La Soledad Del Campeón (Nick & Tu) [TERMINADA}

Capítulo Ocho

Nick meneo la cabeza, convencido de que sus palabras habían sido distorsionadas por el suave golpeteo de la lluvia sobre el techo del vehículo.
-¿Perdón?
-He dicho que dejaras la radio encendida y bailaras conmigo.
-¿En la lluvia? -frunció el ceño ante la ridícula sugerencia-. ¿Estás loca?
-De todos modos nos vamos a empapar -razonó-. ¿Qué diferencia hay?
Apretó las manos sobre el volante mientras trataba de imaginarse bailando bajo la lluvia. No fue capaz. La idea desafiaba toda lógica.
-Estás loca.
-Vamos, Nick -insistió con voz dulce como la miel-. Nadie nos verá, y prometo no contarle a nadie que hemos jugado en la lluvia.
Antes de que él pudiera emitir otra objeción, ______ salió al exterior. Se quedó delante de los faros aún encendidos, con los brazos abiertos y el rostro alzado hacia el cielo nocturno mientras daba vueltas. Los haces de luz perfilaban su cuerpo y hacían que las gotas de lluvia que caían sobre su pelo y cara brillaran como diamantes. Lo invadió un calor masculino cuando su vestido se empapó, pegándose a sus pechos, cintura y piernas.
Entonces oyó la risa ligera y melodiosa y el sonido lo llamó, despertando esa parte solitaria y ansiosa que anhelaba la ternura de esa mujer. Sucumbió a la necesidad de olvidarse por esa noche de cargas pasadas.
-Qué diablos -musitó. Dejó la radio encendida y bajó del vehículo; caminó hacia ella y la tomó en brazos, pegándola a su cuerpo. Dieron vueltas hasta que ella rió jadeante. La lluvia empapó su pelo y ropa y el agua les chorreó por la nariz y la barbilla. Y entonces sucedió. Esa angustiosa presión en su pecho que durante tanto tiempo había suprimido, se liberó, haciendo que soltara una risa ronca. El sonido se mezcló con la alegría de ______ hasta convertirse en la carcajada que recordaba de tanto tiempo atrás.
La liberación emocional fue tan estupenda que Nick no quiso que el momento jubiloso acabara jamás. No quería soltar a esa mujer increíble, ya que ella tenía la llave que abría la parte más oscura de su alma. El pensamiento de su vida sin ______ hizo que frenara los pies. Contempló su rostro alzado, la sonrisa inocente y notó un nudo de inseguridad en el estómago. La deseaba tanto que la necesidad le provocaba dolor; sin embargo, más allá de esa noche no tenía nada que ofrecerle.
La música siguió sonando y la lluvia cayendo mientras permanecían ahí lo que podrían haber sido minutos u horas. Le apartó el pelo de la cara, y una caricia condujo a otra, y de repente tocarla ya no fue suficiente. Cuando ella cerró los ojos y el cuerpo le tembló contra el suyo, Nick perdió toda noción de tiempo o cordura. Introdujo las manos en su cabello, le echó la cabeza atrás y la besó, probando la lluvia en sus labios y disfrutando del modo en que su boca se abrió para fomentar una unión más profunda. Le acarició la lengua con la suya, ardiente y ansiosa, y experimentó fuego por sus venas. Con un gemido impotente, la apretó más en sus brazos y ella le rodeó el cuello para pegarse todavía más. Los pechos de ______ se aplastaron contra su torso y de su garganta escapó un sonido suave parecido a un ronroneo. La pasión se incrementó rápidamente y ninguno de los dos negó el torrente de sensaciones que había ido creciendo entre ambos durante la última semana.
La lluvia tendría que haberlos enfriado, pero Nick ardía con una fiebre que comenzaba y terminaba en ______. Le recorrió la espalda y el beso desesperado que le dio manifestó las palabras que él no era capaz de pronunciar. «Quiero hacer el amor contigo».
La respuesta desinhibida de ella y el gemido leve de aquiescencia le brindó la respuesta que buscaba. «Sí».
A regañadientes separó la boca. No hicieron falta palabras y ninguna se dijo mientras apagaba el motor de la furgoneta y retiraba las llaves. La tomó de la mano y juntos corrieron al interior de la casa. Rafe no se detuvo hasta que llegaron a su dormitorio en penumbra, y solo entonces le dio tiempo para que pudiera cambiar de idea.
-Estamos chorreando sobre el suelo -susurró ella tras un prolongado y silencioso momento.
Nick captó el temblor de nerviosismo en su voz, un toque de vulnerabilidad que entendía porque también él lo experimentaba. Pero nada indicó un cambio de parecer, y de inmediato se sintió aliviado y ansioso por tener su piel desnuda contra la suya.
-Quizá deberíamos quitarnos la ropa mojada -sugirió con voz ronca y despacio desabrochó los tres primeros botones de su vestido. Con los dedos acarició la piel suave y perfecta que quedó al descubierto, luego introdujo la palma por la abertura en busca de su cálido y firme pecho.
______ le tomó la muñeca y lo detuvo antes de que alcanzara su objetivo. Él sintió los latidos erráticos de su corazón.
-Antes de que sigas adelante -respiró hondo-, necesito algo de ti, Nick.
