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♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
O W N :: Archivos :: Novelas Abandonadas
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Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
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Última edición por Badk1Ds el Mar 29 Ene 2013, 5:00 pm, editado 1 vez
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
Ah! La amo dflkshfjksdhkf la habia leido en Tumblr y me acorde de ella, depues fui a tu Tumblr y vi que estaba en el foro y dlakjdklsd es tan perfecta! Tienes que seguirla, es de lo poco que leo en el foro! :)
FinnickUnderwear
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
FinnickUnderwear escribió:Ah! La amo dflkshfjksdhkf la habia leido en Tumblr y me acorde de ella, depues fui a tu Tumblr y vi que estaba en el foro y dlakjdklsd es tan perfecta! Tienes que seguirla, es de lo poco que leo en el foro! :)
Al fin, alguien que conoce de la existemcia de mi tumblr xD cuando se la mostré a Toto, era solo una introducción :) ¡gracias!
Badk1Ds
♡ Capítulo 5 ♡
♡ Capítulo 5 ♡
— No… te… rías— hipo mamá por tercera vez, pero yo no paraba de canturrear. Me había llevado a un lujoso restaurante a los alrededores de la ciudad para merendar, aunque no estuve de acuerdo del todo, ella me convenció de ir, con la supuesta sorpresa que me daría. Ella tenía hipo desde hace aproximadamente 5 minutos y aún con tomarse de un tirón toda el agua de melón, no se iba—. No es bonito estar así…— dijo cortando el aliento a cada palabra.
— Como sea, acabamos, ya vámonos— inquirí, me sofocaba encontrarme en un lugar muy poblado y peor en un restaurante. Escuchaba los platos moverse y chocar los tenedores en estos. En la mesa a lado de la nuestra una bebé jugueteaba con su mamila, desesperándome. Oía cada sorbo que le daba al jugo que contenía el recipiente, es como si estuviese en un barco y quisiera aventarme por la borda para acabar el sufrimiento de tanto ruido.
Mamá me lanzo una mirada indicando lo aguafiestas que era, sin embargo, prefería eso a que mis sentidos se alteraran. Íbamos bien en nuestra relación, la última vez que habíamos peleado fue hace una semana, cuando no quise tomarme los medicamentos y en cuanto Liam le conto que me puse mal en la primera visita al psiquiatra. Aún continuaba molesta por eso—no quería ingerir ni una pastilla más o calmante hasta que me dieran una razón coherente para hacerlo—, con Liam la llevaba a la ligera, con el asunto impensable no quería acercarme al él nunca más. Apenas me acordaba de eso, se me erizaba la piel, mi sangre se me subía a la cabeza provocando que bajara en un escalofrío, me sacudí negativamente y con desagrado.
Mamá se levanto de su asiento sujetando la cuenta y sacando de su bolso la cantidad indicada en dólares para pagar nuestros alimentos. Abrí los ojos, posiblemente más grandes que una taza de té, mamá me tendía los billetes, ¿acaso pagaría yo? Los acepte gustosa, haciendo una fila al inicio del lugar, donde estaba la caja registradora. Me alegro la idea de un poco de su confianza, de que a mí me pudiese dar un ataque de nervios con la encargada y a ella no le importo en lo más mínimo. Pagué lo más rápido que pude, para entonces, irnos.
Mi madre no es de las que llegas a casa y te espera un cachorro color chocolate enrollado con gran moño rojo sangre, ella da sorpresas a su manera. Por eso me carcomía un poco de entusiasmo, en el camino me sentí muy cansada y aunque luche contra mis parpados, ellos fueron los vencedores de la batalla y me eche una pequeña siesta.
Para cuando abrí los ojos, el auto la estaba aparcado en el estacionamiento frontal de mi casa, con mamá muy pensativa. Me restregué la cara y bostecé, preguntándole:
— ¿Dónde está tu parte del trato?
— Arianne…— Puaj. Aborrecía escuchar mi nombre de una manera tan clara, a veces pensaba que era un desperdicio escribirlo completo en mis exámenes, es decir, tanto desperdicio del papel. Al menos, no tenía otro porque si no, hubiese sido “Janne” y odiaba ese nombre más que el cabello detestable de Harry—. Sabes que hoy es jueves, de consulta. La semana pasada faltaste, porque te irritaste y no quería perjudicarte tampoco… Tienes que asistir en la tarde, puedes ir tu sola… te puedo dar las llaves del carro e ir por tu cuenta, ¿está bien?
Mamá dándome una de sus más preciadas joyas, no era conveniente. Había un truco detrás de todas sus buenas palabras y tenía que averiguarlo antes de que lo aplicara. ¿Ese era su gran regalo? Había que aceptar que se tuvo que tragar un gran nudo en la garganta para cederme tal privilegio.
— ¿Y qué pasa si no quiero ir hoy tampoco? ¡Tengo derechos! — bufe. Ella resoplo tranquilizándose, y tal vez contando del 1 al 10 mentalmente, en un intento de soportar a su única hija.
— Espera, no he terminado— agregó—. Sabes, que confío en Harry, inclusive mucho en Louis… tus amigos…. Puedes ir a sus casas después de tu consulta. Pero… Debes estar con el doctor a las 6:00, y solo entonces, podrás regresar a la casa hasta media noche si es que así se te place.
La oferta era tentadora, mucho más porque mamá era la postora. Yo no quería su carro, era lento o ella lo manejaba así, y aburrido, inerte, sin sentido. Yo deseaba otro.
— No este no, dame el de papá… y prometo llevar los medicamentos de la forma más adecuada que se pueda, ¿OK? — doble la negociación. Así le convenía a ella también y su alma estaría en paz de saber que no iba a maltratar uno de sus tesoros.
— Vale. Las llaves están detrás de la TV, a la derecha— allí las escondía, me había pasado unos dos meses esculcando entre su ropa, sabanas, étc… para que estuviese en el lugar más público de la casa. Hasta me atreví a tantear entre los libros de papá, aunque el gélido sudor me bajara por la espalda al estar en ese lugar.
Asentí con la cabeza, sabiendo que de una u otra manera iba a romper una parte del trato.
(…)
No iría a ese lugar tan tétrico yo sola. Odiaba la idea de pasar por él y lo tenía que hacer. Así que camine a su casa, arrastrando los pies en la acera. Empeñada en concentrar la vista en mis sandalias, acomodando mi cabello de manera desesperada. Era una mala idea pedirle otro favor, ahora que contaba con más amigos como Harry o tal vez Louis, si no estuviese ocupado con su novia o con Harry.
Crispé los labios antes de tocar la puerta, extendiendo el brazo con delicadez como si al tocarla fuera a romperse en mil pedazos al igual que el cristal. Sin embargo, alguien adelanto mis acciones, era un muchacho alto, con abrigo azul y la mirada tensa. Me imagine que esa era su forma de ser, serio, no un poco más vivo como Liam. Me echo un vistazo desde la coleta hasta el raro vestido que me cargaba ese día, porque había frío, no era conveniente llevar los brazos destapados. Pero no me importo, por el simple hecho de ser Arianne. El chico negó con la cabeza, fatigado.
— Liam creo que tienes visitas…— susurro con un tono de voz que no esperaba, estaba tranquilo y ya iba de salida. Su cabello negro no me trajo un buen presentimiento, tampoco su manera de observarme, parecía Richard en mis primeros días de consulta, como extrayendo la información de mi cerebro con los ojos—. Ven acá— alardeó por última vez. Liam se acercó a la puerta preocupado, abriéndose paso ante Zayn y casi sacándolo a empujones, para que saliera.
El semblante de ambos no era bueno, tenían las cejas caídas, sin ninguna expresión por leer. En cambio, Liam a diferencia de Zayn esbozo una pequeña sonrisa de lado, tal vez se hubiera peleado y yo llegara en el momento inoportuno, o simplemente ocurrió alguna tragedia. No quería preguntar de lo sucedido, detestaba tener un día hermoso con problemas brotándole, así que mejor guarde silencio esperando a que alguno de ellos soltara algo más.
— ¡Hola!, ¿cómo estás Anne? ¿qué te trae por aquí? — Liam salió en unas pijamas de Batman, y con la playera llena del logotipo de este. Se veía gracioso y por un instante hice que la realidad me abofeteara—. ¿pasa algo? ¿necesitas algo?
— Liam ya cállate, vas a asustarla… y con ese peinado, no vuelvo a venir a tu casa— musitó el moreno, sacudiendo con suspicacia la melena dorada de Liam, este rezongo y volvió la vista a mí para una respuesta de mi parte.
— No, es solo que es… Jueves, necesito que me lleves a ya sabes donde…— titubeé. Liam pareció comprender abriendo la boca con indiferencia y soltando un bostezo que logro irritarme cuando termino de darlo, el otro chico sonrió complacido mientras yo ahogaba una mueca, era cómplices, hubiese deseado tener a Harry alado mío, solo para susurrarnos tonterías y ellos pensaran que fuese algo realmente importante— Y bien, ¿lo harás? — sentencié finalmente, Liam ya había dado señales de no tener interés alguno y cuando estaba a punto de marcharme, hablo.
— Claro, solo me doy una ducha y paso por ti, o si quieres puedes esperarme…— Zayn alargo más los labios, al punto que sus cachetes parecían sostenidos por una parálisis facial.
— ¿Te olvidas de mi Leeyum? — agrego el pelinegro adormilado. Se debían de haber levantado recién, o bien, hicieron una pijamada y se quedaron toda la noche platicando, lo que sea que los chicos platicaran.
— No. Arianne, el es Zayn Malik mi mejor amigo en todo el mundo y las galaxias… Zayn ella es Arianne Shrader la más loca de este mundo y todas las galaxias existentes.
— Hola Arianne— entono Zayn aún con los músculos de la cara estirados.
— Que tal, Malik. ¿Podemos pasar? Me estoy helando.
— Yo voy de salida, pero debemos de juntarnos pronto Arianne. No quiero que me robes más a mi amigo— genial, otra pareja de Liam.
— Liam es un socio, ¿OK? No te quito a nadie, Zayn. Quédate tranquilo— susurré tintineando los dientes, entonces la piel se me puso de gallina, con un gélido estruendo por debajo de la espalda, tenía frío.
— Hasta pronto Arianne— se despidió Zayn. Se acercó a hasta mis oídos para dar sus últimas palabras y plantar un beso en mi cachete—. Lo de reunirnos, no es literal.
Liam carraspeó, Zayn dio unos pasos torpes para irse y yo entre a la estancia.
Me distraje mientras Liam se preparaba, leyendo unas revistas que la madre de Liam había comprado hace poco, según ella. Unas Elle, Vogue y otras cosas de moda, que no comprendía, algún día debería irme a comprar algunos de esos bolsos, o los tacones, para aparentar algo más de mi edad. No como los vestidos que amaba tanto, ni mis zapatos bajos. O los moños que me cargaba en la cabeza como adorno de vez en cuando, aunque admitía amar mi estilo. Sacudí la cabeza y reí, haciendo que la madre de Liam se sentará alado mío y analizáramos una foto juntas.
Era una chica de tez blanca, con un encaje provocador, y el cabello chino. Lo único bonito de su atuendo era el color rosa que abundaba casi toda la página.
— ¿Te gustan, Anne?
— No. Prefiero esto…— jacté, señalando lo que traía puesto. Ella me apretó los cachetes, con los ojos brillando, llenos de luz.
— Excelente, porque te ves hermosa así— se levantó porque notó a Liam bajando las escaleras.
Hice caminar a Liam de vuelta a mi casa, se enojó un poco. Yo escuchaba el ritmo de su corazón tranquilo y sus respiraciones niveladas, así que sabía que su molestia era solo el dramatismo que le agregaba a la mayoría de las situaciones por las que pasaba. Le pregunté porque Zayn y él parecían viniendo de una guerra y se limito a contestar que se había quedado a dormir, y las mañanas nunca las llevaban bien, ninguno de los dos.
— Aquí— sacudí las llaves del auto en el aire— Yo manejo, Leeyum.
— No, dámelas. Arianne, tu mamá debe saber que tomas sus cosas, ¿no crees?
— No seas niña y súbete…— Él entrecerró los ojos, sacudiendo la cabeza a manera de “no” —. Ella lo autorizo, es la anfitriona de esta noche, ¿satisfecho?
— De acuerdo…— se montó en el carro, acompañe su acción y puse a andar el carro de papá, sintiendo su presencia a todo momento, a mis espaldas.
(…)
Lo lleve a mi lugar favorito desde que tengo memoria, el acuario. No por los animales acuáticos que vivían ahí… Porque me aterraba el hecho de pensar que se mantenían toda la vida sumergidos, nadando sin hacer nada. Tampoco me gustaba ir por la gente que asistía, la mayoría eran pequeños acompañados de sus familias y la simple idea de imaginarme ahí con mi madre y padre, era desgarradora. Más bien lo encantador que tenía pasear por allí era el vivo color que se respiraba en el lugar, colocaban luces de muchos colores y entonaban las peceras, el sol deslumbraba por cada rincón y podía inhalar el aire fresco hasta calarme los pulmones de una buena cantidad.
