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Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
O W N :: Archivos :: Novelas Terminadas
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Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
omj OMJ OMJ y más OMJ
Ahhhhhh Nick tan hermosos como siempre
Es mi héroe simplemente lo amo!!
Pero...el no se convertirá en vampiro???
No se supone que cuando muerden a alguien lo
Transforman??? Hehehehe me alegra saber que Simón
Sigue vivo eso es maravilloso
Y ahhhhh la rayis fue meta valiente al enfrentar a Valentine
Pero y ahora que va a a pasar!! Obviamente no puede morir
No no no y noooo
Ahhhhh plis siguela ya!!!
Y wiiiii si ya te vi en Twitter eso es genial :D
Ahhhhhh Nick tan hermosos como siempre
Es mi héroe simplemente lo amo!!
Pero...el no se convertirá en vampiro???
No se supone que cuando muerden a alguien lo
Transforman??? Hehehehe me alegra saber que Simón
Sigue vivo eso es maravilloso
Y ahhhhh la rayis fue meta valiente al enfrentar a Valentine
Pero y ahora que va a a pasar!! Obviamente no puede morir
No no no y noooo
Ahhhhh plis siguela ya!!!
Y wiiiii si ya te vi en Twitter eso es genial :D
Karli Jonas
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
wiiiiii pág. Nueva!!! :)
Karli Jonas
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:ohhhhh Nicholas salvo a Simon!!!!!!!!!!!!!! :lloro:
ahhhh que alegria aunque eso casi le cuesta la muerte!!!
maldito Valentine es tan gghhdgrgrhfh :¬¬:
lo quiero matar :twisted:
y que le pasara a la rayiz?? :suspect:
ya quiero saber que hizo Valentine para que
Fueran especial ella y Nicholas
siguela!!!!!!!!!
:wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut: :wut:
Si Simón esta vivo! *.*
Lo sé, odiamos a Valentine! :¬¬:
JAJAJAJAJAJ Yo te ayudo a Matar a Valentine! :roll: #TeamAntiValentine
Ya vemos que sucede con la rayiz! :D
Pronto averiguaras eso! ;)
:) Ya la sigo!
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
chelis escribió:FUE SU MAAAMAAAAA??????!!!
AAAAAAAII UNA DISCULPAA POR NO COMENTAR ANTES!!!!.. JEJEJE ES QUE COMO EMPESARON LAS POSADAS!!!..... PUES TENGO QUE IIIRRR POR DULCES, PONCHE.... MAS DULCES..... Y MAS PONCHEEEE!!!!
JEJEJEJE PERO YA ESTOY AL COOORRRIENTEEEE!!!!!!
AAAAAAAAHHHHH!!!! NICK SALVO A SIMOOONNN!!!.... PERO POR QUE VALENTINE DIJO QUE FUE UN ERROORRR!!!!!... QUE CONTIENE LA SANGRE DE NICK?????......
No te preocupes! ;) Lo importante es que ya estas aquí!
Sip, Simón esta vivo!
:wut: :wut: :wut: :wut:
Pronto verás a que se refiere eso! :roll:
Bueno en el siguiente libro! :fiu:
:) Ya la sigo!
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió: :lloro: mas!!!!!
:) Ya la sigo!
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
Karli Jonas escribió:omj OMJ OMJ y más OMJ
Ahhhhhh Nick tan hermosos como siempre
Es mi héroe simplemente lo amo!!
Pero...el no se convertirá en vampiro???
No se supone que cuando muerden a alguien lo
Transforman??? Hehehehe me alegra saber que Simón
Sigue vivo eso es maravilloso
Y ahhhhh la rayis fue meta valiente al enfrentar a Valentine
Pero y ahora que va a a pasar!! Obviamente no puede morir
No no no y noooo
Ahhhhh plis siguela ya!!!
Y wiiiii si ya te vi en Twitter eso es genial :D
:) Sip el Nicho :(L): es un amor como siempre! *.*
JAJAJAJA es mi héroe también! :twisted:
Nop, al Nicho no le pasara nada... pero si va a haber consecuencias de eso!....
Si, la rayiz es tan valiente, ahora veremos que sucede con todo esto! ;)
:) Ya la sigo!
Nos leemos luego por Twitter! ;)
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
Chicas les pondré, la última parte del capitulo & un muuy, muuuuy
largo epilogo! ;)
:) Ya la sigo!
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• DIESIRAE - CAPITULO 19 (Parte 3) •
____(tn) recuperó el conocimiento oyendo voces a su alrededor y con luces brillándole en los ojos. Estaba tumbada sobre la espalda encima de la plataforma de la camioneta de Luke. El cielo gris daba vueltas sobre su cabeza. Podía oler el agua del río alrededor, mezclada con el olor a humo y sangre. Rostros blancos flotaban sobre ella igual que globos sujetos a cordeles, pero fueron aclarándose poco a poco cuando pestañeó.
Luke. Y Simon. Ambos la contemplaban con expresiones de ansiosa inquietud. Por un momento pensó que los cabellos de Luke se habían vuelto blancos; luego, pestañeando, comprendió que estaban cubiertos de cenizas. De hecho, también lo estaba el aire, que incluso sabía a ceniza, y su ropa y su piel estaban surcados de mugre negruzca.
Tosió, notando sabor a cenizas en la boca.
—¿Dónde está Nicholas?
—Está…
Los ojos de Simon se dirigieron hacia Luke, Y ____(tn) sintió que se le contraía el corazón.
—Está bien, ¿verdad? —inquirió; intentó incorporarse y un fuerte dolor le recorrió la cabeza—. ¿Dónde está? ¿Dónde está?
—Estoy aquí.
Nicholas apareció en el borde de su campo visual, con el rostro en sombras. Se arrodilló junto a ella.
—Lo siento. Debería haber estado aquí cuando despertaste. Es sólo que…
La voz se le quebró.
—¿Es sólo qué?
Le miró fijamente; iluminado por detrás por la luz de las estrellas, sus cabellos eran más plateados que dorados, y los ojos parecían desprovistos de color. Tenía la piel surcada de negro y gris.
—Pensaba que tú también estabas muerta —dijo Luke, y se puso en pie con brusquedad.
Miraba a lo lejos, al río, a algo que ____(tn) no podía ver. El cuello estaba lleno de volutas de humo negro y rojo, como si estuviera en llamas.
—¿Muerta también? ¿Quién más…?
Se interrumpió cuando un dolor nauseabundo se apoderó de ella. Nicholas vio su expresión y metió la mano en el bolsillo para sacar su estela.
—Quédate quieta, ____(tn).
Sintió un dolor abrasador en el antebrazo, y a continuación la cabeza se le empezó a despejar. Se incorporó y vio que estaba sentada sobre una tabla húmeda empujada contra la parte posterior de la cabina de la furgoneta. La plataforma estaba cubierta de varios centímetros de agua mezclada con volutas de ceniza que caían del cielo como una fina lluvia negra.
Echó una ojeada a la parte interior del brazo donde Nicholas había dibujado una Marca curativa. La debilidad que sentía empezaba ya a retirarse, como si la hubiesen puesto una inyección de energía en las venas.
Antes de apartarse, el muchacho resiguió con los dedos la línea del iratze que le había dibujado en el brazo. La mano tenía un tacto tan frío y húmedo como la piel de ____(tn). El resto del él también estaba mojado; tenía los cabellos húmedos y las ropas empapadas pegadas al cuerpo.
____(tn) notaba un sabor acre en la boca, como si hubiese lamido el fondo de un cenicero.
—¿Qué ha sucedido? ¿Ha habido un incendio?
Nicholas echó una ojeada en dirección a Luke, que tenía la vista fija en el oscilante río negro y gris. El agua estaba salpicada aquí y allí de pequeñas embarcaciones, pero no había ni rastro del barco de Valentine.
—Sí —contestó—, el barco de Valentine se ha quemado hasta la línea de flotación. No queda nada.
—¿Dónde está todo el mundo?
____(tn) miró a Simon, que era el único de ellos que estaba seco. Había un tenue tinte verdoso en su piel, ya de por sí pálida, como si estuviese enfermo o febril.
—¿Dónde están Isabelle y Alec?
—Están en una de las embarcaciones de los cazadores de sombras. Están perfectamente.
—¿Y Magnus? —Torció el cuerpo para mirar al interior de la cabina de la furgoneta, pero estaba vacía.
—Se está ocupando de algunos de los cazadores de sombras; de los más gravemente heridos —respondió Luke.
—Pero ¿todo el mundo está bien? Alec, Isabelle, Maia… Están todos bien, ¿verdad? — A ____(tn), su voz le resonó débil y apagada en sus propios oídos.
—Isabelle está herida —explicó Luke—. Y también Robert Lightwood. Necesitará bastante tiempo para curar. Muchos de los otros cazadores de sombras, incluidos Malik e Imogen, están muertos. Ha sido una batalla muy dura, ____(tn), no nos ha ido bien. Valentine ha desaparecido. También la Espada. El Cónclave ha quedado destrozado. No sé…
Se interrumpió. ____(tn) le miró con fijeza. Había algo en su voz que la asustó.
—Lo siento —se disculpó— Esto ha sido culpa mía. Si yo no hubiese…
—Si tú no hubieses hecho lo que hiciste, Valentine habría matado a todo el mundo en el barco —replicó Nicholas con ferocidad—. Eres lo único que ha impedido que esto fuese una masacre.
____(tn) le contempló boquiabierta.
—¿Te refieres a lo que hice con la runa?
—Hiciste pedazos el barco —explicó Luke—. Cada perno, cada remache, cualquier cosa que hubiese podido mantenerlo único, se partió. Todo él se hizo pedazos de golpe. Los tanques de petróleo también reventaron. La mayoría de nosotros apenas tuvo tiempo de salir al agua antes de que todo empezara a arder. Nadie ha visto nunca nada parecido a lo que has hecho.
—¡Vaya! —exclamó ella con un hilo de voz—. ¿Resultó alguien…? ¿Hice daño a alguien?
—Bastantes de los demonios se ahogaron cuando el barco se hundió —contestó Nicholas—. Pero ninguno de los cazadores de sombras resultó herido, no.
—¿Salieron a nado?
—Nos rescataron. Las ondinas nos han sacado a todos del agua.
____(tn) pensó en las manos del agua, en la canción increíblemente dulce que la había rodeado. Así que no había sido su madre después de todo.
—¿Te refieres a las hadas acuáticas?
—La reina de la corte seelie ha cumplido su palabra, a su modo —repuso Nicholas—. Lo cierto es que nos prometió la ayuda que estuviera en su poder.
—Pero ¿cómo…?
«¿Cómo lo supo?», estuvo a punto de decir ____(tn), pero pensó en los ojos sabios y astutos de la reina y en Nicholas arrojando aquel pedazo de papel blanco al agua en la playa de Red Hook y decidió no preguntar.
—Las embarcaciones de los cazadores de sombras empiezan a moverse —avisó Simon, mirando en dirección al río—. Supongo que ya han recogido a todos los que han podido.
—Bien. —Luke irguió los hombros—. Es hora de ponerse en marcha.
Marchó lentamente hacia la cabina del vehículo; cojeaba, aunque parecía estar en su mayor parte ileso.
Se colocó en el asiento del conductor, y un momento después el motor de la furgoneta volvía a ponerse en marcha. Partieron, rozando la superficie del agua, con las gotas que las ruedas lanzaban al aire capturando el gris plateado del cielo, que empezaba a iluminarse.
—Esto es fantástico —exclamó Simon—. Sigo esperando que la furgoneta empiece a hundirse.
—No puedo creer que después de pasar por lo que hemos pasado pienses que esto es precisamente lo fantástico —replicó Nicholas, pero no había malicia en el tono y tampoco irritación; sonó sólo muy, muy cansado.
—¿Qué les sucederá a los Lightwood? —preguntó ____(tn)—. Después de todo lo que ha sucedido… la Clave…
Nicholas se encogió de hombros.
—La Clave actúa en modos misteriosos. No sé qué harán. Pero estarán muy interesados en ti. Y en lo que puedes hacer.
Simon profirió un sonido. ____(tn) pensó que era un ruido de protesta, pero cuando le miró con más atención, vio que estaba más verdoso que nunca.
—¿Qué te pasa, Simon?
—Es el río —respondió éste—. El agua corriente no es buena para los vampiros. Es pura, y… nosotros no.
—El East River no es precisamente puro —comentó ____(tn), pero alargó la mano y le tocó el brazo con dulzura, y él sonrió—. ¿No te caíste al agua cuando el barco se hizo pedazos?
—No. Había un pedazo de metal flotando en el agua y Nicholas me arrojó sobre él. He permanecido fuera del río.
____(tn) miró por encima del hombro a Nicholas. Podía verle con algo más de claridad ahora; la oscuridad se desvanecía.
—Gracias —dijo—. ¿Crees que…?
Él enarcó las cejas.
—¿Qué?
—¿…que Valentine podría haberse ahogado?
—Nunca creas que el malo está muerto hasta que veas su cadáver —advirtió Simon—. Eso lleva al infortunio y a emboscadas sorpresa.
—No te equivocas —indicó Nicholas—. Mi suposición es que no está muerto. De lo contrario habríamos encontrado los Instrumentos Mortales.
—¿Puede seguir adelante la Clave sin ellos tanto si Valentine está vivo como si no? —quiso saber ____(tn).
—La Clave siempre sigue adelante —repuso Nicholas—. Eso es todo lo que sabe hacer. —Volvió el rostro hacia el horizonte—. El sol está saliendo.
Simon se quedó rígido. Por un momento, ____(tn) le contempló con sorpresa y luego con espanto. Se volvió para seguir la mirada de Nicholas. Tenía razón; el horizonte oriental era una mancha de color rojo sangre que se extendía desde un disco dorado. ____(tn) pudo ver el primer reborde del sol tiñendo el agua con sobrenaturales tonalidades de verde, escarlata y dorado.
—¡No! —musitó.
