She will be loved. |Louis Tomlinson & Tú| TERMINADA.

Aceptar la manera en que trataba a veces había sido tu primer error. Entendías que todos teníamos enfados, nervios, nos alterábamos mucho pero después de unos celos exagerados venía el primer empujón y después la primera cachetada. Las cosas con Sam habían ido tan rápido que ya no sabías ni cómo habías llegado a dormir en su casa y no en la tuya. Él sabía manipular, se le daba de maravilla. Empezaba con peleas y acababa con chantaje emocional. Unas cuantas lágrimas y ya te tenía ganada. Eras consciente que no estabas haciendo las cosas bien pero algo en él te debilitaba, algo te hacía ser una estúpida a su lado.

—No irás al trabajo hoy, llama y dile que te sientes mal—habló él desde la cama, todavía estaba en bóxers ya que se acababan de despertar.

—No puedo hacer eso, si nadie ayuda a Lou el trabajo se le hará pesado, tengo que ir Sam, tengo un compromiso con esa chica que ha hecho mucho por darme un trabajo—replicaste levantándote de la cama para empezar a vestirte.

—Pero no quiero que vayas. ¿Ellos estarán?—preguntó en un gruñido.

—Siempre están Sam, no empieces—bufaste metiéndote al baño.

Tu estancia en el baño duró menos de quince segundos ya que Sam te cogió del brazo y te sacó de ahí pegándote bruscamente a la pared. Lo miraste asustada mientras que él apretaba los dientes y te apretaba los brazos. Querías decir algo pero el miedo te estaba paralizando, hasta ahora no te había tratado con tanta brusquedad, como mucho te había insultado o pegado un pequeño empujón.

—Sé que esos idiotas están muertos por ti—susurró—pero tú eres mía, ¿verdad ______(TN)? Dime que eres mía. Dímelo o no te suelto.

—Soy … tuya—parpadeaste sintiendo el miedo hasta en los huesos. Él te cogió de la mandíbula con rudeza y te estampó un beso que te lastimó. Diste un gemido y te intentaste separar aunque él apretó más y al final mordió tu labio tan fuerte que hizo que sangraras.

Cuando te soltó te quedaste mirándolo como si fuera un fantasma, la verdad era que te daba miedo mucho miedo. ¿Desde cuándo Sam era tan violento y celoso? Trataste de respirar bien pero te diste cuenta que estabas con la respiración agitada y con lágrimas deslizándose por tus mejillas.

—Vamos cariño, no te he hecho nada, ¿verdad que no?—te acarició él la mejilla—Esto te pasa por hablarme mal. No vuelvas a hacerlo y no volverá a pasar. ¿De acuerdo mi chica? Sé buena y seré bueno. Te quiero.

Él salió de la habitación y tú te quedaste perpleja. Al despertar de tu ensoñación viste que ya estaba haciéndose tarde, era hora de prepararse para ir a trabajar, lo malo es que ya no te daría tiempo ducharte. Te vestiste rápidamente y te miraste en el espejo, tu labio estaba hinchándose por la fuerte mordedura de Sam. Maquillarte la herida sería estúpido así que simplemente te inventarías una escusa y punto, a todos alguna vez le salía alguna herida en el labio.

—Me voy—hablaste con algo de miedo—. Nos vemos después.

—¿Te recojo del trabajo?—preguntó con el tono amable que siempre empleaba.

—No, iré a mi casa, es hora—cerraste la puerta siendo una cobarde, te daba un poco miedo su reacción.

Al trabajo llegaste a la hora justa. Lou todavía no había llegado así que te sentaste y la esperaste, era un poco raro que no hubiera llegado todavía. Cuando media hora después no llegaba ya te preocupaste así que sacaste el teléfono para llamarla. No contestó a ningún mensaje o llamada y eso te empezó a preocupar de verdad. Dejando tu bolso en el sofá saliste de ahí y te dirigiste al camerino de los chicos, tal vez estaba ahí y se había entretenido y tú te estabas preocupando para nada.

—Hola—abriste la puerta después de tocar dos veces.

—Hola _____(TN)—viste que solo Louis se encontraba sentado en uno de los tantos cómodos sofás.

—¿No has visto a Lou? No me contesta al teléfono y debería de haber llegado como hace media hora—miraste el reloj—. Sin ella no sé qué tengo que hacer hoy.

—No te preocupes. Siéntate aquí un rato mientras que los chicos vienen, me aburro solo. Y no te preocupes, seguro que Lou ha tenido algún problema con Lux y llegará un poco tarde—se encogió de hombros, viéndolo así se veía sencillo así que cerraste la puerta y te sentaste a su lado.

—¿Qué haces?—preguntaste dando conversación.

—Estaba hablando con mi novia, hoy tiene un par de exámenes y le estaba deseando suerte—sonrió tierno—, seguramente apruebe todo con nota alta, es muy lista.

—Seguro que sí—asentiste.

—¿Qué te ha pasado en el labio? Parece que alguien te ha mordido—rió—. ¿Demasiado apasionado Sam o qué?

—No, ehm, una herida que me ha salido, no sé—te encogiste de hombros nerviosa, no querías reconocer que te lo había hecho Sam, ¿por qué ponerlo en evidencia?

Estuviste un rato hablando con Louis, él era bastante divertido y estuviste riéndote la mayoría del tiempo. Las risas cesaron cuando recibiste un mensaje de Lou diciéndote que estaba con Lux en el hospital ya que estaba teniendo una fiebre muy alta. Eso te preocupó y no fuiste la única, cuando Harry lo escuchó se volvió a subir al coche y fue directamente rumbo al hospital.

—¿Te sumas al montón?—preguntó Niall.

—Claro que sí—asentiste levantándote con rapidez. Ni siquiera te acordaste de recoger tu bolso, por tanto se quedó en la otra habitación en el sofá.

Los hospitales te ponían los pelos de punta y odiabas ese olor tan peculiar. Los chicos todos estaban amontonados en la sala de espera, Lou y Tom estaban con Lux dentro y ustedes no sabían nada. No sabían si eso era algo grave, algo normal… algo que pasaría rápido.

—¿Alguien sabe algo? Estoy un poco preocupado—habló Harry y se veía muy serio, tal vez era la primera vez que lo veías tan serio y daba gusto verlo demostrar esa madurez, cuando los chicos estaban juntos no lo parecían, siempre estaban bromeando, riéndose y demás.

—Tranquilo, no pasará nada—le tranquilizaste—seguro que fue una fiebre de nada y todo estará bien.

—¿Sí verdad?—suspiró Harry finalmente.

Baby Lux no tenía nada aparte de un poco de fiebre causada por la garganta. Se habían asustado para nada, ¡por suerte! Al salir del hospital lo hicieron sonriendo y haciendo reír a Lux como loca. Los paparazzis estuvieron ahí presentes haciendo fotos y eso te incomodó un poco, ¿qué tal si Sam se enfadaba? Intimidada te estuviste tapando para que no te tomaran fotos tan directas.

—Un poco incómodo, ¿verdad?—preguntó Louis sacando su teléfono.

—Un poco—admitiste.

—No te preocupes, son así siempre—te guiñó un ojo y levantó su teléfono como si estuviera grabando—. Sonríe paparazzi, ¡eres el mejor de este año! Solo puedes serlo una vez así que aprovecha.

Al ver que Louis les estaba tomando el pelo empezaste a reír como desquiciada, él era realmente divertido y su manera de hacer reír era única. Estabas tan cómoda que ni siquiera te diste cuenta de la cercanía que tuviste con Louis en las fotos. Eso no iba a gustarle a Sam para nada.