Liam casi besaba el piso y gritaba “¡Tierra!” cuando llegamos, había subido a un automóvil conducido por mí, sin usar el cinturón de seguridad, y sobrevivió, eso era un récord. Pero él era demasiado dramático y se tanteo todo el cuerpo comprobando que aún seguía entero y sin ningún rasguño.
Esos últimos días me había sentido muy ansiosa. Me despertaba por las noches, remojada en mi propio sudor, asustada y desbocada, incluso a veces muy contenta. Los sueños me atormentaban demasiado, una vez proyecte a Niall viniendo a preguntar por como estaba, luego a papá, mamá, a Harry suplicando, muchos disparates más y sobre todo a Liam. La cabeza me atormentaba tanto que ni siquiera pegaba los ojos de nuevo para descansar, con miedo a tener otra pesadilla.
Mi psicólogo anterior mencionaba que los sueños eran una presentación de lo que vivimos, queremos, tenemos o causa de algún sentimiento que tenemos guardado. Más bien, siempre lo contradije, por más que hubiera estudiado psicología y la cabeza de un ser humano, no creía que significaran eso, si no…. Solo pasaban como los pensamientos y justamente eso sucedió ese día con Liam.
Lo volteé a ver, me asustó ser atrapada en el momento. Lo arreglé pidiéndole que comprara las entradas, accedimos y ambos callamos porque las cosas que observábamos lo decían todo.
Aunque ya hubiera ido a ese lugar infinitas veces, me seguía emocionando como una primeriza niña de 5 años. Amaba la parte de los tiburones, se encontraban en un lugar apartado a los demás, y me enojé por eso, es que, ¿solo por ser tiburones tienen que ser malos? Tal vez, en otro tiempo, le pediría a mamá que me llevase a nadar con ellos. Solo para comprobar si su alma era pura, o me ven como aperitivo. Empujé a Liam al cristal cuando se acercaba uno —truco que aprendí de papá—, casi se le cae el corazón a los pies y entonces si me reí mucho. Luego se le bajo el coraje e intento tirarme del segundo piso de la sección de peces, como si la caída fuera una raspadita en las rodillas.
También le propuse regresar después, porque había llegado la hora de mi juicio. Algo que odiaba, lo veía como una obligación tediosa y de ser por mí jamás volvería a pisar ese consultorio.
(…)
— Venga, Arianne— plantó el doctor que tenía plantado, miré a la ventana de la habitación con la esperanza de que algo interrumpiera mi cita, podía escuchar los sentidos vivos del de la bata blanca. Estaba tan calmado y eso me impacientaba más—. ¿Cuánto tiempo asististe a terapias? Con el psicólogo….
— Tres meses de desgracia— y los tenía contados en la mente. El primero había conocido a Harry Styles, el chico demente. El segundo conocí a Louis, Boo Bear y también a Liam. El tercer mes me echaron casi a patadas por falta de facultades mentales.
— Verdaderamente, no progresas. Al menos, debería haber algún cambio con tu persona, tu manera de expresarte, de actuar…— Podía decirle que fui hasta allí por mi cuenta, pero mejor decidí callar porque lo que se avecinaba parecía serio—. Tenemos que hacerte algo Arianne, no sé como explicarlo, eres la primera paciente que lo requiere…. Una reforma de pensamiento—escupió a secas y no le entendí por completo.
— Eso, ¿va a doler?, ¿de qué se trata? ¿o qué?
— Es por decir, una lavada de cerebro… Sabes que venir aquí es cuando me cuentas como te sientes, si estás ansiosa te voy la medicina indicada. Esta vez es lo que necesitas…— inquirió a bajas. Carraspeó la garganta, se rascó la barbilla y se levantó para ponerse a lado mío y darme una palmadita en el hombre como consolación.
Era como si me hubiera dicho que estaba contagiada de alguna enfermedad incurable, de alguna plaga o virus. De lo único que era víctima era de mi misma, me pregunté que pensarían los demás de mi, papá que me miraba desde arriba, sentía que perdía mi poca dignidad ante ese médico que apenas conocía. ¿Cómo me podía decir eso? ¡Sin argumentarme nada! Me trague el nudo que tenía atascado, para hablar como se hizo posible.
— Eso, ¿en que consiste? — titubeé.
— Bien, lo hacemos mediante tu control mental, te calmaremos los nervios, te mantendremos tranquila, solo debes tener la mente abierta. En cuanto antes, le avisaré a tu mamá y seres cercanos.
Deseaba estar teniendo una laguna mental, sonaba como si me fueran a operar, a sacarme los sesos.
— ¿Y si me niego a todo esto?
— Pues, no podrás estar bien nunca contigo misma. No comprenderás el porqué tu madre te trae a este centro, porque ese chico de afuera está pendiente por ti, que le ha pasado a tu padre…. Nunca por completo.
Analicé eso, en realidad no entendía… Ni el comportamiento de mamá, ni porqué papá ya no está y mucho menos descifraba a Liam. Tenía que aceptar esa reconstrucción del cerebro, por el bien de todos.
— Está bien, si esto dará fin a todo lo que me está ocurriendo— hablé con honestidad.
— Eso es lo que quería escuchar Arianne, eso es magnífico— jactó felizmente siguiendo a mi lado, para luego agregar su típica preguntilla—: Después de todo esto, ¿cómo te sientes?
Y desglosé todo lo que sucedía, a pesar de que una parte fuese doloroso. Mi papá se había ido, mamá ya no era la misma, tengo una amigo demente, me pongo en calma con Liam. Pero me sentía bien, al menos, en ese instante. Me atreví a rematar su mente con mi respuesta.
— Feliz, me siento, feliz.
— Como sea, acabamos, ya vámonos— inquirí, me sofocaba encontrarme en un lugar muy poblado y peor en un restaurante. Escuchaba los platos moverse y chocar los tenedores en estos. En la mesa a lado de la nuestra una bebé jugueteaba con su mamila, desesperándome. Oía cada sorbo que le daba al jugo que contenía el recipiente, es como si estuviese en un barco y quisiera aventarme por la borda para acabar el sufrimiento de tanto ruido.
Mamá me lanzo una mirada indicando lo aguafiestas que era, sin embargo, prefería eso a que mis sentidos se alteraran. Íbamos bien en nuestra relación, la última vez que habíamos peleado fue hace una semana, cuando no quise tomarme los medicamentos y en cuanto Liam le conto que me puse mal en la primera visita al psiquiatra. Aún continuaba molesta por eso—no quería ingerir ni una pastilla más o calmante hasta que me dieran una razón coherente para hacerlo—, con Liam la llevaba a la ligera, con el asunto impensable no quería acercarme al él nunca más. Apenas me acordaba de eso, se me erizaba la piel, mi sangre se me subía a la cabeza provocando que bajara en un escalofrío, me sacudí negativamente y con desagrado.
Mamá se levanto de su asiento sujetando la cuenta y sacando de su bolso la cantidad indicada en dólares para pagar nuestros alimentos. Abrí los ojos, posiblemente más grandes que una taza de té, mamá me tendía los billetes, ¿acaso pagaría yo? Los acepte gustosa, haciendo una fila al inicio del lugar, donde estaba la caja registradora. Me alegro la idea de un poco de su confianza, de que a mí me pudiese dar un ataque de nervios con la encargada y a ella no le importo en lo más mínimo. Pagué lo más rápido que pude, para entonces, irnos.
Mi madre no es de las que llegas a casa y te espera un cachorro color chocolate enrollado con gran moño rojo sangre, ella da sorpresas a su manera. Por eso me carcomía un poco de entusiasmo, en el camino me sentí muy cansada y aunque luche contra mis parpados, ellos fueron los vencedores de la batalla y me eche una pequeña siesta.
Para cuando abrí los ojos, el auto la estaba aparcado en el estacionamiento frontal de mi casa, con mamá muy pensativa. Me restregué la cara y bostecé, preguntándole:
— ¿Dónde está tu parte del trato?
— Arianne…— Puaj. Aborrecía escuchar mi nombre de una manera tan clara, a veces pensaba que era un desperdicio escribirlo completo en mis exámenes, es decir, tanto desperdicio del papel. Al menos, no tenía otro porque si no, hubiese sido “Janne” y odiaba ese nombre más que el cabello detestable de Harry—. Sabes que hoy es jueves, de consulta. La semana pasada faltaste, porque te irritaste y no quería perjudicarte tampoco… Tienes que asistir en la tarde, puedes ir tu sola… te puedo dar las llaves del carro e ir por tu cuenta, ¿está bien?
Mamá dándome una de sus más preciadas joyas, no era conveniente. Había un truco detrás de todas sus buenas palabras y tenía que averiguarlo antes de que lo aplicara. ¿Ese era su gran regalo? Había que aceptar que se tuvo que tragar un gran nudo en la garganta para cederme tal privilegio.
— ¿Y qué pasa si no quiero ir hoy tampoco? ¡Tengo derechos! — bufe. Ella resoplo tranquilizándose, y tal vez contando del 1 al 10 mentalmente, en un intento de soportar a su única hija.
— Espera, no he terminado— agregó—. Sabes, que confío en Harry, inclusive mucho en Louis… tus amigos…. Puedes ir a sus casas después de tu consulta. Pero… Debes estar con el doctor a las 6:00, y solo entonces, podrás regresar a la casa hasta media noche si es que así se te place.
La oferta era tentadora, mucho más porque mamá era la postora. Yo no quería su carro, era lento o ella lo manejaba así, y aburrido, inerte, sin sentido. Yo deseaba otro.
— No este no, dame el de papá… y prometo llevar los medicamentos de la forma más adecuada que se pueda, ¿OK? — doble la negociación. Así le convenía a ella también y su alma estaría en paz de saber que no iba a maltratar uno de sus tesoros.
— Vale. Las llaves están detrás de la TV, a la derecha— allí las escondía, me había pasado unos dos meses esculcando entre su ropa, sabanas, étc… para que estuviese en el lugar más público de la casa. Hasta me atreví a tantear entre los libros de papá, aunque el gélido sudor me bajara por la espalda al estar en ese lugar.
Asentí con la cabeza, sabiendo que de una u otra manera iba a romper una parte del trato.
(…)
No iría a ese lugar tan tétrico yo sola. Odiaba la idea de pasar por él y lo tenía que hacer. Así que camine a su casa, arrastrando los pies en la acera. Empeñada en concentrar la vista en mis sandalias, acomodando mi cabello de manera desesperada. Era una mala idea pedirle otro favor, ahora que contaba con más amigos como Harry o tal vez Louis, si no estuviese ocupado con su novia o con Harry.
Crispé los labios antes de tocar la puerta, extendiendo el brazo con delicadez como si al tocarla fuera a romperse en mil pedazos al igual que el cristal. Sin embargo, alguien adelanto mis acciones, era un muchacho alto, con abrigo azul y la mirada tensa. Me imagine que esa era su forma de ser, serio, no un poco más vivo como Liam. Me echo un vistazo desde la coleta hasta el raro vestido que me cargaba ese día, porque había frío, no era conveniente llevar los brazos destapados. Pero no me importo, por el simple hecho de ser Arianne. El chico negó con la cabeza, fatigado.
— Liam creo que tienes visitas…— susurro con un tono de voz que no esperaba, estaba tranquilo y ya iba de salida. Su cabello negro no me trajo un buen presentimiento, tampoco su manera de observarme, parecía Richard en mis primeros días de consulta, como extrayendo la información de mi cerebro con los ojos—. Ven acá— alardeó por última vez. Liam se acercó a la puerta preocupado, abriéndose paso ante Zayn y casi sacándolo a empujones, para que saliera.
El semblante de ambos no era bueno, tenían las cejas caídas, sin ninguna expresión por leer. En cambio, Liam a diferencia de Zayn esbozo una pequeña sonrisa de lado, tal vez se hubiera peleado y yo llegara en el momento inoportuno, o simplemente ocurrió alguna tragedia. No quería preguntar de lo sucedido, detestaba tener un día hermoso con problemas brotándole, así que mejor guarde silencio esperando a que alguno de ellos soltara algo más.
— ¡Hola!, ¿cómo estás Anne? ¿qué te trae por aquí? — Liam salió en unas pijamas de Batman, y con la playera llena del logotipo de este. Se veía gracioso y por un instante hice que la realidad me abofeteara—. ¿pasa algo? ¿necesitas algo?
— Liam ya cállate, vas a asustarla… y con ese peinado, no vuelvo a venir a tu casa— musitó el moreno, sacudiendo con suspicacia la melena dorada de Liam, este rezongo y volvió la vista a mí para una respuesta de mi parte.
— No, es solo que es… Jueves, necesito que me lleves a ya sabes donde…— titubeé. Liam pareció comprender abriendo la boca con indiferencia y soltando un bostezo que logro irritarme cuando termino de darlo, el otro chico sonrió complacido mientras yo ahogaba una mueca, era cómplices, hubiese deseado tener a Harry alado mío, solo para susurrarnos tonterías y ellos pensaran que fuese algo realmente importante— Y bien, ¿lo harás? — sentencié finalmente, Liam ya había dado señales de no tener interés alguno y cuando estaba a punto de marcharme, hablo.