Nicholas la miró con sorpresa, y luego a Simon, que estaba sentado totalmente inmóvil, contemplando fijamente el sol que se alzaba igual que un ratón atrapado mirando a un gato. Nicholas se puso en pie a toda prisa y se dirigió a la cabina de la furgoneta. Habló en voz baja. ____(tn) vió que Luke volvía la cabeza para mirarla a ella y a Simon, y luego miraba otra vez a Nicholas. Asintió con la cabeza.
La camioneta dio un bandazo al frente. Luke debía de haber apretado a fondo el acelerador. ____(tn) alargó las manos hacia el costado del vehículo para sujetarse. En la parte delantera, Nicholas le gritaba a Luke que tenía que existir algún modo de conseguir que aquella condenada cosa fuera más de prisa, pero ____(tn) sabía que jamás conseguirían dejar atrás el amanecer.
—Tiene que haber algo —dijo Simon.
No podía creer que en menos de cinco minutos hubiese pasado del alivio incrédulo al terror incrédulo.
—Podríamos taparte, tal vez, con nuestras ropas…
Simon seguía con la vista fija en el sol, lívido.
—Un montón de andrajos no servirá —contestó—. Raphael me lo explicó; hacen falta paredes para protegernos de la luz del sol. Penetra a través de la tela.
—Pero tiene que haber algo…
—____(tn). —La joven pudo verle con claridad, en la luz gris que precede al amanecer. Simon le tendió las manos—. Ven aquí.
Se dejó caer junto a él, intentando cubrir tanto de su cuerpo como podía con el suyo propio. Sabía que era inútil. Cuando el sol le tocara, se convertiría en cenizas.
Permanecieron sentados durante un momento en total inmovilidad, abrazados. ____(tn) podía sentir cómo ascendía y descendía el pecho de su amigo; lo hacía debido a la costumbre, se recordó, no por necesidad. Quizá ya no respirada, pero todavía podía morir.
—No te dejaré morir —afirmó ella.
—No creo que tengas elección. —____(tn) notó que él sonreía—. No pensaba que pudiera volver a ver el sol otra vez —siguió él—. Supongo que me equivocaba.
—Simon…
Nicholas gritó algo. ____(tn) alzó la vista. El cielo estaba inundado de luz rosada, igual que tinte vertido en agua transparente. Simon se tensó debajo de ella.
—Te amo —dijo Simon—. Jamás he amado a nadie excepto a ti.
Hilos de oro surcaron el cielo rosado como vetas doradas en un mármol caro. El agua resplandeció luminosa y Simon se quedó rígido, con la cabeza echada hacia atrás, mientras los ojos abiertos se le llenaban de un color dorado, igual que si un líquido fundido se alzara en un interior. Líneas negras empezaron a aparecerle en la piel igual que grietas en una estatua destrozada.
—¡Simon! —chilló ____(tn).
Alargó los brazos para cogerle, pero sintió que tiraban de ella hacia atrás; era Nicholas, que la aferraba por los hombros. Intentó desasirse, pero él la sujetó con fuerza; le decía algo al oído, una y otra vez, y sólo transcurridos unos instantes ____(tn) empezó a comprender lo que decía.
—____(tn), mira. Mira.
—¡No!
Se llevó las manos a la cara a toda velocidad y notó el gusto amargo del agua del suelo de la plataforma de la furgoneta en las palmas. Era salado, como las lágrimas.
—No quiero mirar. No quiero…
—____(tn).
Nicholas la cogió por las muñecas y le apartó las manos de la cara. La luz del amanecer le hirió los ojos.
—Mira.
Miró. Y oyó cómo su propia respiración le silbaba áspera en los pulmones al lanzar un grito ahogado. Simon estaba sentado muy erguido en la parte trasera de la furgoneta, en la zona bañada por la luz del sol, boquiabierto y contemplándose con asombro. El sol bailaba en el agua detrás de él, y los extremos de sus cabellos centelleaban como el oro. No se había consumido ni convertido en cenizas, sino que permanecía sentado bajo la luz solar, y la pálida piel de rostro, de los brazos y de las manos estaba totalmente indemne.
Fuera del Instituto, anochecía. El tenue color rojo de la puesta de sol penetraba por las ventanas del dormitorio de Nicholas mientras éste contemplaba fijamente el montón que formaban sus pertenencias sobre la cama. El montón era mucho más pequeño de lo que había pensando que sería. Siete años enteros de su vida pasados en ese lugar, y eso era todo lo que había acumulado: media bolsa de lona llena de ropa, una pequeña pila de libros y unas cuantas armas.
Había estado pensando en si debería llevarse las pocas cosas que había salvado de la casa solariega de Idris cuando se marchara esa noche. Magnus le había devuelto el anillo de plata de su padre, que él ya no se sentía a gusto llevando, y que le colgaba alrededor del cuello de un pedazo de cadena. Al final había decidido cogerlo todo. No tenía sentido dejar nada suyo en aquel lugar.
Estaba llenando la bolsa de ropa cuando llamaron a la puerta. Fue a abrir, esperando ver a Alec o a Isabelle.
Era Maryse. Vestía un austero vestido negro y llevaba el pelo totalmente recogido detrás de la cabeza. Parecía mayor de lo que recordaba. Dos profundas líneas le descendían de las comisuras de los labios hasta el mentón. Únicamente los ojos tenían algo de color.
—Nicholas —dijo—. ¿Puedo entrar?
—Puedes hacer lo que quieras —repuso él, regresando a la cama—. Es tu casa. —Agarró un puñado de camisetas y las metió en la bolsa de lona con una fuerza posiblemente innecesaria.
—En realidad es la casa de la Clave —repuso Maryse— Nosotros sólo somos sus guardianes.
Nicholas metió libros en la bolsa.
—Lo que sea.
—¿Qué haces?
Si Nicholas no hubiese sabido que eso era imposible, hubiera pensado que la voz le temblaba ligeramente.
—Estoy recogiendo mis cosas —respondió—. Es lo que la gente acostumbra a hacer cuando se va.
Maryse palideció.
—No te vayas —dijo—. Si quieres quedarte…
—No quiero quedarme. No pertenezco a este lugar.
—¿Adónde iras?
—A casa de Luke —respondió él, y vio que ella se estremecía—. Durante un tiempo. Después de eso, no lo sé. Quizá a Idris.
—¿Es ahí donde crees que perteneces? —Había una dolorida tristeza en su voz.
Por un momento Nicholas interrumpió su tarea y miró fijamente la bolsa.
—No sé a dónde pertenezco.
—Tu lugar está con tu familia. —Maryse dio un vacilante paso al frente—. Con nosotros.
—Me echaste. —Nicholas oyó la aspereza de su propia voz, e intentó suavizarla—. Lo siento — añadió, volviéndose para mirarla—. Siento todo lo que ha sucedido. Pero no me querías antes, y no puedo imaginar que me quieras ahora. Robert estará enfermo durante un tiempo; tendrás que ocuparte de él. Yo no haré más que estorbar.
—¿Estorbar? —Sonó incrédula—. Robert quiere verte, Nicholas…
—Lo dudo.
—¿Qué hay de Alec? Isabelle, Max… Ellos te necesitan. Si tú no me crees cuando digo que quiero que te quedes… y no me extrañaría si no lo hicieras… debes saber que ellos sí te quieren. Hemos pasado una mala época, Nicholas. No les hagas más daño del que ya han sufrido.
—Eso no es justo.
—No te culpo si me odias. —La voz de Maryse sí que temblaba, y Nicholas giró en redondo para mirarla fijamente con sorpresa—. Pero todo lo que hice… incluso echarte… y tratarte como lo hice, fue para protegerte. Y porque tenía miedo.
—¿Me tenías miedo?
Ella asintió.
—Bueno, eso sí que me hace sentir mucho mejor.
Maryse inspiró profundamente.
—Pensaba que me partirías el corazón como hizo Valentine —continuó—. Tú fuiste lo primero que quise, ¿sabes?, después de él, que no tenía mi propia sangre. La primera criatura viva. Y eres simplemente un niño…
—Tú pensabas que yo era otra persona.
—No siempre he sabido exactamente quién eres. Desde la primera vez que te vi bajando del barco procedente de Idris, cuando tenías diez años; te metiste en mi corazón igual que hicieron mis propios hijos cuando nacieron. —Meneó la cabeza—. No puedes comprenderlo. Nunca has sido padre. Uno jamás ama nada como ama a sus hijos. Y nada puede hacerte enfadar más.
—Sí que noté la parte del enfado —repuso Nicholas, tras una pausa.
—No espero que me perdones —repuso Maryse—. Pero si quisieras quedarte por Isabelle y Alec y Max te estaría muy agradecida…
Fueron las palabras equivocadas.
—No quiero tu gratitud —replicó Nicholas, y se volvió de nuevo hacia la bolsa de lona.
Ya no quedaba nada que meter en ella. Cerró la cremallera.
— A la claire fontaine —entonó Maryse—, m’en allent promener.
Nicholas la miró sorprendido.
—¿Qué?
— Il y a longtemps que je t’aime. Jamais je ne t’oublierai… Es la antigua balada francesa que yo les cantaba a Alec y a Isabelle. Aquella sobre la que me preguntaste.
En aquel momento —había muy poca luz en la habitación y en la penumbra— Maryse le miró casi como lo había hecho cuando él tenía diez años, como si ella no hubiese cambiado en absoluto en los últimos siete años. Tenía un aspecto severo y preocupado, ansioso… y esperanzado. Tenía el aspecto de la única madre que había conocido jamás.
—Te equivocas al decir que nunca te la canté —dijo ella—. Es sólo que nunca me oíste.
Nicholas no dijo nada, pero alargó la mano y abrió de un tirón la cremallera de la bolsa de lona, dejando que sus pertenencias se derramaran sobre la cama.
Luke. Y Simon. Ambos la contemplaban con expresiones de ansiosa inquietud. Por un momento pensó que los cabellos de Luke se habían vuelto blancos; luego, pestañeando, comprendió que estaban cubiertos de cenizas. De hecho, también lo estaba el aire, que incluso sabía a ceniza, y su ropa y su piel estaban surcados de mugre negruzca.
Tosió, notando sabor a cenizas en la boca.
—¿Dónde está Nicholas?
—Está…
Los ojos de Simon se dirigieron hacia Luke, Y ____(tn) sintió que se le contraía el corazón.
—Está bien, ¿verdad? —inquirió; intentó incorporarse y un fuerte dolor le recorrió la cabeza—. ¿Dónde está? ¿Dónde está?
—Estoy aquí.
Nicholas apareció en el borde de su campo visual, con el rostro en sombras. Se arrodilló junto a ella.
—Lo siento. Debería haber estado aquí cuando despertaste. Es sólo que…
La voz se le quebró.
—¿Es sólo qué?
Le miró fijamente; iluminado por detrás por la luz de las estrellas, sus cabellos eran más plateados que dorados, y los ojos parecían desprovistos de color. Tenía la piel surcada de negro y gris.
—Pensaba que tú también estabas muerta —dijo Luke, y se puso en pie con brusquedad.
Miraba a lo lejos, al río, a algo que ____(tn) no podía ver. El cuello estaba lleno de volutas de humo negro y rojo, como si estuviera en llamas.
—¿Muerta también? ¿Quién más…?
Se interrumpió cuando un dolor nauseabundo se apoderó de ella. Nicholas vio su expresión y metió la mano en el bolsillo para sacar su estela.
—Quédate quieta, ____(tn).
Sintió un dolor abrasador en el antebrazo, y a continuación la cabeza se le empezó a despejar. Se incorporó y vio que estaba sentada sobre una tabla húmeda empujada contra la parte posterior de la cabina de la furgoneta. La plataforma estaba cubierta de varios centímetros de agua mezclada con volutas de ceniza que caían del cielo como una fina lluvia negra.
Echó una ojeada a la parte interior del brazo donde Nicholas había dibujado una Marca curativa. La debilidad que sentía empezaba ya a retirarse, como si la hubiesen puesto una inyección de energía en las venas.
Antes de apartarse, el muchacho resiguió con los dedos la línea del iratze que le había dibujado en el brazo. La mano tenía un tacto tan frío y húmedo como la piel de ____(tn). El resto del él también estaba mojado; tenía los cabellos húmedos y las ropas empapadas pegadas al cuerpo.
____(tn) notaba un sabor acre en la boca, como si hubiese lamido el fondo de un cenicero.
—¿Qué ha sucedido? ¿Ha habido un incendio?
Nicholas echó una ojeada en dirección a Luke, que tenía la vista fija en el oscilante río negro y gris. El agua estaba salpicada aquí y allí de pequeñas embarcaciones, pero no había ni rastro del barco de Valentine.
—Sí —contestó—, el barco de Valentine se ha quemado hasta la línea de flotación. No queda nada.
—¿Dónde está todo el mundo?
____(tn) miró a Simon, que era el único de ellos que estaba seco. Había un tenue tinte verdoso en su piel, ya de por sí pálida, como si estuviese enfermo o febril.
—¿Dónde están Isabelle y Alec?
—Están en una de las embarcaciones de los cazadores de sombras. Están perfectamente.
—¿Y Magnus? —Torció el cuerpo para mirar al interior de la cabina de la furgoneta, pero estaba vacía.
—Se está ocupando de algunos de los cazadores de sombras; de los más gravemente heridos —respondió Luke.
—Pero ¿todo el mundo está bien? Alec, Isabelle, Maia… Están todos bien, ¿verdad? — A ____(tn), su voz le resonó débil y apagada en sus propios oídos.
—Isabelle está herida —explicó Luke—. Y también Robert Lightwood. Necesitará bastante tiempo para curar. Muchos de los otros cazadores de sombras, incluidos Malik e Imogen, están muertos. Ha sido una batalla muy dura, ____(tn), no nos ha ido bien. Valentine ha desaparecido. También la Espada. El Cónclave ha quedado destrozado. No sé…
Se interrumpió. ____(tn) le miró con fijeza. Había algo en su voz que la asustó.
—Lo siento —se disculpó— Esto ha sido culpa mía. Si yo no hubiese…
—Si tú no hubieses hecho lo que hiciste, Valentine habría matado a todo el mundo en el barco —replicó Nicholas con ferocidad—. Eres lo único que ha impedido que esto fuese una masacre.
