Conectarse
Últimos temas
miembros del staff
Beta readers
|
|
|
|
Equipo de Baneo
|
|
Equipo de Ayuda
|
|
Equipo de Limpieza
|
|
|
|
Equipo de Eventos
|
|
|
Equipo de Tutoriales
|
|
Equipo de Diseño
|
|
créditos.
Skin hecho por Hardrock de Captain Knows Best. Personalización del skin por Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
Gráficos por y codes hechos por Kaffei e Insxne.
50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 11 de 16. • Comparte
Página 11 de 16. • 1 ... 7 ... 10, 11, 12 ... 16
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Se inclina y me besa suave, brevemente.
—No eres buena siendo sumisa —respira mientras sostiene mi barbilla, sus ojos bailando con humor.
Lo miro sorprendida, luego estallo en carcajadas y él se une a mí.
—Quizás no tengo un buen profesor.
Resopla.
—Quizás. Tal vez deba ser más estricto contigo. —Él ladea la cabeza hacia un lado y me da una sonrisa astuta.
Trago. Por Dios, no. Pero, al mismo tiempo, mis músculos se aprietan deliciosamente en el interior. Es su manera de mostrarme que le importa. Me doy cuenta que, tal vez, es la única manera en que puede mostrarme que le importa. Está mirándome, midiendo mi reacción.
—¿Fue tan malo cuando te golpeé la primera vez?
Miro hacia él, parpadeando. ¿Fue tan malo? Recuerdo haberme sentido confundida por mi reacción. Dolió, pero no tanto. Él ha dicho una y otra vez que está más que nada en mi cabeza. Y la segunda vez… bueno, esa fue bien… caliente.
—No, no realmente —susurré.
—¿Es más la idea de eso? —apunta.
—Supongo. Sentir placer, cuando no se supone que deba.
—Recuerdo sentir lo mismo. Toma un tiempo encontrarle sentido a eso.
Santos demonios. Eso fue cuando era un niño.
—Siempre puedes decir la palabra, ____(tn). No olvides eso. Y, mientras sigas las reglas, que responden a una necesidad profunda en mí para controlar y para mantenerte a salvo, entonces tal vez podamos encontrar una manera de avanzar.
—¿Por qué necesitas controlarme?
—Porque satisface una necesidad en mí que no conocía en mis años de formación.
—¿Así que es una especie de terapia?
—No había pensado de esa manera, pero sí, supongo que así es.
Esto lo puedo entender. Esto ayudará.
—Pero, un momento dices “no me desafíes” y después, dices que te gustan que te desafíen. Esa es una línea muy fina para tratar con éxito.
Él me mira por un momento y luego frunce el ceño.
—Puedo verlo. Pero pareces estar haciéndolo bien.
—Pero, ¿a qué precio? Estoy atada con nudos aquí.
—Me gustas atada con nudos. —Sonríe con suficiencia.
—¡Eso no es lo que quería decir! —Le lanzo agua, exasperada.
Baja la mirada hacia mí, arqueando una ceja.
—¿Acabas de salpicarme?
—Sí. —Santa mi.er.da… esa mirada.
—Oh, señorita Steele. —Me sujeta y me pone sobre su regazo, tirando agua por todo el suelo— Creo que hemos tenido suficiente conversación por ahora.
Pone sus manos a ambos lados de mi cabeza y me besa. Profundamente. Poseyendo mi boca. Inclinando mi cabeza... controlándome. Gimo contra sus labios. Esto es lo que le gusta. Esto es en lo que es tan bueno. Todo dentro de mí se enciende y mis dedos están en su cabello, sujetándolo y lo estoy besando de vuelta y diciendo “también te deseo” de la única forma en la que sé hacerlo. Gruñe, moviéndome para que esté a horcajadas sobre él, arrodillada sobre él, su erección debajo de mí. Se echa hacia atrás y me mira, sus ojos entrecerrados, brillando y llenos de lujuria. Dejo caer mis manos para sujetarme al borde de la bañera, pero agarra mis muñecas y tira mis brazos detrás de mi espalda, sujetándolos con una mano.
—Te voy a poseer ahora —susurra y me levanta para que esté suspendida en el aire sobre él—. ¿Preparada? —respira.
—Sí —murmuro y me deja caer sobre él, lentamente, exquisitamente lento… llenándome… mirándome mientras me toma.
Gruño, cerrando los ojos y me deleito en la sensación. Él flexiona las caderas y jadeo, inclinándome hacia delante, descansando mi frente contra la suya.
—Por favor, suéltame las manos —susurro.
—No me toques —suplica y liberando mis muñecas, sujeta mis caderas.
Sujetando la cornisa del baño, subo y bajo lentamente, abriendo los ojos para mirarlo. Me está observando. Su boca está ligeramente abierta, su respiración interrumpida, forzada, su lengua entre sus dientes. Luce tan… caliente. Estamos húmedos, resbaladizos y moviéndonos el uno contra el otro. Me inclino hacia abajo y lo beso. Cierra los ojos. Tentativamente, subo mis manos a su cabeza y paso los dedos por su cabello, sin quitar mis labios de su boca. Esto está permitido. Le gusta. Me gusta. Y nos movemos juntos. Tiro de su cabello, inclinando su cabeza hacia atrás y haciendo el beso más profundo, montándolo más rápido, aumentando el ritmo. Gruño contra su boca. Él empieza a levantarme más rápido, más rápido… sujetando mis caderas. Besándome. Somos bocas y lenguas mojadas, cabello enredado y caderas en movimiento. Toda sensación… consumiéndolo todo otra vez. Estoy cerca… estoy empezando a reconocer esta deliciosa tensión… acelerándose. Y el agua… está arremolinándose entre nosotros, nuestro propio remolino, un torbellino conmovedor mientras nuestros movimientos se vuelven más frenéticos… salpicando agua por todas partes, reflejando lo que está pasando dentro de mí… y no me importa.
Amo a este hombre. Amo su pasión, el efecto que tengo en él. Amo que haya volado tan lejos para verme. Amo que se preocupe por mí… que le importe. Es tan inesperado, tan satisfactorio. Es mío y yo suya.
—Eso está bien, nena —respira.
Y me vengo, el orgasmo rasgando a través de mí, un turbulento, pasional apogeo que me devora entera. Y de repente, Niall me aplasta contra él… sus brazos envueltos alrededor de mi espalda mientras encuentra su liberación.
—¡____(tn), nena! —grita y es una invocación salvaje, conmoviendo y tocando las profundidades de mi alma.
Yacemos, mirándonos el uno al otro fijamente, cara a cara, en la cama súper king, los dos abrazando nuestras almohadas delante de nosotros. Desnudos. Sin tocarnos. Sólo mirando y admirando, tapados por la sábana.
—¿Quieres dormir? —pregunta Niall, su voz suave. Es hermoso; la mezcla de colores en su cabello vívido contra la funda de algodón egipcio de la almohada, ojos mieles, provocativos y expresivos. Luce preocupado.
—No. No estoy cansada. —Me siento extrañamente llena de energía. Ha sido tan bueno hablar que no quiero parar.
—¿Qué quieres hacer? —pregunta.
—Hablar.
Sonríe.
—¿Sobre qué?
—Cosas.
—¿Qué cosas?
—Tú.
—¿Qué sobre mí?
—¿Cuál es tu película favorita?
Sonríe.
—Hoy, es El Piano.
Su sonrisa es contagiosa.
—Claro. Tonta de mí. Una música triste y apasionante, ¿que sin duda puedes tocar? Tantos logros, señor Horan.
—Y el mayor de ellos eres tú, señorita Steele.
—Así que soy la número diecisiete.
Frunce el ceño sin comprender.
—¿Diecisiete?
—Número de mujeres con las que has umm...… tenido sexo.
Sus labios se curvan hacia arriba, sus ojos brillando con incredulidad.
—No exactamente.
—Dijiste quince. —Mi confusión es obvia.
—Me estaba refiriendo al número de mujeres en mi cuarto de juego. Pensé que era a lo que te referías. No me preguntaste con cuántas mujeres he tenido sexo.
—Oh. —Santa mi.er.da…hay más… ¿Cómo? Lo miro boquiabierta— ¿Vainilla?
—No. Tú eres mi única conquista vainilla. —Sacude la cabeza, todavía sonriéndome.
¿Por qué encuentra esto divertido? ¿Y por qué le estoy sonriendo como una ****a?
—No te puedo dar un número. No hago cortes en el poste de la cama o algo así.
—¿De cuántas estamos hablando? ¿Decenas, cientos… miles? —Mis ojos se vuelven más salvajes a medida que los números se hacen más grandes.
—Decenas. Estamos en las decenas, por desgracia.
—¿Todas sumisas?
—Sí.
—Deja de sonreírme —lo regaño suavemente, intentando y fallando en mantener un rostro serio.
—No puedo. Eres divertida.
—¿Divertida peculiar o divertida graciosa?
—Creo que un poco de los dos. —Sus palabras reflejan las mías.
—Eso es un condenado descaro, viniendo de ti.
Se inclina hacia mí y besa la punta de mi nariz.
—Esto te impactará, ____(tn). ¿Preparada?
Asiento, con los ojos muy abiertos, todavía con la sonrisa *beep* en mi rostro.
—Todas sumisas en prácticas, cuando yo estaba practicando. Hay sitios en Seattle y sus alrededores donde uno puede ir y practicar. Aprender a hacer lo que yo hago —dice.
¿Qué?
—Oh. —Parpadeo.
—Sip, he pagado por sexo, ____(tn).
—Eso no es algo por lo que estar orgulloso —refunfuño con arrogancia— Y tienes razón… estoy profundamente impactada. Y frustrada porque no te puedo impactar.
—Usaste mi ropa interior.
—¿Eso te impactó?
—Sí. —Mi diosa interior salta con caña sobre la barra de los cuatro metros y medio.
—No usaste bragas para conocer a mis padres.
—¿Eso te impactó?
—Sí.
Dios, la barra se ha movido a casi cinco metros.
—Parece que sólo te puedo impactar en la sección de ropa interior.
—Me dijiste que eras virgen. Ésa fue la mayor conmoción que he tenido alguna vez.
—Sí, tu rostro era de fotografía, un momento Kodak. —Reí tontamente.
—Me dejaste golpearte con una fusta.
—¿Eso te impactó?
—Sep.
Sonrío.
—Bueno, puede que te deje hacerlo otra vez.
—Oh, lo espero, señorita Steele. ¿Este fin de semana?
—Vale —acuerdo, tímidamente.
—¿Vale?
—Sí. Iré al Salón Rojo del Dolor otra vez.
—Dices mi nombre.
—¿Eso te impacta?
—El hecho de que me guste me impacta.
—Niall.
Sonríe.
—Quiero hacer algo mañana. —Sus ojos brillan con excitación.
—¿Qué?
—Una sorpresa. Para ti. —Su voz es baja y suave.
Levanto una ceja y sofoco un bostezo al mismo tiempo.
—¿La estoy aburriendo, señorita Steele? —Su tono es sardónico.
—Nunca.
Se inclina hacia mí y me besa suavemente en los labios.
—Duerme —ordena, después, apaga la luz.
Y en este silencioso momento, mientras cierro los ojos, agotada y saciada, pienso que estoy en el ojo del huracán. Y a pesar de todo lo que ha dicho y de lo que no ha dicho, no creo que haya sido nunca tan feliz.
—No eres buena siendo sumisa —respira mientras sostiene mi barbilla, sus ojos bailando con humor.
Lo miro sorprendida, luego estallo en carcajadas y él se une a mí.
—Quizás no tengo un buen profesor.
Resopla.
—Quizás. Tal vez deba ser más estricto contigo. —Él ladea la cabeza hacia un lado y me da una sonrisa astuta.
Trago. Por Dios, no. Pero, al mismo tiempo, mis músculos se aprietan deliciosamente en el interior. Es su manera de mostrarme que le importa. Me doy cuenta que, tal vez, es la única manera en que puede mostrarme que le importa. Está mirándome, midiendo mi reacción.
—¿Fue tan malo cuando te golpeé la primera vez?
Miro hacia él, parpadeando. ¿Fue tan malo? Recuerdo haberme sentido confundida por mi reacción. Dolió, pero no tanto. Él ha dicho una y otra vez que está más que nada en mi cabeza. Y la segunda vez… bueno, esa fue bien… caliente.
—No, no realmente —susurré.
—¿Es más la idea de eso? —apunta.
—Supongo. Sentir placer, cuando no se supone que deba.
—Recuerdo sentir lo mismo. Toma un tiempo encontrarle sentido a eso.
Santos demonios. Eso fue cuando era un niño.
—Siempre puedes decir la palabra, ____(tn). No olvides eso. Y, mientras sigas las reglas, que responden a una necesidad profunda en mí para controlar y para mantenerte a salvo, entonces tal vez podamos encontrar una manera de avanzar.
—¿Por qué necesitas controlarme?
—Porque satisface una necesidad en mí que no conocía en mis años de formación.
—¿Así que es una especie de terapia?
—No había pensado de esa manera, pero sí, supongo que así es.
Esto lo puedo entender. Esto ayudará.
—Pero, un momento dices “no me desafíes” y después, dices que te gustan que te desafíen. Esa es una línea muy fina para tratar con éxito.
Él me mira por un momento y luego frunce el ceño.
—Puedo verlo. Pero pareces estar haciéndolo bien.
—Pero, ¿a qué precio? Estoy atada con nudos aquí.
—Me gustas atada con nudos. —Sonríe con suficiencia.
—¡Eso no es lo que quería decir! —Le lanzo agua, exasperada.
Baja la mirada hacia mí, arqueando una ceja.
—¿Acabas de salpicarme?
—Sí. —Santa mi.er.da… esa mirada.
—Oh, señorita Steele. —Me sujeta y me pone sobre su regazo, tirando agua por todo el suelo— Creo que hemos tenido suficiente conversación por ahora.
Pone sus manos a ambos lados de mi cabeza y me besa. Profundamente. Poseyendo mi boca. Inclinando mi cabeza... controlándome. Gimo contra sus labios. Esto es lo que le gusta. Esto es en lo que es tan bueno. Todo dentro de mí se enciende y mis dedos están en su cabello, sujetándolo y lo estoy besando de vuelta y diciendo “también te deseo” de la única forma en la que sé hacerlo. Gruñe, moviéndome para que esté a horcajadas sobre él, arrodillada sobre él, su erección debajo de mí. Se echa hacia atrás y me mira, sus ojos entrecerrados, brillando y llenos de lujuria. Dejo caer mis manos para sujetarme al borde de la bañera, pero agarra mis muñecas y tira mis brazos detrás de mi espalda, sujetándolos con una mano.
—Te voy a poseer ahora —susurra y me levanta para que esté suspendida en el aire sobre él—. ¿Preparada? —respira.
—Sí —murmuro y me deja caer sobre él, lentamente, exquisitamente lento… llenándome… mirándome mientras me toma.
Gruño, cerrando los ojos y me deleito en la sensación. Él flexiona las caderas y jadeo, inclinándome hacia delante, descansando mi frente contra la suya.
—Por favor, suéltame las manos —susurro.
—No me toques —suplica y liberando mis muñecas, sujeta mis caderas.
Sujetando la cornisa del baño, subo y bajo lentamente, abriendo los ojos para mirarlo. Me está observando. Su boca está ligeramente abierta, su respiración interrumpida, forzada, su lengua entre sus dientes. Luce tan… caliente. Estamos húmedos, resbaladizos y moviéndonos el uno contra el otro. Me inclino hacia abajo y lo beso. Cierra los ojos. Tentativamente, subo mis manos a su cabeza y paso los dedos por su cabello, sin quitar mis labios de su boca. Esto está permitido. Le gusta. Me gusta. Y nos movemos juntos. Tiro de su cabello, inclinando su cabeza hacia atrás y haciendo el beso más profundo, montándolo más rápido, aumentando el ritmo. Gruño contra su boca. Él empieza a levantarme más rápido, más rápido… sujetando mis caderas. Besándome. Somos bocas y lenguas mojadas, cabello enredado y caderas en movimiento. Toda sensación… consumiéndolo todo otra vez. Estoy cerca… estoy empezando a reconocer esta deliciosa tensión… acelerándose. Y el agua… está arremolinándose entre nosotros, nuestro propio remolino, un torbellino conmovedor mientras nuestros movimientos se vuelven más frenéticos… salpicando agua por todas partes, reflejando lo que está pasando dentro de mí… y no me importa.