— Claro, solo me doy una ducha y paso por ti, o si quieres puedes esperarme…— Zayn alargo más los labios, al punto que sus cachetes parecían sostenidos por una parálisis facial.
— ¿Te olvidas de mi Leeyum? — agrego el pelinegro adormilado. Se debían de haber levantado recién, o bien, hicieron una pijamada y se quedaron toda la noche platicando, lo que sea que los chicos platicaran.
— No. Arianne, el es Zayn Malik mi mejor amigo en todo el mundo y las galaxias… Zayn ella es Arianne Shrader la más loca de este mundo y todas las galaxias existentes.
— Hola Arianne— entono Zayn aún con los músculos de la cara estirados.
— Que tal, Malik. ¿Podemos pasar? Me estoy helando.
— Yo voy de salida, pero debemos de juntarnos pronto Arianne. No quiero que me robes más a mi amigo— genial, otra pareja de Liam.
— Liam es un socio, ¿OK? No te quito a nadie, Zayn. Quédate tranquilo— susurré tintineando los dientes, entonces la piel se me puso de gallina, con un gélido estruendo por debajo de la espalda, tenía frío.
— Hasta pronto Arianne— se despidió Zayn. Se acercó a hasta mis oídos para dar sus últimas palabras y plantar un beso en mi cachete—. Lo de reunirnos, no es literal.
Liam carraspeó, Zayn dio unos pasos torpes para irse y yo entre a la estancia.
Me distraje mientras Liam se preparaba, leyendo unas revistas que la madre de Liam había comprado hace poco, según ella. Unas Elle, Vogue y otras cosas de moda, que no comprendía, algún día debería irme a comprar algunos de esos bolsos, o los tacones, para aparentar algo más de mi edad. No como los vestidos que amaba tanto, ni mis zapatos bajos. O los moños que me cargaba en la cabeza como adorno de vez en cuando, aunque admitía amar mi estilo. Sacudí la cabeza y reí, haciendo que la madre de Liam se sentará alado mío y analizáramos una foto juntas.
Era una chica de tez blanca, con un encaje provocador, y el cabello chino. Lo único bonito de su atuendo era el color rosa que abundaba casi toda la página.
— ¿Te gustan, Anne?
— No. Prefiero esto…— jacté, señalando lo que traía puesto. Ella me apretó los cachetes, con los ojos brillando, llenos de luz.
— Excelente, porque te ves hermosa así— se levantó porque notó a Liam bajando las escaleras.
Hice caminar a Liam de vuelta a mi casa, se enojó un poco. Yo escuchaba el ritmo de su corazón tranquilo y sus respiraciones niveladas, así que sabía que su molestia era solo el dramatismo que le agregaba a la mayoría de las situaciones por las que pasaba. Le pregunté porque Zayn y él parecían viniendo de una guerra y se limito a contestar que se había quedado a dormir, y las mañanas nunca las llevaban bien, ninguno de los dos.
— Aquí— sacudí las llaves del auto en el aire— Yo manejo, Leeyum.
— No, dámelas. Arianne, tu mamá debe saber que tomas sus cosas, ¿no crees?
— No seas niña y súbete…— Él entrecerró los ojos, sacudiendo la cabeza a manera de “no” —. Ella lo autorizo, es la anfitriona de esta noche, ¿satisfecho?
— De acuerdo…— se montó en el carro, acompañe su acción y puse a andar el carro de papá, sintiendo su presencia a todo momento, a mis espaldas.
(…)
Lo lleve a mi lugar favorito desde que tengo memoria, el acuario. No por los animales acuáticos que vivían ahí… Porque me aterraba el hecho de pensar que se mantenían toda la vida sumergidos, nadando sin hacer nada. Tampoco me gustaba ir por la gente que asistía, la mayoría eran pequeños acompañados de sus familias y la simple idea de imaginarme ahí con mi madre y padre, era desgarradora. Más bien lo encantador que tenía pasear por allí era el vivo color que se respiraba en el lugar, colocaban luces de muchos colores y entonaban las peceras, el sol deslumbraba por cada rincón y podía inhalar el aire fresco hasta calarme los pulmones de una buena cantidad.
Liam casi besaba el piso y gritaba “¡Tierra!” cuando llegamos, había subido a un automóvil conducido por mí, sin usar el cinturón de seguridad, y sobrevivió, eso era un récord. Pero él era demasiado dramático y se tanteo todo el cuerpo comprobando que aún seguía entero y sin ningún rasguño.
Esos últimos días me había sentido muy ansiosa. Me despertaba por las noches, remojada en mi propio sudor, asustada y desbocada, incluso a veces muy contenta. Los sueños me atormentaban demasiado, una vez proyecte a Niall viniendo a preguntar por como estaba, luego a papá, mamá, a Harry suplicando, muchos disparates más y sobre todo a Liam. La cabeza me atormentaba tanto que ni siquiera pegaba los ojos de nuevo para descansar, con miedo a tener otra pesadilla.
Mi psicólogo anterior mencionaba que los sueños eran una presentación de lo que vivimos, queremos, tenemos o causa de algún sentimiento que tenemos guardado. Más bien, siempre lo contradije, por más que hubiera estudiado psicología y la cabeza de un ser humano, no creía que significaran eso, si no…. Solo pasaban como los pensamientos y justamente eso sucedió ese día con Liam.
Lo volteé a ver, me asustó ser atrapada en el momento. Lo arreglé pidiéndole que comprara las entradas, accedimos y ambos callamos porque las cosas que observábamos lo decían todo.
Aunque ya hubiera ido a ese lugar infinitas veces, me seguía emocionando como una primeriza niña de 5 años. Amaba la parte de los tiburones, se encontraban en un lugar apartado a los demás, y me enojé por eso, es que, ¿solo por ser tiburones tienen que ser malos? Tal vez, en otro tiempo, le pediría a mamá que me llevase a nadar con ellos. Solo para comprobar si su alma era pura, o me ven como aperitivo. Empujé a Liam al cristal cuando se acercaba uno —truco que aprendí de papá—, casi se le cae el corazón a los pies y entonces si me reí mucho. Luego se le bajo el coraje e intento tirarme del segundo piso de la sección de peces, como si la caída fuera una raspadita en las rodillas.
También le propuse regresar después, porque había llegado la hora de mi juicio. Algo que odiaba, lo veía como una obligación tediosa y de ser por mí jamás volvería a pisar ese consultorio.
(…)
— Venga, Arianne— plantó el doctor que tenía plantado, miré a la ventana de la habitación con la esperanza de que algo interrumpiera mi cita, podía escuchar los sentidos vivos del de la bata blanca. Estaba tan calmado y eso me impacientaba más—. ¿Cuánto tiempo asististe a terapias? Con el psicólogo….
— Tres meses de desgracia— y los tenía contados en la mente. El primero había conocido a Harry Styles, el chico demente. El segundo conocí a Louis, Boo Bear y también a Liam. El tercer mes me echaron casi a patadas por falta de facultades mentales.
— Verdaderamente, no progresas. Al menos, debería haber algún cambio con tu persona, tu manera de expresarte, de actuar…— Podía decirle que fui hasta allí por mi cuenta, pero mejor decidí callar porque lo que se avecinaba parecía serio—. Tenemos que hacerte algo Arianne, no sé como explicarlo, eres la primera paciente que lo requiere…. Una reforma de pensamiento—escupió a secas y no le entendí por completo.
— Eso, ¿va a doler?, ¿de qué se trata? ¿o qué?
— Es por decir, una lavada de cerebro… Sabes que venir aquí es cuando me cuentas como te sientes, si estás ansiosa te voy la medicina indicada. Esta vez es lo que necesitas…— inquirió a bajas. Carraspeó la garganta, se rascó la barbilla y se levantó para ponerse a lado mío y darme una palmadita en el hombre como consolación.
Era como si me hubiera dicho que estaba contagiada de alguna enfermedad incurable, de alguna plaga o virus. De lo único que era víctima era de mi misma, me pregunté que pensarían los demás de mi, papá que me miraba desde arriba, sentía que perdía mi poca dignidad ante ese médico que apenas conocía. ¿Cómo me podía decir eso? ¡Sin argumentarme nada! Me trague el nudo que tenía atascado, para hablar como se hizo posible.
— Eso, ¿en que consiste? — titubeé.
— Bien, lo hacemos mediante tu control mental, te calmaremos los nervios, te mantendremos tranquila, solo debes tener la mente abierta. En cuanto antes, le avisaré a tu mamá y seres cercanos.
Deseaba estar teniendo una laguna mental, sonaba como si me fueran a operar, a sacarme los sesos.
— ¿Y si me niego a todo esto?
— Pues, no podrás estar bien nunca contigo misma. No comprenderás el porqué tu madre te trae a este centro, porque ese chico de afuera está pendiente por ti, que le ha pasado a tu padre…. Nunca por completo.
Analicé eso, en realidad no entendía… Ni el comportamiento de mamá, ni porqué papá ya no está y mucho menos descifraba a Liam. Tenía que aceptar esa reconstrucción del cerebro, por el bien de todos.
— Está bien, si esto dará fin a todo lo que me está ocurriendo— hablé con honestidad.
— Eso es lo que quería escuchar Arianne, eso es magnífico— jactó felizmente siguiendo a mi lado, para luego agregar su típica preguntilla—: Después de todo esto, ¿cómo te sientes?
Y desglosé todo lo que sucedía, a pesar de que una parte fuese doloroso. Mi papá se había ido, mamá ya no era la misma, tengo una amigo demente, me pongo en calma con Liam. Pero me sentía bien, al menos, en ese instante. Me atreví a rematar su mente con mi respuesta.
— Feliz, me siento, feliz.
__________________________________
Ñah, he regresado de mi desaparición XD. Bien, primero que nada me merezco una patada en los ovarios por no subir el capítulo ¬¬ y segundo también un aplauso, porque resulta que el lugar favorito de Arianne es el lugar QUE MÁS ODIO CON TODO EL ALMA. Es que, me da tanto asco ir al acuario ¬¬, no sé... seguramente Arianne si está zafada :D Y me aterra todo lo que tenga que ver con mar. Este capítulo , solo me gustó el final porque ya viene lo feo :-). Poor Arianne, no sé si meter a Liam en una narración, es que lo veo muy crédulo, además ¿Qué pasará por la cabeza de Liam Payne? No sé.
Para no hacer el discurso aquí, les confieso que mi parte favorita de subir capítulo es escribir ésta parte -cof,cof,cof-. Agradezcan a Scarlett Ramirez, por apresurarme porque sin ella no sé si estuvieran leyendo esto LOL. Ah, no sé si les guste Lady Gaga
PD: 1 semana más para mis parciales... espero poder subir y si llegaron a leer hasta aquí sepan que odio a Harry Styles.
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
Un enorme paréntesis en el fanfic:
Hola, esto no tiene nada que ver (o algo así). Pero me volví loca, o no sé si es porque estoy en parciales... y estoy desesperada, pero... Oficialmente, ahora mi ship Liam/Marina es real (aunque sea solo en mi mente). Vean la hermosa imagen que cree (no porque yo la edité, si no porque salen los 2, JUNTOS).
(x)
Ñah, no me importa que no este bonita, es que me encantan juntos. Perdón Danielle,
PD Importante: Siempre he dicho que cuando uno lee, se imagine las cosas como quiere y se le pegue la gana, así que Arianne no tiene que ser precisamente Marina, porque no lo es. En realidad, cuando escribo lo hago con imaginación, como se me viene en ese momento, y después notifico que es Marina Diamandis. Pero me gustan juntos, son rechulos. OK. LO QUE SI ES OBLIGATORIO, es Liam con el cabello chino, sin objeciones.
PD 2 Menos importante:
Estoy comenzando a leer libros, de nuevo, cuando acaben mis exámenes, devoraré muchos. Y eso es bueno para mi vocabulario, porque lo que escribo, lo aprendo de la lectura que tengo. FIN.
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
Asjdssajdkfjdhasd PERDÓN POR NO APARECER EN MUCHO TIEMPO! Pero acá me tenés y tengo mucho que decir:
Primero: Amé el capítulo <3 y te puedo jurar que cuando Ari dijo que era feliz casi me pongo a llorar. NO LE LAVEN EL CEREBRO BITCHES! okno.
Segundo: ¡espero que te vaya muy bien en tus parciales!
Tercero: ESA. FOTO. DE. LIAM. Y. MARINA. Aunque sea editada también me pone feliz que estén ellos dos juntos :33
Cuarto: Espero que estés muy bien :D
Quinta: En realidad creo que ya dije todo.
Espero que subas pronto, se te quiere mucho Becky<3
Primero: Amé el capítulo <3 y te puedo jurar que cuando Ari dijo que era feliz casi me pongo a llorar. NO LE LAVEN EL CEREBRO BITCHES! okno.
