She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

A la mañana siguiente cuando fuiste al trabajo estabas algo desorientada y nerviosa, habías soñado cosas… raras, cosas para adultos con Louis. ¿Cómo ibas a mirarlo a los ojos? Nada más de pensarlo, te sonrojaste violentamente haciendo que Lou te mirara raro, no era normal que estuvieran hablando de ropa y que te sonrojaras de esa forma. Y cuando los chicos llegaron sumados de una visita inesperada, la vergüenza fue peor aún.

—_____(TN), ven un poco—te llamó Louis.

—¿Sí Loui?—sonreíste intentando calmar las sucias imágenes que aparecían en tu cabeza, no era para nada cómodo.

—Te presento a Eleanor, mi novia—señaló a la chica que estaba a su lado con una pequeña sonrisa—. Eleanor, esta es una amiga más.

—Encantada de conocerte—saludó ella.

—Lo mismo digo Eleanor, ¡he escuchado solo maravillas de ti!—sonreíste.

Ella era una buena chica, se notaba. Era simpática… a veces. Viste que conforme pasaba el tiempo, tenía distintos comportamientos con cada uno. Con Louis era la más tierna y adorable del mundo. A Harry parecía no soportarlo ni en pintura. Con Niall, Zayn y Liam parecía llevarse bien, ningún problema. Parecía que algo pasaba con Harry y por supuesto, el rizado lo notaba y no estaba muy cómodo, esto se podía ver por la manera en que movía su pierna nerviosamente.

—Harry, ven, tienes que probarte una cosa—le llamaste ante la mirada sorprendida de Lou. Le hiciste un gesto de que no tomara importancia y ella se calló siguiendo con su trabajo. Harry se levantó con rapidez y se acercó hasta dónde estabas.

—Vámonos, entra—le empujaste en lo que era el armario, que más bien parecía una habitación pequeña.

—¿Qué tengo que probarme?—preguntó haciéndose el animado.

—Lo he notado, no estabas cómodo—suspiraste—te salvé.

—Ah, gracias—te abrazó riendo—. ¿Sabes _____(TN)? Tú y yo podríamos hacer una buenísima pareja, ¿qué me dices?

—Harry no, sal de aquí—empezaste a reír, sabías que él estaba bromeando, a todas las chicas que iban por ahí les hacía la broma pesada de salir. Por supuesto, era divertido, pero había chicas que no sabía diferenciar entre la broma y la realidad. Y a veces eso al Styles le traía serios problemas.

—¿Pero por qué?—hizo un puchero mientras que tú lo empujabas hacia fuera—Seríamos la pareja perfecta. Tú y yo… amándonos hasta el amanecer.

—Una bonita película—lo empujaste hasta que llegaron donde los demás, todas las miradas estaban en ustedes ya que prácticamente Harry estaba gritando todo lo que te decía.

—Chicos, ¿a qué haríamos una hermosa pareja?—pegó su mejilla a la tuya y empezó a agitar sus pestañas rápidamente. Empezaste a reír como desesperada y te separaste de él para después darle un empujón.

—No, no harían buena pareja—habló Louis muy seco, ni siquiera parecía él.

—¿Cómo que no? Si son perfectos—intervino Eleanor aplaudiendo.

—Te acercas a ella y te corto los huevos—te separó Lou de Harry para después echarle una mirada de advertencia.

—¡Era broma, simplemente bromeábamos!—bufó el rizado y se sentó en el sitio de antes.

—Oh dejen a mi rizado que se enfada—te sentaste encima de sus piernas—. ¿Nos vamos a dar mimos cariño mío? Eres tan irresistible.

Toda esa escena la estaban haciendo para divertirse, no te gustaba Harry y a Harry no le gustabas. Los dos sabían perfectamente la relación que tenían y eso lo hacía más divertido, los otros ni siquiera lo creían posible, estaban como mirándolos entre nerviosos y riendo, no sabían cómo tomárselo. Otros que no sabían cómo era la broma. Bufaste y le diste un beso en la mejilla a Harry para después levantarte.

—Por supuesto que entre él y yo no hay nada—hablaste—simplemente estamos jugando, él es mi amigo y por muy atractivo que me parezca, no me atrae.

—Claro que sí amor—te dio una cachetada en el trasero dejando a todos boquiabiertos. Vale, con eso se había pasado un poco pero no era momento de hacer drama, habían hecho bastante espectáculo por ahora.

—Seguiré trabajando—le mandaste un beso volados—nos vemos cariños.

—Ella es vulgar…—escuchaste susurrar a Eleanor pero no le hiciste caso, ¿qué más daba su opinión?
Para ti ella no era nada más que la novia de Louis, por eso ibas a respetarla, pero nada más. No te caía bien, para nada. Era una niña egoísta y caprichosa, quería que todo se centrara en ella (cosa que no te molestaba en absoluto, odiabas ser el centro de atención) y la cosa más fea que hacía era tratar mal a Harry que no tenía ninguna culpa de nada.

—Por supuesto que no—la cortó en seco Louis—. Nos vamos Eleanor.

—¿Pero por qué? ¡Acabas de llegar!—protestó ella mientras que cogía su abrigo y bolso con gesto enfadado.

—Nos vamos—volvió a decir en un tono más autoritario. Eso te hizo mirarlo, verlo comportarse más seriamente y de manera más dura lo hacía más atractivo, como en tus sueños. Oh Dios, ¡otra vez los sueños! Tragaste saliva y te diste rápidamente la vuelta para que no te pillara mirándolo.

—¿Sabes Louis? ¡Esa chica no para de mirarte, es una acosadora!—te señaló Eleanor y tu respiración se aceleró de la vergüenza.

—Cállate—la miró Louis dándole una advertencia con la mirada.

—Pero… ¡Louis!—gimoteó ella—Tú y yo tenemos que hablar seriamente.

—Y hablaremos—sonrió Louis—. Lo siento ______(TN).

—Ah no importa, entiendo—sonreíste con las mejillas sonrojadas.

—No le hagas caso…—te acarició suavemente la mejilla y salió con Eleanor por la puerta. Al mirar a los chicos todos te miraban sin saber qué decir, él te había acariciando la mejilla… eso había sido un gesto tierno y te había descolocado a ti también.

—Yo…—empezaste pero no sabías qué decir, ¿qué se decía en esos momentos?

—Nosotros tenemos que irnos—hablaron los chicos—, nos vemos mañana chicas. Cuídense mucho.

—Ustedes también—sonrió Lou.

El día terminó temprano por suerte, por eso no tuviste que coger taxi ya que no había oscurecido lo suficiente como para preocuparte. Andar te había hecho bien, cuando llegaste a casa estabas calmada y en paz, el paseo te había servido para aclararte. Al llegar escuchaste los mensajes que tenías en el contestador y después te cambiaste para ponerte cómoda, era momento de cocinar algo para cenar. El timbre de la casa te interrumpió con la tarea de cortar las patatas. Te limpiaste las manos en el mantel que tenías y frunciendo el ceño te acercaste a la puerta, no la abriste de inmediato pues te daba miedo de que fuera Sam. Miraste por la mirilla y viste que con sorpresa, era Louis y ninguna otra persona.

—¿Louis?—abriste la puerta con una tímida sonrisa.

—Hola…—te miró nervioso—yo bueno, necesitaba hablar con alguien y los chicos han salido.

—¿Qué ha pasado?—lo dejaste entrar.