Amo a este hombre. Amo su pasión, el efecto que tengo en él. Amo que haya volado tan lejos para verme. Amo que se preocupe por mí… que le importe. Es tan inesperado, tan satisfactorio. Es mío y yo suya.
—Eso está bien, nena —respira.
Y me vengo, el orgasmo rasgando a través de mí, un turbulento, pasional apogeo que me devora entera. Y de repente, Niall me aplasta contra él… sus brazos envueltos alrededor de mi espalda mientras encuentra su liberación.
—¡____(tn), nena! —grita y es una invocación salvaje, conmoviendo y tocando las profundidades de mi alma.
Yacemos, mirándonos el uno al otro fijamente, cara a cara, en la cama súper king, los dos abrazando nuestras almohadas delante de nosotros. Desnudos. Sin tocarnos. Sólo mirando y admirando, tapados por la sábana.
—¿Quieres dormir? —pregunta Niall, su voz suave. Es hermoso; la mezcla de colores en su cabello vívido contra la funda de algodón egipcio de la almohada, ojos mieles, provocativos y expresivos. Luce preocupado.
—No. No estoy cansada. —Me siento extrañamente llena de energía. Ha sido tan bueno hablar que no quiero parar.
—¿Qué quieres hacer? —pregunta.
—Hablar.
Sonríe.
—¿Sobre qué?
—Cosas.
—¿Qué cosas?
—Tú.
—¿Qué sobre mí?
—¿Cuál es tu película favorita?
Sonríe.
—Hoy, es El Piano.
Su sonrisa es contagiosa.
—Claro. Tonta de mí. Una música triste y apasionante, ¿que sin duda puedes tocar? Tantos logros, señor Horan.
—Y el mayor de ellos eres tú, señorita Steele.
—Así que soy la número diecisiete.
Frunce el ceño sin comprender.
—¿Diecisiete?
—Número de mujeres con las que has umm...… tenido sexo.
Sus labios se curvan hacia arriba, sus ojos brillando con incredulidad.
—No exactamente.
—Dijiste quince. —Mi confusión es obvia.
—Me estaba refiriendo al número de mujeres en mi cuarto de juego. Pensé que era a lo que te referías. No me preguntaste con cuántas mujeres he tenido sexo.
—Oh. —Santa mi.er.da…hay más… ¿Cómo? Lo miro boquiabierta— ¿Vainilla?
—No. Tú eres mi única conquista vainilla. —Sacude la cabeza, todavía sonriéndome.
¿Por qué encuentra esto divertido? ¿Y por qué le estoy sonriendo como una ****a?
—No te puedo dar un número. No hago cortes en el poste de la cama o algo así.
—¿De cuántas estamos hablando? ¿Decenas, cientos… miles? —Mis ojos se vuelven más salvajes a medida que los números se hacen más grandes.
—Decenas. Estamos en las decenas, por desgracia.
—¿Todas sumisas?
—Sí.
—Deja de sonreírme —lo regaño suavemente, intentando y fallando en mantener un rostro serio.
—No puedo. Eres divertida.
—¿Divertida peculiar o divertida graciosa?
—Creo que un poco de los dos. —Sus palabras reflejan las mías.
—Eso es un condenado descaro, viniendo de ti.
Se inclina hacia mí y besa la punta de mi nariz.
—Esto te impactará, ____(tn). ¿Preparada?
Asiento, con los ojos muy abiertos, todavía con la sonrisa *beep* en mi rostro.
—Todas sumisas en prácticas, cuando yo estaba practicando. Hay sitios en Seattle y sus alrededores donde uno puede ir y practicar. Aprender a hacer lo que yo hago —dice.
¿Qué?
—Oh. —Parpadeo.
—Sip, he pagado por sexo, ____(tn).
—Eso no es algo por lo que estar orgulloso —refunfuño con arrogancia— Y tienes razón… estoy profundamente impactada. Y frustrada porque no te puedo impactar.
—Usaste mi ropa interior.
—¿Eso te impactó?
—Sí. —Mi diosa interior salta con caña sobre la barra de los cuatro metros y medio.
—No usaste bragas para conocer a mis padres.
—¿Eso te impactó?
—Sí.
Dios, la barra se ha movido a casi cinco metros.
—Parece que sólo te puedo impactar en la sección de ropa interior.
—Me dijiste que eras virgen. Ésa fue la mayor conmoción que he tenido alguna vez.
—Sí, tu rostro era de fotografía, un momento Kodak. —Reí tontamente.
—Me dejaste golpearte con una fusta.
—¿Eso te impactó?
—Sep.
Sonrío.
—Bueno, puede que te deje hacerlo otra vez.
—Oh, lo espero, señorita Steele. ¿Este fin de semana?
—Vale —acuerdo, tímidamente.
—¿Vale?
—Sí. Iré al Salón Rojo del Dolor otra vez.
—Dices mi nombre.
—¿Eso te impacta?
—El hecho de que me guste me impacta.
—Niall.
Sonríe.
—Quiero hacer algo mañana. —Sus ojos brillan con excitación.
—¿Qué?
—Una sorpresa. Para ti. —Su voz es baja y suave.
Levanto una ceja y sofoco un bostezo al mismo tiempo.
—¿La estoy aburriendo, señorita Steele? —Su tono es sardónico.
—Nunca.
Se inclina hacia mí y me besa suavemente en los labios.
—Duerme —ordena, después, apaga la luz.
Y en este silencioso momento, mientras cierro los ojos, agotada y saciada, pienso que estoy en el ojo del huracán. Y a pesar de todo lo que ha dicho y de lo que no ha dicho, no creo que haya sido nunca tan feliz.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Bueno me encanto el capitulo me gusto que se dijeran algunas verdades, pero sigo odiando a la Sr. R :) jajaja me encanto siguela y como asi que ya se esta acabando??? Vaya como pasa el tiempo..!!! Siguela por favor!
NatydeHoran
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
La adore, ¿Que sorpresa?, eso me intriga , aun me pregunto que eran las cicatrices , me encanta como sorprende rayis a Niall, como con la ropa interior jaja, adore esa parte, debes seguirla yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
poli_poli2000
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Capítulo 45
Niall está en una jaula con barrotes de acero. Usa sus pantalones rasgados, su pecho y sus pies están desnudos y está mirándome fijamente. Su sonrisa de broma privada está dibujada en su hermoso rostro y sus ojos son de un miel fundido. En sus manos sostiene un tazón de fresas. Deambula con gracia atlética hacia la parte delantera de la jaula, mirándome fijamente. Sosteniendo una fresa madura y extiende su mano a través de los barrotes.—Come —dice, su lengua acariciando el frente de su paladar mientras enuncia la "e".
Trato de avanzar hacia él, pero estoy atada, retenida por una fuerza invisible alrededor de mi muñeca. Déjame ir.
—Ven, come —dice, sonriendo con su deliciosa sonrisa torcida.
Tiro y tiro... ¡déjame ir! Quiero gritar y dar alaridos, pero ningún sonido emerge.
Estoy muda. Se estira un poco más y la fresa está en mis labios.
—Come, ____(tn) . —Su boca forma mi nombre, deteniéndose sensualmente en cada sílaba.
Abro mi boca y **beep**, la jaula desaparece y mis manos están libres. Levanto mi mano para tocarlo, para pasear mis dedos por su pecho.
— ____(tn) .
No. Gimo.
—Vamos, nena.
No. Quiero tocarte.
—Despierta.
No. Por favor. Mis ojos se abren involuntariamente por una fracción de segundo. Estoy en la cama y alguien está acariciando mi oído.
—Despierta, nena —susurra y el efecto de su dulce voz se desliza como caramelo caliente fundido a través de mis venas.
Es Niall. Por Dios, todavía está oscuro y las imágenes de él en mi sueño persisten, desconcertando y tentando en mi cabeza.
—Oh... no —gimo. Quiero volver a su pecho, volver a mi sueño. ¿Por qué me despierta? Estamos a mitad de la noche o al menos, así se siente. Mi.er.da. Quiere sexo… ¿ahora?
—Es hora de levantarse, cariño. Voy a encender la luz lateral. —Su voz es tranquila.
—No —gimo.
—Quiero ver el amanecer contigo —dice él, besando mi rostro, mis párpados, la punta de mi nariz, mi boca y abro mis ojos. La luz lateral está encendida— Buenos días, bella —murmura.
Gimo y él sonríe.
—No eres una persona a la que le guste la mañana —murmura.
A través de la bruma de la luz, entrecierro los ojos y veo a Niall inclinado sobre mí, sonriendo. Divertido. Divertido por mí. ¡Vestido! De negro.
—Pensé que querías sexo —murmuro.
—____(tn), siempre quiero sexo contigo. Es reconfortante saber que sientes lo mismo —dice secamente.
Lo miro mientras mis ojos se acostumbraran a la luz, pero todavía se ve divertido... gracias a Dios.
—Por supuesto que sí, pero no cuando es demasiado tarde.
—No es tarde, es temprano. Vamos, a levantarse. Vamos a salir. Tomaré un vale en cuanto al sexo.
—Estaba teniendo un sueño tan bonito —me quejo.
—¿Un sueño? ¿Acerca de qué? —pregunta pacientemente.
—De ti. —Me sonrojo.
—¿Qué estaba haciendo esta vez?
—Tratando de darme a comer fresas.
Sus labios se levantan con el rastro de una sonrisa.
—El Dr. Flynn podría tener un día de campo con eso. Levántate, vístete. No te molestes en tomar una ducha, no podemos demorarnos tanto.
Me incorporo y las sábanas se acumulan en mi cintura, dejando al descubierto mi cuerpo. Él se pone de pie para darme espacio.
—¿Qué hora es?
—Cinco y media de la mañana.
—Se siente como si fueran las tres de la mañana.
—No tenemos mucho tiempo. Te deje dormir lo máximo posible. Ven.
—¿No puedo tomar una ducha?
Suspira.
—Si tomas una ducha, querré una contigo y ambos sabemos lo que ocurrirá a continuación, el día simplemente se irá. Ven.
Está entusiasmado. Como un niño pequeño, está brillando por la anticipación y el entusiasmo. Eso me hace sonreír.
—¿Qué vamos a hacer?
—Es una sorpresa. Te lo dije.
No puedo evitar sonreírle.
—Está bien.
Gateo fuera de la cama y busco mi ropa. Por supuesto, está cuidadosamente doblada sobre la silla junto a mi cama. Él también ha dispuesto uno de sus calzoncillos boxer cortos: Ralph Lauren, nada menos. Me los ******** rápidamente y me sonríe. Mmm, otra pieza de la ropa interior de Niall Horan, un trofeo para añadir a mi colección, junto con el automóvil, la BlackBerry, el Mac, su chaqueta negra y un conjunto de viejas primeras ediciones valiosas. Niego con la cabeza ante su generosidad y frunzo el ceño mientras una escena de Tess cruza mi mente: la escena de la fresa. Eso evoca mi sueño. Al diablo con el Dr. Flynn, Freud tendría un día de campo y entonces, probablemente fallecería tratando de lidiar con mi Cincuenta Sombras.
—Te daré algo de espacio ahora que estás levantada. —Niall sale hacia la sala de estar y entro en el baño. Tengo necesidades que atender y quiero un lavado rápido. Siete minutos más tarde, estoy en la sala de estar, aseada, cepillada y vestida con pantalones, mi camiseta y la ropa interior de Niall Horan. Niall levanta la mirada desde la pequeña mesa de comedor donde está desayunando. ¡Desayuno! Dios, a esta hora.
—Come —dice.
Dios mío... mi sueño. Me quedo boquiabierta, pensando en su lengua en su paladar. Mmm, su lengua experta.
—____(tn) —dice con firmeza, sacándome de mi ensoñación.
Realmente es demasiado temprano para mí. ¿Cómo manejo esta situación?
—Tomaré un poco de té. ¿Puedo tomar un croissant para más tarde?
Me mira con desconfianza y sonrío dulcemente.
—No arruines mi buen estado de humor, ____(tn) —me advierte en voz baja.
—Comeré más tarde, cuando mi estómago haya despertado. Más o menos a las siete y media de la mañana... ¿de acuerdo?
—Está bien. —Me mira fijamente.
Honestamente. Tengo que concentrarme mucho en no hacerle una mueca.
—Quiero poner mis ojos en blanco hacia ti.
—Claro que sí, hazlo y lo disfrutaré —dice con severidad.
Miro hacia el techo.
—Bueno, unas nalgadas me despertarían, supongo. —Frunzo mis labios en silenciosa contemplación.
La boca del Niall se abre de golpe.
—Por otro lado, no quiero que estés todo caliente e incómodo, el clima aquí es lo suficientemente caliente. —Me encojo de hombros con indiferencia.
Niall cierra su boca y se esfuerza bastante por lucir disgustado, pero falla completamente. Puedo ver el humor acechando en el fondo de sus ojos.
—Usted es, como siempre, un desafío, señorita Steele. Beba su té.
Me doy cuenta de la etiqueta de Twinings y en el interior, mi corazón canta. Ves, le importas, mi subconsciente me vocaliza. Me siento frente a él, bebiendo de su belleza. ¿Alguna vez tendré suficiente de este hombre?
Mientras salimos de la habitación, Niall me lanza una sudadera.
—Necesitarás esto.
Lo miro, extrañada.
—Confía en mí. —Él sonríe, se inclina y me besa en los labios de forma rápida. Luego, toma mi mano y nos dirigimos hacia afuera.
Afuera, en el frío relativo de la penumbra antes del amanecer, el encargado de estacionar los automóviles le entrega a Niall un juego de llaves de un automóvil deportivo con una capota de lona. Levanto una ceja hacia Niall, quien me sonríe en respuesta.
—Sabes, a veces es genial ser yo —dice con una sonrisa conspiradora pero petulante que simplemente no puedo evitar imitar. Es tan adorable cuando está alegre y sin preocupaciones. Me abre la puerta del automóvil con una exagerada reverencia y me subo. Él está de un muy buen humor.
—¿A dónde vamos?
—Ya lo verás. —Sonríe mientras enciende el automóvil y nos dirigimos hacia Savannah Parkway.
Programa el GPS, presiona un interruptor en el volante y una pieza de orquesta clásica llena el automóvil.
—¿Qué es esto? —pregunto mientras el dulce, dulce sonido de un centenar de cuerdas de un violín nos asalta.
—Es de La Traviata. Una ópera de Verdi.
Oh, mi... es preciosa.
—¿La Traviata? He oído de eso. No puedo pensar en dónde. ¿Qué significa?
Niall me mira y sonríe.
—Bueno, literalmente, la mujer extraviada. Está basado en el libro de Alexander Dumas, La Dama de las Camelias.
—Ah. Lo he leído.
—Pensé que podrías haberlo hecho.
—La cortesana condenada. —Me retuerzo incómodamente en el lujoso asiento de cuero. ¿Está tratando de decirme algo?— Hmm, es una historia deprimente —murmuro.
—¿Demasiado deprimente? ¿Quieres elegir un poco de música? Está en mi iPod. —Niall tiene de nuevo esa sonrisa secreta.
No puedo ver su iPod en ningún lado. Él le da un golpecito a la pantalla de la consola entre nosotros y manteniéndola presionada, aparece una lista de reproducción.
—Tú elige. —Sus labios tiemblan con una sonrisa y sé que eso es un desafío.
El iPod de Niall Horan, esto debe ser interesante. Desplazo la pantalla táctil y encuentro la canción perfecta. Presiono play. Nunca lo hubiera tomado por un fan de Britney. La mezcla techno nos embiste y Niall baja el volumen. Tal vez es demasiado temprano para esta Britney en su etapa más sensual.
—Toxic, ¿eh? —sonríe Niall.
—No sé a qué te refieres. —Finjo inocencia.
Él baja el volumen de la música un poco más y por dentro, me abrazo a mí misma. Mi diosa interior está en pie esperando su medalla de oro. Él bajó el volumen a la música. ¡Victoria!
—No puse esa canción en mi iPod —dice casualmente y pone su pie en el suelo, por lo que estoy apoyada en mi asiento cuando el coche acelera por la autopista.
¿Qué? Él sabe lo que está haciendo, bastardo. ¿Quién lo hizo? Y tengo que seguir escuchando a Britney. ¿Quién…quién?
La canción termina y el iPod cambia a una canción triste de Damien Rice. ¿Quién? ¿Quién? Miro por la ventana con el estómago revuelto. ¿Quién?