Segundo: ¡espero que te vaya muy bien en tus parciales!
Tercero: ESA. FOTO. DE. LIAM. Y. MARINA. Aunque sea editada también me pone feliz que estén ellos dos juntos :33
Cuarto: Espero que estés muy bien :D
Quinta: En realidad creo que ya dije todo.
Espero que subas pronto, se te quiere mucho Becky<3
Diamandis.
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
belen0311 escribió:Asjdssajdkfjdhasd PERDÓN POR NO APARECER EN MUCHO TIEMPO! Pero acá me tenés y tengo mucho que decir:
Primero: Amé el capítulo <3 y te puedo jurar que cuando Ari dijo que era feliz casi me pongo a llorar. NO LE LAVEN EL CEREBRO BITCHES! okno.
Segundo: ¡espero que te vaya muy bien en tus parciales!
Tercero: ESA. FOTO. DE. LIAM. Y. MARINA. Aunque sea editada también me pone feliz que estén ellos dos juntos :33
Cuarto: Espero que estés muy bien :D
Quinta: En realidad creo que ya dije todo.
Espero que subas pronto, se te quiere mucho Becky<3
Hola Bel :-). No he podido escribir, sin embargo, ya sé que voy a escribir. Así que tal vez publique entre viernes/ sábado :p. Esa foto de Liam, omfg. Me voy a esforzar para hacer una mejor y aprender a editar mejor :-( JAJA. En fin, te quería decir que este mismo día que publicaste el comentario... hice un shot, por si lo quieres leer, se llama "You're so beautiful". Por cierto, estoy leyendo The Blessed y Tonya Hurley me inspira mucho lol.
Por otro lado, en mis parciales... el más bajo fue matemáticas de 75 y tuve dos 100's, so... XD. ¡Qué te vaya bien en la vida!
Badk1Ds
♡ Capítulo 6 ♡
♡ Capítulo 6 ♡
Los últimos días traté de recordar lo que me había sucedido en los últimos años, estaba contenta con la escuela y satisfecha con las calificaciones que obtenía, la danza era nada más que otro elemento fundamental, como también lo era mi padre y madre; ellos eran el complemento de mi todo, ¿Porqué debían de manejar mis facultades mentales? Yo me notaba normal, paciente aunque insegura, pero sana. ¿Era una amenaza para todos los de mí alrededor? ¿O ellos una amenaza a para mí? Ya no distinguía las cosas concretamente. Sin embargo, continúe mi misión de concentrarme en la Arianne pasada y no a la que se le salen los problemas hasta por las narices.
Niall, ciertamente fue muy importante para mi formación. Solía hacerme el peinado apegado y lo más lujoso que podía para que le agradase a Niall, usaba el perfume que me había regalado mi prima Jennifer para navidad y también me echaba una capa de maquillaje con tal de verme presentable. Lo que sucedió entre mis casi últimas clases y presentaciones, me traía como loca en ese momento: Niall coqueteaba conmigo, lo que hacía enfurecer a Mariane, y eso me contentaba de alguna u otra manera; él chico era corpulento si le dábamos créditos al baile y encantador gracias a su sonrisa. La mayoría de las chicas en el instituto lo pasaban desapercibido, otras como Mariane ni durmiendo se perdería un solo de Niall, ambas solíamos escabullirnos entre los estudiantes de segundo, a un taller extra que era Hip-hop y asechábamos a nuestra presa. Lo que no esperé fue que me borrará del mapa y terminara saliendo con mí persona contraria. El último día que fui a entregar el papeleo de mi retirada, Mariane había contratado chaperones y casi un letrero enorme con la leyenda “Gané la batalla. Piérdete. Niall y yo estamos juntos, ahora es mío. MÍO”. Entonces le dedique una mirada de escepticismo a la recién pareja y me marché.
Papá. No podía echarle la culpa ni en un millón de años, ni sujetada por perros salvajes haciendo añicos mi piel, ni nada en el mundo; yo era despistada porque esa era yo, no porque papá había muerto y pasado a otra vida que ninguno puede con seguridad afirmar. Quería imaginar que me miraba desde las estrellas y gozaba de las pocas sonrisas que salían de mis labios, y que me estaba esperando en un futuro incierto para comer el helado que ambos solíamos disfrutar de vez en cuando —el del sabor de su elección y yo de mandarina—.
Luego tendría que analizar a mamá, la mujer que me enseñó a sentir realmente y también me dio la lección de aprender a escuchar los latidos del corazón… Era más fuerte que yo, también se derribó porque era humana y sentía, solo que a diferencia mía me estaba apoyando cuando ella igualmente necesitaba de un consuelo y pañuelo para poder sonarse los mocos, porque el llanto en nosotras se iba agotando y cesando.
Si iba a analizarme completamente debía de hacerlo con el presente.
El psicólogo, el psiquiatra, hombres sin corazón ni razón de sentir que creían que con unas pastillas me encontraría estable mentalmente, nunca supieron trabajar mi parte sentimental y tampoco me sentía dispuesta a mostrársela.
Harry, necesitaba un poco de cordura y pulirlo para que fuese un niño común, lo mejor de todo era que esos me aburrían y por eso me encariñé muy rápido con Harry. Como con una mascota, dicen que no hay que ponerles nombre, para no comenzar a sentir algo… Claro, Hazza no era mi mascota, más que eso se volvió mi confidente.
Y allí estaba el masticable y odioso Liam James Payne. No tenía la mínima idea de porque lo conocí, ni con qué razón, lo que tenía más claro que el agua y más palpable que el mal humor de mamá por las mañanas era que yo necesitaba a Liam para sentirme estable y él me necesitaba a mí para dar ese giro a su vida que tanto le andaba faltando.
Porque yo era una demente sin causa y sin solución…. Ni la robótica pudiese cambiar mi interior. O al menos eso creía.
Mamá de miró con recelo, angustiada y trate de escrutar su semblante para encontrar alguna pizca de tranquilidad. Sin éxito. Señaló el plato de cereal que tenía al frente mío, inquiriendo a regañadientes que accediera a dar el primer bocado, solo que había un tornado en mi mente que mee fastidiaba de manera torrencial y me quitaba el apetito de recuerdo en recuerdo, de tirón en tirón.
— Mira, Arianne… No tienes que hacerlo si no quieres— mamá y yo habíamos acordado no hablar más del tema. Lo que se iba a hacer, se iba a hacer, allí quedaba. Por otro lado, mamá se veía atormentada por la situación, tratando de buscar al culpable, otra manera más razonable de hacerme vivir. No me quería a mí misma, lo sabía desde siempre, más… Si había que colmarme la cabeza con coherencia mientras estaba en un estado de trance por mamá, no me negaba a hacerlo. Era un sacrifico, más que un tratamiento.
— Está bien, todo va a salir respecto al plan, no sé porque te ahogas en un vaso de agua— inquirí tranquilamente—. La que debería estar con los pelos de punta, es otra— apunté refiriéndome a nada más y nada menos que Arianne Shrader. La chica en apuros. La lunática inestable.
— Anne, esto va más allá de lo planeado… se suponía que serían terapias y nada más que eso… — dijo mamá dándose un masaje en las sienes para controlarse los nervios.
— Pues hay que actuar rápido, antes de que me arrepienta, má.
— No estoy segura de esto… lo he consultado con Liam, el está hecho pedazos, Harry dice que te va a extrañar mucho…— agregó al tiempo que adentraba a su boca un pedazo de melón perteneciente a su cóctel de frutas.
— No me voy de viaje. Es solo un tiempo, como un coma del que estarán al 100% porciento seguros que despertaré, ¿no? —carraspeé mi último vocablo.
— Anne, disfruta este día como quieras… Te dejo hacer lo que se te pegue la gana— agregó con honestidad para zambullirse la última pieza de su alimento y retirarse para dejarme comer mi cereal en paz, a la lentitud que yo lo deseaba disfrutar.
Y de pronto, ese día ya sabía qué hacer.
(…)
El solo ver a distancia los rizos de Harry agitándose con el viento como si estuviese promocionando un caro shampoo en la TV, me hizo sonreír. Veía corriendo hasta la reja de su casa con un gran entusiasmo y se le notaban los hoyuelos en cada cachete con una pizca de delicado rubor natural. Me abrió como si me hubiera ido hace apenas 5 minutos y regresara por algo que se me olvidó.
Mi amigo me echo un vistazo desde las sandalias hasta mi cabello suelto, me abrazo y entristeció los ojos porque probablemente mi cara no se veía de venir a dar buenas nuevas.
— Claro, ya se va a casar ¿Quieres que le de la mano a ese muchachón? — inquirió Harry. Mulán se vino como fiera hasta la puerta en donde me restregaba los zapatos para pasar y no arruinar el trabajo de Anne o cualquiera que se encargase de arreglar la casa de Harry, su mascota quiso atacarme pero Harry le gritó mucho antes, después de aquella acción traté de formular lo que acababa de cuestionarme.
— ¿Casarme? ¡Claro si me brindas en vestido! — espeté con aire superior, fingiendo entrar por el altar, sin imaginarme a Liam al frente, solo a mi padre llevándome a la entrega.
— Pero por supuesto que no, eso tiene que hacerlo Louis, no querrás dejar fuera de esta contienda o te podría quemar todos los moños que tienes, hasta que no quede ni una ceniza de ninguno…— No sé porque mi afán de ponerle etiqueta a las cosas, sin duda alguna Harold Styles era mi persona favorita en el mundo, por el simple hecho de ser honesto con las palabras que se expresaba.
— Seguro. La única condición es que Liam no sea el novio, ¡Me arruinaría la velada!
— Pestañas, Pestañas, Pestañas…— mencionaba con cautela, mientras daba un gesto que no lo logré comprender hasta después de sus próximas palabras—. Haz sido atrapada por esa red engañosa del amor.
— No hay ninguna red, Hazza. Es que no soy una araña— afirmé. Tome haciendo a su lado, solté un suspiro de cansancio y me acurruco por un largo tiempo.
No es que yo no quisiera ir al corriente con mi salud, ni tampoco que me negara al tratamiento. Es solo que tenía miedo de no volver a ser la misma, de cambiar mis ideales, de que se me olvidará todo por completo y quedará en blanco, eso era lo peor.
Sin imaginación, sin saber a quién querer correctamente, sin conocer al Harry que me hace carcajear por ver sus chinos tontos y sin el Liam intrépido y molestoso que conocí no hace poco. Eso era impensable, horrible, escalofriante. Verdaderamente, la realidad me pegaba como un balde de agua frío, de golpe. Jamás creí enfrentarla, no estaba en mis planes.
Según mis cálculos, desde hace ya unas tardes pasadas mi cuerpo no estaría absorbiendo oxigeno y depositándolo en los pulmones, debería estar más inerte que un animal disecado. Sin embargo, algo cambió eso, y los sueños que tenía sobre papá cada noche y lo que me comunicaba, me decían que no era solo un incidente cualquiera, eran de esos que te marcan para siempre.
— ¿Qué te pasa, Pestañas? ¿Acaso te ha engañado con alguien más tu amado? ¿Se han acabado las palomitas en tu casa? ¿Tu secadora ha dejado de funcionar? — Harry clavo sus ojos en los míos, perforándome el ser, empujándome a decirle todo lo que me sucedía: desgracia, tras desgracia.
— Yo, he dejado de funcionar— Las orbitas de Harry brillaron diciéndome que me comprendía con su más mínima expresión; dejándome ver mi propio retrato, masacrado y sin esperanza alguna, jugando a ser fuerte.
— ¿Por qué, Anne? Tal vez no has comido las galletas necesarias que necesita el organismo… Dejar de ingerirlas es un pecado capital, lo acordamos— Era verdad. Una tarde nos dedicamos a escribir cosas que se nos ocurrían y que los demás no podían darse cuenta porque estaban demasiado ocupados viviendo sus vidas y como Harry y yo nos encontrábamos más aburridos que dos viles carceleros, ¿Por qué no escribir un poco de lo nuestro?
— No eso nunca Harry. De hecho todo mi estómago tiene galletas por todos lados, puedo vomitarlas si quieres verlas…
— No, ahora no… Luego, Gemma andaba hace rato por mi perímetro, analizando como me porto… Llamo a papá donde quiera que ese hombre se encuentre y según lo que escuche por la otra línea quiere que me vigile muy de cerca. ¡Cómo si fuera un lunático! — Harry agravó su tono en su última frase, para que Gemma se sintiese culpable, aunque solo una pizca, de inculpar a su hermano por algo que totalmente, no era—. Bien chica, habla ahora o calla para siempre.
— Soy yo, Harry. Me diagnosticaron bipolaridad por eso me medicaban, para mantenerme tranquila. Soy como una muñeca, sin sentido… — la expresión del chico cambió a una muy angustiada, despistado, tratando de escudriñar mis palabras para notificar si las decía, como una quinceañera de México que viaja a Londres como regalo y se frota los ojos para comprobar que está frente al Big Ben—. Me van a hacer una tipo de hipnosis, donde me borraran recuerdos más recientes. El psiquiatra dijo que mi presente me atormenta y debe ser borrado, antes de que cometa locuras más grandes como la de querer suicidarme. ¿Crees que eres un lunático? Estás hablando con Shrader, la psicópata.