____(tn) le contempló boquiabierta.
—¿Te refieres a lo que hice con la runa?
—Hiciste pedazos el barco —explicó Luke—. Cada perno, cada remache, cualquier cosa que hubiese podido mantenerlo único, se partió. Todo él se hizo pedazos de golpe. Los tanques de petróleo también reventaron. La mayoría de nosotros apenas tuvo tiempo de salir al agua antes de que todo empezara a arder. Nadie ha visto nunca nada parecido a lo que has hecho.
—¡Vaya! —exclamó ella con un hilo de voz—. ¿Resultó alguien…? ¿Hice daño a alguien?
—Bastantes de los demonios se ahogaron cuando el barco se hundió —contestó Nicholas—. Pero ninguno de los cazadores de sombras resultó herido, no.
—¿Salieron a nado?
—Nos rescataron. Las ondinas nos han sacado a todos del agua.
____(tn) pensó en las manos del agua, en la canción increíblemente dulce que la había rodeado. Así que no había sido su madre después de todo.
—¿Te refieres a las hadas acuáticas?
—La reina de la corte seelie ha cumplido su palabra, a su modo —repuso Nicholas—. Lo cierto es que nos prometió la ayuda que estuviera en su poder.
—Pero ¿cómo…?
«¿Cómo lo supo?», estuvo a punto de decir ____(tn), pero pensó en los ojos sabios y astutos de la reina y en Nicholas arrojando aquel pedazo de papel blanco al agua en la playa de Red Hook y decidió no preguntar.
—Las embarcaciones de los cazadores de sombras empiezan a moverse —avisó Simon, mirando en dirección al río—. Supongo que ya han recogido a todos los que han podido.
—Bien. —Luke irguió los hombros—. Es hora de ponerse en marcha.
Marchó lentamente hacia la cabina del vehículo; cojeaba, aunque parecía estar en su mayor parte ileso.
Se colocó en el asiento del conductor, y un momento después el motor de la furgoneta volvía a ponerse en marcha. Partieron, rozando la superficie del agua, con las gotas que las ruedas lanzaban al aire capturando el gris plateado del cielo, que empezaba a iluminarse.
—Esto es fantástico —exclamó Simon—. Sigo esperando que la furgoneta empiece a hundirse.
—No puedo creer que después de pasar por lo que hemos pasado pienses que esto es precisamente lo fantástico —replicó Nicholas, pero no había malicia en el tono y tampoco irritación; sonó sólo muy, muy cansado.
—¿Qué les sucederá a los Lightwood? —preguntó ____(tn)—. Después de todo lo que ha sucedido… la Clave…
Nicholas se encogió de hombros.
—La Clave actúa en modos misteriosos. No sé qué harán. Pero estarán muy interesados en ti. Y en lo que puedes hacer.
Simon profirió un sonido. ____(tn) pensó que era un ruido de protesta, pero cuando le miró con más atención, vio que estaba más verdoso que nunca.
—¿Qué te pasa, Simon?
—Es el río —respondió éste—. El agua corriente no es buena para los vampiros. Es pura, y… nosotros no.
—El East River no es precisamente puro —comentó ____(tn), pero alargó la mano y le tocó el brazo con dulzura, y él sonrió—. ¿No te caíste al agua cuando el barco se hizo pedazos?
—No. Había un pedazo de metal flotando en el agua y Nicholas me arrojó sobre él. He permanecido fuera del río.
____(tn) miró por encima del hombro a Nicholas. Podía verle con algo más de claridad ahora; la oscuridad se desvanecía.
—Gracias —dijo—. ¿Crees que…?
Él enarcó las cejas.
—¿Qué?
—¿…que Valentine podría haberse ahogado?
—Nunca creas que el malo está muerto hasta que veas su cadáver —advirtió Simon—. Eso lleva al infortunio y a emboscadas sorpresa.
—No te equivocas —indicó Nicholas—. Mi suposición es que no está muerto. De lo contrario habríamos encontrado los Instrumentos Mortales.
—¿Puede seguir adelante la Clave sin ellos tanto si Valentine está vivo como si no? —quiso saber ____(tn).
—La Clave siempre sigue adelante —repuso Nicholas—. Eso es todo lo que sabe hacer. —Volvió el rostro hacia el horizonte—. El sol está saliendo.
Simon se quedó rígido. Por un momento, ____(tn) le contempló con sorpresa y luego con espanto. Se volvió para seguir la mirada de Nicholas. Tenía razón; el horizonte oriental era una mancha de color rojo sangre que se extendía desde un disco dorado. ____(tn) pudo ver el primer reborde del sol tiñendo el agua con sobrenaturales tonalidades de verde, escarlata y dorado.
—¡No! —musitó.
Nicholas la miró con sorpresa, y luego a Simon, que estaba sentado totalmente inmóvil, contemplando fijamente el sol que se alzaba igual que un ratón atrapado mirando a un gato. Nicholas se puso en pie a toda prisa y se dirigió a la cabina de la furgoneta. Habló en voz baja. ____(tn) vió que Luke volvía la cabeza para mirarla a ella y a Simon, y luego miraba otra vez a Nicholas. Asintió con la cabeza.
La camioneta dio un bandazo al frente. Luke debía de haber apretado a fondo el acelerador. ____(tn) alargó las manos hacia el costado del vehículo para sujetarse. En la parte delantera, Nicholas le gritaba a Luke que tenía que existir algún modo de conseguir que aquella condenada cosa fuera más de prisa, pero ____(tn) sabía que jamás conseguirían dejar atrás el amanecer.
—Tiene que haber algo —dijo Simon.
No podía creer que en menos de cinco minutos hubiese pasado del alivio incrédulo al terror incrédulo.
—Podríamos taparte, tal vez, con nuestras ropas…
Simon seguía con la vista fija en el sol, lívido.
—Un montón de andrajos no servirá —contestó—. Raphael me lo explicó; hacen falta paredes para protegernos de la luz del sol. Penetra a través de la tela.
—Pero tiene que haber algo…
—____(tn). —La joven pudo verle con claridad, en la luz gris que precede al amanecer. Simon le tendió las manos—. Ven aquí.
Se dejó caer junto a él, intentando cubrir tanto de su cuerpo como podía con el suyo propio. Sabía que era inútil. Cuando el sol le tocara, se convertiría en cenizas.
Permanecieron sentados durante un momento en total inmovilidad, abrazados. ____(tn) podía sentir cómo ascendía y descendía el pecho de su amigo; lo hacía debido a la costumbre, se recordó, no por necesidad. Quizá ya no respirada, pero todavía podía morir.
—No te dejaré morir —afirmó ella.
—No creo que tengas elección. —____(tn) notó que él sonreía—. No pensaba que pudiera volver a ver el sol otra vez —siguió él—. Supongo que me equivocaba.
—Simon…
Nicholas gritó algo. ____(tn) alzó la vista. El cielo estaba inundado de luz rosada, igual que tinte vertido en agua transparente. Simon se tensó debajo de ella.
—Te amo —dijo Simon—. Jamás he amado a nadie excepto a ti.
Hilos de oro surcaron el cielo rosado como vetas doradas en un mármol caro. El agua resplandeció luminosa y Simon se quedó rígido, con la cabeza echada hacia atrás, mientras los ojos abiertos se le llenaban de un color dorado, igual que si un líquido fundido se alzara en un interior. Líneas negras empezaron a aparecerle en la piel igual que grietas en una estatua destrozada.
—¡Simon! —chilló ____(tn).
Alargó los brazos para cogerle, pero sintió que tiraban de ella hacia atrás; era Nicholas, que la aferraba por los hombros. Intentó desasirse, pero él la sujetó con fuerza; le decía algo al oído, una y otra vez, y sólo transcurridos unos instantes ____(tn) empezó a comprender lo que decía.
—____(tn), mira. Mira.
—¡No!
Se llevó las manos a la cara a toda velocidad y notó el gusto amargo del agua del suelo de la plataforma de la furgoneta en las palmas. Era salado, como las lágrimas.
—No quiero mirar. No quiero…
—____(tn).
Nicholas la cogió por las muñecas y le apartó las manos de la cara. La luz del amanecer le hirió los ojos.
—Mira.
Miró. Y oyó cómo su propia respiración le silbaba áspera en los pulmones al lanzar un grito ahogado. Simon estaba sentado muy erguido en la parte trasera de la furgoneta, en la zona bañada por la luz del sol, boquiabierto y contemplándose con asombro. El sol bailaba en el agua detrás de él, y los extremos de sus cabellos centelleaban como el oro. No se había consumido ni convertido en cenizas, sino que permanecía sentado bajo la luz solar, y la pálida piel de rostro, de los brazos y de las manos estaba totalmente indemne.
******************************
Fuera del Instituto, anochecía. El tenue color rojo de la puesta de sol penetraba por las ventanas del dormitorio de Nicholas mientras éste contemplaba fijamente el montón que formaban sus pertenencias sobre la cama. El montón era mucho más pequeño de lo que había pensando que sería. Siete años enteros de su vida pasados en ese lugar, y eso era todo lo que había acumulado: media bolsa de lona llena de ropa, una pequeña pila de libros y unas cuantas armas.
Había estado pensando en si debería llevarse las pocas cosas que había salvado de la casa solariega de Idris cuando se marchara esa noche. Magnus le había devuelto el anillo de plata de su padre, que él ya no se sentía a gusto llevando, y que le colgaba alrededor del cuello de un pedazo de cadena. Al final había decidido cogerlo todo. No tenía sentido dejar nada suyo en aquel lugar.
Estaba llenando la bolsa de ropa cuando llamaron a la puerta. Fue a abrir, esperando ver a Alec o a Isabelle.
Era Maryse. Vestía un austero vestido negro y llevaba el pelo totalmente recogido detrás de la cabeza. Parecía mayor de lo que recordaba. Dos profundas líneas le descendían de las comisuras de los labios hasta el mentón. Únicamente los ojos tenían algo de color.
—Nicholas —dijo—. ¿Puedo entrar?
—Puedes hacer lo que quieras —repuso él, regresando a la cama—. Es tu casa. —Agarró un puñado de camisetas y las metió en la bolsa de lona con una fuerza posiblemente innecesaria.
—En realidad es la casa de la Clave —repuso Maryse— Nosotros sólo somos sus guardianes.
Nicholas metió libros en la bolsa.
—Lo que sea.
—¿Qué haces?
Si Nicholas no hubiese sabido que eso era imposible, hubiera pensado que la voz le temblaba ligeramente.
—Estoy recogiendo mis cosas —respondió—. Es lo que la gente acostumbra a hacer cuando se va.
Maryse palideció.
—No te vayas —dijo—. Si quieres quedarte…
—No quiero quedarme. No pertenezco a este lugar.
—¿Adónde iras?
—A casa de Luke —respondió él, y vio que ella se estremecía—. Durante un tiempo. Después de eso, no lo sé. Quizá a Idris.
—¿Es ahí donde crees que perteneces? —Había una dolorida tristeza en su voz.
Por un momento Nicholas interrumpió su tarea y miró fijamente la bolsa.
—No sé a dónde pertenezco.
—Tu lugar está con tu familia. —Maryse dio un vacilante paso al frente—. Con nosotros.
—Me echaste. —Nicholas oyó la aspereza de su propia voz, e intentó suavizarla—. Lo siento — añadió, volviéndose para mirarla—. Siento todo lo que ha sucedido. Pero no me querías antes, y no puedo imaginar que me quieras ahora. Robert estará enfermo durante un tiempo; tendrás que ocuparte de él. Yo no haré más que estorbar.
—¿Estorbar? —Sonó incrédula—. Robert quiere verte, Nicholas…
—Lo dudo.
—¿Qué hay de Alec? Isabelle, Max… Ellos te necesitan. Si tú no me crees cuando digo que quiero que te quedes… y no me extrañaría si no lo hicieras… debes saber que ellos sí te quieren. Hemos pasado una mala época, Nicholas. No les hagas más daño del que ya han sufrido.
—Eso no es justo.
—No te culpo si me odias. —La voz de Maryse sí que temblaba, y Nicholas giró en redondo para mirarla fijamente con sorpresa—. Pero todo lo que hice… incluso echarte… y tratarte como lo hice, fue para protegerte. Y porque tenía miedo.
—¿Me tenías miedo?
Ella asintió.
—Bueno, eso sí que me hace sentir mucho mejor.
Maryse inspiró profundamente.
—Pensaba que me partirías el corazón como hizo Valentine —continuó—. Tú fuiste lo primero que quise, ¿sabes?, después de él, que no tenía mi propia sangre. La primera criatura viva. Y eres simplemente un niño…
—Tú pensabas que yo era otra persona.
—No siempre he sabido exactamente quién eres. Desde la primera vez que te vi bajando del barco procedente de Idris, cuando tenías diez años; te metiste en mi corazón igual que hicieron mis propios hijos cuando nacieron. —Meneó la cabeza—. No puedes comprenderlo. Nunca has sido padre. Uno jamás ama nada como ama a sus hijos. Y nada puede hacerte enfadar más.
—Sí que noté la parte del enfado —repuso Nicholas, tras una pausa.
—No espero que me perdones —repuso Maryse—. Pero si quisieras quedarte por Isabelle y Alec y Max te estaría muy agradecida…
Fueron las palabras equivocadas.
—No quiero tu gratitud —replicó Nicholas, y se volvió de nuevo hacia la bolsa de lona.
Ya no quedaba nada que meter en ella. Cerró la cremallera.
— A la claire fontaine —entonó Maryse—, m’en allent promener.
Nicholas la miró sorprendido.
—¿Qué?
— Il y a longtemps que je t’aime. Jamais je ne t’oublierai… Es la antigua balada francesa que yo les cantaba a Alec y a Isabelle. Aquella sobre la que me preguntaste.
En aquel momento —había muy poca luz en la habitación y en la penumbra— Maryse le miró casi como lo había hecho cuando él tenía diez años, como si ella no hubiese cambiado en absoluto en los últimos siete años. Tenía un aspecto severo y preocupado, ansioso… y esperanzado. Tenía el aspecto de la única madre que había conocido jamás.