En la oscuridad él buscó sus ojos, esperando, rezando que no le solicitara promesas que no podía dar.
-¿Qué?
-Una sonrisa -le acarició la cara-. Para mí.
Concederle el deseo no resultó tan difícil como había imaginado. Lo único que tenía que hacer era recordar a esa mujer jugando en la lluvia, su risa, su gozo de vivir, y poco a poco los labios esbozaron una sonrisa auténtica, solo para ella. Ella contuvo el aliento con expresión extasiada.
-Eres el hombre más sexy que jamás he conocido -suspiró y con los dedos trazó el contorno de sus labios-. Y esa sonrisa... bueno, me agita y me llena de excitación.
-¿Sí? -la sonrisa se ensanchó.
-Oh, sí -se acercó más para rodearle el cuello con las manos y frotó su cuerpo contra el suyo, sintiendo la incómoda barrera de la ropa mojada-. Hace que quiera besarte -acercó la boca de él e hizo justo eso, marcándolo con tal pasión que a Nick la cabeza le dio vueltas y se le aflojaron las piernas. Apartó los labios y buscó su mandíbula y su cuello-. Y besarte hace que te desee -murmuró cerca de su oído mientras le desabotonaba la camisa y se la sacaba de los vaqueros-. Y desearte hace que anhele tocarte todo.
Las manos esbeltas se deslizaron por su torso desnudo hasta su vientre, donde comenzaron a desabrocharle el cinturón. Él gimió a medida que su cuerpo respondía, endureciéndose y excitándose.
Lo que podría haber sido una situación incómoda, ______ lo convirtió en un juego sensual. La risa llenó el dormitorio, algo que él no había esperado al borde de una situación tan íntima.
A medida que cada artículo de ropa caía al suelo, se tocaron, incitaron y exploraron hasta que el calor que generaban les secó la piel y los encendió de necesidad. Nick acarició sus pechos plenos, luego bajó la cabeza para que su lengua se diera un festín con los pezones. Ella enredó los dedos en su pelo y suspiró con abierto placer. Las manos de él recorrieron todas sus curvas, y cuando encontró un punto especialmente sensible en su cintura, ______ jadeó y se apartó. La cama que tenía detrás hizo que doblara las rodillas y cayera sobre el blando colchón. Echándose a su lado, Nick soltó una risita y no pudo evitar volver a hacerle cosquillas. Al rato ambos estaban sin aire por las carcajadas mientras ______ le suplicaba que no la torturara más. Pero él continuó hasta que el humor cesó al darse cuenta de la postura tan íntima que tenían. El cuerpo musculoso y duro de él atrapaba el suave y femenino de ______. Con la piel ardiendo, sus brazos y piernas se entrelazaron de tal modo que el movimiento más leve producía una sensación exquisita y eléctrica.
-Nick... -bajó las pestañas y movió las caderas contra las suyas.
Él emitió un gemido áspero, odiando dejarla aunque solo fuera por un segundo, pero lo hizo para protegerse a los dos. Al regresar la encontró igual de entregada. Se deslizó entre sus piernas separadas sin perder tiempo en más preliminares. Le enmarcó el rostro entre las manos y la besó, su posesión tan ardiente y exigente como el deseo primigenio por hacerla suya. Y entonces lo hizo, tragándose el agudo jadeo de ella al perderse en sensaciones emocionales y físicas que reavivaron su vida como si volviera a nacer. A cambio la atesoró y le dio una ternura que había olvidado que existía. Luego, con ______ acurrucada contra su pecho, llegó el recuerdo de que la mujer que le había dado color a su mundo desolado con su risa y espíritu, que creía en él cuando él mismo no se consideraba merecedor de esa confianza y respeto, no tardaría en irse.
______ se hallaba bajo el chorro caliente de la ducha tratando de no pensar en el dolor que le causó haber despertado sola en la cama de Nick. Después de lo compartido la noche anterior, había esperado... Dios, había esperado que él se enamorara tal como le había sucedido a ella. Su desaparición aquella mañana no presagiaba nada bueno para sus emociones.
Lo amaba. El conocimiento no la sorprendía. Seguir los designios de su corazón la había conducido a los brazos de Nick, donde había conocido el placer más glorioso de su vida. Sí, había sido ella quien lo hizo reír, pero él le había dado un gozo y una satisfacción mayores, el tipo de júbilo que surgía de haber conocido a la persona adecuada.
Había encontrado al hombre con el que quería pasar el resto de su vida, un vaquero obstinado y magnífico que no reconocía necesitar a nadie, ni siquiera a ella. Desde antes de meterse en su cama sabía que no le haría promesas ni complicaría las cosas, aunque eso no hizo nada para aliviar el dolor de su corazón.