—Fue Leila —responde a mis pensamientos. ¿Cómo hace eso?
—¿Leila?
—Una ex, fue ella quien puso la canción en mi iPod.
Damien canta en el fondo cuando quedo aturdida. Una ex…¿ex-sumisa? Una ex…
—¿Una de las quince? —pregunto.
—Sí.
—¿Qué ocurrió con ella?
—Terminamos.
—¿Por qué?
Oh, por Dios. Es demasiado temprano para este tipo de conversación. Pero él parece relajado, incluso feliz y lo que es más, hablador.
—Ella quería más. —Su voz es baja, incluso introspectiva y deja la frase colgando entre nosotros, terminándola de nuevo con esa pequeña pero poderosa palabra.
—¿Y no lo hiciste? —pregunto antes de que pueda emplear mi cerebro como filtro para mi boca. Mi.er.da, ¿qué quiero saber?
Sacude su cabeza.
—Nunca he querido más, hasta que te conocí.
Jadeo, estremeciéndome. Oh Dios. ¿No es esto lo que quería? Él quiere más. ¡También, quiere más! Mi diosa interna ha salido del podio y está haciendo volteretas alrededor del estadio. No soy sólo yo.
—¿Qué sucedió con las otras catorce? —pregunto.
Dios, él está hablando… toma ventaja.
—¿Quieres una lista? ¿Divorciada, decapitada, muerta?
—No eres Enrique VIII.
—De acuerdo. Sin ningún orden en particular, sólo he tenido relaciones a largo plazo con cuatro mujeres, con excepción de Elena.
—¿Elena?
—La señora Robinson para ti. —Él medio sonríe a su broma privada.
¡Elena! Mi.er.da. La malvada tiene un nombre y es sonoramente extranjero. Una visión de una vampiresa pálida con cabello negro y labios rojos como el rubí viene a mi mente y sé que ella es hermosa. No debo insistir. No debo insistir.
—¿Qué paso con la cuarta? —pregunto para distraerme.
—Demasiado curiosa, demasiado ansiosa por obtener información, señorita Steele —me regaña en broma.
—Oh, señor cuándo-es-tu-periodo-menstrual.
— ____(tn) , un hombre necesita saber esas cosas.
—¿En serio?
—Yo sí.
—¿Por qué?
—Porque no quiero que quedes embarazada.
—¡Ni yo tampoco! Bueno, no por unos cuantos años.
Niall parpadea alarmado, luego se relaja visiblemente. Bien. Niall no quiere niños. ¿Ahora o nunca? Me estoy recuperando de su ataque de franqueza súbito y sin precedentes. ¿A lo mejor es muy temprano? ¿Algo en el agua de Georgia? ¿El aire de Georgia? ¿Qué más quiero saber? Carpe Diem.
—Y las otras cuatro, ¿Qué ocurrió? —pregunto.
—Una conoció a alguien más. Las otras tres querían… más. Yo no estaba en el mercado para entonces.
—¿Y las otras? —presiono.
Él me mira brevemente y sólo sacude la cabeza.
—No funciono.
Vaya, un balde con información por procesar. Miro el espejo lateral del auto y noto la suave oleada de rosa y aguamarina en el cielo detrás. El amanecer está siguiéndonos.
—¿A dónde nos dirigimos? —pregunto, perpleja mirando la I-95. Nos estamos dirigiendo al sur, eso es todo lo que sé.
—A un campo de aterrizaje.
—No vamos a regresar a Seattle, ¿verdad? —Jadeo, alarmada. No me he despedido de mi madre. Dios, ella nos está esperando para cenar.
Él se ríe.
—No, ____(tn), vamos a disfrutar de mi segundo pasatiempo favorito.
—¿Segundo? —Frunzo el ceño hacia él.
—Sip. Te dije mi favorito esta mañana.
Miro su glorioso perfil, frunciendo el ceño, torturando mi cerebro.
—Disfrutar de ti, señorita Steele, eso ha llegado a ser el número uno de mi lista. Cualquier forma en la que pueda tenerte.
Oh.
—Bueno, eso también está en lo alto de mi lista de prioridades pervertidas —murmuro, sonrojándome.
—Me alegra escucharlo —murmura secamente.
—Así que ¿campo de aterrizaje?
Él me sonríe.
—Vuelo.
El término es familiar. Él lo había mencionado antes.
—Vamos a perseguir el amanecer, ____(tn). —Se da vuelta y me sonríe cuando el GPS le insta a girar a la derecha, hacia lo que se ve como un complejo industrial. Se detiene afuera de un gran edificio blanco con una señal que dice Asociación de Vuelo de Brunswick.
¡Vuelo sin motor! ¿Vamos a hacer vuelo sin motor?
Él apaga el coche.
—¿Estás lista para esto? —pregunta.
—¿Vamos a volar?
—Sí.
—¡Sí, por favor! —No lo dudo. Él sonríe, se inclina y me besa.
—Otra primera vez, señorita Steele —dice mientras sale del coche.
¿Primera vez? ¿Qué clase de primera vez? La primera vez volando un avión sin motor… ¡Mi.er.da! No, él dijo que lo había hecho antes. Me relajo. Él camina alrededor y abre mi puerta. El cielo se ha tornado de un sutil ópalo, brillando y llameando suavemente detrás de las nubes esporádicas. El amanecer está sobre nosotros.
Tomando mi mano, Niall me lleva alrededor del edificio hacia un gran tramo de asfalto en donde varios aviones están estacionados. Esperando al lado de ellos hay un hombre con la cabeza afeitada y una mirada salvaje en sus ojos, acompañado por Taylor.
¡Taylor! ¿Va Niall a algún lado sin ese hombre? Le sonrío con alegría y él me sonríe amablemente.
—Señor Horan, este es su piloto de remolque, el señor Mark Benson —dice Taylor.
Niall y Benson se dan la mano y entablan una conversación, la cual suena muy técnica, sobre la velocidad del viento, direcciones y demás.
—Hola, Taylor —murmuro tímidamente.
—Señorita Steele. —Él asiente a manera de saludo y yo frunzo el ceño— ____(tn) —se corrige a sí mismo—Ha sido un infierno sobre ruedas los últimos días. Me agrada que estemos aquí —dice con complicidad. Oh, es una buena noticia ¿Por qué? ¡Seguramente no es por mí! ¡Un jueves de revelación! Debe ser algo en el agua de Savannah que hace que estos hombres se aflojen un poco.
—____(tn) —me llama Niall—Ven. —Extiende su mano.
—Nos vemos más tarde. —Sonrío a Taylor y dándome un rápido saludo, se dirige de regreso hacia el estacionamiento.
—Señor Benson, esta es mi novia, ____(tn) Steele.
—Encantada de conocerlo —murmuro mientras nos damos la mano.
Benson me da una sonrisa deslumbrante.
—Lo mismo digo —dice él y puedo decir por su acento que es británico.
Cuando tomo la mano de Niall, hay un creciente entusiasmo en mi vientre. ¡Guau… vuelo sin motor! Seguimos a Mark Benson a través de la pista, hacia la pista de aterrizaje. Él y Niall siguen manteniendo una conversación. Capto lo esencial. Estaremos en un Blanik L-23, que aparentemente es mejor que el L-13, aunque eso está abierto a debate. Benson estará volando un Piper Pawnee. Él ha estado volando rastreros de cola durante ya cinco años. Nada de eso significa algo para mí, pero al mirar a Niall está tan animado, tan en su elemento, que es un placer observarlo.
El avión en sí es largo, elegante y blanco con franjas naranjas. Tiene una pequeña cabina con dos asientos, uno frente al otro. Está sujeto por medio de un largo cable blanco a un pequeño avión convencional de una sola hélice. Benson abre la enorme y clara cúpula de plexiglás que enmarca la cabina, permitiéndonos abordar.
—Primero, necesitamos asegurar las correas de su paracaídas.
—Yo haré eso —lo interrumpe Niall y toma el arnés de las manos de Benson, quien le sonríe de forma amena.
—Traeré el lastre —dice Benson y se dirige al avión.
—Te gusta amarrarme en distintas cosas —observo secamente.
—Señorita Steele, no tienes idea. Aquí, entra en tus correas.
Hago lo que me dice, colocando mi brazo sobre su hombro. Niall se envara ligeramente pero no se mueve. Una vez que mis pies están en los lazos, él levanta el paracaídas y paso mis brazos a través de las correas de los hombros. Hábilmente, sujeta el arnés y tensa las correas.
—Ahí, eso es suficiente —dice suavemente, pero sus ojos están brillando— ¿Tienes tu liga para el cabello de ayer?
Asiento.
—¿Quieres que me lo sujete?
—Sí.
Rápidamente hago lo que me pidió.
—Ahora, adentro —ordena Niall. Sigue siendo tan mandón. Voy a subirme al asiento de atrás.
—No, adelante. Los pilotos se sientan atrás.
—Pero no serás capaz de ver.
—Veré un montón —dice sonriendo.
No creo haberlo visto nunca tan feliz, mandón, pero feliz. Me subo, instalándome en el asiento de cuero. Es sorprendentemente cómodo. Niall se inclina sobre mí, coloca el arnés sobre mis hombros, pone su mano entre mis piernas para encontrar el cinturón inferior y lo introduce en la ranura que se encuentra contra mi vientre. Ajusta todas las correas restantes.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
—Hmm, dos veces en una mañana, soy un hombre con suerte —susurra y me besa rápidamente—Esto no tomará demasiado: veinte, treinta minutos como máximo. Las temperaturas no son geniales a este momento de la mañana, pero la vista es impresionante a esta hora. Espero que no estés nerviosa.
—Emocionada. —Sonrío.
¿De dónde salió esta ridícula sonrisa? En realidad, parte de mí está aterrada. Mi diosa interna… está bajo una manta detrás del sofá.
—Bien. —Él sonríe en respuesta, acariciando mi rostro, luego desaparece de mi vista.
Lo escucho y lo siento moverse mientras se sube detrás de mí. Por supuesto, él me ha amarrado tan firmemente que no puedo girarme para verlo… ¡típico! Estamos muy abajo en el suelo. Frente a mí hay un panel de diales, interruptores y una gran palanca. Dejo todas las cosas como están.
Mark Benson aparece con una alegre sonrisa mientras revisa mis correas y se inclina y comprueba el piso de la cabina. Creo que es el lastre.
—Sip, es seguro. ¿Primera vez? —me pregunta.
—Sí.
—Te encantará.
—Gracias, señor Benson.
—Llámame Mark. —Se gira hacia Niall—¿Bien?
—Sip. Vamos.
Estoy tan contenta de no haber comido nada. Estoy más que emocionada y no creo que mi estómago hubiera estado preparado para el juego de la comida, la emoción y el dejar el suelo. Una vez más me estoy poniendo en las hermosas y habilidosas manos de este hombre. Mark cierra la cúpula de la cabina, avanza hacia el avión de enfrente y se sube.
La hélice solitaria del Piper se mueve y mi estómago nervioso se reposiciona en mi garganta. Jesús… realmente estoy haciendo esto. Mark avanza lentamente por la pista y cuando el cable se tensa, nos sacudimos repentinamente hacia adelante. Despegamos. Oigo charla en el aparato de radio detrás de mí. Creo que es Mark hablando con la torre… pero no puedo entender lo que está diciendo. A medida que el Piper agarra velocidad, también lo hacemos nosotros. Es bastante desigual y frente a nosotros, el avión de una sola hélice todavía está en el suelo. Jesús, ¿alguna vez nos elevaremos? Y de repente, mi estómago desaparece de mi garganta y desciende en caída libre a través de mi cuerpo hasta el suelo… estamos en el aire.
—¡Aquí vamos, nena! —grita Niall detrás de mí. Y estamos en nuestra propia burbuja, sólo los dos. Todo lo que oigo es el sonido del viento que se rasga a medida que avanzamos y el zumbido distante del motor del Piper.
Estoy agarrando el borde de mi asiento con ambas manos, tan fuerte que mis nudillos estás blancos. Nos dirigimos al oeste, tierra adentro, lejos de la salida del sol, ganando altura, cruzando campos, bosques, casas y la I-95. Oh Dios mío. Esto es maravilloso, sobre nosotros sólo hay cielo. La luz es extraordinaria, difusa y de tono cálido y recuerdo a José divagando sobre la “hora mágica”, un momento del día que los fotógrafos adoran: este es… justo después del amanecer y estoy en él, con Niall.
Abruptamente, recuerdo la exposición de José. Mmm. Necesito decirle a Niall. Me pregunto brevemente cómo reaccionará. Pero no me preocupo por eso, no ahora, estoy disfrutando el paseo. Mis oídos se destapan mientras ganamos altura y el suelo se desliza más y más lejos. Es tan pacífico. Entiendo completamente por qué le gusta estar aquí arriba. Lejos de su BlackBerry y todas las presiones de su trabajo.
La radio crepita a la vida y Mark menciona 915 metros. Jesús, eso suena alto. Miro el suelo y ya no puedo distinguir claramente nada ahí abajo.
—Suelta —dice Niall a la radio y, repentinamente, el Piper desaparece y la sensación de arrastre proveída por el avión desaparece. Estamos flotando, flotando sobre Georgia.
Mi.er.da Santa, esto es emocionante. El avión se inclina y se gira mientras las alas caen y luego vamos en espiral hacia el sol. Ícaro. Esto es. Estoy volando cerca del sol, pero él está conmigo, guiándome. Jadeo al darme cuenta. Giramos y giramos en espiral y la vista en esta luz matutina es espectacular.
—¡Agárrate fuerte! —grita él y nos hundimos otra vez… sólo que esta vez no se detiene. Repentinamente, estoy de cabeza, mirando el suelo a través de la parte superior de la cúpula de la cabina.
Chillo ruidosamente, mis brazos automáticamente se elevan, mis manos extendidas sobre el plexiglás para detener mi caída. Puedo oírlo reír. ¡Bastardo! Pero su alegría es contagiosa y me estoy riendo también cuando endereza el avión.
—¡Me alegro de no haber desayunado! —le grito.
—Sí, en retrospectiva, es mejor que no lo hayas hecho, porque voy a hacer eso de nuevo.
Inclina el avión una vez más hasta que estamos de cabeza. Esta vez, porque estoy preparada, me aferro al arnés, pero me hace sonreír y reír como una tonta. Nivela el avión una vez más.
—Hermoso, ¿verdad? —pregunta.
—Sí.
Volamos, planeando majestuosamente por el aire, escuchando el viento y el silencio en la temprana luz de la mañana. ¿Quién podría pedir más?
—¿Ves la palanca frente a ti? —grita otra vez.
Miro la palanca que se está moviendo ligeramente entre mis piernas. Oh, no, ¿a dónde quiere ir con esto?
—Agárrala.
Oh mi.er.da. Va a hacerme volar el avión. ¡No!
—Vamos, ____(tn). Agárrala —me urge con más vehemencia.
Tentativamente, la agarro y siento la inclinación y orientación de lo que asumo son los timones y remos o lo que sea que mantenga esta cosa en el aire.
—Agárrate fuerte… mantenlo estable. ¿Ves la línea media en frente? Mantén la aguja en el punto muerto del centro.
Mi corazón está en mi boca. Estoy volando un planeador… me estoy alzando.
—Buena chica. —Niall suena encantado.
—Estoy sorprendida de que me dejaras tomar el control —le grito.
—Estarías sorprendida de lo que te dejaría hacer, señorita Steele. Ahora sigo yo.
Siento la palanca moverse repentinamente y la dejo ir mientras descendemos en espiral varios metros, mis oídos se destapan otra vez. El suelo está cada vez más cerca y se siente como si lo fuéramos a chocar en breve. Jesús, eso es aterrador.
—BMA, este es BG N Papa 3 Alfa, entrando en la pista izquierda a favor del viento, BMA. —Christian suena con su autoridad de costumbre. La torre le responde en la radio, pero no entiendo lo que dicen. Planeamos de nuevo en un amplio círculo, hundiéndonos lentamente hacia el piso. Puedo ver el aeropuerto, las pistas de aterrizaje y otra vez estamos volando sobre la I-95.
—Agárrate, nena. Esto puede implicar unos cuantos saltos.
Después de otro círculo nos hundimos y repentinamente, estamos en el suelo con un breve golpe, corriendo a lo largo de la hierba. Mis dientes chocan a medida que avanzamos a una velocidad alarmante por el suelo, hasta que finalmente, nos detenemos. El avión se balancea ligeramente y luego se inclina hacia la derecha. Tomo una bocanada profunda de aire mientras Niall se inclina y abre la tapa de la cabina, descendiendo y estirándose.
