Hidden Feelings (Larry Stylinson)

Chicas, antes de subir el capitulo, tengo dos cosas por decirle. La primera, perdon por haber tardado tanto. La segunda es que tengo el capitulo, más dos capitulos especiales de San Valentín, uno de Ziam y otro de Larry. Son extras, así que no van por numero, pero si van a afectar la novela. Gracias por esperar tanto xx

Capitulo Ocho

Harry miró la puerta por la cual su enamorado había salido. Comenzó a preguntarse si tal vez él era el problema máximo de todo, o si por otro lado, Louis solo no quería aceptarse. Podían ser ambas razones. Era tal y como Liam lo había dicho, “el amor vale mucho más que los millones”, la fama podía irse a la mierda. Pero… ¿qué de One Direction? ¿Realmente sería tan egoísta como para decepcionar a casi un mundo entero? ¿a sus fans? Harry sabía que no podría, ellas eran su todo, la razón por la cual la banda era lo que ahora era. No, no podría.

El amor puede esperar si es verdadero, y con el tiempo, ir regándolo, para que este no se marchite. Harry se pregunto por qué de las millones y millones de mujeres en el mundo, él justamente, se había enamorado de un hombre. Y sabía la respuesta. No era un hombre cualquiera, era Louis, el que mantenía a su corazón latiendo, la única persona que podía hacerlo feliz, o romperle el alma en mil pedazos. Pero sabía que el chico de ojos azul no le haría ningún mal, no intencionalmente de todas maneras.

Harry se deslizo a la cocina, tomo un vaso, y sacó el agua de la nevera. Luego de tomar unos tragos, su mente volvió a maquinar. Todos sus pensamientos eran negativos. Se frotó la sien, y refreno las ganas inmensas de llorar que tenía. ¿Qué tenía para vivir? ¿Había razones por la cual seguir luchando? Cayó al suelo, las lágrimas derramándose de sus ojos sin control. Toda su vista era nublada, y sintió la falta de aire.

- Dios…si estás ahí – las palabras comenzaron a irrumpir en la boca del rizado, y salieron escupidas – Por favor, dame la fuerza para seguir, porque creo que no puedo continuar con tanto dolor en mi pecho – buscando un sentido a su vida, Harry miraba hacia el cielo, o más bien, el techo de su casa. Las lágrimas opacaban su visión, y hasta cierto punto podía articular algo

¿Vivir creyendo en un buen mañana, o morir sabiamente sabiendo que nada mejorará? Sin dudas, Harry no le encontraba respuestas a ni una sola de sus preguntas. El sufrimiento acabaría, pero luego otro vendría, ¿Por qué se llama “vida” si no se puede disfrutarla sin preocuparte de terminar herido? Había muchísimas cosas por las cuales Harry no deseaba morir, y la principal era Louis. Una de las cosas por las cuales si quería morir, era principalmente por Louis. Ambas lo mantenían en la cuerda floja de la vida y la muerte.


- Eres un idiota – Louis suspiro al escuchar el grito de Eleanor. Él había llegado a su departamento, y aunque ella estuvo un tanto extrañada, lo invitó a pasar. Ahora mismo, la muchacha se había levantado del asiento en el que se había encontrado sentada minutos antes, y le gritaba a Louis con todos sus pulmones – No, no, no eres idiota, eres un ¡IMBECIL! ¿Cómo pudiste dejarlo solo? Él estaba llorando, y tu lo dejaste, después de haberle dicho exactamente lo que sentías…Si hubiera sido Harry te habría colgado de las pelotas

Louis sabía que no debía reír, pero no pudo evitarlo. La cara de Eleanor tomo un color rojo furioso, y una cachetada cayó en el rostro del chico. Ambos se asombraron. Con una mano en su boca, la muchacha se echo hacia atrás, asustada de haber sido tan agresiva. Anonadado, y con una pizca de picazón por el golpe en su mejilla, Louis suspiro. Él no la culpaba, realmente ella había hecho exactamente lo que él quería hacer. También sabía que era un idiota, y todas las palabras que se pudieran aplicar a su situación.

- Cobarde – Louis susurró, casi tan suave que el aire pareció llevárselo. Eleanor lo había escuchado ya que había abierto sus ojos ampliamente, y luego había bajado su mano, mientras que asentía con su cabeza, reconociendo el hecho de que la palabra que Louis había usado era perfecta para definirlo.

- Exacto…eso eres – Eleanor no gritó esta vez, pero la furia aun se mantenía intacta en su voz - ¿Crees que es bonito fingir ser tu novia? Ni siquiera soporto a ninguno de tus amigos, y con mucho esfuerzo y dedicación, te soporto a ti

- Lo que te motiva es el dinero, siempre lo fue – gruñó Louis, levantándose tranquilamente de su silla. La muchacha pareció asustarse, ¿Acaso pensaba que él le pegaría? Estaba demente si así lo creyera. Dos cosas eran fundamentales en la vida de Louis. La primera era siempre tratar de ser buena persona, la segunda, nunca pegarle a una mujer, sin importa cual fuera la circunstancia

- Lo es, realmente tienes razón en eso – canturreó ella, enderezándose y mostrando su valentía. Diablos, Louis estaba celoso de no poder ser como ella, valiente, audaz – De alguna manera, que tu digas la verdad, no me convendrá, pero por otro, no tendré que verte nunca más la cara, o al menos no personalmente…suena bien para mi

- ¿Qué te hice para que no quieras verme? O los chicos, ¿Te hicieron algo? – Louis no había sonado protector, solamente curioso, y levemente enfadado por la forma cruda con la cual Eleanor soltaba cada una de sus hirientes palabras

- Qué NO me hicieron – ella remarco el “no” con un grito – Bueno, tus estúpidos amigos no me hicieron nada, ellos ni siquiera son competentes, pero Management me controla como una muñeca, y tú con tus manías de querer lucir como la pareja perfecta, cuando por dentro te mueres porque Harry esté en mi lugar

- Sabías en lo que te metías cuando pusiste tu puta firma sobre el contrato que dice estrictamente que fingirás ser mi feliz y amada novia por tiempo indeterminado – la poca paciencia que quedaba en él, lentamente se iba agotando. Tomó una fuerte bocanada de aire y trato de calmarse – Si recuerdo bien yo no apunte a tu cabeza con un arma para que aceptaras este trato, lo hiciste porque creíste ser lo suficiente eficaz como para soportar lo que se vendría, pero... – Louis miró hacía ella con tanto rencor, que no sabía cómo entraba en su cuerpo – no lo eras, no lo eres, y nunca lo serás

