She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

Tal vez las cosas estaban saliéndose de lo normal teniendo en cuenta que Louis estaba enamorado de su novia… ex novia o lo que fuera, pero era inevitable no sentirte de esa manera cuando estabas con él. Cuando te quedaste dormida en sus brazos, descansaste bien, verdaderamente bien, como casi nunca. Y al despertarte y sentir el olor a té y tostadas te hizo tener buen humor, demasiado buen humor. Era como antes, como si tu mamá todavía estuviera ahí.


—Buenos días—te saludó Louis suavemente.

—¿Louis?—parpadeaste, habías esperado que él ya no estuviera ahí cuando despertaras. Pero sí que estaba ahí… y con el desayuno preparado. Sonreíste y te sentaste en la cama con las mejillas sonrojadas, parecían una pareja.

—¿Cómo amaneciste?—te guiñó un ojo.

—Bien, ¿y tú?—preguntaste tímida.

—Pues alguien me abrazaba casi asfixiándome pero bien, bien…—rió mientras que tú volvías a sonrojarte, era más que obvio que hablaba de ti.

—Louis… yo no quiero tener problemas con Eleanor—empezaste algo nerviosa, no sabías a qué llevaba todo eso pero era más que a ti te gustaba Louis.

—No hablemos de eso ahora—te calló subiéndose a la cama—vamos a disfrutar de un desayuno un poco simple porque me he despertado tarde y no me ha dado tiempo… pero al final de cuentas es un desayuno. Ya tendremos tiempo de hablar de lo que nos corroe.


—Es que no puedo dejarlo pasar…—hablaste finalmente, no podías callarte, no podías disfrutar del desayuno, no mientras que todas esas cosas estaban pasando por tu cabeza y te confundían más.

—¿No podrás estar quieta verdad?—rió mirándote con una sonrisa.

—No… la verdad es que no.

—Es sencillo o bueno, trato de hacerlo sencillo—frunció los labios—. ¿Somos amigos? Sí lo somos, creo que hemos conectado bien desde que hemos empezado a conocernos mejor. Ummm, yo prácticamente lo he dejado con mi novia por ti, no quiero que te sientas mal por eso… he dormido contigo… y creo que hay una posibilidad de que me gustes, bueno, posibilidades hay muchas. No quería decírtelo para no asustarte o no herir los sentimientos de Eleanor o los tuyos, no quiero que te sientas mal.


—Louis…

—Voy a hacer las cosas bien por primera… o segunda vez en mi vida—añadió pensativo—. Voy a acabar con Eleanor las cosas bien, hablaré con ella y le contaré todo para que no haya problemas en un futuro. Cuando todo esté bien ahí, volveré a ti. Iremos despacio, quiero hacerlo bien. ¿Estás dispuesta?


Lo miraste seria, él tenía todo planeado, parecía que había estado pensándolo largo rato. Casi sin poder evitarlo sonreíste y asentiste, algo ahí muy adentro tuya te decía que las cosas no iban a salir tan mal. Por supuesto ibas a hacerle caso e ibas a esperar para que él resolviera todas las cosas con Eleanor, no querías nada con él mientras que Eleanor estuviera en su vida.


—Creo que me parece bien—sonreíste, querías besarlos pero eso significaba faltarle el respeto a Eleanor y por mucho que ella no te simpatizaba, no ibas a hacerlo.

—Genial entonces—te besó la frente—. ¿Ahora podemos desayunar tranquilamente?


—¡Sí!—reíste.


El desayuno fue divertido y hablaron mucho. Después Louis se fue rápidamente a su casa para cambiarse de ropa y verse con los chicos porque tenían unas importantes entrevistas que dar. Tú te lo tomaste con más calma, no tenías que entrar hasta las diez… y los chicos no llegaban a la sesión de fotos hasta las cinco de la tarde, tendrían tiempo de arreglar todo.

—Sonríes, te has puesto una camiseta que no es negra y parece que estas brillando—te miró Lou—¿a qué se viene todo eso? ¡Suéltalo querida!


—No es nada—reíste—me desperté de buen humor, eso es todo. ¿Empezamos a trabajar?


—Sí, hay que prepararnos para tres cambios de ropa, la sesión durará de dos a cuatro horas…—empezó a explicarte Lou con todos los detalles posibles.


Cuando los chicos llegaron sonreíste tímidamente, Louis estaba hablando con Harry y todo parecía estar bien entre ellos, eso te alegraba, ellos dos eran como hermanos… o como había dicho Louis, eran maridos. Reíste y sacudiste la cabeza, estabas con risas y sonrisitas tontas desde que él se había ido de tu casa y te sentías estúpida. Un poco más y tus mejillas empezarían a doler de tanta sonrisa.


—Hey _____(TN)—te empujó Harry cuando pasó por tu lado.

—Hello Estilos—reíste

—Hola _____(TN)—te sonrió Louis y te sonrojaste, eso lo notó Lou y empezó a reírse, era obvio que ahí pasaba algo, había ciertas miradas que dejaban que desear entre Louis y tú.


Las cosas siguieron igual que siempre, sólo que te tenías un descanso ya que los chicos se habían ido a promocionar a otros países de nuevo y no tenías que ir con ellos. En ese tiempo aprovechaste a contar todo el dinero que habías ganado, todos los gastos que habían hecho y por supuesto, hablaste con tu tía, ella no podía seguir cuidando de ti olvidando a su propia familia, por tanto, era mejor que ella se volviera a mudar a su casa.


—¿Estarás bien sin mi?—preguntó tu tía cuando le contaste que era mejor que se mudara con su familia de nuevo.


—Claro que sí, me las apaño y bueno, trabajo y esas cosas, podré sobrellevarlo—aseguraste—además tienes que cuidar de tu familia, yo bueno… yo tengo que salir adelante, no quiero que pierdas a la tuya por mí.


—Ellos entienden…—explicó.


—Pero yo no quiero que te pierdas detalles tía—sonreíste débilmente—. Estaré bien de verdad, no te preocupes. Puedes visitarme de vez en cuando, y hablaremos al teléfono cada vez que podamos, y estamos cerca, dos horas y estoy en tu casa si me hace falta algo, lo prometo.

—Bueno… está bien—suspiró.


Ayudaste a tu tía con la mudanza y te quedaste dos días en su casa disfrutando un poco. Después de disfrutar un poco más, volviste a tu casa donde al estar sola parecía más grande que nunca. Decidiste hacerla una visita a tu padre ya que te era permitido según la llamada que habías hecho. Tenías curiosidad por saber cómo estaba y cómo iban sus progresos, los médicos decían que estaba todo más o menos bien pero hasta verlo no sabías qué creer… el alcoholismo no era una cosa para jugar.


—Hola papá—saludaste cuando lo viste. Estaba más delgado que la otra vez y muy pálido, te asustaba, parecía enfermo.


—Hola—saludó mirándote—. Te ves bien hija.


—Gracias…—te sonrojaste—. ¿Cómo estás? ¿Todo bien aquí?


—Bien—contestó seco.


No fue la conversación más cómoda que tuviste con tu padre pero te alegraste de verlo… parecía enfermo pero las enfermeras te calmaron diciéndote que eso era normal en un hombre que dejaba de beber tan repentinamente. Esperabas que pronto se recuperara para volver a tenerlo en casa, lo extrañabas muchísimo. Él antes de que tu madre se fuera, era un hombre muy alegre y bromista. Lo querías de vuelta de nuevo. Y rápido.

—Tú y yo, películas y comida basura, ¿qué te parece?—escuchaste la voz de Louis cuando contestaste a su llamada. Sonreíste, el día mejoraba, Louis había vuelto.