—¿Cómo estuvo? —pregunta él y sus ojos son de un miel brillante y deslumbrante. Se inclina para soltarme.
—Eso fue extraordinario. Gracias —susurro.
—¿Era más? —pregunta, su voz teñida de esperanza.
—Mucho más —suelto un suspiro y él ríe.
—Ven. —Extiende su mano hacia mí y salgo de cabina.
Tan pronto como estoy afuera, me sostiene y me levanta al nivel de su cuerpo. De repente, su mano está en mi cabello, tirando de nuevo mi cabeza hacia atrás y su otra mano se dirige hacia la base de mi columna. Me besa, largo, con fuerza y apasionadamente, su lengua en mi boca. Su respiración está en aumento, su entusiasmo…, su erección… estamos en un campo. Pero no me importa. Mis manos se retuercen en su cabello, agarrándome a él. Lo deseo, aquí, ahora, en el piso. Se suelta y baja su mirada hacia mí, sus ojos iluminados bajo la luz de la mañana, llenos de cruda y arrogante sensualidad. Guau. Me quita el aliento.
—Desayuno —susurra, haciendo que suene erótico.
¿Cómo puede hacer que tocino y huevos suenen como una fruta prohibida? Es una habilidad extraordinaria. Se gira, estrecha mi mano y nos dirigimos de nuevo al automóvil.
—¿Qué hay del planeador?
—Alguien se ocupara de eso —dice con desdén—. Comeremos ahora. —Su tono es inequívoco.
¡Comida! Está hablando de comida, cuando lo único que quiero es a él.
—Ven. —Sonríe.
Nunca lo he visto así y es una placer verlo. Me encuentro caminando a su lado, tomados de la mano, con una *beep* y torpe sonrisa estampada en la cara. Me recuerda a cuando tenía diez y pasé el día en Disneylandia con Ray. Fue un día perfecto y esto se le asemeja, más o menos.
De regreso en el automóvil, mientras volvemos por la I-95 hacia Savannah, la alarma de móvil suena. O cierto… mi píldora.
—¿Qué es eso? —pregunta Niall, curioso, mirándome.
Hurgo en mi bolso buscando el paquete.
—La alarma para mi píldora —murmuro, mientras mis mejillas se ruborizan.
Sus labios se levantan caprichosamente.
—Bueno, bien hecho. Odio los condones.
Me ruborizo un poco más. Es tan condescendiente como siempre.
—Me gusta que me hayas presentado ante Mark como tu novia —murmuro.
—¿No es eso lo que eres? —Alza una ceja.
—¿Lo soy? Pensé que querías una sumisa.
—Yo también, ____(tn) y todavía lo hago. Pero te lo he dicho, quiero más, también.
Oh Dios. Está cambiando de opinión y la esperanza surge en mí, dejándome sin respiración.
—Estoy muy feliz de que quieras más —susurro.
—Estamos para complacer, señorita Steele. —Sonríe, mientras entramos a la International House of Pancakes.
—IHOP. —Le devuelvo la sonrisa. No lo creo. Quién lo habría pensado… Niall Horan en IHOP.
Son las ocho y media de la mañana, pero está tranquilo en el restaurante. Huele a masa dulce, comida frita y a desinfectante. Mmm… no es un aroma atractivo. Niall me lleva a una cabina.
—Nunca te habría imaginado aquí —digo mientras nos sentamos en la cabina.
—Mi padre solía traernos a uno de estos cuando mi madre se iba a una conferencia médica. Era nuestro secreto.
Me dirige una sonrisa, sus ojos mieles bailando, luego toma un menú, deslizando una mano por su rebelde cabello mientras baja la mirada.
Oh, quiero pasar mis manos por ese cabello. Tomo un menú y lo examino. Me doy cuenta de que estoy muriendo de hambre.
—Sé que quiero —dice con un respiro, su voz baja ronca.
Alzo la mirada hacia él y él me está mirando de esa manera que aprieta todos los músculos en mi vientre y me deja sin aliento, sus ojos ardiendo. Lo miro fijamente, mi sangre zumbando en mis venas respondiendo su llamado.
—Yo quiero lo que tú quieras —susurro.
Inhala profundamente.
—¿Aquí? —pregunta sugerente, levantando una ceja al mirarme, sonriendo con malicia, sus dientes atrapando la punta de su lengua.
Oh Dios… sexo en IHOP. Su expresión cambia, se oscurece.
—No muerdas tu labio —ordena—. No aquí, no ahora. —Su mirada se endurece momentáneamente y por un instante, luce deliciosamente peligroso— Si no puedo poseerte aquí, no me tientes.
—Hola, mi nombre es Leandra, ¿Qué puedo traerles… eh… amigos... eh… hoy, esta mañana…?
Su voz se desvanece, tropezando entre palabras mientras le da una mirada al señor Hermoso frente a mí. Se ruboriza y un poco de simpatía por su rubor se introduce en mi conciencia ya que él todavía hace que me pase lo mismo. La presencia de la chica me permite escapar brevemente de su mirada sensual.
—¿____(tn) ? —me pregunta, ignorándola y no creo que nadie puede exprimir tanta carnalidad en mi nombre como él lo hace en este momento.
Trago, rezando para no ponerme del mismo color que la pobre Leandra.
—Te lo dije, quiero lo que tú pidas. —Mantengo mi voz suave, baja y él me mira con deseo. Dios, mi diosa interna se desmaya. ¿Estoy en este juego?
Leandra cambia su mirada de mí hacia él de nuevo. Está prácticamente del mismo color de su brillante cabello rojo.
—¿Debería darles otro minuto para que puedan decidir?
—No. Sabemos lo que queremos. —La boca de Niall se contrae con una pequeña y sexy sonrisa—Queremos dos porciones de los panqueques originales de suero de leche con jarabe de maple y tocino en un lado, dos vasos de jugo de naranja, un café negro con leche descremada y un té inglés, si lo tienen —dice Niall, sin quitar sus ojos de mí.
—Gracias señor. ¿Eso será todo? —susurra Leandra, mirando a la nada en medio de nosotros. Ambos nos giramos a mirarla y ella se ruboriza de nuevo y se marcha.
—Sabes que esto no es justo. —Bajo la mirada a la mesa de fórmica, trazando un camino con mi dedo índice, tratando de sonar indiferente.
—¿Qué no es justo?
—Como desarmas a las personas. A las mujeres. A mí.
—¿Te desarmo?
—Todo el tiempo.
—Es sólo apariencia, ____(tn) —dice levemente.
—No, Niall, es mucho más que eso.
Su ceja se alza.
—Usted me desarma por completo, señorita Steele. Su inocencia. Supera cualquier barrera.
—¿Es por eso que has cambiado de opinión?
—¿Cambiado de opinión?
—Sí, sobre… em… ¿Nosotros?
Acaricia su barbilla, pensativo, con sus dedos largos y expertos.
—No creo que haya cambiado de parecer en sí. Sólo necesitamos redefinir nuestros parámetros, volver a dibujar nuestros límites, si lo deseas. Podemos hacer eso, estoy seguro. Te quiero sumisa en mi cuarto de juegos. Te castigaré si incumples las reglas. Aparte de eso… bueno, pienso que todo depende de discutirlo. Esas son mis peticiones, señorita Steele. ¿Qué dices a eso?
—¿Entonces podré dormir contigo? ¿En tu cama?
—¿Es lo que quieres?
—Sí.
—Concuerdo entonces. Además, duermo muy bien cuando estás en mi cama. No tenía idea. —Su ceja se alza a medida que su voz recae.
—Temía que me dejaras si no estaba de acuerdo con todo eso —susurro.
—No voy a ninguna parte, ____(tn) . Además... —Se desvanecen sus palabras y luego de pensarlo un poco, añade—: Estamos siguiendo tu consejo, tu definición de compromiso. Me lo enviaste en un correo. Y hasta ahora, está funcionando para mí.
—Amo que quieras algo más —murmuro tímidamente.
—Lo sé.
—¿Cómo lo sabes?
—Créeme. Sólo lo hago. —Me sonríe, está escondiendo algo.
En ese momento, Leandra llega con el desayuno y nuestra conversación termina. Mi estómago cruje, recordándome cuán famélica estoy. Niall mira con molesta aprobación cuando devoro todo lo que hay en mi plato.
—¿Puedo invitarte? —pregunto a Niall.
—¿Invitarme cómo?
—Pagar por esta comida.
—No lo creo —se burla.
—Por favor. Quiero hacerlo.
Frunce el ceño.
—¿Estás tratando de castrarme?
—Este es probablemente el único lugar que puedo permitirme el lujo de pagar.
—____(tn) , aprecio la intención. En serio. Pero no.
Aprieto mis labios.
—No frunzas el ceño —advierte, sus ojos brillando con irritación.
Por supuesto que no me pregunta por la dirección de mi madre. Él ya la sabe, con lo acosador que es. Cuando se estaciona fuera de la casa, no digo nada ¿Cuál es el punto?
—¿Quieres entrar? —pregunto tímidamente.
—Necesito trabajar ____(tn) , pero estaré de regreso esta noche. ¿A qué hora?
Ignoro el molesto pinchazo de decepción. ¿Por qué quiero pasar cada minuto con este controlador dios del sexo? Oh sí, me he enamorado de él y puede volar.
—Gracias… por el más.
—Mi placer, ____(tn) . —Me besa e inhalo el sexi olor de Niall.
—Te veré luego.
—Trata de detenerme— susurra.
Hago un gesto despidiéndome mientras se aleja hacia el sol de Georgia. Todavía estoy vistiendo su sudadera y su ropa interior y me siento abrigada.
En la cocina, mi mamá está en un completo aturdimiento. No todos los días tiene que entretener a un multimillonario y la está estresando.
—¿Cómo estás, querida? —pregunta y me sonrojo porque debe saber lo que estaba haciendo anoche.
—Estoy bien. Niall me llevo esta mañana a un vuelo sin motor. —Espero que la nueva información la distraiga.
—¿Vuelo sin motor? ¿Cómo un pequeño avión sin motor? ¿Esa clase de vuelo?
Asiento.
—Oh.
Ella está sin palabras, un nuevo concepto para mi madre. Se queda mirando boquiabierta, pero eventualmente se recupera y regresa a su original línea de preguntas.
—¿Cómo estuvo anoche? ¿Hablaron?
Dios. Me sonrojo de un brillante escarlata.
—Hablamos… anoche y esta mañana. Está mejorando.
—Bien. —Ella regresa su atención a los cuatro libros de cocina que están abiertos en la mesa de la cocina.
—Mamá… si quieres, yo cocinaré esta noche.
—Oh, cariño, eso es muy amable de tu parte, pero quiero hacerlo yo.
—Está bien. —Hago muecas, sabiendo muy bien que la cocina de mamá es bastante de acertar o fallar. Quizás ha mejorado desde que se mudó a Savannah con Bob. Hubo un tiempo en que no le habría sugerido a nadie que ella cocinara… ni siquiera a ¿A quién odio? Oh si, la señora Robinson, Elena. Bueno, quizás a ella sí. ¿Alguna vez conoceré a esta maldita mujer?
—Emocionada. —Sonrío.
¿De dónde salió esta ridícula sonrisa? En realidad, parte de mí está aterrada. Mi diosa interna… está bajo una manta detrás del sofá.
—Bien. —Él sonríe en respuesta, acariciando mi rostro, luego desaparece de mi vista.
Lo escucho y lo siento moverse mientras se sube detrás de mí. Por supuesto, él me ha amarrado tan firmemente que no puedo girarme para verlo… ¡típico! Estamos muy abajo en el suelo. Frente a mí hay un panel de diales, interruptores y una gran palanca. Dejo todas las cosas como están.
Mark Benson aparece con una alegre sonrisa mientras revisa mis correas y se inclina y comprueba el piso de la cabina. Creo que es el lastre.
—Sip, es seguro. ¿Primera vez? —me pregunta.
—Sí.
—Te encantará.
—Gracias, señor Benson.
—Llámame Mark. —Se gira hacia Niall—¿Bien?
—Sip. Vamos.
Estoy tan contenta de no haber comido nada. Estoy más que emocionada y no creo que mi estómago hubiera estado preparado para el juego de la comida, la emoción y el dejar el suelo. Una vez más me estoy poniendo en las hermosas y habilidosas manos de este hombre. Mark cierra la cúpula de la cabina, avanza hacia el avión de enfrente y se sube.
La hélice solitaria del Piper se mueve y mi estómago nervioso se reposiciona en mi garganta. Jesús… realmente estoy haciendo esto. Mark avanza lentamente por la pista y cuando el cable se tensa, nos sacudimos repentinamente hacia adelante. Despegamos. Oigo charla en el aparato de radio detrás de mí. Creo que es Mark hablando con la torre… pero no puedo entender lo que está diciendo. A medida que el Piper agarra velocidad, también lo hacemos nosotros. Es bastante desigual y frente a nosotros, el avión de una sola hélice todavía está en el suelo. Jesús, ¿alguna vez nos elevaremos? Y de repente, mi estómago desaparece de mi garganta y desciende en caída libre a través de mi cuerpo hasta el suelo… estamos en el aire.
—¡Aquí vamos, nena! —grita Niall detrás de mí. Y estamos en nuestra propia burbuja, sólo los dos. Todo lo que oigo es el sonido del viento que se rasga a medida que avanzamos y el zumbido distante del motor del Piper.
Estoy agarrando el borde de mi asiento con ambas manos, tan fuerte que mis nudillos estás blancos. Nos dirigimos al oeste, tierra adentro, lejos de la salida del sol, ganando altura, cruzando campos, bosques, casas y la I-95. Oh Dios mío. Esto es maravilloso, sobre nosotros sólo hay cielo. La luz es extraordinaria, difusa y de tono cálido y recuerdo a José divagando sobre la “hora mágica”, un momento del día que los fotógrafos adoran: este es… justo después del amanecer y estoy en él, con Niall.
Abruptamente, recuerdo la exposición de José. Mmm. Necesito decirle a Niall. Me pregunto brevemente cómo reaccionará. Pero no me preocupo por eso, no ahora, estoy disfrutando el paseo. Mis oídos se destapan mientras ganamos altura y el suelo se desliza más y más lejos. Es tan pacífico. Entiendo completamente por qué le gusta estar aquí arriba. Lejos de su BlackBerry y todas las presiones de su trabajo.
La radio crepita a la vida y Mark menciona 915 metros. Jesús, eso suena alto. Miro el suelo y ya no puedo distinguir claramente nada ahí abajo.
—Suelta —dice Niall a la radio y, repentinamente, el Piper desaparece y la sensación de arrastre proveída por el avión desaparece. Estamos flotando, flotando sobre Georgia.
Mi.er.da Santa, esto es emocionante. El avión se inclina y se gira mientras las alas caen y luego vamos en espiral hacia el sol. Ícaro. Esto es. Estoy volando cerca del sol, pero él está conmigo, guiándome. Jadeo al darme cuenta. Giramos y giramos en espiral y la vista en esta luz matutina es espectacular.
—¡Agárrate fuerte! —grita él y nos hundimos otra vez… sólo que esta vez no se detiene. Repentinamente, estoy de cabeza, mirando el suelo a través de la parte superior de la cúpula de la cabina.
Chillo ruidosamente, mis brazos automáticamente se elevan, mis manos extendidas sobre el plexiglás para detener mi caída. Puedo oírlo reír. ¡Bastardo! Pero su alegría es contagiosa y me estoy riendo también cuando endereza el avión.
—¡Me alegro de no haber desayunado! —le grito.
—Sí, en retrospectiva, es mejor que no lo hayas hecho, porque voy a hacer eso de nuevo.
Inclina el avión una vez más hasta que estamos de cabeza. Esta vez, porque estoy preparada, me aferro al arnés, pero me hace sonreír y reír como una tonta. Nivela el avión una vez más.
—Hermoso, ¿verdad? —pregunta.
—Sí.
Volamos, planeando majestuosamente por el aire, escuchando el viento y el silencio en la temprana luz de la mañana. ¿Quién podría pedir más?
—¿Ves la palanca frente a ti? —grita otra vez.
Miro la palanca que se está moviendo ligeramente entre mis piernas. Oh, no, ¿a dónde quiere ir con esto?
—Agárrala.
Oh mi.er.da. Va a hacerme volar el avión. ¡No!
—Vamos, ____(tn). Agárrala —me urge con más vehemencia.