- Vete de mi casa, ahora, antes de…

- No hace falta – él se encamino con agilizados pasos hacía la puerta. Al llegar la abrió, pero no ser marcho. En cambio, se giro en dirección a la muchacha que lo miraba expectante – Y para que sepas, esta no es tu casa, yo la estuve pagando para que estuvieras cómoda, una lastima…Uh casi lo olvido, empaca tus cosas, ya no eres más mi novia

- Chistoso, ¿Qué harás? ¿Decirle al mundo que te gusta que te la pong…

- Una mujer diciendo groserías es lo más repugnante que he vivido para contar – ser sutil, e inteligente, siempre te hace un ganador, y Louis lo sabía mejor que nadie – Conseguiré otra…y esta vez una buena

Con el lujo de una batalla ganada, Louis salió. Él escucho los gritos furiosos detrás de él, claramente de Eleanor, pero los ignoro a todos. Caminando por las calles oscuras de Londres, Louis sonreía, recordando lo bien que se había sentido al decir exactamente lo que quería. Pero luego la realidad golpeo su cabeza como si hubiera sido un bate de hierro. Tenía que conseguir a alguien más para encubrir su sexualidad, tendría que…hablar con Timothy de lo sucedido. Louis tembló del miedo al recordar al anciano. ¿Quién diablos me mando a meterme en este tipo de mierda? Se pregunto Louis, como siempre no recibiendo una respuesta, pero tampoco esperándola.


Miércoles 13 de febrero, 2013. 13:21 hs (Casa de Harry y Louis)

Alguien golpeó la puerta, y Harry se despertó. ¿Por qué no me dejan descansar en mi día de descanso? Se preguntó él, mientras se escurría fuera de la cama, y se colocaba sus pantalones. Al ver la hora en su mesa de luz, su piel se erizo. Había dormido más de lo habitual, pero el dolor de cabeza de la noche anterior no lo había dejado dormir, y apenas pudo conciliar el sueño a eso de las 4 de la mañana.

Caminó por el largo pasillo que llevaba hasta la puerta principal, y antes de llegar, le dio un vistazo al cuarto de Louis. Ahí estaba su amigo, acostado flácidamente, su cabeza recostada sobre su propio brazos. Harry ahogo un gemido de gusto. ¿Por qué Louis tenía que ser tan sensual, hermoso…perfecto? Realmente el amor causaba que una persona perdiera la cabeza completamente.

Retomando su caminó, se dirigió de nuevo hacia la puerta, y ya delante de esta la abrió. Niall estaba allí, todo sonriente y completamente mojado. Refregó sus ojos, y vio que la lluvia caía sobre su amigo, y este en vez de querer entrar rápidamente, se quedaba allí parado, con una sonrisa de oreja a oreja.

- Pasa antes de que te de un resfrió y termines en el hospital – se quejó Harry, mientras tomaba el brazo del rubio, y lo metía a la casa. Corrió al baño, y al volver, le entrego una toalla a su amigo

- Siempre tan exagerado – Niall rió, mientras aceptaba la toalla, y comenzaba a secarse – Gracias

- De nada – Harry sonrió – Y…sabes que eres mi hermano, y siempre puedes venir pero…

- Oh dios, vine en mal momento verdad? Por favor, si Louis te está esperando en la cama desnudo, no me digas, no me digas…Aunque odio quedarme con la duda, así que…

- Niall, para – Harry carcajeó al escuchar a el rubio. Ojala Louis lo estuviera. Había pensando él, pero se tragó cada uno de sus pensamientos – Quería saber que hacías aquí, la mayor parte del tiempo nosotros vamos a tu casa, por eso tu llegada me dejó un tanto despistado, ¿ocurrió algo?

- Estoy…un tanto preocupado – la boca de Niall se había torcido en una mueca, y cerró sus ojos fuertemente, como si quisiera olvidar o dejar pasar algo – Liam y Zayn ni siquiera se hablan, ayer estaba tomando unos refrescos con Liam, y Zayn paso de casualidad. Él me miró a mí, me saludo, pero a Liam…nada

- Oh – Harry no había sabido de sus dos mejores amigos desde aquella noche donde Zayn se había ido solo, y Liam había confesado su homosexualidad. ¿Qué clase de amigo eres, Styles? Harry se preguntó. Uno muy terrible, seguramente – Deben tener problemas, ya sabes, nosotros también nos pelearemos alguna vez – él no quería mentirle al rubio, pero tampoco quería meterse más en la vida de sus otros dos mejores amigos

- Porque no viste la tensión que había entre ellos, casi me electrocutan cuando sus miradas se conectaron por un segundo – Harry había reído, pero Niall no había hecho ni una sola mueca, en cambio, parecía estar hablando muchísimo más en serio de lo que nunca lo había hecho – Si sabes algo, deberías decírmelo

- No sé realmente más de lo que tú sabes… ¿Quieres algo de comer? – Harry cambió el tema rápidamente. No era estúpido, y supo que Niall se había dado cuenta, pero ya que el rubio había asentido, dejándolo pasar, él también lo había hecho

Luego de unos minutos, Harry y Niall se encontraban comiendo unos snacks con unas cervezas en la cocina. Hablando del tour, de entrevistas pasadas, buenos tiempos. Todo había pasado tan rápido…un día eran los chicos rechazados, y al otro se encontraban en la cima del mundo. ¿Afortunados? Eso era lo de menos, si existiera una palabra para denominar a lo que ellos les había sucedido, la habrían usado.

Harry sonrió cuando Niall comenzó a contarle la vez que habían ido a comprar unos cafés, y estuvieron 2 horas haciendo cola para esperar. Luego de salir del local, Harry había chocado con una chica, y su café se había derramado sobre ella. No fue para nada gracioso en ese momento, ya que el café hirviendo quemó a la muchacha, y Harry y Niall habían terminado dos horas más en el hospital, para saber cómo había quedado la quemadura. Por suerte no le había pasado nada malo.

- En ese momento estaba aterrado, ella había gritado tan fuerte – Harry hizo una mueca al recordar la cara de horror de la muchacha – Pensé que la estaba matando

- Y yo que pienso que tú eres exagerado

- No seas idiota, ¿Qué harías si alguien te tirara café hirviendo en el pecho?

