The Plan || One Direction

HARRY POV

— Harry, es en serio. Tienes que olvidarte de __________ Tomlinson. Es lo mejor— escuché decir a Zayn como por septuagésima vez en toda la tarde.
— Es mi mejor amiga, Malik— refuté— No es tan fácil...
— Claro que lo es— insistió, tomando mi celular y comenzando a marcar un número.
— ¿Qué rayos...?— pero antes de que pudiera decir o hacer algo una voz contestó al otro lado de la línea.
— ¿Hola?— la voz de Caroline entró en escena. Fulminé con la mirada a Zayn, pero no podía simplemente cortar la llamada.
— Caroline, soy...
— Harry. Sí, lo sé. ¿Cómo estás?— sonreí involuntariamente, y Zayn entornó los ojos con una sonrisa antes de dirigirse hacia la cocina.
— Bien, yo sólo quería saber si...ya sabes, ¿estás libre hoy en la noche?
— Depende— rió, mientras mi sonrisa se acrecentaba.
— Bueno...¿qué te parece una noche de karaoke y luego ir a comer? Por lo que sé tienes una gran voz.
— Me encantaría.
— ¿En serio?
— Claro. ¿Entonces...?
— Entonces paso a buscarte a las 8. ¿Te parece bien?
— Es una cita— dijo antes de colgar. Hice lo mismo y dejé mi celular a un lado del sofá. Zayn salió de la cocina con una lata de Coca-Cola segundos después.

— ¿Y?— preguntó al verme, sentándose a mi lado y prendiendo la televisión.
— Saldré con ella. Hoy en la noche.
— Te dije que era lo mejor. Además, es una de las de último año. Vas a ser más popular incluso que Liam Payne— bromeó Malik, mientras que yo le seguía la broma, aunque el hecho de nombrar a Liam sólo había hecho que me acordara de _________ y de su cita con él.

Pero tal vez Zayn tenía razón y tenía que olvidarme de una vez de _________. Así que ahora sólo tenía que concentrarme en mi cita con Caroline. Sí, eso era lo mejor.


— No te creo— dije, aún entre risas. Liam sólo logró asentir mientras me tomaba de la mano. Y ahí llegaba otra vez esa especie de corriente eléctrica que hacía acto de presencia cada vez que veía a Liam Payne. Sólo que ahora estábamos juntos observando prácticamente toda la ciudad desde aquí, y no era un sueño. Estaba en una cita con Liam Payne en ese preciso momento.

— Es en serio— logró decir al fin, con una sonrisa en el rostro— De niño era pésimo con el fútbol, fue hace un par de años que recién aprendí a jugar.
— Es que yo siempre pensé que...
— Era pésimo con todo lo que se refería a los deportes, recién hace unos años fue cuando me empezó a interesar el fútbol o el atletismo— dijo, sentándose a mi lado y abrazándome, haciendo que apoyara mi cabeza en su hombro. Sonreí— Pero es un secreto, así que..
— No diré nada, lo prometo— susurré, para luego fijar la vista al frente— Este lugar es hermoso. ¿Cómo lo encontraste?
— Es una larga historia— contestó, para luego esbozar una sonrisa. Levanté la mirada y me encontré con sus ojos cafés, viéndome fijamente.
— Tienes lindos ojos, ¿lo sabes?— murmuró, a unos cuantos centímetros de mis labios. Automáticamente mi mente rememoró el momento de nuestro primer beso, aunque sabía de sobra que Liam no se acordaba de absolutamente nada de ese día.

Iba a preguntarle precisamente sobre eso cuando me besó, y otra vez me dejé llevar. ¿Por qué rayos sus besos tenían que ser tan adictivos? Pero bueno, era Liam del que estaba hablando. Era obvio que era perfecto, incluida su forma de besar. Sentí mis mejillas tornarse de un profundo color carmesí cuando nos separamos, y su mirada se topó con la mía.

Este momento no podía ser tan perfecto.


— Adiós— dije, esbozando una sonrisa, aún con su casaca puesta. Él sólo me dirigió una sonrisa antes de continuar manejando de regreso a su casa. Respiré hondo una vez y me di media vuelta. Aún no eran las 10pm así que estaba a tiempo, por lo que me dirigí hacia las escalerillas antes de la puerta principal y me senté allí, con una sonrisa boba en el rostro.

Aún no me cabía en la cabeza que era real todo lo que me estaba pasando. Se supone que era prácticamente invisible para Liam, ¿por qué ahora me hacía caso? Bueno, al menos el plan había funcionado de maravilla. Obviando, claro está, el hecho de que ya no me hablaba con Harry. Deseché lo más rápido que pude a Harry de mi mente, ahora sólo me quería concentrar en el hecho de que salía con Liam.

Me levanté de las escalerillas y busqué entre mi bolso las llaves. Fue en eso cuando escuché unas risas, pero sólo una pude reconocerla sin necesidad de darme la vuelta. Abrí la puerta de mi casa al fin y entré, pero antes de cerrarla pude ver a Harry riendo con Caroline, tomados de la mano. Cerré la puerta con fuerza.

— Hey, ¿qué pasa? Las cosas con el señor perfecto no salieron tan bien, ¿no?— la voz de Louis me sacó de mis pensamientos. Le saqué la lengua infantilmente y continué mi camino hacia el segundo piso.
— La cita con Liam salió estupenda, Louis— refuté, mientras subía las escaleras.
— ¿Entonces porqué estás tan molesta?—
— No estoy molesta— refuté— Ya olvídalo, Lou. Todo va bien con Liam, no hay razón por la cual debería de estar mal.
— ¿Ni siquiera porque Harry y Caroline estén saliendo?— al escucharlo decir eso paré en seco.
— ¿Ellos...están...saliendo?— pregunté, tratando de fingir desinterés. Aunque Louis me conocía muy bien como para darse cuenta que cuándo estaba fingiendo y cuando no.
— ¡Lo sabía! Estás celosa— dijo con una sonrisa de suficiencia, antes de volver a echarse en el sofá.
— Olvídalo, Louis— respondí molesta, subiendo a mi habitación.