Tentativamente, la agarro y siento la inclinación y orientación de lo que asumo son los timones y remos o lo que sea que mantenga esta cosa en el aire.
—Agárrate fuerte… mantenlo estable. ¿Ves la línea media en frente? Mantén la aguja en el punto muerto del centro.
Mi corazón está en mi boca. Estoy volando un planeador… me estoy alzando.
—Buena chica. —Niall suena encantado.
—Estoy sorprendida de que me dejaras tomar el control —le grito.
—Estarías sorprendida de lo que te dejaría hacer, señorita Steele. Ahora sigo yo.
Siento la palanca moverse repentinamente y la dejo ir mientras descendemos en espiral varios metros, mis oídos se destapan otra vez. El suelo está cada vez más cerca y se siente como si lo fuéramos a chocar en breve. Jesús, eso es aterrador.
—BMA, este es BG N Papa 3 Alfa, entrando en la pista izquierda a favor del viento, BMA. —Christian suena con su autoridad de costumbre. La torre le responde en la radio, pero no entiendo lo que dicen. Planeamos de nuevo en un amplio círculo, hundiéndonos lentamente hacia el piso. Puedo ver el aeropuerto, las pistas de aterrizaje y otra vez estamos volando sobre la I-95.
—Agárrate, nena. Esto puede implicar unos cuantos saltos.
Después de otro círculo nos hundimos y repentinamente, estamos en el suelo con un breve golpe, corriendo a lo largo de la hierba. Mis dientes chocan a medida que avanzamos a una velocidad alarmante por el suelo, hasta que finalmente, nos detenemos. El avión se balancea ligeramente y luego se inclina hacia la derecha. Tomo una bocanada profunda de aire mientras Niall se inclina y abre la tapa de la cabina, descendiendo y estirándose.
—¿Cómo estuvo? —pregunta él y sus ojos son de un miel brillante y deslumbrante. Se inclina para soltarme.
—Eso fue extraordinario. Gracias —susurro.
—¿Era más? —pregunta, su voz teñida de esperanza.
—Mucho más —suelto un suspiro y él ríe.
—Ven. —Extiende su mano hacia mí y salgo de cabina.
Tan pronto como estoy afuera, me sostiene y me levanta al nivel de su cuerpo. De repente, su mano está en mi cabello, tirando de nuevo mi cabeza hacia atrás y su otra mano se dirige hacia la base de mi columna. Me besa, largo, con fuerza y apasionadamente, su lengua en mi boca. Su respiración está en aumento, su entusiasmo…, su erección… estamos en un campo. Pero no me importa. Mis manos se retuercen en su cabello, agarrándome a él. Lo deseo, aquí, ahora, en el piso. Se suelta y baja su mirada hacia mí, sus ojos iluminados bajo la luz de la mañana, llenos de cruda y arrogante sensualidad. Guau. Me quita el aliento.
—Desayuno —susurra, haciendo que suene erótico.
¿Cómo puede hacer que tocino y huevos suenen como una fruta prohibida? Es una habilidad extraordinaria. Se gira, estrecha mi mano y nos dirigimos de nuevo al automóvil.
—¿Qué hay del planeador?
—Alguien se ocupara de eso —dice con desdén—. Comeremos ahora. —Su tono es inequívoco.
¡Comida! Está hablando de comida, cuando lo único que quiero es a él.
—Ven. —Sonríe.
Nunca lo he visto así y es una placer verlo. Me encuentro caminando a su lado, tomados de la mano, con una *beep* y torpe sonrisa estampada en la cara. Me recuerda a cuando tenía diez y pasé el día en Disneylandia con Ray. Fue un día perfecto y esto se le asemeja, más o menos.
De regreso en el automóvil, mientras volvemos por la I-95 hacia Savannah, la alarma de móvil suena. O cierto… mi píldora.
—¿Qué es eso? —pregunta Niall, curioso, mirándome.
Hurgo en mi bolso buscando el paquete.
—La alarma para mi píldora —murmuro, mientras mis mejillas se ruborizan.
Sus labios se levantan caprichosamente.
—Bueno, bien hecho. Odio los condones.
Me ruborizo un poco más. Es tan condescendiente como siempre.
—Me gusta que me hayas presentado ante Mark como tu novia —murmuro.
—¿No es eso lo que eres? —Alza una ceja.
—¿Lo soy? Pensé que querías una sumisa.
—Yo también, ____(tn) y todavía lo hago. Pero te lo he dicho, quiero más, también.
Oh Dios. Está cambiando de opinión y la esperanza surge en mí, dejándome sin respiración.
—Estoy muy feliz de que quieras más —susurro.
—Estamos para complacer, señorita Steele. —Sonríe, mientras entramos a la International House of Pancakes.
—IHOP. —Le devuelvo la sonrisa. No lo creo. Quién lo habría pensado… Niall Horan en IHOP.
Son las ocho y media de la mañana, pero está tranquilo en el restaurante. Huele a masa dulce, comida frita y a desinfectante. Mmm… no es un aroma atractivo. Niall me lleva a una cabina.
—Nunca te habría imaginado aquí —digo mientras nos sentamos en la cabina.
—Mi padre solía traernos a uno de estos cuando mi madre se iba a una conferencia médica. Era nuestro secreto.
Me dirige una sonrisa, sus ojos mieles bailando, luego toma un menú, deslizando una mano por su rebelde cabello mientras baja la mirada.
Oh, quiero pasar mis manos por ese cabello. Tomo un menú y lo examino. Me doy cuenta de que estoy muriendo de hambre.
—Sé que quiero —dice con un respiro, su voz baja ronca.
Alzo la mirada hacia él y él me está mirando de esa manera que aprieta todos los músculos en mi vientre y me deja sin aliento, sus ojos ardiendo. Lo miro fijamente, mi sangre zumbando en mis venas respondiendo su llamado.
—Yo quiero lo que tú quieras —susurro.
Inhala profundamente.
—¿Aquí? —pregunta sugerente, levantando una ceja al mirarme, sonriendo con malicia, sus dientes atrapando la punta de su lengua.
Oh Dios… sexo en IHOP. Su expresión cambia, se oscurece.
—No muerdas tu labio —ordena—. No aquí, no ahora. —Su mirada se endurece momentáneamente y por un instante, luce deliciosamente peligroso— Si no puedo poseerte aquí, no me tientes.
—Hola, mi nombre es Leandra, ¿Qué puedo traerles… eh… amigos... eh… hoy, esta mañana…?
Su voz se desvanece, tropezando entre palabras mientras le da una mirada al señor Hermoso frente a mí. Se ruboriza y un poco de simpatía por su rubor se introduce en mi conciencia ya que él todavía hace que me pase lo mismo. La presencia de la chica me permite escapar brevemente de su mirada sensual.
—¿____(tn) ? —me pregunta, ignorándola y no creo que nadie puede exprimir tanta carnalidad en mi nombre como él lo hace en este momento.
Trago, rezando para no ponerme del mismo color que la pobre Leandra.
—Te lo dije, quiero lo que tú pidas. —Mantengo mi voz suave, baja y él me mira con deseo. Dios, mi diosa interna se desmaya. ¿Estoy en este juego?
Leandra cambia su mirada de mí hacia él de nuevo. Está prácticamente del mismo color de su brillante cabello rojo.
—¿Debería darles otro minuto para que puedan decidir?
—No. Sabemos lo que queremos. —La boca de Niall se contrae con una pequeña y sexy sonrisa—Queremos dos porciones de los panqueques originales de suero de leche con jarabe de maple y tocino en un lado, dos vasos de jugo de naranja, un café negro con leche descremada y un té inglés, si lo tienen —dice Niall, sin quitar sus ojos de mí.
—Gracias señor. ¿Eso será todo? —susurra Leandra, mirando a la nada en medio de nosotros. Ambos nos giramos a mirarla y ella se ruboriza de nuevo y se marcha.
—Sabes que esto no es justo. —Bajo la mirada a la mesa de fórmica, trazando un camino con mi dedo índice, tratando de sonar indiferente.
—¿Qué no es justo?
—Como desarmas a las personas. A las mujeres. A mí.
—¿Te desarmo?
—Todo el tiempo.
—Es sólo apariencia, ____(tn) —dice levemente.
—No, Niall, es mucho más que eso.
Su ceja se alza.
—Usted me desarma por completo, señorita Steele. Su inocencia. Supera cualquier barrera.
—¿Es por eso que has cambiado de opinión?
—¿Cambiado de opinión?
—Sí, sobre… em… ¿Nosotros?
Acaricia su barbilla, pensativo, con sus dedos largos y expertos.
—No creo que haya cambiado de parecer en sí. Sólo necesitamos redefinir nuestros parámetros, volver a dibujar nuestros límites, si lo deseas. Podemos hacer eso, estoy seguro. Te quiero sumisa en mi cuarto de juegos. Te castigaré si incumples las reglas. Aparte de eso… bueno, pienso que todo depende de discutirlo. Esas son mis peticiones, señorita Steele. ¿Qué dices a eso?
—¿Entonces podré dormir contigo? ¿En tu cama?
—¿Es lo que quieres?
—Sí.
—Concuerdo entonces. Además, duermo muy bien cuando estás en mi cama. No tenía idea. —Su ceja se alza a medida que su voz recae.
—Temía que me dejaras si no estaba de acuerdo con todo eso —susurro.
—No voy a ninguna parte, ____(tn) . Además... —Se desvanecen sus palabras y luego de pensarlo un poco, añade—: Estamos siguiendo tu consejo, tu definición de compromiso. Me lo enviaste en un correo. Y hasta ahora, está funcionando para mí.
—Amo que quieras algo más —murmuro tímidamente.
—Lo sé.
—¿Cómo lo sabes?
—Créeme. Sólo lo hago. —Me sonríe, está escondiendo algo.
En ese momento, Leandra llega con el desayuno y nuestra conversación termina. Mi estómago cruje, recordándome cuán famélica estoy. Niall mira con molesta aprobación cuando devoro todo lo que hay en mi plato.
—¿Puedo invitarte? —pregunto a Niall.
—¿Invitarme cómo?
—Pagar por esta comida.
—No lo creo —se burla.
—Por favor. Quiero hacerlo.
Frunce el ceño.
—¿Estás tratando de castrarme?
—Este es probablemente el único lugar que puedo permitirme el lujo de pagar.
—____(tn) , aprecio la intención. En serio. Pero no.
Aprieto mis labios.
—No frunzas el ceño —advierte, sus ojos brillando con irritación.
Por supuesto que no me pregunta por la dirección de mi madre. Él ya la sabe, con lo acosador que es. Cuando se estaciona fuera de la casa, no digo nada ¿Cuál es el punto?
—¿Quieres entrar? —pregunto tímidamente.
—Necesito trabajar ____(tn) , pero estaré de regreso esta noche. ¿A qué hora?
Ignoro el molesto pinchazo de decepción. ¿Por qué quiero pasar cada minuto con este controlador dios del sexo? Oh sí, me he enamorado de él y puede volar.
—Gracias… por el más.
—Mi placer, ____(tn) . —Me besa e inhalo el sexi olor de Niall.
—Te veré luego.
—Trata de detenerme— susurra.
Hago un gesto despidiéndome mientras se aleja hacia el sol de Georgia. Todavía estoy vistiendo su sudadera y su ropa interior y me siento abrigada.
En la cocina, mi mamá está en un completo aturdimiento. No todos los días tiene que entretener a un multimillonario y la está estresando.
—¿Cómo estás, querida? —pregunta y me sonrojo porque debe saber lo que estaba haciendo anoche.
—Estoy bien. Niall me llevo esta mañana a un vuelo sin motor. —Espero que la nueva información la distraiga.
—¿Vuelo sin motor? ¿Cómo un pequeño avión sin motor? ¿Esa clase de vuelo?
Asiento.
—Oh.
Ella está sin palabras, un nuevo concepto para mi madre. Se queda mirando boquiabierta, pero eventualmente se recupera y regresa a su original línea de preguntas.
—¿Cómo estuvo anoche? ¿Hablaron?
Dios. Me sonrojo de un brillante escarlata.
—Hablamos… anoche y esta mañana. Está mejorando.
—Bien. —Ella regresa su atención a los cuatro libros de cocina que están abiertos en la mesa de la cocina.
—Mamá… si quieres, yo cocinaré esta noche.
—Oh, cariño, eso es muy amable de tu parte, pero quiero hacerlo yo.
—Está bien. —Hago muecas, sabiendo muy bien que la cocina de mamá es bastante de acertar o fallar. Quizás ha mejorado desde que se mudó a Savannah con Bob. Hubo un tiempo en que no le habría sugerido a nadie que ella cocinara… ni siquiera a ¿A quién odio? Oh si, la señora Robinson, Elena. Bueno, quizás a ella sí. ¿Alguna vez conoceré a esta maldita mujer?
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Decido enviar un rápido agradecimiento a Niall.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Volando en lugar de adolorida
Para: Niall Horan
A veces, realmente sabes cómo hacer que una chica la pase bien.
Gracias
____(tn) x(beso)
De: Niall Horan
Asunto: Volar v/s Adolorida
Para: ____(tn) Steele
Tomaré cualquiera de esas por encima de tus ronquidos. También la pasé bien. Pero siempre lo hago cuando estoy contigo.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: RONQUIDOS
Para: Niall Horan
YO NO RONCO. Y si lo hago, es muy descortés de tu parte señalarlo. No eres un caballero, señor Horan ¡Y tú también estás en el Profundo Sur!
____(tn).
De: Niall Horan
Asunto: Somnílocua (hablar dormido)
Para: ____(tn) Steele
Nunca he dicho ser un caballero, ____(tn) y creo que te he demostrado ese punto en numerosas ocasiones. No estoy intimidado por tus MAYÚSCULAS. Pero confesaré una pequeña mentira blanca: No, no roncas, pero si hablas y es fascinante.
¿Qué paso con mi beso?
Niall Horan
Canalla y Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
Mi.er.da. Sé que hablo cuando estoy dormida. Kate me lo ha dicho varias veces. ¿Qué demonios dije? Oh no.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Suelta la sopa
Para: Niall Horan
Eres un canalla y un sinvergüenza, un caballero… definitivamente no.
Así que, ¿qué dije? ¡No hay besos para ti hasta que hables!
De: Niall Horan
Asunto: Habladora Bella durmiente
Para: ____(tn) Steele
Sería más descortés de mi parte decirlo y ya he sido castigado por eso. Pero si te comportas, quizás te lo diga esta noche. Tengo que ir a una reunión ahora.
Nos vemos, nena.
Niall Horan
Gerente General, Canalla y Sinvergüenza, Horan Enterprises Holdings Inc.
¡Cierto! Mantendré un silencio radial hasta esta noche. Estoy echando vapores. Dios. Qué tal que haya dicho en mi sueño que lo odio o aun peor, que lo amo. Oh, espero que no. No estoy lista para decirle eso y estoy segura de que él no está listo para escucharlo, si es que alguna vez quiere escucharlo. Frunzo el ceño a mi computadora y decido que todo lo que puedo hacer es cocinar: haré pan.
Mi mamá se ha decidido por sopa de gazpacho y una barbacoa con carne marinada en aceite de oliva, ajo y limón. A Niall le gusta la carne y es fácil de hacer. Bob voluntariamente se ha ofrecido para ser el hombre de la parrilla de BBQ. ¿Que hay sobre los hombres y el fuego? medito mientras voy detrás de mi madre con el carrito de compras a través del supermercado.
Mientras pasamos por el gabinete de la carne, mi teléfono suena. Lucho por alcanzarlo, pensando que quizás sea Niall. No reconozco el número.
—¿Hola? —respondo sin aliento.
—¿____(tn) Steele?
—Si.
—Es Elizabeth Morgan de SIP.
—Oh… hola.
—Estoy llamándote para ofrecerte el trabajo de asistente del señor Jack Hyde. Nos gustaría que empezaras el lunes.
—Oh. Eso es grandioso. ¡Gracias!
—¿Conoces todos los detalles del salario?
—Si. Si… eso es, quiero decir, acepto su oferta. Me encantaría ir y trabajar para ustedes.
—Excelente. ¿Te veremos el lunes a las ocho y media de la mañana?
—Nos vemos entonces. Adiós. Y gracias.
Sonrío radiantemente a mi mamá.
—¿Tienes un trabajo?
Asiento alegremente y ella me aprieta y me abraza en medio del supermercado Publix.