- Si fueras tú, te mataría – Niall respondió, y ambos estallaron en carcajadas

- Buenos días – la voz de Louis se filtro en el aire. Harry se derritió al escuchar la hermosa melodía proveniente del chico de ojos azules

- Buenas noches, son las 2 de la tarde, no sabía que eras un oso y que estabas invernando – Niall bromeó al chico mayor, mientras tomaba un sorbo de su bebida

- Oh Niall, eres tú! No te había visto, cuando desperté escuché una voz tan femenina que pensé que Harry estaba almorzando con una chica – dijo Louis, mientras habría la heladera y sacaba agua de esta

- Ja-ja muy gracioso – se quejó Niall, pero aun así no pudo mantenerse serio, y estalló en carcajadas junto con los otros dos chicos

- De todas maneras, si Louis fuera un oso en invernación no se despertaría, me refiero a que los osos invernan y no despiertan cuando quieren, lo hacen cuando finaliza el invierno – la voz de Harry apago toda risa

- ¿Por qué tienes que arruinar los chistes? – Louis bufó, y se sentó junto a los chicos, mientras tomaba un poco de su agua – Y… - su teléfono sonó desde la otra habitación – Ahora vuelvo

Louis corrió hacia su habitación. Tomó el teléfono. La pantalla decía “desconocido”, y se debatió unos segundos entre atender o no. Atendió.

- Hola?

- Estas buscando de que te saque de la banda o intentando que One Direction desaparezca? Por favor dímelo porque no entiendo que mierda crees que haces – la voz de Timothy tronó del otro lado, y Louis se preguntó porque había contestado. Miedo, eso era exactamente lo que él estaba sintiendo ahora

- Nada de eso, ¿Por qué lo preguntas?

- No vengas con el papel de inocente, dejaste a Eleanor, ¿en qué pensabas? – Louis iba a contestar, pero el hombre no lo dejo, y siguió hablando – No me digas, no pensabas. Ahora tendré que buscar otra que cubra el lugar de esta pequeña estúpida, luego esperar a que se calme el tema de tu separación, y luego finalmente poder comenzar a mostrarte con la nueva

- No – Louis tembló ante su retumbante “no”. ¿Lo había hecho? ¿Le había negado algo a Timothy? Su piel se había erizado, y estaba sintiendo arder su cuerpo

- ¿No? Bien, realmente no me importa – el hombre chasqueó su lengua – Mi banda, mis reglas. Deja de cagarla, porque juro que hare que Louis Tomlinson desaparezca de la faz de la tierra, y te prometo que nadie te recordara

Capitulo Especial (San Valentín)

Zayn's POV

Jueves 14 de Febrero, 2013. 10:04 A.M (Casa de Zayn)

¿Por qué dentro de tanta felicidad siempre hay algo malo? ¿Por qué simplemente no puedes vivir felizmente sin ninguna interrupción? No todo es tan terrible, pero cuando lo miras con otros ojos, con los negativos, esas preguntas son las que mas frecuentan en tu mente. No se puede vivir diciendo que nada está bien, pero tampoco diciendo que todo está mal, ¿Siempre hay que estar en el medio? Maldita sea, todo es complicado.

Zayn maldijo mientras se sentaba en el sillón, frente a su gran televisor. Se odiaba. No solo por ser tan cobarde, sino por ser tan idiota como para no haber vuelto a hablar con ninguno de los chichos. Exceptuando a Niall. Lo difícil no era pedir disculpas, no saber porque te estás disculpando lo es. ¿Qué se supone que él tendría que decir? No había hecho nada, y sí, tal vez se había enojado con Harry el último día que lo había visto, pero se había disculpado, para luego ser echado por Louis y Liam. ¿Cómo se suponía que tenía que sentirse acerca de ser así de rechazado?

Todo, definitivamente todo es una mierda. Pensó Zayn, mientras mordía su labio inferior, ahogando las fuertes ganas de llorar que había sentido repentinamente. Siempre hay alguien peor que tu, según dicen, pero Zayn comenzaba a dudar que alguien se sintiera peor de lo que él se sentía, pero si había alguien…dios la bendijera. Zayn pensó que si sus mejores amigos realmente lo eran, ¿Por qué no habían llamado en días? ¿Se habían muerto o algo por el estilo? Él negó fuertemente con la cabeza, si sus hermanos estuvieran muertos no solo lo sabría, sino que él también lo estaría.

Solo, Zayn se sentía solo. Ni un mensaje, ni una llamada, solo hablaba con su madre, que gracias al cielo todavía lo amaba incondicionalmente. Tal vez no todo es tan malo. Pensó él, y lo creyó. Porque realmente todos se hacen tantos problemas cuando en verdad solo tienen que disfrutar. Sí, hay personas que te odian, pero hay otras que te aman, y el amor es mucho más fuerte que el odio. Es difícil mantenerse soportando las piedras que la vida te arroja, y con las cuales caes al suelo, ¿Lo hermoso de todo? Levantarse y tener a alguien allí apoyándote y consolándote. Después de todo, dios cierra una puerta y abre una ventana.

Su teléfono sonó. Frunció el ceño, ¿Quién sería? Había hablado con su madre hacia allá de una hora ya, y no creía que fuera ella. Se levantó, y buscó el aparato que sonaba. Lo encontró en el piso, al lado de la puerta de entrada. Miro el número y luego el nombre. Su alma se inundo de degustación, su paladar saboreó el gusto de la alegría. Sintió como poco a poco su corazón taladraba su pecho, latiendo, reviviendo de su reciente caída. Sin un segundo más, atendió.

- Zayn habla – contestó, y escuchó la hermosa risa del otro lado del teléfono. La emoción lo hizo llorar por dentro

- ¿Zayn habla? ¿De verdad? Pensé que estaba llamando a otro persona – se burló Liam, su voz sonando tan chistosa, masculina y grave, que Zayn no pudo enojarse. No con él. Nunca

- Liam – trató de sonar rudo, pero algo apretaba su pecho, haciendo que su respiración fallara, y que su cuerpo gritara lo feliz que se estaba sintiendo

- Liam, Zayn, ¿estás bien? Se tu nombre, y se mi nombre, hermano – rió el chico - ¿Cómo estás?

