She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

A la mañana siguiente despertaste un poco desorientada, era como si eso no lo conocieras. Te sentaste y diste un gran suspiro, anoche habías bebido más de lo esperado… que mierda. Imágenes venían a tu mente pero eran borrosas, no lograbas descifrar todo. ¿¡Le habías pedido a Niall que te besara!? ¿Qué mierda habías hecho? Parpadeaste deprisa cuando otra imagen vino a tu mente, alguien tocándote los pechos… ¿era Niall? ¡No, no…! ¡No podía ser él! ¿O sí?

Te metiste a duchar con mil tonterías en la cabeza… no sabías exactamente los sucesos de anoche pero pensabas averiguarlos rápido con una visita a la habitación de Niall. Te vestiste con lo primero que pillaste y te miraste en el espejo, por todo lo que habías bebido no tenías tan mal aspecto… y lo más importante, no te sentías muy mal. Un poco de dolor de cabeza y pequeños mareos de vez en cuando pero nada más y por eso estabas agradecida.

Tocaste la puerta de Niall dos veces seguidas y fuertemente, viste que tus manos temblaban mucho y te sentías estúpida casi igual que siempre. Cuando la puerta empezó a abrirse empezaste a mover los dedos inquieta, ¿y si él estaba enfadado contigo? Al verlo te sonrojaste, estaba en bóxers y con cara de dormido, para empeorar las cosas lo despertabas… sabías que odiaba ser despertado. ¡Mierda!

—Lo siento, pensé que… que no estarías durmiendo, qué estúpida soy—empezaste a balbucear—. ¿Tienes un minuto? Es que quiero hablar contigo de algunas cosas.

—Pasa—dio un bostezó y cerró la puerta para después empezar a estirarse. No es que te incomodara verlo casi desnudo pero te ponía nerviosa y no sabías dónde mirar. ¿Cuántas chicas desearían estar en tu lugar? Quitaste ese pensamiento de la cabeza sacudiéndola rápidamente.

—Es que, anoche me emborraché, fue feo, ¿verdad?—suspiraste y él se volvió a meter en la cama pero ésta vez sólo se sentó tapándose con las sábanas.

—Mucha verdad—asintió serio.

—Dije estupideces, seguramente sí—frunciste el ceño intentando recordar cosas—. La cuestión es que no me acuerdo de casi nada, algún que otro recuerdo borroso pero no me ayuda mucho. ¿Qué fue exactamente lo que pasó?

—Pues bien, te llevé a la habitación, ahí me dijiste cosas que no es necesario repetir, nada malo—te miró divertido—. Te dormiste al poco rato de tocar cama y yo me fui. Y de ahí pues no sé si habrás hecho algo más.

—¿Me dormí con la ropa?

—Sí, no me atreví a desnudarte ni nada parecido—ahora fue él quien se sonrojó y sonreíste para tus adentros, ¡toma eso Horan, tú también tienes vergüenza!

—Bien. Si he dicho alguna tontería o estupidez lo siento, el alcohol me hace mal, intentaré no volver a beber para asegurarme de que esto nunca pase—reíste mientras que cosas como ‘Niall, ¿me puedes besar?’ o ‘¿vamos a… eso?’ venían a tu mente. Pobre del irlandés, había tenido que aguantarte.

—No has hecho nada así que deja de preocuparte—sonrió—. Y ahora dado que me has despertado a las diez de la mañana y como hoy tenemos día libre, ¿quieres jugar un rato a la play conmigo? ¡Todos están ocupados y me han abandonado!

—¿A la play?—preguntaste pestañeando, ¿sabías jugar a esa cosa?

—Sí, ven, yo te enseño—se levantó de la cama rápidamente y tu mirada voló directamente a su espalda. Mierda, mierda, Niall Horan vístete condenado irlandés.

—Vale, pero vístete… enserio—te pusiste seria cuando él empezaba a reírse.

Estuviste buen rato jugando con Niall y la verdad era que esa mierda enganchaba demasiado rápido, antes de lo pensado ya insultabas de la rabia porque Niall te ganaba. Bueno… no había comparación, él jugaba desde siempre y tú apenas habías aprendido a correr con ese maldito muñeco de fútbol. Gruñiste y soltaste otros insultos cuando casi la pelota volvió a atravesar tu portería, Niall rió y deseaste darle con el control en la cabeza, ¿¡por qué eran tan malo y se reía de ti!?

—Si no tuviera que pagar esto te lo estamparía en la cabeza—bufaste enfadada mientras que él reía aún más—. Cállate, no digas nada.

El vicio llegó a tanto que ni siquiera salieron para comer, pidieron a la habitación y comieron mientras que jugaban. Empezaste a pillarle el truco a eso y con orgullo habías ganado unas tres veces de las… diez o doce partidas que habían jugado. Cuando Liam se unió a vosotros no paró de reírse por lo graciosos que eran… y por supuesto, a él también quisiste darle con el control en la cabeza.

—¡Me doy por vencida, me rindo! Me voy a mi cuarto y no volveré a jugar contigo a esta mierda en mi vida—le reprochaste a Niall y te levantaste de ahí para irte—. Ahora con la poca dignidad que me queda, me voy. ¡Quédense con ese juego estúpido!

—¡Te lo regalaré para Navidad, lo prometo!

—¡Vete a la mierda!—le gritaste riendo.

Cuando llegaste a tu habitación y entraste suspiraste aún riendo, habías pasado un buen rato con Liam y Niall, te había hecho olvidar las mierdas que te traía Louis y su novia Eleanor. Gruñiste cuando viste su espalda, al parecer no se cansaba de joderte la vida. Habías pensando que a él le gustabas también y que haría algo con su novia… pero ya había pasado tiempo y no había hecho nada, por tanto tú tampoco harías nada, Louis Tomlinson sería alguien muerto en tu vida, bueno, muerto en el sentido sentimental, seguiría siendo tu amigo, no podías negarle eso.

—Por fin apareces—te miró él—. ¿Dónde has estado?

—Con Niall… jugando play—él arqueó una ceja casi sin creerlo.

—Me alegro. ¿Podemos hablar?

—Eso hacemos.

—Pero si me miras a los ojos mejor—se sentó a tu lado—. Ya sabes, de lo de anoche.

—No me acuerdo de nada pero creo que dejamos las cosas claras, y si no las hemos dejado, las dejaremos ahora, no me molesta para nada—lo miraste seria. Él también estaba serio.

—Mira ______(TN), sé que he dicho muchas cosas y no las he cumplido pero me es difícil, la situación está un poco complicándose—empezó él—y no sé cómo hacerlo. No quiero lastimar a Eleanor, ha sido alguien importante por mucho tiempo en mi vida. Nunca me ha pasado esto de sentirme atraído por alguien más que no sea ella.

—No te estoy pidiendo nada, de hecho olvida todo, ya me he dado cuenta que esto no nos lleva a ningún lado, fui estúpida yo por hacerme ilusiones—te encogiste de hombros—no te preocupes, estaré bien.

—La dejaré—habló después de unos minutos en silencio—. Cuando vayamos a Londres todo… terminará y nosotros podremos conocernos mejor en las vacaciones de Navidad. ¿Te parece bien así? Es lo único que puedo hacer, por favor compréndeme.