—¡Felicitaciones, cariño! ¡Tenemos que comprar algo de champán! —Ella está aplaudiendo con sus manos y saltando. ¿Ella tiene cuarenta y dos o doce años?
Miro hacia mi teléfono y frunzo el ceño, ahí hay una llamada perdida de Niall. Él nunca me llamó. Lo llamo de regreso.
—____(tn) —responde inmediatamente.
—Hola —murmuro tímidamente.
—Tengo que regresar a Seattle. Algo surgió. Estoy camino al Hilton Head ahora. Por favor, discúlpame con tu madre, no puedo ir a cenar. —Suena muy formal.
—¿Nada serio, espero?
—Tengo una situación con la que tengo que lidiar. Te veré el viernes.
Mandaré a Taylor para que te recoja del aeropuerto si no puedo ir yo —Suena frío. Incluso enfadado. Pero por primera vez, no pienso inmediatamente que es por mí.
—Está bien. Espero que resuelvas tu situación. Ten un buen vuelo.
—Tú también, nena. —Él respira y con aquellas palabras, mi Niall está de vuelta brevemente. Luego cuelga.
Oh, no. La última "situación" que tuvo fue mi virginidad. ¡Mi.er.da! Espero que no sea nada como eso. Miro a mi mamá. Su temprano júbilo se ha metamorfoseado en preocupación.
—Es Niall, ha tenido que regresar a Seattle. Se disculpa.
—Oh, eso es una pena, querida. Todavía podemos tener nuestra barbacoa y ahora tenemos algo que celebrar: ¡tu nuevo empleo! Tienes que contarme sobre eso.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Volando en lugar de adolorida
Para: Niall Horan
A veces, realmente sabes cómo hacer que una chica la pase bien.
Gracias
____(tn) x(beso)
De: Niall Horan
Asunto: Volar v/s Adolorida
Para: ____(tn) Steele
Tomaré cualquiera de esas por encima de tus ronquidos. También la pasé bien. Pero siempre lo hago cuando estoy contigo.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: RONQUIDOS
Para: Niall Horan
YO NO RONCO. Y si lo hago, es muy descortés de tu parte señalarlo. No eres un caballero, señor Horan ¡Y tú también estás en el Profundo Sur!
____(tn).
De: Niall Horan
Asunto: Somnílocua (hablar dormido)
Para: ____(tn) Steele
Nunca he dicho ser un caballero, ____(tn) y creo que te he demostrado ese punto en numerosas ocasiones. No estoy intimidado por tus MAYÚSCULAS. Pero confesaré una pequeña mentira blanca: No, no roncas, pero si hablas y es fascinante.
¿Qué paso con mi beso?
Niall Horan
Canalla y Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
Mi.er.da. Sé que hablo cuando estoy dormida. Kate me lo ha dicho varias veces. ¿Qué demonios dije? Oh no.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Suelta la sopa
Para: Niall Horan
Eres un canalla y un sinvergüenza, un caballero… definitivamente no.
Así que, ¿qué dije? ¡No hay besos para ti hasta que hables!
De: Niall Horan
Asunto: Habladora Bella durmiente
Para: ____(tn) Steele
Sería más descortés de mi parte decirlo y ya he sido castigado por eso. Pero si te comportas, quizás te lo diga esta noche. Tengo que ir a una reunión ahora.
Nos vemos, nena.
Niall Horan
Gerente General, Canalla y Sinvergüenza, Horan Enterprises Holdings Inc.
¡Cierto! Mantendré un silencio radial hasta esta noche. Estoy echando vapores. Dios. Qué tal que haya dicho en mi sueño que lo odio o aun peor, que lo amo. Oh, espero que no. No estoy lista para decirle eso y estoy segura de que él no está listo para escucharlo, si es que alguna vez quiere escucharlo. Frunzo el ceño a mi computadora y decido que todo lo que puedo hacer es cocinar: haré pan.
Mi mamá se ha decidido por sopa de gazpacho y una barbacoa con carne marinada en aceite de oliva, ajo y limón. A Niall le gusta la carne y es fácil de hacer. Bob voluntariamente se ha ofrecido para ser el hombre de la parrilla de BBQ. ¿Que hay sobre los hombres y el fuego? medito mientras voy detrás de mi madre con el carrito de compras a través del supermercado.
Mientras pasamos por el gabinete de la carne, mi teléfono suena. Lucho por alcanzarlo, pensando que quizás sea Niall. No reconozco el número.
—¿Hola? —respondo sin aliento.
—¿____(tn) Steele?
—Si.
—Es Elizabeth Morgan de SIP.
—Oh… hola.
—Estoy llamándote para ofrecerte el trabajo de asistente del señor Jack Hyde. Nos gustaría que empezaras el lunes.
—Oh. Eso es grandioso. ¡Gracias!
—¿Conoces todos los detalles del salario?
—Si. Si… eso es, quiero decir, acepto su oferta. Me encantaría ir y trabajar para ustedes.
—Excelente. ¿Te veremos el lunes a las ocho y media de la mañana?
—Nos vemos entonces. Adiós. Y gracias.
Sonrío radiantemente a mi mamá.
—¿Tienes un trabajo?
Asiento alegremente y ella me aprieta y me abraza en medio del supermercado Publix.
—¡Felicitaciones, cariño! ¡Tenemos que comprar algo de champán! —Ella está aplaudiendo con sus manos y saltando. ¿Ella tiene cuarenta y dos o doce años?
Miro hacia mi teléfono y frunzo el ceño, ahí hay una llamada perdida de Niall. Él nunca me llamó. Lo llamo de regreso.
—____(tn) —responde inmediatamente.
—Hola —murmuro tímidamente.
—Tengo que regresar a Seattle. Algo surgió. Estoy camino al Hilton Head ahora. Por favor, discúlpame con tu madre, no puedo ir a cenar. —Suena muy formal.
—¿Nada serio, espero?
—Tengo una situación con la que tengo que lidiar. Te veré el viernes.
Mandaré a Taylor para que te recoja del aeropuerto si no puedo ir yo —Suena frío. Incluso enfadado. Pero por primera vez, no pienso inmediatamente que es por mí.
—Está bien. Espero que resuelvas tu situación. Ten un buen vuelo.
—Tú también, nena. —Él respira y con aquellas palabras, mi Niall está de vuelta brevemente. Luego cuelga.
Oh, no. La última "situación" que tuvo fue mi virginidad. ¡Mi.er.da! Espero que no sea nada como eso. Miro a mi mamá. Su temprano júbilo se ha metamorfoseado en preocupación.
—Es Niall, ha tenido que regresar a Seattle. Se disculpa.
—Oh, eso es una pena, querida. Todavía podemos tener nuestra barbacoa y ahora tenemos algo que celebrar: ¡tu nuevo empleo! Tienes que contarme sobre eso.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Capítulo 46
Es tarde, mamá y yo nos tendemos a un lado de la piscina. Mi madre se relajó al punto de estar literalmente horizontal ahora que Niall no viene a la cena. Mientras me recuesto bajo el sol, procurando perder la palidez, pienso sobre ayer por la tarde y hoy en el desayuno. Pienso en Niall y mi ridícula sonrisa se niega a desaparecer. Sigue creciendo en mi rostro, espontánea y desconcertante, mientras recuerdo varias de nuestras conversaciones y lo que hicimos... lo que él hizo.Parece haber cambio de marea en la actitud de Niall. Él lo niega pero… admite que está tratando por más. ¿Qué puede haber cambiado? ¿Qué puede haberlo alterado desde que mandó ese largo correo cuando lo vi ayer? ¿Qué ha hecho? Me siento de repente, casi derramando mi bebida. Él tenía una cena con... ella. Elena.
¡Oh, mi.er.da!
Mi cuero cabelludo pica ante la comprensión. ¿Ella le dijo algo a él? Oh... podría haber sido una mosca durante esa cena. Podría haber aterrizado en su sopa o en su vino y ahogarla.
—¿Qué es eso, ____(tn) , cariño? —mamá me pregunta, sobresaltada de su letargo.
—Sólo estoy teniendo un momento, mamá. ¿Qué hora es?
—Alrededor de las seis y media, cariño.
Mmm... Él no habrá aterrizado aún. ¿Puedo preguntarle? ¿Debería preguntarle? O tal vez ella no tiene nada que ver con esto. Fervientemente espero eso. ¿Qué dije en mi sueño?¿Algún pensamiento sin control mientras soñaba con él? Lo que sea o lo que fuera, espero que la marea de cambio venga de dentro suyo y no por ella.
Me estoy sofocando en este maldito calor. Necesito otra inmersión en la piscina.
Cuando me preparo para dormir, prendo el ordenador. No he sabido nada de Niall. Ni siquiera una palabra de que ha llegado bien.
De: ____(tn) Steele
Asunto: ¿Llegaste bien?
Para: Niall Horan
Querido señor:
Por favor, hágame saber que llegó bien. Estoy empezando a preocuparme. Pensando en usted.
Su ____(tn). X
Tres minutos después, escucho el sonido de mi correo.
De: Niall Horan
Asunto: Perdón
Para: ____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
He llegado bien y por favor, acepte mis disculpas por no hacérselo saber. No quiero causarle ninguna preocupación, es reconfortante saber que se preocupa por mí.
También estoy pensando en usted y como siempre, esperando a verla mañana.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
Suspiro, Niall regresa a la formalidad.
De: ____(tn) Steele
Asunto: La Situación
Para: Niall Horan
Querido señor Horan:
Pienso que es muy evidente que me preocupo profundamente por usted. ¿Cómo puedes dudarlo? Espero que tu "situación" esté controlada.
Tu ____(tn). X
PD: ¿Vas a decirme qué dije en mis sueños?
De: Niall Horan
Asunto: Me acojo a la quinta Enmienda
Para: ____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
Me gusta mucho que se preocupe por mí. La "situación" todavía no está resuelta. En lo referente a su posdata, la respuesta es No.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Súplicas insanas
Para: Niall Horan
Espero que haya sido divertido. Pero deberías saber que no puedo aceptar ninguna responsabilidad por algo que salió de mi boca cuando estaba inconsciente. De hecho, probablemente escuchaste mal. Un hombre de tu edad seguramente está un poco sordo.
De: Niall Horan
Asunto: Súplica culpable
Para: ____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
Perdón, ¿podrías hablar más alto? No puedo escucharte.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Súplica insana de nuevo
Para: Niall Horan
Me estás volviendo loca.
De: Niall Horan
Asunto: Espero que...
Para: ____(tn) Steele
Querida señorita Steele:
Exactamente eso pretendía hacer la noche del viernes. Deseando que llegue
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Grrrr
Para: Niall Horan
Oficialmente estoy enfadada contigo.
Buenas noches.
Señorita ____(tn) Steele.
De: Niall Horan
Asunto: Gato salvaje
Para: ____(tn) Steele
¿Estás gruñéndome, señorita Steele? Yo tengo mi propio gato para gruñidos.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
¿Un gato propio? Nunca vi un gato en su departamento. No, no voy a contestarle. Ah, puede ser exasperante a veces. Cincuenta sombras de exasperación. Trepo en la cama y me encuentro mirando al techo cuando mis ojos se adaptan a la oscuridad. Escucho otro sonido de mi computadora. No voy a mirar. No, definitivamente no. No, no voy a mirar. ¡Agh! Como la ****a que soy, no puedo resistirme al señuelo de las palabras de Niall Horan.
De: Niall Horan
Asunto: Lo que dijiste en tu sueño
Para: ____(tn) Steele
____(tn):
Preferiría escuchar las palabras que pronunciaste entre sueños cuando estés despierta, por eso no te lo diré. Ve a dormir. Necesitarás estar descansada para lo que tengo en mente para ti mañana.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
Oh, no... ¿Qué he dicho? Es tan malo como creo, estoy segura.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
mil perdones no pude subirla ayer, como una amiga y yo estubimos viendo una pelicula en la noche...
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
NatydeHoran escribió:Bueno me encanto el capitulo me gusto que se dijeran algunas verdades, pero sigo odiando a la Sr. R :) jajaja me encanto siguela y como asi que ya se esta acabando??? Vaya como pasa el tiempo..!!! Siguela por favor!
Si Jajaja las verdades duelen ok no .-. si maldita_sea_la señora robinson.
si son 51 capitulos :O pero depende de ustedes si quieren que suba el 2do libro.
si son 51 capitulos :O pero depende de ustedes si quieren que suba el 2do libro.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
poli_poli2000 escribió:La adore, ¿Que sorpresa?, eso me intriga , aun me pregunto que eran las cicatrices , me encanta como sorprende rayis a Niall, como con la ropa interior jaja, adore esa parte, debes seguirla yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Si jajaja la ropa interior... esa rayis es una loquilla!
las cicatrices siguen siendo un misterio.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Me encantooooo!!!!! Y faltan solo 5 caps y claro que quiero el segundo libro jajaja me da mucha risa cuando le dice bastardo Niall querra tener un hijo? Seria muy lindo bueno siguela por favor!!!!!!
NatydeHoran
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Capítulo 47
Mi madre me abraza fuertemente.—Sigue a tu corazón cariño y por favor, por favor, trata de no sobre pensar las cosas. Relájate y disfruta de ti misma. Eres tan joven, corazón. Aún tienes mucha vida por experimentar, simplemente déjalo pasar. Te mereces todo lo mejor.
Sus sinceras palabras son confortablemente susurradas en mi oído. Ella besa mi cabello.
—Oh, mamá. —Cálidas y poco bienvenidas lágrimas pinchan mis ojos mientras me aferro a ella.
—Cariño, sabes lo que se dice. Tienes que besar un montón de sapos antes de encontrar a tu príncipe.
Le doy una agridulce sonrisa ladeada.
—Creo que ya he besado al príncipe, mamá. Sólo espero que no se transforme en un sapo.
Ella me da su más entrañable y maternal sonrisa de amor absoluto e incondicional y me maravillo del amor que siento por esta mujer mientras nos abrazamos de nuevo.
—____(tn) … ya están llamando a tu vuelo. —La voz de Bob es ansiosa.
—¿Me visitarás, mamá?
—Por supuesto cariño, pronto. Te amo.
—Yo también.
Sus ojos están enrojecidos, con lágrimas no derramadas mientras me suelta. Odio dejarla. Abrazo a Bob y dando media vuelta, me dirijo hacia la puerta de embarque. No tengo tiempo para la sala de primera clase hoy. Me obligo a mí misma a no mirar atrás. Pero lo hago: Bob está sosteniendo a mi mamá y las lágrimas caen por sus mejillas.
No puedo contener las mías. Agacho la cabeza y camino a la puerta, manteniendo la mirada en el brilloso piso blanco, borroso por las acuosas lágrimas.
Una vez a bordo, en la lujosa primera clase, me hundo en mi asiento e intento componerme a mí misma. Siempre es doloroso alejarme de mi mamá… ella es despistada, desorganizada, pero perspicaz y me ama. Amor incondicional… lo que todo niño se merece de sus padres. Frunzo el ceño ante mis caprichosos pensamientos y saco mi BlackBerry, mirándolo con desanimo.
¿Qué sabe Niall sobre el amor? Él no parece haber tenido el amor incondicional que se merecía durante sus primeros años de vida. Mi corazón da un vuelco y las palabras de mi madre flotan como una brisa por mi mente: Sí, ____(tn). Demonios ¿Qué necesitas? ¿Una señal de neón destellando en su frente?Cree que Niall me ama, pero entonces… ella es mi madre, por supuesto que va a creer eso. Ella cree que me merezco lo mejor de todo. Frunzo el ceño.
Es verdad y en un momento de asombrosa claridad, lo veo. Es muy simple: yo quiero su amor. Necesito que Niall Horan me ame. Es por eso que estoy tan reticente con respecto a nuestra relación, porque en algún nivel básico y fundamental, reconozco en mí una profunda compulsión por ser amada y querida.
Y a causa de sus cincuenta sombras, me retengo a mí misma. El BDSM es sólo una distracción del verdadero asunto. El sexo es increíble, él es adinerado, hermoso, pero todo eso no tiene sentido sin su amor y lo que en realidad me rompe el corazón, es que no sé si es capaz de amar. Ni siquiera se ama a sí mismo. Recuerdo su auto odio, el amor de ella siendo la única forma que encontró… aceptable. Castigado, azotado, golpeado o lo que fuera que su relación implicara, él se siente indigno de amor. ¿Por qué se siente así? ¿Cómo puede sentir eso? Sus palabras me persiguen: Es muy difícil crecer en una familia perfecta cuando tú no eres perfecto.