- ¿Para qué llamas? – Zayn no quería sonar rudo, en cambio quería decirle “Hey, te amo tanto, ¿quieres venir ahora? Realmente necesito besarte hasta que caigamos muertos por falta de respiración” Sería una experiencia aterradoramente encantadora. Pero él tenía que ponerse serio, ¿Por qué lo estaba llamando de todos modos? Habían pasado 21 días desde que Zayn no había recibido ni un solo mensaje de Liam, o de alguno de los demás chicos, y eso lo hacía sentir desgraciadamente solitario. Más de lo que usualmente se sentía

- Tranquilo chico malo, te extrañaba

Oh dios mío, ayúdame, por favor. Zayn rezó por dentro Apretó su puño, aguantando las ganas de decirle que también lo hacía, que no solo lo extrañaba, sino que también lo deseaba a su lado, en ese mismo instante. Él lo amaba, tanto que no podía respirar, de una manera que dolía, deliciosamente dolorosa. ¿Lo valía? Malditamente lo hacía. Nada se sentía mejor para Zayn que escuchar la voz del amor de su vida, de saber que podía ir a verlo, que podía hablar con él, de tenerlo. Podía estar enojado con Liam, pero eso no duraba ni la mitad que un pestañeo. ¿Por qué él estaba tan enamorado de su mejor amigo? ¿Por qué no le había dicho que lo amaba ya? Ya lo sabes. Se contestó Zayn. Y sí, él lo hacía. Tenía miedo de que Liam no sintiera lo mismo, de que no quisiera volver a verlo, o que dejara de actuar tan amistoso a su lado. Miedo de perderlo. Zayn prefería cortarse ambos brazos antes de vivir una vida sin la persona que mas anhelaba y amaba en la tierra.

- Hola? Zayn, ¿estás ahí? – la voz de Liam interrumpió los pensamientos de Zayn. Volviendo a la realidad él se sonrojo por haberse vuelto a perder en su mente, tal y como siempre lo hacía

- Si si – se apresuro a responder, trató de sonar calmado y relajado. Ni una pizca de esas dos había sonado en su voz. En cambio había sonado todo lo contrario – Estaba leyendo…una revista – él se maldijo por los adentros por haber haberle mentido al amor de su vida, y por haberlo hecho tan pesimamente

- Oh, no creí que era tan aburrido – la voz de Liam había sonado dolida, ¿O Zayn lo había imaginado? Él lo dejo pasar, y pensó que seguramente era su mente jugando con él – Y…¿Cómo te encuentras?

- Genial, gracias por preguntar – otra mentira – Acabo de hablar con Perrie, estuvimos planeando una salida para hoy, ya sabes, San Valentín

- Si, lo sé – un suspiro sonó del otro lado. Zayn sintió su corazón dar un vuelco. ¿Qué clase de suspiro había sido ese? – Yo estoy bien, si querías saber, digo…

- Lo lamento, fui desconsiderado, me alegro que estés bien

- Zayn, ¿realmente estas bien? – la voz de Liam había sonado demasiado preocupada esta vez

- Si, seguro – No, realmente estoy muriendo por ti. Zayn había estado a punto de decir eso, pero mordió su lengua fuertemente, haciéndola sangrar. Gruñó suavemente al sentir el gusto a hierro – ¿A qué debo tu llamada?

- Suenas como todo un señor ingles – rió Liam, y Zayn no pudo contenerse más, y también rio – Ahí está esa hermosa risa – las palabras hicieron que todo el cuerpo de Zayn se congelara. ¿Había realmente dicho lo que él creía haber escuchado o estaba durmiendo? – Mmm…llamaba para decirte que me gustaría verte

- ¿Hoy? – había sonado ilusionado, e intrigado

- Si

- Es el día de los enamorados – Zayn susurró temiendo usar la palabra con “A”. No era que no quería decírsela a su amigo, lo que temía era no poder dejar de decírsela

- ¿Y? Hace días que no sé de ti, quiero verte – otro maldito suspiro – Hoy al mediodía salgo con Dani, pero si no estás ocupado a la noche, podría pasar por tu casa y comer algo

- De acuerdo

- ¿Seguro? Me refiero a que tal vez tengas que estar con Perrie

- Oh, sí - Zayn se maldijo por haber sido tan espontaneo. Había dejado a sus sentimientos mandar, y ahí estaba. Buscando una escusa – También comeré con mi novia al mediodía, a la noche estaré libre – novia. Había sonado tan fría la manera en la cual él había dicho esa palabra, tan vacía como se sentía al usarla. No culpaba a Perrie ni nada por el estilo. Ella era increíble, solo que no era Liam

- Bien, nos vemos

- Nos vemos – ambos cortaron.


- Diablos, deja de temblar!

Zayn se miró al espejo. Se había pasado unos cuantos minutos ahí diciéndose a si mismo que dejara de temblar, y que fuera serio. No lo estaba logrando para nada. El tema era que Liam podía llegar en cualquier momento, y el alma de él estaba disfrutando de la libertad de sentirse satisfecha al saber que iba a tener a su amor cerca. Todos sus nervios estaban activos, Zayn podía sentirlos, todos locos y expectantes. ¿Alguien podía hacer sentir tan delirantemente enamorado a otra persona? Si, realmente podía.

El día había transcurrido como una vuelta a la secundaria luego de unas vacaciones. Exacto, una mierda. Zayn había tenido que almorzar con Perrie, y habría sido mejor si no fuera por los millones de paparazis que habían estado presentes, todos tomando fotos, exactamente como cuando el día que él la había llevado al Zoo. Los fans estaban locos por ellos, ¿No podían ver que él no la amaba? Zayn se merecía un Oscar por ser tan buen actor. Claro que había días en los cuales tener que ocultar el amor que sentía por Liam se hacía más difícil, y peor cuando tenía que fingir amar a Perrie. Pero con la práctica se llega a la perfección, o al menos eso él esperaba.

Había pasado 21 días extrañando el toque de Liam, su voz. Pero lo que más extrañaba era esa placentera sensación que sentía dentro de su cuerpo cada vez que sus ojos se inundaban dentro de los ojos de su amigo. Y hoy finalmente, luego de esos días dolorosos y sin sentido, lo volvería a ver, la vida de Zayn cobraría nuevamente sentido. Todo volvía a la normalidad.

El timbre sonó, y su corazón pareció explotar. Sus manos estaban mojadas con sudor, y él las podía sentir temblando. Con más ansias que valentía, se dirigió fuera de su cuarto, y se encamino hacía la puerta principal. Del otro lado estaría Liam, seguramente hermosamente arreglado, y tan perfecto como siempre. Zayn sonrió por no poder recordar un solo día en el cual Liam se había visto mal. Él llegó. Ahí estaba él, parado justo frente a la puerta que separaba la realidad de la fantasía, el temor de la valentía, el amor de su vida de él. Abrió. Su sonrisa se borró.

