She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

Los días pasaron tan rápidamente que ni siquiera te podías creer que estabas en un avión para irte a New York. Ahí te esperaría los chicos y bueno, algún que otro invitado que era amigo o familiar de los chicos. Sabías que Eleanor iba a estar ahí ya que aunque no habías hablado con Louis sobre eso, sí habías visto fotos y parecía que todo seguía igual de bien con ellos. Te dolía saber eso pues no sabías si él se había burlado de ti o es que estaba dejando pasar un poco de tiempo para que Eleanor se calmara con sus caprichos. Perrie la novia de Zayn… y Danielle también estaba. Era agradable ver que cada chico estaba con su pareja, bueno, no todos, pero ya tendrían tiempo de encontrar a alguien.

—¡______(TN)!—escuchaste que alguien gritaba tu nombre.

—¡Niall!—sonreíste tirando de tu maleta con más energía.

—Hola—te abrazó—¿qué tal el vuelo? ¿Muy cansada?

—La verdad es que un poquito, tuve un niño delante de mí que no se estuvo quieto ni un maldito minuto, tuve deseos de asesinarlo…—bufaste.

—Dame la maleta—te la cogió—. Vamos, Louis nos está esperando en el taxi, quería asegurarse de que nadie se subía o ese cabrón se iba. Es increíble lo que hacen los taxistas hoy en día.

—Genial… Louis ha venido—sonreíste más animada aún.

—Hola chica—sonrió Louis cuando te vio entrando al taxi.

—Hola Tommo—lo abrazaste.

—Estás muy guapa—te susurró para después darte un beso en la mejilla.

—Gracias… me gusta el gorro que llevas—sonreíste algo tímida, te ponía muy nerviosa que Louis te dijera esas cosas.

—¿Y cómo está Londres?—preguntó Niall nada más entrar al taxi.

—Bien… todo bien, igual que siempre—agradeciste su pregunta pues así pudiste dejar de mirar a Louis y concentrarte en otra cosa. Mirarlo demasiado te hacía mal porque empezabas a pensar en otras cosas que no tenían nada que ver y al final acababas llorando como estúpida.

Al llegar al hotel te llevaron hasta a tu habitación y Niall fue a avisar a los otros mientras que Louis se quedó contigo. No sabías qué decirle… estabas muy nerviosa. Su novia iba a estar contigo en unos momentos y sabías que la culpabilidad iba a golpearte… no habían hecho nada malo, bueno, nada muy malo… pero ella amaba a Louis y tú estabas ¿metiéndote en la relación que tenían?, no sabías seguramente, por eso tenías que hablar con Louis cuanto antes. Las cosas estaban un poco raras y necesitabas aclararte.

—Dame un abrazo—te pidió Louis cuando os quedasteis solos.

—Puede entrar en cualquier momento Elea…—te interrumpió cogiéndote del brazo y abrazándote fuertemente contra él. Se apoyó contra la puerta y tú te apoyaste en él. Vaya, habías extrañado abrazarlo y estar con él. Suspiraste dándole un pequeño beso en el cuello… si las cosas estuvieran de otro modo tal vez todo estaría mejor.

—Ante todo eres mi amiga _____(TN)—habló él—. Te puedo abrazar y besar la mejilla cuantas veces quiera, Eleanor no entra en nuestra ‘amistad’.

—Pero es raro…—balbuceaste, no entendías lo que te decía Louis, ¿qué amistad? ¡A ti el te gustaba! Y habías pensando que tú también a él, eso había demostrado cuando estuvo contigo, ¿o habías entendido tú mal? Demonios, todo era un lío que no sabías cómo llevarlo por el buen camino.

En el momento que la puerta se abrió tu corazón se paró, quisiste separarte rápidamente de Louis, alejarte para no crear problemas… pero Louis te apoyó en la pared a su lado y se puso a conversar contigo tan normalmente como siempre. Tenías el pulso disparado y ni siquiera podías descifrar quién quedaba por entrar en esa maldita habitación. Cuando escuchaste la voz de Liam te diste cuenta que eran los chicos. ¿Dónde estaba Eleanor? No habías escuchado su voz todavía.

—Las chicas acaban de irse de compras—avisó Liam—, me pidió Eleanor que te lo dijera.

—Oh, vale—asintió Louis.

—¡______(TN)! Vas happenin’ girl?—sonrió Zayn dándote un abrazo.

—Hey loco—sonreíste—. Hola Liam, Harry…

—¡Mi novia!—te cogió Harry en brazos y empezó a darte vueltas.

—¡Harry bájame, ahora, ahhhhhhhh! ¡¡Me voy a caer!!—gritabas mientras que te sujetabas fuertemente a él. Louis los fulminó con la mirada y bufó sentándose en la cama para seguir mirándolos.

—Tranquilos—rió Liam divertido por la situación.

—Se caerá, suéltala Hazza—se levantó Louis para cogerte de los brazos de Harry y dejarte en la cama suavemente. Sonreíste y él te devolvió la sonrisa tímidamente. ¿Estaba celoso o te lo estabas imaginando tú? Volviste a sonreír estúpidamente.

—Buuuueno…—se tiró Harry a la cama haciéndote rebotar—. ¿Cómo ha estado Londres sin nosotros _____(TN)? ¿Verdad que aburrido?

—He estado muy ocupada señor egocéntrico—reíste sentándote.

—Yo me voy ya—avisó Zayn mirando su reloj—, tengo que llamar a mi hermana.

—Te acompaño, tengo que ir a ordenar unas cosas… o Danielle se enfadará—rió Liam divertido.

—Yo también tengo que irme—se levantó Harry con pereza—. Nos vemos después para cenar, los quiero, adiós.

—¡Cuídate Harry!—le gritó Louis—. ¿Estás cansada?

—Bueno… he dormido casi todo el vuelo por tanto no mucho. ¿Y tú?

—No… no mucho. ¿Hacemos algo?

—¿El qué?—preguntaste quitándote los zapatos para estar más cómoda.

—No sé. Cuéntame qué has hecho mientras que nosotros estábamos fuera.

—Pues nada, estuve un poco en casa de mi tía… ahora ya estoy viviendo sola. Y he visitado a mi padre en el centro de rehabilitación—suspiraste tristemente—, y poco más… el tiempo ha pasado volando, creo.

—¿Cómo está tu papi?

—Uhm, bien, supongo, no sé… lo vi más delgado… más pálido, me da miedo de que se enferme—tragaste saliva intentando que ese nudo de la garganta se fuera, no querías llorar como una débil.

—Estará bien—te aseguró cogiendo tus manos—, ya verás que volverá a estar contigo como antes. Ten fe pequeña.

—Sí…—asentiste sonriendo, te consolaba que él estuviera ahí.

—Ven aquí anda—abrió los brazos y volaste a su lado para abrazarlo. Reíste y cerraste los ojos sintiendo nada más su respiración junto a la tuya. Oliste tu camiseta y prometiste recordar para siempre ese olor tan peculiar.

—Eres la calma después de la tormenta—susurraste.

—Y tú el arcoíris que sale después de la lluvia—te besó la frente.

—Oh Dios Louis… ¿qué vamos a hacer?—le acariciaste la mejilla suavemente—Me gustas tanto.

—El tiempo lo dirá cariño…—aseguró.