Terminó de ducharse y se puso unos pantalones cortos y una blusa. Se secó el pelo, fue al dormitorio de invitados y encontró al objeto de sus pensamientos sentado en su cama, esperándola. Con los brazos apoyados en los muslos, la observó con sus ojos acerados. Tenía ojeras y una ligera sombra de barba marcaba sus mejillas. La consoló poco que pareciera tan desdichado como ella.
-Hola -dijo ______, percibiendo una tensión que la incomodó.
Él suspiró, como si temiera lo que se avecinaba.
-Pensé que podríamos hablar de lo de anoche -comentó con voz fría, distante, haciendo que ella deseara tirarle algo para provocar una respuesta más apasionada, aunque fuera ira.
-¿Lamentas lo que sucedió? -al menos tenía que saber eso, sin importar lo dolorosa que fuera la respuesta.
-No -se frotó el mentón-, pero no puede volver a repetirse.
-¿Y si te dijera que yo...? -en el último segundo se frenó de usar la palabra amor, insegura de cómo se tomaría él la confesión-. ¿Que me importas?
-No importa lo que sintamos el uno por el otro -se levantó, meneando la cabeza-. No estamos hechos el uno para el otro, ______. Tú tienes tu vida en California, con tu trabajo y Comienzos Brillantes, y yo tengo mi rancho en Wyoming. No coincidimos.
El despiadado argumento era lógico, pero ella no quería creer que había descartado lo que había entre ellos con tanta facilidad.
-¿Cómo sabes que no coincidimos? -preguntó plantándose ante él.
-Porque eres demasiado vital para vivir el resto de tu vida en una ciudad pequeña y en un rancho aislado -se acercó a ella y suavizó la mirada. Al llegar a su lado le tocó la mejilla, derritiéndola-. Eres hermosa, sofisticada y con el tiempo te aburrirás de un simple vaquero como yo -manifestó con resignación.
Ella contuvo un asombroso deseo de llorar. Entonces estaría en el punto de partida. Solo.
-¿De verdad crees que soy tan superficial?
Nick esbozó una sonrisa renuente, un poco triste y muy tierna.
-En absoluto pienso que eres superficial. Tienes grandes sueños, ______, más grandes que el cielo de Wyoming. Yo solo te frenaría.
-¿Y si te equivocas? -susurró, aun cuando interiormente reconocía que estar con Nick en Cedar Creek cambiaría toda su vida y sin duda desviaría su futuro y sus sueños.
-No estoy dispuesto a correr ese riesgo por ninguno de los dos -aseveró él con determinación-. Aprovechemos lo que queda de hoy y mañana...
-¿Y luego sigamos nuestros caminos separados? -espetó, frustrada y enfadada.
-Lo siento -sus ojos irradiaron una miríada de emociones-. No pretendía herirte y tú mereces más de lo que yo puedo ofrecerte -añadió con voz hosca, recordándole al hombre brusco y amargado que había conocido dos semanas atrás.
De pronto ______ tuvo la abrumadora necesidad de llorar, pero no se lo permitió, no en ese momento, delante de Nick. A pesar de lo que había llegado hasta él, aún no había conseguido penetrar hasta la parte más dura y cínica de su corazón. Si la noche anterior no había podía decir o hacer para que cambiara de opinión sobre sí mismo.
El sonido de una bocina atravesó el torrente de emociones que impregnaba la habitación. Nick dio un paso atrás y la distancia que estableció le produjo un escalofrío a ______.
-Debe ser Kristin con Chad -indicó con voz apagada.
Ella asintió y le dio la espalda.
-Saldré en unos minutos -necesitaba tiempo para recuperarse antes de ver a la hermana de Nick.
Tras un breve titubeo, él salió de la habitación. Al oír los ecos de sus pisadas por el pasillo, se permitió soltar las lágrimas ardientes y dolorosas que había estado conteniendo.
Diez minutos más tarde, entró en la cocina y se obligó a sonreírle a Kristin. Esta se hallaba sentada a la mesa con una taza de café. Después de desahogarse, ______ se había lavado la cara, pero sabía que debía tener los ojos hinchados y la cara pálida. La preocupación que vio en la expresión de Kristin le indicó que no había conseguido ocultar el dolor que sentía.
Se sirvió una taza de café, añadió leche y azúcar y fue a la mesa. Se sentó junto a la hermana de Nick.
-He traído algunos bollos para el desayuno -Kristin señaló una cesta. Apartó la servilleta que la cubría y le ofreció uno a ______-. Chad me ayudó a hacerlos esta mañana. He de reconocer que tiene más masa en los dedos y en la camisa que la que había en los moldes.
______ rió.
-Parecen deliciosos -no tenía mucho apetito, pero aceptó uno por las molestias que se había tomado Kristin.
-Y bien, ¿Nick y tú os divertisteis anoche?
______ asintió y bebió un sorbo de café.
-Tu hermano se mostró bastante abierto con la gente que había en el Elk Lodge, y nos divertimos mucho bailando -«bajo la lluvia», añadió en silencio, sabiendo que jamás podría olvidar ese momento.
Kristin untó un poco de mantequilla en un bollo y dio un mordisco.
-Si mi hermano fue tan sociable anoche, entonces, ¿por qué se lo ve tan hosco esta mañana?