Liam estaba desaliñado. Tenía puesto un traje negro, casualmente el que todos los hombres usaban. La camisa blanca se salía de su pantalón, su chaleco estaba abierto, y tenía los ojos brillantes. Zayn conocía esa maldita mirada, conocía ese color de ojos. Liam estaba ebrio.

- Liam, pedazo de hijo de puta, ¿Dónde estuviste? – gruñó Zayn, sonando realmente frío. No había querido sonar así, en realidad él estaba preocupado hasta la médula.

Tomó del brazo a su amigo, y lo adentro a la casa. Zayn tuvo que abrazarlo por la cintura, ya que ni siquiera podía mantenerse en línea. ¿Cuánto había tomado? Él se preocupo por Liam. El problema no era que estuviera ebrio, el problema es que había estado solo. Siempre que Liam se emborrachaba, que era…casi nunca, estaba acompañado por alguien. Además del hecho de que nunca tomaba de más, y cuando lo hacía, se embriagaba demasiado rápido.

Lo llevó hasta su cama, y Zayn trató de borrar cada pervertido pensamiento que recorrió su mente al ver a su mejor amigo acostado sobre las suaves y blancas mantas. Un gemido se escapo de los labios de Liam, y él tuvo que mirar hacia otro lado, no pudo aguantar más. ¿Qué iba a hacer? Zayn no podía quedarse ahí, no era como si lo fuera a violar, pero tampoco quería arriesgarse. Liam tenía los ojos cerrados, y su respiración era lenta y coordinada. Zayn supuso que se había dormido. Suspirando, él comenzó a alejarse.

- No – la ronca voz de Liam retumbó en los oídos de Zayn, dejándolo desorientando ante tal erótico sonido. Se volteó y sus miradas se conectaron. Ambos se quedaron helados, aturdidos por el repentino encuentro de sentimientos – Vine a verte, así lo arreglamos

- Lamento informarte que cuando hablamos por teléfono y arreglamos encontrarnos en mi casa olvidaste decir que ibas a llegar ebrio – Liam rió, y Zayn se sintió completamente a gusto. Caminó de vuelta a la cama, y sentándose sobre esta no pudo evitar tener que acariciar la mejilla de Liam. El castaño cerró sus ojos

- Diablos, como te extrañé – el gemido de Liam había sido un susurro inentendible, pero no para Zayn. Él había escuchado cada palabra a la perfección, y juró que su corazón había muerto, seguramente estaría ardiendo en el mismo infierno ahora mismo. ¿Realmente Liam lo había extrañado?

- Tienes barba, ¿no te afeitaste esta mañana? – Zayn preguntó, y aunque sabía que no lo había hecho, encontró esa pregunta la mejor manera de cambiar de tema. No había dejado de acariciar la mejilla de su mejor amigo. No era como si pudiera o quisiera tampoco

- No estaba de humor – murmuró débilmente el castaño, mientras abría sus ojos. Sus miradas hicieron contacto nuevamente, volviendo a calentar el ambiente con llama que incendiaba el amor dentro de sus cuerpos

- ¿Cómo estuvo tu cita con Danielle? – otra vez el frío. Zayn alejo su mano, y pudo escuchar un sonido de queja por parte de su mejor amigo. Él mordió su labio, conteniendo el deseo de volver a tocar a Liam

- Como todas las demás, ¿Y la tuya con Perrie? – él castaño cerró sus ojos. ¿Le dolía esta conversación o simplemente era cansancio lo que hacía que sus ojos se cerraran? Zayn deseo poder saberlo

- Acogedora

- Esa no es una buena palabra para describir una cita – rió Liam, volviendo a abrir sus ojos. Esta vez, él no lo miro

- No puedo decir otra cosa más que esa

- ¿Estas enojado conmigo? – el dolor que había escuchado en la voz de Liam rompió el alma de Zayn, haciéndolo querer pegarse a sí mismo por ser el culpable de ese dolor

- Claro que no – su maldita e inquietante mano volvió a caer sobre la mejilla de Liam, y este abrió sus ojos al sentir el contacto. El castaño lo miro sorprendido - ¿Qué? Nunca me enojaría contigo

- No es eso, es que pensé que...

- ¿Qué pensaste? – sacó nuevamente su mano

- Pensé…- Liam mordió su labio inferior, y Zayn tuvo que retener mentalmente su cuerpo con cuerdas para no ser él quien mordiera el labio del castaño – Pensé que estabas enojado por lo que paso en la casa de Louis y Harry, cuando te deje ir solo y…

- Oh, eso no es tu culpa – interrumpió Zayn mientras sonreía, sintiéndose completamente aliviado – Fui un tonto ese día, me enojé por una broma tonta, no era para tanto, pero bueno, sabes cómo soy, siempre haciendo de un problema pequeño una catástrofe

- Harry insinuó que eras homosexual y enloqueciste como si hubieran insultado a tu madre – Liam pareció no querer dejar el tema detrás, y Zayn maldijo el capricho del castaño - ¿Por qué te molesto tanto?

- Ya te dije, fui un tonto – en parte era la mitad de la verdad

- Zayn yo nunca te había visto tan así – tener los ojos de Liam clavado sobre los suyos, hizo a Zayn ponerse aun más nervioso de lo que se encontraba. Maldita sea, él quería estar ebrio ahora mismo

- Estoy tratando de dejar este maldito tema atrás pero sigues empecinado en él, si tienes algo, pregunta, vamos, estas ebrio, ¿no se supone que se es más valiente cuando lo estás? – Zayn sonó tan fastidiado como curioso. Él suponía a donde quería llegar su mejor amigo, pero si lo que suponía era real, entonces quería ir a tirarse por un acantilado y no tener que responder ninguna pregunta

- Soy tímido – Zayn le dio una mala mirada, y Liam rió – Bien, no soy tan tímido, pero si contigo, siempre me pones…nervioso

- Mmm…- él no quiso escavar más. Estaba aterrado – Creo que tienes que dormir, y yo también me encuentro realmente cansado. Dormiré en el sofá y…

- Duerme aquí – Liam se sentó de golpe en la cama, y su mano cayó sobre la rodilla de Zayn – Te necesito… quiero decir que tengo miedo de dormir solo – Zayn levanto una ceja, interrogativo, y Liam hizo una mueca – ¿Por favor?