Harry no supo que decir, entonces se quedo callado y me abrazo con empeño al punto de asfixiarme, de sentir su sudadera Jack Wills adhiriéndose a mi piel. Si estuviese yo en su pellejo, haría exactamente lo mismo: Comprender.
— Arianne. No puedes olvidarte de mí, no lo harás, de nadie, solo… será un poco lo que extraigan. Gemma investigó eso para su tarea de medicina, y metí las narices un rato… no pueden dejarte como un lienzo de pintura…
— Sin pintura…— completé.
— No les permito perturbar tu mente… ¡NO!, ¡NO!, ¡NO! ¿Cómo se atreven? ¿Quién demonios hizo ese diagnostico! — Las mejillas de Harry pasaron de una turbación de bebé, a la de un asesino en serie a punto de descuartizar a su víctima. Atosigado. Torcido.
— Es tarde Harry, vine a avisarte…. Que si ya nada de ti está en mi mente, debes de llorar a mi lado, aunque no te conozca… Las lágrimas de la gente salen de su ser y en cuanto más amargas sean, más honestas son. Te quiero mucho, confidente, amigo, Hazza— musité y está vez fui yo quien lo estrangulándolo entre mi pecho y el suyo.
— No te despidas Arianne, una vez leí que los amigos son como las estrellas… No siempre las ves pero sabes que están ahí— Ese chico quería hacerme chillar, con algo tonto y cursi que había sacado de la parte trasera de una revista—. ¿Cuándo pasará? ¿Cuándo serás perturbada?
— Esa palabra: “Perturbada”. Suena a matanza.
— Como sea Arianne, ¿Cuándo es? — en mi vano intento de evadir el tema central, no funcionó.
— Mañana mismo.
(…)
La rígida puerta de madera presentaba raspones y daba un aspecto alucinante, combinado con la adrenalina de tocar o no el timbre, las rodillas me flaquearon al primer intento, tranquilice mi respiración y también un poco mis venas.
Atendió una mujer de cabello rubio, rasgos marcados y rostro inmaculada. Se figuro de a quien venía a visitar, me dejo esperando en el sofá de su sala, a su llegada, puesto que había salido con Zayn.
Liam no me había hablando desde hace una semana, cuando supo la terrible noticia. La tragedia. No debía estarlo, era yo quien se marginaría del mundo con aquello, por otra parte Liam me estaba evitando y lo entendía cuando no me respondía los mensajes de odio que le dejaba en la contestadora. Al cabo de media hora, un moreno entro por la puerta con muchos comics en la mano, los aventó a la mesa y se dirigió hasta mí. Plantó un beso cordial a mi mejilla.
— ¿Qué hay de nuestra reunión?
— El mal tiempo lo ha pospuesto.
— No hay mal tiempo.
— No hay reunión.
— Buena jugada, Anne— cuando la mamá de Liam se alejó a la cocina para preparar unos bocadillos y ponerlos en el centro, busqué a Liam en el lugar. No estaba. Oí su auto en la entrada, estacionándose con cautela y mientras tanto Zayn aprovecho el momento para acercarse a centímetros míos, invadir mi espacio y decir algo casi intangible—. ¿Cómo jugaste con él? ¿Lo tienes bajo una poción o algo? ¿Un hechizo? Apenas conseguí que saliera de su habitación, está mar marchito que una planta sin sol por dos semanas.
— No sé de qué me hablas, Zayn.
— De eso te hablo…— Mi sangré ardió al percatarse del Liam con ojos panda, la espalda cansada y la mirada vacía. Hubiera sido un bonito oso panda si no fuesen ojeras.
— Yo me largo, adiós señora. Arianne…— volvió a mi rostro y mi cachete, con la oportunidad de clamar sus últimas palabras—: Revívelo de nuevo.
Cuando Zayn se esfumó, pregunté a Liam si podíamos salir a dar un paseo. No del todo convenció accedió, con tristeza.
— ¿Sabes por qué estoy aquí?
— ¿Vienes a darme las galletas que me debes desde hace casi un milenio? — mi cerebro conectó al escucharlo. Estaba maldecida, que jamás me acordaba del trato. Como una excusa para seguir hablando con Liam.
— No. Lo siento. He estado pensando.
— ¿Qué piensas? ¿Qué pasa por la enredada mente de Arianne Shrader? — dijo. Llegamos al parque, que quedaba alado donde todo el rollo con Bambi, había comenzado. Donde mi vida volvió a tener color.
— Pienso en que, tal vez me olvidé de ti. De Harry. De que alguna vez me sentí enferma, y que tuve un psicólogo antes del médico que veré cuando me despierte— mi voz sonaba como un témpano de hielo. Seco. No quería resonar así, solo sería. Liam se quebró por dentro.
— Tienes que recordarme Arianne, no es una opción, ¿Porqué tenía que pasarte todo esto? ¡Es culpa tuya! — Que irónico.
— ¿Culpa mía? ¡Yo no me quise enfermar, yo quería morir! Tú fuiste el que me saco, tú te condenaste. — le sentencié. Ambos tomamos asiento, en un banco frente a los juegos infantiles. El se fastidiaba.
— Excelente. Acaba.
— Liam, suficiente. Lo sé todo.
— ¿Saber qué?
— Lo que tú sientes, lo sé a toda la extensión de la palabra— No lo había vislumbrado tan exasperado alguna otra vez, se aclaro la garganta.
— Habla, que no sé a qué te refieres. Alto, espera ¿Tú crees que estoy loco por ti?
— No con exactitud.
— ¿Qué significa eso? ¿Cómo puedes estar tan segura? — me retó.
— La adrenalina carcomía a Liam por dentro, su ritmo cardiaco había aumentado, mis sentidos podían captarlo.
La adrenalina carcomía a Liam por dentro, su ritmo cardiaco había aumentado, mis sentidos podían captarlo.
Tome a Liam de la mano, acaricié su muñeca y lo sosegó mi acción. Observe su mirada llena de picardía, sus pupilas se habían dilatado con mi inminencia, deduje algo completamente impensable y horrible, sin embargo no lo pude deducir porque Liam me atrajo hacía él para plantarme un calido abrazo.
Me acerqué hasta su rostro. Agarré su muñeca en un pestañear de ojos.
— Porque la química me lo dijo.
— ¿Qué te ha dicho? — sentí su aliento chocarme la cara, cálido.
— Porque tomé tu pulso, mis oídos no me engañaban. Te aceleras. Tus pupilas se dilatan— demostré. Se apenó con mi revelación. Tal vez, a primeras pensó que Zayn me revelara su secreto, ya hasta hubiese planeado una revuelta para matarlo.
— Oh.
— Tranquilo. Tengo este momento para decirte que compartimos, el mismo secreto.
Y lo reviví, en una sonrisa.
(…)
Cuando miro al pasado de mi vida, no es que no quiera ver las cosas tal como ocurrieron. Es sólo que prefiero recordarlas de una forma personal. Faltando a la verdad, la vida es mucho más honesta, porque yo la inventé. La psicología clínica, discutiblemente nos dice que el trauma es el asesino final. Los recuerdos no son reciclables, como los agregados o las partículas en la física cuántica. Pueden perderse para siempre.
Es como si mi pasado fuese una pintura sin acabar. Y como artista de esa pintura, debo rellenar los feos hoyos y hacerla hermosa de nuevo. No es que haya sido deshonesta. Es sólo que odio la realidad.
La verdad es que en aquel entonces en la clínica, las enfermeras sólo llevaban divertidos sombreros para mantener la sangre alejada de su cabello.
Y esa chica de la izquierda, pidió ositos de goma y un cuchillo hace un par de horas. Solo de dieron los ositos de goma.
Me hubiera gustado que solo me hubieran dado los ositos de goma.
Al tiempo de ver por última vez la horrible cara del médico, cierro los ojos y espero despertar.
Niall, ciertamente fue muy importante para mi formación. Solía hacerme el peinado apegado y lo más lujoso que podía para que le agradase a Niall, usaba el perfume que me había regalado mi prima Jennifer para navidad y también me echaba una capa de maquillaje con tal de verme presentable. Lo que sucedió entre mis casi últimas clases y presentaciones, me traía como loca en ese momento: Niall coqueteaba conmigo, lo que hacía enfurecer a Mariane, y eso me contentaba de alguna u otra manera; él chico era corpulento si le dábamos créditos al baile y encantador gracias a su sonrisa. La mayoría de las chicas en el instituto lo pasaban desapercibido, otras como Mariane ni durmiendo se perdería un solo de Niall, ambas solíamos escabullirnos entre los estudiantes de segundo, a un taller extra que era Hip-hop y asechábamos a nuestra presa. Lo que no esperé fue que me borrará del mapa y terminara saliendo con mí persona contraria. El último día que fui a entregar el papeleo de mi retirada, Mariane había contratado chaperones y casi un letrero enorme con la leyenda “Gané la batalla. Piérdete. Niall y yo estamos juntos, ahora es mío. MÍO”. Entonces le dedique una mirada de escepticismo a la recién pareja y me marché.
Papá. No podía echarle la culpa ni en un millón de años, ni sujetada por perros salvajes haciendo añicos mi piel, ni nada en el mundo; yo era despistada porque esa era yo, no porque papá había muerto y pasado a otra vida que ninguno puede con seguridad afirmar. Quería imaginar que me miraba desde las estrellas y gozaba de las pocas sonrisas que salían de mis labios, y que me estaba esperando en un futuro incierto para comer el helado que ambos solíamos disfrutar de vez en cuando —el del sabor de su elección y yo de mandarina—.
Luego tendría que analizar a mamá, la mujer que me enseñó a sentir realmente y también me dio la lección de aprender a escuchar los latidos del corazón… Era más fuerte que yo, también se derribó porque era humana y sentía, solo que a diferencia mía me estaba apoyando cuando ella igualmente necesitaba de un consuelo y pañuelo para poder sonarse los mocos, porque el llanto en nosotras se iba agotando y cesando.
Si iba a analizarme completamente debía de hacerlo con el presente.
El psicólogo, el psiquiatra, hombres sin corazón ni razón de sentir que creían que con unas pastillas me encontraría estable mentalmente, nunca supieron trabajar mi parte sentimental y tampoco me sentía dispuesta a mostrársela.
Harry, necesitaba un poco de cordura y pulirlo para que fuese un niño común, lo mejor de todo era que esos me aburrían y por eso me encariñé muy rápido con Harry. Como con una mascota, dicen que no hay que ponerles nombre, para no comenzar a sentir algo… Claro, Hazza no era mi mascota, más que eso se volvió mi confidente.
Y allí estaba el masticable y odioso Liam James Payne. No tenía la mínima idea de porque lo conocí, ni con qué razón, lo que tenía más claro que el agua y más palpable que el mal humor de mamá por las mañanas era que yo necesitaba a Liam para sentirme estable y él me necesitaba a mí para dar ese giro a su vida que tanto le andaba faltando.
Porque yo era una demente sin causa y sin solución…. Ni la robótica pudiese cambiar mi interior. O al menos eso creía.
Mamá de miró con recelo, angustiada y trate de escrutar su semblante para encontrar alguna pizca de tranquilidad. Sin éxito. Señaló el plato de cereal que tenía al frente mío, inquiriendo a regañadientes que accediera a dar el primer bocado, solo que había un tornado en mi mente que mee fastidiaba de manera torrencial y me quitaba el apetito de recuerdo en recuerdo, de tirón en tirón.
— Mira, Arianne… No tienes que hacerlo si no quieres— mamá y yo habíamos acordado no hablar más del tema. Lo que se iba a hacer, se iba a hacer, allí quedaba. Por otro lado, mamá se veía atormentada por la situación, tratando de buscar al culpable, otra manera más razonable de hacerme vivir. No me quería a mí misma, lo sabía desde siempre, más… Si había que colmarme la cabeza con coherencia mientras estaba en un estado de trance por mamá, no me negaba a hacerlo. Era un sacrifico, más que un tratamiento.
— Está bien, todo va a salir respecto al plan, no sé porque te ahogas en un vaso de agua— inquirí tranquilamente—. La que debería estar con los pelos de punta, es otra— apunté refiriéndome a nada más y nada menos que Arianne Shrader. La chica en apuros. La lunática inestable.
— Anne, esto va más allá de lo planeado… se suponía que serían terapias y nada más que eso… — dijo mamá dándose un masaje en las sienes para controlarse los nervios.
— Pues hay que actuar rápido, antes de que me arrepienta, má.
— No estoy segura de esto… lo he consultado con Liam, el está hecho pedazos, Harry dice que te va a extrañar mucho…— agregó al tiempo que adentraba a su boca un pedazo de melón perteneciente a su cóctel de frutas.
— No me voy de viaje. Es solo un tiempo, como un coma del que estarán al 100% porciento seguros que despertaré, ¿no? —carraspeé mi último vocablo.