—Te equivocas al decir que nunca te la canté —dijo ella—. Es sólo que nunca me oíste.
Nicholas no dijo nada, pero alargó la mano y abrió de un tirón la cremallera de la bolsa de lona, dejando que sus pertenencias se derramaran sobre la cama.
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
• EPILOGO •
—¡____(tn)! —La madre de Simon sonrió radiante al ver a la muchacha en el umbral—. No te he visto desde hace una eternidad. Empezaba a preocuparme de si tú y Simon os hubierais peleado.
—No —repuso ____(tn)—, es que no me encontraba muy bien, eso es todo.
«Aunque te hayan puesto runas curativas mágicas, aparentemente no eres invulnerable.» A ____(tn) no le había sorprendido despertar a la mañana siguiente de la batalla y descubrir que tenía un dolor de cabeza insoportable y fiebre; había creído que se trataba de un resfriado, ¿quién no lo tendría, tras helarse con las ropas mojadas en mar abierto durante horas en plena noche? Pero Magnus le había dicho que lo más probable era que se hubiese agotado creando la runa que había destruido el barco de Valentine.
La madre de Simon chasqueó la lengua, comprensiva.
—Seguro que era el mismo virus que tuvo Simon hace dos semanas. Apenas podía dejar la cama.
—Está mejor ahora, ¿verdad? —preguntó ____(tn), que ya sabía que era cierto, pero no le importaba volver a oírlo.
—Está estupendamente. Lo encontrarás fuera, en el patio trasero, creo. Ve por la verja. — Sonrió—. Se alegrará de verte.
Las casas adosadas de ladrillo rojo de la calle de Simon estaban separadas por bonitas vallas de hierro forjado de color blanco, cada una de las cuales tenía una verja que conducía a un pequeño patio trasero. El cielo era de un azul brillante y el aire, fresco, a pesar de que el día era soleado. ____(tn) podía paladear en el aire el sabor a la nieve que no tardaría en caer.
Cerró la verja detrás de ella y fue en busca de Simon. Estaba en el patio, como le había dicho su madre, descansando en una tumbona de plástico con un cómic abierto sobre el regazo. Lo apartó al ver a ____(tn), se incorporó y sonrió de oreja a oreja.
—Hola, nena.
—¿Nena? —Se sentó junto a él en la silla—. Bromeas, ¿verdad?
—Probaba. ¿No?
—No —repuso ella con firmeza, y se inclinó para besarle en la boca.
Cuando se apartó, los dedos del muchacho se entretuvieron en sus cabellos, pero los ojos estaban pensativos.
—Me alegro de que te hayas pasado por aquí —dijo.
—Yo también. Habría venido antes, pero…
—Estabas enferma, lo sé.
____(tn) se había pasado la semana enviándole mensajes de texto desde el sofá de Luke, donde había permanecido envuelta en una manta viendo reposiciones de CSI. Era reconfortante pasar el rato en un mundo donde cada rompecabezas tenía una respuesta científica detectable.
—Ya estoy mejor. —Paseó la mirada alrededor y tiritó, arrebujándose mejor en el cárdigan blanco que llevaba—. ¿Qué haces tumbado al aire libre con este tiempo? ¿No estás helado?
Simon negó con la cabeza.
—En realidad ya no siento el frío ni el calor. Además… —La boca se le curvó en una sonrisa—, quiero pasar tanto tiempo al sol como pueda. Todavía me siento adormilado durante el día, pero quiero superarlo.
Ella le acercó el dorso de la mano a la mejilla. El rostro estaba caliente por el sol, pero debajo, la piel era fría.
—Pero ¿todo lo demás sigue siendo… sigue siendo igual?
—¿Te refieres a si todavía soy un vampiro? Sí. Parece que sí. Todavía quiero beber sangre y sigue sin latirme el corazón. Tendré que evitar al médico, pero puesto que los vampiros no enferman… —Se encogió de hombros.
—¿Y has hablado con Raphael? ¿Sigue sin tener ni idea de por qué puedes salir al sol?
—Ninguna. Y parece bastante molesto, además. —Simon la miró pestañeando adormilado, como si fuesen las dos de la madrugada en lugar de las dos de la tarde—. Creo que le desmonta sus ideas sobre cómo deberían ser las cosas. Además, le va a costar mucho más conseguir que salga por la noche cuando estoy decidido a hacerlo de día.
—Deberías estar encantado ¿no?
—A los vampiros no les gustan los cambios. Son muy tradicionales.
Le sonrió, y ella pensó: «Siempre tendrá este aspecto. Cuando yo tenga cincuenta o sesenta años, él todavía parecerá tener dieciséis». No era una idea que le gustase.
—En cualquier caso, esto será bueno para mi carrera musical. Si nos fiamos de lo que escribe Anne Rice, los vampiros resultan unas estrellas del rock fantásticas.
—No estoy segura de que te puedas fiar mucho de eso.
Él volvió a recostarse en la silla.
—¿Y de qué me puedo fiar? Aparte de ti, por supuesto.
—¿De fiar? ¿Es así como me consideras? —preguntó con fingida indignación—. Eso no es muy romántico.
Una sombra cruzó el rostro de Simon.
—____(tn)…
—¿Qué? ¿Qué sucede? —Le cogió la mano—. Ése es tu tono de malas noticias.
Él apartó la mirada.
—No sé si son malas noticias o no.
—Las noticias, o son buenas o son malas —repuso ella—. Sólo dime que estás bien.
—Estoy bien —afirmó él—. Pero… no creo que debamos volver a vernos.
____(tn) estuvo a punto de caerse de la tumbona.
—¿No quieres que sigamos siendo amigos?
—____(tn)…
—¿Es por los demonios? ¿Por qué acabaste convertido en un vampiro por mi culpa? —Su voz se alzaba más y más—. Sé que todo ha sido una locura, pero puedo mantenerte alejado de todo eso. Puedo…
Simon hizo un gesto de dolor.
—Empiezas a sonar como un delfín, ¿lo sabes? Para —dijo. ____(tn) calló—. Todavía quiero que seamos amigos —explicó—. Es de lo otro de lo que no estoy tan seguro.
—¿Lo otro?
Él empezó a ruborizarse. Ella no habría pensado nunca que los vampiros pudieran ruborizarse. Resultaba sorprendente el contraste con su piel pálida.
—Lo de novia-novio.
____(tn) permaneció en silencio durante un largo rato, buscando las palabras.
—Al menos no dijiste «lo de besarnos» —dijo finalmente—. Temía que fueses a llamarlo así.
Él bajó la mirada hacia las manos de ambos, que descansaban entrelazadas sobre la tumbona de plástico. Los dedos de ella se veían pequeños en comparación con los de él, pero por primera vez la piel del muchacho tenía un tono más oscuro que la suya. Pasó el pulgar distraídamente sobre los nudillos de ____(tn).
—Nunca lo hubiera llamado así.
—Pensaba que esto era lo que querías —dijo ella—. Creía que habías dicho que…
Simon alzó los ojos para mirarla a través de las oscuras pestañas.
—¿Qué te amaba? Te amo. Pero eso no es todo.
—¿Es por Maia? —Los dientes le habían empezado a castañetear, únicamente en parte debido al frío—. ¿Te gusta?
Simon vaciló.
—No. Quiero decir, sí, me gusta, pero no del modo al que te refieres. Es sólo que cuando estoy con ella… sé lo que es tener a alguien a quien le gusto en ese modo. Y no es como contigo.
—Pero no la amas…
—A lo mejor algún día.
—A lo mejor yo podría amarte algún día.
—Si algún día lo haces —repuso él—, ven y dímelo. Ya sabes dónde encontrarme.
Los dientes de ____(tn) castañeteaban con más fuerza ahora.
—No puedo perderte, Simon. No puedo.
—Jamás lo harás. No te estoy abandonando. Pero prefiero tener lo que tenemos, que es real, y auténtico e importante, que tenerte fingiendo otra cosa. Cuando estoy contigo quiero saber que estoy con la auténtica tú, la auténtica ____(tn).
Ella apoyó la cabeza contra la de él, cerrando los ojos. Todavía le sentía como Simon, a pesar de todo; todavía olía como él, como su detergente.
—Igual no sé quién es esa persona.
—Pero yo sí lo sé.
La flamante camioneta nueva de Luke estaba al ralentí junto al bordillo cuando ____(tn) abandonó la casa de Simon, cerrando la verja tras ella.
—Me has traído. No tenías por qué venir también —dijo ella, montándose en la cabina junto a él.
Era típico de Luke reemplazar la vieja furgoneta destrozada por otra nueva exactamente igual.
—Disculpa mi miedo paternal —respondió Luke, entregándole un vaso de papel lleno de café. ____(tn) tomó un sorbo: sin leche y con toneladas de azúcar, tal y como le gustaba—. Estos días tiendo a ponerme un poco nervioso cuando no estás dentro de mi campo visual —siguió él.
—¿Sí? —____(tn) sujetó el café con fuerza para evitar que se derramara mientras descendían dando tumbos por la calzada llena de baches—. ¿Cuánto tiempo crees que va a durar eso?
Luke pareció reflexionar al respecto.
—No mucho. Cinco, tal vez seis años.
—¡Luke!
—Planeo permitirte empezar a salir con chicos cuando tengas los treinta, si eso ayuda.
Luke la miró de soslayo.
—¿Tu y Simon…?
Ella agitó la mano que no sostenía el vaso de café.
—No preguntes.
—Entiendo. —Y probablemente así era—. ¿Quieres que te deje en casa?
—Vas al hospital, ¿verdad? —Lo sabía por la tensión nerviosa implícita en sus bromas—. Iré contigo.
En aquellos momentos estaban sobre el puente, y ____(tn) miró al río, sosteniendo el café entre las manos pensativamente. Nunca se cansaba de aquella vista, la estrecha manga de agua entre las altas paredes de Manhattan y Brooklyn. Centelleaba bajo el sol igual que papel de plata. Se preguntó por qué nunca había intentado dibujarlo. Recordaba haber preguntado a su madre en una ocasión por qué nunca la había usado a ella como modelo, por qué nunca había dibujado a su propia hija. «Dibujar a alguien es intentar capturarlo para siempre —había explicado Jocelyn, sentada en el suelo con un pincel goteando azul cadmio sobre sus vaqueros—. Si realmente amas algo, jamás intentas mantenerlo igual para siempre. Tienes que dejar que sea libre de cambiar.»
«Pero yo odio los cambios.» Pensó mientras inspiraba profundamente.
—Luke —exclamó—, Valentine me dijo algo cuando estaba en el barco, algo sobre…
—Nada bueno empieza nunca con las palabras «Valentine dijo» —masculló Luke.
—Quizá no. Pero era sobre ti y mi madre. Dijo que estabas enamorado de ella.
Silencio. El tráfico los mantenía detenidos en el puente. Pudo oír el sonido del metro de la línea Q pasando.
—¿Crees que es verdad? —preguntó Luke por fin.
—Bueno. —____(tn) podía percibir la tensión en el aire e intentó elegir las palabras con sumo cuidado—. No lo sé. Quiero decir, lo había dicho antes y yo lo deseché como paranoia y odio. Pero en esta ocasión empecé a pensar, y bueno… Es extraño que siempre hayas estado ahí. Has sido como un padre para mí, prácticamente vivimos todos en la granja durante el verano y ni tú ni mi madre habéis salido nunca con nadie más. Así que pensé que a lo mejor…
—¿Pensaste que a lo mejor qué?
—Que a lo mejor habíais estado juntos todo este tiempo y simplemente no queríais contármelo. Igual pensasteis que yo era demasiado joven para entenderlo. Quizás temíais que empezara a hacer preguntas sobre mi padre. Pero ya no soy pequeña para entenderlo. Puedes contármelo. Imagino que es como estoy diciendo. Puedes contarme cualquier cosa.
—Quizá no cualquier cosa.
Se produjo otro silencio mientras la furgoneta avanzaba poco a poco en el tráfico lento. Luke bizqueó al darle el sol en los ojos y tamborileó los dedos sobre el volante.
—Tienes razón. Estoy enamorado de tu madre —dijo finalmente.
—Eso es fabuloso —respondió ____(tn), intentando sonar como si le diera todo su apoyo a pesar de lo rara que le resultaba la idea de que personas de la edad de su madre y Luke estuviesen enamoradas.
—Pero —añadió Luke— ella no lo sabe.
—¿Ella no lo sabe? —____(tn) sacudió el brazo. Por suerte, el vaso de café ya estaba vacío—. ¿Cómo puede no saberlo? ¿No se lo has dicho?
—La verdad —respondió Luke, apretando el acelerador de modo que la furgoneta dio un bandazo— es que no.
—¿Por qué no?
Luke suspiró y se frotó la barba de tres días con gesto cansino.
—Porque —contestó— nunca parecía ser el momento adecuado.
—Eso es una excusa muy mala y lo sabes.
Luke se las arregló para emitir un sonido a medio camino entre una risita y un gruñido de irritación.
—Es posible, pero es la verdad. Cuando me di cuenta de lo que sentía por Jocelyn tenía la misma edad que tienes tú. A los dieciséis. Y todos acabábamos de conocer a Valentine. Yo no era rival para él. Incluso me sentí un tanto complacido de que si no me iba a querer a mí, al menos era a alguien que realmente la merecía. —La voz se le endureció—. Cuando vi lo equivocado que estaba ya era demasiado tarde. Cuando huimos juntos de Idris y ella estaba embarazada de ti, me ofrecí a casarme con ella, a ocuparme de ella. Dije que no me importaba quién era el padre del bebé, que lo criaría como si fuera mío. Ella pensó que lo hacía por compasión. No pude convencerla de que estaba siendo todo lo egoísta que podía. Me dijo que no quería ser una carga para mí, que era pedirme demasiado. Después de que me dejara en París, regresé a Idris, pero estaba siempre inquieto, siempre infeliz. Faltaba una parte. Jocelyn. Soñaba que necesitaba mi ayuda, que me llamaba y que yo no podía oírla. Finalmente fui en su busca.
—Recuerdo que se puso muy contenta —explicó ____(tn) con un hilo de voz— cuando la encontraste.
—Lo estaba y no lo estaba. Se alegró de verme, pero al mismo tiempo yo simbolizaba para ella todo aquel mundo del que había huido y del que no quería formar parte. Aceptó dejar que me quedara cuando le prometí que renunciaría a todos los vínculos con la manada, con la Clave, con Idris, con todo eso. Me había ofrecido a vivir con las dos, pero Jocelyn pensó que sería demasiado difícil ocultarte mis transformaciones, y tuve que darle la razón. Compré la librería, adopté un nombre nuevo y fingí que Lucian Graymark estaba muerto. Y a efectos prácticos, lo ha estado.
—La verdad es que hiciste mucho por mi madre. Renunciaste a toda tu vida.
—Habría hecho mucho más —repuso Luke con total naturalidad—. Pero era totalmente inflexible respecto a no querer tener nada que ver con la Clave o el Submundo, y por mucho que yo pueda fingir ser otra cosa, sigo siendo un licántropo. Soy un recordatorio viviente de todo eso. Y ella no quería que tú supieras nunca nada. ¿Sabes?, nunca estuve de acuerdo con las visitas a Magnus, con alterar tus recuerdos o tu Visión, pero era lo que ella quería, y la deje hacerlo porque si hubiese intentado detenerla, me habría echado. Tampoco existía la menor posibilidad… ninguna posibilidad… de que me hubiera permitido casarme con ella, ser tu padre y no contarte la verdad sobre mí. Y eso habría hecho que se viniesen abajo todos esos frágiles muros entre ella y el Mundo Invisible que tanto le había costado construir. No podía hacerle eso. Así que me callé.
—¿Quieres decir que nunca le contaste lo que sentías?
—Tu madre no es tonta, ____(tn) —repuso Luke; parecía calmado, pero había cierta tensión en la voz—. Debe de haberlo sabido. Ofrecí casarme con ella. Por muy amables que puedan haber sido sus negativas, sí sé una cosa: ella sabe lo que siento y no siente lo mismo.
____(tn) permaneció en silencio.
—No pasa nada —continuó Luke, intentando quitarle importancia—. Lo acepté hace ya mucho tiempo.
____(tn) sintió una tensión repentina que no creyó que se debiera a la cafeína. No quiso pensar en su propia vida.
—Te ofreciste a casarte con ella, pero ¿le dijiste que era porque la amabas? No es tan obvio.
Luke permaneció callado.
—Creo que deberías haberle dicho la verdad —añadió—. Creo que te equivocas respecto a lo que siente.
—No me equivoco, ____(tn). —La voz de Luke era firme: «Es suficiente, por ahora».
—Recuerdo que una vez le pregunté por qué no salía con nadie —explicó ____(tn), haciendo caso omiso al tono de Luke—. Me dijo que era porque había entregado su corazón. Pensé que se refería a mi padre, pero ahora… ahora no estoy segura.
Luke la miró verdaderamente estupefacto
—¿Dijo eso? —Se contuvo, y añadió—: Probablemente sí se refería a Valentine, ya sabes.
—No lo creo. —Le lanzó una ojeada fugaz por el rabillo del ojo—. Además, ¿no te fastidia? ¿No decir jamás lo que realmente sientes?
En esta ocasión el silencio duró hasta que estuvieron fuera del puente y pasando por la calle Orchard, flanqueada de tiendas y restaurantes, con letreros en hermosos y sinuosos caracteres chinos dorados y rojos.
—Sí, lo odiaba —repuso él—. En aquel momento, pensaba que lo que tenía contigo y con tu madre era mejor que nada. Pero si no le puedes contar la verdad a la gente que más te importa, al final dejas de ser capaz de decirte la verdad a ti mismo.
____(tn) captó un ruido parecido al del agua corriente. Al bajar la vista, vio que había aplastado el vaso de papel que sostenía.
—Llévame al Instituto —pidió—. Por favor.
Luke le dirigió una mirada sorprendida.
—Creía que querías venir al hospital.
—Me reuniré contigo allí cuando termine —replicó ella—. Hay algo que tengo que hacer primero.
La planta baja del Instituto estaba llena de luz del sol y pálidas motas de polvo. ____(tn) recorrió a la carrera el estrecho pasillo entre los bancos, llegó hasta el ascensor y golpeó el botón con el dedo.
—Vamos, vamos —masculló—. Va…
Las puertas doradas se abrieron con un crujido. Nicholas estaba de pie dentro del ascensor, abrió los ojos de par en par al verla.
—…mos —finalizó ____(tn), y dejó caer el brazo—. ¡Ah! Hola.
Él la miró atónito.
—¿____(tn)?
—Te has cortado el pelo —comentó ella sin pensar.
Era cierto; los largos mechones metálicos ya no le caían sobre el rostro, sino que estaban uniformemente recortados. Le daba un aspecto más civilizado, incluso un poco mayor. También iba vestido pulcramente, con un suéter azul oscuro y vaqueros. Algo plateado le brillaba en la garganta, justo debajo el cuello del suéter.
Él alzó una mano.
—Ah. Bueno. Me lo ha cortado Maryse. —La puerta del ascensor empezó a cerrarse; él la detuvo—. ¿Ibas a subir al Instituto?
____(tn) negó con la cabeza.
—Sólo quería hablar contigo.
—Ah. —Nicholas pareció un poco sorprendido, pero salió del ascensor y dejó que la puerta se cerrara detrás de él con un chasquido—. Yo iba a acercarme a Taki’s a buscar algo de comida. Lo cierto es que nadie tiene ganas de cocinar…
—Lo comprendo —repuso ____(tn), luego deseó no haberlo dicho.
Las ganas de cocinar o no cocinar no tenían nada que ver con ella.
—Podemos hablar allí —indicó Nicholas. Empezó a ir hacia la puerta, pero se paró y volvió la cabeza hacia ella. De pie entre dos de los candelabros encendidos, con la luz proyectando un pálido baño dorado sobre sus cabellos y su rostro, parecía la pintura de un ángel. A ____(tn) se le contrajo el corazón—. ¿Vienes o no? —le soltó él, sin sonar nada angelical.
—De acuerdo. Voy. —Apresuró el paso para alcanzarle.
Mientras andaban hasta Taki’s, ____(tn) intentó mantener la conversación alejada de temas relacionados con ella, Nicholas, o ella y Nicholas. En su lugar, le preguntó cómo estaban Isabelle, Max y Alec.
Nicholas vaciló. Cruzaban la Primera y una brisa fresca ascendía por la avenida. El cielo era de un azul sin nubes, un perfecto día otoñal neoyorkino.
—Lo siento. —____(tn) hizo una mueca ante su propia estupidez—. Deben de estar bastante mal. Han muerto muchas personas que conocían.
—Es diferente para los cazadores de sombras —replicó Nicholas—. Somos guerreros. Esperamos la muerte de un modo que vosotros…
____(tn) no pudo contener un suspiro.
—«En que vosotros, los mundanos, no lo hacéis.» Eso es lo que ibas a decir, ¿verdad?
—Sí —admitió él—. En ocasiones hasta a mí me cuesta saber lo que eres.
Se habían detenido frente a Taki’s, con su tejado combado y ventanas oscurecidas. El efrit que custodiaba la puerta de entrada los contempló con suspicaces ojos rojos.
—Soy ____(tn) —afirmó ella.
Nicholas la contempló, con el viento arremolinándole los cabellos sobre el rostro. Alargó la mano y se los apartó, casi distraídamente.
—Lo sé.
Dentro, encontraron un reservado en una esquina y se instalaron en él. El restaurante estaba casi vacío: Kaelie, la camarera duende, con la que Nicholas había salido algún tiempo, estaba recostada en el mostrador batiendo perezosamente las alas azul-blanco. Un par de hombres lobo ocupaban otro reservado. Comían piernas crudas de cordero y discutían sobre quién ganaría en una pelea: Dumbledore, el mago de los libros de Harry Potter o Magnus Bane.
—Dumbledore vencería sin duda —decía el primero—. Tiene esa pasada de Maldición Asesina.
—Pero Dumbledore no es real —indicó el segundo licántropo con agudeza.
—No creo que Magnus Bane sea real tampoco —se mofó el primero—. ¿Le has visto alguna vez?
—Es tan raro —exclamó ____(tn), escurriéndose hacia abajo en su asiento—. ¿Los estás oyendo?
—No, es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas.
Nicholas estudiaba el menú, lo que proporcionó a ____(tn) la oportunidad de estudiarle a él disimuladamente. «Nunca te miro», le había dicho ella. Y era cierto, o al menos era cierto que nunca le miraba del modo en que quería mirarle, con ojo de artista. Siempre se perdía distraída por algún detalle: la curva del pómulo, el ángulo de las pestañas, la forma de la boca.
—Me estás mirando fijamente —dijo él sin alzar los ojos del menú—. ¿Por qué me miras fijamente? ¿Pasa algo?
La llegada de Kaelie a la mesa evitó que ____(tn) tuviera que responder. El bolígrafo de la camarera era una plateada ramita de abedul. La recién llegada contempló a ____(tn) curiosamente, con ojos totalmente azules.
—¿Sabéis lo que queréis?
Cogida por sorpresa, ____(tn) pidió unos cuantos platos del menú al azar. Nicholas pidió una bandeja de boniatos fritos y varios platos para meter en cajas y llevárselo a los Lightwood. Kaelie se marchó dejando tras ella un tenue aroma a flores.
—Di a Alec e Isabelle que lamento todo lo sucedido —dijo ____(tn) cuando Kaelie ya no pudo oírla—. Y di a Max que le llevaré a Planeta Prohibido cuando quiera.
—Únicamente los mundanos dicen que lo sienten cuando lo que quieren decir es «comparto tu dolor» —comentó Nicholas—. Tú no tuviste la culpa de nada, ____(tn). —Sus ojos brillaron repentinamente llenos de odio—. Fue culpa de Valentine.
—Debo de entender que no ha habido…
—¿Ninguna señal de él? No. Yo diría que se ha escondido hasta que pueda terminar lo que inició con la espada. Después de eso… —Nicholas se encogió de hombros.
—Después de eso, ¿qué?
—No lo sé. Es un lunático. Es difícil adivinar lo que hará un lunático.
Pero el muchacho evitó sus ojos, y ____(tn) supo en qué pensaba: guerra.
Eso era lo que Valentine quería. Una guerra contra los cazadores de sombras. Y la conseguiría. Era sólo una cuestión de dónde atacaría primero.
—En cualquier caso, no creo que sea de eso de lo que has venido a hablarme, ¿verdad?
—No.
Ahora que había llegado el momento, ____(tn) tenía dificultades para encontrar las palabras. Captó una visión fugaz de su reflejo en el brillante servilletero. Cárdigan blanco, rostro blanco, rubor febril en las mejillas. Parecía como si tuviese fiebre. También se sentía un poco como si la tuviese.
—Llevo días queriendo hablar contigo…
—Nunca lo habría dicho. —La voz de Nicholas era anormalmente aguda—. Siempre que te llamaba, Luke me decía que estabas enferma. Supuse que me estabas evitando. Otra vez.
—No era eso. —Le pareció que había un gran espacio vacío entre ellos, aunque el reservado no era tan grande y no estaban sentados tan separados—. Sí que quería hablar contigo. He estado pensando en ti todo este tiempo.
Él profirió un ruidito sorprendido y puso la mano sobre la mesa. Ella se la cogió, sintiendo que la invadía una oleada de alivio.
—Yo también he estado pensando en ti.
La mano del joven le resultaba cálida y reconfortante; ____(tn) recordó cómo le había abrazado en Renwick, mientras él sostenía desconsolado el ensangrentado fragmento de Portal, que era todo lo que le quedaba de su antigua vida.
—Es verdad que estaba enferma —afirmó ella—. Lo juro. Casi me muero en el barco, ya lo sabes.
Él le soltó la mano, pero se la quedó mirando con fijeza, como si quisiera memorizar su rostro.
—Lo sé perfectamente —dijo—. Siempre que tú casi te mueres, yo casi me muero.
Esas palabras provocaron que el corazón de ____(tn) le vibrara dentro del pecho como si se hubiese tragado una cuchara entera de cafeína pura.
—Nicholas, he venido a decirte que…
—Aguarda. Déjame hablar primero. —Alzó las manos como para contener las palabras de la muchacha—. Antes de que digas nada, quisiera disculparme.
—¿Disculparte? ¿Por qué?
—Por no escucharte. —Nicholas se echó los cabellos hacia atrás con ambas manos, y ella reparó en una pequeña cicatriz en el lado de la garganta, una diminuta línea plateada, que no había estado allí antes—. Tú no hacías más que decirme que no podía tener lo que quería de ti, y yo seguí insistiendo e insistiendo sin escucharte. Te quería a ti y no me importaba lo que dijera nadie. Ni siquiera tú.
A ____(tn) se le quedó la boca seca, pero antes de que pudiese decir nada, Kaelie llegó a la mesa con los boniatos fritos de Nicholas y varios platos para ____(tn). Ésta se quedó mirando lo que había pedido. Un batido de leche verde, lo que parecía una hamburguesa de carne cruda y una bandeja de grillos bañados en chocolate. Tampoco le importaba; tenía un nudo demasiado grande en el estómago para pensar siquiera en comer.
—Nicholas —comenzó, en cuanto la camarera marchó—, no hiciste nada malo. Tú…
—No. Déjame terminar. —Nicholas contemplaba los boniatos fritos como si contuvieran los secretos del universo—. ____(tn), tengo que decirlo ahora o… o no lo diré. —Las palabras brotaron en tropel—: Pensaba que había perdido a mi familia. Y no me refiero a Valentine. Me refiero a los Lightwood. Pensaba que habían terminado conmigo. Pensaba que no me quedaba nada en el mundo aparte de ti. Estaba… enloquecido por la sensación de pérdida y me desquité contigo y lo siento. Tenías razón.
—No. He sido una estúpida. He sido cruel contigo…
—Tenías todo el derecho a serlo.
Alzó los ojos para mirarla, y de repente, ____(tn) recordó una vez, cuando tenía cuatro años, que estaba en la playa llorando porque se había levantado viento y le había derribado el castillo que había hecho. Su madre le había dicho que podía hacer otro si quería, pero eso no le había hecho parar de llorar porque había descubierto que lo que había pensado que era permanente no lo era, sino que estaba hecho de arena que se deshacía al contacto con el viento o el agua.
—Lo que dijiste era cierto —continuó Nicholas—. No vivimos ni amamos en un vacío. Hay personas que se preocupan por nosotros y que resultarían heridas, quizá destruidas, si nos permitiésemos sentir lo que pudiésemos querer sentir. Ser tan egoísta significaría… significaría ser como Valentine.
Pronunció el nombre de su padre con tal irrevocabilidad que ____(tn) lo sintió como una puerta cerrándosele en la cara.
—A partir de ahora seré sólo tu hermano —concluyó él, mirándola con la esperanza de que se sentiría complacida. ____(tn) quiso chillar que le estaba haciendo trizas el corazón y que parara—. Es lo que tú querías, ¿verdad?
Le llevó un largo rato responder, y cuando lo hizo, su propia voz le sonó como un eco que le llegaba de muy lejos.
—Sí —repuso, y fue como si las olas le llenaran los oídos, y agua salada le escociera en los ojos—. Es lo que quería.
____(tn) ascendió como atontada los amplios escalones que conducían a las enormes puertas de cristal del Beth Israel. En cierto modo, se sentía contenta de estar allí en lugar de en cualquier otra parte. Lo que quería más que nada era echarse en brazos de su madre y llorar, aunque jamás pudiera explicarle el motivo por el que lloraba. Puesto que no podía hacer eso, sentarse junto a la cama de su madre y llorar parecía la siguiente mejor opción.
Había mantenido la compostura bastante bien en Taki’s, incluso le había dado a Nicholas un abrazo de despedida cuando se fue. No había empezado a llorar hasta que llegó al metro, y entonces se había encontrado llorando por todo lo que no había llorado aún; Nicholas, Simon, Luke, su madre e incluso Valentine. Había llorado tan sonoramente que el hombre sentado enfrente le había ofrecido un pañuelo de papel, y ella le había chillado: «¿Qué es lo que estás mirando, imbécil?», porque eso era lo que se hacía en Nueva York. Y tras eso se había sentido un poco mejor.
Al acercarse a lo alto de la escalera, advirtió que había una mujer allí. Llevaba una larga capa oscura sobre un vestido, que no era lo que se veía normalmente en una calle de Manhattan. La capa estaba confeccionada con un oscuro material aterciopelado y tenía una amplia capucha, que estaba subida, ocultando el rostro de la mujer. Al echar una ojeada alrededor, ____(tn) se fijó en que nadie más parecía reparar en la aparición. Un glamour, entonces.
—Oiga, si está aquí para verme, dígame lo que quiere. No estoy de humor para todo este glamour y secretismo justo ahora.
Advirtió que la gente se detenía para mirar con asombro a la demente muchacha que hablaba sola. Contuvo el impulso de sacarles la lengua.
—De acuerdo —contestó una voz dulce, extrañamente familiar. La mujer alzó las manos y se echó atrás la capucha. Los cabellos canosos se le derramaron sobre los hombros en una cascada. Era la mujer que ____(tn) había visto mirándola fijamente en el patio del Cementerio Marble, la misma mujer que los había salvado del cuchillo de Malik en el Instituto. De cerca, ____(tn) pudo ver que tenía la clase de rostro que era todo ángulos, demasiado afilado para ser bonito, aunque los ojos eran de un intenso y hermoso color avellana.
—Me llamo Madeleine. Madeleine Bellefleur.
—¿Y…? —preguntó ____(tn)—. ¿Qué quiere de mí?
La mujer —Madeleine— vaciló.
—Conozco a tu madre, a Jocelyn —explicó—. Éramos amigas en Idris.
—No puede verla —replicó ____(tn)—. Ninguna visita excepto familia hasta que mejore.
—Pero no mejorará.
—¿Qué?
—Lo siento —repuso Madeleine—, no era mi intención sorprenderte. Pero sé qué le sucede a Jocelyn, y no hay nada que un hospital mundano pueda hacer por ella. Lo que le sucedió… se lo hizo ella misma, ____(tn).
—No. Usted no lo entiende. Valentine…
—Lo hizo antes de que Valentine pudiera atraparla. Así no podría sacarle ninguna información. Lo planeó así. Era un secreto, un secreto que compartió sólo con otra persona, a la que explicó cómo se podía invertir un hechizo. Esa persona soy yo.
—Quiere decir…
—Sí —respondió Madeleine—, quiero decir que puedo explicarte cómo despertar a tu madre.
—No —repuso ____(tn)—, es que no me encontraba muy bien, eso es todo.
«Aunque te hayan puesto runas curativas mágicas, aparentemente no eres invulnerable.» A ____(tn) no le había sorprendido despertar a la mañana siguiente de la batalla y descubrir que tenía un dolor de cabeza insoportable y fiebre; había creído que se trataba de un resfriado, ¿quién no lo tendría, tras helarse con las ropas mojadas en mar abierto durante horas en plena noche? Pero Magnus le había dicho que lo más probable era que se hubiese agotado creando la runa que había destruido el barco de Valentine.
La madre de Simon chasqueó la lengua, comprensiva.
—Seguro que era el mismo virus que tuvo Simon hace dos semanas. Apenas podía dejar la cama.
—Está mejor ahora, ¿verdad? —preguntó ____(tn), que ya sabía que era cierto, pero no le importaba volver a oírlo.
—Está estupendamente. Lo encontrarás fuera, en el patio trasero, creo. Ve por la verja. — Sonrió—. Se alegrará de verte.
Las casas adosadas de ladrillo rojo de la calle de Simon estaban separadas por bonitas vallas de hierro forjado de color blanco, cada una de las cuales tenía una verja que conducía a un pequeño patio trasero. El cielo era de un azul brillante y el aire, fresco, a pesar de que el día era soleado. ____(tn) podía paladear en el aire el sabor a la nieve que no tardaría en caer.
Cerró la verja detrás de ella y fue en busca de Simon. Estaba en el patio, como le había dicho su madre, descansando en una tumbona de plástico con un cómic abierto sobre el regazo. Lo apartó al ver a ____(tn), se incorporó y sonrió de oreja a oreja.
—Hola, nena.
—¿Nena? —Se sentó junto a él en la silla—. Bromeas, ¿verdad?
—Probaba. ¿No?
—No —repuso ella con firmeza, y se inclinó para besarle en la boca.
Cuando se apartó, los dedos del muchacho se entretuvieron en sus cabellos, pero los ojos estaban pensativos.
—Me alegro de que te hayas pasado por aquí —dijo.
—Yo también. Habría venido antes, pero…
—Estabas enferma, lo sé.
____(tn) se había pasado la semana enviándole mensajes de texto desde el sofá de Luke, donde había permanecido envuelta en una manta viendo reposiciones de CSI. Era reconfortante pasar el rato en un mundo donde cada rompecabezas tenía una respuesta científica detectable.
—Ya estoy mejor. —Paseó la mirada alrededor y tiritó, arrebujándose mejor en el cárdigan blanco que llevaba—. ¿Qué haces tumbado al aire libre con este tiempo? ¿No estás helado?
Simon negó con la cabeza.
—En realidad ya no siento el frío ni el calor. Además… —La boca se le curvó en una sonrisa—, quiero pasar tanto tiempo al sol como pueda. Todavía me siento adormilado durante el día, pero quiero superarlo.
Ella le acercó el dorso de la mano a la mejilla. El rostro estaba caliente por el sol, pero debajo, la piel era fría.
—Pero ¿todo lo demás sigue siendo… sigue siendo igual?
—¿Te refieres a si todavía soy un vampiro? Sí. Parece que sí. Todavía quiero beber sangre y sigue sin latirme el corazón. Tendré que evitar al médico, pero puesto que los vampiros no enferman… —Se encogió de hombros.
—¿Y has hablado con Raphael? ¿Sigue sin tener ni idea de por qué puedes salir al sol?
—Ninguna. Y parece bastante molesto, además. —Simon la miró pestañeando adormilado, como si fuesen las dos de la madrugada en lugar de las dos de la tarde—. Creo que le desmonta sus ideas sobre cómo deberían ser las cosas. Además, le va a costar mucho más conseguir que salga por la noche cuando estoy decidido a hacerlo de día.
—Deberías estar encantado ¿no?
—A los vampiros no les gustan los cambios. Son muy tradicionales.
Le sonrió, y ella pensó: «Siempre tendrá este aspecto. Cuando yo tenga cincuenta o sesenta años, él todavía parecerá tener dieciséis». No era una idea que le gustase.
—En cualquier caso, esto será bueno para mi carrera musical. Si nos fiamos de lo que escribe Anne Rice, los vampiros resultan unas estrellas del rock fantásticas.
—No estoy segura de que te puedas fiar mucho de eso.
Él volvió a recostarse en la silla.
—¿Y de qué me puedo fiar? Aparte de ti, por supuesto.
—¿De fiar? ¿Es así como me consideras? —preguntó con fingida indignación—. Eso no es muy romántico.
Una sombra cruzó el rostro de Simon.
—____(tn)…
—¿Qué? ¿Qué sucede? —Le cogió la mano—. Ése es tu tono de malas noticias.
Él apartó la mirada.
—No sé si son malas noticias o no.
—Las noticias, o son buenas o son malas —repuso ella—. Sólo dime que estás bien.
—Estoy bien —afirmó él—. Pero… no creo que debamos volver a vernos.
____(tn) estuvo a punto de caerse de la tumbona.
—¿No quieres que sigamos siendo amigos?
—____(tn)…
—¿Es por los demonios? ¿Por qué acabaste convertido en un vampiro por mi culpa? —Su voz se alzaba más y más—. Sé que todo ha sido una locura, pero puedo mantenerte alejado de todo eso. Puedo…
Simon hizo un gesto de dolor.
—Empiezas a sonar como un delfín, ¿lo sabes? Para —dijo. ____(tn) calló—. Todavía quiero que seamos amigos —explicó—. Es de lo otro de lo que no estoy tan seguro.
—¿Lo otro?
Él empezó a ruborizarse. Ella no habría pensado nunca que los vampiros pudieran ruborizarse. Resultaba sorprendente el contraste con su piel pálida.
—Lo de novia-novio.
____(tn) permaneció en silencio durante un largo rato, buscando las palabras.
—Al menos no dijiste «lo de besarnos» —dijo finalmente—. Temía que fueses a llamarlo así.
Él bajó la mirada hacia las manos de ambos, que descansaban entrelazadas sobre la tumbona de plástico. Los dedos de ella se veían pequeños en comparación con los de él, pero por primera vez la piel del muchacho tenía un tono más oscuro que la suya. Pasó el pulgar distraídamente sobre los nudillos de ____(tn).
—Nunca lo hubiera llamado así.
—Pensaba que esto era lo que querías —dijo ella—. Creía que habías dicho que…
Simon alzó los ojos para mirarla a través de las oscuras pestañas.
—¿Qué te amaba? Te amo. Pero eso no es todo.
—¿Es por Maia? —Los dientes le habían empezado a castañetear, únicamente en parte debido al frío—. ¿Te gusta?
Simon vaciló.
—No. Quiero decir, sí, me gusta, pero no del modo al que te refieres. Es sólo que cuando estoy con ella… sé lo que es tener a alguien a quien le gusto en ese modo. Y no es como contigo.
—Pero no la amas…
—A lo mejor algún día.
—A lo mejor yo podría amarte algún día.
—Si algún día lo haces —repuso él—, ven y dímelo. Ya sabes dónde encontrarme.
Los dientes de ____(tn) castañeteaban con más fuerza ahora.
—No puedo perderte, Simon. No puedo.
—Jamás lo harás. No te estoy abandonando. Pero prefiero tener lo que tenemos, que es real, y auténtico e importante, que tenerte fingiendo otra cosa. Cuando estoy contigo quiero saber que estoy con la auténtica tú, la auténtica ____(tn).
Ella apoyó la cabeza contra la de él, cerrando los ojos. Todavía le sentía como Simon, a pesar de todo; todavía olía como él, como su detergente.
—Igual no sé quién es esa persona.
—Pero yo sí lo sé.
********************************
La flamante camioneta nueva de Luke estaba al ralentí junto al bordillo cuando ____(tn) abandonó la casa de Simon, cerrando la verja tras ella.
—Me has traído. No tenías por qué venir también —dijo ella, montándose en la cabina junto a él.
Era típico de Luke reemplazar la vieja furgoneta destrozada por otra nueva exactamente igual.
—Disculpa mi miedo paternal —respondió Luke, entregándole un vaso de papel lleno de café. ____(tn) tomó un sorbo: sin leche y con toneladas de azúcar, tal y como le gustaba—. Estos días tiendo a ponerme un poco nervioso cuando no estás dentro de mi campo visual —siguió él.
—¿Sí? —____(tn) sujetó el café con fuerza para evitar que se derramara mientras descendían dando tumbos por la calzada llena de baches—. ¿Cuánto tiempo crees que va a durar eso?
Luke pareció reflexionar al respecto.
—No mucho. Cinco, tal vez seis años.
—¡Luke!
—Planeo permitirte empezar a salir con chicos cuando tengas los treinta, si eso ayuda.
Luke la miró de soslayo.
—¿Tu y Simon…?
Ella agitó la mano que no sostenía el vaso de café.
—No preguntes.
—Entiendo. —Y probablemente así era—. ¿Quieres que te deje en casa?
—Vas al hospital, ¿verdad? —Lo sabía por la tensión nerviosa implícita en sus bromas—. Iré contigo.
En aquellos momentos estaban sobre el puente, y ____(tn) miró al río, sosteniendo el café entre las manos pensativamente. Nunca se cansaba de aquella vista, la estrecha manga de agua entre las altas paredes de Manhattan y Brooklyn. Centelleaba bajo el sol igual que papel de plata. Se preguntó por qué nunca había intentado dibujarlo. Recordaba haber preguntado a su madre en una ocasión por qué nunca la había usado a ella como modelo, por qué nunca había dibujado a su propia hija. «Dibujar a alguien es intentar capturarlo para siempre —había explicado Jocelyn, sentada en el suelo con un pincel goteando azul cadmio sobre sus vaqueros—. Si realmente amas algo, jamás intentas mantenerlo igual para siempre. Tienes que dejar que sea libre de cambiar.»
«Pero yo odio los cambios.» Pensó mientras inspiraba profundamente.
—Luke —exclamó—, Valentine me dijo algo cuando estaba en el barco, algo sobre…
—Nada bueno empieza nunca con las palabras «Valentine dijo» —masculló Luke.
—Quizá no. Pero era sobre ti y mi madre. Dijo que estabas enamorado de ella.
Silencio. El tráfico los mantenía detenidos en el puente. Pudo oír el sonido del metro de la línea Q pasando.
—¿Crees que es verdad? —preguntó Luke por fin.
—Bueno. —____(tn) podía percibir la tensión en el aire e intentó elegir las palabras con sumo cuidado—. No lo sé. Quiero decir, lo había dicho antes y yo lo deseché como paranoia y odio. Pero en esta ocasión empecé a pensar, y bueno… Es extraño que siempre hayas estado ahí. Has sido como un padre para mí, prácticamente vivimos todos en la granja durante el verano y ni tú ni mi madre habéis salido nunca con nadie más. Así que pensé que a lo mejor…
—¿Pensaste que a lo mejor qué?
—Que a lo mejor habíais estado juntos todo este tiempo y simplemente no queríais contármelo. Igual pensasteis que yo era demasiado joven para entenderlo. Quizás temíais que empezara a hacer preguntas sobre mi padre. Pero ya no soy pequeña para entenderlo. Puedes contármelo. Imagino que es como estoy diciendo. Puedes contarme cualquier cosa.
—Quizá no cualquier cosa.
Se produjo otro silencio mientras la furgoneta avanzaba poco a poco en el tráfico lento. Luke bizqueó al darle el sol en los ojos y tamborileó los dedos sobre el volante.
—Tienes razón. Estoy enamorado de tu madre —dijo finalmente.
—Eso es fabuloso —respondió ____(tn), intentando sonar como si le diera todo su apoyo a pesar de lo rara que le resultaba la idea de que personas de la edad de su madre y Luke estuviesen enamoradas.
—Pero —añadió Luke— ella no lo sabe.
—¿Ella no lo sabe? —____(tn) sacudió el brazo. Por suerte, el vaso de café ya estaba vacío—. ¿Cómo puede no saberlo? ¿No se lo has dicho?
—La verdad —respondió Luke, apretando el acelerador de modo que la furgoneta dio un bandazo— es que no.
—¿Por qué no?
Luke suspiró y se frotó la barba de tres días con gesto cansino.
—Porque —contestó— nunca parecía ser el momento adecuado.
—Eso es una excusa muy mala y lo sabes.
Luke se las arregló para emitir un sonido a medio camino entre una risita y un gruñido de irritación.
—Es posible, pero es la verdad. Cuando me di cuenta de lo que sentía por Jocelyn tenía la misma edad que tienes tú. A los dieciséis. Y todos acabábamos de conocer a Valentine. Yo no era rival para él. Incluso me sentí un tanto complacido de que si no me iba a querer a mí, al menos era a alguien que realmente la merecía. —La voz se le endureció—. Cuando vi lo equivocado que estaba ya era demasiado tarde. Cuando huimos juntos de Idris y ella estaba embarazada de ti, me ofrecí a casarme con ella, a ocuparme de ella. Dije que no me importaba quién era el padre del bebé, que lo criaría como si fuera mío. Ella pensó que lo hacía por compasión. No pude convencerla de que estaba siendo todo lo egoísta que podía. Me dijo que no quería ser una carga para mí, que era pedirme demasiado. Después de que me dejara en París, regresé a Idris, pero estaba siempre inquieto, siempre infeliz. Faltaba una parte. Jocelyn. Soñaba que necesitaba mi ayuda, que me llamaba y que yo no podía oírla. Finalmente fui en su busca.
—Recuerdo que se puso muy contenta —explicó ____(tn) con un hilo de voz— cuando la encontraste.
—Lo estaba y no lo estaba. Se alegró de verme, pero al mismo tiempo yo simbolizaba para ella todo aquel mundo del que había huido y del que no quería formar parte. Aceptó dejar que me quedara cuando le prometí que renunciaría a todos los vínculos con la manada, con la Clave, con Idris, con todo eso. Me había ofrecido a vivir con las dos, pero Jocelyn pensó que sería demasiado difícil ocultarte mis transformaciones, y tuve que darle la razón. Compré la librería, adopté un nombre nuevo y fingí que Lucian Graymark estaba muerto. Y a efectos prácticos, lo ha estado.
—La verdad es que hiciste mucho por mi madre. Renunciaste a toda tu vida.
—Habría hecho mucho más —repuso Luke con total naturalidad—. Pero era totalmente inflexible respecto a no querer tener nada que ver con la Clave o el Submundo, y por mucho que yo pueda fingir ser otra cosa, sigo siendo un licántropo. Soy un recordatorio viviente de todo eso. Y ella no quería que tú supieras nunca nada. ¿Sabes?, nunca estuve de acuerdo con las visitas a Magnus, con alterar tus recuerdos o tu Visión, pero era lo que ella quería, y la deje hacerlo porque si hubiese intentado detenerla, me habría echado. Tampoco existía la menor posibilidad… ninguna posibilidad… de que me hubiera permitido casarme con ella, ser tu padre y no contarte la verdad sobre mí. Y eso habría hecho que se viniesen abajo todos esos frágiles muros entre ella y el Mundo Invisible que tanto le había costado construir. No podía hacerle eso. Así que me callé.
—¿Quieres decir que nunca le contaste lo que sentías?
—Tu madre no es tonta, ____(tn) —repuso Luke; parecía calmado, pero había cierta tensión en la voz—. Debe de haberlo sabido. Ofrecí casarme con ella. Por muy amables que puedan haber sido sus negativas, sí sé una cosa: ella sabe lo que siento y no siente lo mismo.
____(tn) permaneció en silencio.
—No pasa nada —continuó Luke, intentando quitarle importancia—. Lo acepté hace ya mucho tiempo.
____(tn) sintió una tensión repentina que no creyó que se debiera a la cafeína. No quiso pensar en su propia vida.
—Te ofreciste a casarte con ella, pero ¿le dijiste que era porque la amabas? No es tan obvio.
Luke permaneció callado.
—Creo que deberías haberle dicho la verdad —añadió—. Creo que te equivocas respecto a lo que siente.
—No me equivoco, ____(tn). —La voz de Luke era firme: «Es suficiente, por ahora».
—Recuerdo que una vez le pregunté por qué no salía con nadie —explicó ____(tn), haciendo caso omiso al tono de Luke—. Me dijo que era porque había entregado su corazón. Pensé que se refería a mi padre, pero ahora… ahora no estoy segura.
Luke la miró verdaderamente estupefacto
—¿Dijo eso? —Se contuvo, y añadió—: Probablemente sí se refería a Valentine, ya sabes.
—No lo creo. —Le lanzó una ojeada fugaz por el rabillo del ojo—. Además, ¿no te fastidia? ¿No decir jamás lo que realmente sientes?
En esta ocasión el silencio duró hasta que estuvieron fuera del puente y pasando por la calle Orchard, flanqueada de tiendas y restaurantes, con letreros en hermosos y sinuosos caracteres chinos dorados y rojos.
—Sí, lo odiaba —repuso él—. En aquel momento, pensaba que lo que tenía contigo y con tu madre era mejor que nada. Pero si no le puedes contar la verdad a la gente que más te importa, al final dejas de ser capaz de decirte la verdad a ti mismo.
____(tn) captó un ruido parecido al del agua corriente. Al bajar la vista, vio que había aplastado el vaso de papel que sostenía.
—Llévame al Instituto —pidió—. Por favor.
Luke le dirigió una mirada sorprendida.
—Creía que querías venir al hospital.
—Me reuniré contigo allí cuando termine —replicó ella—. Hay algo que tengo que hacer primero.
****************************
La planta baja del Instituto estaba llena de luz del sol y pálidas motas de polvo. ____(tn) recorrió a la carrera el estrecho pasillo entre los bancos, llegó hasta el ascensor y golpeó el botón con el dedo.
—Vamos, vamos —masculló—. Va…
Las puertas doradas se abrieron con un crujido. Nicholas estaba de pie dentro del ascensor, abrió los ojos de par en par al verla.
—…mos —finalizó ____(tn), y dejó caer el brazo—. ¡Ah! Hola.
Él la miró atónito.
—¿____(tn)?
—Te has cortado el pelo —comentó ella sin pensar.
Era cierto; los largos mechones metálicos ya no le caían sobre el rostro, sino que estaban uniformemente recortados. Le daba un aspecto más civilizado, incluso un poco mayor. También iba vestido pulcramente, con un suéter azul oscuro y vaqueros. Algo plateado le brillaba en la garganta, justo debajo el cuello del suéter.
Él alzó una mano.
—Ah. Bueno. Me lo ha cortado Maryse. —La puerta del ascensor empezó a cerrarse; él la detuvo—. ¿Ibas a subir al Instituto?
____(tn) negó con la cabeza.
—Sólo quería hablar contigo.
—Ah. —Nicholas pareció un poco sorprendido, pero salió del ascensor y dejó que la puerta se cerrara detrás de él con un chasquido—. Yo iba a acercarme a Taki’s a buscar algo de comida. Lo cierto es que nadie tiene ganas de cocinar…
—Lo comprendo —repuso ____(tn), luego deseó no haberlo dicho.
Las ganas de cocinar o no cocinar no tenían nada que ver con ella.
—Podemos hablar allí —indicó Nicholas. Empezó a ir hacia la puerta, pero se paró y volvió la cabeza hacia ella. De pie entre dos de los candelabros encendidos, con la luz proyectando un pálido baño dorado sobre sus cabellos y su rostro, parecía la pintura de un ángel. A ____(tn) se le contrajo el corazón—. ¿Vienes o no? —le soltó él, sin sonar nada angelical.
—De acuerdo. Voy. —Apresuró el paso para alcanzarle.
Mientras andaban hasta Taki’s, ____(tn) intentó mantener la conversación alejada de temas relacionados con ella, Nicholas, o ella y Nicholas. En su lugar, le preguntó cómo estaban Isabelle, Max y Alec.
Nicholas vaciló. Cruzaban la Primera y una brisa fresca ascendía por la avenida. El cielo era de un azul sin nubes, un perfecto día otoñal neoyorkino.
—Lo siento. —____(tn) hizo una mueca ante su propia estupidez—. Deben de estar bastante mal. Han muerto muchas personas que conocían.
—Es diferente para los cazadores de sombras —replicó Nicholas—. Somos guerreros. Esperamos la muerte de un modo que vosotros…
____(tn) no pudo contener un suspiro.
—«En que vosotros, los mundanos, no lo hacéis.» Eso es lo que ibas a decir, ¿verdad?
—Sí —admitió él—. En ocasiones hasta a mí me cuesta saber lo que eres.
Se habían detenido frente a Taki’s, con su tejado combado y ventanas oscurecidas. El efrit que custodiaba la puerta de entrada los contempló con suspicaces ojos rojos.
—Soy ____(tn) —afirmó ella.
Nicholas la contempló, con el viento arremolinándole los cabellos sobre el rostro. Alargó la mano y se los apartó, casi distraídamente.
—Lo sé.
Dentro, encontraron un reservado en una esquina y se instalaron en él. El restaurante estaba casi vacío: Kaelie, la camarera duende, con la que Nicholas había salido algún tiempo, estaba recostada en el mostrador batiendo perezosamente las alas azul-blanco. Un par de hombres lobo ocupaban otro reservado. Comían piernas crudas de cordero y discutían sobre quién ganaría en una pelea: Dumbledore, el mago de los libros de Harry Potter o Magnus Bane.
—Dumbledore vencería sin duda —decía el primero—. Tiene esa pasada de Maldición Asesina.
—Pero Dumbledore no es real —indicó el segundo licántropo con agudeza.
—No creo que Magnus Bane sea real tampoco —se mofó el primero—. ¿Le has visto alguna vez?
—Es tan raro —exclamó ____(tn), escurriéndose hacia abajo en su asiento—. ¿Los estás oyendo?
—No, es de mala educación escuchar las conversaciones ajenas.
Nicholas estudiaba el menú, lo que proporcionó a ____(tn) la oportunidad de estudiarle a él disimuladamente. «Nunca te miro», le había dicho ella. Y era cierto, o al menos era cierto que nunca le miraba del modo en que quería mirarle, con ojo de artista. Siempre se perdía distraída por algún detalle: la curva del pómulo, el ángulo de las pestañas, la forma de la boca.
—Me estás mirando fijamente —dijo él sin alzar los ojos del menú—. ¿Por qué me miras fijamente? ¿Pasa algo?
La llegada de Kaelie a la mesa evitó que ____(tn) tuviera que responder. El bolígrafo de la camarera era una plateada ramita de abedul. La recién llegada contempló a ____(tn) curiosamente, con ojos totalmente azules.
—¿Sabéis lo que queréis?
Cogida por sorpresa, ____(tn) pidió unos cuantos platos del menú al azar. Nicholas pidió una bandeja de boniatos fritos y varios platos para meter en cajas y llevárselo a los Lightwood. Kaelie se marchó dejando tras ella un tenue aroma a flores.
—Di a Alec e Isabelle que lamento todo lo sucedido —dijo ____(tn) cuando Kaelie ya no pudo oírla—. Y di a Max que le llevaré a Planeta Prohibido cuando quiera.