- De acuerdo

Ninguno de ellos estaba seguro de lo que estaba haciendo. Zayn se maldijo por no tener control sobre sí mismo, ¿En que estaba pensando? Liam estaba ebrio, claramente todo lo que dijera sería algo tonto o sin sentido. Él se sentía como si estuviera aprovechándose de su mejor amigo de alguna manera. Era demasiado tarde para arrepentimientos. Zayn saco su remera y pantalón, sin timidez alguna, quedando semi-desnudo, y pudo escuchar como Liam tomaba una gran bocanada de aire. ¿Él se había perdido de algo? Zayn ayudo a Liam a levantarse, y cuando se aseguro que estuviera bien parado, comenzó a desnudarlo.

- Mierda, Zayn, puedo hacerlo solo – se quejó Liam, mientras Zayn ya se encontraba sacando su camisa. Ayudando, el castaño levanto sus brazos – No soy invalido

- Los ebrios, de cierta forma lo son – Zayn respondió en un tono divertido – Vamos, deja de quejarte

- Tus manos me ponen…

- ¿Qué? – Zayn alejó las manos del cinturón del pantalón de Liam, y miro a su mejor amigo

- Me ponen nervioso, ¿Qué estas pensando, Zayn? Eres un asqueroso, siempre pensando en sexo, sexo, sexo

- El sexo me gusta – respondió Zayn sinceramente, mientras que comenzaba a desabrochar el pantalón de Liam

- Malditamente sincero – bufó Liam, mientras mordía su labio inferior. Zayn lo observo, vio como el cuerpo del castaño sufría cambios al sentir sus manos. Él desabrocho su pantalón, y lo bajo, hasta que toco el piso y Liam se deslizo fuera de este

- Acuéstate – susurró Zayn, mientras deshacía la cama, y corría las mantas. Sin dudarlo dos veces, Liam se metió dentro, y él se apresuro a hacer lo mismo.

El frío del invierno casi los había congelado. Bien, tal vez segundos atrás no habían sentido frío. Acomodándose en la cama, Zayn suspiro y cerró sus ojos. ¿Era eso real? ¿Estaba él acostado junto al amor de su vida? Se sentía como si hubiera encontrado el lugar donde pertenecía, como si nada más que ellos existiera. Escuchó la respiración de Liam a su lado, tan pacifica que hizo que su alma descansara. Dios santo, él amaba locamente a ese hombre.

Poco a poco, el sueño iba tomando parte de su cuerpo, y cuando casi cae dormido, sintió un peso sobre su cuerpo. Asustado, abrió los ojos. Liam. El castaño había apoyado su cabeza sobre el pecho de Zayn, y lo había abrazado por la cintura. Zayn no podía creer lo que estaba viendo. Feliz, confundido, muriéndose de amor. Quería abrazarlo también, pero no sabía cómo iría a reaccionar.

- Mmm, ¿Liam?

- Shh…déjame disfrutar de este segundo de valentía

Esas palabras chocaron contra su realidad, desarmándola y convirtiendo en todo lo contrario. Su realidad había comenzando a sentirse como su sueño, y no pudo hacer otra cosa que sonreír. ¿Valentía? ¿Liam lo amaba tanto como él lo hacía? Si así fuera, Zayn estaba seguro que nunca dejaría que se alejara, no importaba qué, Liam no podría escapar de sus brazos. Ya que él supuso era la noche de los “valientes”, tomo aire y se atrevió por primera vez en mucho tiempo a hacer lo que deseaba con todo su cuerpo, mente y alma.

- Te amo – susurró él, casi tan bajo, que cuando los minutos pasaban y pasaban, supo que Liam no lo había escuchado. La desilusión creció dentro de su cuerpo y quiso llorar. Abrazo a Liam, de todas maneras no importaba que no lo hubiera escuchado, él disfrutaría de sentir el tacto de su piel desnuda contra la suya, al menos por esta vez. El sueño volvió a tomar parte de él

- También te amo, Zayn – Liam murmuró

Zayn sonrió al escuchar la dulce voz declarándose y el sueño le ganó. Entonces él supo que no habría nunca nada más hermoso que quedarse dormido escuchando esas palabras.

Capitulo Especial (San Valentín)

Jueves 14 de febrero, 2013. 07:18 A.M (Casa de Harry y Louis)

- Es raro verte despierto a esta hora

Harry se estremeció al escuchar la voz de Louis detrás su él. Se volteó y allí lo vio, su pelo despeinado, sus ojos achinados por causa de recién haberse despertado, y con su pecho desnudo. ¿Realmente se vería mal si él se tirara sobre Louis y lo besara por todos lados? Harry no sabía si se vería mal, pero no estaba seguro de que a su amigo le gustara. Dejando de pensar, él siguió preparando su desayuno, y trató de parecer relajado.

- No pude volver a dormir, y me levante – respondió el rizado, mientras movía su taza de té y sus galletas a la mesa, dejando a Louis libre para preparar su desayuno – ¿Tienes planes?

- ¿Planes? – Louis había sonado realmente confuso, y el ceño fruncido en su rostro lo confirmaba – Ah, para San Valentín! Si los tengo – él sonrió – Me quedare aquí, comeré y beberé, y mirare fútbol

- ¿Y Eleanor?

- Terminamos – Harry busco dolor en ese susurro, pero no lo encontró. ¿Louis había terminado con su novia y no estaba dolido? Algo realmente estaba mal, pero tampoco estaba preparado a saber lo que fuera que se estaba escondiendo

¿Cuánto más iba a fingir? Harry vio todos los movimientos de Louis, desde como su mano delicadamente tomaba la taza, y como sus pies se deslizaban majestuosamente por el piso, hasta llegar a la mesa. Louis se sentó, y comenzó a desayunar. Harry quería poder ser como él, tan fácil de olvidar, o al menos tan fácil de fingir que nada pasaba, cuando en realidad una tormenta barría todo su adentro. Él tenía su estomago hecho un nudo, el apetito se había ido, y los nervios lo inundaban.

¿Cómo le preguntaba las cosas? “Louis, ya sé que me amas, ¿Qué vas a hacer al respecto?” No, eso era muy directo, tal vez algo como “También te amo, ¿Qué vamos a hacer al respecto” Y eso era un tanto espeluznante. Nada, ni una sola idea. Lo peor no era que no supiera que iba a pasar, lo peor era no saber lo que ahora mismo estaba sucediendo. Harry quería encontrar una razonable razón por la cual los dos estaban callados y no gritando o peleando o riendo, pero él estaba vacío.

- Harry – él levanto su mirada hacía Louis, y sus miradas se conectaron. Chispas volaron en el aire, el cuarto pareció hacerse incluso más pequeño, y ambas respiraciones eran los únicos sonidos que se escuchaban. Los segundos comenzaron a pasar, y con ellos, el miedo se formaba dentro del cuerpo del rizado

- ¿Si?