-Imagino que se habrá levantado con el pie izquierdo -se encogió de hombros-. ¿Dónde anda Chad?
-Siguió a Nick a los establos.
-Quizá debiera ir a buscarlo para que Nick pueda estar tranquilo.
-No te preocupes. Se mostró muy amable con el pequeño -indicó, descartando el tema-. Conozco los estados de ánimo de mi hermano. Y así como estuvo brusco conmigo cuando le pregunté qué tal lo había pasado anoche, no pareció molestarle la compañía de Chad.
-Bien -musitó aliviada. Dio un mordisco al bollo, y luego otro, sorprendida de descubrir que tenía hambre.
-¿Sabes?, puede que no sea asunto mío, pero, ¿pasa algo entre mi hermano y tú?
-Hmm, ¿como qué?
-Quizá algo romántico -la voz de Kristin transmitió la añoranza de querer ver feliz a Nick-. Sé que esta mañana aparece hosco, y no quiero averiguar las causas, pero he comprobado una gran diferencia en Nick esta última semana. Lo he visto mirarte varias veces como nunca había mirado a otra mujer, y entre los dos parece haber chispa -sonrió-. Pensé que si disfrutabais de un rato a solas, como anoche, podría suceder algo mágico.
Claro que había sucedido algo mágico y maravilloso. ______ se había enamorado perdidamente, de él. Pero Nick negaba sus emociones y el vínculo íntimo entre los dos.
Con palabras escogidas, intentó explicar su relación con Nick.
-Él me importa mucho, pero no hay nada que pueda hacer cuando no acepta lo que abiertamente le ofrezco. Le ha costado mucho creer que es un hombre bueno y decente.
-Sí, ese es Nick, siempre culpándose por algo que no debe -Kristin meneó la cabeza con tristeza-. Después de que muriera mi madre, quedó desgarrado entre la responsabilidad hacia mí e intentar complacer a mi padre, que esperaba demasiado de Nick. En algún punto del camino, perdió de vista lo que era importante para él. Y luego el accidente con Keith y ser aclamado un héroe cuando se consideraba responsable de lo sucedido, lo cerró emocionalmente.
-Lo sé -reconoció-. Me lo contó, pero hasta que no deje de condenarse por lo acontecido en el pasado, no habrá manera de que se permita otro futuro que el que tiene aquí, solo en su rancho.
-Supongo que es algo que tendrá que descubrir por su cuenta -Kristin suspiró-. De la forma más difícil -por desgracia, ______ estuvo de acuerdo, aunque ello solo le aportó más dolor a lo que experimentaba-. ¿ ______? -la voz tentativa de Kristin captó su atención.
-¿Sí? -le extrañó ver una expresión de nerviosismo en la hermana de Nick.
-Me gustaría hablarte de Chad.
-No habrá sido un problema anoche, ¿verdad?
-Oh, no, fue un absoluto cielo -esbozó una sonrisa beatífica-. Hemos disfrutado mucho con su compañía esta última semana.
-Me alegro -______ sabía que el sentimiento era mutuo. El pequeño había pasado tanto tiempo con Kristin y James como con Nick, y hablaba de los tres con igual afecto-. Todos habéis hecho que su deseo sea algo que siempre recordará y atesorará. Gracias.
-Soy yo quien debería dártelas -manifestó Kristin con sinceridad.
-¿Oh? -su gratitud la dejó perpleja.
La otra asintió y volvió a mostrar ansiedad. Se levantó y llevó los platos al fregadero. ______ aguardó con paciencia mientras los lavaba. Luego se volvió para mirarla con las manos apoyadas sobre el mostrador a su espalda.
-Después de que Chad se quedara dormido anoche, James y yo nos pusimos a hablar sobre la posibilidad de adoptar a un niño.
-Kristin, eso es maravilloso.
-Nos gustaría saber qué posibilidades tendríamos con Chad –preguntó retorciendo las manos.
-Pero yo pensaba... -no supo qué decir.
-Sé que te dije que deseábamos un bebé -interrumpió Kristin-. Pero después de estar con Chad esta semana, eso ya no nos importa. Lo adoramos, encaja a la perfección en nuestras vidas y si es posible nos gustaría darle un hogar estable con dos padres que lo querrían mucho.
-A mí también me gustaría -susurró ______, henchida de felicidad por un pequeño que había perdido tanto y al que se le abría un comienzo brillante en su vida. Se puso de pie y se acercó a Kristin para tomarle la mano-. James y tú seríais unos padres maravillosos.
-¿Podrías ayudarnos a conseguirlo?
-Sí, creo que sí -repuso, sabiendo que haría de Chad una prioridad cuando regresara a California.
-Gracias -la abrazó con emoción.
Pasado el momento de calidez, la puso al corriente del procedimiento habitual.
-Mañana tendré que llevármelo a California, y pasarán unas semanas hasta que un tribunal apruebe una custodia temporal para que pueda vivir con James y contigo hasta que finalice el papeleo de la adopción.
-Sin importar el tiempo que lleve, queremos a Chad -afirmó Kristin sin ninguna duda y con el amor suficiente para incorporar a un niño que había dejado una marca indeleble en sus vidas.
Deseó haber tenido tanta suerte con Nick.