Cierro los ojos imaginando su dolor y no puedo ni siquiera comenzar a comprenderlo. Me estremezco al recordar que yo podría haber divulgado demasiado ¿Qué he confesado a Niall en mis sueños? ¿Qué secretos he revelado?
Miro mi BlackBerry, con la vaga esperanza de que me dará alguna respuesta. Más bien como era de esperar, no es muy comunicativo. Como aún no hemos despegado, decido enviarle un correo a mi Cincuenta Sombras.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Regreso a casa.
Para: Niall Horan
Querido señor Horan:
Una vez más estoy instalada en primera clase, lo que le agradezco. Estoy contando los minutos hasta verte esta noche y tal vez torturándote para sacarte la verdad de mis admisiones nocturnas.
Tu ____(tn). X
De: Niall Horan
Asunto: Regreso a casa.
Para: ____(tn) Steele
____(tn), no puedo esperar a verte.
Niall Horan
Gerente General, Horan Enterprises Holdings Inc.
Su respuesta me hace fruncir el ceño. Suena demasiado corto y formal, no de su conciso pero ingenioso estilo.
De: ____(tn) Steele.
Asunto: Regreso a casa.
Para: Niall Horan
Queridísimo señor Horan:
Espero que todo esté bien con la “situación”. El tono de tu correo es preocupante.
____(tn). X
De: Niall Horan
Asunto: Regreso a casa
Para: ____(tn) Steele.
____(tn):
La situación podría estar mejor. ¿No has despegado ya? Si es así, no deberías enviarme correos. Te estás poniendo a ti misma en una situación de riesgo, en directa contravención a la norma de resguardar tu seguridad personal. Dije en serio lo de los castigos.
Niall Horan
Gerente General, Enterprises Holdings Inc.
****. De acuerdo. Por Dios. ¿Qué está comiendo? ¿Tal vez la “situación”? Tal vez Taylor se fue sin permiso, tal vez le hizo perder un par de millones de dólares en el mercado de valores, vaya uno a saber.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Exageración
Para: Niall Horan
Querido señor Gruñón:
Las puertas del avión aún están abiertas. Estamos retrasados pero sólo por diez minutos. Mi bienestar y el de los pasajeros a mi alrededor está asegurado. Así que puedes guardar tu ansiosa palma por ahora.
Señorita Steele.
De: Niall Horan
Asunto: Mis disculpas, palma ansiosa guardada.
Para: ____(tn) Steele
Te extraño a ti y a tu inteligente boca, señorita Steele.
Quiero que llegues a salvo a casa.
Niall Horan
Gerente General, Enterprises Holdings Inc.
De: ____(tn) Steele
Asunto: Disculpas aceptadas.
Para: Niall Horan
Están cerrando las puertas. No escucharas otro pío de mi parte, especialmente dada tu sordera.
Hasta luego.
____(tn) . X
Apago mi BlackBerry, incapaz de saciar mi ansiedad. Algo le pasa a Niall. Tal vez la “situación” se le fue de las manos. Me recuesto, dándole un vistazo al casillero donde los bolsos son guardados. Me las arreglé, con la ayuda de mi madre, para comprarle a Niall un pequeño regalo esta mañana y así agradecerle por la primera clase y por el vuelo. Sonrío con el recuerdo del precio, eso fue algo más. Aun no sé si se lo voy dar. Podría pensar que es infantil… y si está en su humor extraño, tal vez no lo haga.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Ya la sigo!
Última edición por KarlytaD´Maslow el Mar 29 Ene 2013, 9:01 pm, editado 1 vez
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
Capítulo 48
Me siento un tanto ansiosa por regresar, temerosa de lo que me espera al final de mi viaje. Mientras mentalmente reviso cual podría ser el escenario de la “situación", me doy cuenta de que el único asiento vacío es el que está a mi lado. Sacudo la cabeza, mientras por mi mente cruza el pensamiento de que tal vez Niall podría haber comprado el asiento junto mí para que yo no pudiera hablar con nadie. Desechó la idea como ridícula: nadie puede ser así de controlador y celoso. Cierro los ojos cuando el avión se dirige hacia la pista de despegue.Emerjo en la terminal de Sea-Tac ocho horas más tarde, para encontrar a Taylor esperando y sosteniendo un cartel que dice Señorita. ____(tn) Steele. ¡Honestamente! Pero es bueno verlo.
—Hola Taylor.
—Señorita Steele —me saluda formalmente, pero puedo ver el atisbo de una sonrisa en sus ojos marrones. Luce inmaculado como siempre: elegante traje negro, camisa blanca y corbata negra.
—Se cómo es tu apariencia Taylor, no necesitas llevar un cartel y desearía que me llamaras ____(diminutivo tn).
—____(tn). ¿Puedo por favor llevar tus bolsos?
—No, me las puedo arreglar. Gracias. —Sus labios se aprietan notablemente— Pero si te sientes más cómodo llevándolos tú... —tartamudeo.
—Gracias. —Toma mi bolso y mi recientemente adquirido maletín con ruedas para la ropa, que mamá me compró—Por aquí, señora.
Suspiro. Él es educado. Recuerdo que, aunque me gustaría borrarlo de mi memoria, este hombre me ha comprado ropa interior. De hecho y ese pensamiento me perturba, es el único hombre que me ha comprado ropa interior. Ni siquiera Ray tuvo que enfrentar ese desafío.
Caminamos en silencio hacia un Audi negro en el estacionamiento del aeropuerto y mantiene la puerta abierta para mí. Me subo y me pregunto si usar una falda tan corta en mi regreso a Seattle fue una buena idea. Era genial y aceptado en Georgia. Aquí me siento expuesta. Una vez que Taylor ha guardado los bolsos en el baúl, nos ponemos en marcha hacia Escala.
El viaje es lento, estoy atrapada en el tráfico en hora punta. Taylor mantiene sus ojos en la carretera.
No puedo soportar más el silencio.
―¿Cómo está Niall,Taylor?
―El señor Horan está preocupado, señorita Steele.
Oh, esta debe ser la “situación.” Es como si extrajera un filón de oro.
―¿Preocupado?
―Sí, señora.
Frunzo el ceño hacia Taylor y él me mira por el espejo retrovisor, nuestros ojos se encuentran. No dice nada más. Por Dios, puede ser tan callado como el maniático del control.
―¿Está bien?
―Creo que sí, señora.
―¿Estás más cómodo llamándome señorita Steele?
―Sí, señora.
―Oh, está bien.
Bien, eso interrumpe nuestra conversación y seguimos en silencio. Empiezo a pensar que el reciente desliz de Taylor, cuando me dijo que Niall había estado en un infierno sobre ruedas, fue una anomalía. Tal vez se avergüenza de ello, preocupado de que haya sido desleal. El silencio es sofocante.
―¿Podrías poner un poco de música, por favor?
―Por supuesto, señora. ¿Qué le gustaría escuchar?
―Algo relajante.
Veo una sonrisa aparecer en los labios de Taylor cuando nuestros ojos se encuentran brevemente de nuevo en el espejo.
―Sí, señora.
Presiona un par de botones en el volante, y las cepas suaves del canon de Pachelbel llena el espacio entre nosotros. Oh, sí... esto es lo que necesito.
―Gracias. ―Me recuesto de nuevo a medida que nos conducimos lenta pero constante a lo largo de la I-5 en Seattle.
Veinticinco minutos más tarde, me deja fuera de la impresionante fachada que es da la entrada de Escala.
―Adelante, señora ―dice, sosteniendo la puerta abierta para mí―. Voy a buscar su equipaje. ―Su expresión es suave, cálida, incluso paternal.
―Gracias por ir a recogerme.
―Es un placer, señorita Steele. ―Sonríe y me dirijo hacia el edificio. El portero me saluda con un gesto de la mano de la cabeza.
Mientras viajo hasta el trigésimo piso, unas mil mariposas extienden sus alas y aletean de forma errática en mi estómago. ¿Por qué estoy tan nerviosa? Y sé que es porque no tengo ni idea de en qué estado de ánimo va a estar Niall cuando llegue. Mi diosa interior tiene la esperanza de un tipo de estado de ánimo, mi subconsciente, como yo, está lleno de nervios.
Las puertas del ascensor se abren y estoy en el vestíbulo. Es tan extraño no ser recibida por Taylor. Por supuesto, está estacionando el auto.
En la gran sala, Niall está en su BlackBerry hablando en voz baja mientras mira fijamente por las puertas de cristal hacia la noche de Seattle. Lleva un traje gris con la chaqueta desabrochada y está pasando su mano por su cabello: está agitado, incluso tenso. Oh, no… ¿qué está mal? Agitado o no, todavía es más que hermoso. ¿Cómo puede verse tan... arrasador?
―No queda ni rastro... Bueno... Sí. ―Se vuelve, me ve y toda su conducta cambia.
De la tensión al alivio a otra cosa: una mirada que llama directamente a mi diosa interior, una mirada sensual, sus ojos mieles arden.
Mi boca se seca y el deseo prolifera en mi cuerpo... vaya.
―Mantenme informado ―suelta y cuelga su teléfono mientras camina resueltamente hacia mí.
Permanezco paralizada mientras cierra la distancia entre nosotros, devorándome con los ojos. Mi.er.da... algo anda mal… la tensión en su mandíbula, la ansiedad en torno a sus ojos. Se saca su chaqueta, se deshace de su corbata oscura y arroja ambos prendas en el sofá en el camino hacia mí. Luego, sus brazos se envuelven a mí alrededor y me empuja hacia él, duro, rápido, tomando mi cola de caballo para inclinar mi cabeza, besándome como si su vida dependiera de ello. ¿Qué demonios? Saca la cinta dolorosamente fuera de mi cabello, pero no me importa. Hay una cualidad desesperada, primitiva en su beso. Me necesita, por algún motivo y nunca me he sentido tan deseada y codiciada. Es oscuro, sensual y alarmante, todo al mismo tiempo. Lo beso de vuelta con el mismo fervor, hundiendo mis dedos en su cabello. Nuestras lenguas se entrelazan, la pasión y el ardor estallan entre nosotros. Tiene un sabor divino, caliente, sexy y su olor… todo gel de baño y Niall, es tan excitante. Aleja su boca de la mía y me está mirando, preso de una emoción sin nombre.
―¿Qué pasa? ―jadeo.
―Estoy tan contento de que estés de vuelta. Dúchate conmigo… ahora.
No puedo decidir si se trata de una solicitud o una orden.
―Sí ―susurro y me toma de la mano, llevándome fuera de la gran habitación en su dormitorio hacia su cuarto de baño.
Una vez allí, me libera y deja corriendo el agua en la amplia ducha. Girándose poco a poco, me mira, con los ojos entrecerrados.
―Me gusta tu falda. Es muy corta ―dice, en voz baja―. Tienes excelentes piernas.
Sale de sus zapatos y se agacha para quitar cada uno de sus calcetines, sin apartar sus ojos de mí. Estoy sin habla por la mirada de hambre en sus ojos. Vaya... ser así de deseada por este dios Griego. Imito sus acciones y salgo de mis zapatos negros. De repente, llega a mí, apoyándome contra la pared. Besándome en mi cara, mi garganta, mis labios... corriendo sus manos en mi cabello. Siento la fría y suave pared de azulejos a mis espaldas a medida que empuja su cuerpo contra mí, de modo que quedo aplastada entre su calor y el frío de la cerámica. Tentativamente, ******** mis brazos sobre lo alto de los suyos y gime mientras aprieto con fuerza.
―Te quiero ahora. Aquí... rápido, duro ―jadea y sus manos están en mis muslos, levantando mi falda―. ¿Todavía estás sangrando?
―No. ―Me ruborizo.
―Bien.
Sus pulgares se enganchan sobre mi ropa interior de algodón blanco y de repente, se deja caer sobre sus rodillas a medida que la retira. Mi falda ahora está arremangada en lo alto, por lo que estoy desnuda de la cintura para abajo y jadeante, esperando. Aferra mis caderas, empujándome contra la pared otra vez, y me besa en el vértice de mis muslos. Sujetando mis muslos, me obliga a separar las piernas. Gimo con fuerza, sintiendo su lengua rodeando mi clítoris. Oh, sí. Inclinando mi cabeza hacia atrás involuntariamente, gimo cuando mis dedos encuentran su camino en su cabello.
Su lengua es implacable, fuerte e insistente, reduciéndome, girando, vueltas y vueltas, una y otra vez sin parar. Es exquisito, la intensidad del sentimiento, es casi doloroso. Mi cuerpo comienza a acelerarse y él me libera. ¿Qué? ¡No! Mi respiración es irregular mientras jadeo, mirándolo con deliciosa anticipación. Él toma mi rostro con ambas manos, me sostiene con firmeza y me besa duro, metiendo su lengua en mi boca para que pueda probar mi excitación. Desatando su pantalón, se libera, toma la parte posterior de mis muslos y me levanta.
―Envuelve tus piernas alrededor de mí, nena ―ordena, su voz es urgente, tensa.
Hago lo que me dice, envuelvo mis brazos alrededor de su cuello y él se mueve de forma rápida y brusca, llenándome. ¡Ah! Él jadea y yo gimo. Sosteniéndome detrás, sus dedos se clavaban en mi suave carne y empieza a moverse, lentamente al principio, a un ritmo constante incluso... pero a medida que se desenvuelve su control, acelera... más y más rápido. ¡Ahhh! Echo mi cabeza hacia atrás y me concentro en la invasiva y agotadora sensación celestial... que me empuja y empuja... hacia adelante, más alto, arriba... y cuando ya no puedo más, estallo a su alrededor, girando en espiral hacia un intenso y aplastante orgasmo. Él se deja ir con un gruñido profundo y entierra su cabeza en mi cuello mientras se entierra dentro de mí, gimiendo ruidosa e incoherentemente a medida que encuentra su liberación.
Su respiración es irregular, pero me besa con ternura, sin moverse, aún dentro de mí y parpadeo, incapaz de mirarlo a los ojos. A medida que entra en foco, se retira suavemente de mí, sosteniéndome firmemente mientras ******** mis pies en el suelo. El baño está ahora nublado con el vapor del agua... y está caliente. Me siento demasiado abrumada.
―Pareces contento de verme ―murmuro con una tímida sonrisa.
Sus labios se elevan en una sonrisa.
―Sí, señorita Steele, creo que mi placer es bastante evidente. Ven… déjame llevarte a la ducha.
Deshace los próximos tres botones de su camisa, se quita los gemelos, los tira por encima de su cabeza y los descarta en el suelo. Remueve sus pantalones y calzoncillos rápidamente y los patea hacia un lado. Comienza a desabrochar los botones de mi blusa mientras lo observo, anhelando extender mi mano y acariciar su pecho, pero me contengo.
KarlytaD´Maslow
Re: 50 sombras de Horan *1D* Niall y _____ 1era Temporada Terminada/2da Temporada
―¿Cómo estuvo tu viaje? ―pregunta con suavidad. Parece mucho más calmado ahora, su aprehensión se ha ido, disuelto por el encuentro sexual.
―Muy bien, gracias ―murmuro, aún sin aliento―Muchas gracias una vez más por la primera clase. Realmente es una forma mucho más agradable de viajar.
―Sonrío tímidamente hacia él― Tengo algunas noticias ―agrego nerviosa.
―¿Ah, sí? ―Me mira mientras deshace el último botón, desliza la blusa por mis brazos y la arroja en la parte superior de sus ropas desechadas.
―Tengo un trabajo.
Se detiene y entonces me sonríe, sus ojos son cálidos y suaves.
―Felicidades, señorita Steele. Y ahora, ¿me dirás dónde? ―bromea.
―¿No sabes?
Niega con la cabeza, frunciendo el ceño ligeramente.
―¿Por qué iba yo a saber?
―Con tus capacidades de acoso, pensé que podrías tener... ―me interrumpo poco a poco a medida que su rostro decae.
― ____(tn) , no se me ocurriría interferir en tu carrera, a menos que tú me lo pidas, por supuesto. ―Parece herido.
—¿Así que no tienes idea de qué compañía es?
—No. Sé que hay cuatro empresas editoriales en Seattle, así que estoy asumiendo que es una de ellas.
—SIP
—¡Oh, la pequeña! Bueno. Bien hecho. —Se inclina y me besa en la frente—Chica lista. ¿Cuándo empiezas?
—El lunes.
—Que pronto, ¿eh? Será mejor que te aproveche mientras pueda. Date la vuelta.