- Lamento lo del otro día…no – Louis lo interrumpió cuando él había tratado de hablar – Déjame hablar – Harry asintió, se sentó en su silla cómodamente, y se dispuso a solo escuchar – Lo que dije el otro día, era verdad, te amo, demasiado, y estoy aterrado de una manera en la que nunca he estado. Fue cuando te conocí en TXF, desde ese día en que te mire, te amé. Con el pasar de los meses, había creído que todo cambiaría, que me daría cuenta que solo había sido un error, y que yo realmente era hetero. Nada de eso sucedió. En cambio, el amor que siento por ti se intensifico, y cada día que pasaba sin poder decirte lo que sentía era como una puñalada en alguna parte de mi cuerpo. A donde me dirijo es hacia el hecho de que no mentía cuando dije lo que dije, realmente moriría sin ti, pero también está la banda, y no quiero que esto se termine

- ¿Por qué iría de terminar? – preguntó Harry sin poder reprimir la pregunta

- Somos deseados por chicas, ellas sueñan con nosotros. Imagínate ser una inocente niña soñando casarte con tu ídolo algún día, y entonces cuando te quieres dar cuenta, tu ídolo es gay y pierdes todas y cada una de las pocas esperanzas que tenías, ¿feo, verdad?

- Vivimos para nosotros, no para complacer al mundo y a todas las chicas soñadoras. A la mierda, Louis, ellas conseguirán a otra persona, otro chico que las enamore más y…

- Lo sé, pero ese no es el único motivo por cual no podemos estar juntos. Harry deseo con todo lo que soy poder estar contigo, poder abrazarte delante de la gente, poder escuchar tus gemidos cuando te hago el amor…

- Me matas – susurró Harry, mientras cerraba sus ojos, y sentía como estos se llenaban de lágrimas

- Somos demasiado famosos, y Timothy no quiere que esto – Louis señalo entre ellos dos, aunque sabía que Harry no lo vería con los ojos cerrados – Si lo soportamos al menos unos años…

- ¿Y desperdiciar todo ese tiempo? – él abrió sus ojos rápidamente- No voy a vivir dos vidas, no soy una falsa imitación de esa maldita serie de Disney

- Hannah Montana

- Da la misma mierda – gruñó Harry, y Louis se sorprendió al escuchar la rabia en su voz. El rizado se levanto, y miro a Louis fijamente, clavando sus ojos sobre los de él – Te amo, también desde TXF, y no tengo miedo de decir que solía ser bisexual en la secundaria, hasta que te conocí y supe que ninguna chica podía atraerme y enamorarme tanto como tú lo haces. Le das sentido a mi vida, y nadie cambiara eso, ni las fans, ni nadie

- Maldita sea, Harry! – Louis gritó, se levanto y lo enfrento – Todo esto no es sobre nosotros, ojala solo fuéramos dos gays normales pudiendo tener noches salvajes, y vivir para siempre comiendo perdices, pero no podemos porque cuando estoy contigo se que, además de este amor que siento por ti, hay algo más que nos une, y ese algo es la banda. La banda, ¿escuchaste, Harry? Y no una cualquiera, una donde se encuentran 3 de nuestros hermanos, y si nos jugamos por nosotros, estaríamos dejándolos de lado. No me gusta dramatizar, y sé que soy la reina del drama la mayor parte del tiempo, pero realmente no me gusta hacerlo. Es la realidad la que nos golpea, no yo

- Bueno entonces comienzo a actuar como si no fueras tu el que trata de separarnos! Diablos, ni siquiera estamos en una relación – la risa falsa de Harry llenó la habitación. Él trato de calmarse, pero no podía, se sentía arder, y necesitaba saber que era lo que pasaba por la mente de Louis, saber qué es lo que quería hacer. Lo que Louis no sabía era que su vida, literalmente, dependía de él

- Necesito tiempo, Timothy…

- Timothy sabe que soy gay – Harry interrumpió a Louis – Me dijo que tendría que fingir solo un poco ser hetero, pero que cuando yo querría, podría salir con quien yo quisiera

- ¿Cómo Taylor? – los celos volaron por todas partes, y la cara de Louis expresaba exactamente lo que su voz declaraba. Celos. Estaba completamente celoso

- Taylor era una del montón, ¿acaso importa?

- Lo hace, si

Louis se acerco, y Harry no pude alejarse, no importaba cuánto su orgullo gritaba que se corriera, su corazón había clavado sus pies en el suelo. La mano del chico de ojos azules cayó sobre la mejilla de Harry, y la acarició lentamente con su pulgar. El rizado gimió levemente, y sin siquiera un segundo pasado, la boca de Louis cayó sobre la de Harry.

Ambos se besaron con euforia, tan hambrientos y necesitados de ese calor mutuo que solo podían encontrar cuando sus labios se juntaban. Louis abrazo a Harry por la cintura, pegándolo aun más, profundizando el beso. Sus lenguas pelearon una batalla de deseo, de sed, de amor. Querían encontrar, de alguna manera, una forma de poder estar juntos. No era nada malo el hecho de esperar, lo malo era que nadie sabía lo que el futuro podría traer. ¿Qué pasaría si el tiempo no era suficiente? ¿Si ellos ya no estaban para cuando el amor venciera todas las barreras? ¿Y si uno se cansaba? Probablemente todas ellas podían ser la respuesta.

Louis se volvió loco al sentir esos suaves y deliciosos labios sobre los de él. La húmeda boca de Harry tenía un poder sobrenatural que hacía que todo su cuerpo vibrara de calor y deseo. El amor comenzaba a flamear como una bandera donde hay viento, comenzaba a arder como una quemadura de sol. Fuego era exactamente lo que Louis sentía cuando besaba a Harry. Y él también sabía, que nada más importaba, solo era gozar su sabor, y llenarse de un extraño poder al saber que su beso, su amor, y sus deseos, eran completamente correspondidos.

¿Qué importaba el mundo? Eran solo ellos dos, nada ni nadie más que pudiera decir que lo suyo no era correcto. Harry no podía contener tanto sentimiento dentro de él, era demasiado poder para un solo cuerpo, y besar a Louis era como si todo ese dolor que causaba tener que soportar tanto sentimiento desapareciera. La forma en que se sentía apreciado cuando Louis tomaba en su puño su pelo, y apretaba su cara más contra la de él, intensificando el beso, demostrándole que no era el único que siempre había deseado poder hacer eso mismo.

