She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

El concierto de los chicos fue espectacular y tu buen ánimo volvió gracias a la charla que tuviste con Louis. No querías ser mala pero él por fin terminaría con Eleanor y él y tú tendrían tiempo de estar juntos sin preocupaciones y sin mierdas. Sonreíste contenta y seguiste haciendo tu maleta, era momento de volver a Londres. Ibas a hacerlo sola ya que los chicos tenían otros compromisos pero todo estaba bien, Louis te había dado su palabra y confiabas en él, esta vez sí que lo hacías.

—Cuídate mucho hasta que venga ahí, ¿vale?—te abrazó Louis, estaban solos ya que era como una despedida privada.

—No me pasará nada—lo miraste risueña.

—Te llamaré siempre que pueda y mándame un mensaje cuando llegues ahí.

—Sí Louis, sí—reíste abrazándolo más fuerte.

—Bien. Ya hablaremos y te cuento todo—te besó la frente.

—Esperaré impaciente—le diste un beso corto, todavía no te sentías cómoda sabiendo que probablemente ese día besaría también a Eleanor, cosa que era normal ya que ella era su novia y no tú. Con ese pensamiento volviste a amargarte pero sonreíste de todos modos, las cosas cambiarían, sólo tenías que confiar en él.

—Bien, salgamos de aquí—sonrió—te llevaré al aeropuerto.

—¿Puedes?—le pusiste ojitos.

—Claro que sí—sonrió él.

—¡¡Genial!!—tiraste de tu maleta con energía.

Antes de irte del todo te despediste de todos y le prometiste la revancha a Niall. Cuando subiste al taxi sonreíste con tristeza, tenías a Louis a tu lado por lo menos. Ibas a extrañar a esos idiotas. Siempre lo hacías.

—Cuídate mucho, cualquier cosa me llamas, estaré pendiente—volvió a darte la charla Louis cuando estaban esperando que anunciaran tu avión.

—Lo sé Louis, para de repetirme eso—reíste—estaré bien, todo estará bien, parece que me voy al infierno y no a Londres donde está mi hogar.

—Bueno… será raro no saber que estas a dos habitaciones de la mía—se encogió de hombros—sólo es eso.

—Pronto estaremos juntos de nuevo si tú lo quieres—lo miraste—. Louis, haz lo que tengas que hacer pero lo más importante es que hagas lo que de verdad quieras. No hagas nada por miedo a lastimarme o algo parecido, yo podré sobrevivir… Eleanor ha sido tu novia desde siempre y aunque duele decirlo, si no estás seguro quédate con ella y no pasará nada. De verdad Louis…

—No te preocupes por eso—te besó la frente—, ya lo tengo yo pensando. Ahora vete anda o perderás el avión. Pronto hablaremos y relájate.

—Bien. Adiós Louis.

—Ten cuidado—te guiñó un ojo.

—Te quiero—le susurraste antes de darte la vuelta y partir hacia la entrada.

En el avión estuviste un poco pensativa, no querías estropear lo que Louis tenía con Eleanor… tal vez estabas siendo egoísta… tal vez habías empujado a Louis a que deje a su novia desde siempre. Eso te tenía con el corazón en un puño, no querías que ella sufriera, por mucho que no te gustaba, no se merecía sufrir, no era mala persona.

Cuando llegaste a casa suspiraste volviendo a sentir esa soledad pero con música todo se alegró un poco, no querías ponerte triste sabiendo que las cosas iban bien. Dejaste tu maleta en la habitación y decidiste empezar a cocinar algo… mientras que cocinabas nuevas ideas vinieron a tu mente y para mantenerte ocupada, desde mañana empezarías a hacer cambios en la casa. Ibas a mover muebles… ibas a poner más fotos… ibas a levantar las persianas para que se llenara de luz… le ibas a dar un poco de luz ya que lo necesitaba, parecía tan apagada que hasta daba miedo entrar.

Y como has pensado… empezaste a hacerlo al día siguiente. Hiciste limpieza general, desde arriba-abajo y hasta en el rincón más mínimo. Moviste los muebles dándole otro aspecto a la sala y dejaste que la luz entrara. Eso parecía más vivo y sonreíste, estabas haciendo un buen trabajo. Te diste cuenta que no habían muchas fotos así que fuiste a comprar marcos y llenaste la sala y parte de la pared del pasillo que llevaba a las escaleras. Tu mamá estaba en esas fotos sonrientes y era así como querías que todos la recordaran.

—Buen trabajo _____(TN)—sonreíste mientras que bailabas al ritmo de Olly Murs.

Al día siguiente llamaste a tu tía y la invitaste junto a su familia a tu casa. Ibas a preparar la cena y todo lo demás, querías agradecerle todo lo que había hecho por ti ya que había hecho muchísimo, demasiado.

—Pues pueden quedarse a dormir aquí tía—hablabas por teléfono mientras que mirabas los ingredientes que te hacían falta y los metías en el carrito de la compra.

—¿Estás segura?—preguntó ella.

—Claro que sí. He limpiado todo y la habitación de huéspedes está libre, ahí puedes dormir tú con el tío perfectamente. ¿Los primos vendrán?

—Josh no, Noah sí—la escuchaste suspirar.

—Podrá dormir conmigo, no pasará nada tía. Sé cocinar… no los envenenaré, puedes quedarte tranquila—reíste.

—Que tonta eres—rió junto a ti—, vale, estaremos ahí sobre las siete de la tarde, no más tarde de las ocho y media.

—Vale tía, nos vemos entonces—sonreíste—adiós.

—Adiós hija—colgó.

Al volver a casa llamaste a Louis y mientras que preparabas todo para cocinar él te contó lo que estaban haciendo y las ganas que tenía de tener vacaciones ya, estaba cansado de todo y se le notaba en la voz. También te dijo que mañana hablaría con Eleanor ya que dentro de dos días volverían a Londres. También te dijo que pensaba hacer un viaje a su casa para alejarse de todo y eso te entristeció, ¿no ibas a verlo? No dijiste nada ya que entendías perfectamente sus razones. Iba a separarse de su novia y necesitaba descanso, habían trabajado mucho todos. Lo que más te alegró es que él se despidió con un suave ‘te quiero’. Eso te bastó para estar feliz dos días seguidos.

—¡Hola!—te saludó tu tía—Huele de maravilla esto.

—¡Ya te digo!—entró Noah sobándose la tripa—Hola primita.

—Hola Noah, tira a la cocina, he hecho algunos sándwiches mientras que la cena está lista—sonreíste, sabías que tu primo tenía un estómago bastante grande, era algo parecido a Niall… tal vez menos hambriento.

—Y por eso eres mi favorita—corrió hasta la cocina.

—Hola tío—lo saludaste con una sonrisa.

—Hola pequeña—sonrió.

—Bueno, siéntense. ¿Tío quieres una cerveza? Las he puesto a enfriar.

—Genial entonces—asintió.

—Yo tomaré un té—sonrió tu tía—igual que siempre.

—Pues te acompañaré tía.

—Esto es como en familia…—habló tu tío.