Superhuman |Harry Styles| -Terminada-

-Debo decir que tu relación tan apegada de repente con mi hermana me sorprendió bastante –dijo Jake, mirando su plato.
-¿Por qué lo decís? –le preguntó Harry, extrañado. Desvió su vista hacía Amy, quien estaba parada hablando por el celular con quién sea.
-No la he visto con nadie… -comenzó, no pudo terminar, quiso reordenar las ideas pero no sabría cómo explicarle
-¿Con ningún chico?
-Solamente con Niall y Louis. Nada más. Siempre estuvo cuidando de mí que se olvidó hasta de ella misma –le miró. Tenía los ojos brillantes, como si estuviera a punto de llorar.
-Tuvo suerte de volverlos a encontrar.
-Sí… -tomó un sorbo de su vaso de agua. Después se quedó mirando como sus dedos se escurrían- Pero yo espero que encuentre a alguien que la cuide a ella
-Jake, ya te lo prometí. Lo haré, no hay nada porqué preocuparse. Estaré ahí cuando me necesite, y espero que vos también lo sepas. Puedes contar conmigo cuando sea.
-Confío en ti –le aseguró. Lo miró fijamente a los ojos y frunció el ceño – Ahora como único hermano… la llegas a lastimar y fuiste
Harry asintió, con un poco de miedo ante la mirada del chico. De repente supo que iba a cuidar de ellos pase lo que pase. Le sonrió cálidamente, y volvieron a hablar normalmente. Sobre fútbol, como era de esperar. Amy volvió cuando terminó de hablar por el celular. Se disculpó varias veces, a lo que el ruloso la calmó.
Había algo en ella que a él le atraía. No estaba seguro… Todavía no se daba cuenta.

-¿Harry? ¿Estás despierto? –preguntó Liam, un poco preocupado pasando su mano para eclipsar su mirada.
El morocho y el de los ojos azules estaban riéndose al verlo así. Estaban especulando de por qué estaba distraído. Niall no hizo nada, ni se movió de su lugar. Estaba clarísimo, nadie le robaba su comida, lo estaba vigilando… y posiblemente comiendo de ella.
-Ehh –vaciló Harry sin entender lo que estaba pasando –sí, sí, estoy bien, ¿qué ha pasado?
-El ensayo ha terminado. Está todo listo para esta noche –respondió el rubio con un perfecto acento irlandés - ¿En qué pensabas?
-En nada… -respondió dudoso. Arrugó la nariz
-Hmm –observó Louis, acercándose a él junto con Zayn –Eso no sonó muy seguro
-¿Qué hiciste anoche? –preguntó Zayn, curioso, con una media sonrisa asomando por su cara
-Dormí toda la noche –respondió Harry, haciéndose el chistoso
-No seas idiota –le pegó la cabeza suavemente la cabeza, haciendo que el ruloso lo fulmine con la mirada - ¿Con quién estuviste?
-¿Por qué piensan que yo estuve con alguien? -atacó
-Eres tan obvio y tan predecible Harry –dijo Liam, desde la mesa en la cual le estaba haciendo compañía a Niall
-Amanda me dijo lo mismo –murmuró, frunciendo el ceño
-¡Estuviste con ella! ¡Lo sabía! –empezó a gritar Zayn, festejando que una vez más, llevaba la razón
-¿Qué hacías vos… con Amy? –preguntó Louis, un tanto protector. Era lógico que se ponga a la defensiva, ya que ella era como una hermanita más para él.
-Fuimos al parque, estuvimos charlando, eso es todo –le respondió, sin intentar sonreír, ya que ante eso los chicos iban a adivinarlo fácilmente. Le fue difícil, apenas la sonrisa se le asomó. Zayn se percató de eso pero no dijo nada.
-¿Y Jake? ¿Lo dejaron solo? –preguntó Louis, sin captar nada
-Había salido con unos amigos.
-Me pregunto… ¿Cómo es que ustedes dos de repente se volvieron confiables? – dijo Liam, riéndose
-Yo apuesto todo lo que quieras a que eso no es todo. ¿Estabas pensando en ella hace un rato? –preguntó el rubio, poniéndose de lado a Liam.
-No. Estaba pensando en Jake.
-¿En Jake? ¿Sos gay? –preguntó Zayn, extrañado
-Nada que ver. Me siguen gustando las mujeres, quédense tranquilos. Anoche tuvimos unas pequeñas conversaciones, solo me estaba acordando de eso.
-Ajá –dijo Zayn, sin dejar de sonreír –Eso no era todo… a la noche también estuvieron juntos
-Los invité a comer a casa, ya que ella se ofreció a traerme a casa.
-Me olvidaba que esta chica siempre está sorprendiendo a la gente con sus acciones –comentó Niall, riéndose
- Decímelo a mí –concordó Harry, uniéndose a su risa
- Nunca te he visto así –le dijo Liam, una vez que todos dejaron de reírse
-¿Así como? –preguntó el ruloso extrañado
-No te acercas a las chicas a menos que sea para coquetearles. Con ella fue todo diferente.
-Ella no es como las demás.
-Me alegro de que pienses así –aseguró Louis – Cuídala.
-¿Tengo que prometértelo a ti también? –preguntó riendo.