No había tiempo, no cabía lugar para pensar si estaba bien o si estaba mal, porque realmente no importaba. Ellos lo sentían correcto, sentían que si algún día los alejaran, ya no volverían a ser los mismos, ya nada tendría sentido. ¿Cómo podía algo tan especial, algo que unía a dos personas y hacía que sus mentes volaran, traer tantos problemas? Ellos sabían que si uno fuera mujer, nada de ese dolor que atraviesan y que tendrían que atravesar, existiría. Una de las cuantas razones por las cuales la sociedad era una banda de personas egoístas.

- Te amo – Louis murmuró sobre los labios de Harry, lamiéndolos, y sacando gemidos y jadeos por parte del rizado – Siempre deseé decírtelo

- Te amo, mucho – Harry abrió sus ojos, y se sorprendió y sonrojo al darse cuenta de que Louis lo estaba mirando fijamente - ¿Qué?

- Nada, solo estaba buscando la razón por la cual me enamore de ti, así que gracias por abrir tus ojos

- No sabía que eras romántico – rió Harry, y Louis planto un sorpresivo y dulce corto beso sobre sus labios. Al separarse, los ojos de Louis derramaban picardía – Eres tan tonto

- Si tratas de ofenderme, no lo haces – Louis acarició los rulos de Harry, se sentó – Siéntate, no, no allí, aquí – dijo él, mientras veía las intenciones del rizado de sentarse en la silla frente a él. Louis señalo su regazo

- Sueña

- ¿Qué apuestas?

- De acuerdo, tu ganas, siempre ganas de todas formas – Harry se sentó sobre Louis, una pierna colgando de la parte derecha, y la otra de la izquierda del cuerpo del chico de ojos azules

- ¿Te gustaría ser mi cita de San Valentín? – preguntó Louis, clavando sus ojos sobre Harry, mientras que acariciaba las piernas del muchacho

- No me gustaría, lo amaría – Harry planto un beso en los labios de Louis - ¿Sabes que la discusión no puede terminar como acaba de hacerlo, verdad? No puedes besarme cada vez que quieras detener una pelea

- Primero, eso no era una pelea, y segundo, amo besarte, y lo voy a hacer todo el tiempo que yo quiera

Louis volvió a besar a Harry, quien gustosamente se entrego al beso como siempre lo hacía. De todas maneras, ninguno de ellos se podía negar, y no estaban seguros de llegar a poder hacerlo alguna vez.


- ¿Seguro? – la voz ronca de Louis envió cargas eléctricas al cuerpo de Harry, y estas recorrieron su columna vertebral. El cuerpo de Harry estaba sufriendo escalofríos, y muchas otras cosas que nunca había sentido

- Nunca estuve más seguro- respondió el rizado, sintiéndose exactamente como las palabras recién declaradas.

La velada había pasado, ambos habían cocinado juntos, y cenado a la luz de las velas. Las velas habían sido idea de Louis, supuestamente él había dicho que lo haría más romántico, y Harry tuvo que admitir que lo había hecho. Ellos pudieron compartir su amor sin interrupciones, pudieron hablar libremente sin tener que cuidarse de que alguien los escuchara, se sintieron libres.

Y ahí estaban ahora, ambos degustando del postre. Tan rápido como el reloj marcó las once, Louis se había levantado y extendido su mano hacía Harry, mientras decía “Vamos al cuarto, quiero demostrarte cuanto te amo” Y nada mejor que declarar su amor en el día de los enamorados. Harry se sintió completamente nervioso al comienzo, pero Louis lo hacía sentir confortable con sus dulces palabras.

Las ropas volaron por el cuarto, y ambos se miraron, sin siquiera poder entender como había tanta hermosura en el mundo. Pero no era lo físico, no, era lo que se escondía detrás de toda esa carne y hueso, era lo que no se veía, era el amor que se sentía en aire y solo se mostraba cuando ellos se tocaban. Tímidamente se acercaron, y rozaron, sintiendo el primer toque piel contra piel.

Entonces se dejaron llevar. Nada más importaba, solo ellos dos. Sus bocas se encontraron, y reclamaron. Sus corazones salieron de sus cuerpos, y en la oscuridad de la habitación se encontraron y unieron como si fueran solo uno. Toda forma de demostrar lo que deseaban, lo estaban haciendo en ese mismo momento. Louis acostó a Harry sobre la cama, y beso su pecho. El sabor salado de su piel fue como una droga que inundo todos sus sentidos. Era adicto a Harry, y no quería ir a ninguna rehabilitación. Harry era la mejor droga de todas.

Harry acepto a Louis dentro suyo, tanto como en cuerpo, como en alma. Besándose sin determinación, el deseo relampagueando como si hubiera una tormenta. Los gemidos, suspiros, jadeos, todo tipo de sonido quedaba encerrado en la habitación, y le daba a cada una de las cuatro paredes uno de los mejores recuerdos para ambos muchachos. Si algo era mejor que eso, ellos no lo sabían, y tampoco lo creían.

Ambos llegaron al orgasmo, y Louis se desplomo sobre el pecho de Harry. Sintió la mano del rizado moverse de arriba abajo sobre su húmeda espalda. Sonrió y suspiro al sentirse tan amado, tan apreciado. Él dejo un beso sobre el pecho de Harry, y se acostó a su lado. Ambos se miraron, y dieron un tierno beso. Suave, y demostrativo. Nada superaría lo que sus cuerpos y corazones habían sentido esa noche. Louis cerró sus ojos, con una, segura, estúpida sonrisa en su rostro. No importaba nada más, Harry se había entregado a él, con tanto amor, con tanta valentía, que llenaba su corazón y lo hacía querer gritarle al mundo que nunca amaría a nadie más de lo que amaba a Harry.

Harry lloró por dentro. ¿Era eso verdad? ¿Louis estaba allí? ¿Habían hecho el amor? Si, él tenía las respuestas para esas preguntas, por fin, después de siempre preguntar y nunca conseguir una respuesta. Ahora si sabía que Louis lo amaba, y que ambos se habían entregado completamente. Nada sonaba mejor que eso, y aunque Harry temiera sobre lo que pasaría la mañana siguiente, se dejo llevar por su corazón, el cual decía que lo mejor ahora era disfrutar del cálido calor que expulsaba el cuerpo de Louis. Harry se acurruco contra el amor de su vida, y lo abrazo como si el mañana no existiera.

Abrazados, saciados, enamorados, ambos cayeron dormidos sintiéndose mejor de lo que se habían sentido alguna vez.