Llamada en espera. [Zayn Malik] 2° temporada.

Zayn Malik despertó y se sorprendió al no notar a otra cualquiera dormida a su lado, pero a los pocos segundos recordó que la noche anterior no había salido. Se bañó y se cambió, tenía que ir a la oficina de su padre para llevar unos papeles. Su rutina mañanera.
Subió a su auto y recorrió el centro de la ciudad londinense hasta llegar a destino. Hizo lo que tenía que hacer y en vez de volver a su auto decidió caminar un rato. Miró el cielo nublado de Londres y suspiró. Extrañaba Bradford, extrañaba a sus amigos. Y bueno, a ella ya no la tomaba en cuenta, ya habían pasado dos años desde su separación. Tal vez se había obligado a no pensar en ella.
Todo se volvió un tanto monótono en los últimos dos años, era siempre lo mismo: mañana en la oficina, mediodía cenando, tarde haciendo deportes, noche de fiestas y alcohol, madrugada con una desconocida.
Escuchó truenos y sintió pequeñas gotas caer sobre su rostro al mirar al cielo. Maldeció y corrió hasta llegar a su auto. Apoyó su cabeza sobre el volante y suspiró cansado por segunda vez en el día. Encendió el auto y manejó hasta llegar a su nuevo departamento. Grande, lujoso, extravagante. Sus padres le obsequiaron ese departamento como regalo de cumpleaños, hace dos semanas había cumplido veinte años. Sí, veinte años. Ni el mismo podía creerlo, de a poco iba asumiendo más responsabilidades.

Amber dio vueltas en la cama con el deseo de seguir durmiendo, pero el sol que se entrometía por la ventana de su habitación no se lo permitía, la molestaba. Gruñó y se levantó de golpe. Tarareando una canción se dirigió al baño y se duchó. Se alistó y se miró al espejo. Sonrió. Le había gustado su look de hoy. Desayunó con alimentos bajos en calorías y esperó que fuera a buscarla Liam Payne. Sí, Liam era su novio desde hace ya algunos meses. Ocho meses para ser exactos. Se querían mucho, se acoplaban muy bien juntos. Era atento, dulce, caballero, buen moso. Las cualidades que Amber siempre deseó en un chico.
Se había quedado sumida en sus pensamientos cuando oyó una bocina. Touché, Liam había llegado. Tomo su bolsó y salió, él se bajó del auto para saludarla con un beso y rodear el auto para poder abrirle la puerta. Una vez que puso en marcha el auto comenzó la conversación.
-¿Cómo va todo, preciosa?- preguntó el con su vista fija en el tránsito. Ella sonrió con delicadeza.
-Bien, todo perfecto. ¿Hoy te toca cursar en la unviersidad?- el asintió- oh- se limitó a responder.
-No creerás, que porque tengo que cursar en la universidad me perderé tu coreografía en el equipo de animadoras. Creo que seré tu fan número uno- Ella volvió a sonreír. Liam no lo había olvidado.
-Pensé que lo habías olvidado- contestó- qué bueno que irás, en serio quería que estés allí.
-¿Estás nerviosa, mi amor?- ella negó totalmente segura. Sí, había cambiado en este tiempo. Ahora la seguridad era uno de sus fuertes.
-Para nada- respondió y miró hacia la ventanilla- además, confío en que seremos las mejores- agregó.
-A veces creo que extraño la preparatoria- comentó él pensativo- hace ya dos años la terminé, y ahora que es tu último año te aconsejo que la disfrutes. Es la mejor etapa, sin muchas responsabilidades, no sé- Amber estiró su brazo y acarició la mejilla de Liam. Era tan dulce el castaño.
-Lo sé, creéme que lo disfrutaré- observó que ya estaban llegando a destino- quizá no te lo diga siempre Liam, y no sea muy demostrativa últimamente, pero eres muy dulce y me haces muy feliz- le dijo y le dio un beso antes de bajarse del auto, se fue. Dejó a Liam con una sonrisa en el rostro mirándo como se iba con su buen porte, sus piernas de sueño, y amándola cada vez más. Era perfecta para él.

Londres.

-Zayn creemos que sería lo más práctico- le repitió una vez más su padre- ya estás grande y podrías encargarte de eso. Nosotros tenemos la sucursal de la empresa aquí, y tú tendrás que hacerte cargo de la sucursal de Bradford.
-¿Volver a Bradford?- preguntó. Sus padres, Trisha y Yasir asintieron- ¿ahora?- otra vez volvieron a asentir.
-Zayn, confiamos en tí y en tu potencial para hacer las cosas. De todas formas tendrás socios que te ayudarán a poder realizar más fáciles las tareas.
-Sí, sí- respondió Zayn tratando de callarlos un segundo. No era eso lo que le preocupaba, no le interesaba dirigir la sucursal en bradford, ni los socios, ni las cosas que tendría que hacer. Le preocupaba el volver a bradford después de dos años, y el tan solo pensarlo le daba un vuelco en el corazón. Bradford no era solo éso, era relativamente su vieja ciudad, sus amigos.. y ella.
Cuando salió de sus pensamientos vió que la sala estaba vacía. Sus padres ya se habían retirado, y noto que sobre el mueble al lado de uno de los jarrones más valiosos de ese lujoso hogar había un pasaje en avión, que curiosamente decía que su vuelo despegaba en dos horas.
Mientras se dirigía al aeropuerto insultaba a sus padres mentalmente por todo lo que lo hicieron correr antes de llegar ahí. Por suerte las mucamas se encargaron del tema de la ropa y las pertenencias en las valijas. Se subió al avión y se hundió nuevamente en sus pensamientos.
Quizá volver a Bradford no sería tan mala idea, mirándolo de la perspectiva que lo miraba ahora, reencontrarse nuevamente después de dos años con sus grandes amigos y conocidos que formaron parte de una etapa muy importante para él sería algo positivo. ¿O no?