Un rato más tarde, los chicos se fueron a donde sea que habrían pensado ir, todo por su lado. Él agarró su auto y pensó en ir a un Starbucks lejos de todos. Minutos después se encontraba en el fondo del negocio, con una taza de café, un block de hojas y una lapicera. Estaba pensando en ella… le era imposible no hacerlo. Y se dio cuenta que algo en él había cambiado.
No quiso pensar todavía que estaba enamorado. Hasta que la vió. Del otro lado de la cafetería, con una chica, Milagros. Estaban riéndose y hablando tranquilamente. Ella no lo ve, puesto a que está medio escondido y de costado no se le reconoce.
La siguió mirando. Se fijó en todos los detalles de su cara, sus movimientos con las manos. En un momento se puso nerviosa, pero eso era todo. Fue por un rato. Se acordó de sus conversaciones con su hermano, esas que les venía rondando por la cabeza, por la cual no pudo dormir bien.
Sí… él sería el indicado para sacarla de su burbuja. Solo había que pensar como lo iba a hacer. Estaba dispuesto a empezar, estaba inspirado. Agarro con firmeza su lapicera y dejó que las palabras y el ritmo fluyeran por su mente para formar una nueva canción.


Una vez que ha terminado, se fijó la hora en su celular, para luego levantar su vista hacía ella. Todavía seguía allí. Sonriendo como siempre, haciendo que el ruloso también sonría como idiota.
Esa felicidad solo duró pocos segundos… vió algo atrás de ella que no le cayó muy bien. Se aseguró de ver a la persona que creyó ver y no se había equivocado. Con furia agarró su block, metiendo su lapicera y su celular en el bolsillo del saco, para luego salir disparado hacía la vereda de enfrente.
Amy lo vió, pero no se preocupó en sonreírle. Tenía otra cosa en mente y era más importante. Se acercó hacía esa mujer y se paró frente a ella, haciendo que girara, sorprendida y muda.
No hacían falta las palabras. Ya lo había visto. Su madre con otro hombre que no era su padre. Su familia estaba a punto de destruirse. Y recién ahora lo supo. Descargó su bronca empezando a llorar, ya que no podía gritar. No podía hacer nada, pero tampoco dejó que aquella mujer que decía ser su madre la abrazara. Le dolió ver como su padre era traicionado.
Le dolió darse cuenta que detrás de una familia perfecta había problemas. Casi todos los matrimonios que conocía se habían separado. Ahora le tocaba a él.
La señaló con el dedo y empezó a gritarle de todo. No quería guardarse nada. Quería sacarse su bronca hacía su madre y aquél hombre.