¡Espero les hayan gustado! ya queda poco para que termine la nove chicas, besitos y gracias a cada una de mis lectoras, un abrazo :)

awww me encanto como todo se va a acomodando
pero Nick que cobarde eres :lloro:
ahh quieren adoptar a Chad!!!
siguela!!!!

gracias por la bienvenida y ame la mini maraton y jo te preocupes jajaj te entiendo espero que la sigas por que la dejastes en la parte mas importante ay admitir jaja SEGUILAAAAAA ok bueno eso beshos y abrazzos!!! <3

seguilaaaa ah y lupita amo tu foto de perfil me encanto la boquita como lo hace jajja !!

CREEEOOOO QUE POCO A POCOOOO!!!.. NICK SALE DE SU CAPARAAAZOONNN!!!!..
JEJEJEJEJEJ
ESPEREMOS QUE SIGA CON BUEN HUUMOORRR??
JAJAJAJJAJAJA
SIGUELAA PORFIISS

dios pobre rayis qq mal q nick la trate asi :(

x por otro lado me encanta q la hermana de nick se valla a quedar con chad eso es fantástico ....
siguela por favor quiero mas

Capítulo Nueve

______ entró en el establo donde Nick ensillaba a la tercera yegua. Le daba la espalda y tenía la cabeza inclinada mientras le susurraba palabras tranquilizadoras al animal y le palmeaba el cuello. Recordó esas manos en su cuerpo y la voz gentil y profunda que le produjo tantos hormigueos. ¿Cómo se suponía que iba a regresar a una vida sin él cuando le había mostrado qué era el amor... física y emocionalmente?
Cuando la yegua relinchó, Nick se volvió, y aunque su mirada permaneció impasible bajo el ala del Stetson, la recorrió con ardor, acelerándole el pulso. Sin prestar atención a la respuesta automática de su cuerpo, sonrió, decidida a aprovechar al máximo el poco tiempo que les quedaba juntos.
-Chad me ha comentado que querías verme y que me cerciorara de ponerme el sombrero –se echó atrás el Stetson que le había regalado-. ¿Qué pasa?
-Pensé que esta tarde podríamos llevar a Chad a dar su último paseo -volvió a centrar su atención en el caballo-, ya que mañana a las once os marcharéis al aeropuerto.
-Me encantaría.
Él permaneció callado mientras ajustaba los estribos
-Mi hermana me habló de la posibilidad de que James y ella lo adopten.
-Haré todo lo que esté a mi alcance para que sea una realidad.
-Bien -la miró, y en las profundidades de sus ojos atribulados había gratitud y un extraño calor Merecen ser felices.
-Sí -convino con una suave sonrisa-. Y Chad es un chico estupendo.
Con aliento contenido, ______ aguardó bajo el tierno escrutinio de él... mientras esperaba lo imposible, que también él comprendiera que merecía ser feliz. Con ella. Pero lo único que hizo fue menear la cabeza.
Media hora más tarde los tres galopaban por una pradera con algunos árboles. Chad iba en cabeza, y rezagados lo seguían Nick y ______.
Nick aminoró el ritmo de su montura hasta un paso tranquilo y ______ lo imitó, dejándole al pequeño libertad para disfrutar de los espacios abiertos mientras permaneciera a la vista. Anhelaba estar junto a él, aunque el tiempo que pasaran fuera en silencio y cargado de corrientes subterráneas de deseo y añoranza que Nick se negaba a reconocer.
El silencio no duró mucho.
-No tienes por qué quedarte atrás conmigo -comentó él con irritación.
-Y tú no tienes por qué ser tan gruñón -respondió con sonrisa insolente. Él apartó la mirada y no volvió a hablar-. ¿Te está molestando mucho la pierna? -preguntó ella para entablar conversación.
-No es nada -y como si quisiera demostrarlo, hizo que la yegua se pusiera a trotar en dirección a Chad.
______ meneó la cabeza con tristeza, convencida de que luego la pierna le iba a doler por el ejercicio. Pensó en unirse a los dos, pero dejó que cabalgaran juntos por última vez. Se mantuvo a cierta distancia y grabó en la memoria todo sobre Wyoming y el hombre del que se había enamorado.
Pasado un rato, Nick se acercó hasta el sitio donde ella los había estado observando desde el cobijo de la sombra de un árbol y detuvo el caballo a unos metros, con la mano apoyada en el muslo lesionado.
-¿Lo dejas ya? -preguntó Chad decepcionado.
-Solo me tomo un descanso -repuso con una mueca mientras se acomodaba en la silla-. ¿Por qué no intentas saltar ese seto bajo de allí? -sugirió para mantenerlo ocupado mientras le daba reposo a su pierna.
-Nunca antes he saltado -comentó Chad, mirando el seto de medio metro de altura con titubeos.
-Siempre hay una primera vez para todo, vaquero -indicó en un intento por desterrar los miedos del pequeño-. Mantén el cuerpo a ritmo con el caballo y hará el trabajo por ti. Ve a probarlo.
-De acuerdo -con vacilación, hizo girar a la yegua y estableció distancia suficiente para ganar el impulso que necesitaban para superar el obstáculo. Luego emprendió la carrera con la cara decidida.
-Sí, eso es -animó Nick mientras contemplaba al caballo y al jinete cruzar la pradera-. Que vaya más rápido.
Chad se inclinó sobre el animal y el corazón de ______ se aceleró ante la valiente proeza que iba a realizar.
-El chico es un jinete nato -alabó Nick cuando los dos se catapultaron por encima del seto.
