque lo único que quería hacer era gritar de alegría.

El castaño rizado se acercó y depositó un beso en la mejilla de la castaña, que agradeció no estar parada porque sabía que sus piernas habrían flaqueado.

-Nos vemos pronto ¿no?-Preguntó él con una sonrisa.

-Sí, seguro...-Contestó ella, también sonriendo, y vio cómo el amor de su vida se bajaba del auto y la saludaba desde la puerta.

Sin lugar a dudas, había sido el mejor sábado en años. Tanto como para ella como para él.

New reader \o/. Me ha encantado, síguela pronto<3.
Lots of love xx.

SORRY SORRY por no comentar antes es que me cortaron el internet y viví 5 días si el fue una TORTURA pero bueno ya estoy de vuelta, me encantaron los caps mi parte favorita fue cuando El Niño se le aserca a. ___ y le da un beso awwww esa parte me encanto SÍGUELA pronto c:

AME el CAP, por que se fue?? que sucedió?? Aaa!! Pobre Harry, pero me encanto cuando la defendió y dijo que era su novia aawww ame esa parte SÍGUELA pronto c: