She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

No te diste cuenta cómo pero te quedaste dormida cuando estabas hablando con Louis, él se dio cuenta cuando vio que ya le contestabas, estaba prácticamente hablando solo y empezó a reírse, debía de verse patético. Suspiró mirándote, tu cara estaba terriblemente hinchada y golpeada, y podía ver tu brazo lleno de hematomas. Una rabia creció en su interior, ¿cómo un hombre podía pegar a alguien inferior a él? Gruñó y cogió su teléfono con rabia, estaba empezando a desesperarse y tenía muchísimas ganas de apagar el teléfono y desconectar… pero sabía que eso empeoraría más el humor de Eleanor.

—¿Qué?—contestó al teléfono un poco brusco.

—Hola se suele decir—habló ella y sabía que por su tono había estado llorando. Eso le ablandó un poco y dio un largo suspiro.

—Lo siento amor, hola—habló con voz más cariñosa—. ¿Cómo estás hoy preciosa?

—Enfadada Louis, has cancelado nuestra cita porque tenías que hacer otra cosa, ¿es más importante eso que yo?—preguntó en tono quejoso, podía ser un poco caprichosa cuando se lo proponía pero era buena chica, Louis lo sabía.

—Mira babe, una amiga mía ha tenido un problema y hemos tenido que ayudarla, tengo que estar con ella pero prometo recompensarte, ¿vale? No te enfades amor, odio saber que estás enfadada—añadió un tono suave y cálido, eso también funcionaba para ella, la ablandaba en un segundo.

—¿Y esa amiga es más importante que yo?—preguntó siguiendo con su rollo. Louis rodó los ojos y quiso realmente cortar la llamada, cosa que no hizo ante todo por respeto a su novia.

—Deja de compararte con otras personas. Ella es mi amiga, tú eres mi novia, son dos cosas diferentes—contestó exasperado.

—Tú lo has dicho, soy tu novia y debería de estar por encima de todos tus amigos.

—Tengo ciertas personas que han llegado antes que tú Eleanor. No pretenderás que deje a los chicos, cosa que he hecho bastantes veces para no enojarte, solo para demostrarte que eres más importante que ellos. A ellos los quiero porque son como mis cuatro hermanos… y a ti te quiero porque eres mi novia, ¿tanto te cuesta entender eso?

No tuvo ninguna contestación pues su novia había colgado. Suspiró cansado y se dejó caer en el sofá, demonios, estas peleas eran simplemente innecesarias. Bufó y apagó el teléfono, estaba decidido a desconectar. Te miró y vio que estabas empezando a moverte pero tu cara era claramente de dolor. Se sentó bien y se quedó ahí mirándote hasta que abriste los ojos y miraste alrededor asustada.

—Hey—saludó con una relajada sonrisa.

—Hola Louis… estás todavía aquí—hablaste sorprendida.

—Bueno, sí, no tenía nada importante que hacer—sonrió más.

—Eso es mentira, llevas peleando con tu novia por teléfono desde que entraste a esta casa—lo miraste divertida. Sí, estabas durmiendo pero no tan profundamente como para no escuchar alguna que otra cosa, además se veía cansado y estresado, lo delataba todo.

—Siento mucho que hayas tenido que presenciar los ataques de mi novia, normalmente me los suelo tragar solo—rió sin humor.

—Aquí para todo hombre—reíste sentándote con lentitud—. Siento que me ha pillado un camión tres veces seguidas.

—Lo entiendo—te miró serio—. Espero que no se te pase por la cabeza volver con ese patán. ¿No pensarás en eso, verdad ______(TN)?

—No, supongo que no… no sé—suspiraste—. No sé qué me pasa con ese chico, no puedo entenderlo, simplemente sabe cómo manipularme.

—Tú misma lo has dicho, te manipula—se levantó de su sofá para sentarse a su lado—. Me gusta estar cerca de una persona cuando hablo. Si bien sabes que te manipula, ¿por qué no renuncias a él? No has pasado tanto tiempo con él como para amarlo… tal vez le tengas aprecio pero yo soy tú y ni siquiera eso, todo lo que te ha hecho es miserable, a ese no deberías de darle ni una mirada, no se merece ni tu odio.

—Entiendo Louis, pero él ha sido alguien… que para bien o para mal, ha estado ahí, ¿entiendes?—suspiraste mirando tus dedos—Mi familia ya no está y necesito…

—Ser amada—completó.

—Sí—asentiste dando un pequeño suspiro.

—Serás amada _____(TN)—casi sonó como una promesa—. Pero lo que él te hizo no es amor, no sabe amarte bien.

—¿Y si nadie me podrá amar bien? ¿Y si nadie…?—te callaste impotente, no sabías explicarte, no sabías cómo decir lo que sentías.

—Claro que habrá alguien _____(TN) y ese maldito será un afortunado—formó una pequeña sonrisa y te atrajo hacia él. Te acomodaste en su pecho y sentiste el latido de su corazón ahora un poco más acelerado.

—Nunca he estado así con alguien—hablaste en un pequeño susurro, tenías miedo de arruinar ese momento. Nunca habías pensando que Louis podía demostrar tanta madurez y calidez. Era un chico sensible y cariñoso, en ese momento lo agradecías, sus brazos alrededor tuya te hacía bien, también el latido de su corazón.

No sabías cuánto tiempo estuviste entre sus brazos pero eso estaba volviéndose algo más íntimo y no sabías cómo reaccionar. Él era atractivo, muy atractivo. Era cariñoso, sensible y sabías que nunca se comportaría como Sam. ¿El único problema? Tenía novia y era famoso, podría tener a cualquier chica que se le antojara y eso hundía un poco tu autoestima. Por supuesto, no estabas pensando meterte en otra relación, te costaría superar todo esto, pero la verdad que ese momento donde él te tenía abrazada, parecía perfecto.

—¿Sabes? Tu novia debe de ser la chica más afortunada del mundo—sonreíste levantando la cabeza para mirarlo. Él tenía una pequeña sonrisa en los labios, como si eso fuera una mentira.

—¿Por qué lo dices?—preguntó mirándote y por unos momentos te perdiste entre sus hermosos ojos.

—Porque digo…—parpadeaste intentando volver a la realidad—se me ha olvidado lo que tenía que decir. Lo que quería decir, ah, sí, que es obvio, eres como el chico perfecto. Sensible, amable, cariñoso. Sabes cantar y seguro que bailar también. Eres gracioso, tienes los ojos más preciosos de este mundo… y…
—Y famoso, ¿verdad?—siguió sonriendo pero en su mirada algo se endureció.

—No, no quería decir eso—parpadeaste—lo que quería decir que tienes un trasero espectacular y perdona mi atrevimiento. Y bueno, nunca tratarías a una chica como lo hizo Sam.

—Eso tenlo por seguro—su mirada se alegró y sonreíste, te hacía bien ver a Louis contento, parecía que sus ojos cansados volvían a tener ese brillo que tanto lo caracterizaba.

—Es bueno saber que quedan chicos como tú—le diste unas palmaditas en el pecho y volviste a bajar tu mirada para no seguir mirándole los labios. Estabas confundiéndote a lo tonto y ya no necesitabas más tonterías en la cabeza, sentías que iba a explotar de un momento a otro.

—Es bueno saber que hay chicas que todavía miran el interior—te besó la coronilla haciéndote sentir por primera vez querida en días.