El salto fue perfecto, haciendo que ______ se llenara de admiración, pero el aterrizaje careció de estabilidad. La pata izquierda de la yegua se posó sobre un agujero y el animal trastabilló. El movimiento brusco derribó a Chad. El pequeño voló por encima de la cabeza de la montura.
El grito aterrado que soltó atravesó a ______, quien miró paralizada de miedo mientras el niño aterrizaba doblado en el suelo.
-¡No! -aulló, como si esa única palabra tuviera el poder de detener la horrible escena que se desarrollaba ante ellos.
Nick soltó un juramento y en el acto espoleó a su caballo en dirección a la forma inmóvil de Chad. Bajó de un salto antes de que la yegua se detuviera y se arrodilló junto al pequeño al tiempo que le recorría el cuerpo con las manos en busca de alguna fractura.
______ se arrodilló al lado de Nick pero no se interpuso en su camino mientras lo inspeccionaba. Sintió pánico al ver el rostro pálido de Chad, la lentitud de su respiración.
-Vamos, Chad -susurró Nick con desesperación, comprobando si tenía alguna costilla rota. Al parecer satisfecho de que todo estaba bien, pasó a evaluarle los brazos y las piernas-. Háblame, hijo.
Chad ladeó la cabeza en la dirección de la voz y soltó un gemido angustiado. Abrió los ojos e hizo una mueca de dolor.
-El brazo -se quejó al intentar alzarlo hacia Nick-. Me duele mucho.
-Muy bien, vaquero, no lo muevas -musitó con un tono sosegado que contradecía el temor que mostraban sus facciones-. Quédate quieto mientras veo cómo está.
______ le acarició la mejilla con la intención de ofrecerle ánimo para distraerlo mientras Rafe investigaba la lesión.
Chad la miró sin la habitual chispa que exhibían sus ojos.
-Estuve a punto de conseguirlo -afirmó, decepcionado.
-Lo hiciste de maravilla -manifestó ella con una sonrisa-. Fue el caballo el que lo estropeó.
-La próxima vez saltaré sin caerme -indicó, y contuvo el aliento cuando Nick tocó un punto sensible.
-No habrá una próxima vez -intervino él con aspereza. La miró con expresión sombría.
-¿Qué sucede? -inquirió ______ dominada por la preocupación.
-Creo que se ha roto el brazo -se mesó el pelo con angustia-. Debemos llevarlo al médico.
Tres largas horas después, ______ y Nick regresaron de la consulta del doctor Kendall con el pequeño. Desde la muñeca hasta el codo llevaba el brazo en una escayola. Una radiografía mostró que se había roto el antebrazo. Aparte de unas magulladuras provocadas por la caída, el médico había diagnosticado que se hallaba en perfectas condiciones físicas.
Nick habló poco en el trayecto de regreso, aunque ______ sabía que la culpa lo carcomía. Anhelaba tranquilizarlo, hacer o decir algo que borrara esa expresión lúgubre que mostraba, pero no era el momento ni el lugar para sacar un tema que sin duda se convertiría en una discusión.
Desde la consulta ______ había llamado a Kristin y a James. Al llegar a casa los esperaban en el porche. Bajaron corriendo los escalones y en cuanto Chad salió del vehículo, Kristin se puso a consolarlo.
-Oh, cariño -le acarició el pelo con un instinto maternal tan natural y real como el amor que brillaba en sus ojos-. ¿Te duele mucho?
-Solo un poco -sonrió él, aunque no parecieron molestarle las atenciones.
-Bueno, entremos en la casa a ponerte cómodo -lo guió con suavidad hacia la mosquitera, con cuidado de no tocarle la escayola-. ¿Te apetece beber algo fresco? ¿Y quizá comer algunas galletitas?
-Sí, por favor -asintió Chad con entusiasmo.
James se quedó rezagado, con ojos preocupados mientras miraba a Nick y a ______.
-¿De verdad se encuentra bien?
Nick no dijo nada y apartó la vista.
-Sentirá algunos dolores por la caída, pero el doctor Kendall nos aseguró que se va a poner bien -______ siguió a James por los escalones-. No se ha hecho ningún daño permanente.
James posó la mano en el pomo de la puerta pero no la abrió. La sonrisa en su cara estaba llena de calor y gratitud.
-Sé que todavía no es nuestro, pero Kristin y yo no podemos evitar preocuparnos.
Las palabras llegaron al corazón de ______, deseosa ya de reunir a Chad con esas dos personas que lo amarían de forma incondicional.
-Preocuparse es lo que se supone que hacen los padres.
-Sí -convino James-. Y supongo que ésta no será la última vez que se caiga de un caballo. Yo he tenidos unas cuantas caídas en mi vida.
______ miró a Nick, apoyado en la barandilla del porche, con la vista clavada en la extensión de tierra que se abría ante el rancho. No parecía hallarse de humor para contribuir con algún comentario a la conversación.
-¿Por qué no vas a hablar con Chad? -sugirió, queriendo estar a solas con Nick - Estoy convencida de que tendrá ganas de compartir su excitante historia con vosotros. Nick y yo iremos dentro de unos momentos.
James los observó y asintió. Cuando desapareció en el interior de la casa, se acercó al hombre que empezaba a entender muy bien. Lo miró y pronunció las palabras que había deseado manifestar desde la caída de Chad.
-Sabes que no fue culpa tuya.
-¡Y un cuerno! -musitó con tono acalorado, avivando la angustia personal que ella detectaba en sus ojos-. Imaginaba que ya habría aprendido con Keith, pero soy tan agresivo y egoísta como mi padre.
-Eso no es verdad -afirmó ______ con vehemencia.
-¿No? -preguntó con furia y frustración.
-Fue un accidente, Nick.
-¡Que jamás habría sucedido si yo no lo hubiera instado a saltar ese seto! Aún no estaba preparado para ello. Pero yo insistí en que podía hacerlo. ¡Podría haberlo matado!
La culpa de Nick era algo tangible que la envolvió. Sintió un nudo duro y frío en el estómago e intentó atravesar el tormento que lo ahogaba.
-Tú no tuviste nada que ver. El caballo tropezó y Chad perdió el equilibrio.
-Todo sucedió por mí -la inmovilizó con la mirada-. Si no hubiera sido tan agresivo e impetuoso...
-¿Nick?
Ambos se volvieron al oír la voz de Chad. El niño se hallaba del otro lado de la mosquitera con angustia en los ojos. Kristin se acercó por detrás y apoyó con suavidad las manos en sus hombros en apoyo silencioso. Chad tragó saliva y se movió incómodo al sentir la atención de todos centrada en él.
-Al principio me asustaba saltar el seto -reconoció con voz titubeante-. Pero lo hice porque de verdad me apetecía, no porque tú me lo indicaras.
Nick giró la cabeza y cerró los ojos, como si no fuera capaz de creerle.
-Yo decidí realizar el salto -continuó el pequeño-. Y nadie es culpable por lo que me pasó. ______ tiene razón. La caída fue un accidente.
Ella aguardó que las palabras sinceras de Chad surtieran efecto en él, que lo ayudaran a comprender que el pasado no tenía nada que ver con lo sucedido aquel día.
Nick miró a Chad y luego a ______, con incertidumbre... necesitando creer lo que había oído, creer en sí mismo. Ella lo vio vacilar, pero al final algo lo contuvo. Emitió un sonido bajo y frustrado, se pasó la mano por la cara, dio media vuelta y abandonó el porche.
______ dobló unos vaqueros y los guardó en la maleta abierta que había sobre la cama en la que había dormido la última semana. En una hora Chad y ella irían de camino al aeropuerto.
Con cierto optimismo pensó que al menos Chad volvería, verdaderamente feliz porque su deseo de Comienzos Brillantes se convirtiera en un sueño hecho realidad. Merecía formar parte de una familia cariñosa, y ______ no podía pedir padres más entregados que Kristin y James.
Contuvo un bostezo, con la mente centrada en la única tarea antes de irse de Cedar Creek. Una misión que predeciría su futuro. Había pasado una noche agitada, dando vueltas, tratando de pensar qué iba a hacer con sus sentimientos. Jamás había esperado enamorarse durante una semana de vacaciones en Wyoming, aunque no cabía duda de que era eso lo que había pasado. Seguro que su madre quedaría consternada al enterarse de que su única hija le había entregado el corazón a un vaquero que criaba caballos en vez de a uno de los médicos o abogados que le había presentado. Pero a ______ no le interesaba el rango social.
Todos esos hombres la habían dejado fría y habían considerado Comienzos Brillantes como un pasatiempo. Ella disponía del respeto de Nick. Lo único que le faltaba era su amor.
A pesar de que él le había dicho que Wyoming no era su sitio, había descubierto algo importante en Cedar Creek y no podía soslayar el tirón importante de su corazón.
Había encontrado el amor y el cuento de hadas que había estado buscando, y todo empezaba y terminaba en Nick. Cerró la maleta y en silencio reconoció que no era un hombre fácil de amar. Pero a pesar de su hosquedad y actitud distante, sabía que sentía algo por ella. La noche en que hicieron el amor le mostró otra faceta, dándole una visión de ternura, risa y estimulante posesión masculina. Anhelaba tener a ese hombre, y más.
Fue a comprobar que Chad se hallaba en la cocina comiendo unas tortitas con
Kristin y James, que habían ido aquella mañana para pasar un rato con el niño; a pesar de que para la pareja resultaba difícil su marcha, se sentía aliviada al saber que no tardaría en producirse una reunión. Solo le quedaba una cosa por hacer... arriesgar el corazón y esperar que su amor pudiera establecer una diferencia con Nick.
-Llevas aquí toda la mañana. ¿Es que no pensabas despedirte?
Nick escuchó el sonido de la voz dulce y suave de ______ y se volvió desde el extremo del pasillo del establo. Hacía rato que había terminado los quehaceres de la mañana, y había pasado la última hora debatiendo si volver o no a la casa para estar con Chad y ella antes de que partieran al aeropuerto. Pero al saber que Kristin y James apuraban los últimos minutos con el pequeño, decidió mantenerse alejado. Había sido una excusa conveniente, pero la verdad se hallaba enmarañada en sus sentimientos por la mujer que tenía delante. Aún debía darle coherencia a sus emociones. Carraspeó y preguntó:
-¿Ya os vais?
-Aún no -se acercó despacio-. Quería darte las gracias por conceder el deseo de
Chad y ser su héroe. Tu generosidad ha cambiado a mejor su vida.
Él no quería la gratitud de ______. Quería... demonios, ya no lo sabía. Se sentía confuso e irritable y anhelaba cosas que no podía buscar en su vida aislada. Sin embargo, estaba convencido de que ese no era lugar para ella, menos aún cuando tenía tanto que ofrecerle a los niños huérfanos con los que trabajaba y sus padres ricos esperaban una pareja más adecuada para su única hija.
______ respiró hondo sin apartar la vista de sus ojos.
-Antes de irme, hay algo que necesito decirte.
-¿Qué? -metió las manos en los bolsillos delanteros de los vaqueros.
-Te amo -expuso con sencillez.
Sus palabras lo dejaron momentáneamente sin habla. El impacto al final dio paso a la negación y la miró con el ceño fruncido en un intento por situar todo en perspectiva.
-No puedes amarme.
-¿Por qué no? -musitó con algo de humor, aunque no había nada divertido en la situación. Cruzó la distancia que los separaba y apoyó una mano en su pecho-. ¿Acaso porque crees que no se te puede amar?
Él le tomó la muñeca pero no pudo soportar la idea de apartarla.
-______... -el nombre escapó de sus labios en una advertencia hosca.
Ella se acercó más y lo envolvió en su aroma ligero y femenino.
-Solo tendrías que pedirme que me quedara aquí contigo y lo haría.
-Eso es imposible -gimió desesperado-, y ambos lo sabemos.
-¿Por qué es tan imposible? -ladeó la cabeza.
-Porque tú tienes Comienzos Brillantes y yo solo te frenaría -respondió-. Jamás te pediría que dejaras tu trabajo.
-¿Y quién dijo que lo haría? Lo maravilloso de Comienzos Brillantes es que puedo dirigir la fundación desde cualquier parte -bajó la mano y suspiró-. He pensado en ello toda la noche, Nick, y estoy dispuesta a trabajar con las agencias de adopción de esta zona para poder estar contigo.
«Para poder estar contigo». El tragó saliva, abrumado por su disposición a sacrificar tanto por él y, al mismo tiempo, ofrecerle su fe y confianza completas. Pero no podía soslayar las dudas que lo carcomían. ______ merecía algo mejor que él.
-Piensas que estás enamorada de mí, pero yo no busco una esposa y no tengo planes para tener jamás una familia propia. Creo que con mis actos de ayer con Chad demostré que he heredado las tendencias más duras y agresivas de mi padre.
-Lo único de lo que eres culpable es de creerte capaz de herir a un niño o a otra persona -arguyó ella-. Lo que sucedió con Keith fue un desafortunado accidente. Lo mismo con Chad. No te pareces en nada a tu padre, Nick.
-Sí, bueno, pero no estoy dispuesto a arriesgar el bienestar emocional de un niño para averiguarlo -plantó las manos en las caderas e hizo acopio de la voluntad para pronunciar las palabras que desterrarían a esa mujer de su vida, pero no de su corazón-. No te quiero aquí, ______ -espetó, y la mentira lo atravesó como un cuchillo.
Los ojos de ella se humedecieron, pero al instante alzó esa obstinada barbilla.
-Lo que compartimos la otra noche, ¿no significó nada para ti?
No fue capaz de decir que no, de modo que meneó la cabeza.
-Lo siento -«por herirte, y por amarte cuando no tengo derecho a ello».
-Maldito seas, Nick -soltó ella llena de frustración. Entonces la determinación se reflejó en sus ojos y se acercó a él. Antes de que pudiera adivinar lo que iba a hacer, le rodeó el cuello con los brazos y atrajo su boca a la suya. El cuerpo se le se puso rígido; alargó las manos y la tomó por las caderas en un intento de frenar ese ataque sensual. ______ se aferró a él, separando los labios cálidos para profundizar el beso. Incapaz de resistir, cedió a ese abrazo final y tomó con codicia lo que ella le ofrecía, necesitando ese último beso para sobrevivir toda la vida.
Demasiado pronto ella se apartó y él la dejó ir.
-No te creo, Nick -susurró, mirándolo con esperanza-. Pero me iré, si eso es lo que de verdad quieres.
-Lo es -logró balbucir. Se odió por infligirle tanto dolor a la mujer de la que se había enamorado pero que nunca haría suya. No tenía nada importante que ofrecerle-. No soy un héroe, ______ -cerró las manos a los costados para evitar tocarla una última vez-. Te lo dije desde el principio y sigue siendo verdad. Vuelve a California, lugar al que perteneces.

Espero que lo disfruten chicas, muchas gracias por sus lindos comentarios, besitos y nos leemos en el próximo capítulo... ya quedan pocos :( un abrazo!!!

ahhh Nicholas que cabezota eres!!!
Pobre de Chad!! Pero tendra papás muy pronto!!
Siguela!!

oh dios ojala y no la deje ir siguela quiero mas capitulos me fascino el capitulo siguela yaaaaaaaaaa

owww noooo quedan pocos :( noo!!! la verdad nick es taaann tosco agggggh me dan ganas de darle una cachetada para que reaccione y para hacerlo sentir mejor un Beso jajajaj ay dios estoy exasperada jaaj ...y dicen que las mujerres somos complicadas aja y que me dicen ustedes ehh ehhh?? jajaj les doy un buen ejemplo y perdon por no psar y comentar la nove jejej sorry!!! :oops: jajaj bueno eso Besooos y te quiero!!!