Soy dominada por su orden casual, por lo que estoy ofreciéndome y se deshace de mi sujetador y baja la cremallera de mi falda. Empuja la falda hacia abajo, acoplándose a mí por detrás mientras lo hace y besando mi hombro. Se inclina contra mí y su nariz acaricia mi cabello, respirando profundamente. Aprieta mis nalgas.
—Usted me embriaga, señorita Steele y me calma. Esta combinación es embriagadora. —Besa mi pelo. Tomando mi mano, tira de mí hacia la ducha.
—Ay —chillo. El agua está prácticamente hirviendo. Niall me sonríe, mientras el agua cae sobre él.
—Es sólo un poco de agua caliente.
Y la verdad es que tiene razón. Se siente divino, lavando la pegajosa mañana de Georgia y lo pegajoso de nuestro amor.
—Date la vuelta —ordena y lo hago, volviendo el rostro hacia la pared— Quiero lavarte —murmura y alcanza el jabón líquido. Exprime un poco en su mano.
—Tengo algo más que decirte —murmuro mientras sus manos empiezan en mis hombros.
—¿Ah, sí? —pregunta con suavidad.
Me doy valor con una respiración profunda.
—La exposición de fotografía de mi amigo José se abre el jueves en Portland.
Él se pone rígido, sus manos cerniéndose sobre mis pechos. He hecho hincapié en la palabra "amigo".
—Sí, ¿y qué? —pregunta con severidad.
—Le dije que iría. ¿Quieres venir conmigo?
Después de lo que se siente como una cantidad monumental de tiempo, poco a poco comienza a lavarme otra vez.
—¿A qué hora?
—La apertura es a las siete y media de la tarde.
Él besa mi oreja.
—Está bien.
Dentro, mi subconsciente se relaja y luego se derrumba, cayendo en una butaca vieja y estropeada.
—¿Estabas nerviosa por preguntarme?
—Sí. ¿Cómo puedes decirlo?
—____(tn), todo tu cuerpo acaba de relajarse —dice secamente.
—Bueno, es sólo que tú pareces estar umm... del lado celoso.
—Sí, lo estoy —dice sombríamente— Y harías bien en recordar eso. Pero gracias por preguntar. Llevaremos a Charlie Tango.
Oh, el helicóptero, por supuesto, tonta de mí. Más vuelo... ¡genial! Sonrío.
—¿Puedo lavarte? —pregunto.
—No lo creo —murmura y me besa suavemente en el cuello para suavizar el aguijón de su negativa. Pongo mala cara hacia la pared mientras él acaricia mi espalda con jabón.
—¿Alguna vez me dejaras tocarte? —pregunto con valentía.
Se pone rígido de nuevo, su mano en mi trasero.
—Pon tus manos en la pared ____(tn). Voy a tomarte de nuevo —murmura en mi oído mientras sujeta mis caderas y sé que el debate ha terminado.
Más tarde, estamos sentados en la barra de desayuno, vestidos con batas de baño, habiendo consumido una excelente pasta de la señora Jones.
—¿Más vino? —pregunta Niall, sus ojos mieles brillando.
—Una copa pequeña, por favor. —El Sancerre está fresco y delicioso.
Niall sirve una copa para mí y otra para él.
—¿Cómo está la eh… “situación” que te trajo a Seattle? —le pregunto tentativamente.
Frunce el ceño.
—Fuera de control —murmura con amargura—. Pero nada por lo que preocuparte, ____(tn). Tengo planes para ti esta noche.
—¿Ah, sí?
—Sí. Te quiero lista y esperando en mi sala de juegos en quince minutos. —Se levanta y me mira.
—Puedes alistarte en tu habitación. Por cierto, el armario está lleno de ropa para ti. No quiero ninguna discusión acerca de ellas. —Pone sus ojos en blanco, desafiándome a decir algo. Cuando no lo hago, sale hacia su estudio.
¡Yo! ¿Discutir? ¿Contigo, Cincuenta Sombras? Esto vale más que mi trasero. Me siento en el taburete de la barra, momentáneamente aturdida, tratando de asimilar este pedazo de información. Me compró ropa. Pongo los ojos en blanco de una forma exagerada a sabiendas de que no me puede ver. Automóvil, teléfono, computadora... ropa, lo próximo será un maldito condominio y entonces realmente seré su amante.
¡Ja! Mi subconsciente tiene un rostro sarcástico. La ignoro y hago mi camino escaleras arriba hacia mi habitación. Sigue siendo mía... ¿por qué? Pensé que él había acordado dejarme dormir con él. Supongo que no está acostumbrado a compartir su espacio personal, pero yo tampoco. Me consuelo con la idea de que por lo menos tengo un lugar para escapar de él.
Examinando la puerta, encuentro que tiene una cerradura pero no una llave. Me pregunto brevemente si la señora Jones tiene una de repuesto. Le voy a preguntar.
Abro la puerta del armario y la cierro de nuevo, rápidamente. Santa mi.er.da, él se ha gastado una fortuna. Se parece al de Kate, tanta ropa colgando cuidadosamente en la barra. En el fondo, sé que todos me quedarán bien. Pero no tengo tiempo para pensar en eso, tengo que arrodillarme en el Salón Rojo de... Dolor... o Placer, con suerte esta noche.
Estoy de rodillas en la puerta, desnuda, excepto por mis bragas. Mi corazón está en mi boca. Vaya, pensé que después del baño él habría tenido suficiente. El hombre es insaciable o tal vez todos los hombres son como él. No tengo ni idea, ni nadie para compararlo tampoco. Cerrando los ojos, trato de calmarme para conectar con mi subconsciente. Ella está ahí en algún lugar, escondida detrás de mí diosa interior.
La anticipación corre como soda burbujeante a través de mis venas. ¿Qué hará? Respiro profundamente, tranquilizándome, pero no lo puedo negar, estoy emocionada, excitada, ya mojada. Esto es tan... quiero pensar incorrecto, pero por alguna razón, no lo es. Es correcto para Niall. Eso es lo que él quiere y después de los últimos días... después de todo lo que ha hecho, tengo al hombre y tomo lo que sea que él decide que quiere, lo que sea que él piensa que necesita.
El recuerdo de su mirada cuando vine esta tarde, el anhelo en su rostro, su caminata determinada hacia mí como si yo fuera un oasis en el desierto. Haría casi cualquier cosa por ver esa mirada otra vez. Junto mis muslos ante el delicioso recuerdo y esto me recuerda que tengo que abrir mis rodillas. Las separo. ¿Cuánto tiempo me hará esperar? La espera está paralizándome, paralizándome con un oscuro y seductor deseo. Echo un vistazo rápido alrededor de la habitación sutilmente iluminada; la cruz, la mesa, el sofá, el banco... esa cama. Se ve tan grande y está cubierta con sábanas de satén rojo. ¿Qué aparato utilizará?
―Muy bien, gracias ―murmuro, aún sin aliento―Muchas gracias una vez más por la primera clase. Realmente es una forma mucho más agradable de viajar.
―Sonrío tímidamente hacia él― Tengo algunas noticias ―agrego nerviosa.
―¿Ah, sí? ―Me mira mientras deshace el último botón, desliza la blusa por mis brazos y la arroja en la parte superior de sus ropas desechadas.
―Tengo un trabajo.
Se detiene y entonces me sonríe, sus ojos son cálidos y suaves.
―Felicidades, señorita Steele. Y ahora, ¿me dirás dónde? ―bromea.
―¿No sabes?
Niega con la cabeza, frunciendo el ceño ligeramente.
―¿Por qué iba yo a saber?
―Con tus capacidades de acoso, pensé que podrías tener... ―me interrumpo poco a poco a medida que su rostro decae.
― ____(tn) , no se me ocurriría interferir en tu carrera, a menos que tú me lo pidas, por supuesto. ―Parece herido.
—¿Así que no tienes idea de qué compañía es?
—No. Sé que hay cuatro empresas editoriales en Seattle, así que estoy asumiendo que es una de ellas.
—SIP
—¡Oh, la pequeña! Bueno. Bien hecho. —Se inclina y me besa en la frente—Chica lista. ¿Cuándo empiezas?
—El lunes.
—Que pronto, ¿eh? Será mejor que te aproveche mientras pueda. Date la vuelta.
Soy dominada por su orden casual, por lo que estoy ofreciéndome y se deshace de mi sujetador y baja la cremallera de mi falda. Empuja la falda hacia abajo, acoplándose a mí por detrás mientras lo hace y besando mi hombro. Se inclina contra mí y su nariz acaricia mi cabello, respirando profundamente. Aprieta mis nalgas.
—Usted me embriaga, señorita Steele y me calma. Esta combinación es embriagadora. —Besa mi pelo. Tomando mi mano, tira de mí hacia la ducha.
—Ay —chillo. El agua está prácticamente hirviendo. Niall me sonríe, mientras el agua cae sobre él.
—Es sólo un poco de agua caliente.
Y la verdad es que tiene razón. Se siente divino, lavando la pegajosa mañana de Georgia y lo pegajoso de nuestro amor.
—Date la vuelta —ordena y lo hago, volviendo el rostro hacia la pared— Quiero lavarte —murmura y alcanza el jabón líquido. Exprime un poco en su mano.
—Tengo algo más que decirte —murmuro mientras sus manos empiezan en mis hombros.
—¿Ah, sí? —pregunta con suavidad.
Me doy valor con una respiración profunda.
—La exposición de fotografía de mi amigo José se abre el jueves en Portland.
Él se pone rígido, sus manos cerniéndose sobre mis pechos. He hecho hincapié en la palabra "amigo".
—Sí, ¿y qué? —pregunta con severidad.
—Le dije que iría. ¿Quieres venir conmigo?
Después de lo que se siente como una cantidad monumental de tiempo, poco a poco comienza a lavarme otra vez.
—¿A qué hora?
—La apertura es a las siete y media de la tarde.
Él besa mi oreja.
—Está bien.
Dentro, mi subconsciente se relaja y luego se derrumba, cayendo en una butaca vieja y estropeada.
—¿Estabas nerviosa por preguntarme?
—Sí. ¿Cómo puedes decirlo?
—____(tn), todo tu cuerpo acaba de relajarse —dice secamente.
—Bueno, es sólo que tú pareces estar umm... del lado celoso.
—Sí, lo estoy —dice sombríamente— Y harías bien en recordar eso. Pero gracias por preguntar. Llevaremos a Charlie Tango.
Oh, el helicóptero, por supuesto, tonta de mí. Más vuelo... ¡genial! Sonrío.
—¿Puedo lavarte? —pregunto.
—No lo creo —murmura y me besa suavemente en el cuello para suavizar el aguijón de su negativa. Pongo mala cara hacia la pared mientras él acaricia mi espalda con jabón.
—¿Alguna vez me dejaras tocarte? —pregunto con valentía.
Se pone rígido de nuevo, su mano en mi trasero.
—Pon tus manos en la pared ____(tn). Voy a tomarte de nuevo —murmura en mi oído mientras sujeta mis caderas y sé que el debate ha terminado.
Más tarde, estamos sentados en la barra de desayuno, vestidos con batas de baño, habiendo consumido una excelente pasta de la señora Jones.
—¿Más vino? —pregunta Niall, sus ojos mieles brillando.
—Una copa pequeña, por favor. —El Sancerre está fresco y delicioso.
Niall sirve una copa para mí y otra para él.
—¿Cómo está la eh… “situación” que te trajo a Seattle? —le pregunto tentativamente.
Frunce el ceño.
—Fuera de control —murmura con amargura—. Pero nada por lo que preocuparte, ____(tn). Tengo planes para ti esta noche.
—¿Ah, sí?
—Sí. Te quiero lista y esperando en mi sala de juegos en quince minutos. —Se levanta y me mira.
—Puedes alistarte en tu habitación. Por cierto, el armario está lleno de ropa para ti. No quiero ninguna discusión acerca de ellas. —Pone sus ojos en blanco, desafiándome a decir algo. Cuando no lo hago, sale hacia su estudio.
¡Yo! ¿Discutir? ¿Contigo, Cincuenta Sombras? Esto vale más que mi trasero. Me siento en el taburete de la barra, momentáneamente aturdida, tratando de asimilar este pedazo de información. Me compró ropa. Pongo los ojos en blanco de una forma exagerada a sabiendas de que no me puede ver. Automóvil, teléfono, computadora... ropa, lo próximo será un maldito condominio y entonces realmente seré su amante.
¡Ja! Mi subconsciente tiene un rostro sarcástico. La ignoro y hago mi camino escaleras arriba hacia mi habitación. Sigue siendo mía... ¿por qué? Pensé que él había acordado dejarme dormir con él. Supongo que no está acostumbrado a compartir su espacio personal, pero yo tampoco. Me consuelo con la idea de que por lo menos tengo un lugar para escapar de él.
Examinando la puerta, encuentro que tiene una cerradura pero no una llave. Me pregunto brevemente si la señora Jones tiene una de repuesto. Le voy a preguntar.
Abro la puerta del armario y la cierro de nuevo, rápidamente. Santa mi.er.da, él se ha gastado una fortuna. Se parece al de Kate, tanta ropa colgando cuidadosamente en la barra. En el fondo, sé que todos me quedarán bien. Pero no tengo tiempo para pensar en eso, tengo que arrodillarme en el Salón Rojo de... Dolor... o Placer, con suerte esta noche.
Estoy de rodillas en la puerta, desnuda, excepto por mis bragas. Mi corazón está en mi boca. Vaya, pensé que después del baño él habría tenido suficiente. El hombre es insaciable o tal vez todos los hombres son como él. No tengo ni idea, ni nadie para compararlo tampoco. Cerrando los ojos, trato de calmarme para conectar con mi subconsciente. Ella está ahí en algún lugar, escondida detrás de mí diosa interior.
La anticipación corre como soda burbujeante a través de mis venas. ¿Qué hará? Respiro profundamente, tranquilizándome, pero no lo puedo negar, estoy emocionada, excitada, ya mojada. Esto es tan... quiero pensar incorrecto, pero por alguna razón, no lo es. Es correcto para Niall. Eso es lo que él quiere y después de los últimos días... después de todo lo que ha hecho, tengo al hombre y tomo lo que sea que él decide que quiere, lo que sea que él piensa que necesita.
El recuerdo de su mirada cuando vine esta tarde, el anhelo en su rostro, su caminata determinada hacia mí como si yo fuera un oasis en el desierto. Haría casi cualquier cosa por ver esa mirada otra vez. Junto mis muslos ante el delicioso recuerdo y esto me recuerda que tengo que abrir mis rodillas. Las separo. ¿Cuánto tiempo me hará esperar? La espera está paralizándome, paralizándome con un oscuro y seductor deseo. Echo un vistazo rápido alrededor de la habitación sutilmente iluminada; la cruz, la mesa, el sofá, el banco... esa cama. Se ve tan grande y está cubierta con sábanas de satén rojo. ¿Qué aparato utilizará?
KarlytaD´Maslow
Contenido patrocinado
Página 11 de 16. • 1 ... 7 ... 10, 11, 12 ... 16
Temas similares
» Letra & Música. |Niall Horan|. 1ra Temporada TERMINADA.
» The Girl New Niall Horan y tu 1 temporada Terminada
» summer love (niall horan & tu)
» Letra & Música. |Niall Horan|. 2da Temporada. TERMINADA.
» Mi Pequeña Mujer Niall Horan & Tu (1° Temporada) TERMINADA
» The Girl New Niall Horan y tu 1 temporada Terminada
» summer love (niall horan & tu)
» Letra & Música. |Niall Horan|. 2da Temporada. TERMINADA.
» Mi Pequeña Mujer Niall Horan & Tu (1° Temporada) TERMINADA
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
Página 11 de 16.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Miér 20 Nov 2024, 12:51 am por SweetLove22
» My dearest
Lun 11 Nov 2024, 7:37 pm por lovesick
» Sayonara, friday night
Lun 11 Nov 2024, 12:38 am por lovesick
» in the heart of the circle
Dom 10 Nov 2024, 7:56 pm por hange.
» air nation
Miér 06 Nov 2024, 10:08 am por hange.
» life is a box of chocolates
Mar 05 Nov 2024, 2:54 pm por 14th moon
» —Hot clown shit
Lun 04 Nov 2024, 9:10 pm por Jigsaw
» outoflove.
Lun 04 Nov 2024, 11:42 am por indigo.
» witches of own
Dom 03 Nov 2024, 9:16 pm por hange.