— Anne, disfruta este día como quieras… Te dejo hacer lo que se te pegue la gana— agregó con honestidad para zambullirse la última pieza de su alimento y retirarse para dejarme comer mi cereal en paz, a la lentitud que yo lo deseaba disfrutar.
Y de pronto, ese día ya sabía qué hacer.
(…)
El solo ver a distancia los rizos de Harry agitándose con el viento como si estuviese promocionando un caro shampoo en la TV, me hizo sonreír. Veía corriendo hasta la reja de su casa con un gran entusiasmo y se le notaban los hoyuelos en cada cachete con una pizca de delicado rubor natural. Me abrió como si me hubiera ido hace apenas 5 minutos y regresara por algo que se me olvidó.
Mi amigo me echo un vistazo desde las sandalias hasta mi cabello suelto, me abrazo y entristeció los ojos porque probablemente mi cara no se veía de venir a dar buenas nuevas.
— Claro, ya se va a casar ¿Quieres que le de la mano a ese muchachón? — inquirió Harry. Mulán se vino como fiera hasta la puerta en donde me restregaba los zapatos para pasar y no arruinar el trabajo de Anne o cualquiera que se encargase de arreglar la casa de Harry, su mascota quiso atacarme pero Harry le gritó mucho antes, después de aquella acción traté de formular lo que acababa de cuestionarme.
— ¿Casarme? ¡Claro si me brindas en vestido! — espeté con aire superior, fingiendo entrar por el altar, sin imaginarme a Liam al frente, solo a mi padre llevándome a la entrega.
— Pero por supuesto que no, eso tiene que hacerlo Louis, no querrás dejar fuera de esta contienda o te podría quemar todos los moños que tienes, hasta que no quede ni una ceniza de ninguno…— No sé porque mi afán de ponerle etiqueta a las cosas, sin duda alguna Harold Styles era mi persona favorita en el mundo, por el simple hecho de ser honesto con las palabras que se expresaba.
— Seguro. La única condición es que Liam no sea el novio, ¡Me arruinaría la velada!
— Pestañas, Pestañas, Pestañas…— mencionaba con cautela, mientras daba un gesto que no lo logré comprender hasta después de sus próximas palabras—. Haz sido atrapada por esa red engañosa del amor.
— No hay ninguna red, Hazza. Es que no soy una araña— afirmé. Tome haciendo a su lado, solté un suspiro de cansancio y me acurruco por un largo tiempo.
No es que yo no quisiera ir al corriente con mi salud, ni tampoco que me negara al tratamiento. Es solo que tenía miedo de no volver a ser la misma, de cambiar mis ideales, de que se me olvidará todo por completo y quedará en blanco, eso era lo peor.
Sin imaginación, sin saber a quién querer correctamente, sin conocer al Harry que me hace carcajear por ver sus chinos tontos y sin el Liam intrépido y molestoso que conocí no hace poco. Eso era impensable, horrible, escalofriante. Verdaderamente, la realidad me pegaba como un balde de agua frío, de golpe. Jamás creí enfrentarla, no estaba en mis planes.
Según mis cálculos, desde hace ya unas tardes pasadas mi cuerpo no estaría absorbiendo oxigeno y depositándolo en los pulmones, debería estar más inerte que un animal disecado. Sin embargo, algo cambió eso, y los sueños que tenía sobre papá cada noche y lo que me comunicaba, me decían que no era solo un incidente cualquiera, eran de esos que te marcan para siempre.
— ¿Qué te pasa, Pestañas? ¿Acaso te ha engañado con alguien más tu amado? ¿Se han acabado las palomitas en tu casa? ¿Tu secadora ha dejado de funcionar? — Harry clavo sus ojos en los míos, perforándome el ser, empujándome a decirle todo lo que me sucedía: desgracia, tras desgracia.
— Yo, he dejado de funcionar— Las orbitas de Harry brillaron diciéndome que me comprendía con su más mínima expresión; dejándome ver mi propio retrato, masacrado y sin esperanza alguna, jugando a ser fuerte.
— ¿Por qué, Anne? Tal vez no has comido las galletas necesarias que necesita el organismo… Dejar de ingerirlas es un pecado capital, lo acordamos— Era verdad. Una tarde nos dedicamos a escribir cosas que se nos ocurrían y que los demás no podían darse cuenta porque estaban demasiado ocupados viviendo sus vidas y como Harry y yo nos encontrábamos más aburridos que dos viles carceleros, ¿Por qué no escribir un poco de lo nuestro?
— No eso nunca Harry. De hecho todo mi estómago tiene galletas por todos lados, puedo vomitarlas si quieres verlas…
— No, ahora no… Luego, Gemma andaba hace rato por mi perímetro, analizando como me porto… Llamo a papá donde quiera que ese hombre se encuentre y según lo que escuche por la otra línea quiere que me vigile muy de cerca. ¡Cómo si fuera un lunático! — Harry agravó su tono en su última frase, para que Gemma se sintiese culpable, aunque solo una pizca, de inculpar a su hermano por algo que totalmente, no era—. Bien chica, habla ahora o calla para siempre.
— Soy yo, Harry. Me diagnosticaron bipolaridad por eso me medicaban, para mantenerme tranquila. Soy como una muñeca, sin sentido… — la expresión del chico cambió a una muy angustiada, despistado, tratando de escudriñar mis palabras para notificar si las decía, como una quinceañera de México que viaja a Londres como regalo y se frota los ojos para comprobar que está frente al Big Ben—. Me van a hacer una tipo de hipnosis, donde me borraran recuerdos más recientes. El psiquiatra dijo que mi presente me atormenta y debe ser borrado, antes de que cometa locuras más grandes como la de querer suicidarme. ¿Crees que eres un lunático? Estás hablando con Shrader, la psicópata.
Harry no supo que decir, entonces se quedo callado y me abrazo con empeño al punto de asfixiarme, de sentir su sudadera Jack Wills adhiriéndose a mi piel. Si estuviese yo en su pellejo, haría exactamente lo mismo: Comprender.
— Arianne. No puedes olvidarte de mí, no lo harás, de nadie, solo… será un poco lo que extraigan. Gemma investigó eso para su tarea de medicina, y metí las narices un rato… no pueden dejarte como un lienzo de pintura…
— Sin pintura…— completé.
— No les permito perturbar tu mente… ¡NO!, ¡NO!, ¡NO! ¿Cómo se atreven? ¿Quién demonios hizo ese diagnostico! — Las mejillas de Harry pasaron de una turbación de bebé, a la de un asesino en serie a punto de descuartizar a su víctima. Atosigado. Torcido.
— Es tarde Harry, vine a avisarte…. Que si ya nada de ti está en mi mente, debes de llorar a mi lado, aunque no te conozca… Las lágrimas de la gente salen de su ser y en cuanto más amargas sean, más honestas son. Te quiero mucho, confidente, amigo, Hazza— musité y está vez fui yo quien lo estrangulándolo entre mi pecho y el suyo.
— No te despidas Arianne, una vez leí que los amigos son como las estrellas… No siempre las ves pero sabes que están ahí— Ese chico quería hacerme chillar, con algo tonto y cursi que había sacado de la parte trasera de una revista—. ¿Cuándo pasará? ¿Cuándo serás perturbada?
— Esa palabra: “Perturbada”. Suena a matanza.
— Como sea Arianne, ¿Cuándo es? — en mi vano intento de evadir el tema central, no funcionó.
— Mañana mismo.
(…)
La rígida puerta de madera presentaba raspones y daba un aspecto alucinante, combinado con la adrenalina de tocar o no el timbre, las rodillas me flaquearon al primer intento, tranquilice mi respiración y también un poco mis venas.
Atendió una mujer de cabello rubio, rasgos marcados y rostro inmaculada. Se figuro de a quien venía a visitar, me dejo esperando en el sofá de su sala, a su llegada, puesto que había salido con Zayn.
Liam no me había hablando desde hace una semana, cuando supo la terrible noticia. La tragedia. No debía estarlo, era yo quien se marginaría del mundo con aquello, por otra parte Liam me estaba evitando y lo entendía cuando no me respondía los mensajes de odio que le dejaba en la contestadora. Al cabo de media hora, un moreno entro por la puerta con muchos comics en la mano, los aventó a la mesa y se dirigió hasta mí. Plantó un beso cordial a mi mejilla.
— ¿Qué hay de nuestra reunión?
— El mal tiempo lo ha pospuesto.
— No hay mal tiempo.
— No hay reunión.
— Buena jugada, Anne— cuando la mamá de Liam se alejó a la cocina para preparar unos bocadillos y ponerlos en el centro, busqué a Liam en el lugar. No estaba. Oí su auto en la entrada, estacionándose con cautela y mientras tanto Zayn aprovecho el momento para acercarse a centímetros míos, invadir mi espacio y decir algo casi intangible—. ¿Cómo jugaste con él? ¿Lo tienes bajo una poción o algo? ¿Un hechizo? Apenas conseguí que saliera de su habitación, está mar marchito que una planta sin sol por dos semanas.
— No sé de qué me hablas, Zayn.
— De eso te hablo…— Mi sangré ardió al percatarse del Liam con ojos panda, la espalda cansada y la mirada vacía. Hubiera sido un bonito oso panda si no fuesen ojeras.
— Yo me largo, adiós señora. Arianne…— volvió a mi rostro y mi cachete, con la oportunidad de clamar sus últimas palabras—: Revívelo de nuevo.
Cuando Zayn se esfumó, pregunté a Liam si podíamos salir a dar un paseo. No del todo convenció accedió, con tristeza.
— ¿Sabes por qué estoy aquí?
— ¿Vienes a darme las galletas que me debes desde hace casi un milenio? — mi cerebro conectó al escucharlo. Estaba maldecida, que jamás me acordaba del trato. Como una excusa para seguir hablando con Liam.
— No. Lo siento. He estado pensando.
— ¿Qué piensas? ¿Qué pasa por la enredada mente de Arianne Shrader? — dijo. Llegamos al parque, que quedaba alado donde todo el rollo con Bambi, había comenzado. Donde mi vida volvió a tener color.
— Pienso en que, tal vez me olvidé de ti. De Harry. De que alguna vez me sentí enferma, y que tuve un psicólogo antes del médico que veré cuando me despierte— mi voz sonaba como un témpano de hielo. Seco. No quería resonar así, solo sería. Liam se quebró por dentro.
— Tienes que recordarme Arianne, no es una opción, ¿Porqué tenía que pasarte todo esto? ¡Es culpa tuya! — Que irónico.
— ¿Culpa mía? ¡Yo no me quise enfermar, yo quería morir! Tú fuiste el que me saco, tú te condenaste. — le sentencié. Ambos tomamos asiento, en un banco frente a los juegos infantiles. El se fastidiaba.
— Excelente. Acaba.
— Liam, suficiente. Lo sé todo.
— ¿Saber qué?
— Lo que tú sientes, lo sé a toda la extensión de la palabra— No lo había vislumbrado tan exasperado alguna otra vez, se aclaro la garganta.
— Habla, que no sé a qué te refieres. Alto, espera ¿Tú crees que estoy loco por ti?
— No con exactitud.
— ¿Qué significa eso? ¿Cómo puedes estar tan segura? — me retó.
— La adrenalina carcomía a Liam por dentro, su ritmo cardiaco había aumentado, mis sentidos podían captarlo.
La adrenalina carcomía a Liam por dentro, su ritmo cardiaco había aumentado, mis sentidos podían captarlo.
Tome a Liam de la mano, acaricié su muñeca y lo sosegó mi acción. Observe su mirada llena de picardía, sus pupilas se habían dilatado con mi inminencia, deduje algo completamente impensable y horrible, sin embargo no lo pude deducir porque Liam me atrajo hacía él para plantarme un calido abrazo.
Me acerqué hasta su rostro. Agarré su muñeca en un pestañear de ojos.
— Porque la química me lo dijo.
— ¿Qué te ha dicho? — sentí su aliento chocarme la cara, cálido.
— Porque tomé tu pulso, mis oídos no me engañaban. Te aceleras. Tus pupilas se dilatan— demostré. Se apenó con mi revelación. Tal vez, a primeras pensó que Zayn me revelara su secreto, ya hasta hubiese planeado una revuelta para matarlo.
— Oh.
— Tranquilo. Tengo este momento para decirte que compartimos, el mismo secreto.
Y lo reviví, en una sonrisa.
(…)
Cuando miro al pasado de mi vida, no es que no quiera ver las cosas tal como ocurrieron. Es sólo que prefiero recordarlas de una forma personal. Faltando a la verdad, la vida es mucho más honesta, porque yo la inventé. La psicología clínica, discutiblemente nos dice que el trauma es el asesino final. Los recuerdos no son reciclables, como los agregados o las partículas en la física cuántica. Pueden perderse para siempre.
Es como si mi pasado fuese una pintura sin acabar. Y como artista de esa pintura, debo rellenar los feos hoyos y hacerla hermosa de nuevo. No es que haya sido deshonesta. Es sólo que odio la realidad.