—Únicamente los mundanos dicen que lo sienten cuando lo que quieren decir es «comparto tu dolor» —comentó Nicholas—. Tú no tuviste la culpa de nada, ____(tn). —Sus ojos brillaron repentinamente llenos de odio—. Fue culpa de Valentine.
—Debo de entender que no ha habido…
—¿Ninguna señal de él? No. Yo diría que se ha escondido hasta que pueda terminar lo que inició con la espada. Después de eso… —Nicholas se encogió de hombros.
—Después de eso, ¿qué?
—No lo sé. Es un lunático. Es difícil adivinar lo que hará un lunático.
Pero el muchacho evitó sus ojos, y ____(tn) supo en qué pensaba: guerra.
Eso era lo que Valentine quería. Una guerra contra los cazadores de sombras. Y la conseguiría. Era sólo una cuestión de dónde atacaría primero.
—En cualquier caso, no creo que sea de eso de lo que has venido a hablarme, ¿verdad?
—No.
Ahora que había llegado el momento, ____(tn) tenía dificultades para encontrar las palabras. Captó una visión fugaz de su reflejo en el brillante servilletero. Cárdigan blanco, rostro blanco, rubor febril en las mejillas. Parecía como si tuviese fiebre. También se sentía un poco como si la tuviese.
—Llevo días queriendo hablar contigo…
—Nunca lo habría dicho. —La voz de Nicholas era anormalmente aguda—. Siempre que te llamaba, Luke me decía que estabas enferma. Supuse que me estabas evitando. Otra vez.
—No era eso. —Le pareció que había un gran espacio vacío entre ellos, aunque el reservado no era tan grande y no estaban sentados tan separados—. Sí que quería hablar contigo. He estado pensando en ti todo este tiempo.
Él profirió un ruidito sorprendido y puso la mano sobre la mesa. Ella se la cogió, sintiendo que la invadía una oleada de alivio.
—Yo también he estado pensando en ti.
La mano del joven le resultaba cálida y reconfortante; ____(tn) recordó cómo le había abrazado en Renwick, mientras él sostenía desconsolado el ensangrentado fragmento de Portal, que era todo lo que le quedaba de su antigua vida.
—Es verdad que estaba enferma —afirmó ella—. Lo juro. Casi me muero en el barco, ya lo sabes.
Él le soltó la mano, pero se la quedó mirando con fijeza, como si quisiera memorizar su rostro.
—Lo sé perfectamente —dijo—. Siempre que tú casi te mueres, yo casi me muero.
Esas palabras provocaron que el corazón de ____(tn) le vibrara dentro del pecho como si se hubiese tragado una cuchara entera de cafeína pura.
—Nicholas, he venido a decirte que…
—Aguarda. Déjame hablar primero. —Alzó las manos como para contener las palabras de la muchacha—. Antes de que digas nada, quisiera disculparme.
—¿Disculparte? ¿Por qué?
—Por no escucharte. —Nicholas se echó los cabellos hacia atrás con ambas manos, y ella reparó en una pequeña cicatriz en el lado de la garganta, una diminuta línea plateada, que no había estado allí antes—. Tú no hacías más que decirme que no podía tener lo que quería de ti, y yo seguí insistiendo e insistiendo sin escucharte. Te quería a ti y no me importaba lo que dijera nadie. Ni siquiera tú.
A ____(tn) se le quedó la boca seca, pero antes de que pudiese decir nada, Kaelie llegó a la mesa con los boniatos fritos de Nicholas y varios platos para ____(tn). Ésta se quedó mirando lo que había pedido. Un batido de leche verde, lo que parecía una hamburguesa de carne cruda y una bandeja de grillos bañados en chocolate. Tampoco le importaba; tenía un nudo demasiado grande en el estómago para pensar siquiera en comer.
—Nicholas —comenzó, en cuanto la camarera marchó—, no hiciste nada malo. Tú…
—No. Déjame terminar. —Nicholas contemplaba los boniatos fritos como si contuvieran los secretos del universo—. ____(tn), tengo que decirlo ahora o… o no lo diré. —Las palabras brotaron en tropel—: Pensaba que había perdido a mi familia. Y no me refiero a Valentine. Me refiero a los Lightwood. Pensaba que habían terminado conmigo. Pensaba que no me quedaba nada en el mundo aparte de ti. Estaba… enloquecido por la sensación de pérdida y me desquité contigo y lo siento. Tenías razón.
—No. He sido una estúpida. He sido cruel contigo…
—Tenías todo el derecho a serlo.
Alzó los ojos para mirarla, y de repente, ____(tn) recordó una vez, cuando tenía cuatro años, que estaba en la playa llorando porque se había levantado viento y le había derribado el castillo que había hecho. Su madre le había dicho que podía hacer otro si quería, pero eso no le había hecho parar de llorar porque había descubierto que lo que había pensado que era permanente no lo era, sino que estaba hecho de arena que se deshacía al contacto con el viento o el agua.
—Lo que dijiste era cierto —continuó Nicholas—. No vivimos ni amamos en un vacío. Hay personas que se preocupan por nosotros y que resultarían heridas, quizá destruidas, si nos permitiésemos sentir lo que pudiésemos querer sentir. Ser tan egoísta significaría… significaría ser como Valentine.
Pronunció el nombre de su padre con tal irrevocabilidad que ____(tn) lo sintió como una puerta cerrándosele en la cara.
—A partir de ahora seré sólo tu hermano —concluyó él, mirándola con la esperanza de que se sentiría complacida. ____(tn) quiso chillar que le estaba haciendo trizas el corazón y que parara—. Es lo que tú querías, ¿verdad?
Le llevó un largo rato responder, y cuando lo hizo, su propia voz le sonó como un eco que le llegaba de muy lejos.
—Sí —repuso, y fue como si las olas le llenaran los oídos, y agua salada le escociera en los ojos—. Es lo que quería.
***********************************
____(tn) ascendió como atontada los amplios escalones que conducían a las enormes puertas de cristal del Beth Israel. En cierto modo, se sentía contenta de estar allí en lugar de en cualquier otra parte. Lo que quería más que nada era echarse en brazos de su madre y llorar, aunque jamás pudiera explicarle el motivo por el que lloraba. Puesto que no podía hacer eso, sentarse junto a la cama de su madre y llorar parecía la siguiente mejor opción.
Había mantenido la compostura bastante bien en Taki’s, incluso le había dado a Nicholas un abrazo de despedida cuando se fue. No había empezado a llorar hasta que llegó al metro, y entonces se había encontrado llorando por todo lo que no había llorado aún; Nicholas, Simon, Luke, su madre e incluso Valentine. Había llorado tan sonoramente que el hombre sentado enfrente le había ofrecido un pañuelo de papel, y ella le había chillado: «¿Qué es lo que estás mirando, imbécil?», porque eso era lo que se hacía en Nueva York. Y tras eso se había sentido un poco mejor.
Al acercarse a lo alto de la escalera, advirtió que había una mujer allí. Llevaba una larga capa oscura sobre un vestido, que no era lo que se veía normalmente en una calle de Manhattan. La capa estaba confeccionada con un oscuro material aterciopelado y tenía una amplia capucha, que estaba subida, ocultando el rostro de la mujer. Al echar una ojeada alrededor, ____(tn) se fijó en que nadie más parecía reparar en la aparición. Un glamour, entonces.
—Oiga, si está aquí para verme, dígame lo que quiere. No estoy de humor para todo este glamour y secretismo justo ahora.
Advirtió que la gente se detenía para mirar con asombro a la demente muchacha que hablaba sola. Contuvo el impulso de sacarles la lengua.
—De acuerdo —contestó una voz dulce, extrañamente familiar. La mujer alzó las manos y se echó atrás la capucha. Los cabellos canosos se le derramaron sobre los hombros en una cascada. Era la mujer que ____(tn) había visto mirándola fijamente en el patio del Cementerio Marble, la misma mujer que los había salvado del cuchillo de Malik en el Instituto. De cerca, ____(tn) pudo ver que tenía la clase de rostro que era todo ángulos, demasiado afilado para ser bonito, aunque los ojos eran de un intenso y hermoso color avellana.
—Me llamo Madeleine. Madeleine Bellefleur.
—¿Y…? —preguntó ____(tn)—. ¿Qué quiere de mí?
La mujer —Madeleine— vaciló.
—Conozco a tu madre, a Jocelyn —explicó—. Éramos amigas en Idris.
—No puede verla —replicó ____(tn)—. Ninguna visita excepto familia hasta que mejore.
—Pero no mejorará.
—¿Qué?
—Lo siento —repuso Madeleine—, no era mi intención sorprenderte. Pero sé qué le sucede a Jocelyn, y no hay nada que un hospital mundano pueda hacer por ella. Lo que le sucedió… se lo hizo ella misma, ____(tn).
—No. Usted no lo entiende. Valentine…
—Lo hizo antes de que Valentine pudiera atraparla. Así no podría sacarle ninguna información. Lo planeó así. Era un secreto, un secreto que compartió sólo con otra persona, a la que explicó cómo se podía invertir un hechizo. Esa persona soy yo.
—Quiere decir…
—Sí —respondió Madeleine—, quiero decir que puedo explicarte cómo despertar a tu madre.
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut: :lloro:
Que tal! (? :fiu:
Todos estan bien, la rayiz por fin encontrara la manera de despertar a su mami! :3
Simón ahora puede salir a la luz & no le sucede nada! :suspect:
Esperemos que por fin el Nicho :(L): & la rayiz esten juntos! *.*
en fin, que les pareció este libro! (? :fiu:
Desde ahorita les digo que el siguiente esta aún mejor que este! ;)
Muchas Gracias por acompañarme en esta historia! :) Aún nos quedan
libros por delante & espero tenerlas por allá también! :hug:
Gracias a mis fieles lectoras! :hug: Son las mejore del mundo mundial chicas! :(L):
Disfruten esto & nos leemos por el siguiente tema! Okey! \^.^/
Love u Girls! :(L):
Lu wH!;*
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
Bueno Chicas, como no quiero que les de algo (? xD aquí les dejo el otro tema!
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut:
Las leo por allá!
X
:wut: :lloro: :wut: :lloro: :wut:
Las leo por allá!
X
Cazadores de Sombras Ciudad de Cristal - NicholasJ&Tu (Adaptación)
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
awww primero Maldito Nicholas porque tenias que hablar????? :wut:
La rayiz ya se habia decidido a luchar por ti!!! :x
Y tu le dices que solo seras su hermano!!!!
Aww que bueno que Simon puede salir al sol!!
Y que ya dejo de querer ser novio de la rayiz!!! ;)
Awwww Luke todo lo que a hecho por Jocelyn :lloro:
Ya la van a revivir!!! Yeiii
Gracias por subir el libro ya me paso al otro!!!
La rayiz ya se habia decidido a luchar por ti!!! :x
Y tu le dices que solo seras su hermano!!!!
Aww que bueno que Simon puede salir al sol!!
Y que ya dejo de querer ser novio de la rayiz!!! ;)
Awwww Luke todo lo que a hecho por Jocelyn :lloro:
Ya la van a revivir!!! Yeiii
Gracias por subir el libro ya me paso al otro!!!
aranzhitha
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
AAAAAAAAAAAHHHHH!!!!!... ELLAA DESPERTARAAA A SU MAAAMIII??
AAAAAAAAHHH..... Y ESE NICK ES UN POQUITOOO DESESPERANTEEE!!!!!.. AAII Y COMO ES QUE SIMON SALE A LA LUZ!!???
AAAIII YA QUIEROO LEEER EL QUE SIGUEEE!!!
AAAAAAAAHHH..... Y ESE NICK ES UN POQUITOOO DESESPERANTEEE!!!!!.. AAII Y COMO ES QUE SIMON SALE A LA LUZ!!???
AAAIII YA QUIEROO LEEER EL QUE SIGUEEE!!!
chelis
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
ohhh casi lloro con lo que le dijo Nick
A la rayis, la rayis estaba ya por de irle lo que sentía
Hacia el y bravo Nick tuviste que abrir tu boca :(
Wiiiii me alegra saber que la mama de la rayis
La podrán despertar :)
Ahhh ya muero por leer el siguiente :D
A la rayis, la rayis estaba ya por de irle lo que sentía
Hacia el y bravo Nick tuviste que abrir tu boca :(
Wiiiii me alegra saber que la mama de la rayis
La podrán despertar :)
Ahhh ya muero por leer el siguiente :D
Karli Jonas
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
aranzhitha escribió:awww primero Maldito Nicholas porque tenias que hablar????? :wut:
La rayiz ya se habia decidido a luchar por ti!!! :x
Y tu le dices que solo seras su hermano!!!!
Aww que bueno que Simon puede salir al sol!!
Y que ya dejo de querer ser novio de la rayiz!!! ;)
Awwww Luke todo lo que a hecho por Jocelyn :lloro:
Ya la van a revivir!!! Yeiii
Gracias por subir el libro ya me paso al otro!!!
Lo sé, debemos darle un golpe al Nicho! :(L): :suspect: :x
Bueno bien por Simón, pero ya verás los problemas que tandrá
a causa de eso.... :fiu:
*.* Luke es un amor! es el mejor! :hug:
\^.^/
Muchas Gracias a ti por todo! :(L):
X
HeyItsLupitaNJ
Re: Cazadores de Sombras - Ciudad de Ceniza - NicholasJ&TU (Adaptación) - TERMINADA!
chelis escribió:AAAAAAAAAAAHHHHH!!!!!... ELLAA DESPERTARAAA A SU MAAAMIII??
AAAAAAAAHHH..... Y ESE NICK ES UN POQUITOOO DESESPERANTEEE!!!!!.. AAII Y COMO ES QUE SIMON SALE A LA LUZ!!???
AAAIII YA QUIEROO LEEER EL QUE SIGUEEE!!!
Esperemos que así sea, ya ya la mami de la rayiz este bien! :hug:
JAJAJAJ lo sé, el Nicho:(L): se merece un golpe! :¬¬:
Bueno así como lo lees, ya veremos que pasa con Simón! :fiu:
Nos leemos por el otro tema! ;)
\^.^/
Muchas Gracias a ti por todo! :(L):
X
HeyItsLupitaNJ
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