Cannonball |Liam Payne|

— ¡Hoy soy toda tuya, Payne! Aprovecha. — digo acomodando mi cabello mientras camino hacía la puerta del apartamento. — ¿A dónde?

— Dónde quieras.

— Ah, ¿ahora yo elijo? — lo miro y el me dedica una sonrisa hermosa. El mundo se mueve bajo mis pies y casi tengo que sujetarme de algo para detenerme. — ¿Tienes ganas de ser cliché?

— Tú nunca eres cliché, Ángel. — Dice sonriendo. — Dónde quieras ir para mi está bien, pero considerando que es veintiséis, todo debe estar cerrado.

— Bueno, entonces no iremos a ningún lugar en específico. Sólo caminaremos hasta que nuestros pies no den más, entonces ése será el lugar perfecto. — digo sonriendo.

— Sí tú dices — rueda los ojos en broma. Lo golpeo suavemente en el hombro y el se ríe. — Como quieras, Ángel. — me sonrojo ante ese “Ángel” y trato de ocultarlo mirando mis manos. Liam atrapa mi rostro y antes de que pueda incorporarme, me besa.

— basta de eso — digo cuando me suelta — tu y yo no somos nada. — levanta ambas cejas.
— ¿Cómo dices?

— digo que no he escuchado ninguna propuesta. — Hay un Deja vú en mi pecho que comienza a arder.

— Ah, pues. En ese caso. — Retrocede unos pasos y dobla una rodilla hacía atrás. Apoya sus manos en las otras y mirándome desde el suelo, con una sonrísa radiante me dice: — Desde el día en el que te vi por primera vez, en la casa de Styles no he olvidado quién eres, Melissa Tomlinson. Desde entonces un amor quemó por dentro de mí, un amor que siempre fue ignorado hasta que me vi en la posición de salvarte, eso me abrió una puerta hacía ti y saber que me querías en tu vida fue hermoso. Me enamoré de ti antes de que puedas pensarlo con claridad, pienso que eres perfecta, que todas y cada una de tus gemelas son perfecta y ah, por sí faltaba, eres la mejor bailarina del mundo. Melissa, Lissa, Mel, Ángela y Ángel. ¿Serían mis novias? — Las lágrimas pican mis ojos, tanto por la belleza de esas palabras como por el dolor que quema mi pecho. Asiento y en cuestión de segundos Liam me besa mientras yo lloro.

Antes Melissa no lloraba por orgullo, Lissa lo hacía a solas y Mel era ignorada, pero ahora lloro por todo aquello que me afecta, y me dí cuenta de lo satisfactorio que es. Sacar fuera de ti todos los sentimientos de tristeza y dolor en forma de gotas saladas es liberador e increíblemente efectivo. Por el simple hecho de aparentar ser fuerte dije demasiados “Estoy bien” y muy pocos “Estoy triste” y ahora me arrepiento de no soltar el nudo en mi garganta cada vez que lo tenía.

En el momento en el que me engancho al cuello de Liam y este a mi cadera comprendo que la salida queda para otro día. Y realmente no importaba sí estaba con Liam de esta manera, o de la otra, o de la otra. Importaba que estaba con él. Yo también estoy enamorada de Liam, y no estoy enamorada de él desde la primera vez que me beso, ah, ah. Me enamoré de él desde la primera vez que me protegió contra todo y me susurró, de esa forma única que sólo él sabe hacer: todo está bien.

Y es en estos momentos en los que realmente disfruto la vida. Porque no controlo nada, porque todas se quedan esperando a ver que pasa mientras yo vivo el momento. Es realmente placentero estar lejos de Mel, Ángela, Lissa y Melissa. Es realmente placentero ser sólo Liam y yo, pero realmente. Es hermoso.

Pero hay algo que pica dentro de mi, algo que lastima mi ser mientras beso a Liam, algo que no me deja avanzar. ¿Cuál es la diferencia entre Trentón y Liam? Que Liam está vivo, ¿No? No quiero pensar en Trentón, no mientras estoy con Liam. No mientras soy feliz, no mientras soy libre de las gemelas.

Las lágrimas no han cesado y eso alerta a Liam quien me deja en el borde de la cama y se coloca frente a mi.
— ¿algo está mal? ¿no quieres esto? — niego y limpio mis ojos .

— no te alejes, Liam. — lo abrazo por el cuello y lo beso, alejando todo lo malo, dejando el mundo a un lado, haciéndo mi propio camino junto a Liam.

Entonces algo nace junto al amargo dolor de mi pecho, un propósito. Dejaré a las gemelas, seré la mejor en Ballet, enfrentaré a mis miedo y estaré con Liam, seré feliz. Lo beso con más fuerza, más amor, más cariño porque decidí lo que haré gracias a él, Porque seré libre de la pesadilla que es mi vida, porque Liam me ha dado la esperanza que me quitó la vida.

Y desde este momento, lo juro, soy libre.