La verdad es que en aquel entonces en la clínica, las enfermeras sólo llevaban divertidos sombreros para mantener la sangre alejada de su cabello.
Y esa chica de la izquierda, pidió ositos de goma y un cuchillo hace un par de horas. Solo de dieron los ositos de goma.
Me hubiera gustado que solo me hubieran dado los ositos de goma.
Al tiempo de ver por última vez la horrible cara del médico, cierro los ojos y espero despertar.
FIN
DE LA PRIMERA TEMPORADA
DE LA PRIMERA TEMPORADA
_____________________________
LO DE CURSIVA ES UN RECUERDOOOOOOOOOOOOOOOOO.
Hola, odio a Scarlett por babear mi cara el otro día. Toda mi cara. Fin.
Mentira, si la odio pero no he acabado. Admito que pensé en hacer un beso. Pero no como le decía a Scarlett, Arianne es como un cementerio: Es tierra Santa. Y no quería que Liam tocara sus labios, no aún. Ya escribí lo que quería escribir desde hace mucho :p. Aplausos a The Blessed y a mi querida Tonya Hurley. Ya viene lo bueno.
Después del final si no entendieron, Arianne ya va a ese tratamiento. Y Liam relatará el próximo cap.
Han sido victimas de mías, muajajajajjajaja.
Aquí hay un truco, truco. Tributo a mi querida Gaga<3.
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
Assffghjkl simplemente hermoso *aplausos a beyonce* me encanta! Si, arienne es tierra santa pero espero que liam pueda despurificat aunque sea un poco esa tierra pronto; aeww ya quiero ver que sucede con arianne! Shdkshf por fin se revelaron su querer*-* ah una cosa mas... Haces ver super loco y bonito a hazza! Quiero un amigo como el! Arianne suertuda! Su persona favorita, me mataste:')<3
Pd: yo se que amas mi saliba en tu carita:3
Pd2: te amo mucho!
Pd3: amo todo lo que escribes (en exceso)
Pd4: fin<3 lots of love from harlett
Pd: yo se que amas mi saliba en tu carita:3
Pd2: te amo mucho!
Pd3: amo todo lo que escribes (en exceso)
Pd4: fin<3 lots of love from harlett
1derfulhazza
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
OMG.
My feelings, i can't.
Te juro que terminé de leer y mi cara fue épica, hermoso capítulo :')) y no puedo creer que ya terminó la primera temporada *Nostalgia mode on*
Quiero más por favor, no me dejes así D: Además Liam relata el próx cap aksjdhgfhdjska.
PD: Me alegro que te vaya bien en tus parciales :) Yo me gradúo este año, me siento un poco viejita(?
PD: Espero que te siga llendo muy bien en tu vida también<3
My feelings, i can't.
Te juro que terminé de leer y mi cara fue épica, hermoso capítulo :')) y no puedo creer que ya terminó la primera temporada *Nostalgia mode on*
Quiero más por favor, no me dejes así D: Además Liam relata el próx cap aksjdhgfhdjska.
PD: Me alegro que te vaya bien en tus parciales :) Yo me gradúo este año, me siento un poco viejita(?
PD: Espero que te siga llendo muy bien en tu vida también<3
Diamandis.
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
belen0311 escribió:OMG.
My feelings, i can't.
Te juro que terminé de leer y mi cara fue épica, hermoso capítulo :')) y no puedo creer que ya terminó la primera temporada *Nostalgia mode on*
Quiero más por favor, no me dejes así D: Además Liam relata el próx cap aksjdhgfhdjska.
PD: Me alegro que te vaya bien en tus parciales :) Yo me gradúo este año, me siento un poco viejita(?
PD: Espero que te siga llendo muy bien en tu vida también<3
Creí que me habías dejado en el olido Jajajaja, cuando terminé mi semana de parciales comienzo a escribir :) además como tengo una semana de vacaciones, voy a hacer lo posible por escribir todo lo que se me ocurra. ¿Te graduas de qué?:o yo estoy en preparatoria y ojalá no repruebe nada, que te vaya muy bien igual Bel <3.
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
Badk1Ds escribió:belen0311 escribió:OMG.
My feelings, i can't.
Te juro que terminé de leer y mi cara fue épica, hermoso capítulo :')) y no puedo creer que ya terminó la primera temporada *Nostalgia mode on*
Quiero más por favor, no me dejes así D: Además Liam relata el próx cap aksjdhgfhdjska.
PD: Me alegro que te vaya bien en tus parciales :) Yo me gradúo este año, me siento un poco viejita(?
PD: Espero que te siga llendo muy bien en tu vida también<3
Creí que me habías dejado en el olido Jajajaja, cuando terminé mi semana de parciales comienzo a escribir :) además como tengo una semana de vacaciones, voy a hacer lo posible por escribir todo lo que se me ocurra. ¿Te graduas de qué?:o yo estoy en preparatoria y ojalá no repruebe nada, que te vaya muy bien igual Bel <3.
Me graduo en el colegio, estoy en el último año :D Acá en Argentina graduarse es cuando terminas la secundaria (o preparatoria como le decís vos) ah.
Ok voy a estar esperando tus capítulos <33
Diamandis.
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
belen0311 escribió:Badk1Ds escribió:belen0311 escribió:OMG.
My feelings, i can't.
Te juro que terminé de leer y mi cara fue épica, hermoso capítulo :')) y no puedo creer que ya terminó la primera temporada *Nostalgia mode on*
Quiero más por favor, no me dejes así D: Además Liam relata el próx cap aksjdhgfhdjska.
PD: Me alegro que te vaya bien en tus parciales :) Yo me gradúo este año, me siento un poco viejita(?
PD: Espero que te siga llendo muy bien en tu vida también<3
Creí que me habías dejado en el olido Jajajaja, cuando terminé mi semana de parciales comienzo a escribir :) además como tengo una semana de vacaciones, voy a hacer lo posible por escribir todo lo que se me ocurra. ¿Te graduas de qué?:o yo estoy en preparatoria y ojalá no repruebe nada, que te vaya muy bien igual Bel <3.
Me graduo en el colegio, estoy en el último año :D Acá en Argentina graduarse es cuando terminas la secundaria (o preparatoria como le decís vos) ah.
Ok voy a estar esperando tus capítulos <33
Oh, mucha suerte Bel :). No yo ya pasé la secundaria, ahora estoy en prepa. Que bueno que veo tu comentario, estoy con muchas ganas de escribir y eso es raro LOL<3
Badk1Ds
♡ Capítulo 1 ♡
♡ Capítulo 1 ♡
TEMPORADA DOS
La nueva habitación de Arianne estaba iluminada por unos rayos de sol que traspasaban las pálidas cortinas amarillas. El olor del lugar enfermaba, ya que se encontraba en un hospital, me hacía recordar cuando era niño, me enfermaba y mi mamá tenía que correr por mi diciendo “¡Liam todavía que yo te inyecto, ¡corres!”; porque no dejaba que ninguna enfermera me tratara ni que nadie con una aguja en la mano se atreviera a mirarme, el aroma es exactamente el mismo de esos días. Con delicados toques de alcohol. Solo que ahora era todo completamente diferente, porque deje de ser un niño, mi madre mi protectora y la enferma era Anne.
Llegué a pensar una serie de veces que Arianne fingía estar durmiendo, y que esperaba a que yo hiciera cualquier movimiento en falso para saltar sobre mí, pero eso nunca paso. Sus párpados le caían muy pesados, dejándola en profundos sueños, su cara parecía hecha de porcelana. Lo admito, se veía muy linda, más viva y el hecho de imaginármelo me espantaba porque me hacía recordar que cuando entrara en sí para ella yo sería todo un extraño. Bueno en parte, podríamos empezar de nuevo y tal vez me volviese a querer tanto como antes o inclusive más.
Las cuatro paredes que nos encerraban solamente a los dos me asfixiaban en recuerdos con ella, desde cuando la conocí con su actitud de tres bufidos por cada frase que decía y hasta la Arianne que disimulaba a la perfección que había descubierto mi “secreto”. El cual en verdad pensaba decirle, en el momento exacto.
El bolsillo trasero de mis pantalones vibraron haciendo que pegue un brinco del susto, era mi celular con un mensaje de Zayn:
“¿Cómo va todo, amigo? Llama para saber el estado de la chica. Y tranquilo si te deja, aún me tienes a mí… Aunque no pienso darte besitos en público. Como sea, llama x”
Zayn con su humor en cualquier momento, era agradable y por esa extraña personalidad que tenía, era mi mejor amigo. Sonreí y respondí un: “¿Besitos en público? Hay Zayn, podría acusarte con la chica que estás saliendo. Arianne no ha abierto el ojo desde la hipnosis, podría hacerlo hasta en dos días más máximo : (”.
Apague el móvil, si una enfermera me atrapaba con las manos en la masa, me sacaban a patadas y era lo que menos quería. Ver a Arianne tan tranquila reconfortaba algo dentro de mí y le debía una muy grande a Cynthia por dejarme pasar a verla, ella tuvo que cederme el puesto porque igualmente se encontraba cansada de haber cuidado de Anne las noches anteriores, quería tomarse un respiro y avisarle sus familiares de Los Angeles que todo había salido bien y podrían venir a visitarla cuando quisieran.
Era muy temprano pero debía estar listo por si ella se levantaba, seguramente lo más hambrienta que podría estar en su vida entera porque este sueño le ha costado mucho tiempo, ha dormido más de un día.
El estruendo de la puerta abriéndose hizo a Arianne fruncir el ceño y reacomodarse en la almohada, posiblemente solo fue una reacción inmediata, no podíamos forjarla a nada y mucho menos a despertar porque podría perturbar una parte del tratamiento o algo así menciono el doctor que la vio.
— Disculpa, ¿Es esta la habitación de Arianne Shrader? — una voz masculina surgió de la penumbra, el chico dejo que se iluminara la cara, parándose a un lado de la ventana.
— Sí, ¿no es muy temprano para visitas? Ella debería estar descansando— soné con autoridad y me di créditos.
— Pues tú estás aquí y no encuentro a Cynthia por ninguna parte, ella me dijo que viniera un rato a estar con Arianne— él tenía una pose firme, con el mentón en alto y con cara de pocos amigos se acercó a la cama donde reposaba una delicada muñeca, la observó con cautela y puso sus ojos en su rostro inmaculado.
— Porque Cynthia me dejo a cargo, mira no me mencionó nada de visitas— No encontraba una manera cordial de correrlo, su presencia fastidiaba mi humor. Era desesperante tenerlo tan cerca de Arianne quien estaba hecha toda una pluma de pájaro o algo más frágil que eso. Me moví al otro lado de la cama, contrario al chico.
— Creo que tú eres Liam, ¿verdad? Cynthia tal vez me dijo algo de ti en la llamada que tuvimos. La madre de Arianne cree que está bien que recuerde a sus pasados amigos— se lamió los labios para seguir con su discurso del cual no entendía palabra y media— y estoy aquí para ayudarla, sé todo lo que está pasando y las penas por las que estuvo. Creo que puedo ayudarla mucho, alguna vez fuimos más que amigos.
Disculpa. No.
¿Quién se creía? ¿Era su ego más alto que todos los pisos arriba de nosotros y los que estaban por debajo para formar un edificio de 18 pisos, podrían ser más alto que eso? Arianne nunca hablo sobre novios o de relaciones con otros, o de muchachos. Zayn coqueteaba con ella un poco y no se ponía débil (Zayn era pasable porque lo hacía para fastidiarme), todas las niñas de mi salón le rogaban a Zayn que salieran con ellas, era guapo, menos Anne ella siempre fue recta. ¿Por qué la estaba comparando? Un enjambre de abejas se desató en mi estomago, me sentí como un niño pequeño a punto de lloriquear. No podía quitarme a Arianne porque yo estuve con ella todo el tiempo que necesito a alguien, la apoye, la quise y la quiero.
¡Él no tuvo que perseguir mariposas en el parque para una nueva colección de Arianne!
— Soy Liam, ¿Y tú? — giró su mirada molestosa a mí, riendo entre dientes y acariciando la mejilla de Anne.
— Niall, alguna vez novio de Arianne— ¿podría ser más detestable que eso? Era como si me marcara una línea, la cual no podría traspasar diciendo que Arianne era suya, o alguna vez lo fue. El tono en que lo decía me despreocupo, no era más que un charlatán. No podía dudar de Anne, y en todo caso si hubieran sido pareja, ya era cosa del pasado.
— Genial. Puedes regresar en la tarde a verla, ella posiblemente esté mejor para esa hora.
— Puedo esperar…
— De acuerdo— bramé perdiendo la batalla. Refunfuñé unos cuantos insultos para mí mismo.
Pues el rubio no estaba nada mal físicamente, era alto, ojos azules cielo con una sonrisa carismática y corpulento. Sin embargo, la manera en que se expresaba y presumía discretamente de sus cualidades o de lo que tenía, te hacían detestarlo desde el primer momento.
Me senté en el sillón que adornaba el cuarto, cabían dos personas y si el orgullo de Niall lo cansaba podría venir a compartirlo, si no, mucho mejor.
Al cabo de las dos de la tarde Arianne comenzaba a moverse mucho y delirar nombres, muchos que no conocía, incluidos los de Niall y Zayn. No logré a escuchar el mío, solo un “Niño Al Que Le Debo Galletas” y me guarde la dicha para mí. Porque era el que repetía constantemente. El doctor entro a revisarla y dijo que era normal que se alborotara, le iba a aplicar otro calmante para que durmiera más y puse una cara muy mala.
Ansiaba que despertara, y como si mis deseos fueran la chispa: Arianne le tomó el brazo el doctor antes de que introdujera más medicamento en ella y me puse muy contento de que pudiera ver el día, de que no estuviera más inmóvil.
— Me va a matar si pone algo más, ¿Quiere que sea como la Bella Durmiente? En todo caso, necesito una bruja para llegar a ser una princesa y no veo a nadie por aquí— dijo ella un poco confusa y asechando, bueno sus comentarios eran los mismos y se expresaba de la misma forma.
— Son calmantes, no iban a hacerte nada. Ahora que estas bien, debes desayunar. Vengo a verte en la tarde y veremos si te damos de alta —continuó el doctor y salió tan pronto como entró.
Arianne se tocó la cabeza y gruñó, nos visualizó a los dos: A Niall y a mí, impacientemente quiso bajar de la cama para saludarnos pero no lo logró hasta que hice que se recargará sobre mi espalda, no me rechazo pero tampoco me trato con dulzura. De los tres nadie dijo nada.
— Niall, ¿Qué haces aquí? ¿Dónde está tu noviecita para que te acompañe? Debiste traerme flores, vaya chico estás perdiendo el encanto— Habló una Anne cansada en un suspiro, y una abeja me picó por dentro.
— Ya no salgó con ella. No estaba seguro de traerte, no sabía cual eran tus favoritas pero podemos salir en la noche por ellas— Completó Niall.
Arianne todavía en mis brazos, me miró desconsolada y con un gesto triste. Solo significaba una cosa.
Ella me había olvidado.
(…)
Una cosa buena salió de mi pesadilla, en realidad la pesadilla se retiró. Niall se había ido.
Me quedé con Arianne y le traje algo de comer, me preguntó por que no me tomaba al menos un jugo o quedaría más flaco, no tenía apetito, mi garganta estaba hecha un nudo y apenas le pude articular un “no tengo hambre”. No hablamos en cosas concretas, ella encendió la TV correspondiente a su habitación y dijo que estaba muy feliz de haber visto a Niall, lo extrañaba como si no lo hubiera visto en años y no quise contestarle porque me enojaba que me hablará de él y no sabría que contestarle, me limité a decirle que todas las preguntas que tuviese se las contestaría su madre cuando fuera por ella en la noche. Ella asintió y se dispuso a comer mientras veía una serie.
Me dispuse a distraerme un poco, le mandé un mensaje a mamá diciendo que Arianne ya estaba mucho mejor y que regresaría a casa por ahí de las 8 de la noche, ella solo me dijo que me cuidara y que tuviera mucha paciencia de la situación; también le marqué a Zayn y me hizo reír un rato con sus bromas. Solo un rato. Como fui a hablar por teléfono a las afueras del hospital, para cuando regresé al cuarto, Arianne se comía una gelatina, parecía encantada y no sé de donde pero sacó un listón para hacerse su distinguida coleta.
— ¿Y? ¿Entonces? — preguntó ella, pasando su cabello para atrás, estaba en sobre su cama en una posición de flor de loto. Sonriente. Parpadeé, ¿Entonces qué?
— ¿Mande?
— Perdón. Todo este tiempo que estuviste afuera me pregunto tu nombre muchas veces, pero solo te me vienes a la mente manejando un carro y estando muy cerca de mí— musitó angustiada, oh no. No era mi intención que se presionara preguntándose por cómo me llamo ni nada de eso.
— Liam, Anne. Así me llamo.
— Liam, pero claro. ¿Cómo no puedo acordarme?
— ¿Eh?
— Sí, tú siempre te sentabas en el parque. Cuando regresaba de mis clases de ballet los sábados, te encontraba metido en un libro o con un muchacho que se me hace vagamente familiar— reveló. Ella ya me conocía de antes, era como si su mente se bloqueó cuando tuvimos contacto por primera vez, es decir, se quería suicidar ¿no era eso un efecto secundario de la muerte? Olvidar quien eres o quienes son los otros, o cuales son tus zapatos favoritos—. ¿Por qué eres así conmigo?
— ¿Así como Anne? — me crucé de brazos y corte un poco la distacia que se tenía de la puerta donde me encontraba hasta su cama. Me entró mucha curiosidad.
— Así. Distante pero a la vez muy tierno, eres como un cuidador que me vigila. Tuve que hacerme esta cola porque la creí necesaria, ¿te gusta que yo use coletas? ¿Por qué me siento así? — Arianne se desubicaba tanto como yo, quería decirme algo, lo sabía. Siempre distinguía de ella cuando ocultaba algo o se enojaba conmigo. Me tomó muy sorprendido. Era más fácil hablar con ella antes, era nueva para mí la sensación nerviosa que generaba en mi corazón una bomba de solo oírla.
— Me gusta mucho como quieras peinarte, pero el lazo que tienes en el cabello te queda muy lindo.
— Pf…— suspiró aliviada—. Me preocupas. Ven acá…— Arianne palpó un lado del colchón y me indicó que me dirigiera a ella, sacó la bandeja de los restos de su merienda y la colocó en el piso para abrirme paso. Posiblemente si me allegaba a ella, escucharía mi corazón desenfrenado y notaría el sudor que me chorreaba en la frente. No me importo, cuando me di cuenta, podía ver sus pestañas a unos centímetros míos.
— ¿Quieres decirme algo Anne? — susurré.
— Quiero decirte muchas cosas y tengo ganas de llorar, no sé por que, siento que jamás te había hablado pero a la vez que hemos estado juntos mucho tiempo. ¿Me podrías explicar?
Le conté un poco de todas las experiencias que vivimos, le hable de mi madre y de Zayn, de su colección de mariposas que al final resulto cierta y el libro que leía antes de que olvidará todo. Ella asentía a todo lo que mencionaba pero no me daba pistas de entenderme.
— También me detallaste que eras una estrella y que tu helado favorito es el de mandarina— terminé.
— Vaya eso es algo muy largo, y pareciera que he corrido por horas… ¡Estoy tan cansada! — aulló en un lamento bostezando—. Quiero decirte algo, pero sonará muy raro.
— Dime— insistí.
— Quiero que estés conmigo Liam, tengo miedo de despertar otra vez y que no estés aquí.
— Aquí estaré Anne, lo prometo.
— No, Liam. No entiendes.
— No entiendo— afirmé.
— ¿Puedo controlarte un momento?
— ¿Eh?
— ¿Confías en mí?
— Sí.
— Déjame controlarte.
— Está bien. Pero, tu doctor, o una enfermera… vendrán a revisarte.
— Ya han venido, ambos. Cuando tu saliste a hacer quien sabe que. Dijeron que me tomé una pastilla y que si tengo más sueño, no dude en satisfacer mis necesidades.
— De acuerdo.
Las manos quebradizas de Arianne subieron hasta mi rostro, llegando a mis ojos e hizo que los cerrara con cuidado bajando mis parpados, tomó de mí y me giró para quedar como ella estaba, solo que de lado derecho. Me recostó por completo y mantuvo su dedo índice en mis labios indicando que no protestará. Su peso se sintió ausente por un segundo y escuché el interruptor de las luces. Las apagó. Regresó a mi costado. Estiró mi brazo derecho y sólo podía sentirla. Imaginaba su rostro sin expresión, todo estaba oscuro. Deberían ser como las siete, anochecía. Se adentró a mí, refugiándose en mi pecho y me abrazó, posándose a mi lado.
— No te preocupes por Niall. Presté atención y lo oí diciendo que fuimos novios— decía en voz quedita a mis oídos—. Nunca fuimos nada, y no quiero ir a comprar flores con él.
— Arianne, no sé qué decirte.
— Lo sé Liam, yo tampoco. Siento que debo estar contigo.
— Sigue así.
— Así estoy, pero ahora tengo sueño.
— Duerme.
— No te vayas— sacó un esfuerzo para elevar su cuerpo un poco y me plantó un beso en los cachetes, que me ardían.
Arianne me dio esperanza.
(…)
Mamá me mataría, una de las condiciones de que me diera permisos de salir y llevarme su carro era la hora que acordamos, pero Cynthia me invitó a su casa a cenar y sería des cordial de mi parte decirle que no. Aparte yo no podía perderme eso.
— ¿Por favor? — generé una súplica para mi madre al otro lado de la línea.
— ¡Claro Liam! ¡No te preocupes tanto hijo! Tu padre llegó del trabajo y nos ha traído en su coche un rato al cine, justamente te iba a marcar para decirte que tuvieras cuidado.
— Rayos, mamá. Me acabo de dar un susto yo solo… ¿Porqué papá no puede ser así cuando estoy yo en la casa?
— Ay cariño, él dice que te envidia porque estás con tu novia— mi madre se traía algo entre manos que no quería averiguar.
— Arianne no es mi novia.
— Como digas.
— No lo es.
— Pero quieres que sea.
— Mmm...
— Adiós cariño, la película se va a poner amarga con tu llamada.
— Como te quiero madre.
Aparqué el auto de mamá fuera de la casa de Cynthia, el fraccionamiento como de costumbre estaba más que desierto y exigía un poco de vida. Esperé a que ellas bajarán de su carro y me indicarán que pasará, así fue. Cenamos algo muy raro, un platillo parecido al que mi abuela cocinaba cada navidad y Cynthia dijo que fue en motivo a Arianne.
Celebramos a Anne y ella subió a cambiarse porque decía que con la bata del hospital era una aprendiz de karate, Cynthia aprovechó para agradecerme lo mucho que he estado con ella y mi paciencia, yo le agradecí a ella por lo gentil que ha sido conmigo y le dije que me despidiera de Arianne.
Ya me iba ir, a subir a bordo para manejar solo una calle y llegar con rapidez a mi casa, cuando Anne salió con otro lazó en la cabeza y un vestido naranja que le llegaba a las rodillas.
— ¿A dónde vas, Liam? — cuestionó dando pasos desde la puerta que daba el acceso a su morada.
— Es noche Anne, tengo que irme a casa.
— Me he puesto un vestido.
— Es muy lindo.
— Gracias.
Arianne fue hasta el lugar donde estaba parado con las llaves en mis manos, resopló y me vio directamente.
— ¿Estás cansado, Liam?
— No Arianne, mis padres se enojarán si no llego a tiempo.
— ¿Por qué?
— Normas de mi hogar.
— Um.
— ¿Necesitas algo más?
— Creo.
— ¿Qué deseas?
— Creo que a ti se te olvida algo muy importante.
— No lo creo, ¿podrías decirme? — había un brillo juvenil en ella.
— ¿Podrías hacerlo?
— Supongo.
— Tendría que empezarlo yo, y es difícil de decir, así que lo voy a empezar.
— De acuerdo.
Se puso de puntas y se colgó de mi cuello para estrujarme en un cálido abrazo. Me traté de separar de ella, tuve mucha dificultad, fue lentamente. Fue perfecto, cuando descubrí que el brillo en sus ojos también se reflejaba en los míos y supe lo que debía hacer. Agarré su cintura con ambas manos y la besé con un roce en los labios. Ella me siguió y fui muy feliz.
— Una de las mejores cosas de tenerte cerca es que puedo oír tus latidos galopando, el doble del que ya los escucho.
____________________________________
¿Qué? ¿Creían que morí? ¡Pues NO! Ahora que han terminado mis exámenes finales y he pasado todas mis materias, soy libre como la paloma que nunca fui y que no quiero ser :D Bueno espero que les haya gustado este capítulo porque fue un gran paso para mí dejarle a Liam a mi Arianne, es un personaje con el que me he encariñado mucho y claro ella es muy dulce y torpe :p como sea, ¿qué les pareció? Espero tener más lectoras, porque si no me quedo lloran2. JA. También, prometo leer más libros y desarrollar un mejor vocabulario que esto LOL.
Las quiero, y gracias por esperar xx.
atte: Rebeca :)))))))
Última edición por Badk1Ds el Vie 24 Mayo 2013, 1:54 am, editado 2 veces
Badk1Ds
Re: ♡ HOLE ♡ (Arianne Shrader y Liam Payne)
¡Muero! me hago pipi, vomito y todo, fue perfecto; La aparicion de Niall, los sentimientos de Liam, la ternura de arianne, fue hermoso y el beso... ¿en serio me odias tanto? Ya no podre vivir mas! Necesitas subir mas o ya no estare en este mundo para lamerte, congrats beyonce *clap, clap* Me encanto y espero con ansias mas de liaranne :*
Lots of love form harlett x
Lots of love form harlett x
1derfulhazza
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